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“Ci sono giocatori che con i soldi guadagnati si comprano lo yatch, una Ferrari, una villa al mare. Ecco io con questi soldi mi ci sono comprato la maglia del Livorno”.

(Por Luis Ponte) “Hay jugadores que  con el dinero que ganan se pueden comprar un yate, una Ferrari, una casa junto al mar. Yo, con ese dinero, me compré la camiseta del Livorno.” Cristiano Lucarelli. Del libro “Tenetevi il millardo” (Quédate con los millones), de Carlo Pallavicino.

Picó por detrás de los marcadores centrales, mientras éstos veían como la pelota los superaba. Apenas la dejó picar, la colocó de derecha contra el palo del arquero. Sin detenerse, siguió hasta el cerco de las publicidades, detrás del arco. De cara a la tribuna, levantó su casaca de la selección. Debajo había otra remera con la imagen del “Che”  a la altura del pecho. Donde viven las pasiones. Alzó su brazos. Miró a su gente. Cristiano Lucarelli, el otro Cristiano, acababa de marcar un golazo. Y cambiar el rumbo de su propia historia.

La de uno de los jugadores más recordados del fútbol italiano. No sólo por sus goles como centro delantero de varios clubes de la península, Europa, y la selección “azzurra”. Sino porque su trayectoria se moldeó al calor de sus convicciones políticas y el amor incondicional por los colores del club de su ciudad, el AS Livorno.

Hijo de un obrero portuario, afiliado al sindicato y militante comunista, justamente en la ciudad portuaria y obrera que en 1921, vio nacer al Partido Comunista Italiano: Livorno. Allí nació en 1975 Cristiano Lucarelli. A los 22 años llegó a la primera división del “calcio” italiano jugando con el Perugia. Luego de pasar por varios clubes italianos, pasó al Valencia de España.

Su impronta de “9” goleador lo llevó a la selección juvenil italiana sub-21. Validó sus condiciones: 10 goles en 10 partidos con la “azzurra”. Hasta aquel gol frente a Moldavia. El de la remera del Che frente a su gente y las cámaras de TV. El que fue considerado como un “acto político” por la Federación Italiana. Y se sabe, para la FIFA y sus obedientes “hijas”, las Asociaciones de clubes de cada país, el fútbol nació de un repollo que trajo una cigüeña desde un lejano lugar donde la política no existe. O existe, mientras no sea una amenaza contra el negocio.

Jugar un mundial en un país gobernado por una dictadura cívico-militar que desapareció a 30.000 personas, asesinó, torturó, secuestró bebés, quebrantó la vida democrática y cercenó las libertades individuales… no fue un “hecho político”. El 24 de marzo de este año, antes de salir a jugar contra la selección chilena, en el mítico Estadio Nacional de Santiago de Chile, los jugadores de nuestra selección se vieron impedidos por la FIFA de  salir a la cancha portando una bandera alusiva a los 40 años del golpe. Como el de Lucarelli, ese sí fue otro “acto político”.

Lucarelli, fue separado de la selección por casi 8 años por aquel “gesto”. Hasta que Marcelo Lippi, el orientador de la selección italiana campeona del mundo 2006, lo convocara de nuevo. Previo a eso, en la temporada 2002-2003 volvió a demostrar que estaba muy lejos de ser el arquetipo de jugador que “pide” el negocio del fútbol. Entonces, jugaba para el Torino. Su representante, Carlo Pallavecino, tenía varias propuestas atractivas de clubes importantes para el delantero. Pero ese año, el Livorno había ascendido de la tercera división a la Serie B.

Lucarelli le indicó a su representante que quería vestir la camiseta de sus amores. Poco le importó que el AS Livorno no pudiera pagarle más que un modesto salario. Ni que tuviera que poner 500.000 euros de su bolsillo, para cancelar su contrato con el Torino para volver “a casa”, como lo narra el libro “Tenetevi il millardo” (Quédate con los millones), de Carlo Pallavicino.

En la temporada siguiente, la 2003-2004 Lucarelli fue el goleador del campeonato y el conductor de su escuadra para ganar la liga de segunda y concretar el delirio de ascender a la serie A. Allí se proclamó nuevamente goleador de la liga, luciendo en su camiseta el número 99, año de fundación de las Brigadas Autónomas Livornesas (BAI), como se autodenomina la hinchada del club. La que cada encuentro de local,  viste las  tribunas del estadio con banderas rojas con la hoz y el martillo, y la imagen del Che. La que tiene un histórico enfrentamiento con su par de la Lazio, afin a la ultra derecha xenófoba y fascista italiana.

En 2005 el alcalde de Livorno organizó la visita de la hija del Che. Aleida Guevara visitaba Italia para recoger fondos para el hospital pediátrico cubano donde trabaja. Se reunió con líderes de las B.A.I. y con Lucarelli. En su visita, la hija del Che, en referencia a la imagen del héroe cubano-argentino omnipresente en el AS Livorno, aseguró que “ese rostro es un símbolo de lucha. Espero que no se quede sólo en un mito, sino que sea un emblema para crear un mundo mejor”.

El equipo toscano, con Lucarelli como líder, no sólo logró finalmente mantenerse en primera, sino que además clasificó a la Copa UEFA, campeonato de clubes europeos en el que realizó una campaña inédita para el historial del club. El equipo humilde, de la ciudad obrera y portuaria, a contrapelo de cualquier lógica se hacía un lugar entre los poderosos. De la mano de un Cristiano. El hijo del obrero portuario y militante comunista él también, que decidió renunciar a una carrera deportiva exitosa y sus beneficios, fiel a sus convicciones y sus amores. Tan distante en su forma de pensar y actuar del otro Cristiano. El más famoso: Ronaldo, estrella del Real Madrid; el de los millones y millones de ganancias; el de las Ferrari, los Lamborghini y las villas frente al mar; el del culto a la imagen personal y al individualismo en contradicción directa con lo que es en esencia el fútbol: un juego colectivo.

 

I

(Por Luis Ponte) El 5 de noviembre pasado se cumplió un nuevo aniversario de la llamada Noche de Guy Fawkes. Una celebración que se realiza en el Reino Unido por la que se recuerda el intento fallido de un grupo de activistas católicos que en 1605 intentaron matar al Rey Jacobo I e incendiar la sede del parlamento inglés.

La película V de Venganza, que iba a estrenarse a 400 años exactos de aquella fecha, el 5 de noviembre de 2005 (luego su estreno se demoró unos meses, a causa de los atentados de Londres, vaya coincidencia), es una adaptación de los hermanos Wachowski del comic V de Vendetta. Basada en aquellos hechos históricos: en un futuro imaginario, Inglaterra es gobernada por un régimen fascista llamado Fuego Nórdico.

Utiliza la tecnología para vigilar y oprimir a su pueblo, persigue y extermina a las minorías (negros, asiáticos, homosexuales, judíos, comunistas o subversivos en general), exalta el chauvinismo y el sexismo, y censura y destruye libros y todo material cuyo contenido no esté aprobado por su ideología, que es la única que puede expresarse.

Un misterioso personaje apodado V, (cuya máscara se convertirá a partir del filme en el ícono emblema de los movimientos de protestas antigubernamentales y antisistema en todo el mundo, como Anonymous), es quien intenta terminar con dicho régimen.  V no pretende gobernar. Lo único que le interesa – más allá de sus métodos condenables –  es dejar al Estado fascista en ruinas, para que la gente en libertad elija su propio destino.

II

Ese mismo día, 5 de noviembre, se publicó la noticia de que Facebook acaba de reportar ingresos por 7.000 millones de dólares, sólo entre los meses de julio y septiembre. A la red social, le bastaron sólo tres meses para reunir esa cifra, superior al PBI anual de 40 países.  Cada uno de los 1790 millones de sus usuarios,  ayudaron a ganar a la red U$S 16 anuales.

Colaboración gratuita basada en tiempo de conexión y en la aceptación de que toda la información personal compartida, sea usada por el software para conocer costumbres y gustos como consumidores y ofrecérsela de esa manera a los anunciantes, quienes, a su vez, también ganan dinero con los usuarios.

Tim Wu, profesor de derecho de la Universidad de Columbia (NY), sostiene que “la mayor innovación de Facebook no es la red social en sí, sino el habernos convencido de dar mucha información personal a cambio de casi nada. Esos datos – dice Wu en un artículo de la revista New Yorker de 2015 – son útiles para la publicidad, que es la principal fuente de ingresos de Facebook. Pero los datos también son un activo.” Como el tema de los Dire Straits, Dinero por nada.

Jaron Lanier, precursor informático, uno de los desarrolladores de la denominada realidad virtual en los años 80, escritor, nombrado  por la revista Time como una de las personas más influyentes en el mundo, y considerado por la Enciclopedia Británica uno de los 300 inventores más importantes de la historia, dice que la información personal es como el trabajo: no se gasta si la das, pero si no te dan nada a cambio no estás recibiendo lo que mereces.”

Volviendo a Wu, cierra diciendo “la cotización de doscientos setenta mil millones de dólares de Facebook – sostiene el docente universitario – se basa en cierta fe de que la acumulación de todos los datos tiene valor en sí mismo. Si fuéramos inteligentes le pediríamos a Facebook que nos pagara”. Pero, debajo de la frase “Abre un cuenta”, en la página inicial del Facebook, reza el inquietante “Es gratis y lo será siempre.”

En el mundo real, pareciéramos entender más fácil (bueno, no todos, claro) lo de plantarnos, reclamar o plantarnos por nuestros derechos, defender lo que es nuestro como individuos o como parte de colectivos, frente a todo aquello que tenga forma de amenaza, intromisión o cercenamiento de los mismos.

Afirma Lanier, “la llamada web 2.0 promueve la libertad radical pero, irónicamente, esa libertad va más dirigida a las máquinas que a las personas.”  Sin embargo, está claro que las nuevas tecnologías han puesto en debate o derrumbado muchos paradigmas.  Como en el caso de los medios, las industrias culturales, y otras áreas, con accesos y prácticas mucho más horizontales a favor del usuario común.

Sin embargo, y ante los últimos cambios políticos internacionales tanto en los países centrales como en los llamados periféricos, con gobiernos y corporaciones que sostienen postulados no tan alejados de los de “Fuego Nórdico”, vale la pena cuestionarse: ¿Serían las herramientas tecnológicas a nuestro alcance el nuevo método incruento para alcanzar las utopías de V? o ¿Son la redes sociales como Facebook, Google, Twitter, Instagram, etc., un canto de sirena que nos seducen a ceder tiempo y (nada menos que) nuestros datos personales a cambio de nada,  para ayudar a ricos a hacerse mucho más ricos, a poderosos mucho más poderosos, mientras quedamos más expuestos en términos de derechos individuales y colectivos?

 

(Por Luis Ponte) El documental sobre la vida de Román Polanski, es un repaso bajo el formato entrevista de los hitos más destacados de la trayectoria del cineasta de origen polaco. El mismo – no en vano su título es “Mi vida, mi cine”- deja entrever sin mucho esfuerzo una vida plagada de sucesos excepcionales tanto en su trayectoria privada como profesional.

Entre tantos recuerdos del director de “El pianista”, hay uno por demás conmovedor. Años después de terminada la II Guerra Mundial (durante la cual él y su familia, padecieron la ocupación nazi en el gueto de Varsovia) encuentra un día a su padre llorando desconsolado.  Superada la congoja, le cuenta cuando los alemanes se llevaron a todos los hijos de las familias judías del gueto (Román muy niño, había escapado ya del mismo) delante de la vista de sus padres, mientras sonaba en los altoparlantes la música de una tierna canción popular: “Oh mi papá” (https://www.youtube.com/watch?v=pdytNGt3fD8) .

En su libro “El odio a la música”, el escritor, investigador y musicólogo francés, Pascal Quignard, (guionista del film Todas las mañanas del mundo) dedica un capítulo a la música en los campos de concentración:

“La música es la única de todas las artes que ha colaborado en el exterminio de los judíos organizado por los alemanes desde 1933 a 1945. La única que fue requerida como tal por la administración de los Konzentrationlager (campos de concentración).”

Más adelante se pregunta: “¿Por qué la música pudo ser “mezclada con la ejecución de millones de seres humanos”? ¿Por qué tuvo ella un “papel más que activo”?

Y va en su respuesta el sentido de la música cuando se asocia al horror: “La música viola el cuerpo humano. La oreja no se puede cerrar cuando se encuentra con la música. Al ser un poder, la música se asocia a todo poder. Oír y obedecer van unidos. Un director, ejecutantes, personas obedientes, tal es la estructura que su ejecución pone en escena. Allí donde hay un director y ejecutantes hay música.”

Quignard suma también a Primo Levi, el escritor italiano sobreviviente del Holocausto, quien señala en su libro “Si esto es un hombre”, que “el placer estético experimentado por los alemanes ante estas coreografías matutinas y vespertinas de la desgracia, no era para atenuar el dolor, ni para conciliarse con sus víctimas.”

“La causa de que los soldados alemanes organizaran la música en los campos de la muerte – continúa Levi-  era para aumentar la obediencia por placer, placer estético y gozo sádico, experimentado en la audición de melodías animadas y en la visión de un ballet de humillación danzado por la tropa de aquellos que cargaban con los pecados de quienes los humillaban. Fue una música ritual. Será lo último que olvidaremos del Lager (campo) pues son la voz del Lager. Es el instante en que el canturreo que vuelve adquiere la forma del malestar.”

Malestar, como el que perseguía al padre de Polanski, con aquella historia que le volvía una y otra vez a su cabeza, en la imagen de los niños subiendo a los camiones con destino a la muerte mientras sonaba de fondo una tierna canción.

Pero hay algo más en términos de música, o sonidos y horror planificado. Y está en nuestra historia reciente. Como una contracara no menos nefasta de la música ligada al genocidio, la tortura y la muerte. Su ausencia: el silencio.

Esteban Buch, quien en su libro “Música, dictadura y resistencia”, narra la historia de la visita de la Orquesta de Paris, en 1980, bajo la dictadura cívico-militar, y las consecuencias políticas que trajo la misma.

Los miembros de la orquesta francesa, previo a su partida a nuestro país, habían sido advertidos por una organización de artistas y músicos víctimas de la represión en el mundo, con una frase terrible e incómoda: “no sentarse en las sallas vacías de los músicos desaparecidos; no tocar música para cubrir el silencio de la muerte”.

“Al cubrir el silencio de la muerte, la música se hace tácitamente su cómplice, dice Buch. No se trata de una proposición general sobre el encubrimiento de un crimen, sino de una observación específica sobre la dictadura argentina. No se trata de una muerte cualquiera. La ausencia del sonido, la ausencia de la palabra, o el ruido, o el grito de las víctimas, delata lo singular de la masacre cometida por el Proceso de Reorganización Nacional.”

“Un régimen responsable de un plan sistemático de desaparición de personas, esa acción cuya esencia misma es el silencio”, cierra Buch.

El fiscal Strassera, en el Juicio a las Juntas, en 1985 sostendrá “una práctica que evoca el plan alemán de exterminio de judíos Nacht und Nebel (Noche y Niebla). Como en la obra de Wagner “El oro del Rin”, donde se canta “Noche y niebla…. Ya no hay nadie”.

Graciela Geuna, sobreviviente del campo La Perla, dirá en los juicios “todo era noche y silencio…”.

