Religión y democracia: cuarta edición del encuentro sobre creencias religiosas

Este martes comienza un nuevo Encuentro de la Red de Estudios Sociales Contemporáneos sobre Creencias Religiosidades y Movilidades en Patagonia en el octavo piso del Departamento de Humanidades.

“Estudiamos temas religiosos en su vinculación con la sociedad y la política”, dijo a FM De la Calle la historiadora Virginia Dominella.

Habrá mesas de diálogo y presentación de libros. Hoy a las 15 se podrá participar de la actividad titulada “Religión y política en contextos autoritarios y democráticos”, mientras que el miércoles a las 9:30 tendrá lugar el debate “Pensar las prácticas religiosas desde el espacio, las movilidades y los territorios”.  Más tarde, en el segundo día, a las 14:30 está programada la mesa “Estudios de minorías y diversidades religiosas”.

“El encuentro replica una serie de jornadas que venimos haciendo un grupo de investigadoras e investigadoras de la Patagonia, de Argentina y de Chile” , explicó.

El grupo está compuesto en su mayoría por historiadores e historiadoras.

“En septiembre de 2017 nos reunimos en Bariloche para intentar empezar a trabajar juntos en lo que tiene que ver con la investigación, con la formación de investigadores jóvenes”.

Acerca de la finalidad del evento convocado en el marco de los 40 años de democracia, agregó que “la idea es pensar en lo religioso centrado más en el catolicismo, en la Iglesia Católica, en la transición democrática en los fines de la dictadura e incluso en las décadas más recientes”.

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La aplicación PedidosYa desembarcó en Bahía y una veintena de jóvenes comenzó a hacer repartos en bicis y motos. El secretario general de ASTRAMyC, Andrés Siebenhar, dijo a FM De la Calle que la propuesta de la empresa “es la precarización total”.

“Les venden un formato de trabajo que no es el que corresponde por un convenio colectivo. Están pagando 50 pesos el envío, tienen penalización por las demoras en la entrega, el trabajador está pendiente todo el tiempo de los envíos”, comentó.

El dirigente de cadetes/as y mensajeras/os explicó que “hay 4 o 5 motos y después son 10 o 15 bicis. Lo que la empresa vende es usar la pilcha de ellos y la mochila. Todo se lo tienen que pagar los cadetes, hasta los datos móviles del teléfono para tener la base de datos, estás monitoreado todo el tiempo. Nos contaban que pagaron 1000 pesos la mochila. Tienen una zona bastante amplia, creo que es hasta Villa Mitre, 40 o 50 cuadras a la redonda”.

Respecto a las medidas de seguridad, Siebenhar dijo que “no está reglamentado, como en Buenos Aires, que hay que circular con casco, luces. Acá todavía no hay nada. Los compañeros usan su bicicleta, su moto. Todavía no hay ningún tipo de restricción”.

“El sistema es malísimo para todos, ya nuestro rubro está tercerizado, precarizado. Vienen a cumplir el mismo sistema que está vigente, por ahí el sistema operativo es diferente pero la finalidad es la misma: monotributo o en negro”.

(Por Claudia Rafael – APe) Ya es letra legal. El boletín oficial publicó la resolución 598/2019 del Ministerio de Seguridad para la creación del “Servicio cívico voluntario en valores” para “jóvenes” de 16 a 20 años. Con la firma de Patricia Bullrich, se crea de hecho aquello que tantas veces se quedó en los últimos años a mitad de camino en el Congreso. A 25 años del fin de la colimba, tras las torturas y homicidio del soldadito Omar Carrasco, y a 118 años de su creación, a través de la Ley 4301 de Servicio Militar Obligatorio destinado a la “moralización pública”, se pondrá en marcha este “servicio” en un contexto de país en el que el presente y el futuro son inasibles para siete millones y medio de chicas y chicos pobres. La gran salida –según el texto de la resolución- es impulsar medidas desde el Estado “que ofrezcan oportunidades a jóvenes para que, conforme la Ley de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, puedan desarrollar sus potencialidades y lograr la máxima satisfacción, integral y simultánea, de sus derechos y garantías”.

