Hace 50 años Vox Dei llegaba a Bahía para abrir la puerta del rock del sur argentino

Antes de que parta el 2021, queremos dar a conocer el secreto mejor guardado del rock del sudoeste bonaerense: el primer recital de rock -como movimiento- por estos lares en grandes dimensiones. Rectificamos, barajamos de nuevo y gritamos bien fuerte que antes de la llegada de Arco Iris, los Vox Dei presentaron “La Biblia” los días 24 y 25 de septiembre de 1971 en el Teatro Don Bosco. Testimonios de Willy Quiroga, músicos y público local que anduvo agitándola.

(Por Javier Tucci – @LobizondOeste)

En una nota que sacamos en este medio el pasado 29 de octubre con motivo de los 50 años de la visita de Arco Iris al Teatro Municipal, decíamos que a los días de ese hecho inaugural se presentaron los Vox Dei en el Teatro Don Bosco… pero no fue así. Resulta que aparecieron dos archivos del Diario La Nueva Provincia que fueron aportados por la Hemeroteca de la Biblioteca Bernardino Rivadavia, que ayudaron a constatar que VOX DEI -con Willy Quiroga (voz), Ricardo Soulé (guitarra, voz y violín), Rubén Basoalto (batería) y Nacho Smilari (guitarra)- presentó “La Biblia” durante los días 24 y 25 de septiembre de 1971 en el Teatro Don Bosco, o sea, antes que Arco Iris.

LNP, 24/9/71.

LNP, 25/9/71.

Con la corroboración archivística estamos en condiciones de gritar bien fuerte que fue Vox Dei quien le abrió la puerta al rock en la zona -hablo de rock como movimiento porque el rock ya venía desde mucho antes- con “La Biblia”, su segundo disco grabado durante febrero de ese año junto al guitarrista Juan Carlos “Yodi” Godoy, quien luego de ese monumental hecho se alejó de la banda y fue reemplazado por Nacho Smilari, ex guitarrista de La Barra de Chocolate quien ya había tocado en 1969 tanto en Bahía Blanca en el club Almafuerte como en Punta Alta en Kokeshi del club Rosario.

Fue tal el estruendo que significó la presentación de “La Biblia” en el Don Bosco con su concepto de unión entre el rock y las santas escrituras que hasta los estudiantes del colegio Don Bosco y el seminario La Asunción, quienes ya venían tocando o interpretando canciones beat o comerciales, darían un giro hacia la música un poco más pesada y progresiva, en simultáneo con algunas propuestas que ya eran formadoras para las identidades musicales juveniles como Pappo´s Blues, La Pesada o Manal.

“La Biblia” fue la primera obra conceptual del rock en castellano en un año donde el rock tomaba una relevancia aún mayor luego de las muertes de Brian Jones en 1969, Jimi Hendrix y Janis Joplin en 1970 y de Jim Morrison en junio de 1971. Un año en que se editaron discos memorables como Sticky Finger´s (The Rolling Stones); What´s Going On (Marvin Gaye), Hunky Dory (David Bowie), Construcao (Chico Buarque), Blue (Joni Mitchell); Who´s Next (The Who); Tapestry (Carol King); Aqualung (Jethro Tull); Led Zeppelin IV (Led Zeppelin); Imagina (John Lennon); Pearl (Janis Joplin); L.A Woman (The Doors); Master of Reality (Black Sabbath); Meddle (Pink Floyd); Santana III (Santana); Killer (Alice Cooper); Where I’m Coming From (Stevie Wonder) y Electric Warrior (T-Rex), entre algunos de una larga lista.

Por su parte, en nuestro país, en medio de ese contexto gobernado todavía por una dictadura que ya no era la de Onganía sino la de Alejandro Agustín Lanusse, Ricardo Soulé hablaba sobre “La Biblia” y le decía a la Revista Pelo: “Te digo la verdad, a mí la iglesia no me interesa. Me interesa la vida de Jesús. La iglesia por diferentes razones se ha visto necesitada de ir variando, re-interpretando La Biblia, acomodando su parecer a las circunstancias históricas de cada momento. Sin embargo yo creo que en ‘La Biblia’ está todo dicho: hasta el día de hoy está explicado. No hace falta modificarla con sutilezas. Por eso me siento conforme de haber tomado la palabra, la palabra actual, porque siento la necesidad de contar lo que piensa un muchacho de hoy sobre Jesús. No sé por qué nos hicieron llevar los textos a Monseñor Emilio Graselli (colaboracionista de la jerarquía eclesiástica con la dictadura), que creo que es el secretario de Monseñor Caggiano o algo así; no me acuerdo. Él me dijo algo que me alentó a seguir y mejorar: ‘A mí me hubiera costado tres horas explicar qué es Dios y vos apenas con un silogismo lo conseguiste ́. Él se refería a la interpretación que había escrito sobre el Génesis“.