La música, para guiar el camino a la muerte. La música, para ocultar el horror planificado. Y su contracara de ausencia: el silencio. Y la memoria, siempre la memoria. Para ponernos en tiempo presente, con “el canturreo que vuelve y adquiere la forma del malestar” en sus sobrevivientes aquellos sonidos, aquellos silencios, aquellas voces. Que no pueden olvidarlas.

Que no nos permiten olvidarlos. Ni hacerles sentir que todo vuelve a hacer noche y silencio. Como los brazos de Polanski envolviendo a su padre, los nuestros en la forma de la Justicia.

(Por Luis Ponte) En julio de 1980, la relaciones bilaterales entre Argentina y Francia, pasaron por su etapa de mayor tensión. Curiosamente el disparador del conflicto fue la música. La llamada “música culta”. La visita de la Orquesta de París, dirigida por un joven Daniel Barenboim, estuvo a punto de encender la mecha, en medio de un clima diplomático bajo la superficie para nada amistoso.

La historia, materia de investigación del docente e investigador argentino, radicado en Francia, Esteban Buch, estudioso de temas de música y política en el siglo XX, quedó plasmada en un notable y minucioso trabajo editado meses atrás: “Música, dictadura y resistencia”.

Desde el golpe de Estado en 1976, se habían acumulado razones para aumentar la temperatura de las relaciones diplomáticas entre ambos países: el secuestro y desaparición en 1977 de las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet, allegadas a Madres de Plaza de Mayo, con responsabilidad del infiltrado marino Alfredo Astiz; los reclamos por parte de grupos de artistas franceses de liberación del pianista secuestrado Miguel Angel Estrella; llamados desde Francia al boicot internacional contra el Mundial 78 por parte de grupos de argentinos exiliados y organismos internacionales de derechos humanos; las denuncias de estas mismas organizaciones de la situación política en Argentina; y el reclamo generalizado por los ciudadanos desaparecidos y detenidos ilegales por parte de la Dictadura.

Para contrarrestar todo ello el gobierno militar encontró dos caminos. Por un lado instalar en ( y gracias a) los medios hegemónicos el concepto de la campaña sucia de desprestigio contra la Argentina (“los argentinos somos derechos y humanos…”). Por otro lado, reforzar los vínculos comerciales, culturales, las visitas oficiales y, la venta de armas…

En ese marco, y por las gestiones de Jeannette Arata de Erize, Presidenta del Mozarteum Argentino (del cual el Ministro de Economía Martínez de Hoz era miembro del Consejo Directivo), se organizó la llegada a nuestro país de la Orquesta de Paris.

Confirmada la gira para julio de 1980, aparecen en Francia las primeras manifestaciones contrarias. Dentro de ellas, una declaración de la agrupación AIDA (Asociación Internacional de defensa de los Artistas Víctimas de la Represión en el Mundo), con sede en la propia ciudad de París, y dirigida por la famosa directora teatral Ariane Mnouchkine: “los músicos de la Orquesta no pueden ignorar que van allá a sentarse en las sillas vacías de los músicos argentinos desaparecidos, y que se les hará tocar música para cubrir el silencio de la muerte”.

Ello generó presión dentro de los integrantes de la Orquesta, con fuertes cruces de opiniones. Los que rechazaban venir a nuestro país por su situación política; los que apoyaban hacerlo, pero bajo determinadas condiciones; y los que les daba lo mismo. Finalmente emitieron un comunicado consensuado: la orquesta como colectivo rechazaría toda invitación que pueda ser usada por el “régimen”.

Por si fuera poco, Barenboim que no participó de aquellas reuniones de los músicos con sus delegados, tenía su propio conflicto. Su situación de desertor del servicio militar obligatorio (se había ido del país muy joven sin regresar hasta entonces) podía ocasionar su detención por parte del gobierno ni bien pisara suelo argentino. Los “buenos oficios” de Martínez de Hoz (entusiasta impulsor de la llegada de la Orquesta) ante su par de Interior, Gral. Harguindeguy, lo impidieron. Barenboim, por las dudas ingresó con pasaporte israelí.

Así, el 13 de julio, día del primer concierto en el Teatro Colón de Buenos Aires, durante el ensayo previo, aparecieron pegados en el transparente dedicado a informaciones de la Orquesta, un par de comunicados destinados a los músicos. Un funcionario del Colón advirtió el contenido y le pidió a un fotógrafo que le tomara fotos a ambos textos. Antes que ello sucediera, el administrador de la Orquesta de Paris, arrancó rápidamente las hojas. Lo cual desencadenó los hechos.

Qué decían esos comunicados? El primero, recordaba a los músicos de la Orquesta la decisión de no aceptar ninguna invitación a actos oficiales como cuerpo colectivo. En el segundo, el Embajador de Francia, invitaba a los miembros de la Orquesta de Paris, a participar al día siguiente, 14 de julio, fecha patria de Francia, de un encuentro en la Embajada. Pero, una hora antes de que llegaran el resto de los invitados argentinos.

Eran los ingredientes perfectos que estaban “necesitando” algunos funcionarios y operadores de los medios, para generar lo que el embajador francés de entonces llamó “una enorme y ridícula historia”. El hecho, menor si se quiere, escaló hacia niveles más altos en busca de una forzada trascendencia, y también, hacia los medios y factores de poder que veían en la visita de la Orquesta una ocasión ideal sacar ventajas en las disputas internas entre las tres Fuerzas militares, y otros, claro, para acariciar las espaldas del régimen.

Desde su programa “Tiempo Nuevo”, Bernardo Neustadt invitó a los concurrentes al Colón a no aplaudir a la Orquesta. Lo mismo pidió “El Cronista Comercial”. La revista “Convicción” cercana a Massera tituló: “Admirable dúo, la Orquesta y el PC”, y reclamó la expulsión del Embajador. El Director del Teatro Comodoro Gallacher, lamentó “la actitud de los músicos, envueltos en la campaña anti argentina europea, cuya mayor virulencia viene de Francia”.

La primer actuación del colectivo parisino sin embargo había sido saludada con aplausos y ovaciones por parte de los asistentes, al tiempo que desde las columnas culturales de los medios, no cabían más que elogios.

Pero al trascender los hechos, la atención estuvo centrada en otro lado. El tradicional festejo con el que la Embajada de Francia, en Buenos Aires recibe cada 14 de julio a cientos de selectos invitados, fue tomado como epicentro de las disputas generadas, entre el Embajador, el Gobierno de Francia y la Cancillería argentina mediante cruces de comunicados y declaraciones; y de varios medios que respondían a diferentes intereses dentro del gobierno, elevando, la tensión diplomática entre ambos países.

Los músicos, muchos de los cuales no asistieron al festejo, comenzaron a sentir en el hotel donde se alojaban y en la vía pública la presión y hostilidad que emanaba de los medios, hasta el mismo día de la partida. En el último concierto, en Córdoba, la Orquesta fue recibida con carteles anti franceses, el palco reservado al gobernador militar se mostró vacío, y parte del público asistente al concierto no aplaudió.

Paralelo al conflicto, y dos días antes de irse de la Argentina, un grupo de músicos de la Orquesta fue recibido en un departamento porteño por un grupo de Madres de Plaza de Mayo. Encuentro que no trascendió por razones obvias hasta mucho tiempo después, y que a la distancia muestra el peso simbólico de arriesgarse en plena época del Proceso, a escuchar los testimonio que recibieron de boca de las propias Madres.

De forma voluntaria o aún sin proponérselo, la historia originada en una nimiedad, pero hija de una situación política atroz que imperaba en nuestro país, encontraría su respuesta en una manifestación artística: Barenboim dirigió durante esta gira, y por primera vez en Argentina, la Sinfonía Nro. 5 de Gustav Mahler. Que se inicia con una marcha fúnebre, llamada “Trauermarsch”. La que para el filósofo alemán Theodor Adorno, “eleva un grito de espanto ante algo mucho peor que la muerte”.

Material extraído y editado de “Música, dictadura y resistencia: la Orquesta de Paris en Buenos Aires”. Esteban Buch. Primera edición. Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires. 2016

(Por Luis Ponte) Sobre fines de enero de este año, el empresario teatral Carlos Rottemberg confirmaba una caída del 30% en el total de entradas vendidas en las salas de Mar del Plata en lo que iba del 2016. Un mes después, y a punto de cerrar la temporada estival de teatro en ese balneario, reconocía que se había quedado corto: el salto negativo daba un 44% menos de espectadores en los teatros con respecto a la temporada 2015.

El 16 de marzo con el título ¿Apagón teatral? El aumento de las tarifas amenaza la actividad”, el diario La Nación mostraba comparativos de aumentos en pesos, en las tarifas de luz de varias salas de teatro porteño. La mayoría, escandalosos:  Maipo de 17.300 a 89.400; Liceo, de 6.800 a 38.200; Multiteatro, de 11.600 a 60.700; Tabarís, de 9.100 a 48.100; Paseo La Plaza, de 10.500 a 74.900; Nacional, de 15.300 a 99.700; etc.

Las medidas económicas del flamante gobierno de la Alianza Cambiemos (PRO-UCR-CC) generaron un efecto tenaza sobre buena porción de la actividad cultural del país. Entre la disminución de espectadores a raíz de la súbita baja del poder adquisitivo de los trabajadores (alzas de precios indetenibles, devaluación, despidos, suspensiones, freno de paritarias, etc.) y los tarifazos salvajes impuestos por el Ministerio de Energía, muchos espacios culturales, salas y teatros, se encontraron de buenas a primeras frente a una situación desesperante.

Liliana Weimer, presidenta de la Asociación Argentina de Teatros Independientes, entidad que agrupa a más de 60 salas de Buenos Aires, y uno de los sectores más castigados por estas medidas, lo explica así: “Los aumentos tarifarios en nuestras salas fueron de entre un 800 a 1000% en algunos casos. Pese a ello tuvimos que mantener los precios de las entradas del año pasado, sumarle promociones, pero la disminución de espectadores igual se nota. También bajó la inscripción de alumnos en las capacitaciones  y debimos cerrar cursos.”

La entidad presentó recursos de amparo y pedidos de cautelares ante el Ministerio de Energía, AYSA, y las empresas de energía. Todas fueron rechazadas o esperan respuestas de esos organismos. Los mismos que les sugieren que “ahorren consumos” para reducir los montos a pagar por servicios. El 21 de mayo el conjunto de las salas de la Capital realizó un “Apagón Cultural” para visibilizar ante los medios, sus públicos y la sociedad en general la situación acuciante.

Desde diferentes áreas de Gobierno – reconoce la presidenta de ARTEI – ofrecieron algunas ayudas aisladas, no soluciones de fondo. Una línea de subsidios de 50.000 por parte del Ministerio de Cultura que recién ahora algunos teatros comenzaron a cobrar. Desde el I.N.T. (Instituto Nacional del Teatro) se lanzó una línea de créditos para equipamientos. También se suma desde el Fondo Nacional de las Artes, un proyecto a mediano o largo plazo para el recambio de las instalaciones eléctricas a sistemas de iluminación basados en la tecnología LED.

En la Legislatura porteña y el Congreso Nacional, descansan desde comienzos de año un par de proyectos que apuntan a reducir en hasta un 60% las tarifas para centros culturales y salas de teatro. Pero como dice Weimer “estas ayudas, en realidad son paliativos, que no llegan en tiempo y forma. Todo va para largo, pero nuestros tiempos son hoy, son de mucha urgencia”.

Frente a la merma de asistentes a los teatros, la presidenta de ARTEI señala que “hacemos muchas acciones para que no decaigan los espectadores en la salas, pero también debemos reconocer que esta temporada tuvimos menos programación que otros años. Y esto se debe a que esta situación nos empujó a frenar o postergar nuevas obras o proyectos ante la falta de financiación.”

La situación se traduce en “una tormenta perfecta”: caída de ingresos por espectadores y merma de la programación, aumentos impagables de tarifas de servicios, invisibilidad del problema en los medios hegemónicos, rechazo de amparos y cautelares por parte de la Justicia, falta de reflejos en los órganos legislativos, paliativos débiles y sin urgencias por parte de los funcionarios del Ejecutivo.

El  juego de unir puntos nos devuelve una figura con forma de situación de emergencia para muchos trabajadores de la cultura, que necesitan una solución hoy.

Son músicos, productores, sellos discográficos, escritores, editoriales, teatros, actores, que crean, producen, invierten, trabajan, editan, actúan, se capacitan con el propio capital de sus esfuerzos personales o colectivos. Fuera de las luces de los circuitos comerciales, de la economía de las industrias culturales, con el tibio apoyo de los grandes medios,  y un Estado, muchas veces distraído, ausente, desinteresado o ignorante de las necesidades de este sector.

Y frente a esa realidad que viene de lejos, un hoy que con cifras y hechos concretos a la vista, acentúa la certeza de empujarlos un poco más hacia el borde de la cornisa.

(Por Luis Ponte) “Ante el cambio de gobierno y la consiguiente redefinición de los programas de estado en el área de Cultura, artistas y productores esperan herramientas de gestión, demandan políticas estatales tangibles y la creación de circuitos regionales, para sostenerse y construir nuevos públicos para las músicas argentinas del siglo XXI. Esas que buscan sostener calidad artística y estética como desafío para cortar tickets”.

Así comienza una serie de notas de investigación del sitio emepea.com – medio digital dedicado a la música argentina – acerca de la preocupación que invade a artistas y productores independientes en la Argentina.

Desde que el gobierno de Mauricio Macri asumió el 10 de diciembre, se discontinuaron distintos programas y ciclos en el Ministerio de Cultura de la Nación que parecían, al menos en parte, abrir el juego a las expresiones menos favorecidas por el mainstream. La Música Interior; Huella Argentina; Generación XXI, y el programa Recalculando, de apoyo al desarrollo de nuevos sellos discográficos, entre otros.

Muchos productores de artistas no masivos están expectantes. El planteo de algunos de ellos de cara al futuro, conlleva una mirada en parte crítica del pasado reciente, como el caso de Jorge Nacer: “Que el Estado deje el rol de productor que tuvo en los últimos años del gobierno anterior. El Estado hacía recitales gratuitos en una enorme cantidad de salas, teatros, centros culturales, y espacios públicos”.

