“No quiero que mi hija se cruce a su violador por la calle”

Un grupo de víctimas de abuso sexual y acompañantes se manifestaron frente a Tribunales pidiendo celeridad y efectividad en los procesos judiciales que afrontan sus abusadores. Denuncian que la mayoría se encuentra en libertad.

“No hay justicia, ya no sé qué más hacer, salimos en los medios pero no tuvimos justicia. Siento miedo, no puedo salir a la calle”, dijo Paloma al móvil de FM De la Calle durante la jornada impulsada por Madres Protectoras.

“No quiero que él este libre”, agregó la joven cuyo padre fue condenado por el juez Eugenio Casas a 18 años de cárcel pero continúa libre porque no habría riesgo de fuga.

Fue encontrado culpable de perpetrar abusos contra la niña en 4 ocasiones entre el año 2014 y 2019, cuando tenía 11 y 15 años de edad.

“Tenemos muchos violadores sueltos, de casos de chicos que han sido violados. Hay una mamá que tiene a su violador preso y a este señor que lo condenaron a 18 años está libre”, contó su madre.

“Siempre vamos a hacer estas marchas porque nos tienen que escuchar. Mi hija está en tratamiento psiquiátrico, psicológico, y no quiero que se cruce con su violador en la calle”.

Sobre la situación judicial del hombre, actualizó que durante la jornada del martes el juez les indicó que no hay riesgo de fuga por lo que puede mantenerse en libertad.

“Sigue haciendo su vida como si nada, dice que no está condenado el señor”, añadió la adolescente, al tiempo que relató: “Nosotras tenemos miedo y el señor caminando libre. Ando con pastillas, tratamientos, pero no alcanza”.

Paloma estuvo encadenada en Estomba 34 pidiendo justicia durante la jornada del lunes.

Otra de las participantes del reclamo se preguntó: “¿Dónde nos amparan a nosotras, las víctimas? No tengo ni un botón antipánico, está en la calle, si se me acerca no sé qué hacer”.

Y agregó: “No duermo, no descanso, tomo pastillas, voy a la psicóloga y todo eso no me basta. Y él está en la calle, no es justo para mí. Tampoco para mi hermana que se quiso suicidar tres veces”. El drama lo viven dos jóvenes hermanas que sufrieron agresiones sexuales entre los 11 y 12 años de edad.

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