La Gendarmería será la que –con sus “estructuras” y “recursos humanos”- dará “oportunidades de formación a los jóvenes a través de los valores democráticos y republicanos, que suponen compromiso cívico para que conozcan sus derechos y sus responsabilidades, sus capacidades y potencialidades personales”.

La misma gendarmería que tuvo clara responsabilidad en la desaparición forzada seguida de muerte de Santiago Maldonado. Aquella que el 29 de enero de 2016, arremetió a balazos de goma y plomo contra la murga de la Villa 1-11-14: once heridos, varios de ellos niños.

La misma que exactamente dos años atrás reprimió a los trabajadores de la planta de PepsiCo Snacks de Florida que estaban luchando por su reincorporación. O que, en agosto de 2017, mató de un balazó por la espalda a un joven de 18 años que junto a otro huía después de un intento de robo.

La misma gendarmería –para entender que hay lógicas estructurales que van mucho más allá en el tiempo- que en marzo de 1996 baleó a ocho jóvenes en una esquina de Palermo Viejo y que, después, fue condenada a ocho años de cárcel.
Esa es la fuerza de seguridad a la que el Estado otorga ahora la responsabilidad de formar “en valores democráticos y republicanos” a jóvenes de 16 a 20. Por ahora, y hasta fin de año, en pruebas piloto dentro de Campo de Mayo, Mercedes, Jesús María, Santiago del Estero, Bariloche y González Catán.

Adiestrar. Adoctrinar. Forjar “las potencialidades” en aquello que Foucault definía como instituciones de encierro. Para –después de todo- vigilar y castigar. Eso sí: voluntariamente. Cuando nada es posible de ser elegido ¿qué es voluntario? ¿Qué es lo que se asiente y por qué cosas se opta en la vida cuando la calle y la ausencia de abrigo son una constante?

El Estado anuncia con grandilocuencia que hay un “compromiso con los jóvenes” que “consiste en trabajar por una Argentina sin narcotráfico, donde el resguardo de la vida y la libertad de quienes podrían encontrarse en situación de vulnerabilidad social sea prioritario”. Y pone a sus lobos rabiosos a formatear a corderos desesperados argumentando que “la gendarmería nacional viene desarrollando importantes iniciativas de cooperación con la comunidad”. En donde ejemplifica tareas que van desde repartir donaciones, actuar en inundaciones o incendios, rescatar turistas en la cordillera, ofrecer su servicio de bandas a eventos públicos “ejecutando marchas militares y música popular”. No tiene desperdicio la lectura concienzuda de la resolución.

Que ofrece formalmente una presencia activa y directa del estado en el universo de la educación. Una presencia del estado que es selectiva en los modos, en los tiempos, en los formatos y en los destinatarios. Porque los brazos represivos estatales obedecen a las voces de mando y también, debidamente, se ceban. Y actúan ejerciendo un permiso que demasiadas veces es premiado y elogiado.

Ayer se conoció el fallo de Casación por el que se confirmó la condena a siete integrantes de otras fuerzas securitarias –policía y servicio penitenciario- por “abuso sexual” y “promoción de la corrupción de menores”. Con penas de 7 a 16 años de cárcel. Contra dos hermanas que vivían en “grave estado de vulnerabilidad”. Y que eran víctimas del use y tire. Y que –según el fallo de Casación- eran consideradas “objetos para desahogar su apetito sexual” en el que no faltaba ni siquiera el uso de armas. Ellas también fueron formateadas por y para el estado.

Un estado que ahora decide con letras legales que hay que estimular “el sentido del deber”. Y por eso determina que el brazo armado institucional –el mismo que balea, que abusa, que tortura, que obedece, que asiente, que viola, que intrusa- será responsable de formar para evitar la calle, la droga, la esquina de birra y faso. Para dar un destino a imagen y semejanza a los sindestino.
Voluntariamente, dicen. Con “valores democráticos”, postulan.

Siete millones y medio de pibes siguen bajo la línea de pobreza. Y la nueva escuela de vida que para ellos abre el estado tiene colmillos de gendarme.