“Ello generó por un lado, que su público esperara a verlos gratis, en lugar de pagar entrada por el mismo artista en algún espacio programado; y también, la dificultad de encontrar empresas auspiciantes que pusieran dinero, como en el rock, por ejemplo. Necesitamos nuevas herramientas, distintas a la presencia de un Estado mega-productor de eventos. Hace falta un Estado gestor que trabaje con nosotros, no para nosotros”.
A la hora de resumir sus reclamos al Estado, muchos productores demandan (clásicos como) facilidades de elementos de producción, pasajes, alojamientos, estructura, y redefinir el tema impositivo, para que bajen los costos. Acerca de esto subrayan que los espectáculos se encarecen mucho al pagar IVA. Otros como Alejandro Jueguen, apoyan la sanción de la ley de mecenazgo (ver NOTA I, jueves 22-09-2016).
Todos coinciden en aumentar la proyección federal de artistas. Cuestión que no depende sólo del Estado, sino de la decisión de incrementar el trabajo colaborativo en redes: “No se trata de que no haya más espectáculos gratuitos, sino de combinarlo con programas o circuitos que fomenten a los artistas de música menos masivas”.
También hay un espacio para la autocrítica: “Necesitamos nuevos públicos para las músicas no masivas. Es indudable. Si no siempre convocamos a los mismos. Hace falta un mayor desarrollo, pero es un tema cultural que no sólo depende del Estado”.
Frente a estos planteos, la subsecretaria de Cultura Ciudadana, del Ministerio de Cultura de la Nación, Débora Staiff, aclara de entrada que “equiparar es imposible, porque la fuerza del mercado es enorme. Además, antes el Estado trabajaba más con el artista a obra terminada. Volver al Estado una gran productora de eventos, no es el modo. No estamos en contra de hacerlos, pero no será la norma de esta gestión”.
En respuesta al reclamo de los programas caídos, y de una mayor generación de circuitos de circulación de los artistas, federal y diversa, la subsecretaria indica que habrá un programa de circulación por las 104 Casas del Bicentenario más las que se sumen en 2017, luego de un relevamiento de espacios reales.
“El diez por ciento de nuestra política de programación será sólo para la Ciudad de Buenos Aires, un 20 por ciento en el Conurbano y el 70 por ciento para el resto del país. Si antes vos podías ver un artista gratis hoy, y el fin de semana no llenaba Café Vinilo, estas medidas permitirán que la mecánica cambie. Pero será muy difícil abrir circuitos sin incentivar el trabajo en red entre municipios, los cuales deben ver que es más efectivo y conveniente trabajar con esa modalidad”.

A la pregunta sobre el desfinanciamiento y el cierre de programas y circuitos creados durante la gestión previa, Staiif lo niega: “No tiene que ver con los recursos económicos sino con armar circuitos, regionalizar la circulación artística y empezar a cruzar artistas y estéticas. Apostamos a que el Ministerio sea innovador en términos de la música que se va a escuchar con una mirada contemporánea. La tradición es importante pero tanto como lo que viene. Si el Estado no apoya a lo que viene como posibilidad de crecimiento, incluso con experimentación, no lo va a hacer nadie. Ni un privado ni el independiente…”.

Habrá que ver – dice el portal, organizador del debate, y nos sumamos a esa pregunta – desde qué lugar ideológico se busca superar lo tradicional y a quiénes se proyecta. Las nuevas músicas del siglo XXI abren otras lógicas frente a los productos afinados por el mercado. Vale el ejemplo de la raíz folklórica: los artistas de discurso tradicionalista, incluso en sus vertientes más pop y románticas, siguen siendo vistos como ‘el folklore’. Las expresiones de vanguardia que trascienden el paisajismo para expresar los conflictos humanos y sociales de hoy poseen mucha menor difusión. Muchas de ellas siguen siendo invisibles. No tan lejos de los años 90: los que se imponen son los que pueden contar con mayor tracción de mercado.
“La prioridad está en los artistas de segunda, tercera y cuarta línea”, describe Staiff. “Nos interesa entender a dónde están esos nuevos artistas y poner el acento en que también haya espacio para ellos. Pero aclaro algo: una cosa es la identidad nacional y otra los autores argentinos. Ahí es donde está la diferencia de miradas”.
Por último, otra pata decisiva en la cadena de generación de música independiente, junto con artistas, productores y Estado, es la de los sellos independientes. Al respecto, las voces de Diego Zapico, director Acqua Records y Javier Tenenbaum, director de Los Años Luz Discos. Quienes, con un enfoque más genérico y dogmático, que focalizado sobre esta nueva coyuntura que se da en materia cultural, no dejan de trasladar su preocupación sobre el futuro del negocio de la música alternativa y un lugar en la mesa de debate: “El galopante proceso de concentración que se manifiesta en el poder de las grandes compañías propietarias de los medios de comunicación hace preciso que las compañías fonográficas independientes nos hagamos escuchar y cobremos una nueva influencia en pos de defender la diversidad y calidad de los contenidos musicales que generamos”.
“Las compañías fonográficas independientes, – dicen Zapico y Tenenbaum – al igual que el resto de la Pymes, hemos creado más puestos de trabajo directos e indirectos que las grandes empresas. Sin nuestro aporte, gran parte del acervo musical del país se perdería y, aun así, gran parte se perderá. La tradición, la cultura y la diversidad, nuestro más valioso patrimonio, es lo que está en juego”.

El pasado reciente tuvo en el Estado (Nacional) una presencia muy fuerte en materia cultural, a través de líneas de programas de estímulo, desarrollo y apoyo en las diversas ramas que conforman la actividad. Muchos de esos planes, invisibles para la mayoría de la gente, hacían foco en el rescate de artistas, sectores o, incluso, regiones olvidadas por el mercado, o el propio Estado en los niveles municipal y provincial. Pero al mismo tiempo, como indicaban más arriba los productores independientes, hubo presupuestos excesivos o no siempre bien aplicados en acciones que respondían más a criterios de impacto directo en el público que a políticas de Estado.

Mientras tanto, el presente marca una tónica totalmente diferente. Lo cual será analizado en la tercera y última nota, la semana próxima.

(Por Luis Ponte) Con el título ¿Hacia dónde va la cultura?, el docente e investigador argentino Guillermo Mastrini (*) publicó esta semana en el portal periodístico LetraP un artículo donde expresa su mirada sobre el proyecto de ley de mecenazgo cultural que el gobierno nacional acaba de presentar en el Congreso.

El objetivo de esta ley es que las empresas financien proyectos culturales a cambio de reducciones impositivas”. Con lo cual,  dice Mastrini, “el Estado cede la iniciativa a la inversión privada para que ésta defina cuáles son los proyectos que merecen ser financiados.”

Remarca que “es éste el primer anuncio importante en el área de cultura, luego de 10 meses de gobierno” (de la Alianza formada por el PRO, la UCR y la Coalición Cívica). Y aquí, nos permitimos completar que las informaciones previas relacionadas con esta cartera tuvieron que ver con los despidos de cientos de trabajadores en ese Ministerio; los piedrazos sufridos por esos mismos trabajadores desde balcones del Barrio Recoleta, cuando marchaban en reclamo de sus fuentes de trabajo; el cargo de asesora de la novia del propio Ministro de Cultura Avelutto negado primero, pero confirmado finalmente por el periodista Alejandro Bercovich (C5N);  más despidos y el cierre del CCK por auditorías y supuestas fallas edilicias, mientras se lo recibía y homenajeaba allí a Obama con cortes y quebradas; las protestas aún desoídas de miles de alumnos y profesores de música en todo el país, por el cierre de las Orquestas infantojuveniles del Bicentenario, y más.

Este “detalle de malas noticias” viene a cuento no sólo por el hecho de ejercer el santo oficio de la memoria, sino también, para enmarcar que la presentación de este proyecto de ley, viene precedido de una serie de hechos y dichos para nada casuales ni ingenuos, que lo enmarcan en algo que varias columnas atrás describimos como un “clima de época”.

Como dice el autor con otras palabras “hay que reconocer que el proyecto de ley de mecenazgo resulta coherente con un gobierno que desde el Estado procura ceder la iniciativa al sector privado. Si la política energética ha quedado en manos de un ex CEO de una multinacional petrolera, no debería resultar extraño que la política cultural esté a cargo de un ex directivo de Penguin Random House, la mayor editorial del mundo.”

Cuando el Ministro de Cultura remarca que – transcribe Mastrini – “su colega Prat Gay entendió el sentido estratégico que tiene este proyecto porque el dinero no pasa por el Estado, la empresa lo deposita en la cuenta del artista”, nos queda poco margen de dudas acerca del encuadre y los objetivos a los que apunta la ley de mecenazgo cultural “marca Cambiemos”.

Pero a esta altura, hay que hacer foco también en las opiniones de aquellos que sentados en los confortables sillones del sentido común, aprueban que la empresa privada sume su aporte económico a la actividad cultural que el Estado debe gestionar y financiar.

Prácticas que, instaladas en el tiempo, se naturalizan e invisibilizan las verdaderas causas del uso de las mismas (falta de presupuesto, o de imaginación y/o de voluntad y/o de inoperancia del funcionario de turno; intereses creados, convalidaciones varias, o todo eso a la vez), ni mucho menos, en las consecuencias negativas que acarrean para una – de haberla, claro – política de Estado en Cultura.

Por eso nos preguntamos con el autor “para qué sirve una política cultural y cuál debe ser su orientación. Una parte de la cultura ya forma parte de una estructura mercantil en la que los capitales son invertidos, con dispar suerte cabe aclarar, para obtener una ganancia. Está directamente vinculada con la televisión, las cadenas radiales, la industria musical internacional, las grandes producciones hollywoodenses y el mercado del libro. Pero la industria cultural absorbe sólo una pequeña parte de la producción cultural. En paralelo, museos, bellas artes, pequeñas producciones editoriales, musicales y cinematográficas requieren de ayudas económicas para poder subsistir. La acción del Estado resulta decisiva para promover una oferta cultural diversa, federal, y más aún para estimular el acceso a los bienes simbólicos. Supone expandir los límites del mercado, tomar riesgos, promover vanguardias y valores culturales populares de reducida escala mercantil.”

Obviamente las empresas quieren el mayor rédito posible. Está en su ADN. Por lo tanto, respaldarán las propuestas culturales consolidadas, y/o aquellas que les sirve para mejorar su imagen. Lo cual, dice el autor, “va de la mano de varias amenazas contra la política cultural.  Como el desfinanciamiento público”.

También advierte al estudiar las limitaciones de estas políticas de mecenazgo qué sucede cuando se aplican en sociedades con una estructura social fragmentada y desigual como las nuestras.

Y pone, para ello, el ejemplo concreto del Brasil de Collor de Melo de los años ‘90s. Donde, una vez implementada la ley de mecenazgo, el financiamiento mostró un aumento de la inversión y las fuentes de trabajo al costo de concentraciones marcadas sobre tres tipos de beneficiarios:  a) ramas culturales específicas como el cine, el teatro y el ballet; b) sectores culturales con estrecha llegada a los círculos empresariales y c) una alta concentración de la producción cultural en los grandes centros urbanos de San Pablo y Río de Janeiro, en desmedro de zonas más desfavorecidas.

Con un Estado ausente y en retirada en casi todas las áreas, incluida la Cultura, cercenado por decisiones políticas que más tienen que ver con una larga, paciente  y nutrida construcción de lugares comunes a través del juego de intercambios entre medios masivos y hegemónicos  y  sus públicos consumidores, queda un terreno fértil para la restauración (elección de término no casual) de que lo privado motoriza todo.

Poco margen queda entre lo que define el mercado a través de las Industrias Culturales y lo que le resta un Estado que cede gran parte de sus iniciativas al sector privado, para todos aquellos sectores con una producción simbólica difícil de guiarse exclusivamente por la lógica de la ganancia”.

 Tema de nuestra segunda nota, la semana próxima.

 

 

(Por Luis Ponte) Personaje referente de la cultura germánica, el poeta, novelista y dramaturgo Johann Wolfgang von Goethe, es a su vez, mucho menos conocido por su inquietud en el estudio de la luz y la óptica. Fruto de ello fue su trabajo Teoría de los Colores, del año 1810.

Goethe proponía entonces, sumar el concepto de subjetividad al estudio de la percepción de los colores desde la física y la matemática. De lo cual articuló una especie de teoría de los estados de ánimo y las emociones a partir de los tonos básicos y algunas de sus combinaciones. Como un precursor en la sicología del color, hablar de «colores tristes» y «colores alegres», se debe al autor de Fausto.

Desde entonces, muchos científicos, sicólogos, filósofos, artistas, entre otros, han estudiado y desarrollado infinidad de teorías sobre el uso del color. La propuesta de Goethe sigue al menos presente como referencia inicial en el campo  académico.

Dos áreas donde más se refleja la esencia de sus propuestas, con una intencionalidad determinada en provocar climas o emociones en el receptor, son la publicidad y el cine.

En su blog La Solución Elegante, el guionista de cine, español, Javier Meléndez Martin, interesado siempre en sumar diversos elementos para el análisis de las películas, propone a partir de los enunciados de Goethe (algunos muy obvios a esta altura)  ejemplos concretos de escenas famosas del séptimo arte. Según el poeta y dramaturgo alemán, el color rojo evoca vitalidad, excitación (Belleza Americana) sangre y violencia (Perros de la Calle).

Para Goethe el verde es juventud y la esperanza. Aunque también está asociado a la «irrealidad», lo sórdido y la mentira. Hitchcock aplicó el verde neón en Vértigo con esa intención.

Según el escritor alemán, el púrpura o violeta representa la madurez y la experiencia. También el poder y la solemnidad. Y en algunos casos, la mística y la magia. Y concede al azul las cualidades de inteligencia, paciencia y calma. El cielo y el mar dan la razón al poeta. También está asociado a la tristeza, la enfermedad y la melancolía.

Para el poeta alemán, el amarillo es belleza, optimismo y alegría. “No es raro que sea el tono elegido por los anunciantes para desayunos y meriendas entre amigas”, dice Meléndez Martin. En otras ocasiones el amarillo puede ser opresor como en Spectre (James Bond), donde es el tono predominante que representa a la organización criminal. Allí el director fuerza con acierto la identificación entre el amarillo y la opresión…

Y también los cuadros…

 Pero el guionista español, extiende el campo de análisis de los significados en el cine no sólo a los colores resaltados en determinadas escenas sino en la elección de determinados objetos nunca azarosos, como la elección cuadros de pintores universales o emblemáticos para provocr en el espectador determinados estímulos.

En una escena de Malditos bastardos, de Quentin Tarantino, detrás Christopher Waltz, el oficial nazi, hay un póster de Les vampires, película del cine mudo francés de 1915 sobre gángsters. Tres encapuchados con interrogantes como pañuelos de rojo sangre. Es inevitable asociar los encapuchados y los interrogantes con terroristas, y a estos con el régimen del terror de los nazis, señala Meléndez.

El Hijo del Hombre, de Magritte, es una metáfora de la cara oculta de Pierce Brosnam en El secreto de Thomas Crown, un tipo que esconde una faceta delictiva detrás de su máscara de personaje multimillonario glamoroso.

La escena de Gordon Gekko (el inescrupuloso corredor de bolsa neoyorkino) delante del cuadro Saturno devorando a un hijo, (Goya) en Wall Street: el dinero nunca duerme, remarca según Meléndez, la ideología del film: el capitalismo se comería a sus hijos para sobrevivir, tal y como Saturno devoraba a sus hijos para conservar el trono.

 Cuando la mentira es la verdad

 A partir de estos ejemplos nos permite insistir que leer entre líneas no sólo aplica en sentido literal al texto impreso en negro sobre blanco, sino en tener elementos de juicio válidos frente a la infinidad de signos (en apariencia invisibles, casuales, o inofensivos) con los que nos “bombardean” a diario, desde diferentes fuentes (medios, redes, etc.),  a través de diversos tipos de mensajes. Y mensajeros.

Desde la salida de “Para leer al Pato Donald” (1972) del ensayista argentino-chileno Ariel Dorfman – en donde el autor desarrolla una tesis del trasfondo ideológico y hegemónico que impone la industria del dibujo animado a partir de Walt Disney a través de sus inocentes y simpáticos personajes de caricatura – hasta hoy, sobran contenidos  que ayudan a comprender y revisar con ojo crítico lo que nos llega a diario con determinados fines, en aparentes formatos insípidos, incoloros e inodoros.

