Honoris causa: por Watu y por todes

Honoris causa: por Watu y por todes

El Consejo Superior Universitario de la UNS aprobará este miércoles la entrega del doctorado Honoris Causa post mortem a David “Watu” Cilleruelo y reconocerá en su nombre a las y los integrantes de la comunidad universitaria víctimas del terrorismo de Estado entre 1974 y 1983.

Será un “acto reivindicatorio de la militancia política universitaria y reparador del rol institucional cumplido, antes, durante y después de la persecución y asesinato del mencionado y sus compañeros, ya sean estudiantes, docentes, investigadores o no docentes”. El dictamen incluye a más de 70 víctimas en un listado que “se encuentra en permanente construcción”.

La reunión -que podrá seguirse desde las 18 por el canal de youtube Audiovisuales UNS- tendrá como único punto el tratamiento del expediente 1860/2021 de la Comisión de Enseñanza. El texto recoge la propuesta de la Subsecretaría de Derechos Humanos “con el aval explícito de amplios sectores estudiantiles, docentes, no docentes y de investigación, internos y externos a la UNS”.

La entrega del máximo título honorífico al dirigente de la Federación Juvenil Comunista asesinado el 3 de abril de 1975 por miembros de la Triple A en el pasillo del ala de Ingeniería de Alem 1253 fue recomendada por una comisión ad hoc integrada por Adolfo Pérez Esquivel, Estela de Carlotto, Pepe Mujica, Dora Barancos, Baltazar Garzón y Fortunato Mallimacci.

Les referentes de derechos humanos afirmaron que es “un acto fundacional que servirá de ejemplo para el resto de las universidades nacionales de la Argentina y de la Patria Grande Latinoamericana” y “de reparación histórica, institucional y simbólica único e inédito en Argentina”.

El dictamen de la comisión ad hoc incluye un listado con los nombres de estudiantes, graduados, no docentes y docentes de la UNS desaparecidos y/o asesinados en el período 1974-1983 que muestra que “el accionar represivo no fue un acto individual sino colectivo para amedrentar, disciplinar y atemorizar al conjunto de la sociedad.

Por el crimen del secretario electo de la Federación Universitaria del Sur -cuya ficha académica registra simplemente como “fallecido”- fue condenado a prisión perpetua Raúl Roberto Aceituno, quien actuó junto a los fallecidos Jorge y Pablo Argibay a órdenes del interventor Remus Tetu. También fueron sentenciados a 10 años de prisión por haber integrado la asociación ilícita Juan Carlos Curzio, Héctor Forcelli y Osvaldo Pallero.

Meses atrás, el Consejo Superior Universitario consideró que “por las características del terrorismo de Estado, la participación de un miembro de su comunidad en la jefatura de la organización paraestatal mencionada, la provisión de empleos y vehículos a los acusados y la inacción institucional posterior, la UNS debe problematizar su propia historia y asumirse en su triple papel de víctima, escenario y victimaria de los crímenes estudiados en el presente juicio”.

En abril, amigos, amigas, dirigentes políticos, sindicales, sociales y del ámbito universitario conformaron la Comisión por el Reconocimiento Académico de David “Watu” Cilleruelo, con el objetivo de solicitar a las autoridades de la UNS el homenaje que se concretará mañana.

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