“Causaron en esa esquina la muerte, asesinaron, fusilaron”
María Del Carmen Verdú, abogada, activista y militante de la CORREPI, conversó con FM De la Calle a 21 años de la represión del 19 y 20 de diciembre del 2001 la cual, bajo el gobierno de Fernando De la Rúa, dejó un saldo de casi 40 muertos, entre ellos su compañero Carlos “Petete” Almirón.
¿Qué recordás? ¿Dónde estabas hace 21 años?
Lo cuento prácticamente todos los años. Es como si estuviese pasando en este mismo momento en mi cabeza. Quienes estuvimos en el centro esa jornada del 19 a la noche y el 20 todo el día. Recordamos que había dos columnas principales, el objetivo, no charlado en ninguna asamblea pero que se había establecido de manera unánime de todas las organizaciones, era ganar la Plaza de Mayo.
Había que llegar a la Plaza de Mayo y eso era lo que supimos en la causa penal, fue la orden expresa dada por el gobierno nacional a las fuerzas de seguridad que era precisamente mantener la plaza vacía. De ahí la épica de aquellos intentos que se centraron en unos casos por avenida Mayo y en otros casos por 9 de Julio diagonal, las dos clásicas entradas a Plaza de Mayo.
A mí me tocó quedar sobre el Obelisco en esos grupos que intentaban entrar a la plaza en diagonal. Cada vez que avanzábamos, venía la oleada de gases, de disparos de goma, había que retroceder, había que chequear si había heridos, había que retomar el aire por supuesto. Sobre todo algunos que no tenemos une estado físico tan perfecto. En uno de esos movimientos de intentar entrar y volver a la plaza de la república a tomar aire para volver a intentar, me acuerdo que yo estaba sentada en el borde de esos canteros de cemento que había en esa época al rededor del Obelisco.
En un momento escuchamos hacia la derecha mirando hacia Plaza de Mayo un estruendo brutal, una columna de humo gris que se vio que cubría prácticamente toda la vereda e inmediatamente un segundo estruendo. Nos miramos con los compañeros de CORREPI y dijimos “están reprimiendo duro en avenida de Mayo”.
Lo que no sabíamos y no lo supimos hasta la madrugada siguiente fue que la secuencia que habíamos visto eran las bombas de estruendo con el humo para enmascarar a continuación los gases lacrimógenos y en tercer lugar los disparos de las escopetas del grupo de combate que estaba dirigido por el entonces subcomisario -ascendido a comisario en 2004- Ernesto Simón Weber.
Se trata del hijo de Ernesto Frimón Weber, el de la ESMA. Pero este en lugar de bonaerense, de la Policía Federal, que era quien comandaba ese grupo que disparó la descarga cerrada de escopetas cargadas con postas de goma y plomo y que causaron en esa esquina la muerte. Asesinaron, fusilaron, en avenida de Mayo en diagonal a 9 de Julio a Petete. Luego más adelante sobre Chacabuco asesinarían a Benedetto.
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¿En el objetivo de despejar la plaza qué se escondía?
Eso quedó muy claro en la causa penal, a pesar de la impunidad de la que gozó De la Rúa quedó incluso sobreseído por la Corte con el argumento de que él estaba en su despacho con las ventanas cerradas porque el ruido no lo dejaba pensar y estaba muy ocupado en cosas muy importantes de la gestión de su gobierno y no tenía radio ni televisión prendida, entonces argumentó que no sabía lo que estaba haciendo la policía y, lo que es más grave, en la Corte le creyeron.
Era el único ser vivo en América Latina que no estaba viendo en la tele o escuchando en la radio si no estaba en la Ciudad de Buenos Aires en la calle. Quedó muy claro en la causa penal que hubo varias reuniones a lo largo de ese día con distintos mandos e intermedios del gobierno de De la Rúa, en particular quienes eran sus más cercanos.
Y que la decisión que se tomó, porque lo que intentaban hacer en ese momento era negociar la única salida que veían que era algún tipo de gobierno de transición negociado con el Partido Justicialista, pero para poder hacer eso, para poder negociar un salida consensuada, necesitaba la plaza vacía.
Porque si vos tenías la plaza repleta de personas reclamando tu renuncia, no tenías espacio para negociación alguna. De allí que la orden estratégica fuera ‘vacíen la plaza’.
¿Qué avances hay en la causa?
Los ejecutores en algunos casos, por ejemplo en el caso de Petete, al no haber sido fusilados con arma de puño que son las que dejan una estría que puede ser reconocida pericialmente para ubicar el arma, sino por armas de cañón liso, que si vos no tenés el cartucho dentro del cual estaba la posta que mató no tenés como identificar cuál fue el arma que produjo la muerte. En esos casos, ni siquiera tenemos al autor material.
Desde el principio nuestro reclamo fue contra quien comandaba y gritó la orden de fuego, que era este personaje Ernesto Simón Weber. ¿Sabés cuándo fue ascendido? En julio de 2004 después de aquella represión brutal en la Legislatura cuando se produjo el primer endurecimiento de muchos que vendrían después del código contravencional, entonces nos querían vender como código de connivencia.
Lo que sí ocurrió en la causa penal fue que se logró llegar hasta el secretario de Seguridad Enrique Mathov y el jefe de la Policía Federal Rubén Santos, que fueron condenados 16 años después y estuvieron presos 15 minutos, fueron condenados con condenas ridículas.