Listado de la etiqueta: Facundo

Luciana Giménez denunció que el oficial Salvador Pazos (foto) y otra mujer policía de Mayor Buratovich detuvieron a su hija y la golpearon en la comisaría. En diálogo con FM De la Calle, dijo que “la violentaron de tal manera que hoy le duele todo el cuerpo, la amasaron a palos”.

“Estaba en el inodoro haciendo pis, le dijo hijo de puta y la levantó de los pelos. Una persona que estuvo al lado de ella me contó lo que pasó cuando estuvo dentro del calabozo y cuando ella pidió ir al baño. No me voy a callar estas cosas, lo he escuchado con otros chicos que han ido al calabozo y los han amasado a palos como a mi hija”, afirmó.

La mujer destacó que su hija puede “contarla y vivir un día más” pero “hay chicos que ya no están más, como Facundo. No me estoy agarrando de eso, hay mucha violencia institucional, hay mucha mafia, hay drogadicción en el medio. La mafia es la misma policía de Villarino. Me han llamado para amenazarme, por eso estaba quieta, me dijeron ‘sé dónde trabajás y que tenés a tu hija'”.

“Es como dijo Cristina, nosotros somos pobres, más que la vida, ¿qué nos van a hacer?”, dijo en referencia a la madre de Facundo Castro, quien enfrenta a la Bonaerense en la búsqueda de verdad y justicia por la desaparición y muerte de su hijo.

La trabajadora del INTA Hilario Ascasubi explicó que su hija tiene consumo problemático de alcohol y drogas, el domingo se desvaneció, un vecino la ayudó a levantarse y cuando volvía a su casa se asustó al ver un patrullero e intentó ingresar a una vivienda.

“Sé que mi hija no entró a robar, lo ha hecho con violencia como lo hace en mi casa, ella tiene esos estados cuando toma alcohol. Me importa mi hija, tiene 20 años y una bebé por criar, tiene posibilidades, no me brindaron ayuda desde los 11 años hasta acá para poder internarla, ni ayuda emocional ni de ningún tipo. La vengo peleando como puedo”, dijo.

Agregó: “Nadie tiene un libro de cómo ser madre o padre, he buscado ayuda en el pueblo, en la parte de Villarino en la Comisaría de la Mujer, en la comisaría normal y en la Municipalidad donde están las asistentes sociales”.

Comentó que “en varias oportunidades me he tenido que ir de mi hogar para aislarla de toda esta gente que consume, he tenido que mandar a mi hija a Santa Rosa con su papá, siempre protegiéndola”.

El domingo a las dos de la tarde Larisa fue a hacer una consulta médica por un dolor de muelas y luego iba a caminar con una amiga. Horas después pasaron por un bar y alrededor de las 23 salió para su casa.

“Ella dice que venía sola y atrás Axel, el amigo que viene como queriendo alcanzarla. Aparentemente en algún lugar se desvanece, pasa otra amiga que le avisa a una amiga mía que estaba tirada, que había un paisano que la quería levantar. Viene para mi casa, ven el móvil de la policía, ella dice que golpea la puerta de una casa pidiendo que le abran la puerta, para mí se equivocó de domicilio porque no estaba en sus cabales, como no le abren patea la puerta para entrar porque se asustó”.

Pasada la medianoche Giménez concurrió a la comisaría y se encontró con la familia a cuyo domicilio había querido entrar su hija. “Les dije que tenía problemas, les pedí disculpas en nombre de mi hija, como mamá”.

“No me dejaron verla, empiezo a preguntar ‘¿Larisa estás bien?’. Me dice ‘sí má, acá estoy’. ¿Por qué te detuvieron?, le digo, estábamos a un paso y medio del calabozo. Me dice que no la dejan ir al baño”.

Por la mañana le llevó ropa y galletitas, “no pensé que mi hija estaba tan golpeada. (…) Parece que ella insultó, tiene esas reacciones violentas, no porque sea mi hija voy a ocultar esas cosas, pero no por eso la institución donde fue detenida tiene derecho a golpearla y maltratarla de la manera en que le pegaron y me negaron verla”.

El certificado de atención del médico policial que acompaña esta nota muestra que ayer se constataron diferentes tipos de lesiones en la cabeza, el tronco, el cuello y los miembros superiores e inferiores de la joven.

Giménez se comunicó con el Juzgado de Familia de Bahía Blanca para denunciar los hechos y pedir ayuda. Tenía que llevarla a un psiquiatra pero no podía ser en el hospital de Buratovich a donde no la habían revisado el día anterior: “¿Qué me iban a decir si volvía, que mi hija se golpeó en otro lado?”.

Hizo su descargo mediante las redes sociales y recibió el llamado de asistentes sociales, quienes le indicaron que haga la denuncia penal. “Me comunico con Luciano Peretto y Cristina Castro para ver dónde tengo que hacer la denuncia y que no tapen esta violencia institucional”.

Comentó que funcionarios municipales “aparecieron cuando estaba en la entrevista con el psiquiatra con mi hija. ¿No me podían haber esperado en mi casa como corresponde si tantas ganas tenían de hablar conmigo? Se aparecieron como si fuera una delincuente, pararon como cinco autos para sacarse una simple foto que va a andar rondando por todos lados”.

“Acá se vende porro, se vende falopa, trabajan para la policía. Pasará en todo ámbito social, pero esto es un pueblo chiquito donde todo se sabe. La cantidad de pibes que consumen, esos mismos pibes van llevando a otros, pero porque alguien grande trae la droga acá. Me da una lástima y una terrible indignación que les estén cagando la vida como lo están haciendo y no poder hacer nada”, sostuvo.

Giménez afirmó que “el pueblo tiene miedo, en las marchas de Facundo había cuarenta personas. Hay gente que tiene campo y trae carne para el consumo y no le tiene que dar explicaciones a nadie, esta gente los coimea con otro animal porque la próxima vez que te encuentren te saca todo. Así funcionan acá”.

Este domingo la Policía Bonaerense apostó un patrullero frente a la vivienda del abogado Luciano Peretto. Horas antes, Leandro Aparicio recibió una carta documento de un comisario intimándolo a abstenerse de hacer declaraciones “ofensivas y agraviantes” hacia los efectivos de la fuerza provincial.

Pedirán una medida colectiva de protección federal hacia quienes tienen relación con la causa. Peretto ya había sido amenazado por el subcomisario Pablo Reguilón. La justicia provincial abrió dos causas por los aprietes y allanamientos ilegales contra la ex novia y el ex cuñado de Facundo.

“Mi hijo entra  a mi casa diciéndome que había un patrullero en la puerta. Y era verdad. Yo no creo más en las casualidades. Cuando llamé a Asuntos Internos me dicen que es porque están haciendo un operativo en el acceso de Luro. Vivo a seis cuadras de uno de los accesos”, comentó Peretto en declaraciones a Radio Altos. 

