Helen Turpaud y Luciana Foulkes son dos de las bahienses que el último fin de semana hicieron el 30º Encuentro Nacional de Mujeres en Mar del Plata, ayer visitaron la FM De la Calle y repasaron tres jornadas de lucha, alegría y represión patriarcal.

Helen destacó la multitudinaria participación de mujeres y advirtió que “no nos comemos ciertos versos que circulan en relación a ‘los derechos ya están’, no nos comemos el verso de la Iglesia, y es importante que eso quede claro. Es el año del #NiUnaMenos y todo esto cuaja de una manera bastante irregular por ahí en organizaciones estructuradas o en gente que no sabe hasta qué punto se entienden o no algunas cuestiones. Es todo muy heterogéneo. El balance es muy positivo a pesar de lo que nos sacude bastante, que fue la represión en la Catedral”.

Su compañera de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito y Socorristas en Red, Luciana Foulkes, agregó que “era un año especial porque estamos cumpliendo los diez de la Campaña y justamente es una muestra del sentido en que sirven estos encuentros. Si bien siempre hay una crítica de que no son resolutivos, no sé hasta qué punto sirve resolver ciertas líneas de acción en un taller donde nos encontramos personas de muy diversas procedencias políticas, pero sí son espacios donde nos encontramos muchas compañeras que venimos laburando las mismas cuestiones”.

“Estuvo muy atravesado por el #NiUnaMenos y más allá de que el final de la marcha fue un bajón, el resto estuvo muy buena. Una de las cosas más valorables es que había muchas mujeres que se iban sumando en el camino a la marcha y creo que eso tiene que ver con una conciencia que generó el trabajo de las organizaciones de años y que terminó de cerrar con el #NiUnaMenos”, opinó Luciana quien integra además el Colectivo Pueblo en Lucha.

12118922_10153384829503645_5471040054518862858_n

Al ser consultadas sobre la decena de femicidios ocurridos en los últimos días, Luciana sostuvo que “no es casual que se dé mientras las mujeres ganamos en organización y hacemos un encuentro que casi duplicó la cantidad de gente de los anteriores, se producen en la misma ciudad tres femicidios. No es una relación lineal, no matan tres mujeres porque vamos a hacer el encuentro pero sí tiene que ver con una reacción machista frente a un empoderamiento de las mujeres”.

“Nos interesa siempre marcar políticamente estos temas, el sistema funciona así, funciona reprimiendo y reprime el doble cuando empieza a haber un cuestionamiento cada vez mayor del poder hegemónico. (…) Lo de Diana Sacayán es realmente tremendo porque es una militante travesti que ha estado en todas las movidas para ampliar derechos, para luchar por la comunidad trans. Es realmente muy impactante y hay que reaccionar a eso, hay que seguir, hay que poder aprovechar el envión de saber que somos muchísimas que estamos tendiendo hacia esta lucha para poder organizarnos”, dijo Helen.

Luciana recordó que “por parte del Estado tenemos una ley contra la violencia que está muy buena pero sigue sin ser reglamentada, lo que significa que no se le asigna presupuesto y en la realidad concreta esa ley no está”.

Desde la Colectiva Feminista hicieron una evaluación sobre las respuestas municipales al #NiUnaMenos y concluyeron que “fue la foto con el cartelito pero después, ¿qué hacemos? Seguimos teniendo un refugio que alcanza para cinco personas, 50 botones antipánico, una cantidad insuficiente de los cuales la mitad no anda. A nivel institucional fue muy poco lo que cambió. Sí vemos que cambió a nivel social, que la gente comprenda el femicidio, todas las mujeres que se animaron a hablar, a ir a un encuentro de mujeres, saber que esta problemática excede el caso individual”.

Iglesia, neonazis y policías

10486524_10153384668283645_831646093150675060_nEn el audio que acompaña esta nota Helen Turpaud describió la represión a la manifestación que llegó hasta la puerta de la Catedral marplatense donde las mujeres se encontraron con una patota de católicos neonazis y policías que les dispararon con balas de goma y gases lacrimógenos y llegaron a secuestrar a tres de ellas por varias horas dentro del templo.

“Parecía realmente como si fuera una trampa por toda la secuencia de cosas: se dispersaron las compañeras, sentí el olor a gases, salí corriendo gritando ‘limón, limón’ porque había estado una vez en Chile y compañerxs allá me tiraron la del limón. Estaba medio disperso el tema pero después cayó una columna de compañeras de izquierda y había muchos chicos y chicas de la plaza que se sumaban y ahí empezaron a tirar directamente a la gente. En la corrida se tuvieron que replegar compañeras a las que hubo que ayudar, había con carritos de bebés, no es para victimizarse”, comentó Helen.

Agregó que “si la policía estaba tan interesada en proteger a la población no hubieran hecho esto, saben perfectamente lo que pasa, cómo son las marchas todos los años, no es que justo no sabían. Si querían que esto no pasara ponían un cordón de otro tipo y no pasaba, no pasa ni la barrabrava de Boca. Ya tenemos experiencia con esto, en Tucumán fue muy heavy también porque tiraron gases lacrimógenos y ahí también había infiltrados que golpearon compañeras en la marcha”.

“La diferencia acá es la absoluta declaración de principios de tener a un dirigente neonazi (Carlos Pampillón) adentro de la Catedral. También lo de arrastrar compañeras y secuestrarlas dentro de la Catedral es, como decía una compañera, presas por la policía dentro de la Catedral, ni siquiera una metáfora”, manifestó la autora de las fotos aquí publicadas.

Por su parte Luciana relató que “veíamos cómo a partir del papa Francisco empieza a haber una recomposición de los sectores más conservadores de la sociedad que se aglutinan alrededor de esa figura y ahí vimos la alianza clarísimo. Policías que salen a proteger a un dirigente neonazi y sus amigos que estaban rezando en la puerta de la Catedral. Después deteniendo compañeras ilegalmente, porque hablar de detenciones es otra cosa que hizo la organización del Encuentro cosa que nos parece importante no hacerla, no fueron detenciones porque una detención se hace en una comisaría y queda asentada en un registro. Es un secuestro, una privación ilegítima de la libertad”.