Viaje a la Economía Social VI: Final del camino
(Por Alicia Torre) En la realidad fue el principio pero por alguna razón que no puedo explicar lo conté al revés. Esta fue la primera nota levantada en Bogotá a sólo cuatro días de haber llegado. El 17 de marzo se anunciaba una importante marcha de protesta organizada por gremios de empleadas y empleados estatales: salud, educación, justicia, bancos, transportes, seguridad social. A la convocatoria se sumaron organizaciones ambientalistas, mujeres organizadas, artistas independientes, estudiantes de todos los niveles, jubilados, jubiladas y sobre todo los grupos que desde hace tanto tiempo están pidiendo por la paz con dignidad y justicia, destacándose Marcha Patriótica, el grupo más numeroso y comprometido donde milita Piedad Córdoba, ex senadora y militante por los derechos humanos.
Impresionante la cantidad de gente que participó, durante horas fueron llegando por la avenida 7ma, llenaron la Plaza Bolívar -que es inmensa- y todavía seguían sumándose cuando ya no cabía nadie más. Por la mañana ya había grupos aunque la marcha estaba citada para las 15. Aprovechando la relativa tranquilidad del momento me acerqué a un grupo de hombres que tenían una bandera que decía: “por una Colombia unida y en paz Usme ancestral étnica y cultural presente” ASOCAVEART. Me contaron que pertenecían a este grupo que reivindica al Pueblo Muisca, del cual descienden, y que Usme es una localidad del Gran Bogotá donde tienen su sede y desarrollan sus actividades militantes y también se dedican a reproducir el arte muisca en piezas que venden en una feria del lugar.
Grave, uno de sus integrantes, me contó cuál era el compromiso con la defensa del Medio Ambiente y me invitó a visitarlos en la feria. El viaje fue bastante largo, por momentos creía que me había pasado pero siempre está la amabilidad de los colombianos compañeros de bus que me explicaban que “faltaba un poquito”. Finalmente llegué, los localicé y pudimos mantener una entretenida charla.
Grave cuenta la realidad de Bogotá, de Colombia, y también de América Latina. Esta nueva apropiación de los recursos naturales, el asentamiento de las multinacionales a las que ningún Estado pone coto lleva a la situación de preocupación y por momentos angustia de quienes tienen claro que de seguir así el futuro es muy corto.
Coca Cola, Nestlé y algunas otras empresas han puesto sus pies en Colombia hace ya mucho tiempo. La pureza del agua ha sido el gran atractivo, la complicidad de los gobiernos ayudó sobremanera sobre todo teniendo en cuenta que durante años los gremios de la alimentación denunciaron malos tratos llegando hasta a crímenes y desapariciones sin que se hayan aclarado nunca. Y las empresas siguen robando a manos llenas los recursos naturales pero no pueden contra la dignidad de algunas personas que siguen denunciando, recuperando saberes ancestrales y comprometiéndose en la búsqueda de un mundo mejor.
Es difícil dejar este hermoso país y esa hermosa gente, por hablar hoy de un tema netamente urbano, lo ilustraremos con música de rap, atendiendo a lo que dicen desde el grupo La Etnnia.
La Etnnia nació en el barrio Las Cruces del centro de Bogotá. Es considerado por algunos el primer grupo rapero de Colombia. Se iniciaron bailando break en las calles en 1984, en 1995 grabaron su primer CD: Ataque del metano. Cerraron el Festival “Al Parque” en Bogotá en 2008. Desde su inicio graban con el sello independiente 5-27 RECORDS.