La integrante de Hipotecados Autoconvocados UVA, Perla Figueroa, dijo a FM De la Calle que los anuncios del gobierno nacional para “aliviar” la situación de las familias endeudadas “no son nada concreto” y destacó que el presidente sigue sin darles una audiencia.

El oficialismo sostiene que los índices inflacionarios evidencian una leve mejoría y, por ende, los créditos son un “éxito”.

“El índice UVA se cotiza todos los días con el valor del Índice de Precios del Consumidor. Una vez ganado ‘un precio’ es difícil que se retrotraiga, ¿qué servicio por más que haya bajado el dólar tuvo una baja de precio? Es bastante capcioso creer que va a tener un impacto positivo en un escenario inflacionario”.

Las familias hoy corren el riesgo de la securitización de las hipotecas. “Esto consiste en que la deuda es vendida a otro banco u organismo financiero, por lo tanto, la deuda deja de ser de quien fue tu acreedor inicial y pasa a jugar como un valor dentro de la especulación financiera. Es uno de los puntos fuertes a demandar, no solo pedían por la prohibición de la ejecución sino que también por la prohibición de la securitización de la deuda”.

El deudor es el eslabón débil en este sistema, ningún banco asume riesgos. Figueroa aseguró que “ya no solo es la cuota, sino que también la deuda se ha incrementado de tal manera que no tiene tope”.

“Eso ha significado que el valor total ha llegado a términos siderales. En 2018 una persona que tomo un crédito a 2.500.000 hoy tiene que enfrentar una deuda capital de 3.500.000 habiendo pagado todos los meses, con una cuota que inicio de 16.000 y hoy es de 28.000”.

La gobernadora Vidal anunció en abril un mecanismo de evaluación para que las cuotas de los créditos hipotecarios tomados en el Banco Provincia no excedan el 30% del salario hasta fin de año, la suspensión de ejecuciones hipotecarias por un año y la condonación de intereses punitorios.

“Eso se está aplicando de manera muy lenta. Hay que llamar a un 0800, luego son citadas al banco. Eso hace que se entorpezca un poco el proceso y que la persona pierda oportunidades de ganar a la inflación. El banco podría acelerar esos tiempos. Se pierden entre 15 y 20 días hasta que se terminan los trámites y es solo una dilatación a nuestro problema”, concluyó Figueroa.

(Por Astor Vitali) Un periodista situado a esta altura del año y a esta altura del siglo recibe la noticia de que los/as candidatos/as a ocupar el cargo de intendencia municipal aceptarán entrevistas. Lo harán en contexto electoral aún cuando las hayan negado a ese mismo periodista en otras circunstancias.

Un periodista situado a esta altura del año y a esta altura del siglo, salvo que tenga algún tipo de incentivo extra a la profesión, no debería entusiasmarse demasiado visto el nivel de debate político imperante por estas épocas.

El periodista en cuestión, deberá entones comenzar con el trabajo de armado de preguntas: ¿cuál será su cuestionario? Para encarar esta tarea, el periodista podrá recurrir a datos económicos, los últimos presupuestos, notas de prensa, búsquedas biográficas, reclamos de los distintos sectores sociales, la labor legislativa, los programas de gobierno y otros elementos para confeccionar dicho cuestionario. Por supuesto, en el caso de que el intendente en funciones se presentase nuevamente a la contienda electoral, tomará nota de sus promesas de anterior campaña y lo cumplido al momento de culminar la misma.

Un elemento fundamental para este periodista es la preparación para repreguntar. Se sabe que en período electoral los/as candidatos/as tienen el discurso armado y preparado. “El flagelo de la droga”; “la inseguridad”; “la grieta”; “la educación”; “el futuro de nuestros jóvenes”; “el progreso” y una aburrida y vacía lista de etcéteras.

Además de esto, el periodista en cuestión sin lugar a duda estará atento a la pauta publicitaria que suene en su medio y a las promesas laborales de los candidatos (claramente esto sucede, a no rasgarse las vestiduras). Porque no necesariamente la censura se aplica hoy de modo brusco en el sentido de que alguien vaya y le diga al periodista de qué hablar y qué no pero la autocensura, entendida como “guarda cómo trato al que pone los morlacos”, es un mecanismo que sigue funcionando al día. Todo el mundo mira quién publicita para saber cómo trata determinado tema.