El abogado afirmó que dejó su hogar durante la jornada pero “tuve que volver  a dormir porque no tengo otro lugar, estoy preocupado. Tengo miedo porque la semana pasada tuve que testificar en una causa por amenazas de un policía, estoy preocupado por mí, por la gente de Luro, por los amigos de Facundo”.

Peretto informó que los amigos de Facundo que brindaron testimonio en la causa son perseguidos por patrulleros, los intimidan de madrugada cuando salen de la cervecería artesanal donde trabajan, colocan coches policiales con las lucen apagadas frente a sus domicilios e incluso han sido seguidos por efectivos en sus vehículos particulares. “No le asignamos un carácter casual si no estrictamente intimidatorio”, dijo.

MÁS INFORMACIÓN SOBRE FACUNDO ASTUDILLO

Por su parte, Leandro Aparicio recibió una carta documento firmada por el comisario inspector de la Bonaerense, Miguel Ángel Reynoso, en la que lo intima a que “se abstenga de realizar actos o expresiones que resulten ofensivas y agraviantes para los integrantes de las Policías de Buenos Aires (sic)”.

El jefe policial señala que de no rectificar Aparicio sus dichos, presentará acciones por calumnias e injurias ante el fuero Criminal y Correccional y Civil y Comercial.

“Como le dice Escohotado a Andres Calamaro: ‘No hay que confundir la valentía con la temeridad’. Uno no quisiera terminar en un cementerio clandestino de la bonaerense acompañada de cadáveres sin identificar como Facundo. Ni ser empalado como Natalia Mellman, ni asesinado y desaparecido por negarse a robar como Luciano Arruga ni desaparecido en una comisaría como Miguel Bru. Ni que les pase nada a sus familiares queridos. Pero en el último lugar en el que les podría temer sería en este contexto. No voy a gastar 500 pesos ni perder media hora en ir al correo para explicarle a este sorongo los alcances del fallo Kimel. Sigamos con lo importante que es meter presos a los que asesinaron y desaparecieron a Facundo”, retrucó el abogado.

“Los tenemos rodeados”

Días atrás, Cristina Castro dijo a un equipo de FM De la Calle que viajó a Pedro Luro: “Siempre dije que la primera etapa era encontrarlo, que me lo devolvieran. Ahora me lo han devuelto, he cumplido la primera etapa, él está en casa ahora. Sé dónde buscarlo, se dónde está, tengo donde ir a llorar. Ahora sigue la otra etapa, estamos cada vez más cerca de meter a todos esos asesinos detrás de las rejas, porque son asesinos, no son más que eso”.

La madre de Facundo sostuvo que con la incorporación de los fiscales Andrés Heim y Horacio Azzolin cambió “muchísimo” el trámite de la investigación. Entre otras cosas, la escucharon por primera vez, corrieron a la Policía Federal y dieron mayor relevancia a la Datip. “Se han recuperado nuevos mensajes de los teléfonos de los policías, muchos muy incriminatorios. Estamos muy cerca ya de ellos, los tenemos rodeados”.

La injusticia y la memoria de su hijo son el motor de Cristina. “Se ensañaron con un pibe de 22 años cuando muchos de los involucrados también son pibes. Pibes que los vemos acá en Luro y jamás hubiéramos imaginado que serían tan atroces, que tuvieran la mente tan podrida y el corazón tan retorcido para hacer lo que hicieron”.

Cristina Castro reconoció una piedra turmalina que llevaba Facundo el día de su desaparición. Fue encontrada por Yatel, el perro de Marcos Herrero, en una nueva pericia al Toyota Etios -interno 20610, con patente OMP782- de la Policía Local de Bahía Blanca.

La piedra era el símbolo de un pacto de amistad entre los empleados de la cervecería artesanal Turmalina en la cual Facundo trabajó hasta el comienzo de la cuarentena. Días atrás le habían entregado una similar a su mamá.

“Fue muy contundente el elemento encontrado por la querella donde nuevamente sitúa un fundamento muy sólido en cuanto a la desaparición forzada. O Facundo estuvo adentro de este móvil por terceras personas o bien dejaron erróneamente este elemento que marcó el perro”, dijo Herrero a FM De la Calle.

El perito informó que “se trabajó sobre el patrullero Etios que ya había sido peritado por la Policía Federal y ahí fue donde Yatel específicamente tuvo una marcación muy contundente en cuanto a querer romper y desarmar los asientos sobre la parte de atrás y el baúl. Por eso en conjunto con el equipo técnico, Leandro Aparicio, Luciano Peretto y la misma Cristina pedimos mediante un recurso de amparo desarmar el vehículo”.

“De común acuerdo, la Policía Federal ha sido desafectada y lo tomó Gendarmería, que ha traído especialistas de diferentes factores para trabajar con el recurso humano. Se desarmó el auto buscando material genético, huellas dactilares y demás”.

En cuanto a su intervención con Yatel, Herrero comentó que el can “tuvo una marcación con los asientos sacados del habitáculo del Etios, nuevamente lo rompió, empezó a arrastrarlo. Se centró en la alfombra del baúl, la sacamos y el perro nuevamente tuvo determinación sobre la chapa del baúl, el perro quería tomar con su boca lo que sería un fragmento -que luego reconoció Cristina- de una piedra turmalina. Turmalina es el nombre de la cervecería donde trabajaba Facudo y que se habían regalado como un pacto de amistad”.

“Hay una total diferencia con lo que hicimos hace diez días, en cuanto al rol de la Federal. Hoy se encontraron más cabellos, hay que ver si tiene bulbo para hacer un ADN, también se encontró un proyectil debajo del asientos y lo que puede ser, esto es medida de análisis, una mancha hemática”. Los perros del K9 revisaron los elementos pero “no tuvieron una marcación activa nuevamente”.

Herrero subrayó que “otro detalle muy importante son los AVL de este patrullero que habla de que podría haber estado a 800 metros” del lugar donde fue encontrado el cuerpo de Facundo. “De hecho, estuvo mucho más cerca. Sobre las palabras de Berni de que por ahí tenía un defecto o no andaba bien, se comprobó ayer que estaban en perfecto orden y estado, repito: mucho más cerca de donde apareció la mochila y el cuerpo de Facundo, a mi parecer plantados”.

“Todos los elementos están bajo resguardo de Gendarmería y van a ser peritados en Buenos Aires. Pero es muy importante que la mamá de Facundo reconoció de inmediato este fragmento de turmalina, tiene la pequeña lámina del enganche. Días antes se juntaron con los amigos a hacer una pintada y allí recordaron este pacto de amistad que tenían en la cervecería artesanal. Estuvo uno de los fiscales acá y todos quedaron muy impactados”, dijo.

En base a lo investigado hasta aquí, Herrero insistió: “No fue un suicidio, no fue un accidente, hablamos lamentablemente de una desaparición forzada alrededor de la Policía Bonaerense”.

