Victoria Aure: “Es fundamental pensar qué sucede en nuestro territorio”

La abogada por la Universidad Nacional del Sur y militante del Frente Feminista Nacional y Popular fue designada como Directora General de Género del Municipio de Bahía Blanca en 2023. Aure visitó el estudio Heinrich y Loyola de FM De la Calle para referirse a lo realizado en los primeros 6 meses de gestión y a los objetivos de su área.

La funcionaria también integra la Red por el Derecho a la Identidad local.

¿Qué nos podés contar de vos, de tu trayectoria hasta llegar a asumir esta responsabilidad?

Yo arranqué con la militancia política hace tiempo, en 2011, formaba parte de la juventud, hoy ya no tanto. Ahí empecé a participar en la actividad política siempre en el peronismo/kirchnerismo. A mediados del 2017 arrancamos a construir desde el feminismo nacional y popular en ese contexto, con compañeras que venían de organizaciones, otras sueltas, y generando un frente un poco más amplios y en organización con los distintos espacios políticos que componían el Frente de Todos, la Unión por la Patria, el campo nacional y popular digamos en la vertiente peronismo o progresismo desde ese lugar.

Empezamos a participar también en asambleas feministas en un diálogo más amplio con el resto de las organizaciones políticas y sociales. Ahí empezamos a ver qué queríamos construir desde otro lugar. Sabemos que la política claramente es verticalista, que el peronismo tiene esa impronta, y nosotras entendíamos que la construcción iba más allá, construcción horizontal, diálogo permanente en la discusión y demás. Ahí empezamos a construir dentro del espacio político con esta mirada de construcción y pensar las problemáticas mirándolas desde otro lugar.

Sabemos que si bregamos por la conquista de derechos, la bandera de la justicia social que siempre tuvo nuestro espacio político, la impronta de la construcción de los feminismos también tenía que mirar y construir de una manera distinta para ver cómo podíamos también consolidar una justicia social que tuviese la impronta de ver las brechas de género y ver cómo erosionan las distintas áreas de nuestra sociedad y comunidad.

¿Y en relación al resto de los feminismos? Cuando vos hablas del feminismo nacional o popular, ¿qué caracteriza la diferencia de otras vertientes?

Nosotras creemos que todas las construcciones o vertientes feministas son muy interesantes, son necesarias, la impronta que le damos es la necesidad de pensar qué sucede en los territorios y cómo la teoría tiene que estar al servicio de la praxis y la praxis tiene que nutrirse de la teoría. Estas cuestiones creo que son fundamentales. Pensar bien qué sucede en nuestro territorio, en nuestra comunidad, con todo el avance y la lucha que generamos, que logramos la legalización del aborto, que era una agenda que quizás nos llegaba a determinado sector de la sociedad, qué sucedía con eso también en los sectores más vulnerados y cómo podíamos también llegar a la discusión en esos lugares. Todavía estamos dando, pensando, construyendo, pero más que nada va en ese sentido, ver cómo unimos teoría, territorios y pensamiento y cómo construimos de una manera más amplia posible.

Desde lo individual, cuando te toca cambiar desde la militancia a la responsabilidad como funcionaria pública, ¿qué discusiones o planteos te surgieron?

Primero una gran responsabilidad porque yo ocupo un lugar que lo fuimos abriendo colectivamente en una construcción en conjunto con el resto de las compañeras del espacio y también por afuera, la batalla creo que es colectiva. La decisión política del intendente municipal de jerarquizar el área de género y plantear un gobierno donde todas las políticas públicas tengan perspectiva de género, transversalizar, creo que es una gran decisión política impulsada desde abajo por toda la construcción y el recorrido que generamos colectivamente. Me genera la posibilidad de llevar adelante las propuestas y la mirada de ciudad que debatimos con gestiones anteriores.

Es el momento de ver qué podemos hacer, analizando cómo estaba el área del gobierno municipal, cómo podemos generar con una participación amplia. Este gobierno plantea un gobierno abierto en la cuestión social, donde haya mucha participación y ese es el desafío, nosotras convocamos siempre a las organizaciones sociales y políticas a que pensemos en conjunto y llevemos adelante en conjunto las políticas públicas. Esa concepción obsoleta de que el Estado era el único que pensaba y producía la política pública no llega a buen puerto, tenemos que identificar los problemas, buscar las soluciones y buscar que la participación sea real.

¿La herramienta ahí cuál es? ¿Es propia de la dirección o es parte de la agenda de Políticas Sociales?

En realidad, es parte de la agenda municipal, hoy en día hay varios consejos, está el Consejo de Hábitat, de Salud Mental, de Ambiente, son mesas de trabajo para pensar esas políticas públicas, hacer un diagnóstico, ver la respuesta y poner en valor todo el trabajo que desde la comunidad y las organizaciones se viene haciendo desde hace años respetando esas trayectorias. 

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¿La transversalidad cómo la abordan?

