“Denunciamos al Estado argentino por la desaparición y muerte de Luciano Arruga”

Se cumplen 14 años de la desaparición seguida de muerte de Luciano Arruga, oriundo de La Matanza. Rosaura Barletta del Colectivo Familiares y Amigos, dijo a FM De la Calle que durante estos años “hemos atravesado amenazas y amedrentamientos de todo tipo de parte de la policía”.

Desde el grupo de afectos de Arruga, el cual se organizó para pedir esclarecimiento y justicia por el crimen de 2009, señalan “la cantidad de instituciones por las que él pasó estando agonizante, su cuerpo… mientras una familia lo buscaba en la justicia y en los medios de comunicación e incluso en el mismo hospital en el que había estado”.

El joven, que tenía 16 años al momento del hecho, había sido trasladado al Hospital Santojanni, al que la madre y la hermana se dirigieron esa misma noche y donde estaba siendo intervenido luego de ser arrollado por un vehículo en la General Paz. Sin embargo, no obtuvieron respuesta al brindar sus características físicas.

“Eso es algo que hoy lleva a que nosotros denunciemos al Estado argentino por la desaparición y muerte de Luciano y no solo a la Policía Bonaerense”.

Falleció en ese centro de salud el 1 de febrero y fue posteriormente enterrado, pero su cuerpo se recuperó a penas 6 años atrás.

“Eso fue a partir de un pedido, un segundo Habeas Corpus que presentamos ante la justicia”, relató y detalló que la herramienta legal dio curso a un nuevo cotejo de las huellas de Arruga con personas que estuvieron detenidas, internadas o en alguna institución esa jornada en la zona de Lomas del Mirador.

“Luciano Arruga tenía 16 años cuando fue detenido ilegalmente, secuestrado por la Policía Bonaerense. Había recibido tiempo atrás un ofrecimiento de la policía para salir a robar, se negó y eso fue lo que provocó un hostigamiento y una lógica represiva sobre él por parte de diferentes efectivos”, recordó Barletta.

Como colectivo, lograron el cierre del destacamento policial de Lomas del Mirador, “es un hecho inédito en democracia el cierre de una comisaría que funcionó como un centro clandestino de detención en democracia”.

En ese lugar, en septiembre del 2008 habían torturado a Arruga. Por ese hecho, en 2015, fue condenado el ex-policía bonaerense Julio Torales a 10 años de prisión.

Ese lugar se utiliza hoy como un espacio para la memoria, “es el espacio de Familiares y Amigos, pero de muchas personas del barrio que se acercaron para formar parte. Tiene talleres, radio, huerta”.

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