En cuanto a los objetos hallados el fin de semana pasado, el perito mencionó que “en la mochila se encontró la remera de Facundo, la reconoció la madre, la remera de Boca y un pantalón, tiene una pequeña quemadura en la superficie delantera como si fuera una moneda de un peso. Con mucho cuidado digo que puede ser como quemada con ácido, es extraño es redondo y tiene alrededor como quemaduras y manchas hemáticas”.

“También se encontraron los celulares y parte de la documentación. El documento oficial no está, está el carnet. Faltan otros elementos que llevaba como el pulóver y otros. Lo extraño es porqué Facundo guardaría su ropa manchada con sangre y con esos círculos como quemados. Otra cosa extraña es que se encontraron como hojas de plantas dentro de la mochila y, segundo, la mochila está intacta, si bien estaba un poco sucia no se condice con que haya estado en agua salada. Queda claro que eso ha sido plantado”.

Respecto a la pericia al patrullero de la policía de Buratovich, Herrero informó que “se determinó primero trabajar con el recurso humano y luego con los perros y hacer varios grupos. Mañana se sigue trabajando y va a llevar mucho tiempo en cuento a los reactivos químicos, las huellas dactilares y buscar material genético, se espera aprovechar al máximo el día”. La sospecha es que Facundo fue subido allí.

Se lleva a cabo una ampliación de la pericia sobre el patrullero Toyota Etios, que según el AVL, estuvo el 8 de mayo detenido durante 35 minutos y a 800 metros de donde se halló el cuerpo de Facundo Castro en Villarino Viejo.

El patrullero “perro” secuestrado en Mayor Buratovich se peritará el sábado. Ambos procedimientos contarán con el trabajo del perito Marcos Herrero y su perro Yatel.

Por otro lado, Cristina Castro reconoció las pertenencias de Facundo dentro de la mochila hallada el sábado en cercanías a Cerri. Se trata de los dos celulares, el carnet de conducir, una camiseta de Boca, dos remeras con agujeros, ropa interior, medias, un desodorante, un cepillo de dientes.

El abogado Leandro Apricio señaló a FM De la Calle que también había un pantalón “muy similar al de la foto” en la que se lo ve al joven de espaldas contra un patrullero. Los objetos serán peritados para comprobar si hay machas hemáticas o flora adherida.

Respecto de la mochila Aparicio mencionó que “resta determinar cuánto tiempo hace que estaba allí, si fue puesta allí el 8 de mayo o si fueron unos días antes de que se encuentre el cuerpo conforme los dichos de un testigo que dice haber visto luces”. 

“Queremos hacer una pericia integral a ese lugar primero porque faltan restos de Facundo, y segundo con qué nos encontramos, si es un cementerio clandestino de la Bonaerense”, mencionó.

En relación a la declaración del pescador que encontró la mochila el abogado comentó que “me llamó mucho la atención porque fui el domingo hasta ahí, lo seguí en la moto, si no lo hubiera seguido no podría jamas haber llegado. Escuchamos su relato, nos aprecio veraz, investigamos, preguntamos quien era esta persona en Cerri, me dijeron que era alguien que no se iba aprestar a esto. Le creemos que el no ha tenido nada que ver con la mochila pero entendemos que la mochila fue plantada”

Leandro Aparicio, abogado de Cristina Castro, confirmó a FM De la Calle que este medio día se tomará declaración a un pescador que encontró este sábado, en cercanías de General Cerri, una mochila con dos celulares (Blackberry y Nokia). el documento, “el carnet de conductor de Facundo Castro y unas monedas”.

El lugar en el que se habrían encontrado estos objetos, estaría ubicado a unos “quince minutos desde la estación Aguará por un camino paralelo a la vía, subiendo en algunas ocasiones a la vía y transitando por la vía algunos metros, volviendo a tomar ese camino paralelo hasta llegar a un lugar en el que hay algunas huellas de motos. Nos dice este señor -el pescador- que alguna gente va a pescar con redes cuando sube la marea. Él habría ido hasta ahí para ver si se podía ir a pescar al otro día”. Geográficamente, el sitio se encuentra “por lo menos a cinco kilómetros” del punto donde se encontró el cuerpo de Facundo, en Villarino Viejo.

Aparicio se pregunta ¿cómo aparece todo por pescadores: el esqueleto, una mochila, un maxilar?”. Sostiene que “en lo que es la causa no tenemos ninguna duda de que lo desaparece la policía de la provincia de Buenos Aires. En cuanto a cómo después aparecen las cosas, quién las planta, cómo las ponen, si alguna gente ya sabe que tiene que ir a buscarla, tenemos algunas certezas y algunas dudas”.

Ver esta publicación en Instagram

Lugar donde se encontró la mochila de Facundo

Una publicación compartida por Leandro Aparicio (@leandro.aparicio.7) el

Hoy, la querella está “tranquila, acumulando prueba. Hay seis personas en el núcleo central sobre las que hay evidencia de sobra”. Hoy habrá una reunión en la que fiscalía dará a conocer las acciones a desarrollarse en la semana.

Acerca de la accesibilidad del sitio en cuestión, el abogado sostiene que “es para gente que conoce el lugar. Ninguno de nosotros puede ir hasta ahí. Es un lugar casi inaccesible si no sabés a dónde vas. Sin un guía no podés llegar hasta ahí”.

A su vez, infirió que “había mucho interés en salir a buscar y rastrear” advirtiendo que, desde el punto de vista de la querella, creen que “hay que rastrear toda la zona pero también convocar a otros cuerpos de peritos más complejos, obviamente con Marcos Herrero, para determinar qué es lo que hay adentro de toda esa zona, si hay más cadáveres, más cuerpos, que no sabemos por qué están ahí”.

No saben si ese lugar ya estaba rastrillado dado que la fiscalía en cabeza de Santiago Ulpiano Martínez no daba información a la querella respecto de las medidas concretadas. Esta situación cesó a partir de la incorporación de los fiscales Andrés Heim y Horacio Azzolin, incorporados por la Procuraduría.

Cristina Castro confirmó Facundo usó esos modelos de celular. Ahora, las medidas de análisis de prueba sobre esos elementos las llevará adelante la DATIP.

El subcomisario Pérez (Policía Federal) comunicó a la familia de Facundo Castro que fue encontrada una mochila con dos celulares en cercanías de Cerri.

“Es una mochila, aparentemente con dos teléfonos, un Blackberry y un Nokia. Se ordenó precintar y no tocar el lugar para poder peritar el material ADN”, dijo a FM De la Calle el dr. Leandro Aparicio.

La querella está en comunicación con los fiscales del caso.

Leandro Aparicio, abogado de Cristina Castro, afirmó a FM De la Calle que “hay pericias telefónicas que marcan una señal del celular Facundo” en cercanías de la comisaría de la Policía Local de Bahía Blanca de Pacífico 281.

