¿Por qué estamos atravesando olas de calor récord?
Juan Rivera, científico del Instituto Argentino de Investigación de la Nieve, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA) dijo a FM De la Calle que “si no tomamos conciencia, la gravedad del problema la tenemos a la vuelta de la esquina”.
El cambio climático por incidencia humana hizo que la ola de calor récord en Argentina de principios de diciembre fuera unas 60 veces más probable, según un análisis realizado por el equipo internacional de destacados científicos del clima, World Weather Attribution, del cual Rivera participó.
“Llamó la atención la ola de calor para la época, desde el punto de vista temporal y desde su severidad, hubo localidades que marcaron récord de temperatura en Argentina y países limítrofes. Este estudio fue el primero que se realiza con esta metodología para el hemisferio sur”.
El equipo de investigadores/as de World Weather Attribution trabaja con eventos extremos a nivel mundial y analiza la contribución humana al cambio climático en relación a los gases de efecto invernadero. En este sentido se trabaja con investigadores/as de todas partes del mundo lo cual contribuye a trabajar con más rapidez.
“Tardamos dos semanas en realizar la investigación”, expresó Rivera.
“Sin duda los resultados marcan que el rol de las actividades humanas en la composición de la atmósfera, favorecen el incremento en la recurrencia de estos fenómenos. La ola de calor no solo está incrementada unas 60 veces, sino que también la temperatura promedio fue un grado y medio más alta que lo que hubiera sido sin actividad humana”.
El científico añadió que “son señales de alerta, este mismo patrón se ve reflejado en otros eventos extremos como inundaciones y sequías. En noviembre y en la actualidad se combinaron dos eventos de este tipo, como son una sequía y una ola de calor, potenciando la temperatura, lo cual es alarmante”.
Respecto a las acciones necesarias para cambiar esta situación, el profesional expresó que “buena parte de la acción climática tiene que estar liderada por los gobernantes, primero por los países que liberan las emisiones y luego por los que sufren las mismas”.
“Limitar los hábitos de consumo favorece a que la matriz energética disminuya y eso hace que estos fenómenos no se registren con tanta frecuencia”.