A esta altura del año y del siglo, el periodista debería indagar entonces en qué pregunta hará distintiva su entrevista y con qué elementos debería contar para que ello ocurra.

Para responder a esta pregunta hay dos fuentes centrales: la honestidad intelectual y la consulta a las organizaciones de base. Si un periodista quiere saber qué ocurre en su comunidad no tiene más que hilar los datos concretos. Nótese: datos concretos. No nos referimos a los partes policiales o las comunicaciones oficiales. Con contar lo que ocurre, alcanza.

Y si un periodista quiere saber qué ocurre por abajo debe necesariamente consultar a las organizaciones de base.

Estamos ya muy cerca de las elecciones PASO en las que en rigor no se dirimirá demasiado en cuanto a procesos internos. Ante la posibilidad de la realización de entrevista allí y en primera vuelta uno comienza a preguntarse esto: ¿qué hará distintivas las entrevistas? No en términos de cómo se “luce” cada periodista sino en términos de la utilidad social de la entrevista periodística. Es decir, esa oportunidad que tiene le periodista de preguntar al potencial funcionario público tiene un fin social.

Quedan esta preguntas latentes: ¿cuál será la fuente a la que prestar atención a la hora de armar ese cuestionario? Señalamos al menos dos: honestidad intelectual y consulta a las organizaciones de base. Y posteriormente: ¿qué rol asignarle a la repregunta?

La Corriente Comunista Watu Cilleruelo afirmó que considerar “un exceso policial” a las detenciones arbitrarias, el abuso sexual y las torturas denunciadas por les estudiantes detenidos la semana pasada “es un error de interpretación política”.

“Hay una habilitación del poder político local, en alianza con los grupos empresarios ‘perfectamente organizados’ para avanzar a como dé lugar en la consolidación de un modelo social y cultural con valores patrioteros, basados en la meritocracia y el señalamiento acusatorio contra todas las voces que sostenemos que no hay espacio para una sociedad democrática en tanto la exclusión social sea la marca de nacimiento del modelo de ‘progreso’ impuesto para nuestra región del que solo se benefician unos pocos a costa de la destrucción ambiental, el hambre, la marginación y la falta de perspectiva de futuro para cientos de miles”.

El dirigente José Lualdi apuntó al intendente Héctor Gay y al secretario de Seguridad, Emiliano Álvarez Porte: “No es posible tolerar que el sistema democrático institucional en nuestra ciudad avale de hecho lo ocurrido a través de su silencio”.

“El intendente hace dos o tres años atrás hablaba de enemigos internos. Y ahora nos dice, en el 9 de julio, que la unidad es está movilización con los militares. El intendente actual está más cerca de la doctrina de su antiguo patrón que de la doctrina de la democracia argentina. No podemos naturalizar este hecho, lo que sucedió es muy grave”, dijo Lualdi a FM De la Calle.

Aseguró que “el responsable de hacer que nos manifestemos es el gobierno local y provincial por no aplicar una ley que han votado en ambas cámaras”.

Ante la agresión policial comentó: “Uno de los jóvenes fue revisado en el Hospital Municipal y mostró cómo le habían aflojado un diente por un golpe. Ese grupo no tenía la capacidad operativa ni logística como para intervenir en un acto con veinte mil personas.  Además, estaban en ese lugar porque la policía le había permitido estar. Esto fue un acto de provocación”.

El Concejo Deliberante analiza un proyecto privado para eliminar la Plaza Lavalle y construir un estacionamiento subterráneo y una nueva plaza “de uso público” en la manzana del Mercado Municipal.

La firma Fidetrust, presidida por el empresario Jorge Longoni, pretende crear el Fideicomiso Plaza Lavalle para hacer una inversión de 60 millones de pesos, realizar la obra en un año y explotar 150 cocheras durante medio siglo.