Por ejemplo, vengo de una reunión en el Teatro Municipal con el área de Urbanismo que están pensando el Código de Planeamiento. Estábamos sentadas en la mesa específicamente una de las agencias que eran Políticas Sociales, Salud, Hábitat, Ambiente y la Dirección de Género, Derechos Humanos y Accesibilidad. Esa es la operativa. Tratamos de participar en las reuniones y también las mismas áreas saben esta impronta, están de acuerdo y empiezan a pensar las políticas públicas y a tener en cuenta la perspectiva de género en lo que se viene haciendo entendiendo que la perspectiva de género es tender a consolidar una ciudad y una ciudadanía donde las brechas en materia de género empiecen a reducirse. 

Respecto de la situación y la ayuda económica, ¿cómo llegan ahí? Por la unidad sanitaria, porque concurren al Municipio o derivaciones judiciales…

Las personas se presentan de manera espontánea a los lugares de atención nuestros y el Poder Judicial nos notifica de todas las causas y resoluciones que salen a partir de las denuncias. Tuvimos nuestra primera reunión de trabajo con los juzgados de garantía y con las fiscalías y estamos en comunicación con el juez de Familia. Ante cada notificación que nos llega nos contactamos con la persona, le contamos qué es lo que le podemos brindar y ahí acompañar a la persona en lo que necesite en estas circunstancias.

Lo que tratamos siempre es que la autonomía y la autoestima crezcan. Una de las herramientas son las ayudas económicas que siempre tuvo el Municipio, nosotros también las tenemos. La verdad es que al correrse el Estado Nacional y los programas que eran de acompañamiento y asistencia económica dificulta bastante. Perdimos el programa Acompañar, que daba durante 6 meses la mitad del salario mínimo, la incertidumbre sobre qué va a pasar con el Potenciar, esas líneas ya están y es difícil de suplir. Lo nuestro es caso a caso, no hay una universalidad de esas políticas porque el presupuesto y la función municipal no va en ese sentido, siempre esas partidas vinieron de Nación. Estamos trabajando mucho con Hábitat que está desarrollando una concepción de ciudad muy interesante y una impronta de acercamiento a la ciudadanía y pensar en reconocer los conocimientos que la gente viene trayendo. Construimos a partir del temporal algunas soluciones habitacionales que realizamos junto con Hábitat y otras cuestiones que venían desde antes, las condiciones edilicias de Bahía Blanca están muy mal desde hace mucho tiempo. Hay más de 40 barrios populares donde el urbanismo y la planificación no están, el Estado municipal se corrió y la gente habitó la ciudad y resolvió los problemas como pudo. 

El refugio está pensado para situaciones de riesgo alto, de violencia por razones de género, falta poco para terminar una ampliación. Estamos pensando cómo agregar alguna cuestión que tiene que ver con los baños. Hoy hay capacidad para 16 mujeres. Estamos viendo la gran problemática habitacional, sabemos que el círculo de la violencia aísla a las mujeres, y en este contexto que está muy difícil conseguir donde ir a alquilar, estamos dando respuesta con el dispositivo nuestro y otros dispositivos municipales. Ante la violencia y un riesgo es difícil decir quién está más en riesgo que otra. Tiene que ver con cómo acompañamos de una manera más integral.

En cuanto al presupuesto, ¿pudieron intervenir en la discusión para orientar esas partidas?

Lo arrancamos, nosotros contamos con el equipo de profesionales que ya venía y que son muy buenos en lo que llevan adelante. Tenemos un equipo interdisciplinario donde hay psicólogas, abogados y abogadas que venían atendiendo situaciones de violencia particular -que eso lo seguimos realizando- y también con este mismo equipo pensar nuevos dispositivos para dar respuesta y cómo podemos mirarlo de una manera mucho más integral. Si nosotros solo atendemos a la persona para que pueda salir de la situación de violencia y lo vemos únicamente como hecho de violencia, qué sostiene las relaciones que están marcadas por una cuestión de violencia de género a lo largo del tiempo. En la estadística y en la observación se ve que es la cuestión económica. Empecemos a ver cómo podemos acompañar esa salida y generar nuevos vínculos y herramientas de capacitación e inserción laboral. Si alguien tiene un emprendimiento, ver cómo lo podemos fortalecer.

En ese camino estamos y eso tiene que ver con la transversalidad y la articulación que tenemos con otras áreas del gobierno. Si no existiera la Subsecretaría de Empleo y nuestro trabajo en conjunto, sería todo mucho más dificultoso. Si no estuviese la Agencia de Producción también. En ver la integralidad, vamos en ese camino. Tenemos que ver la previa y también la promoción y prevención. Estamos empezando a ver cómo trabajamos con masculinidades generando dispositivos, y en conjunto con las universidades empezamos la etapa de investigación, indicadores que nos permitan llevar adelante mejores políticas públicas y capacitaciones para adentro del Municipio como para el territorio. 

¿Qué nos podés contar respecto de la política en torno a masculinidades?

