Miles piden que no asuma el ex-CEO de Syngenta
Una carta pública en la que se pide que Antonio Aracre no asuma la jefatura de asesores del presidente Alberto Fernández fue firmada por más de 16.000 personas. La iniciativa fue impulsada por referentes académicos, ambientalistas, de movimientos sociales y de cultura.
Aracre se desempeñó durante 36 años como empleado de la multinacional del agronegocio mientras que otros 12 años se desempeñó como CEO en esa compañía en los límites del sur de Latinoamérica.
Desde el sector que sostiene el reclamo plantean una situación de “puerta giratoria”: funcionarios de altos cargos del ámbito privado que comienzan a trabajar en la función pública, accediendo a la posibilidad de conquistar beneficios para las mismas.
“Este caso nos recuerda al de Juan José Aranguren, que fue CEO de la petrolera Shell desde el 2003 al 2015, año en el que fue nombrado como Ministro de Energía de la Nación en el gobierno del presidente Mauricio Macri hasta junio de 2018”, dice el comunicado.
“No es una buena noticia porque en definitiva es la consolidación, no solo la ratificación sino la profundización de un modelo de desarrollo para el país que todos estos sectores y la gente que está intentando poner en crisis esta designación ni más ni menos que como jefe de asesores del presidente de la república”, expresó Jorge Daneri, abogado de la Asociación de Abogados Ambientalistas.
En este camino, afirmó que “nos lleva a profundizar un debate que es el modelo de maldesarrollo en Argentina, que lo expresa ahora este jefe de asesores de un extractivismo voraz, ilimitado, que está simplificando el modelo de producción de la Argentina”.
Como resultado aparece “la imagen de la República Unida de la Soja en todo el Cono Sur”.
De esta manera, “este hombre expresa ese modelo donde la Argentina ha sido elegida por los procesos de este capitalismo concentrado de muy pocos productores agropecuarios”.
“No podemos más que oponernos a una designación de estas características (…). Es el mayor fabricante de eventos transgénicos y agrotóxicos del mundo y ni hablar de la Argentina. Es muy fuerte, hasta el nombre, Syngenta es ‘sin gente'”.
Por otro lado, Daneri se refirió a que cada vez menos se ve menos producciones a escala humana en el campo, casi no se ve gente, muchos lugares abandonados por todo este esquema de pool de siembra, de la concentración de la propiedad, de la expulsión de familias que durante generaciones han vivido por y para el campo”.