La “actualización” de la línea, cuyo aparato nunca fue encontrado, correspondería al 1 de mayo. Un día después de la desaparición y durante la misma jornada en la cual la oficial Siomara Flores realizaba una captura de pantalla del Facebook de la madre del joven.

A dicha sede pertenece el móvil Toyota Etios número interno 20610 que presentó movimientos sospechosos en la zona de Villarino Viejo donde apareció el cuerpo. El perro del perito Marcos Herrero detectó el olor de Facundo en su interior.

“Ese patrullero aparece el 8 de mayo en la zona donde apareció el cuerpo, el mismo día que Siomara Flores desactivó su WhatsApp”, subrayó el abogado. Agregó que “se está llenando el rompecabezas. Tenemos muchísimas más certezas de las que teníamos antes”. 

Al analizar los avances de la causa, el letrado destacó la declaración de un testigo que vio luces cuatro días antes de la aparición del cuerpo en Villarino Viejo. 

Valoró “la espontaneidad del relato ya que había mandado un mensaje a su pareja cuando vio las luces. Es una persona que está en un lugar privilegiado, que está en la Posta Inflamable, que conoce movimientos y el lugar. Pudo explicar cuándo hay luces y cuándo no. Eso es cuando se puede pescar que es en verano y no ahora, explicó cómo es la secuencia de la marea”. 

“Le llamó la atención la gran cantidad de luces durante media hora, las ve muy claras. Son luces identificables a móviles, a autos”. 

En cuanto al peritaje con perros a la camioneta Toyota Hilux de la Subestación Policial de Mayor Buratovich Aparicio afirmó que “nos dijeron hace dos días que se iba a hacer, más que nada por las ganas que tiene Marcos de volver”.

“Queremos hacer el peritaje en la comisaría en Origone y queremos peritar con el equipo de (Virginia) Creimer el lugar donde se encontraron dos esqueletos -el cuerpo de Facundo y otro más- queremos ir con los perros de Herrero”. 

Marcelo González identificó ante la justicia a tres de los cuatro policías de Villarino que lo agredieron y amenazaron para que asumiera la responsabilidad de algún delito contra Facundo Castro durante la búsqueda del joven de Pedro Luro.

A partir de la difusión de los rostros de los policías implicados en el caso, el testigo reconoció a Sosa y a Jana Curuhinca. Se trata de los efectivos que el 30 de abril infraccionaron a Facundo por violar la cuarentena. Sosa “todo el tiempo me decía que tenían que entrar a mi casa, que tenían que ver qué era lo que tenía adentro, si tenía escondido a Facundo”, dijo a FM De la Calle.  

González declaró en la Fiscalía Zonal de la dra. Leila Scavarda, en una investigación desprendida de la causa que tramita la justicia federal. La Comisión por la Memoria gestionó un habeas corpus en su favor por la persecución policial que padecía en Buratovich. “Pude salir de Villarino, estoy con custodia. Estoy esperando que este problema se resuelva para retomar mi vida habitual”.

“Entré a mi Facebook, vi la publicación y pude reconocer a uno de los policías. Es el que me llevó en el móvil esa noche que supuestamente me iba a allanar mi casa, ese tal Sosa”, aseguró.

González recordó que el 26 de junio fue convocado a la Comisaría de Mayor Buratovich donde “recibí un apriete de cuatro policías. Me tienen hasta las 23 y me dice el jefe de Pedro Luro (Fernando Grilloni) que tenía que esperar a un móvil que supuestamente eran los agentes que tenían que revisar mi casa. Llegan, una mujer policía que la puedo identificar pero que no vi fotos y este muchacho que vi en la publicación en Facebook”.

Grilloni “me amenazó que me iba a pegar, es la persona que más puedo identificar porque fue la que me hizo pasar un momento muy malo”. Por otro lado, identificó a Jana Curuhinca: “Estaba caminando en el pasillo, nerviosa, preocupada y me observaba muchísimo. Estuve 15 minutos sentado, iba y venía todo el tiempo. En la declaración pude comentar esto. Me parecía rara la actitud por cómo se comportan los policías”.

A diferencia de lo ocurrido en casa de su hermana en Bahía Blanca, en su caso el allanamiento ilegal “no llegó a concretarse porque estaba con mi grupo familiar en mi domicilio y vieron que había mucha gente de testigo”.

Sosa “todo el tiempo me decía que tenían que entrar a mi casa, que tenían que ver qué era lo que tenía adentro, si tenía escondido a Facundo.  Se quedaron 5 minutos frenados con la patrulla frente de casa, se ve que tuvieron una comunicación por teléfono y se fueron”.

La cacería de Sosa

González afirmó que anteriormente había tenido contacto con Sosa. “A principios de abril me agarraron en cuarentena porque Villarino estaba en fase 1. Esta misma persona me llevó a la comisaría, me labraron el acta y me tuvieron dos horas en un calabozo encerrado a mí y a mi sobrino. Yo en su momento no lo hice público, se me pasó por alto”.

“Ellos te veían en la calle y te metían adentro de la patrulla. Me llevaron, me sacaron todas mis pertenencias, el celular, los documentos. Me sacaron todo como si fuera un delincuente. Me metieron en un calabozo, le pusieron una esposa a la puerta para que no pudiera salir. Me tomaron fotos de frente, de espalda, se reían, se burlaban. Me han tratado muy mal. Por suerte los pude identificar e hice la denuncia correspondiente”, detalló.

González agregó que a su sobrino “le hicieron preguntas de todo tipo, le preguntaron si consumía droga, si tomaba alcohol, preguntas que no venían al tema, se supone que nos agarran porque estamos rompiendo la cuarentena”.

En aquella ocasión, antes de liberarlo, “fueron a constatar mi domicilio, charlaron con mi mujer y me llevaron con la patrulla. Me dijeron que tenía que quedarme sin salir a la calle por 15 días y tuve que cumplirlos sin poder salir porque si me agarraban de vuelta me meterían preso”.

La detención fue días antes de la desaparición de Facundo: “Estaban cazando gente, salían a buscar gente, los cargaban en la patrulla, los dejaban dentro de un calabozo. Como se porta la policía en Villarino deja mucho que desear. Yo no sé si algún funcionario público sabe”. González mencionó que su problema “no es con la policía en general” sino que “estoy en contra de estos cuatro que fueron los que me hostigaron y me amenazaron”.

Cristina Castro declaró este martes por primera vez ante la justicia federal en la causa que investiga la desaparición forzada seguida de muerte de su hijo Facundo.

El testimonio fue por videoconferencia desde Pedro Luro y fue escuchado por los fiscales Andrés Heim y Horacio Azzolin. Por pedido de Cristina al Procurador General de la Nación no participó Santiago Ulpiano Martínez.

