Prohibido debatir
(Por Astor Vitali) ¿A quiénes representan los senadores y las senadoras? ¿A su provincia? ¿A los/as ciudadanos/as de sus provincias? ¿A los intereses sectoriales de sus organizaciones de base? De Angeli ¿A quién representa? ¿Al campesino que labra la tierra o a los empresarios financieros que apuestan al campo? Pichetto ¿A quién representa? ¿Al pejota? ¿Qué sería el pejota? ¿Al peronismo obediente? ¿Al peronismo que lejos de combatir el capital lo seduce y hasta lo amasa?
¿A quiénes representan los senadores y las senadoras? ¿A las empresas que financias sus campañas? ¿A los empresarios a los que deben algún favor? ¿A los consejos de asesores de imágenes cuyos objetivos son apuntalar las carreras personales en el contexto de la competencia feroz del mercado electoral?
¿Cuántas veces pasó el senador o la senadora de tu distrito por tu sociedad de fomento, tu trabajo, tu sindicato? ¿Les conocés? ¿Sabés qué proyectos de ley presentaron? ¿Sabés si tienen la misma asistencia al cuerpo deliberativo que al banco para cobrar sus cuantiosos sueldos?
¿Qué sabés de tus senadores y senadoras? Nancy González habló de “un relato de ciencia ficción” en alusión a la ponencia del miembro informante, porque “no pueden hablar de números ni de cifras porque todo es ajuste”.
Otro tema al que se refirió la misma legisladora es el “blindaje mediático. Cuando quiero hacer una nota por este tema no la emboco” dijo González.
Norma Durango, por su parte, merece una mención por ocuparse de defender argumentativamente la importancia de la inversión cultural. Tema que tiene sin cuidado a la mayoría de la dirigencia política argentina. Lo que, a su vez, habla de la degradación en la calidad de dirigentes. A ver si los San Martín, a los Sarmiento o a los Belgrano habría que explicarles entonces acerca de la importancia de la cultura (para poner ejemplo de referentes de posiciones políticas diferentes). Son burros y de tan burros devienen monos con navaja.
Muchas de las intervenciones versaron acerca de la idea de que no votar el presupuesto es atentar contra la gobernabilidad. A esta altura de la vida política democrática esto implica que el congreso no debate posiciones políticas, no confronta ideas, porque hacerlo implicaría atentar contra la gobernabilidad. ¿Qué esto? ¿Para qué están, muchachos y muchachas? ¿Para coronar una carrera política con el premio de cargo de senador?
Sobre el contenido del presupuesto editorializamos cuando se hizo la puesta en escena de debate en la cámara baja. No queda mucho para decir que no haya sido dicho. En estas líneas solamente nos detenemos en esta cuestión: el senado de la nación dice abiertamente que el senado de la nación no está habilitado para debatir política económica, porque hacerlo sería atentar la gobernabilidad (¡!).
¿A quiénes representan los senadores y las senadoras? Está claro que no a la mayoría del pueblo que les eligió.