¿Es verdaderamente beneficioso un vaso de vino al día?
Horacio Romano, médico y columnista de FM De la Calle, se refirió a la vinculación de la ingesta de alcohol con la aparición de patologías y, en base a un estudio publicado por una revista científica, aseveró que la medida de alcohol diaria no trae beneficios para la salud como se ha dicho durante años.
“La conclusión que saca el estudio es que un nivel bajo no protege contra nada -25 gramos de alcohol en la mujer y 40 o 45 en el hombre-. Esto traducido a vasos de vino es un vaso y medio de vino en la mujer y dos vasos de vino al día”, explicó.
En este sentido, analizó que “la conformación hepática y la sensibilidad de la mujer al alcohol como hemos visto en otros tóxicos ambientales es mucho mayor, por lo tanto con igual cantidad tiene más alcohol en sangre. Con igual cantidad al hombre tiene antes lesión hepática” si se pasan estas medidas por día. Si se hace los 7 días de la semana hay mayor riesgo de desarrollar enfermedades como el cáncer o cardiovasculares, además de tener una propensión mayor a padecer accidentes cerebrovasculares.
Según Romano, más de 60 gramos duplica el riesgo en la mujer.
Respecto a la idea de que un “vasito” de vino cada jornada es bueno para la salud, detalló que “no se ha podido comprobar que sea beneficioso tomarse la medida de whisky o el vaso de vino por día porque no se han visto factores de protección”. Sin embargo, más de esta medida aumenta la enfermedad. Hay algunas vitaminas, especialmente en el vino tinto que también están presentes en el chocolate amargo, que se asocian a un efecto vasodilatador.
Por otro lado, planteó que la información científica “es científica entre comillas con respecto a lo bueno que es el vino, porque si prestamos atención nos lo dice la empresa vitivinícola, la misma que no quiere alcohol 0. Vitivinícola, de cerveza o la que sea de alcohol. Son los que están poniendo las leyes, impidiendo las leyes o la ejecución de las leyes. Porque la ley está pero los controles a ver cómo nos comportamos no están”.
Romano insistió con que a la hora de tener en cuenta resultados científicos es necesario entender la metodología de los mismos. Utilizó como ejemplo el estudio del alcohol y sus efectos vasodilatadores en animales in vitro, que no aseguran que la sustancia actúe de igual forma en humanos y sus rutinas de la vida cotidiana.