“Querida Celia, todo lo que atesoraste estará dialogando con quienes quieran saber qué pasó”

Durante la inauguración de la muestra del archivo personal de Celia Jinkis de Korsunsky, sus amigas y compañeras, Carmen Ortíz, Mónica Colaianni y Marita Aure, relataron cómo transcurrió el proceso desde la idea de compartir el material hasta concretarlo. Puede visitarse hasta el lunes 11, de 7 a 19, en Rondeau 29.

El mismo 13 de julio de 2022, día del fallecimiento de Celia, decidimos homenajearla, por todo lo que ella fue como persona, como militante, por su entrega y como referente que es para el movimiento de derechos humanos de la ciudad.

Pensando en este homenaje, y junto con otras personas que comparten nuestro pensamiento y sentir; tiempo después nos reunimos en la Secretaría de Derechos Humanos de la CTA. Surgen así, varias propuestas a realizarse en el transcurso del presente año: en primer término un homenaje en el acto del 24 de marzo en la Plaza de la Memoria y de la Resistencia y la colocación de una huella con su nombre y la de su hijo Eduardo, en ese lugar que tantas veces la albergó…

En segundo término se hizo un afichaje en la esquina de 12 de octubre y López Francés, en donde próximamente se hará un mural. Ambas acciones a cargo de docentes y alumnes de la Escuela de Artes Visuales.

Como otra actividad más, surge la idea de una muestra tomando elementos del archivo que Celia construyó en el camino de su vida y de la búsqueda de Eduardo.

Archivo que cada una de nosotras conocía muy bien, pues nuestra cercanía, tanto como militantes y como amigas, nos había permitido “andarlo” y “desandarlo”, ya sea en la búsqueda de algún elemento del mismo para un objetivo específico, ya sea porque Celia nos mostraba algo de su recorrido en las extensas conversaciones que nos reunían en su casa.
Su archivo era familiar para nosotras y en varias oportunidades, junto a Celia, lo “acomodábamos” según la necesidad del momento que nos convocaba a consultarlo y ampliarlo, ya que día a día, Celia, iba incorporando cosas que consideraba relevantes para guardar.

El lugar donde atesoraba “su archivo” era un mueble de madera que estaba en el comedor de su casa, en cuyos estantes aparecían grandes cantidades de hojas en bolsas, publicaciones, revistas, libros y en una “caja de camisas” todo lo referente a Eduardo niño, adolescente, cosas de la Escuela, fotos, dibujos, escritos…

En 2018, sus hijas deciden que Celia vaya a CABA, en donde vive una de ellas. Así es como aparece el planteo y la consulta de “dejar a resguardo su archivo” hasta tanto definir qué hacer con él, pensando siempre en dar cumplimiento al deseo de Celia, que quede en algún lugar que desde el compromiso y amor lo albergue y que sirva como contribución para el futuro.

Así fue que a partir de abril del 2021, el archivo de Celia está en la casa de una de nosotras.

Dada la gran cantidad de material existente, el día del traslado se utilizó una valija que se llenó con la mayoría de lo que hay en “papel”, además de cajas con libros y objetos que le han regalado.

Esa valija de color verde pasó a ser “la valija de Celia” con todo lo que ello nos significa. Y con su contenido comenzamos a trabajar con las distintas personas que se fueron sumando. Se conformó un grupo de trabajo con diversas miradas, experiencias y edades, con quienes volvimos a “andar” y “desandar” ese archivo que es la esencia de una VIDA.

Esta muestra es la expresión de ese trabajo colectivo.

Querida Celia! No solo nosotras, hay muchas personas más que estamos trabajando para hacer realidad tu sueño deseo: todo lo que atesoraste guardando día a día desde la desaparición de Eduardo, en fragmentos, estará dialogando con quienes quieran saber qué pasó, porqué y que no es parte del pasado sino que haciendo Memoria, caminamos hacia el futuro, y mantenemos tu vida.

CELIA Y MADRES DE PLAZA DE MAYO PRESENTES!

Treinta mil compañeras y compañeros desaparecidos Presentes!

Fue GENOCIDIO. NO al negacionismo!”.

Fotos: Audiovisuales UNS

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