La madre del joven describió cómo, desde el inicio de su búsqueda, fue hostigada por efectivos de la Policía Bonaerense y desoída por el titular de la Ayudantía Fiscal de Médanos, Ariel Dimas García. En el ámbito judicial el maltrato y la falta de consideración a la víctima continuaría mediante el fiscal Martínez y algunes de sus funcionaries.

Castro logró asentar la denuncia el 5 de junio luego de insistir ante efectivos de la Comisaría de Pedro Luro. El comisario Fernando Grilloni fue el primero que tuvo a cargo la supuesta pesquisa aunque permanentemente repetía que Facundo estaba en Bahía Blanca y apuntaba que la ex novia y su entorno lo tenían escondido.

“¿Qué hacés vos acá?”, fue lo primero que le dijeron en la comisaría a Luciano Peretto cuando asumió la defensa de Cristina. Mientras tanto, Grilloni encabezaba los allanamientos ilegales en la casa de la ex novia de Facundo. Por la noche se presentó en la estación de servicio en la cual trabaja la mujer y amenazó: “Me importa un sorete lo que digan las redes sociales pero fijesé lo que están diciendo porque nos están pegando por todos lados”.

Grilloni dijo que desconocía la infracción que habían labrado a Facundo, Mario Gabriel Sosa y Jana Curuhinca, por violar la cuarentena. “No le quedó otra que averiguar” y terminó mostrándole la foto de su hijo junto al patrullero, la misma que luego le esconderían hasta su filtración mediante La Brújula.

Castro recordó que un jefe policial le presentó a Siomara Flores en la comisaría: “Esta piba es la que llevó a tu hijo de Buratovich a Origone”. “Sí, lo llevé hasta allá”, dijo mirando al piso. Flores todo el tiempo estaba con un superior de apellido Catalán a su lado.

La madre de Facundo relató la obstrucción policial del ingreso a Buratovich y a Origone en el marco de los rastrillajes realizados a mediados de junio y las amenazas de Pablo Reguilón. “Ustedes no tienen nada que hacer acá, tienen que ir a Origone”, gritaba el subcomisario.

Cuando estaban en el acceso a Origone se les acercó corriendo Alberto González. El policía repetía que había parado a Facundo, que no tenía el DNI y por eso había fotografiado su carnet de conducir y mencionaba la dirección a la que se dirigía. “Delante de todos dijo que vio cómo se alejaba caminando”, afirmó Cristina. Días antes había declarado que Facundo había sido levantado por una Duster Oroch.

Al rato llegó en un patrullero de Médanos el jefe policial de Villarino, Marcos Navarrete, junto al oficial Berrios. “Le dije a Luciano: a mi flaco me lo mataron acá, ese que viene ahí es el diablo en persona, es el mismo oficial que ha maltratado y hostigado a los chicos del Semillero Cultural donde asistía Facundo”, afirmó la mujer.

En otro rastrillaje, los propios Bomberos Voluntarios de Pedro Luro que participaban con sus perros advirtieron que “algo raro” estaba pasando. Castro fue sola en esa ocasión aunque un oficial de apellido Pérez se encargó de marcarle el paso al ritmo del verdugueo policial. Era el mismo que luego aparecería en la Shell para provocarla: “Estamos gastando un montón de tiempo y recursos en un pendejo que no vale nada”.

Finalmente, Castro pudo contar a Heim y Azzolin detalles de la causa tras su paso a la justicia federal: los obstáculos y la desatención por parte del fiscal Santiago Martínez, las filtraciones de datos sobre testigos de identidad reservada y la introducción de la Testigo H mediante dos de los policías bonaerenses sospechados.

El fiscal Santiago Martínez convocó a peritos adiestradores de perros para cuestionar el trabajo de Marcos Herrero y su perro Yatel en el rastreo de la esencia de Facundo Castro en patrulleros y dependencias policiales de la Bonaerense. Mientras el rionegrino y su can encontraron el amuleto del joven de Pedro Luro en un calabozo y marcaron su olor en tres vehículos, los perros de la Federal pasaron de largo.

Herrero fue convocado por Cristina Castro por recomendación de Mónica Cid, quien esta mañana reivindicó su trabajo al recordar su intervención en la búsqueda del cuerpo de su hija Micaela, víctima de grooming seguido de femicidio.

“Vengo escuchando cada barbaridad, a un perito que dice que es imposible que después de tanto tiempo se encuentren rastros cuando Marcos volvió después de ocho meses y encontramos la billetera de (Jonathan) Luna y otros elementos. Que se lo ponga en tela de juicio a él y a la mamá es terrible. Él trabaja para la justicia, duele muchísimo, cuando la miseria de las personas hace que se piense mal, que su trabajo no es verídico. Dan pena”, dijo a FM De la Calle.

Herrero y su perro Duke encontraron el cuerpo de la niña el 28 de mayo de 2016 luego de seguir su rastro por más de 10 kilómetros. Había desaparecido el 23 de abril. Entre el 11 y el 18 de marzo de 2017 volvieron al lugar y encontraron las llaves de Mica y la billetera del femicida.

Cid recordó que en la búsqueda de su hija “habían trabajado dos perros más, trabajó K9 de Punta Alta y la Policía Federal. Nadie dio encontró nada”.

Al ser consultada acerca de los resultados negativos de los perros rastreadores de las otras fuerzas en el caso de Facundo, afirmó: “No me llama nada la atención, lamentablemente los perros no están preparados o no saben leer lo que el perro les está indicando”.

“La confirmación, que sea Facundo, es un dato importante en la causa pero la investigación debe seguir. Falta el informe de la autopsia que necesita tiempo para que los estudios complementarios puedan estar y, con eso, veremos si el cuerpo arroja alguna información más”, dijo a FM De la Calle la abogada Margarita Jarque.

La integrante del equipo jurídico de la Comisión Provincial por la Memoria afirmó que participan “como querella institucional por la preocupación que implica la desaparición forzada de personas -ahora seguida de muerte-”.

“Entendemos que esa pista principal que encontramos es a partir de la intervención policial en distintos tramos de lo que podríamos llamar el camino de Facundo del 30 de abril, pero también esa intervención policial que aparece sobradamente a posteriori, a medida que toma estado público, y a partir de la intervención indebida que tienen como fuerza auxiliar en la causa provincial”, afirmó.

Jarque dijo respecto al patrullero de la Policía Local de Bahía Blanca peritado este jueves que los datos del GPS arrojaron movimientos irregulares en “esta fecha sintomática que es el 8 de mayo que (coincide) con algo constatado que es la confirmación de la borradura de las redes de Siomara Flores y los mensajes en una especie de clave entre personal policial que todavía no encuentran una contextualización”.

En relación de los saltos de tiempo y distancia en el móvil policial bahiense destacó que “en pocas oportunidades los hemos visto y entendemos que eso tiene que ser ampliado en futuros informes, como también los horarios no han sido consignados”.

