Venezuela: todo lo que no avanza, retrocede
Una nueva avanzada de la oposición venezolana y la derecha internacional padece el gobierno bolivariano de Nicolás Maduro. Días atrás, el presidente decretó el “estado de excepción”, llamó al pueblo a participar de entrenamientos militares y a tomar las fábricas que estén paralizadas y poner presos a los empresarios que cesen la producción para “sabotear el país”. El mandatario advirtió que “llegó la hora” y que él está “listo” para tomar las empresas que hayan sido paralizadas por sus dueños, entregársela a los trabajadores y “radicalizar la revolución”.
El periodista y militante Modesto Emilio Guerrero, durante la emisión del martes pasado del programa En Eso Estamos de FM De la Calle, contextualizó las nuevas medidas y la actualidad política y social en su país. El biógrafo de Hugo Chávez escribió recientemente “Venezuela. Revolución o Derrota. Por qué retroceden los gobiernos progresistas“.
-¿Qué significa el pedido de intervención de Venezuela por parte de una fuerza internacional realizado por Álvaro Uribe y la respuesta de Nicolás Maduro?
Se da en un contexto de una presión de nuevo tipo, más bien oportuna, de parte de Estados Unidos y algunas otras fuerzas internacionales. Estados como España, algún país de Europa como Francia, pero sobre todo Estados Unidos y España están presionando fuerte para ver cómo logran completar la tercera pieza en el continente que sería Venezuela. Argentina, Brasil, Venezuela. Justamente los tres países fuertes del arco progresista, todos los demás eran débiles, pequeños.
Ese es el objetivo en términos internacionales y Uribe les viene perfecto porque no depende de nadie, es un loco suelto, es un tipo que tiene incluso problemas serios con el gobierno de Juan Manuel Santos, su ex aliado en el combate a las guerrillas y en el asesinato múltiple de centenares de miles de personas de ese país. Les viene bien porque es un ex presidente, salió con mucha alta imagen popular del gobierno, 70 u 80 por ciento, una cosa demencial para lo asesino que es pero la historia lamentablemente tiene esas cosas.
Además Uribe trabaja con una organización internacional llamada Internacionalismo para la Democracia, es una fundación que él organizó donde cobija a los miles de paramilitares desactivados que no pueden trabajar dentro de Colombia y los pone a trabajar como asesores militares para policías, por ejemplo en Paraguay o en la gobernación de la Ciudad de Buenos Aires para el entrenamiento de la policía política de la Policía Metropolitana. En Centroamérica también, tienen veinte años matando en Colombia, entonces son los que tienen más experiencia en el arte de la guerra y de asesinar. Además Uribe tiene ya paramilitares instalados en Venezuela, en San Cristóbal, ciudad fronteriza y otras dos o tres ciudades, nunca se supo bien cuántos pero son centenares. Hace dos días atraparon in fraganti a tres jefes paramilitares en San Cristóbal, se presume que tienen sus grupos, están activos.
El segundo aspecto de la respuesta de Maduro es que Venezuela vive una situación interna muy complicada en términos políticos porque la derecha interna está presionando fuerte. Uno, para que el gobierno capitule y negocie un acuerdo político con ellos. Dos, para hacer una andanada de violencia en caso de que eso no prospere, unas guarimbas nuevas, insurrección violenta. Ya lo anunció el propio Capriles: si no es por las buenas es por las malas. Eso significa tiros.
Y el gobierno que es víctima de sí mismo. Ese es el tercer aspecto, está metido en una traba interna con un colapso del sistema de consumo y depende de una red de negocios con la importación, sectores del gobierno que se han enriquecido y se han vuelto burócratas millonarios y están atados a la red de negocios de importación. Y Maduro, que no es parte de eso, lo que hace es salir por izquierda convocando a la acción -el domingo hubo muchas movilizaciones chavistas- y ahora a la militarización. Esperemos en qué concluye eso para saber qué dinámica toma.
-A la par la oposición, que durante las últimas elecciones tuvo una avanzada muy fuerte y la intención clara de ir a por el referéndum revocatorio. ¿Qué chances les quedan por esa vía?
Eso está complicadísimo porque la oposición recogió tres o cuatro o cinco veces más firmas de las requeridas por el Estado para promover un referéndum para el 2016. Aunque haya sido el doble y no cinco veces como dice la oposición, ya tiene una ventaja ganada y constituye de hecho una suerte de plebiscito por anticipado. Es una señal de que la oposición está casi segura de ganar.
¿Qué le queda al gobierno? Atrapado y casi sin salida, en una situación donde ya no es un problema de la oposición sino del voto popular, ¿qué vas a hacer? No puedes decir que el voto popular es gorila, como dicen acá, o escuálido, como decimos allá. Tiene que jugar de otra manera, entonces está haciendo cosas que me parecen incorrectas como maniobras jurídicas y procedimentales, imponerle trámites a la oposición para validarle las firmas que presentó. Eso es incorrecto, no porque sea malo o bueno moralmente, es incorrecto porque te sale mal, porque cuando tienes ese fenómeno social ya instaurado esto de las firmas es solo expresión electoral, más tarde o más temprano esa misma gente que quiere un desplazamiento del gobierno porque ni una cosa ni otra, ni radicaliza completo ni se entrega completo, esa misma gente va a votar contra ti. ¿Vas a prohibir las elecciones a gobernadores también a finales de noviembre? ¿Vas a postergarlas? (…).