Algunas cositas ya empezamos a realizar, algunos talleres con referentes y con algunas comunidades. La intención nuestra es trabajar con las masculinidades en cuanto a los mandatos y los estereotipos y que todos seamos mucho más libres en cuanto a nuestras personalidades, permitirnos la emocionalidad, y también estamos trabajando con dispositivos grupales para trabajar con personas que hayan ejercido violencia entendiendo que el hombre no es violento porque es malo y es violento sino por una construcción cultural en ese sentido. Entendemos que también es difícil ser hombre o ser varón en esta cultura patriarcal, hay determinadas cuestiones que hay que cumplir si tu masculinidad empieza a estar en duda, también por eso.

Cambio de época hay, hay discursos habilitados que antes no lo estaban tanto de varones como de mujeres o de identidades feminizadas o masculinizadas, eso existe, y las respuestas varían en el rango etario, en la cuestión de hacia dónde vamos, en qué lugares vamos con los talleres, es muy variable la verdad. Yo soy abogada y no estoy de acuerdo con el punitivismo porque no resuelve nada y eso está comprobado desde siempre. La función de las penas y las cárceles no es la reinserción a la sociedad. También lo charlamos mucho con los juzgados de garantía, que ellos también dicen ‘tenemos un déficit para atender en estas situaciones, nos llegan las denuncias y tenemos que resolver las 24 horas’ y esto complejiza las respuestas que se pueden dar, pensamos en estos dispositivos de masculinidades para desarmar un poco. Entendemos que ese es el camino, la acusación no sirve aunque por supuesto tiene que haber un proceso penal ante las situaciones graves de violencia, que tiene que ser juzgado, que los femicidios merecen la pena más alta de nuestra escala penal y que los procesos tienen que ser mucho más rápido de lo que son. Es simplificar las cosas ir por el punitivismo en estas cuestiones.

¿Cómo están trabajando respecto a la comunidad LGTBIQ+ y, particularmente, la cuestión del cupo laboral trans? Las compañeras de la Asociación Civil Furias, a propósito del 1 de Mayo, estaban señalando que hay un déficit en el cumplimiento de la ordenanza.

La ordenanza tiene 4 años, hoy en día tenemos 5 personas que ingresaron por el cupo laboral trans. Hace poquito generamos la Red de Orgullo acá en Bahía Blanca, que es un programa del Ministerio de Mujeres de la provincia. El 24 de junio tenemos el segundo encuentro que es sentar a la mesa a distintas organizaciones e instituciones y charlar un poco del buen trato, del cupo laboral trans y ver cómo reconocemos y garantizamos derechos. Estamos trabajando en esa línea y retomando los vínculos con la comunidad que se había perdido bastante desde el lado municipal y con salud empezamos a trabajar. No es lo mismo la comunidad trans de hace 20 años atrás que la actualidad del colectivo. Hay un grupo de mujeres trans sobre todo que la salida era la prostitución y que trabajan hoy en día también con la prostitución y que su estado de salud y posibilidades están limitadas por la discriminación permanente. Y otro colectivo y otro rango etario que es más las pibas, los pibes y les pibes que tienen otra realidad y otras problemáticas y otras posibilidades. Estamos viendo cómo acompañamos en esos dos rangos. En la Municipalidad, la SAPEM y en Región Sanitaria también estamos trabajando. En 4 años no se hizo mucho, nosotros en 6 meses con un temporal en el medio y lo que implicó para la gestión municipal estamos por esos rumbos y pensando cómo podemos acompañar para que el privado también asegure estos lugares.

Charlabamos con Romina Pires hace unos meses cuando nos visitó que parte de lo que habían encontrado era un buen equipo pero en condiciones precarias desde un punto de vista laboral y estaban tratando de ver la forma de mejorar eso. ¿Cómo afecta a tu área esa situación particular?

Nosotros nos encontramos con un Municipio donde teníamos una planta temporaria y una planta permanente y tenía gran parte de sus trabajadores y trabajadoras contratadas de manera precarizada. Es mucha la cantidad de gente entonces vamos por parte, con el contexto económico, nosotros estamos trabajando con un presupuesto que ya está casi agotado de lo que se había planificado. Tenemos en nuestra área y dirección algunas personas que están contratadas desde hace tiempo, estamos pensando cómo podemos modificar esa situación. Respuesta inmediata no le estamos pudiendo dar pero sí en un proceso de priorizar algunas situaciones y ver cómo podemos mejorar estas situaciones.

Yo me junté con las cuidadoras del refugio y nos plantearon, y más allá de la cuestión laboral de contratación nos plantearon la necesidad de recibir capacitación y acompañamiento y lo estamos armando. Eso pone en valor la importancia de los trabajadores y trabajadoras municipales, por ahí hay un mito de que no se trabaja y la realidad es que nos encontramos con trabajadores y trabajadoras municipales altamente comprometidos con el Municipio, con su trabajo. Cuando fue el temporal todos se pusieron a disposición para ver cómo podían aportar y el compromiso que tienen, en este caso las cuidadoras de capacitarse para realizar mejor su trabajo son invaluable y tiene que ser reconocido.

Nosotros tuvimos en la oficina del refugio que no hubo pase a planta en toda la gestión de Héctor Gay habiendo gente que se jubiló. Venimos de una situación compleja en cuanto a la contratación municipal y la intención es poder reconocer y mejorar esa circunstancia.

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