Ayudado por una puesta en escena que nos retrotrae a aquella teoría básica de colores de Goethe (cuánto menos!), y a “todo lo que no vemos cuando vemos”, como los cuadros en las películas, los ejemplos cotidianos que “bajan” desde el gobierno en sus tres niveles: Nación, Provincia y Municipio con el fin de instalar a través de eufemismos como la  despolitización de la cultura y la universidades,  el sinceramiento económico, la independencia de la justicia y sus jueces, la imposición de cuadros técnicos para una gestión de gobierno aséptica, el elogio a un (supuesto) periodismo serio, la educación en los valores, el rodeo y sitiado a todo lo construido en 35 años en materia de Memoria Verdad y Justicia nos hablan de la utilización de aquellas técnicas detalladas más arriba para restaurar un orden concreto subordinado a los poderes concentrados, pero disfrazado de una aparente neutralidad.

La cara de Franco Macri, en lugar de la de su hijo Mauricio, en el folleto institucional de la reunión de los G-20 en China, junto a los datos del presidente de la Argentina y el del resto de sus colegas participantes, parece, más que una ironía del destino, un guiño cómplice que la propia realidad se permite hacernos en materia de significados, por entre las hendijas de esa gigantesca puesta en escena oficial.

Como en “El hijo del Hombre”, el cuadro arriba mencionado de René Magritte, ( para quien “todo lo que estamos viendo esconde otra cosa”), ese blooper chino, después y a pesar de todo, nos recuerda quien es hoy el dibujante, quienes los guionistas y quien la caricatura.

 

(Por Luis Ponte) El Diario La Tercera de Chile, publicó el 20 de agosto pasado una nota de opinión llamada “Me verás caer: la crisis del rock argentino”. En ella se resalta que desde mediados de los 80s hasta entrados los 90s, nuestro rock nacional dominaba escenarios y programación en medios chilenos.

De la mano de Soda Stereo, se abría para nuestra música el mercado latinoamericano. La aparición de bandas como los Cadillacs, se sumaban a los ya consagrados Fito, Charly, luego Calamaro, entre muchos otros. La aparición de la cadena MTV Latina, ayudó a fortalecer  la presencia del rock nacional desde Punta Arenas hasta Monterrey.

En cambio, sostiene el artículo, la  actualidad de este género marca un vacío de grandes figuras en el país trasandino. Sin Pappo, Cerati ni Spinetta; el estancamiento o la sequía creativa de algunas bandas que no terminan de instalarse en escenarios trasandinos, como Los Babasónicos. La nota marca el declive de aquel gran momento de los 90s, como en el caso de la Bersuit y esta realidad de Cordera y sus tristísimas declaraciones.

El portal de música argentino SILENCIO, replicó el artículo, al cual le sumó la opinión de referentes de la industria musical nacionales, al igual que Sergio Pujol (periodista, escritor, investigador y docente ) quien la compartió a ravés de las redes. Ello generó un rico intercambio de opiniones acerca del tema.

Llamó la atención el marcado sesgo de muchos que apoyaron el título de la nota, recostados en la nostalgia, y acotados en el concepto de “todo tiempo pasado fue mejor”. Refiriéndose a los ídolos fundadores y figuras que, en muchos casos ya no están. Cuestión que en pleno apogeo del rock argentino en los años 70, se veía como una típica caracterización del ambiente tanguero contra las nuevas corrientes musicales que rompían barreras estéticas y creativas en aquel momento.

Pareció interesante entonces, contraponer ese eje, con las declaraciones de algunos otros miembros de la escena musical argentina, quienes con una mirada más amplia y conocedora de la actualidad del rock, nos permiten por un lado constatar un presente más que rico en propuestas tanto artísticas  como de espacios y escenarios; y por otro, correr la frontera del contexto de análisis hasta terrenos poco familiares – hasta no hace tanto – para la industria discográfica.

Por ejemplo José Bellas, director del suplemento sí de Clarín, dice refiriéndose a las nuevas bandas: Es simple, no tienen radio ni televisión, ni la atención del gusto cada vez más atomizado y disperso del joven argentino. Adrián Dargelos de Babasónicos, afirma que “si hay una crisis no es por pérdida de representatividad sino por una merma creativa, porque el rock fue muy, muy utilizado y lo hizo apartarse de la tendencia novedosa”.

Pero la mirada más lúcida y cercana a lo que podría ser el panorama actual, sea tal vez la de Santiago Motorizado, (El mató a un policía motorizado):

A la gente cuando se vuelve grande le resulta más difícil conmoverse con la música nueva, porque uno no tiene esa cosa que sí se tiene en la adolescencia en donde uno es más sensible a las cosas, y todo le parece nuevo y genial. Uno eso lo va perdiendo, va perdiendo la sorpresa, es más difícil conmoverse y se entiende. Pero creo que la cosa pasa porque hay cambios culturales muy fuertes y la difusión de la música está cambiando mucho. Entonces, puedo suponer que lo que analiza el diario chileno sea un pantallazo de lo que es el mainstream y ahí sí, el mainstream en la Argentina está pasando uno de los peores momentos de la historia con respecto a otras épocas. 

“Y si el mainstream es malo, es malo para la cultura, porque si en las radios suenan cosas que no tienen gracia, que son chatas, que parecen repetirse con fórmulas recontra masticadas, eso de alguna manera genera algo en la cultura musical general que es malo.”

“En contraposición a eso, están sucediendo un montón de cosas en un circuito alternativo que de a poco va creciendo y ganando sus espacios . También van apareciendo nuevos festivales, nuevos ciclos. Y es ahí donde está sucediendo lo bueno.”

En 1975, el periodista y escritor Tom Wolfe (USA) publicó “La palabra pintada”, un libro donde le apuntaba de manera muy crítica al estado del mercado internacional del arte contemporáneo. Su tesis marcaba que las tendencias artísticas de aquel entonces no se sustentaban tanto en la creatividad de los propios artistas, como en la influencia y dominio de las teorías que imponían un selecto e influyente grupo conformado por críticos, directores de museos, y dueños de ciertas galerías de arte. Aquello que había comenzado casi un siglo antes, como una contraposición y una rebelión contra al arte figurativo y académico, se había convertido, inconscientemente, en una parodia de sí mismo, obsesivamente devoto de ciertos críticos-«gurús» hasta el punto de reducirse hasta al absurdo: tan literario, académico y manierista como la pintura contra la que se había rebelado.

Extrapolando en tiempo y distancia aquellas afirmaciones de Wolfe, al estado del rock argentino, tal vez lo que se vea debajo de la superficie del mercado (también manipulada por “unos pocos”) que quiere mostrar una crisis de creatividad, de representatividad, y de ausencia de nuevas propuestas, comparadas con otras etapas, no sea más que la falta de reflejos, visión y respuestas, frente a nuevos modelos de encarar el negocio por parte de las nuevas camadas de músicos y bandas.

Los nuevos soportes, ya ni siquiera físicos; los nuevos hábitos de consumo e intercambio de música (sitios de streaming pagos, bajadas ilegales, sitios de música compartida con autorización del autor, etc.); son algunas muestras de una vertiginosa aceleración en los cambios de paradigma que la industria sufrió del 2000 para acá.  Y, más importante, acaso por vez primera, de la mano de factores ajenos al poder de decisión y de (muy lenta) adaptación de quienes manejan las reglas del mercado musical.

Como afirma Santiago Motorizado: “Toda esa avanzada de la música, con sus nuevas formas y su nueva estética, son millones de fenómenos que están sucediendo en pequeños circuitos. Ya no hay un único camino muy masivo y para pocos artistas; ahora son miles, quizá con un público más reducido, pero con miles de alternativas musicales que están sucediendo a la vez.”

 

(Por Luis Ponte) A comienzos de marzo de 1984, la Primer Ministro británica Margaret Tatcher dispone el cierre de una mina de carbón en la zona de Yorkshire, al norte de Inglaterra, como parte de un plan de reducción de subsidios estatales. Al frente de la Oficina Nacional del Carbón, la corporación estatal encargada de administrar las minas de carbón nacionalizadas durante la Segunda Guerra Mundial, se encuentra Ian McGregor, hombre de confianza de la Dama de Hierro.

McGregor, venía de hacer el mismo “trabajo sucio” en un área también sensible para la economía británica, la Oficina Nacional del Acero, donde se había “cargado” en 3 años 100.000 puestos de trabajo. El paso previo y necesario para que su jefa comenzara a hablar de privatizaciones.

El mismo plan esperaba ahora al sector de las minas de carbón. Bajo la excusa de eliminar  subsidios, el gobierno apuntaba al cierre de 20 minas en todo el país. Los hechos mostraron que dicho anuncio escondía una mentira. Tatcher cerraría durante ese año 70 explotaciones carboníferas, dejando en la calle a más de 20.000 trabajadores, con el consiguiente drama económico de sus familias, y las comunidades y pueblos cuya economía dependía de dicha actividad.

El plan para reducir el Estado, privatizar la economía y estabilizar la alta inflación, ya había dejado a más de 2 millones de trabajadores del sector industrial en la calle, sólo entre 1979 y 1981. Pero la decisión de tocar la actividad del carbón se topaba con un escollo político nada fácil: el poderoso Sindicato Nacional de Mineros.

Ante la decisión innegociable del gobierno, los trabajadores deciden declararse en huelga, en defensa de sus puestos de trabajo. Ello da paso al que sería el conflicto laboral más prolongado y duro en la historia británica. Casi un año de medidas de lucha, marchas, tomas, heridos, detenidos y muertos entre los trabajadores. Enfrentados en una pulseada feroz contra la presión de un gobierno que, con tal de no ceder en su plan de, por un lado, achicar el sector, y por el otro, resquebrajar el poderoso brazo sindical aliado al Partido Laborista se mostraba dispuesto a todo.

Por ejemplo confiscar los propios fondos del Sindicato de Mineros, a fin de socavar la ayuda económica en forma de recaudaciones de fondos voluntarios que recibían por parte de diferentes sectores “hermanados” con las comunidades mineras.

Entre ellos un grupo de Gays y Lesbianas de Londres, liderados por Mark Ashton y y Mike Jacson deciden recaudar fondos para los huelguistas durante la marcha de orgullo gay en Londres de ese 1984. Entusiasmados deciden fundar el colectivo Lesbians Gays Support Miners (LGSM), “Lesbianas y Gays en Apoyo a los Mineros” cuyo lugar de encuentro y trabajo era la Librería Gay’s the Word (hoy emblema mundial de la literatura LGBT, que padeció en ese mismo año una clausura temporal por parte del propio gobierno de la Tatcher, falsamente acusada de vender textos pornográficos, y sus dueños de importar material indecente).

La primera reacción del Sindicato es rechazar el acercamiento y la ayuda de la agrupación por miedo de ”quedar pegados” con una comunidad que entonces era observada con todo tipo de prejuicios, no sólo por parte de los mineros.

Decididos a no claudicar el grupo LGSM, contacta directamente a las comunidades mineras epicentro de la crisis, y viajan a una de ellas,  Onllwyn en Gales. Para muchos de los vecinos, era un escándalo. Inteligentes, interactúan con las mujeres y las familias de los mineros en huelga, a fin de “entrarles de alguna forma” para romper los prejuicios mutuos.

Llegan a recaudar 20.000 Libras, para la época mucho dinero. Y el 10 de diciembre de 1984 los LGSM producen un festival de música en Londres, llamado “Pits and perverts” (“Hoyos y Pervertidos”), irónico título, para apoyo y recaudación de los mineros, que tuvo mucha repercusión, y termino de derretir el hielo del lado de los mineros.

Nadie podría aventurar entonces que de semejante crisis política, nacería bajo la presión de las circunstancias y la convicción de atrevidos a cambiar las cosas a como sea, una alianza impensada entre mineros, lesbianas y gays cuya repercusión positiva se vería en el tiempo.

La huelga general fue desarmándose. El paso del tiempo, fue otro aliado del gobierno. Muchos sindicatos negociaron el regreso al trabajo a las minas,  ante la desesperación; otros la consideraron ilegal y le quitaron el apoyo a los dirigentes que la defendían, con lo cual en marzo de 1985 los últimos bastiones de lucha volvieron a sus trabajos.

El gobierno de Tatcher se adjudicó una victoria que fue visagra política más allá de las propias fronteras británicas. Fortaleció su frente interno, tanto como la Guerra de Malvinas su imagen externa de mano dura y poderío frente a sus adversarios. Lo cual le dio plafond para consolidar sus políticas neoliberales  en Gran Bretaña, y extenderlas por el mundo junto a sus socio, el presidente norteamericano Ronald Reagan. Hasta lograr con la caída del muro de Berlín, terminar con 40 años de “guerra fría”.

Pero en medio de ese panorama sombrío, meses después de terminada la huelga, otro punto de inflexión iba a suceder. Tal como lo narra el premiado filme inglés independiente “Pride” (2014),  el 29 de junio de 1985, antes de iniciarse la tradicional marcha del orgullo LG por las calles de Londres,  llegaron colectivos de los que descendieron mineros, familiares y miembros de esas comunidades, para sumarse y marchar con estandartes de apoyo al movimiento LG, como agradecimiento y retribución a su apoyo durante la huelga.

En 1986, sucedió algo que sería también un hito en el camino de la ampliación de derechos de las comunidades LG en Inglaterra. Durante la conferencia anual del Partido Laborista se propuso y aprobó que los derechos de gays y lesbianas fueran parte del manifiesto oficial del Partido, a diferencia de años anteriores, donde había sido propuesto pero siempre rechazado. Esta vez, hubo un factor impensado hasta entonces y muy influyente dentro del Laborismo, que volcó la decisión a favor de forma total, el Sindicato Nacional de Mineros.

“Dibuja las líneas que unen los puntos y descubrirás una imagen conocida.”

I

(Por Luis Ponte) El Gobierno informó que los despidos en la administración pública llegaron a los 10.921 trabajadores (5-4-2016). El gobierno argentino profundiza la ola de despidos del sector público (El País, España, 31-3-2016). Mauricio Macri firmó el veto a la ley antidespidos (20.05.2016). Prat Gay: “Creemos que el Estado es muy bobo” (5-11-2015)

“Queremos un Estado sin la grasa de la militancia” (Prat Gay, 01-2016). Echan a 500 empleados del Ministerio de Cultura.  Marcha de trabajadores cesanteados  en el Ministerio de Cultura es atacada con  huevazos y hielo por parte de vecinos de la esquina de Alvear y Callao, en el barrio de Recoleta.

Ministro Prat Gay reconoce inflación del 42 % anual de mayo a mayo. Los principales analistas de la economía argentina prevén en promedio que el 2016 cierre con una inflación del 40,06% y una contracción del Producto Bruto Interno del 1,64% (23-6-16).

“En el segundo semestre se verán los resultados” (Macri, 04-2016). Michetti confesó que no se “saldrá del túnel” hasta el comienzo del 2017 (junio 2016). “El tercer semestre vamos a estar mucho mejor, y el año que viene va a ser de crecimiento absoluto”. (Lilita a Mirta, abril 2016).