“Hemos detectado en el análisis de algunos celulares, algunas cosas que hemos puesto en análisis de la fiscalía y la jueza, por ejemplo, sobre interpretaciones de estos cruces de llamados por parte de la Policía Federal cuando su misión era bajar la información no interpretarla”, mencionó.

Acerca de las declaraciones del Ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, quien cuestionó que las querellas no hayan apelado decisiones de la jueza, Jarque argumentó que “el fiscal Martínez requiere de manera muy endeble dos imputaciones y detenciones, de Curuhinca y Sosa, solo por los mensajes crípticos, que había que dotarlos de mayor caudal probatorio. Eso no prosperó en cabeza de la jueza y eso generó el precedente en el cual luego se ampara para no otorgarnos los pedidos de detención, al momento del hallazgo del objeto”.

“Preferimos seguir dotando de información de parte de ambas querellas. Estamos fortaleciendo con un informe anticipado al Comité de Desaparición Forzada de las Naciones Unidas para poner en conocimiento a los organismos de contralor de las responsabilidades del Estado, cuál ha sido el derrotero de esta causa, cuáles son los inconvenientes que hemos tenido como querella, con demoras en decisiones que esperemos estén saldadas con la incorporación de estos dos fiscales”, finalizó.

Foto: CPM.

El abogado querellante Leandro Aparicio adelantó que la semana que viene comienza una nueva ronda de declaraciones testimoniales y que este viernes se realizaba la pericia al denominado “patrullero perro” -sin controles de GPS- secuestrado en Buratovich.

Respecto a la incorporación de dos nuevos fiscales, mencionó que “en función de lo que había hecho el fiscal (Ulpiano) Martínez, que no abonaba esta teoría, le preguntamos ¿cuál es la teoría que tienen? Desaparición forzada -nos dijeron-. La única hipótesis es la desaparición forzada. Ahora con el agravante de la muerte. Lo que se investiga es la actuación estatal, a través de la Policía de Buenos Aires”.

Aparicio destacó que “en función de los hallazgos (de restos óseos en Villarino Viejo), vamos a pedir un rastrillaje completo”. “Se encontró una mandíbula, se consultó con el Equipo Argentino de Antropología Forense y dijeron que no es la de Facundo. Anoche se encontró un cuerpo, desconocemos si pertenece a la mandíbula que se encontró hace tres días. No sabemos si son dos cuerpos o tres. O más”.

Para el letrado los análisis de los restos deberían estar a cargo del EAAF: “Yo a la Policía Federal no quiero darle nada, no confío en absolutamente nada”.

En cuanto al estudio de los registros telefónicos de los policías bonaerenses dijo que requirieron información a “la DATIP (Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal) y no a la Federal cuyos informes están incompletos y malintencionados. Se esperará para que cuando se formulen las detenciones e imputaciones sea un cuerpo orgánico y sustentado con pruebas. Nos van a permitir explicar situaciones que no sabemos porqué el fiscal hizo todo lo posible para impedir y detener las pruebas que tenemos”.

También confirmó que se encontraron capturas de pantalla del facebook de Cristina Castro en el teléfono de Siomara Flores realizadas el 1 de mayo, un día más tarde de la salida de Facundo a la ruta.

“Hay muchas cosas para saber de Siomara, las llamadas perdidas con la hermana (Jana Curuhinca) que borró de su teléfono y del vínculo de Siomara con algunas personas, otros policías”, detalló.

Por último, Aparicio comentó: “Pedimos un nuevo allanamiento al destacamento de Origone, que la jueza nos denegó. Parecía que había sangre en las paredes y queremos hacer la prueba de luminol”.

Foto: CPM.

FM De la Calle te muestra los rostros de los policías implicados en la desaparición del joven de Pedro Luro en el primer capítulo de ¿Quién mató a Facundo? Documental urgente en tiempo real.

De izquierda a derecha son Mario Gabriel Sosa, Jana Jennifer Curuhinca, Siomara Flores y Alberto González.

Sosa y Curuhinca son los primeros oficiales que toman contacto con Facundo alrededor de las 10 de la mañana del 30 de abril para infraccionarlo en Mayor Buratovich por violar la cuarentena. Sin embargo, ambos policías permitieron que el joven siguiera camino a Bahía Blanca.

Sosa es el que posa junto a Facundo, probablemente esposado, de espaldas a la cámara de Curuhinca. Cristina Castro destacó que luego de ver una y mil veces ese retrato vio a su hijo sucio, sin una zapatilla y sin la gorra que usada permanentemente.

Entre los mensajes de texto borrados que se pudieron recuperar en el marco de la causa judicial Sosa dice a Curuhinca: “Nadie va a saber que FUIMOS NOSOTROS”. En el teléfono de Jana se encontró la última foto del DNI de Castro.

Siomara Flores se involucró directamente en el supuesto traslado de Facundo desde la zona de Buratovich hasta Teniente Origone en su auto particular. A pesar de la importancia de dicha información, se tomó 41 días para contarlo en la investigación.

Mucho menos tardó en revisar y tomar capturas del Facebook de la madre de Facundo cuando esta ni siquiera sospechaba de que su hijo había desaparecido. Esto fue el 1 de mayo y, siete días después, Flores anunció a sus contactos que eliminaba su Whatsapp de su teléfono. Fue el 8 de mayo, fecha en la cual los datos del GPS de un patrullero de la Policía Local de Bahía Blanca ubican al móvil durante 35 minutos a 800 metros del lugar donde fue encontrado el cuerpo de Facundo. El patrullero estaba fuera de su rutina y del Partido de Bahía Blanca.

Flores es la tercera policía que lo ve en infracción y lo deja seguir camino a Bahía Blanca. Entre los mensajes que intercambió con Sosa y que luego borró, manifiestan “Vamos a ir todos presos”.

Es media hermana de Jana Curuhinca. Flores y Sosa son quienes introducen en la causa a la Testigo H cuando la Policía Bonaerense ya había sido apartada de la investigación por las sospechas sobre su accionar.

Alberto González fue calificado por la querella como “el alumno que no aprendió la lección”. Es el último policía que está en contacto con Facundo en el KM750 de la Ruta 3. Llega hasta allí luego de la denuncia de un matrimonio que ve al joven tirado en el asfalto. En su celular estaba la foto del carnet de conducir de Castro, quien supuestamente ya no tenía su DNI.

En sede policial declaró que Facundo se había ido en una Renault Duster Oroch. Luego manifestó que había seguido viaje a pie. La Testigo H tiene una Honda.

