Mitos Impuestos: un debate sobre el campo tributario y la desigualdad
Una serie de ensayos propone discutir el rol de la política fiscal y alternativas para reducir la desigualdad en pos de una sociedad más democrática y justa. Las mitos van desde “la maquinita de emitir” como único factor inflacionario hasta pagar la deuda con el Fondo Monetario Internacional de la manera que sea.
Arte: Agustín Solís y Florencia Buraschi, Revista Anfibia
En marzo de 2022 un grupo de especialistas comenzaron a discutir nuevas perspectivas en materia fiscal en Argentina, fue así que surgió el Espacio de Trabajo Fiscal para la Equidad (ETFE), vinculado a la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ). El ETFE es una red que suma análisis técnicos, políticos y culturales “para dar la batalla cultural en temas vinculados a la fiscalidad desde enfoques heterodoxos, con perspectiva de derechos humanos y género”.
Julieta Izcurdia, coordinadora de ACIJ, aseguró a FM De la Calle que “nos encontrábamos constantemente en la discusión en el imaginario social y en la discusión pública con ideas que vienen desde una visión conservadora de la economía y del rol del Estado”.
“Para que el país crezca hay que achicar el Estado”, “La maquinita de imprimir billetes es la única responsable de la inflación”, “Hay que pagar la deuda cueste lo que cueste” y “La presión fiscal nos está asfixiando”, son algunos de los mitos que se propusieron desestimar y que se encuentran publicados en Revista Anfibia.
“Los impuestos no influyen en las desigualdades de género”, “Para crecer hay que bajar los impuestos”, “Las grandes empresas son las que más aportan a la recaudación de impuestos”, “El secreto fiscal es intocable”, “Las inversiones llegarán cuando bajen los impuestos” y “La corrupción causa de la falta de recursos”, son otros escritos que surgieron de la propuesta.
Acerca del achicamiento estatal, Izcurdia aseveró que “es algo que en el contexto electoral se está reforzando bastante, lo que hace este mito es asociar el tamaño del Estado directamente y casi únicamente a el brazo social. Se vincula con otro mito que es el de la inflación, lo que hace es asociar que como el Estado es muy grande, gasta mucho en protección social y necesita emitir, ahí está como todo el problema. En realidad lo que hace este mito es desconocer en qué gasta el Estado, que también subsidia empresas a través de transferencias directas o con beneficios impositivos”.
Además, la especialista planteó que se dan habitualmente discusiones sobre beneficios sociales como la Asignación Universal por Hije, que representa solo el 0,6% del Producto Bruto Interno mientras que los subsidios a empresas el 3% y que entre 1980 y el 2022 Argentina pasó de tener casi 300 empresas públicas a tener solo 33, lo que demuestra que hubo una fuerte privatización.
En esa tónica, “lo que plantea la autora es que si vamos a la experiencia internacional todos los países a los que se les suele llamar desarrollados, basaron su expansión en la fortaleza del gasto social, en invertir más entre quienes más requieren esa intervención. No tenemos que discutir tanto el tamaño del Estado sino las prioridades”.
Emisión monetaria: ¿única causa de la inflación?
“Lo que se plantea es que este mito lo que hace es desconocer que esa no es la única causa que explica la inflación y que la emisión monetaria no es la única fuente de financiamiento del Estado, también está la deuda pública, los impuestos”, sostuvo. Uno de los planteos que destacan es que el principal problema está en la evasión de impuestos mediante mecanismos a los que tienen accesos sectores de mayor poder económico, además de la altísima informalidad que tiene la economía.
Esto último se vincula con otro mito acerca de la forma en la que se recaudan los impuestos, “el exceso de impuestos lo ven principalmente los sectores de más bajos ingresos, los más pobres, el exceso de impuestos no viene del exceso de gastos sino de la falta de mecanismos para controlar cómo se está recaudando”, explicó Izcurdia.
“Hoy lo que vemos es que proporcionalmente según los ingresos y riquezas que tiene cada persona en nuestro país, están pagando más los sectores de menores ingresos, por esas dos cuestiones, los impuestos patrimoniales que se recaudan sobre la cantidad de bienes representan a penas el 2% de la recaudación, mientras que el IVA y otros que gravan consumos, representan casi la mitad de la recaudación”.
Pagar la deuda cueste lo que cueste
La economista Noemí Brenta escribió que “esas deudas, que a lo largo de las décadas provocaron crisis recurrentes, volvieron a magnitudes manejables en los 2000 gracias a las políticas de los gobiernos progresistas; incluyeron quitas, reprogramaciones y la suspensión o finalización de los programas del FMI y de otros organismos multilaterales. Pero tras varios años de restauración neoliberal y la crisis de la pandemia, el sobreendeudamiento ha retornado y, con ello, las presiones para sacrificar el presente y el futuro. Porque ‘hay que pagar la deuda'”.
Izcurdia relató que lo que se plantea en el artículo es que “no viene indefectiblemente el caos si no pagas la deuda” y que lo que plantea la autora es la existencia de otras alternativas.
En ese camino, refirió que tenemos que poner en debate que actualmente pareciera más importante cumplir con un acreedor privado como el FMI que cumplir con obligaciones que también tiene Argentina en el plano internacional vinculadas a garantizar derechos humanos y vida digna.
“Parece no ser la prioridad, hay ciertos contratos que son más valiosos que otros”.
Por último, se pronunció sobre el mito de los impuestos bajos para atraer inversiones señalando que hay dos mitos que apuntan que si se produce una baja en los impuestos van a venir inversiones y consecuentemente va a haber crecimiento económico, “hay experiencias en el mundo, en nuestro país del 2016 a 2018 se bajaron los derechos de exportación a la soja, se bajó la tasa de impuesto a las ganancias a empresas, bienes personales y se perdió un 1,5% del PBI, se achicó, no crecieron las inversiones, ahí también hay un mito por desarticular”, destacó la integrante de la asociación.