El Ingreso Familiar de Emergencia desde una perspectiva feminista

La economista y columnista de FM De la Calle, Agostina Costantino, analizó los alcances del Ingreso Familiar de Emergencia en clave feminista.

La semana pasada, la directora Nacional de Economía, Igualdad y Género, Mercedes D’Alessandro, señaló que “el IFE junto a transferencias de AUH y la tarjeta Alimentar representa que el 68% de lo que el Estado invierte, está llegando al 50% más pobre de la población. Son medidas progresivas que tienden a cerrar las brechas de desigualdad”.

Costantino destacó que “en la primera tanda lo cobraron ocho millones de personas. Es decir, ocho millones de familias cumplen con características que son muy restrictivas, familias donde no había otro ingreso. Esto es el 20% de la población argentina. No se tomaba total magnitud de la gran cantidad de familias que se encontraban en situación de vulnerabilidad, son familias con ingresos super informales”.

D’Alessandro destacó la importancia de incluir a las trabajadoras domésticas en el cobro del ingreso.

“Otra novedad respecto a esta segunda tanda del IFE es que en aquellas familias que lo hayan solicitado lo van a cobrar las mujeres. Eso atiende a la desigualdad estructural que tiene la economía en donde las mujeres estamos sobre representadas en los deciles más bajos de ingresos, esto que llamamos feminización de la pobreza”, comentó Costantino.

Sin embargo, apuntó que “una cosa que no atiende y que desde la economía feminista se critica es que es familiar. Esta idea tiene como supuesto que la familia es una unidad armónica que decide democráticamente y sin conflictos cómo se distribuyen los recursos hacia adentro”.

“Sabemos que esto no esa así, que la familia es una unidad de conflicto y altamente desigual hacia adentro. También estamos discriminadas hacia adentro de los hogares en la distribución de tareas, lo más probable que vaya a suceder es que la decisión sobre qué hacer con esos recursos no la terminen tomando las mujeres”.

La economista afirmó que, por otro lado, “en el otorgar el IFE a quienes cobran AUH y a las mujeres por sobre lo varones, también parece haber una mirada maternal o maternalista por parte de las políticas sociales, se otorga en tanto madre no en tanto mujer, pareciera tener esa mirada”.

Además, hizo una salvedad, “más del 90% de las personas que cobran AUH son mujeres porque está condicionada a la asistencia de niños y niñas a la escuela y controles sanitarios y las que se encargan de esto son las mujeres”.

“Es importante que se pretenda esta mirada de género pero nos seguimos enfrentando a ese límite de la familia que resulta problemático. Es parte del problema de considerar a la familia como destinatario, ¿qué es la familia? ¿cómo la definimos?”, preguntó.