A diferencia de los testigos, dice que lo llamaron porque había un nene caminando sobre el alambrado. En sus anotaciones tenía escrito el nombre de la Testigo H con quien se supone que no tuvo contacto. La mujer dice que vio a otro policía junto a él y que el patrullero estaba perpendicular a la ruta. González declaró que estaba solo y la Hilux había quedado paralela al camino tras girar en U, lo cual le habría permitido ver por el espejo retrovisor a Facundo cuando siguió camino a Bahía. Es el cuarto policía que no lo regresa a su casa a pesar de estar en infracción.

En su Puesto Policíal el perito Marcos Herrero y su perro Yatel encontraron la sandía con la vaquita de San Antonio. Se trata del amuleto que Facundo siempre llevaba consigo por ser un regalo de su abuela.

Los fiscales marcaron su decisión de continuar la investigación que “gira en torno a la desaparición forzada de Facundo Astudillo Castro seguida de muerte, con las connotaciones y particularidades que este tipo de causas conllevan y el trágico desenlace que, finalmente, se acreditó”.

(Comunicado de Fiscalía) Luego de que el Juzgado Federal Nº2 de Bahía Blanca informara que los restos encontrados el 15 de agosto corresponden a Facundo Astudillo Castro, los fiscales Santiago Ulpiano Martínez, Andrés Heim y Horacio Azzolin decidieron ayer que la totalidad del expediente y sus actuaciones anexas estén a disposición de las partes, como así también que la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (DATIP) coordine y concentre la actividad pericial, entre otras medidas adoptadas de acuerdo a los alcances de una reunión que los representantes del Ministerio Público Fiscal mantuvieron el martes con Cristina Castro Alaniz, sus abogados y la querella institucional.

Azzolin y Heim -titulares de la Unidad Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI) y subrogante de la Fiscalía General ante la Cámara Federal de Apelaciones de Bahía Blanca, y de la Procuraduría de Violencia Institucional (PROCUVIN), respectivamente- fueron designados el 28 de agosto por el procurador general de la Nación interino, Eduardo Casal, para intervenir en forma conjunta o alternada con Martínez. La decisión se plasmó en la Resolución MP 197/20.

El martes de esta semana los tres representantes fiscales mantuvieron un encuentro con la querella particular constituida por la mamá de Facundo Astudillo Castro, Cristina Adriana Castro Alaniz, sus abogados Leandro Aparicio y Luciano Peretto Ithurralde, la representante de la Comisión Provincial por la Memoria en su carácter de querella institucional, Margarita Jarque, y Malena Derdoy y Paola Rosero, directora de la Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas (DOVIC) y coordinadora del área de Violencia Policial de esa dependencia, respectivamente. En esa reunión -celebrada un día antes de que la magistrada María Gabriela Marrón notificara los resultados del cotejo de ADN realizado por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF)- las partes compartieron puntos de vista y aspectos del curso del proceso y se acordaron ciertos lineamientos para su desarrollo y continuidad; se escuchó especialmente a la mamá de Facundo, para quien se puso a disposición la continuidad y refuerzo del acompañamiento que exige el hecho objeto de investigación.

Los fiscales marcaron en su decisión de ayer que “gira en torno a la desaparición forzada de Facundo Astudillo Castro seguida de muerte, con las connotaciones y particularidades que este tipo de causas conllevan y el trágico desenlace que, finalmente, se acreditó”.

Los fiscales explicaron que las diligencias se ordenaron en función de los alcances de esa reunión y de las exigencias del estado actual de la causa, como lineamiento de trabajo para encarar la nueva etapa de la investigación.

En ese sentido, designaron a la DATIP para que concentre y coordine, en lo sucesivo, la totalidad de estudios periciales de todas las especialidades, técnicos y químicos, entre otros, que se hayan dispuesto y concluido, que se encuentren pendientes y aquellos que se proyecten ordenar. Las diversas divisiones de la Policía Federal Argentina (PFA) que están llevando a cabo análisis sobre teléfonos, equipos de geolocalización, inspecciones en espacios físicos y vehículos, libros de guardia policiales, entre otros, deberán remitirle sus informes técnicos en el estado en que se encuentren, “mediante la debida preservación de la cadena de custodia de los objetos, dispositivos y materiales objeto de pericia de que se trate”. De esa manera, será la DATIP quien sistematizará la información y hará consideraciones en el marco de un análisis integral sugerido por la PROCUVIN.

Para evitar interrupciones o traslados innecesarios, sobre ese punto se aclaró que previamente a su remisión DATIP deberá evaluar “si de acuerdo a los alcances o especificidad de algunos de ellos, su abordaje puede ser afrontado técnicamente” y, en caso contrario, “se informe inmediatamente a la investigación qué gabinete especializado entiende que podría ejecutarlo”.

Martínez, Azzolin y Heim también fijaron un cronograma para continuar recibiendo declaraciones testimoniales de manera virtual, que serán grabadas. En caso de ser necesario, quienes testifiquen y lo soliciten podrán contar con el acompañamiento de la DOVIC.

Asimismo, el equipo fiscal le hizo saber a las partes que se harán las gestiones necesarias para que en lo sucesivo la totalidad del expediente y sus actuaciones anexas estén disponibles “a través del Sistema de Gestión de Expedientes Judiciales LEX100 y, cuando eso no sea posible, se compartirán los archivos a través del servicio de nube del Ministerio Público Fiscal de la Nación”.

Esas medidas forman parte de un paquete en el que también se encuentran el repaso de una veintena de estudios periciales e informes que restan ser examinados, finalizados o realizados; requerimientos de información telefónica de agentes policiales; al Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires y sobre los móviles que circularon por la Ruta Nacional 3 entre Mayor Buratovich, Teniente Origone y General Daniel Cerri y adyacencias desde el 30 de abril pasado, entre otras.

A las 19, FM De la Calle estrenará, a través de su canal de YouTube, el primer capítulo de “¿Quién mató a Facundo? Documental urgente en tiempo real” sobre el caso de Facundo Castro.

En este primer episodio se presenta a los protagonistas del hecho de violencia institucional que conmueve a todo el país.

Facundo desapareció el 30 de abril y ayer el Equipo Argentino de Antropología Forense confirmó que los restos encontrados en la zona de Villarino Viejo pertenecen al joven.

“Tiene que ver no solo con cuáles son las líneas de investigación sino con una lectura del caso. Fuimos a investigar a Pedro Luro, fuimos a Villarino, estuvimos en Origone, estuvimos en el recorrido de la querella en Buenos Aires y ahí nadie dice que la policía es una institución encantadora, que si usted comete una imprudencia de tránsito le dice ‘siga siga’, como se viene diciendo”, comentó el realizador Federico Randazzo.

Agregó que “pudimos confirmar que Facundo era un chico politizado, involucrado en la lucha por los derechos humanos y con un compromiso hacia la calidad de la democracia. Desde mi punto de vista es muy claro a dónde están las responsabilidades y hacia dónde dirigir la investigación”.