El gobierno está atrapado entre haber llegado por el voto y no querer seguir por el voto. Yo no quiero que se vaya, para eso soy de la opinión de que tiene que radicalizar completamente y transformar lo que es un gobierno atrapado en un gobierno en proceso revolucionario. O sea, expropiar al pequeño grupo de gran empresas que quedan, son pequeños en la economía pero grandes en el comercio importador, y eliminarse el problema de la importación, que el Estado asuma todo eso.
Ahora, si no haces eso no te queda más que someterte a la prueba del voto. Si no, ¿qué? Entonces, el gobierno intenta llevar hasta el 22 o 23 de enero el retardo del referéndum porque al pasar de enero ya no corresponde para este año, corresponde otro procedimiento, el vicepresidente asume la presidencia. Ya no hay elecciones.
Esa trampa le puede salir caro por dos cosas. Uno, puede generar mucha violencia de la oposición militante, con apoyo activo o no de sectores de la población que antes eran chavistas. El gobierno cree que la gente es tonta, que no va a entender que le hicieron maniobras a la oposición. La otra opción es que cuando haga las elecciones de gobernadores y las parlamentarias que vienen en año y medio la reacción sea tan arrasadora que el chavismo quede colgado en el aire. No tiene salida, o radicalizas o te tienes que ir por el voto y rearmarte.
-Planta parada, planta entregada al pueblo va en esa línea.
Va en la línea de reaccionar por la vía de radicalización del proceso igual que el armamento o la práctica militar. Yo estuve en la de enero-febrero del año pasado, hicimos las prácticas con asesoría rusa. Eso está bien, pero era contra Obama. Era mucho más claro. Aquella vez el gobierno de Obama decreto a Venezuela un Estado enemigo, luego de eso se sabe que viene si no una invasión una intervención por vía de Naciones Unidas o la OEA. La propia oposición se dividió en opinión, por lo menos, en a favor y en contra porque era la Nación, la sociedad, la amenazada.
Yo lo apoyo, está bien llamar al armamento y a la práctica militar y está bien que diga que va a ocupar las fábricas que paralice o vacíe el grupo Polar, que es como hablar acá de Techint pero para alimentos nada más. Bueno, pero hágalo. Porque si renuncias y no lo haces estás colaborando con el Grupo Polar y toda la oposición en que sigan vaciando. Es como una huelga, no la puedes anunciar, la preparas, cuando la anuncias es porque la tienes ya lista.
Además, pones en una situación difícil a los movimientos sociales que se van a entusiasmar y en algún momento pueden tomar por la suya esa consigna. Si la toman por la suya y no es parte de la opinión de todo el gobierno, ¿vas a reprimir a los obreros porque tomaron las fábricas si el presidente lo dijo?
Lo que ocurre acá es que Maduro está atrapado entre tres fuerzas. Una es el sector militar que está muy corrompido y es dueño de la economía nacional. Diosdado Cabello y otros. Dos, el pueblo chavista que aun reducido en una parte de su capacidad activa es muy grande, muy fuerte, y todavía mantiene esa capacidad de acción ofensiva. Y tres, el sector acuerdista dentro y fuera del chavismo que está presionando para un acuerdo que evite la violencia. O evita la violencia revolucionaria del poder popular o evita la violencia contrarrevolucionaria de parte de un golpe de cualquier combinación. Lo veo atrapado más que convencido o decidido de ir hasta el final. Pero lo veo colocado en el correcto camino de convocar a la gente y proponer medidas radicales.
-Pensando en el libro “Venezuela, revolución o derrota. Por qué retroceden los gobiernos progresistas”, ¿qué elementos comunes encontrás en el resto de los países de Latinoamérica que han tenido ese retroceso?
Básicamente el mismo dilema expresado en cada país mediante formulaciones y prácticas distintas porque cada caso es particular, se formó con una génesis y un desarrollo propio.
Las causas que condujeron al desastre del PT en Brasil, que llevó a la derrota político parlamentaria de Dilma Rousseff en el Senado, las causas de fondo son la misma. Es haber iniciado un proceso progresista y haberlo dejado. Primero haber pactado con el equivocado que es Michel Temer, Acunha y el del PMBD, el partido de la gran burguesía brasileña. Si tú vas a hacer un gobierno con tu enemigo, aguanta después al enemigo que tienes adentro. Es más difícil sacarlo que combatirlo afuera. Segundo, las políticas aplicadas por el PT fueron claramente neoliberales y los resultados de los primeros cambios progresistas -como darle dentadura nueva a cuarenta millones de brasileño, elevar el nivel de consumo, casi de clase media, a 25 millones de trabajadores- es muy bueno, pero si no lo continúas se acaba, porque es consumo, sube y baja. Eso es lo que se acabó desde hace cuatro años cuando el país entró en crisis.
Lo mismo le pasó a Venezuela. La diferencia es que en Brasil los movimientos fueron desactivados y ahora están activados por sí mismos. En Venezuela no necesitas que convoquen a los movimientos, son activos. Pero en los dos lados, como en Argentina, al iniciar un proceso de cambios en algunos aspectos que tienen un carácter progresista y no continuarlos, no consolidarlos o integrarlos a otros dentro y fuera del país y desarrollarlos hasta el final enfrentando a los poderes que lamentablemente tienes que enfrentar, entonces esos poderes se rearman, se repotencian y terminan sacándote el poder por el voto, por la trampa, por negocios, comprándote gente o a los tiros como en Honduras y en Paraguay. En Paraguay fue el Senado el que echa a Lugo con el voto de Lugo pero antes hubo una masacre. No se comprende el golpe blando sin el golpe duro en el caso paraguayo.
Al dejarlo a mitad de camino se te devuelve. Todo lo que no avanza, retrocede.