Corporación Republicana “La democrática” (Final)
(Por Alfredo Grande) Si la utopía al decir de Galeano sirve para caminar, la profecía sirve para entender cuál es el sentido de nuestra caminata. ¿Avanzamos en rutas zigzagueantes o damos vueltas como hamster en su jaula? Ambas cosas, según la coyuntura, la relación de fuerzas o los espacios en disputa.
Tres definiciones que aborrezco porque se instalan en una decadente, mediocre y corrupta real politik. Cuya traducción no literal es política del oportunismo sistemático. Si el negocio es privatizar, privatizo. Si el negocio es nacionalizar, nacionalizo. Y racionalizo que nunca quise privatizar. El mecanismo de la cultura represora, al menos el más popular en lo discursivo no es mentir. Es mentir sobre la mentira. A esto se llama “desmentida”. Si y no al mismo tiempo que nada tiene que ver con el “ni”. Más bien es lo contrario. La palabra clave es simultaneidad.
En los tiempos del cardenal Bergoglio, Néstor Kirchner concurría a un “contra tedeum” que no fuera sospechado de opositor. Pero sostenía la concurrencia a un tedeum con lo cual la situación de fondo, que no es otra que el sometimiento de un estado laico al poder confesional de la iglesia, seguía intacta. Con Francisco el sometimiento es evidente y hasta diría, obsceno. Llegamos al umbral del cambio de gerencia de la Corporación Republicana. Y el lugar donde queda sellado quiénes son los verdaderos dueños de la “La Democrática” es el coloquio de Idea.
“En la cultura represora
siempre se pide ayuda
a los que causaron el problema”
(Aforismo implicado A .G.)
Cuatro candidatos posaron y hablaron para la crème de la crème de la alta burguesía trans nacionalizada. Y no trans nacionalizada también. Ese coloquio descubre la desmentida sobre cualquier carácter nacional, popular, democrático, digno, justo, de cualquier gobierno que surja de los tres crueles tigres. El Coloquio es una foto, un video, un clip de la Argentina del Poder. Nada ni nadie cambiará eso. Nada ni nadie pudo cambiarlo. Las generaciones asesinadas, secuestradas, torturadas, desaparecidas, al menos lo intentaron.
Y no faltan los buitres de la política que a esos héroes, de los que apenas conocemos el nombre de algunas decenas, se los critique, se les reproche, se los culpabilice. Y que los sobrevivientes de todos los errores hagan una severa, y si es posible, una cruel autocrítica, de su accionar subversivo. Me identifico en forma absoluta con el zapatismo cuando afirma que siempre que los de arriba sigan arriba habrá injusticia, habrá crímenes, habrá dolor y muerte. Cuando afirmo que a la crueldad reaccionaria del Poder sólo puede oponerse la violencia revolucionaria de las clases oprimidas, no pocos, en realidad, muchos, fruncen el ceño y quizá algo más, y me perdonan la vida, aunque no me perdonan lo que digo en vida.
Uno de los éxitos de la Corpo Republicana es haber reemplazado el concepto de gente, que ya había reemplazado el concepto de trabajador, que ya había reemplazado al concepto de proletariado, por el más coloquial, anodino, mediocre y reduccionista concepto de “vos”.
Casi todas las propagandas de los aspirantes a gerentes generales de la Corpo Republicana, se dirigen en forma individual y con una pseudo familiaridad, que hace el ridículo por los cuatro costados. “En todo estás vos” “Vos ya ganaste” “Te lo digo a vos”. El “voceo” llegó para quedarse porque quiebra no solo la noción de clase social, sino la más elemental de sujeto político. Es un padre que le dice a los hijos: denme una oportunidad y yo me encargaré de todo. Parece el marido y padre maltratados pidiendo un nuevo round para perfeccionarse.
Como yo audito procedimientos y no audito resultados, más allá de quien gane, si en primera o segunda vuelta, o si se da una vueltita y se va, me interesa el “cómo” se gana. Estas elecciones consagran la Impunidad Absoluta: cultural, política y jurídica. ¿Mucho, no? Sí. Demasiado. No solamente desaparecieron los partidos políticos, reducidos a la marca del apellido de turno. El peronismo hoy es un genérico y el radicalismo, ni siquiera eso. El auge impensado de la “borocotización” de la política, que inauguró Néstor con Junior, ahora es tendencia. Me hace recordar al futbolista Cedrés, que en la mitad del campeonato de no me acuerdo que año, pasó de River a jugar en Boca. Todavía no puedo creerlo. Lo cual no prueba que sean lo mismo, pero sí hace extremadamente difícil encontrar la diferencia.
Ninguno repudiará el asesinato de Ángel Verón asesinado con el frasco de suero y las esposas en forma simultánea. Marca registrada de la cultura represora. ¿Cómo perdonarlos si saben perfectamente lo que hacen? En una democracia real, el asesinato de Ángel Verón debería paralizar a todo el país. Y no descargar en la militancia de los compañeros chaqueños todo el peso de la lucha. Pero de real nada tiene esta democracia. Porque oculta, encubre, ensucia y prostituye a la política que no es otra cosa que el movimiento real de la lucha de clases.
“Solo te saca de un pantano
el que está afuera del pantano”
(Aforismo implicado A. G.)
Para la Corpo, el coloquio de Idea y otras pestes, no hay política sino gerenciamientos. Ni siquiera gobernabilidad. La cabeza de Luis XVI nuevamente colocada en su cuello y la guillotina para los trabajadores. Incluso guillotinas financieras como el impuesto a los salarios. O el IVA. Por eso pienso y siento que yo también estoy ganando. Porque no pido que me saque del pantano el que me arrojó a él. Y habrá una nueva resistencia, que ya no será la heroica resistencia peronista post Libertadora/ Fusiladora.
Será la resistencia contra lo peor del peronismo, contra lo peor de la democracia, contra lo peor del estado burgués. Y luchando en forma colectiva contra lo peor, lo mejor estará tan cercano que cuando llegue a lo mejor no nos damos cuenta. Y “la Democrática” será arrasada por una democracia popular internacionalista y proletaria. Esa es mi verdad y a esa verdad me entrego.