La Plaza del Sol nació a mediados de la década del ’60 tras la mudanza del mercado de abasto. Años después fue epicentro de actividades culturales -como la Feria de la Cultura- y de encuentros de reivindicación de los derechos humanos y demanda de juicio y castigo a los responsables del genocidio.

Sobre la empalizada del edificio de Saavedra y O’Higgins, abandonado durante décadas, se escribieron por primera vez los nombres de las y los desaparecidos de Bahía y la región. En esa misma plaza se realizan actos cada aniversario del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. Por todo ello, diversas organizaciones la rebautizaron como Plaza de la Resistencia y la Memoria.

Para los impulsores de la iniciativa, hoy, “grupos de jóvenes, en minorías, están usando este sitio como lugar de encuentro para consumo de droga y alcohol e inclusive como baño público al aire libre”.

La Corporación del Comercio pretende, a su vez, una mejora del Mercado Municipal mediante un concurso coordinado con el Colegio de Arquitectos.

“Será una plaza abierta”

El arquitecto Horacio Miglierina diseñó la nueva plaza. En diálogo con FM De la Calle recordó que la propuesta continúa el trabajo de un equipo interdisciplinario financiado por el BID que analizó la Plaza Lavalle y el corredor Alsina-O’Higgins entre Soler y Saavedra.

“Está faltando una cuadra de la semipeatonal, tomamos parte del diseño del piso que penetra y cruza hasta Donado y, al hacerlo, cruza toda la manzana. (…) No es la plaza la gran figura sino el mercado al recuperar la calidad espacial pública de la plaza, que hoy tiene un diseño de los ’70, plazas introvertidas, del gobierno de facto, que no funcionaron”.

Además, se pretende incorporar una hidroescultura: “Hacemos una fuente que es la pieza vinculante entre el mercado y la plaza. El arte presente nuevamente en el espacio público”.

Preocupación por los árboles patrimoniales

Una fuente consultada por FM De la Calle, planteó reparos por la altura de las napas y la pérdida de valiosas especies arbóreas. Recordó, además, que la iniciativa fue impulsada originariamente por el ex titular de la Agencia Urbana, Marcelo Lenzi, recientemente condenado por omisión de tareas en la causa que juzgó el homicidio de Daiana Herlein.

En la Plaza Lavalle existen once árboles patrimoniales: dos ejemplares de jacarandá, un palo borracho de flor rosa, un árbol de la vida, un árbol del amor, dos palmeras de California, dos lapachos rosados, un almez y un ombú. Según el expediente, solo los dos últimos se preservarían.

“Suena muy poco probable que se pueda hacer una inversión manteniendo el parque”, aseguró el especialista y destacó la “isla de calor” existente en el centro bahiense. “A la plaza la dejaron caer a propósito, la abandonaron para hacer un negocio”.

A su vez, recordó que en el lugar que se excavará para construir las cocheras subterráneas funcionó el segundo cementerio de la ciudad y que, al realizar obras para la remodelación del Hotel Italia, la altura de las napas obligó a bombear gran cantidad de agua.

“Hay que elegir”

Miglierina comentó que en un relevamiento que realizó junto a la actual directora de Parques, Erika Gutiérrez, para la versión original del proyecto, quedaban en pie las palmeras, el ombú y el almez. “Ninguno son rarezas botánicas, los otros estaban en estado casi de decrepitud y se podían sacar”. Para el nuevo proyecto, sostienen que los árboles “son trasplantables y el destino era el Parque Independencia”.

“Tenemos que hacer canteros porque debajo tenemos losa. Es un cantero con una gran cantidad de material vegetal pero de bajo mantenimiento. En Bahía Blanca no hay problemas de oxigenación, los que hay son de ausencia de sombra. Diseñamos unos grandes macetones donde vamos a plantar árboles, esos árboles tendrán un desarrollo y habrá una equis cantidad de sombra”, aseguró.

Aval municipal

El subsecretario de Gobierno, Francisco Fernández Solari, la directora de Áreas Públicas Elena Díaz Martínez y el director de Tránsito, Ramiro Frapiccini -como integrantes de la Comisión de Promoción de la Iniciativa Privada- consideraron que el proyecto es “de sumo interés para la comunidad bahiense”.