Revista Pelo N°12,1971.

Ya no existían Almendra y Los Gatos, Manal se separaba hacia fines de ese año donde todo demostraba que aquí reinaba la ingobernabilidad y sonaba un posible retorno de Perón, quien mandaba señales desde Puerta de Hierro en España. También aparecían discos formadores como Spinettalandia y sus amigos (Luis Alberto Spinetta); El león (Manal), Pappo’s Blues (Pappo’s Blues); La Cofradía de la Flor Solar (La Cofradía de la Flor Solar) y se daban recitales multitudinarios como la segunda edición del BA Rock durante los cuatro sábados del mes de noviembre en el velódromo de Buenos Aires, hecho inédito para la época que reunió a más de 50 mil personas.

“La Biblia” y el rock en las voces del público local y sus protagonistas

Quien estuvo en el Teatro Don Bosco viendo a los surgidos en Quilmes y ya tenía algunos recitales encima es el puntaltense Cuchu Santamaría -había presenciado los shows del Trío Galleta y Los Gatos en la etapa con Pappo tanto en Punta Alta como en Bahía, inclusive siendo plomo de estos últimos en el conurbano estuvo en una fecha que compartieron con Vox Dei y Manal durante 1969-, quien desde España recordó: “Fui a una de las noches, creo que la primera, fue alucinante. Pero lo que más recuerdo es una conversación que tuve con Soulé después de la prueba de sonido en el bar del hotel donde se encontraban alojados, que fue sobre el feedback entre el público y la banda, sobre hasta qué punto la energía de la gente los levantaba y los hacía hacer cosas que a veces en el estudio no salen. Al día siguiente fui nuevamente al hotel y luego de ahí llevé a Willy Quiroga y a Basoalto al aeropuerto Comandante Espora en mi Fiat 600 destartalado. Éramos muy jóvenes y los músicos no eran estrellas, eran gente muy humilde y muy agradecida con sus seguidores”. Asimismo, el ex batero de la primera banda de temas propios de rock de Punta Alta, Alacrán y ex Stage Mánager de los Héroes del Silencio durante la gira El Mar no Cesa durante 1988/89, agregó: “Recuerdo que al día siguiente del primer show, cuando regresé a verlos al hotel, Soulé se acordaba de lo que habíamos charlado el día anterior y me dijo que le había parecido muy interesante lo hablado y hasta había podido constatar en el escenario lo que generaba la energía del público en él”.

Ohhh causalidad, los dichos de Santa María en la charla con Soulé sobre el feedback entre el músico y el público, se relacionan muchísimo a lo que Soulé y Basoalto le dicen al periodista de la Nueva Provincia al día siguiente, antes de la segunda presentación.

En tanto, Willy Quiroga, quien a fines de octubre terminó de filmar el video de la nueva versión de “Rugido de 100 mil dragones” -tema incluido en Destroyer, disco de la banda homónima de 1982 luego de la separación de Vox Dei- junto a Chizzo de La Renga y el Tano Marciello, dijo sobre la visita de Vox Dei al Don Bosco: “Aquella fue la primera ciudad a la que fuimos en una gira hacia el sur y presentamos ‘La Biblia’, nuestro segundo disco que habíamos publicado a principios de ese año. No recuerdo mucho, ha pasado medio siglo y muchísimos recitales en cualquier cantidad de ciudades. Esas noches tocamos temas de nuestro primer disco Caliente y de ‘La Biblia’ obviamente y fuimos muy bien recibidos. Después hemos ido en varias oportunidades a Bahía (1977-1980) y a Punta Alta en el 2005”. Y agregó: “A veces la memoria es esquiva y pasan los años y se te escapan algunas cosas. Por ejemplo, Santaolalla se olvidó de sus compañeros cuando hizo el documental para Netflix, donde no nombra a unos cuantos de nuestro rock argentino pero sí a varios latinoamericanos que ni siquiera -sin desmerecerlos obvio- hacen rock and roll. Tendrías que enviar ese documento de Arco Iris en Bahía a Santaolalla para que se acuerde de dónde viene”.

