¿Ciudadanxs de segunda?
(Por ¿Quién te Juna?) El viernes 16, vecinxs de la agrupación Inter-Barrial –conformada por los barrios: Ferro, Talleres, La Poderosa, 1810, Moresino, Thompson, Evita y Serra–, se presentaron en el Concejo Deliberante para entregar un petitorio, con el fin de que se agilicen los trámites para obtener el “certificado de vivienda familiar”.
La reunión fue con los bloques de Integración Ciudadana, Frente para la Victoria y Cambiemos; y el documento solicita que “el Ejecutivo y el HCD adhieran y respalden la entrega –de la manera más inmediata posible– del certificado de vivienda familiar” afirmó Damián Funk, referente de la organización.
Este documento, que es simbólico y no tiene valor de título de propiedad, les corresponde por haber participado del registro nacional de barrios populares realizado el año pasado. “Básicamente, es un relevamiento de 4100 asentamientos en todo el país. De esto surge que más de 800.000 familias que antes no estaban, aparecieron en el mapa. A partir de eso, se pueden diseñar políticas públicas. Este fue el primer logro”, aseguró Funk.
Más de 1.300.000 personas fueron relevadas por organizaciones como Cáritas, Techo y distintos movimientos sociales (Barrios de Pie, Corriente Clasista y Combativa, y la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular). Con la entrega de este certificado, dispuesto por decreto de Nación en el mes de mayo, lxs vecinxs podrán tramitar servicios públicos domiciliarios (agua potable, desagües cloacales, energía eléctrica y/o gasífera; redes de información: correo, telefonía, internet, tv por cable), CUIT, CUIL, realizar peticiones ante organismos públicos, entre otras cosas.
En nuestra ciudad se relevaron 13 barrios (si bien son alrededor de 30 asentamientos), dando un resultado estimado de 2500 familias, según el referente de la organización, y aseveró: “este título de posesión permite que el Estado reconozca y emplee derechos que ya tienen los vecinos que viven en estos asentamientos. Es lo que venimos diciendo hace tiempo, todxs esxs vecinxs no son ciudadanxs de segunda o tercera categoría, tienen los mismos derechos que el resto de la ciudad”.
Gisele Roche, vecina del barrio Evita, relató su situación actual: “Es uno de los barrios en los que venimos luchando hace muchísimos años… no sólo por los derechos de una familia de tener luz, agua, una cloaca –que eso ya sería soñar–, pero por lo menos la luz y el agua que es lo más importante; y el arreglo de las calles, obviamente”.
Además, agregó que el certificado de vivienda familiar “es una nueva esperanza, los vecinos podemos volver a soñar otra vez. […] a todos nos pone muy felices saber que podemos llegar a tener luz, que podemos llegar a tener agua, y un domicilio, que es lo más importante”.
Luego del temporal del fin de semana pasado, Gisele comentó que “no sólo casi se nos vuela la casa, sino que allá en el barrio se sintió muchísimo en las calles: estamos hablando de que cuesta entrar y salir. En su momento, se habló de tres etapas de entoscado y se realizó sólo una en Juncal, desde Chile hasta Thompson. El resto del barrio no tiene entoscado, y tenemos chicos discapacitados, abuelos, gente con enfermedades y como dije antes, no entra una ambulancia, no entra un remis”.
A pesar de que el petitorio sólo fue firmado por los bloques de Integración Ciudadana y Frente Para la Victoria, Cambiemos se comprometió a viajar a La Plata para agilizar los trámites. Ojalá lxs vecinxs logren obtener su ‘certificado de vivienda familiar’ a la brevedad, así el Estado continúa con el reconocimiento de los derechos (que –se supone– ya tienen), y se puede avanzar con el proceso de urbanización que tanta falta hace.