Al no haber antecedentes de una concesión de explotación por tiempo tan prolongado propusieron elevar el expediente al Concejo para que fije el plazo a su criterio.

Así lo resolvieron hace un mes, el secretario de Infraestructura, Alejandro Meneses, la subsecretaria Legal y Técnica, Karina Mahon y el director de Rentas Paulo Garat.

El Comité Técnico Ejecutivo (CTE) infraccionó nuevamente a la empresa Profertil S.A. por emisión de ruidos molestos. Esta vez fueron siete las denuncias vecinales que advirtieron el episodio.

Si bien el inicio del trámite para multar a la empresa es lo que corresponde, evidencia que algo anda mal porque la explosión que el 28 de junio alertó a la ciudad y parte de la región no significó ni un mínima infracción para Dow.

“Vamos a hacer un informe técnico y va a ir al OPDS (Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible) para que determine cuál es la sanción o multa para la empresa Dow”, dijo a FM De la Calle el titular del CTE, César Pérez, horas después del hecho.

El 16 de junio, Profertil fue multada por la emisión de humos negros en el marco del apagón nacional y, tres días después, se registraron 9 denuncias y una infracción por ruidos molestos ocasionados por la puesta en marcha de la planta de amoniaco. La madrugada del viernes pasado otras cinco denuncias motivaron la misma sanción.

Según lo informado por el municipio, el incremento de ruido registrado anoche se produjo a partir de las 20:45 “como consecuencia de las maniobras de parada no programada de planta de urea”.

La emisión fue registrada por la estación de monitoreo acústico continuo del CTE y constatada por los inspectores.

Luego de analizados los registros de niveles sonoros y realizados los cálculos correspondientes se determinó que el mismo superó los límites legales para emisión sonora en horario nocturno.

Se procedió al labrado del acta de infracción imputando falta al ART. 1 DE LA RESOLUCION 159/96 (EX-SPA) (NORMA IRAM 4062/84) MODIFICADA POR LA RESOLUCION 94/02 (EX-SPA).

El acta de infracción será enviada, junto a un informe de lo sucedido, al Organismo Provincial de Desarrollo Sostenible (OPDS).

(Periferia) Investigadores e investigadoras de CONICET concluyeron que el medioambiente de la ciudad bonaerense está bajo “un alto y constante” impacto causado por la actividad humana, al encontrar dosis de 16 hidrocarburos y metales pesados, en 5 especies de sus humedales.

Científicas y científicos argentinos presentaron un informe del estudio que realizaron en el Estuario de Bahía Blanca, donde encontraron Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos (HAPs) en ejemplares de saraquita, pescadilla de red, corvina rubia y gatuzo , capturados en 2015 y 2016.

Pero, además, en otro estudio, identificaron concentraciones de metales pesados en sedimentos, en material “particulado en suspensión” y en la especie de cangrejo Neohélice de dos regiones de humedales de la ciudad.

Los científicos del Instituto Argentino de Oceanografía (IADO) del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas concluyeron que el medioambiente de la ciudad bonaerense se encuentra bajo una “alta y constante presión antrópica” ocasionada por la actividad humana.

Es que en el Estuario de Bahía Blanca se ubican varios puertos, ciudades y uno de los complejos industriales más grandes de Sudamérica, y se vuelve objeto de análisis por las consecuencias mediambientales que ocasiona.

Las conclusiones de los dos estudios fueron presentadas en la quinta reunión de Geoquímica de las Superficies, realizada entre el 12 y el 14 de junio, en la Escuela de Posgrado de la Universidad Nacional de La Plata.

Hidrocarburos 

En el primer estudio los investigadores concluyeron que las concentraciones de hidrocarburos en todas las especies estudiadas “fueron menores a 100 ppb y fueron mayores en los juveniles que en los adultos Saraquita fue la especie que presentó la mayor carga”.

Además, “el 5% de las muestras analizadas se hallaron por sobre los niveles de seguridad o screening (USEPA), el parámetro que determina la peligrosidad de su consumo para humanos.