“Resulta inaceptable que en un país con tantas potencialidades haya 14 millones de argentinos en la pobreza, por eso lanzaremos el Plan Pobreza Cero” (Macri, 09-2015). Según la UCA, la pobreza aumentó en 2016 y elevó la tasa al 35%. El Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina afirma que con los aumentos hay 1,4 millón más de pobres (04-2016). “Pobreza cero tiene que ver con una meta como sociedad, desde ya inalcanzable” ( Jefe de Gabinete, Marcos Peña, 08-06-2016).

Prat-Gay anunció el fin del cepo al dólar y la unificación del tipo de cambio (12-2015). Macri anunció fin a retenciones al campo y a la industria (14-12-15). El Gobierno anunció la eliminación de retenciones para las mineras (12-2-16). Con amplia mayoría, el Senado aprobó el pago de U$S 12.500 a los fondos buitre (31-3-16). “No crean el verso de que peleando con los buitres le hacemos un servicio a los argentinos”. (Prat Gay, 13-1-2016)

Oficializan tope de 400% de aumento en el gas en hogares y 500% en pymes (7-6-16). Aranguren intenta explicar el aumento de tarifas en el Senado: “Estamos aprendiendo sobre la marcha”(22-6-16). Alerta en universidades públicas por los aumentos de las tarifas de servicios (28-4-16).

El ministro de Energía, Aranguren tiene 13 millones de pesos en acciones de Shell. (02-2016). Aranguren le dio siete de ocho licitaciones a Shell, empresa de la que es accionista (24-4-16). “El que no pueda comprar nafta que no saque el auto”, Ministro de Energía Aranguren (9-5-2016).

“El blanqueo de capitales es un viva la pepa para todos aquellos que estaban fuera de la ley y  algo violento para aquellos que la cumplen” (Mauricio Macri, 13 -05-2013). Descubren una cuarta empresa offshore de los Macri en Panamá (11-4-2016). Siete funcionarios del Gobierno de Alianza Cambiemos aparecen con cuentas offshore en Panamá (9-4-16). El blanqueo de capitales, a un paso de convertirse en ley (22-6-2016).

La UIA advierte que si liberan las importaciones ”vuelven los noventa’ ‘(3-11-15). Macri quitará trabas a las compras por internet en el exterior (12-2015). Las Pymes industriales advierten por la “amenaza” de las importaciones (12-6-16). La economía cae 5 puntos por crisis con las cosechas, construcción y el consumo (25-6-16).

II

Monsanto exige que el Gobierno le permita seguir cobrando regalías a productores por el uso de semilla “Intacta”. (22-4-16). Duro reclamo de C.R.A. contra Monsanto, que insiste en el sistema de fiscalización del uso de semillas de soja “Intacta”. (12-5-2016) contra los productores.

Un grupo internacional integrado por empresas como Monsanto, Dow, Syngenta, Bayer, Coca-Cola y Danone evalúa la alimentación de los alumnos porteños, invitados por el programa Mi Escuela Saludable, del Gobierno de la Ciudad. (25-6-2016).

Gobernadora Vidal dispuso congelamiento de vacantes en la Administración Pública de la Provincia. Rige desde hoy (25-6-2016). Vidal recorta el presupuesto en los comedores escolares de la Provincia (8-4-2016). Denuncian recorte de cupos de hasta 30% en comedores escolares (12-4-2016). “Cuando hay hambre los pobres comen cualquier cosa” Adriana Perdriel, ex consejera escolar Cambiemos.

Reclamo de orquestas y coros infantiles y juveniles por su continuidad (14-6-2016). Echaron al director de Orquestas y Coros del Bicentenario sin motivos: el programa, muy cerca de su desaparición (2-5-2016). Delegados de ATE, de los Organismos Artísticos del Sur (Ballet-Coro-Orquesta) reclama ante el Intendente Gay por los conflictos que atraviesa al sector (5-5-2016). Llega a Bahía Blanca, “Acercarte. La cultura cerca tuyo”. (19-5-2016).

“Les hicieron creer a los trabajadores que podían tener aire acondicionado, cambiar el celu, y viajar”( J. González Fraga, 27-5-2016). “Nos hicieron creer que podíamos tener “calefacción, electricidad y servicios” (Gobernadora María Eugenia Vidal, 7-6-2016).

Llega Uber. Sistema de transporte basado en al precariedad laboral y originado en la llamada moda de las industrias creativas, con centro en Silicon Valley California. El creador de Uber, David Plouffe, fue el cerebro detrás de la campaña de Obama Presidente 2008. Rodríguez Larreta viaja a Sillicon Valley.

III

Llega Obama. (23-3-2016)

IV

Macri devolvió poderes de autogobierno a las Fuerzas Armadas y estalló la polémica (3-6-2016).

Editorial de LA NACION reclama “No más venganza” en la que critica el juicio y castigo a los militares que participaron en la última dictadura militar (23-11-2015). Periodistas de La Nación repudian el editorial que reivindica a los genocidas (24-11-2015)

Revista Barcelona perdió el juicio que le inició Cecilia Pando (8-5-2016).

Río Negro: detienen a un dirigente de ATE por liderar una protesta (27-1- 2016) La ONU pidió explicaciones por la detención de Milagro Sala (3-3-2016). Se aprobó el protocolo antipiquetes (17-2-2016).

Alumnos de Colegio Sagrado Corazón en Quilmes demorados y requisados en la vía pública por la policía, por alteración del orden. Ante la mirada pasiva de sus padres en la vereda de enfrente quienes además los filman y sacaban fotos sin intervenir.(10-3-2016).

Apelarán al artículo 294 del Código Procesal de la Provincia de Buenos Aires que indica que “cuando se trate de un operativo público de control motivado en políticas tendientes a la prevención de los delitos, podrán proceder a la revisión de los efectos que porten las personas en sus ropas o tengan en los vehículos en que se movilicen, procediendo a secuestros en los casos sumamente graves o urgentes o cuando peligre el orden público”.

“Es tiempo de restaurar valores, ante la existencia de enemigos sin patria ni bandera que quieren subvertirlos y adueñarse de nuestros ideales y dd nuestra juventud. No es tiempo de tibios….” (Intendente Héctor Gay, Alianza Cambiemos, Bahía Blanca  (25-5-2016)

V

Un cura en Zárate prohíbe la entrada de mujeres con calzas o jeans ajustados en una iglesia.(9-5-2016)

“La asignación universal por hijos fomenta los embarazos adolescentes” (Miguel Del Sel, Embajador en Panamá, ex candidato a gobernador en Santa Fe por Alianza Cambiemos, 15-10-2011).

“Hay niñas de 11 años que esperan llegar a los 12 para quedar embarazadas y cobrar un plan” (María Laura Bionidini, Secretaria de Gobierno actual por Alianza Cambiemos Bahía Blanca, 15-10-2015)

“Las docentes planean sus embarazos para tomarse licencias” (Hernán Franco, Ministro de Hacienda de La Pampa, 17-5-2016).

Suprema Corte de Justicia: el derecho de huelga no es de los trabajadores; sólo de los sindicatos para los trabajadores sino para las organizaciones. (8-6-2016)

Juez Cayssials falló contra el acceso libre e irrestricto a las Universidades. (11-5-2016)

VI

Macri elimina por decreto el AFSCA y AFSTIC (12-12-15). “Pluralismo, tolerancia, diversidad y que todas las opiniones se puedan expresar”. (Ministro Lombardi). Echan al periodista Pedro Brieger de la TV Pública. Eliminan Visión 7 Internacional. (1-4-2016).

El Gobierno decide retirarse de la cadena informativa latinoamericana Telesur. (27-3-2016). Cablevisión quita de su grilla a Telesur. (2-5-2016). El Gobierno quita Telesur de la grilla de Televisión Digital Abierta (14-6-2016). El gobierno vende los satelites Arsat1 y 2. Suspende la construcción del 3. (13-1-2016)

“A mí lo que me tiene sorprendido es lo que viene en materia digital. Lo que se va a poder hacer a través de Internet y vía digitalización. Prácticamente todo va a ser digital. Le doy un ejemplo, usted se va a sacar una radiografía en La Rioja y se la va a poder analizar un hombre en Boston y le va a poder diagnosticar el remedio que por otra aplicación lo va a comprar en la farmacia sin moverse de su casa”. Ministro Aguad, el de comunicación.

VII

“El Gobierno de Cambiemos es parte de la internacional socialista y de la internacional popular. El radicalismo está en la socialista y en el PRO estamos en la popular. Si me decía hace seis meses que íbamos a estar como hoy firmaba feliz” (El País, España, 15-6-16)

VIII

“Tenemos que volver a la normalidad” (Héctor Gay, Candidato a Intendente por Alianza Cambiemos, Bahía Blanca. Canal 7. Debate en campaña, Octubre 2015).

28 de marzo. Buenos Aires. Despidos en el Estado. Carros de asalto de la Policía Federal rodean el edificio de  la Biblioteca Nacional.

11 de abril de 2016. Bahía Blanca. Aniversario de su fundación. Visita de la Gobernadora Vidal. Plaza Rivadavia vallada.

25 de mayo de 2016. Buenos Aires. Aniversario de la Revolución de Mayo. Plaza de Mayo vallada.

20 de Junio de 2016. Rosario. Día de la Bandera. Monunento a la Bandera vallado. Disturbios. Un concejal local con la cabeza rota.

IX

“La cultura del desvinculo, nos adiestra para creer que las cosas ocurren porque sí. Y nos hace creer que estamos condenados a la resignación.” (Eduardo Galeano, fragmento de “La Memoria Rota”).

 

La Historia parece propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas.

  Rodolfo Walsh

I

(Por Luis Ponte) Una historia que espera. Un hombre que sabe. Un periodista que escucha: un fusilado que vive. Una masacre escondida, una operación oscura. El cronista que asiente. Un libro que nace.  Operación Masacre. De Rodolfo Walsh. La investigación que saca a la luz el fusilamiento de 12 civiles por parte de la Revolución Libertadora, en José León Suárez. La noche del 9 de junio de 1956. Hace 60 años.

Ese día se produce el levantamiento de un grupo de militares peronistas encabezado por el General Valle contra el gobierno de facto del General Pedro Aramburu. La revuelta no triunfa. En varios puntos del país hay represión y fusilamientos.

Esa misma noche en la localidad de Florida, Gran Buenos Aires, unos vecinos se juntan en una casa a escuchar por radio una pelea de Lausse. Otro grupo más grande, se reúne en la casa contigua trasera. Antes de la medianoche, cae la policía tras el rastro de los conspiradores. Todos son detenidos. La mayoría sin saber de qué se trata.

Tras quedar demorados en una comisaría, en la madrugada, son trasladados a un descampado en José L. Suárez y fusilados por la espalda. De los doce, cinco caen asesinados. Las horas siguientes del resto, entre heridos y prófugos, serán los cabos sueltos de una historia que Rodolfo Walsh se encargará de desentramar con tenacidad y minuciosa precisión. La traducirá en una de las obras más emblemáticas e influyentes de nuestra literatura. Operación Masacre.

II

El Club Social y Deportivo Central Ballester, de José León Suárez, nació en 1974 como un desprendimiento del club Central Argentino. De allí que compartan el amarillo y azul en sus camisetas, los colores de la señalización ferroviaria. Como Rosario Central. Todos con ese mismo origen. La anécdota es que cuando Central Ballester logró en 1996 su único ascenso a la 1 C en los torneos de AFA, festejó ese campeonato con las camisetas prestadas de los “canayas”, ya que las suyas habían sido robadas de la utilería.

Ezequiel Rodríguez, Jefe de Prensa del Club e integrante de la Comisión Directiva describe la realidad económica y social del entorno de la entidad como muy compleja. La mayoría de los barrios en José León Suárez están conformados por sectores carenciados o marginales. A eso se le agrega una curiosidad: el club no tiene cancha ni sede social. Sus equipos juegan en estadios de clubes vecinos. Por eso  dice que es un club “nómade”.

“Quisimos generar desde el club – dice Ezequiel – una acción que reafirmara la relación de arraigo, identidad y pertenencia del club con el barrio. Y el hecho más significativo a la hora de buscar en la historia de esa zona, es – lamentablemente – el de los “fusilamientos del ’56.”

Qué más simbólico que la propia casaca de un equipo de fútbol para canalizar una acción que mueva a hinchas y simpatizantes.  Así nació, desde la Comisión Directiva, a principios de este año, la idea de diseñar una camiseta alusiva a aquéllos hechos. Diseñada por el propio Rodríguez, sus fuentes de inspiración no fueron casuales: el cuadro de Goya de la tapa del propio libro Operación Masacre; la tapa de “Bang Bang estás liquidado” y el tema “Fusilados por la Cruz Roja”, ambos de los Redondos. La iconicidad de sus letras no es ajena a los pibes de ese sector.

En cuanto a rescatar la memoria del barrio, el proyecto es más abarcativo. Incluye otra página terrible de violencia institucional en el sector. La Masacre de la Cárcova. En febrero de 2011, en un operativo policial de cuatro comisarías que reprimían a los vecinos que se habían acercado a un tren descarrilado con mercaderías desparramadas, fueron fusilados 3 chicos que circulaban en bici por el sector. Dos murieron, uno sobrevivió.

“Estos actos de violencia institucional – afirma Rodríguez – no llegan a trascender en nuestra sociedad porque el perfil social del barrio hace que no tenga los medios, la voz  para hacerse escuchar. Por eso desde el fútbol, que es un medio masivo y popular, quisimos darle un contenido social, o sea transmitir un mensaje: por un lado estimular la pertenencia, la memoria, el arraigo y la identidad y además, proyectar el significado de esas historias en nuestro contexto social, hacia el resto de la sociedad.”

III

Y esos objetivos en gran parte,  se cumplieron. Notas destacadas de los grandes medios gráficos, proyectos de apoyo y reconocimiento de legisladores locales y nacionales, actividades oficiales en los municipios vecinos, la presencia de  referentes del periodismo y el apoyo de figuras como el mismísimo Osvaldo Bayer. Quien – todo pareciera cerrar – alguna ve describió a Operación Masacre como “el prólogo de la tragedia que vendría después. Aramburu y Rojas serán el prólogo de Videla y Massera. Rodolfo Walsh se convertirá de testigo en protagonista. Será asesinado a balazos, como sus personajes de José León Suárez.”

En el epílogo de Operación Masacre, dice Walsh: “Fue una victoria sobreponerme al miedo que al principio me atacaba con intensidad y conseguir que ellos se sobrepusieran, aunque tenían una experiencia del miedo que yo nunca podré igualar.” Los Historia como anuncia Bayer, lamentablemente lo desmentirá,

Los fusilamientos, la obra de Walsh, nada menos, la identidad del barrio, la realidad de un club, se cruzan en un punto por decisión de un grupo de dirigentes de un club de la Primera D, que entienden su rol por el orden de aparición de dos palabras. Primero Social, luego Deportivo. Sin estadio ni sede. Nómades. Pero arraigados desde la memoria y la pertenencia.  Así lo hacen saber a través de una camiseta que se hace escuchar.

A 40 años del secuestro y desaparición de Raymundo Gleyzer

“Nosotros no hacemos films para morir, sino para vivir, para vivir mejor. Y si se nos va la vida en ello, vendrán otros que continuarán... “

Raymundo Gleyzer, 1974

I

(Por Luis Ponte) “Raymundo Gleyzer ha desaparecido. La historia de siempre. Lo arrancaron de su casa, en Buenos Aires, y no se sabe más. Había hecho películas imperdonables”.