“¿Quién mató a Facundo?” es una producción colectiva del equipo periodístico de FM De la Calle para comprender el contexto y el subtexto de un relato policial y mediático que busca encubrir el pedido de justicia por Facundo, encabezado por su mamá, Cristina Castro.

La Policía Federal peritó ayer el patrullero secuestrado en la Superintendencia de la Policía Local de Pacífico 281 en el marco de la causa que investiga la desaparición forzada -seguida de muerte- de Facundo Castro.

Yatel, el perro del perito de la querella Marcos Herrero, encontró una “huella de olor que lo identifica a Facundo en ese vehículo”. “Tuve que sacar al perro porque literalmente destruyó todos los asientos”, dijo a FM De la Calle.

El Toyota Etios número interno 20610, con patente OMP782, asignado a la Unidad Policial de Prevención Local de Bahía Blanca fue secuestrado a partir de un informe de Asuntos Internos solicitado por la Comisión Provincial por la Memoria.

El análisis concluyó que “las señales de GPS emitidas, darían cuenta de un recorrido efectuado el 8 de mayo del corriente año varios kilómetros alejado de su rutina, más precisamente, en cercanías del lugar donde se produjo el hallazgo (del cuerpo de Facundo) el 15 de agosto. En el punto más cercano a dicho lugar, a unos 800 metros aproximadamente, se habría detenido el móvil durante unos 35 minutos”.

Herrero describió que su pericia se realizó a partir de muestra de olor de medias de Facundo entregadas por su madre y resguardadas en el marco de la causa judicial. “Más allá de que pueda haber o no material genético, es una huella de olor que lo identifica a Facundo en ese vehículo”.

Destacó: “Decidí que me revisaran la ropa para que no haya suspicacia sobre que pueda haber plantado una prueba, me saqué la campera, todos los elementos que llevaba y me puse el traje de protección. Trabajé del lado de afuera con Yatel y después, suelto, el perro hizo una marcación de la parte de atrás del auto rompiéndolo”.

“Después pasó sobre los asientos delanteros y el baúl. En el baúl lo importante fue que quería ingresar a la parte de atrás (de la butaca), que rompió el asiento al punto tal que casi lo saca afuera. Se siguió trabajando con los reactivos. A primera vista no fue positivo de manchas hemáticas”.

El perito explicó que se determinó que “se saque el pliegue del asiento y goma espuma y se lo llevaran para trabajar en un ambiente resguardado, en laboratorio. Mi determinación como perito es que el perro estaba determinado a encontrar algo que puede estar dentro de los pliegues del asiento del vehículo”.

Herrero explicó que “el olor puede quedar encerrado en el habitáculo en ese vehículo y si no algún elemento que se me pueda haber escapado a la vista humana, un elemento de Facundo muy pequeño o minucioso en los pliegues o en la parte de abajo del asiento. Por eso es que pedimos que el fiscal autorice a desarmar el auto, en ese carácter yo me hago cargo y digo que tiene que haber un elemento mínimo”.

El perito de parte mencionó que en el relevamiento realizado ayer en la calle, frente a la sede de la Policía Federal, estaba el equipo de Cinotecnia y los perros del K9 aunque “no entiendo por qué” decidieron no utilizarlos.Si bien, fueron convocados el día del secuestro, no revisaron el interior del coche.

MÁS INFORMACIÓN SOBRE FACUNDO CASTRO ASTUDILLO

Herrero detalló en la entrevista su modalidad de trabajo y ratificó que sus perros pueden identificar los olores aun habiendo pasado tanto tiempo como lo muestra su participación en diversas causas judiciales. El fiscal Santiago Martínez convocó a otros peritos para relativizar el valor de su trabajo.

” La clave está en cómo le doy la toma de olor, cómo yo hago que el ese sistema de olor llegue a la memoria del perro”, afirmó. Para más información recomendamos escuchar su testimonio.

Patrullero perro

Herrero agregó que todavía falta peritar otro patrullero que no posee AVL ni registros de comunicaciones. La prueba podría realizarse mañana aunque estimó que se hará el lunes o martes.

Se trata de una camioneta Hilux, identificada como el “patrullero perro” de la Subestación de Mayor Buratovich sobre la cual se sospecha pudo haber intervenido en los hechos del 30 de abril.

Foto: Frente a Cano.

La Policía Bonaerense detuvo anoche a cinco militantes del Partido Obrero tendencia quienes estaban realizando una pintada exigiendo justicia por Facundo castro. Luego de ser retenides durante varias horas en la Comisaría Primera fueron liberados.

“Es un atropello, pretenden amedrentar a los jóvenes que se movilizan por este reclamo y denuncian precisamente la violencia policial que rodea el caso de la desaparición y muerte de Facundo”, aseguraron.

Organizaciones políticas, como la CTA y partidos del Frente de Izquierda, acercaron su apoyo a la sede policial de calle Berutti.

“El repudio tuvo eco en toda la provincia y la Comisión Provincial por la Memoria presentó un pedido de liberación en el Juzgado de Garantías.

Denunciamos esta provocación de la bonaerense y hacemos cargo al Intendente Gay por lo sucedido. Esta intimidación no pasará y por el contrario será un factor de repudio y convocatoria para que haya justicia por Facundo y para el juicio y castigo a todos los responsables de su muerte”.

Por otro lado, Cristina Castro difundió que durante la tarde se produjo otra detención en Carmen de Patagones. Se trató de la militante mapuche Elizabeth Loncopán, quien había participado de una pegatina de afiches exigiendo justicia por la muerte de Facundo.

Es Facundo. Todavía no sé quién filtró información hace dos días, pero ahora sí sabemos que es él. Fueron días de mucha ansiedad, sin poder dormir.

Vamos a seguir sosteniendo la caratula de desaparición forzada.

Ahora lo que espero es que los medios salgan a pedir disculpas, aunque no creo que lo hagan, porque seguían con sus placas sin importarles nada, a pesar del pronunciamiento de la jueza.

Me cuesta un montón: una cosa es decir que sentía que era Facundo, otra es asimilarlo.

Me venía preparando para esta situación, pero es una cachetada muy fuerte de la vida. La realidad me está pegando un sopapo inmenso y me cuesta sobrellevarlo, ver la cara de tristeza de mis otros hijos, a mi papá… Me cuesta un montón.

Llegó el momento de traerme a mi flaco de vuelta a casa, para luego seguir peleando, porque todo continúa hasta saber qué pasó con él.

De la Justicia sólo espero justicia. Que se saque las vendas, las orejeras y el tapabocas.

En este momento sólo diré algo que diría Facu, sus propias palabras: Memoria, Verdad y Justicia. Él lo tenía muy presente, fue su lema, por siempre y para siempre.

Que el Nunca Más, sea Nunca Más en serio.

*Carta de la mamá de Facundo.

MÁS INFORMACIÓN SOBRE FACUNDO CASTRO ASTUDILLO