CAP: hacia una apicultura autosustentable
Integrantes de la Cooperativa Apícola Pampero (CAP), Camila Buscaglia y Facundo Baglioni, estuvieron en FM De la Calle conversando sobre su labor en la cooperativa de trabajo conformada en 2012 y asociada a la cámara de productores apícolas del sudeste bonaerense. Los productos se consiguen actualmente en la Cooperativa Obrera, alugnas dietéticas, y en Diarco.
Baglioni, quien forma parte del equipo de gestión de la cooperativa y la comisión de industrialización, comentó que la cooperativa surge por la “filosofía de agruparse para lograr un objetivo. Los técnicos habían descubierto la fórmula para un producto sanitario de la colmena (acaricida que no deja residuos en la miel y no afecta la vida de las abejas) y se conformaron así para continuar con el trabajo mancomunado”.
Respecto al acaricida orgánico ‘Aluen CAP’ se trata de un invento patentado en Argentina con licencia ya otorgada en Rusia y pedida en varios países más. Buscaglia (del área de diseño gráfico, parte de la comisión de consignación y de gestión de la cooperativa) dijo: “que sea de industria argentina es de suma importancia, la idea es poder conservarlo acá y que se exporte a otros lugares”. Además remarcó que el producto “tiene más del 95% de efectividad en cualquier clima: hay que valorar que fue descubierto en Bahía Blanca”.
Cabe destacar que lxs apicultores forman grupos en cada una de sus localidades, “se reúnen, comparten sus experiencias y tienen un asesor técnico que los acompañe. La Cámara Apícola Pampero asesora aproximadamente a veinte cooperativas. […] Eso asegura un funcionamiento colectivo en la Cámara”.
Lxs integrantes de la cooperativa aseguraron que “la actividad apícola es muy amplia y hay muchas tareas todo el año –especialmente en primavera-verano–. […] La idea es poder generar una apicultura autosustentable, […] lograr obtener miel libre de sintéticos”. Los precios de los productos se proponen en asamblea y luego son elevados a la asamblea de la Cámara para que también los aprueben.
El recambio generacional es un “grave problema porque la mayoría de los apicultores de la Cámara son grandes, de tradición familiar, enojados con la apicultura por ser un sector bastante bastardeado. Nosotros apostamos a generar más interés en la apicultura y aumentar el consumo de la miel, que tiene un índice bastante bajo en la Argentina mientras que a nivel mundial es un producto muy valioso”, afirmó Buscaglia.
Hace dos años llevan adelante charlas escolares en escuelas sobre apicultura y miel: “Dieron muchos resultados positivos; el cambio cultural es necesario hacerlo y tiene que venir acompañado de políticas públicas que favorezcan al sector, y restrinja el uso de agroquímicos”.
Baglioni aclaró que “el uso de agrotóxicos afecta a la apicultura directamente. No pueden convivir las colmenas en un campo que es fumigado con algún herbicida, fungicida o plaguicida, porque las abejas mueren y la miel se contamina. Argentina tiene un grave problema con el uso de agrotóxicos porque está muy poco regulado”.