Así arranca “Se los traga la tierra”, de Eduardo Galeano, escrito en junio del ’76, días después del secuestro de su amigo el cineasta argentino que había nacido en Buenos Aires 35 años antes.

Sus padres ruso-ucranianos, Jacobo y Sara Aijen, fueron los fundadores del IFT, el teatro popular judío, en el barrio del Once.  Allí, Raymundo comenzó a entender la idea del arte como manifiesto de lo político. Militante del Partido Comunista, lo abandonó para sumarse al Partido Revolucionario de los Trabajadores, brazo político del Ejército Revolucionario del Pueblo.

En 1964 se inscribió en la carrera de cine en la Universidad Nacional de La Plata. Ese mismo año, con la filmación de “La Tierra Quema”, un documental sobre los campesinos del Nordeste de Brasil, comenzó a forjar su estilo de trabajo, su forma de entender el cine. Entre el registro de las actividades partidarias y  su filmografía artística con su impronta militante.

Fue también camarógrafo de los noticieros de Canal 7 y Canal 13 -en éste, junto a los debutantes  Mónica Cahen Danvers y Andrés Percivale- y de los primeros reporteros argentinos que filmó en las Islas Malvinas. En 1974, fue uno de los cuatro cámaras que registraron “Adiós Sui Generis”, la mítica despedida del dúo de rock argentino formado por Charly García y Nito Mestre.

En 1971, filmó “México, la revolución congelada”, donde aborda el inicio de la lucha campesina que lideraron Francisco Villa y Emiliano Zapata, en el inicio del siglo XX, y que concluyó con el surgimiento del PRI en la nación azteca. Para este proyecto consiguió permiso y apoyo para la filmación – con helicóptero personal y todo- del por entonces candidato a presidente Luis Echeverría, que estaba en campaña política.

Cuando éste asumió la presidencia, advirtió al estrenarse el filme que no era el elogio a la “revolución hecha institución” que esperaba, sino una feroz crítica a un ideal traicionado. Se enfureció y mediante su embajador en Buenos Aires exigió y consiguió que el gobierno argentino prohibiera el documental, que sólo duró un día en cartelera, en tanto en México su prohibición hizo que el filme recién se exhibiera en 2007. Ante su reclamo, en la embajada mejicana en Argentina, a Gleyzer le reconocieron “todo lo que se dice en la película es verídico y cierto. Lo que pasa es que hace que México se vea mal…”

II

La gran convulsión social que América latina vivía desde mediados de los ’60 con luchas obreras y campesinas, dio origen en la región al surgimiento de un movimiento cinematográfico que intentó retratarlas.

En Argentina, esa tendencia se expresó en dos corrientes: por un lado, el grupo Cine de Liberación, que proponía una visión desde el peronismo y que tuvo en “La Hora de Hornos”, de Fernando Pino Solanas y Octavio Getino, realizada en 1968, su obra más representativa. Por el otro, la iniciativa colectiva del Cine de la Base, de la cual Gleyzer fue uno de los fundadores, partía desde elaboraciones sustentadas en concepciones de la izquierda revolucionaria.

En 1973, Gleyzer materializa “Los Traidores”, acaso, la obra cumbre de su intensa trayectoria. La película narra la historia de Barrera, un sindicalista que pasa de defender los intereses de sus representados a transformarse en un ariete de la patronal. Para muchos, una parábola sobre José Ignacio Rucci. Sorprende el filme por su ritmo sostenido de narración, por el manejo de cámaras, para la época en que fue realizada; por entrar y salir de la ficción y el documental; con hallazgos para la época, como la escena donde Barrera sueña su propio entierro; y sobre todo porque la vigencia de su guión, nos hace dudar si fue escrito hace cuatro décadas o cuatro días atrás…

 

III

 

La tensión entre el contenido de sus obras y la situación política imperante en nuestro país durante la mayor parte de la década en la que Gleyzer produjo casi toda su filmografía (1964 a 1974) lo obligó a ingeniárselas por fuera del sistema para filmar, producir, escribir, elegir actores, buscar locaciones y también proyectar y difundir sus trabajos. En ese contexto produjo varios mediometrajes que daban cuenta de las luchas sociales como “Swift”, “Ni olvido ni perdón”, y la “Masacre de Trelew”, en la cual son entrevistados los líderes de Montoneros, FAR y ERP.

Muchas veces el grupo, proyectaba las películas en salas improvisadas de barrios obreros o fábricas, con un auto afuera preparado para cargar el pesado proyector y salir disparados en caso de que vinieran las fuerzas de seguridad. Tampoco le era fácil la realización. Como había una sola empresa que revelaba los celuloides en Argentina, el sólo hecho de llevarlos implicaba que las autoridades se enteraran de sus contenidos. Para eso Gleyzer había hecho amistad con unos pilotos de Aerolíneas Argentinas, que le llevaban las valijas de forma oculta a Nueva York en donde un empresario americano amigo se las revelaba y devolvía para el viaje de vuelta.

Las páginas del libro de su vida pasaban a un ritmo vertiginoso. El que imponían su impronta de rebeldía, la militancia y su pasión por filmar. Pero su prematura última hoja ya estaba a punto de ser arrancada. La actividad de Cine de la Base determinó que el grupo fuera puesto en la mira de la banda de asesinos parapoliciales, la Tripe A.

En 1976, ya en plena dictadura, Gleyzer viajó a Nueva York por motivos de trabajo. Tenía un contrato para la UNESCO por dos años para filmar documentales en Africa. Pero, aún sabiendo que estaba en la mira de los represores,  retornó a Argentina. El 27 de mayo de 1976, fue secuestrado y trasladado al centro clandestino de detención conocido como El Vesubio, en el que ya estaba también Haroldo Conti, y donde se lo vió por última vez.

Tras su desaparición, sus compañeros partieron al exilio para denunciar la situación de represión que se vivía en Argentina, y en 1979 filmaron desde Perú “La Triple A son las tres armas”.

IV

 

Y como una alegoría a su vida, la misma brutalidad de sus secuestradores y asesinos, es la que salva el legado artístico de Gleyzer. Tantos años corrido él y su obra para protejerla, la realidad le dicta a la ficción su último guión. En la audiencia realizada en agosto de 2010, por los crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención El Vesubio, su compañera Juana Sapire, declara: “A Raymundo lo secuestraron de su departamento en la calle Federico Lacroze. Se llevaron todo. Arrasaron. Hasta la cucharita de la azucarera se llevaron. Todo se afanaron.  Como eran incultos e ignorantes se robaron el televisor, pero la obra de Raymundo no la tocaron…”

V

Buenos Aires, junio de 1976: se los traga la tierra*

Raymundo Gleyzer ha desaparecido. La historia de siempre. Lo arrancaron de su casa, en Buenos Aires, y no se sabe más. Había hecho películas imperdonables.

Yo lo había visto por última vez en febrero. Fuimos a cenar con nuestros hijos, cerca del mar. En la trasnochada, me habló del padre.

La familia de Raymundo venía de un pueblecito de la frontera entre Polonia y Rusia. Allá cada casa tenía dos banderas diferentes para izar y dos retratos para colgar, según marchaban las cosas. Cuando se iban los soldados rusos, llegaban los polacos, y así. Era una zona de continua guerra, infinito invierno y hambre sin fin. Sobrevivían los duros y los pícaros, y en las casas se escondían los pedazos de pan bajo los tablones del piso.

La primera guerra mundial no fue novedad para nadie en aquella comarca sufrida, pero empeoró lo peor. Los que no morían empezaban el día con las piernas flojas y un nudo en el estómago.

En 1918, llegó a la región un cargamento de zapatos. La Sociedad de Damas de Beneficencia había enviado zapatos desde los Estados Unidos. Vinieron los hambrientos de todas las aldeas y disputaron los zapatos a dentelladas. Veían zapatos por primera vez. Nunca nadie había usado zapatos en aquellas comarcas. Los más fuertes se marchaban bailando de alegría con la caja de zapatos nuevos bajo el brazo.

El padre de Raymundo llegó a su casa, se desató los trapos que le envolvían los pies, abrió la caja y se probó el zapato izquierdo. El pie protestó, pero entró. El que no entró fue el pie derecho. Lo empujaban entre todos, pero no había caso. Entonces la madre advirtió que los dos zapatos tenían la punta torcida para el mismo lado. Él volvió corriendo al centro de distribución. Ya no quedaba nadie.

Y empezó la persecución del zapato derecho.

Durante meses caminó el padre de Raymundo, de aldea en aldea, averiguando.

Después de mucho andar y preguntar, encontró lo que buscaba. En un lejano pueblito, más allá de las colinas, estaba el hombre que calzaba el mismo número y que se había llevado los dos zapatos derechos. Los tenía, brillantes, sobre una repisa. Eran el único adorno de la casa.

El padre de Raymundo ofreció el zapato izquierdo.

-Ah, no -dijo el hombre-. Si los americanos los mandaron así, así debe ser. Ellos saben lo que hacen…

*Eduardo Galeano

 

“Viva el St. Pauli. Rendirse no es una opción”

I

(Por Luis Ponte) St. Pauli es reconocido como uno de los barrios portuarios más pintorescos del mundo. Es el centro de la vida nocturna de Hamburgo, Alemania. Y es célebre por su calle Reeperbahn – donde allá por los 60s, iniciaron su carrera Los Beatles –  también llamada ‘la milla del pecado’, por sus numerosos clubes de striptease, sex shops y discotecas. En los últimos años se convirtió además en símbolo de la diversidad cultural, sede de numerosos museos, salas de teatro, residencias de artistas y espacios de música rock y punk.

Allí, en ese sector de la ciudad pegado al segundo puerto más grande de Europa, nació en 1910 el FC St. Pauli. Un club de fúbtol con vitrinas flacas en logros deportivos, salvo un segundo puesto en la Bundesliga de 1977. Pero que desde mediados de los años ‘80s y a partir de una serie de circunstancias poco relacionadas con la pelota en sí, su fama y estrella comenzó a trascender todas las fronteras.

El FC St. Pauli, que guarda una relación de identidad con su barrio tan estrecha y de ida y vuelta con sus vecinos como sería aquí la Boca y el equipo xeneize,  es el primer club del mundo en autoproclamarse según sus estatutos “antifascista, antihomofóbico y antirracista”.

A esa reputación de compromiso social y posición política y contracultural tan atípicas en el presente de este deporte, se le suma una rara concentración de hinchas y aficionados  anarquistas, comunistas, socialistas y fanas del punk.

Consignas y compromisos identitarios y colectivos que los hacen valer con todas las letras a la hora de ponerse en debate. Como cuando Corny Littman, director de teatro y ex presidente del club, no tuvo drama en autoconfesarse militante gay, en un ambiente donde predomina el sexismo, la homofobia y el racismo.

O cuando en los años 70, el club retiró el nombre del estadio en honor de su ex presidente Wilhelm Koch, al descubrirse que había pertenecido al Partido Nazi. Hoy el estadio Millerntor, tal su nombre desde entonces, se encuentra en el centro geográfico del barrio St. Pauli, la “zona roja” de Hamburgo, y por eso ningún club mejor para ser patrocinado por Orion, una empresa de artículos eróticos en Internet, quien para celebrar el ascenso, elaboró  20.000 condones con el escudo del club.

En 2002, la Comisión Directiva del club decidió retirar la publicidad de la revista Maxim del estadio por considerarla sexista, al cosificar a las mujeres en sus avisos. Por algo, es el club alemán con más socias y con más simpatizantes femeninas de Alemania, aún siendo de la división de ascenso.

II

¿Cómo es que un club de segunda división de fútbol, en riesgo a veces de caer más bajo, llegue a tener dos millones de socios y fanas, cuente con 12 millones de simpatizantes en su país, y cerca de 500 club de fans repartidos por todo el planeta?

A mediados de los 80 una serie de situaciones que sólo podían darse en Hamburgo, consolidaron esa identificación del barrio con el club y con ideales muy a contramano de lo que marca el común en este deporte.

En primer lugar, el paisaje urbano alrededor del estadio, abandonó su fisonomía industrial portuaria; luego, el crecimiento de grupos neonazis dentro de la hinchada del club más poderoso de la ciudad, el Hamburgo, hizo que muchos simpatizantes dejaran de seguirlo y se sumaran al St. Pauli: “Aquí se puede ver futbol en paz”, decían algunos entonces.

Pero el hecho que generó la cristalización de la identidad y del mito contracultural del FC St Pauli, fue el caso denominado “las casas de Hafenstrasse”. Llamado así por un conjunto de edificios de apartamentos vacíos en la calle que lleva ese nombre en pleno corazón del barrio St Pauli, que fueron ocupados desde principios de los ‘80s por familias sin vivienda.

A mediados de esa década, y en contra de los intentos de las policía local (a los que se sumaron grupos neonazis y hooligans), de desalojarlos por la fuerza, surgió un movimiento solidario de vecinos del barrio, en defensa de los okupas de esos edificios y asociados con el movimiento de izquierda con el que se identificaban.

Las manifestaciones callejeras de apoyo y contra la presión política fueron creciendo año a año, e involucraban hasta a 20 mil personas por las calles del barrio, víctimas de refriegas durísimas por parte de las fuerzas de seguridad. Lo que hizo que ese movimiento de resistencia trascendiera el barrio, la ciudad y alcanzara a ser noticia en toda Alemania.

Hoy ese fenómeno social incluso es motivo de algunos trabajos académicos, y es conocido como el Proyecto de Vida Alternativa y fue el crisol donde se amalgamó la relacion barrio- club, detrás de determinados ideales que representan al club y a sus  hinchas y vecinos.

III

Tampoco es común la relación que tiene el club y sus hinchas con la música. El estadio entero es avisado que está por saltar su equipo a la cancha cuando suenan las campanas del tema “Hell Bells”, del mítico grupo de rock australiano AC/DC. Y en cada festejo de gol se suma el delirio de “Song 2” de Blur, banda de rock británica. No por nada, esa legión de fans de rock y punk que los siguen a donde vayan.

Como Dave Doughnan, músico del grupo punk los Swearing at Motorists, nacido en Ohio (USA) quien llegó de gira con su equipo de fútbol hace 10 años, y vió esas tribunas repletas de hinchas luciendo banderas y atuendos con calaveras y huesos, toda la simbología punk, al tiempo que le explicaban palabras poco familiares en el ambiente del fútbol como antirracismo, antifascismo ydecidió que St. Pauli iba a ser su lugar en el mundo de ahí en más.

O Sven Brux, quien llegó desde Rhinelnad, en el extremo oeste de alemania, a Hamburgo a cumplir con “la mili” en 1986. A quien sus nuevos amigos fanas del punk como él,  lo llevaron un día a la cancha a ver un encuentro del St Pauli. Desde entonces, no se perdió un solo partido. Y hoy, además de ser leyenda del punk alemán es responsable de la organización y seguridad de los partidos como local.

Y como no podría faltar un lugar de encuentro ícono de la cultura del club nada mejor que un pub, el Jolly Roger. Nombre con el que se conoce también a la bandera pirata. Porque este barco que zarpa de un puerto atípico y navega a contracorriente del “fútbol haciendo equilibrio entre lo impuesto y las consignas que defiende, qué otro emblema que la bandera pirata iba a tener, para identificarse como ícono contracultural.