Un mes después de la presentación en suelo bahiense, Willy y Soulé viajaron a Nueva York y presenciaron un recital que los marcó para siempre. “Nos enteramos que Deep Purple daba un recital en el Madison Square Garden (22 de octubre de 1971) y es de imaginar nuestra excitación ante semejante oportunidad de ver a una banda de la cual éramos fanáticos. Los alrededores del Madison eran un hervidero de gente y la cola era enorme, creo que esa noche según comentarios había más de 20.000 espectadores. Cuando estábamos ya dentro y aún en la cola, nos dimos cuenta de que había otra cola paralela a la nuestra y que todos eran de color, pregunté qué significaba y me dijeron que en otra sala, ya que el Madison es un complejo, estaba Aretha Franklin y esa gente era para ella. Primero tocó una banda que no recuerdo el nombre, luego Fleetwood Mac como soporte y finalmente lo que todos esperábamos, Deep Purple. El sonido fue aplastante pero muy claro, sin distorsión, no habíamos escuchado nunca a una banda sonar así. Tocaron los temas de su álbum Deep Purple in Rock y Fireball, no podíamos creer que estábamos viviendo semejante experiencia. Cuando todo terminó nos fuimos con Ricardo casi sin cruzar palabras, como caminando en el aire (..)”, cita de Willy Quiroga extraída de http://elrefugiodelosmusicos.blogspot.com/2009/02/deep-purple-anecdotas.html.

Como dato contextual de aquel show en el Madison, no está de más mencionar que se dio un poco después del concierto por Bangladesh que George Harrison dio el 1 de agosto de 1971 y un poco antes que Deep Purple componga “Smoke on the Water“, aquella canción que nació de la bruma sobre las aguas del lago Genève la mañana del 5 de diciembre, luego del incendio que irrumpió en el show que Frank Zappa dio en el Casino de Montreux (Suiza), cuando un fan disparó un bengala contra The Mothers of Invention.

¿Pero qué estaba pasando en Bahía en aquel 1971?

Durante ese año, el multifacético Norbert Degoas batió un récord mundial de permanencia frente al micrófono en un programa solidario sin cortes junto a Juan Carlos Beltrán. Dicha transmisión fue en simultáneo por LU3 y Canal 7 de Bahía Blanca durante 80 horas, con el objetivo de recaudar fondos para el Patronato de la Infancia.

En lo referido al deporte, el 3 de julio de ese año el combinado bahiense de Básquet le ganó a la selección Yugoslava -campeones del mundo- por 78 a 75 en lo que fue la inauguración del Estadio del Club Olimpo, transformándose así en la capital nacional de este deporte.

Cabe resaltar que desde mediados de los años 60 y durante los primeros de la década de 1970, tanto en Bahía Blanca como en el mal llamado “interior del país”, el furor musical lo encarnaron algunas orquestas de Jazz que ya venían de la década del ‘50 y principios de los ’60. Luego la sintonía pasó a manos de los conjuntos beat y de música comercial, que eran la atracción de clubes y salones cada fin de semana.

En el archivo del Diario La Nueva Provincia correspondiente al sábado 25 de septiembre (lo pueden chequear ni bien arranca esta nota), el hecho destacado de ambas páginas es la entrevista a Basoalto y Soulé, donde aparecen también algunos estrenos cinematográficos, publicidades y una agenda cultural en el marco de la primavera de aquel 1971 en que la juventud todavía seguía bailando en clubes de barrio al ritmo de bandas locales como los Rinos y Los Danny´s.

El salón Bariloche de Olimpo con Los Danny’s en el escenario, 1971 (Foto extraída de la Fanpage Antiguas Fotos de Bahía Blanca y Zona)

Los Rinos a principios y finales de la década del ‘70. (Foto cedida por el ex guitarrista de Los Rinos, Eduardo Polizzi)

Según el director de cine inglés de ascendencia india, Asif Kapadia, quien dirigió ni más ni menos que la serie ‘1971’ y el documental ‘Diego Maradona’, “Mil novecientos setenta y uno es el año en que la música lo cambió todo”. Y me animaría a decir que en medio de ese mundo que ya en los sesenta había empezado a explorar y explotar con cambios políticos y culturales de la mano de los y las jóvenes, en esta parte del planeta un disco de rock comenzaba una revolución por donde se lo vea, escuche e interprete. “La Biblia” de Vox Dei fue criticada y avalada por la curia, criticada y avalada por la militancia juvenil y criticada y avalada por el mismísimo ROCK, en un tiempo donde la naranja mecánica y la Blaxploitation serían el espejo de la década con un Jesucristo Superstar a la cabeza. Eso sí, que quede bien claro… Vox Dei llegó con la lluvia del génesis, luego salió el Arco Iris.

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