“Si recomponemos el canal en la misma situación tendremos exactamente el mismo problema”
Horacio Varela es ingeniero civil y docente de la Universidad Tecnológica Nacional. Entre el 2017 y 2018 elaboró, junto a otros profesionales, un informe que identificaba las principales debilidades del sistema de drenaje urbano con la propuesta de soluciones concretas para evitar el colapso en caso de lluvias extremas. Sin embargo, estas recomendaciones quedaron archivadas y nunca se aplicaron.
En el estudio mencionado, uno de los aspectos principales fue la predicción del impacto del cambio climático en la ciudad. “Sube dos grados la temperatura del ambiente a nivel global, ¿cómo impacta eso en Bahía Blanca?”. Consideraron dos escenarios principales: el aumento del nivel del mar y las inundaciones fluviales. El análisis de este último problema reveló cómo las lluvias intensas, especialmente aquellas que provienen de las sierras, podrían afectar el sistema de drenaje de la ciudad.
“La hipótesis era que una fuerte lluvia en la sierra provocaría que el arroyo transportara grandes cantidades de agua hacia la ciudad”, explicó Horacio. Sin embargo, lo que ocurrió fue muy diferente. “Llovió poco en la sierra, pero muchísimo en la ciudad y en las zonas aledañas”. Este fenómeno fue inesperado y reflejó la vulnerabilidad del sistema de drenaje urbano ante lluvias concentradas.
“Hoy el canal está erróneamente habitado muy cerca. Tendríamos que tratar de evitar esas cosas, creo que es tarde, pero hay que tratar de corregir estas cuestiones que son difíciles”.
Sobre el futuro de Bahía Blanca frente a la amenaza de las inundaciones, concluyó en que si la ciudad continúa con las mismas infraestructuras y los mismos diseños, es probable que enfrente problemas similares a los ocurridos el pasado 7 de marzo. “Si solo recomponemos el canal en la misma situación en la que estaba vamos a tener lo mismo que tuvimos”, advirtió. La clave, según él, es replantear cómo se gestiona el agua en la ciudad y cómo se diseñan las obras públicas.
La situación de Bahía Blanca pone de manifiesto la necesidad urgente de planificar mejores las infraestructuras urbanas y tomar en cuenta la vulnerabilidad de la ciudad ante el cambio climático para proteger a la población de futuros desastres naturales.