La misma que flamea en los cuatro corners del campo de juego, con sus típicos banderines marrón y blanco, colores del club. La misma que nació por azar cuando Doc Mabuse, seguidor del equipo desde hace 50 años, compró un día a la salida de un partido y por 10 marcos de entonces, un trapo negro con la calavera y los dos huesos cruzados. Borracho como estaba, la ensartó en un palo de escobas y la comenzó a agitar. De ahí al próximo encuentro del St Pauli con la bandera flameando en la tribuna, hubo un solo paso. El equipo del barrio tenía ya su mística y ésta su propia bandera. Aunque Doc esté decepcioando por cómo ese acto de rebeldía devino en una especie marca registrada, que es explotada comercialmente.

IV

El St Pauli, no se convirtió en un club de culto gracias a sus éxitos, sino porque sus ideales y el de sus hinchas están siempre presentes y en debate frente a los intereses del fútbol. Es la bandera que enarbola la insurgencia y rebeldía de lo establecido. Un ejemplo de las voces críticas existentes en este deporte para acabar con el fútbol   mercantilizado, donde priman los intereses de las Federaciones y los acuerdos televisivos inciden en el juego y desvirtúan la competición. Un barco muy especial el de este FC St. Pauli. Que zarpa desde el barrio portuario de Hamburgo orgulloso de navegar contra la corriente.

 

“Me voy a encargar yo misma de hacerte mierda”

María Cecilia Pando de Mercado al Dr. Eduardo Luis Duhalde,

entonces Secretario de Derechos Humanos de la Nación, 2008

I

(Por Luis Ponte) El 30 de septiembre de 2005 el diario dinamarqués Jyllands-Posten publicó 12 caricaturas satíricas en torno a la figura del profeta Mahoma, fundador del Islam. Según las creencias islámicas está prohibido representar la figura de Mahoma –aún de forma positiva- pues consideran que puede dar lugar a la idolatría.

Los dibujos fueron impresos como ilustración satírica de un artículo sobre autocensura y libertad de expresión. Dicha nota comentaba el hecho de que ningún artista dinamarqués se atrevía a ilustrar los libros infantiles del autor  Kåre Bluitgen sobre Mahoma, a menos que se garantizara el anonimato de su trabajo, alegando miedo a las represalias de los musulmanes extremistas.

La publicación de las dibujos provocó un escandalo internacional. Condenas de líderes de organizaciones musulmanas europeas; manifestaciones callejeras de repudio en los países islámicos; incendio y destrucción de embajadas escandinavas (incluso con varios muertos) en esos países; acciones diplomáticas de varios países de la UE con el fin de bajar la tensión y finalmente, los propios caricaturistas daneses ocultos por un tiempo, por amenazas de muerte.

En medio de tanta tensión, faltaba la cuota de sarcasmo: “Apelo a los Gobiernos del mundo a que frenen la violencia, a ser respetuosos, a proteger las vidas de los diplomáticos inocentes que están sirviendo a sus países en el exterior”. (George W. Bush, presidente de EE UU).

II

Varios medios gráficos europeos publicaron las caricaturas en solidaridad con el diario escandinavo. Entre ellas, la revista satírica francesa “Charlie Hebdo”. La cual fue demandada por dos organizaciones musulmanas: Unión de Organizaciones Islámicas de Francia (UOIF) y la Gran Mezquita de París.

Un año después, en marzo de 2007 la justicia francesa se expidió.  El Tribunal Correccional de París absolvió dicha publicación del delito de injurias con base religiosa por reproducir tres de las polémicas caricaturas de Mahoma:  una dibujaba a Mahoma con un turbante del que salía la mecha de una bomba; en otra el profeta pedía a los terroristas que no se inmolasen porque ya no quedaban más vírgenes en el paraíso; la última presentaba al profeta lamentándose de ser “amado por boludos”.

El tribunal consideró que las tres caricaturas del profeta publicadas por Charlie Hebdo no eran constitutivas del delito de injurias. Previamente, el Ministerio Público de Francia, había pedido la absolución del director del Charlie Hebdo, Philippe Val, al considerar que “la publicación de esas caricaturas era conforme al derecho de la libertad de expresión y que no atacaban al Islam sino a los extremistas. La defensa de Val, alegó que nunca hubo intención de herir a nadie y subrayó que Francia es un país laico donde la libertad de expresión es fundamental”.

III

Historia cercana. En la mañana del 7 de enero de 2015, dos hombres vestidos de negro y enmascarados portando fusiles automáticos Kalashnikov, irrumpieron en la sede de Charlie Hebdo en París gritando «Al·lahu-àkbar» (‘Dios es el más grande’) y dispararon hasta 50 tiros. Mataron a doce personas, e hirieron de gravedad a otras cuatro. Entre los muertos estaba el famoso dibujante francés Jean Cabut y el director de Charlie Hebdo desde 2009. La rama yemení de  Al Quaeda  se adjudicó el ataque «como venganza por el honor».

IV

La señora María Cecilia Pando de Mercado pertenece a Familiares y Amigos de Presos Políticos de la Argentina. Ellos sostienen que los represores sujetos a los distintos procesos de Justicia con todas las garantías de la ley son “presos políticos”.  La señora Pando de Mercado, dice estar orgullosa de defender a apropiadores de bebés, secuestradores, torturadores, violadores, asesinos y desaparecedores de miles y miles de ciudadanos argentinos durante la dictadura. (https://www.youtube.com/watch?v=USqnqnbofmE&feature=related.)

En la demanda que la señora María Cecilia Pando de Mercado acaba de ganarle por ofensas en su honor a la “Editorial Gente Grossa SRL”, propietaria de la Revista Barcelona, figura – según consta en la última carilla de la sentencia – como su letrada patrocinante la  abogada Cecilia Andrea Palomas Alarcón.

En una página web (1) en donde la señora Palomas Alarcón es columinsta, se lee que la misma “fue a una escuela religiosa en donde perdió la fe en la Iglesia, pero no en Dios ni en Cristo. Tuvo unas tímidas participaciones en política, en los años de la UCeDe, como afiliada, militante y dirigente de UPAU.”

“Las acusaciones contra el padre Grassi sólo son una muestra más de la falta de Justicia que existe en Argentina, que no se salen del tradicional odio ideológico contra la Iglesia Católica y que el cargo de “pedofilia” no se sale del estándar”. (?)

Integrante de la Asociación Abogados por la Justicia y la Concordia la abogada Palomas Alarcón visita a los “presos políticos” (sic) desde hace varios años y dice el sitio que “persigue el sueño de pelear por un país más justo, que es como se ve terminando sus días”. Veamos, entonces su nocion de “país más justo” a través de sus reclamos a la Iglesia:

“Algunos podrían afirmar que la Iglesia no debe opinar sobre cuestiones tan temporales como por ejemplo si  en nuestro país hubo una guerra o no. Yo disiento con ese pensamiento, creo que la Iglesia que bendecía las tropas cuando iban a pelear al Monte Tucumano bien podría tener una posición tomada.”

“La Iglesia debió haber hablado públicamente que se estaba matando gente en prisión. Debió decir que el gobierno de la venganza se negaba a asistirlos.”

“La Iglesia tenía la obligación de haber denunciado el drama humanitario que significó y significa el encarcelamiento de más de dos mil personas, muchas de ellas ancianas y enfermas. Mártires. Hombres y mujeres, civiles y militares, jueces, sacerdotes que permanecen en prisión sin contar con los más mínimos recaudos para asegurar su vida, su salud y su decoro. Personas discriminadas que carecen de los mismos derechos que se le aseguran a otros presos, como estudiar o ser trasladados para ver a una madre moribunda o asistir al casamiento de un hijo.”

En su blog personal (2) se puede ahondar en el pensamiento e ideario de la letrada, con material multimedia y todo.

V

El periodista y escritor Daniel Riera fue editor y fundador de la Revista Barcelona. En su blog dedicado a clases de crónicas de periodismo (3) se puede leer con fecha 5 de noviembre de 2013 un reporte de la segunda audiencia por el juicio de la Pando contra la Revista Barcelona.

Dice en una parte que “fueron testigos por parte de Barcelona: el doctor Damián Loreti, abogado especializado en medios de comunicación, integrante del CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales), quien fue, entre otros antecedentes, corredactor de la Ley de Medios, y Eduardo Blanco, periodista de la revista. Loreti sacó a relucir su extensa experiencia y dejó  a la abogada de Pando sin argumentos. Explicó que los contenidos de Barcelona , y muy particularmente la contratapa cuestionada, se enmarcan en los conceptos de sátira y parodia, y que éstos son recursos críticos utilizados por los medios de comunicación.”

Cuando llegó el turno de los testigos de la demandante “no fue posible presenciar sus declaraciones, ya que manifestaron que “ afectarían la intimidad de Pando” por lo cual no permitieron el ingreso de los periodistas a la sala. Bajo estas condiciones declararon Ana Delia Magi –esposa del represor  Ernesto ”Nabo” Barreiro, conocido como el jefe de los torturadores del campo de concentración La Perla, situado en la provincia de Córdoba, donde entre 1976 y 1979 fueron asesinadas más de 2.500 personas, juzgado por torturas y fusilamientos,  y Patricia Isabel Mauriño –esposa de Rafael Barreiro, otro represor que fue condenado a cadena perpetua en Corrientes acusado por los delitos de asociación ilícita, secuestros y privación ilegítima de la libertad agravada–. “

Fue en aquel juicio que Pando le gritó al entonces secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde: “Me voy a encargar yo de hacerte mierda” y lo amenazó con el gesto de llevarse la mano a la garganta, como si fuera un cuchillo.

Y concluye: “Ambas testigos dijeron que la sociedad debe entender que Cecilia es una madre de familia numerosa y honesta y que esa publicación la trastornó y avergonzó, tanto a ella como a sus hijos. La Magi dijo que la contratapa de Barcelona en cuestión  era como “describir una violación”. Es curioso, porque en la Megacausa de La Perla las ex detenidas-desaparecidas Patricia Astelarra y Susana Sartre, entre otras, describieron ante la Justicia cómo habían sido violadas en el centro clandestino de detención donde trabajaba de torturador en jefe el esposo de Magi.”

VI

En febrero de 2006 el redactor jefe de Charlie Hebdo, Gérard Biard, decía en sus páginas acerca de las caricaturas: “No hay que herir la fe de los creyentes, nos dicen personas razonables y los empresarios que temen el boicot. Estamos abiertos al debate. Pero, dado el debate, hará falta que ciertos creyentes cesen de responder al lápiz y a la pluma con el puñal y el cinturón de explosivos”.

“Si la fe levanta montañas, son montañas de cadáveres. Cuántos libros y periódicos deberemos quemar para aplacar la sed de los fanáticos religiosos. Intentamos analizar la polémica y sus consecuencias. Con objeto de mostrar que la libertad de expresión debe ser más fuerte que la intimidación. La tolerancia no es indiferencia”.

VII

En su visita a Bahía Blanca en noviembre de 2010, con motivo de la presentación de la muestra itinerante “Contratapas de Barcelona”, Daniel Riera fue consultado en una emisora acerca del perfil de “humor zarpado, corrosivo  y sin ningún tipo de límites de la revista”. A lo cual, Riera desafió al periodista a revisar la realidad, los dichos y hechos de muchos políticos, funcionarios, dirigentes, gente de medios, etc.,  y ver quien era en realidad el que traspasaba esos supuestos límites.

(1) http://www.prisioneroenargentina.com/

(2)http://derecho-para-todos.blogspot.com.ar/

(3)(http://laanticlase.blogspot.com.ar/)

I

(Por Luis Ponte) Un arquero que colecciona los goles más lindos que le hicieron. Un adolescente que sueña con ser estrella de fútbol, pero extraña a su familia. Un mundo sin fútbol, dentro de 400 años. Un entrenador y un mal que lo empuja a dejar su cargo, en la cima. Una sociedad injusta con miseria y diferencias de clase, mientras el fútbol sucede…

Qué surge de la cabeza de un grupo de tipos que son convocados a abandonar lo que más disfrutan y lo que mejor saben hacer – y sí que saben – , para explorar un campo de juego nuevo para ellos. Reconocidas figuras del fútbol acostumbradas a ilusionar a la gente con la pelota en sus pies, que de una, saltan del césped al escritorio.

Así nació el libro “Pelota de Papel”. Su singularidad: es el primer compilado de cuentos de fútbol escrito íntegramente por jugadores, ex jugadores, y entrenadores de este deporte. Literatura y fútbol unidos, en este caso, en contenido y título. Relatos de ficción con la mirada que sólo ellos, los que “la ven de adentro”, pueden tener. Juego de aprendizajes y desafíos. El primer cuento. En papel. Como los primeros palotes, la primer lectura… y la primer pelota.

II

El pasado miércoles 4 de mayo, se presentó finalmente en la Feria del Libro de Buenos Aires, este proyecto concebido entre Sebastián Domínguez ( jugador de Newell’s), el editor Ariel Scher y el periodista deportivo Juanky Jurado. Ellos convencieron a 24 jugadores, bajo la consigna de ser los genuinos escritores de los cuentos; sin editores, ni escritores fantasmas detrás. La excusa de este proyecto: donar todos los derechos a la Fundación Si y otra ONG uruguaya.

Entre otros figuran nada menos que Nahuel “Patón” Guzmán, Pablo Aimar, Nicolás Burdisso, Javier Mascherano, Fernando Cavenaghi, Kurt Lutman (ex – futbolista de Newell’s y autor de “El agua y el pez”), Facundo Sava, Rubén Capria, Jorge Valdano, Jorge Sampaoli, Juan Pablo Sorin y Jorge Bermúdez.

Cada cuento esta acompañado de un ilustración y de un prólogo. En los cuales intervinieron escritores o periodistas de fútbol como Alejandro Dolina, Reynaldo Sietecase, Norberto “Ruso” Verea, Eduardo Sacheri, Juan Jose Panno, Ezequiel Fernández Moores, el Chavo Fucks, Walter Vargas, Daniel Arcucci. E ilustradores como Tute, Maica, entre otros.

III

Vientre fecundo que no cesa de parir jugadores aclamados y reclamados en el mundo; tierra fértil abonada por la pluma de tipos que hicieron del cruce literario con el fútbol un género en sí mismo, el suelo rioplatense, nos entrega una lista tan extensa como exquisita en trayectoria y referentes: Fontanarrosa, Soriano, Galeano, Benedetti, y más acá Sacheri, Casas, Dolina, entre muchos otros.

Y, si sumamos América latina, Antonio Skármeta (Chile), Juan Villoro (Méjico), Bryce Echenique (Perú), y el mismo García Márquez, entre otros, dejaron sentada su doble pasión por escrito. Y sólo en ficción. Los estantes de la biblioteca futbolera se multiplican si entran ensayos, crónicas, poesía, biografías, historia, novelas, cuentos, periodismo, etc.

El periodista, narrador y editor del libro, Ariel Scher, hablando de los autores de “Pelota de Papel”, resaltó: “hicieron y demolieron todo tipo de prejuicios. Todos tenemos canales expresivos, el de la mayoría de ellos es con la pelota y con alto nivel. Acá los jugadores sólo reforzaron otro canal y con mucha alegría puedo decir que los que escribimos, aprendimos mucho de ellos, leyéndolos”.

