“No queremos que clausuren el Club Sixto Laspiur”
Manifestó Walter Uranga, presidente de la institución, luego de una denuncia anónima que alertó a los inspectores municipales y que concluyó con el labrado de un acta. “No tengo quejas sobre los agentes, vinieron a cumplir con su deber, también quisieron ingresar a la casa del denunciante y no les permitió pasar para medir si los decibeles se excedían de lo permitido.
“Labraron un acta y paramos porque no queremos que nos clausuren el lugar. Esto no es un boliche bailable, es un lugar que cedemos a la cultura. […] Los recitales son “solo los sábados de 21.30 a 0 horas, no queremos funcionar como un boliche. Esto nos permite construir, es nuestro único ingreso y así les pagamos a los albañiles, no recibimos subsidio de nadie”, dijo Uranga en FM De la Calle.
El Sixto Laspiur “está abierto a cualquier tipo de expresión cultural y justo nos tocó este mal momento de decir ‘no podemos seguir y apelamos a la buena predisposición de las autoridades’” (actualmente les piden una habilitación que no pueden afrontar económicamente).
“Tenemos apoyo de un montón de gente pero en la Municipalidad no nos han atendido […] Espero que nos escuchen, no pedimos nada solo queremos hacer lo nuestro sin molestar; si hay que arreglar algo para que no genere ruido o molestia a alguien, estamos dispuestos”. Y reiteró que “estaría bueno que el estado nos escuchara. Generamos cosas hace 12 años, tenemos baby fútbol con más de 800 chicos y no tiene la repercusión que debería tener”. También brindan un taller de poesía –que aún no comenzó– a cargo de Álvaro Urrutia y Osvaldo Costiglia, y quieren seguir con el proyecto de la escuela de artes gráficas.
La idea surge de la experiencia que Walter tuvo en La Piedad: “Estábamos a punto de empezar la secundaria y jugando en la cancha de Laspiur, un compañero comentó que había entrado en La Piedad y que había imprenta, tipos móviles. Yo que siempre fui mal dibujante vi mi oportunidad de expresarme a través de letras de molde, letras de plomo y madera. […] Están surgiendo escuelas porque es un oficio lindo y la idea es que no se pierda. Es un trabajo que viene de hace 500 años”.
Señaló que cuentan con las maquinarias necesarias “gracias a la grandeza de los gráficos que nos las han dado o vendido a muy bajo precio”, y que lo mismo ocurre con la infraestructura, “teníamos pensado seguir adelante pero nos prohibieron los recitales, llegamos al encadenado de un salón de 18x5mts sumado a lo que ya tenemos”. Además, están en contacto con Fabián Castro, del Sindicato Gráfico Sureño, intentando hacer un convenio “para que vengan jubilados gráficos a dar una mano con los futuros alumnxs, que se genere un espacio descontracturado pero con la disciplina del aprendizaje”.
Finalmente agradeció “a la gente del rock, rock pesado, trash”, y comentó que la banda Asacris se reunió para tocar en el Sixto Laspiur, “fue un reencuentro de distintas generaciones. […] Esto me da un impulso para luchar, los rockeros de Bahía son gente bárbara, colaboradora, y se lo merecen”.