“Desde el primer día los despreciaron porque siempre fueron pobres”
“Comen pan de ayer que les da una panadería. Toman agua tibia que sale de una canilla que no les pertenece. Mis vecinos no los quieren, no de ahora, no por ladrones y no por asesinos (hasta ayer no lo eran, acá jamás se les supo un robo y nunca le faltaron el respeto a nadie). Desde el primer día los despreciaron porque siempre fueron pobres y porque son feos -“desprolijos”, en su léxico”.
Así dice el texto que publicó en su muro de Facebook Luciano Lorenzetti, docente de la Universidad Nacional del Sur y becario del CONICET, a propósito de lo ocurrido con los tres chicos menores de edad escrachados públicamente por ser supuestos autores del crimen de Agustina Bustos.
“Que los chicos no van a la escuela está más que claro porque pasan el día entero laburando, sobretodo el más grande que es al que más se le cargaron las tintas, una realidad totalmente distinta a la que por ahí se espera, en realidad no se espera, se sale a buscar y tenemos esa relación de verlos ahí y charlar con ellos y de ver muchas, pero muchas veces repetida la discriminación y el permanente ataque que se les hace, además de este en particular por la situación del homicidio, desde siempre se vio a la policía y a los automovilistas atacándolos por el solo hecho de estar ahí”, relató Lorenzetti en dialogo con FM De la Calle.
Su reflexión fue publicada antes de la aparición de nuevos testimonios que desvincularon a los pibes de la causa.
“El nuevo acusado sigue siendo un pibe, (…) la verdad no lo conozco, ni siquiera sé quién es pero dudo que su historia de vida sea muy diferente de la de estos chicos. Probablemente haya llegado en la misma situación, lo que yo apuntaba a eso, pensar un poco y ver esa realidad que es lo que empuja a estos pibes o a otros a llegar a esta situación y que somos todos un poco responsables, me indigno profundamente por el accionar de la sociedad por la búsqueda de chivo expiatorio”.
La publicación del texto fue impulsada por las declaraciones del intendente Héctor Gay respecto a que ”hay lugares a los que el Estado no puede llegar”. Lorenzetti señaló que “un poco lo que me termino de indignar cuando lo escuché, proyectos como por ejemplo el de la Orquesta Escuela de Miramar, que fueron suspendidos dos días antes que esto, me parece que eso habla a las claras de qué es lo que podemos hacer nosotros y en qué estamos limitados (…). Sin el apoyo de ese Estado (…) desde nuestros lugares es casi imposible, por ahí salvar o ayudar en algún caso particular pero la situación estructural sin la política pública entiendo que no es abarcable”.