También hay antecedentes conocidos de ex jugadores y entrenadores que decidieron volcar en papel conceptos técnicos, recuerdos, anécdotas, o inclusive ensayos más pretensiosos que escapan al propio deporte, como el caso de Jorge Valdano, entre otros.

Pero esta vez la noticia, el hecho a destacar, es que protagonistas de alta competencia de un fenómeno popular como el fútbol, se reconocen como referentes y toman conciencia de lo que pueden generar en su público como ídolos, no desde donde muchos de ellos nos tienen habituados (el juego propiamente dicho, los medios, la farándula, o temas más frívolos).

Tipos animados a pisar un terreno de juego hasta ahora desconocido para ellos, con un elemento muy distinto a la que acostumbran a hacerlo todos los domingos, conjugando desafío personal, por el esfuerzo de sentarse a hacer algo que nunca se imaginaron, y colectivo, por el sentido que tiene este proyecto: homenajear ese momento de la vida donde el papel sirve para aprender a leer y a escribir, pero también para jugar a la pelota.

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I

(Por Luis Ponte) Rony, tiene 11 años. Está sentado sobre el lateral de una barcaza, en la playa de Güiria de la Costa. Sus pies no llegan al piso. El horizonte del Atlántico de fondo y un cielo cargado, son únicos testigos de su solo de trompeta. Rony cuenta admirado que se la regaló un músico de la Filarmónica de Berlín, en un seminario al que fue invitado.

Joyce, nació hace 14 años. La cámara la sigue por un estrecho sendero de ladrillos y paredes sin revocar, a cielo abierto. Camina, mientras toca su violín. Cuando se detiene, detrás de ella, asoma una panorámica de su barrio, La Vega. Extenso asentamiento informal en pleno corazón de Caracas.

Daniel, tiene 12. Su audiencia son 8 a 10 pibes de su edad. Lo escuchan tocar su instrumento en la plaza del barrio de monobloques que habitan en Las Teques, capital del estado de Miranda. Cuenta que en la cucheta de su habitación duermen tres: él arriba, su hermanito abajo; y su cello, al costado.

Son escenas de “Tocar y Luchar”, documental que el director venezolano Alberto Arvelo realizó en 2006. El film refleja el espíritu y la esencia del llamado Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela.  Cuyo lema es justamente ese: Tocar y Luchar.

II

En febrero de 1975, el maestro y músico venezolano José Antonio Abreu reunió a una docena de músicos jóvenes como él, para tocar en público en un estacionamiento de Caracas. Ese ensayo/concierto fue el nacimiento de algo que el músico tenía en mente.  Un proyecto  innovador consagrado al rescate de la infancia y la juventud, mediante la instrucción y la práctica colectiva de la música. Capacitación, prevención y recuperación de los grupos más vulnerables del país, tanto por su edad como por su situación socio económica.

Muy rápido se convirtió en un fenómeno artístico y pedagógico musical. Dentro y fuera de Venezuela. Se multiplicaron orquestas, población de músicos jóvenes y profesores de música a lo largo y ancho del territorio. Venezuela se vió sembrada de orquestas y coros. Una poderosa red de orquestas, coros, programas especiales, escuelas de música y centros de lutería y fabricación de instrumentos musicales.

Los números ayudan a comprender la magnitud de este proyecto inédito en el mundo, que lleva 40 años: 1.681 orquestas juveniles, infantiles y pre-infantiles; 166 agrupaciones del Programa Alma Llanera, 1.389 coros infantiles y juveniles, 1.983 agrupaciones de iniciación musical que les da trabajo como personal docente a más de 10.000 profesores en los 24 estados de Venezuela.

Y sobre todo, los beneficiarios de este proyecto: más de 800.000 niños, niñas y adolescentes, que disfrutan del estudio de la música, ejecutan repertorio clásico y popular; y han sido incluidos a un sistema de formación personal rigurosa, y de conciencia coletiva, que son la razón fundamental del programa.

El 75% de ellos viven por debajo del índice de pobreza, y muchos, en pueblos alejados de las capitales. Pero el Sistema va más allá:  incluye un Programa de Educación Especial, que beneficia a jóvenes y niños con capacidades comprometidas; un Programa de Orquestas Penitenciarias, que apoya la reinserción en la sociedad de hombres y mujeres privados de libertad; y el Programa de Atención Hospitalaria, que acoge a niños y niñas con enfermedades crónicas en centros hospitalarios.

El impacto cultural y social que generó, provocó (como se ve en el filme) la admiración de consagrados de la música clásica como Placido Domingo, o Claudio Abbado. Y contagió a países que buscan disminuir sus niveles de pobreza, analfabetismo, marginalidad y exclusión en su población infantil y juvenil. Para el año 2013, había núcleos orquestales y programas de enseñanza musical inspirados en el programa venezolano en más de 35 países.

III

Buenos Aires, 29 de marzo de 2016. Calor agobiante. Cientos y cientos de profesores de música, alumnos y padres se concentran frente al Palacio Pizzurno, sede del Ministerio de Educación. Preocupados por el futuro incierto del Programa de Orquestas y Coros Infantiles y Juveniles para el Bicentenario, dependiente de dicho Ministerio, se hacen escuchar de manera literal: decenas de Orquestas del Programa, venidos de muchos puntos del país, ejecutan diversas obras al unísono. Tan impresionante como el testimonio de una de las madres:

Beatriz Galarza vino desde Dock Sud, acompañando a sus hijos Stephanie, de 12 años, que toca el violín, y Facundo, de 15, trompetista. Viven en Villa Inflamable, un barrio emplazado sobre el relleno de una zona de ciénagas, en el polo petroquímico, cerca de destilerías y depósitos de productos químicos y petroleros”, afirma al diario Página12.

Y agrega: “las orquestas sacan a los chicos de la calle; la orquesta El Docke Musical, en la que tocan mis hijos, ensaya en la escuela 67, y les cambió la vida. Tengo otros dos hijos, de 23 y 28 años. Si esto hubiera estado cuando ellos eran chicos, no hubieran llegado a la droga. Segura estoy, muy segura”. Muestra los instrumentos que sus hijos tienen para estudiar. “Son prestados, son del Estado”, aclara. “Y en casa se cuidan como si fueran de oro. Si se corta ésto, se corta todo porque, ¿cómo voy yo a comprar algo que es tan caro?”.

En la página de internet de la Dirección Nacional de Políticas Educativas, se puede leer: “El Programa de Orquestas y Coros Infantiles y Juveniles para el Bicentenario tiene como objetivos mejorar el acceso de los niños, niñas y jóvenes a los bienes y servicios culturales (….) El modelo colectivo de enseñanza musical posibilita vincular con la escuela a jóvenes que se encuentran fuera del sistema y colaborar con la retención de aquellos cuya permanencia se halla en situación de vulnerabilidad.”

Este Programa está(ba?) financiado por la Fundación del Banco Nación. Que en su sitio web, dice: “Disculpen las molestias estamos trabajando para Ud”. El Presidente del Banco Nación se llama Carlos Melconian.

20.000 chicos sin clases de música,  miles de docentes que no cobran desde diciembre; contratos caídos, no renovados; y escuelas que no recibieron más comunicación oficial para seguir funcionando como sedes de dichas clases. La realidad del Programa hasta el año pasado tenía vida, aunque no gozaba de la mejor salud: contratos precarizados, salarios atrasados, demoras en los pagos, etc. Desde que cambiaron las autoridades del gobierno nacional, en diciembre, su pronóstico es reservado.

IV

Bahía Blanca, 19 de abril. Docentes y madres de alumnos de la Orquesta Infanto Juvenil del Barrio Miramar (OIJBM), están autoconvocados frente al Palacio Municipal. Reclaman que los atienda el propio Intendente. Sobran los motivos: falta de respuestas por parte de las nuevas autoridades del Instituto Cultural desde diciembre pasado a los reclamos de regularización de las condiciones laborales de los profesores y personal; solución a las demandas de aumentos de retribuciones acordes a la inflación; cobertura de más cargos docentes y personal no docente de apoyo;  adquisición de nuevos instrumentos de música para los chicos; presupuesto para mantenimiento de los ya existentes; movilidad para los alumnos que asisten a las clases y a los conciertos y siguen los etcéteras.

Desde sus comienzos, la OIJBM  funcionó en diferentes lugares del Barrio Miramar hasta instalarse en la Escuela No.29, Domingo F. Sarmiento. En 2015 tuvieron una convocatoria de 62 inscriptos. Para este año esperan 80 alumnos. Los chicos vienen de los barrios Miramar, La Falda, 9 de Noviembre, Sánchez Elías, Bella Vista, Milla Mapu, Aldea Romana entre otros. Pero no hay instrumentos para todos. Niños de 4 a 6 años, en lista de espera…

Si revisamos los fundamentos y objetivos para la creación de la Orquesta Infanto Juvenil, en 2008, no escapan al espíritu y esencia de sus hermanas venezolanas:  “Convocar a niños, niñas y adolescentes de todos los ámbitos, en particular a aquellos que se encuentran en riesgo social, para que opten por la música orquestal como una alternativa para la inversión positiva del tiempo de forma que sirva de herramienta para lograr una efectiva inclusión social. Tampoco son diferentes la vocación de los docentes, el apoyo de los padres, y el compromiso de los chicos.

En el juego de las diferencias, entre el éxito de un programa que lleva 4 décadas, y que es modelo de estudio y admiración en el mundo entero; y este presente de penurias a las que se ven sometidas las Orquestas Infanto Juveniles nacionales y local, por parte de las autoridades políticas encargadas de cuanto menos escucharlas, atenderlas, acompañarlas en sus reclamos, está clarito quien desafina.

En Venezuela, la Fundación del Estado que financia el Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, se creó en 1979. Desde entonces y hasta hoy este modelo pedagógico, artístico y social tuvo y tiene apoyo permanente e irrestricto por parte del Estado venezolano. Sin importar el color político del gobierno de turno…

I

(Por Luis Ponte) La serie televisiva Dowton Abbey, se emitió en la TV británica durante 6 temporadas, entre 2010 y 2015. Rápidamente se convirtió en un suceso televisivo internacional, con numerosos premios y altos índices de rating. La tira – que se puede ver por Netflix, servicio pago para ver películas y series por internet – narra la vida de una familia aristocrática inglesa, y de sus sirvientes, en el Castillo de Dowton Abbey, Yorkshire, región de Inglaterra.

Transcurre durante la etapa que va desde el hundimiento del Titanic, hasta los años posteriores a la Primera Guerra Mundial. O sea, un mundo que reacomoda sus piezas: guerras, revoluciones, movimientos sociales, industrialización, cambios tecnológicos.  Sobre ello, una de los hallazgos de la serie: cómo los extremos que cohabitan en el castillo (nobleza y plebe), comparten resistencias a los cambios y temores de perderlo todo.

II

El último cuarto del siglo XX trajo la trasnacionalización de todo aquello que gira alrededor de la industria del deseo. Por ejemplo, el fútbol.

Las transmisiones internacionales, y el marketing de clubes, generaron algo inédito: el fanatismo remoto. Ello, abrió las puertas a un mercado sin techo de merchandising globalizado. Sumemos sponsors, derechos televisivos, nuevos medios especializados y nuevas marcas. Jugadores y clubes, devenidos en mercancía megamillonaria. Salarios e ingresos tan altos, como irreales los privilegios y el fanatismo generados.

Messi, el mejor jugador del mundo. El mejor pago. 75 millones de € anuales. 4 millones de pesos argentinos por mes. Punta de una pirámide compuesta por un selecto grupo de jugadores. La nueva aristocracia. Entre otras tantas, generadas por la fiebre de consumos masivos. Sin linaje, ni “sangre azul”, ni refinadas tradiciones cultivadas. Pero vistos y tratados como reyes y nobles. Los territorios conquistados son ahora, los campeonatos, las copas. Muchos, mueren por una foto, una firma. Verlos, tocarlos. Un planeta rendido a sus pies. Por sus pies.  El círculo virtuoso del consumo de masas.

III

Del otro lado del mostrador, los dueños el negocio. Dirigentes de clubes y de asociaciones de clubes, que hasta hace pocas décadas se involucraban desde un lado afectivo con sus clubes, sucedidos por aquéllos que vieron a las mismas entidades como trampolín de aspiraciones políticas (Berlusconi, Piñera, Macri), económicas (Florentino Pérez), etc. Y un presente, que “blanquea” (verbo no azaroso, claro) la aparición de empresarios, empresas y fondos de inversión megamillonarios, como dueños de los grandes equipos.

Dos casos, para ilustrar: Stan Kroenke, uno de  los dueños del Arsenal (Inglaterra). Y uno de los hombre más ricos de U.S.A. Acaba de comprarse un “rancho” en Texas.  Lo pagó 725 millones de dólares. Su superficie es 10 veces la de la ciudad de Buenos Aires. El otro, Román Abramovich. Dueño del Chelsea (también inglés). Poseedor de un yate personal que le costó 2.000 millones de €. Compró jugadores para su equipo en los últimos 10 años, por 3.000 millones de €. Un verdadero caso de amor por la camiseta sin límites…

Poseedores de fortunas (des)medidas en decenas de miles de millones de dólares. Jeques árabes o multimillonarios rusos, sin pasado alguno relacionado con la pelota. Pero de larga experiencia en acumular y mover capitales por encima y por debajo de la mesa.

Durante la ceremonia del Balón de Oro 2015, no hubo dirigentes de UEFA de primer rango, para entregarle el premio a Messi. Lo mismo ocurrió con los de la CONMEBOL, durante el cierre de la última Copa Sudamericana. Entre presos, renunciantes, separados de sus cargos o prófugos por cargos de soborno, evasión y tráfico de influencias. El nuevo mandamás de la FIFA, también tiene trasnparencia off-shore . De prosperar el proceso judicial en España contra Messi y su padre por evasión fiscal (y se suma ahora su cuenta off shore), tal vez él tampoco estaría para recibir su próximo premio…

Las pruebas se caen de la mesa. Ya no se discute la relación directa que hay entre concentración de capitales sin límite; manifestaciones de ostentación y lujos desmedido; abusos de poder, influencias, impunidad legal; sobornos; evasión de impuestos, fuga de divisas, empresas truchas, cuentas off-shore, paraísos fiscales, etc.

Jugadores estrellas, ídolos masivos, dirigentes encumbrados, en el medio de ese barro.

IV

Sobran los ejemplos para plantear si no es el momento de un cambio de modelo.

¿Hay alternativas? Desde el mismísimo seno del capitalismo mundial, la liga de fútbol nortemaircana, la MLS, propone otro esquema, más equitativo. En su estructura organizativa propone repartir ingresos por sponsors, derechos televisivos, recaudaciones, ingresos por ventas de jugadores, etc.,  en partes exactamente iguales entre los 20 equipos que la conforman. Los jugadores tienen tope de sueldo anual. Nadie tiene privilegios ni influencias por encima de los otros.

Mientras tanto, enfrente, hay un esquema que demuestra evidencias de agotamiento. Como en la serie inglesa, los de arriba resisten y usan sus influencias (interesados en no perder sus privilegios); los de abajo, hinchas, fanas, televidentes, etc.; los temerosos de perder la única forma que conocen, para disfrutar a sus ídolos y sus equipos los domingos.