Los Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos (HAPs) son una serie de compuestos orgánicos persistentes con una vida media de 6 meses que son constituyentes naturales del petróleo crudo y conforman una fracción de hasta el 20% del total de sus hidrocarburos, explican en el informe que se encuentra disponible en el repositorio institucional de la Universidad Nacional de La Plata.

También resultan de los procesos de combustión incompleta a alta temperatura de diversos tipos de materia orgánica.

Anualmente, aproximadamente 6,1 millones de toneladas métricas de productos derivados del petróleo y su combustión terminan en los océanos, según las conclusiones de un estudio elaborado por Mervin Fingas, jefe de la división de ciencia y tecnología de emergencias del centro Environmental Technology Centre of Environment Canada, en 2010.

La mayor proporción de estos hidrocarburos deriva de “fuentes antropogénicas” como la actividad industrial, el transporte, la energía y derrames de petróleo y es por eso que los investigadores concluyeron que “el medio marino está siendo víctima de atropellos humanos como la eliminación de gases de los barcos o el vertido de lubricantes usados“.

En el estuario de Bahía Blanca las fuentes de este tipo son abundantes debido a que en sus costas se emplazan grandes ciudades como la propia Bahía Blanca y Punta Alta con unos 400 mil habitantes, según cifras del INDEC de 2010. Allí, por tanto, hay puertos comerciales e industriales de aguas profundas como Puertos Rosales, Ingeniero White y Galván con parques industriales y petroquímicos.

“Las cuatro especies bajo estudio evidenciaron trazas de HAPs en los músculos, siendo mayores las cargas en los juveniles y en la especie que cumple todo su ciclo de vida en el estuario”, a pesar que “los niveles de riesgo tóxico por hidrocarburos para el consumo de peces se mantuvieron dentro de los niveles de seguridad”, expresaron los investigadores.

Metales pesados  

En el segundo estudio, realizado por investigadoras del IADO y de la Universidad Nacional del Sur, concluyeron que “el comportamiento de los metales en ambas matrices podría deberse a las diferentes características de cada puerto analizado: uno dedicado a la pesca artesanal, afectado por el dragado del Canal Principal, por las industrias presentes en Puerto Ingeniero White y por la descarga cloacal ?Tercera Cuenca? y otro cercano a la Base Naval, al sector de reserva de combustible ?Baterías?, afectado también por la descarga cloacal de Punta Alta.

“Por otro lado, la presencia de biofilms junto con la materia orgánica existente en los sedimentos estarían reteniendo a estos contaminantes impidiendo su liberación al ambiente”, concluyen los investigadores.

Los metales pesados son aquellos cuya densidad es por lo menos cinco veces mayor que la del agua y tienen aplicación directa en numerosos procesos de producción de bienes y servicios.

Los más importantes son Arsénico, Cadmio, Cobalto, Cromo, Cobre, Mercurio, Níquel, Plomo, Estaño y  Cinc.

De ellos, los tóxicos son aquellos cuya concentración en el ambiente puede causar daños en la salud de las personas. Los términos metales pesados y metales tóxicos se usan como sinónimos pero sólo algunos de ellos pertenecen a ambos grupos.

De hecho algunos metales son indispensables en bajas concentraciones, ya que forman parte de sistemas enzimáticos, como el cobalto, zinc, molibdeno, o como el hierro que forma parte de la hemoglobina. Su ausencia causa enfermedades, su exceso intoxicaciones.

Autores 

El estudio sobre metales pesados estuvo a cargo de las investigadoras Natalia Buzzi, Melisa Fernández Severini, Daniela Truchet, Diana Villagrán, Eleonora Fernández y Carla Spetter.

De la investigación sobre hidrocarburos formaron parte Andrés Arias, Ana Carolina Ronda, Ana Laura Oliva, Tatiana Recabarren, Lautaro Girones, Melina Orazi, Gabriela Blasina, Andrea López Cazorla, Norma Tombesi y Jorge Marcovecchio.

Ambos estudios se encuentran disponibles en el sitio del repositorio institucional de la Universidad Nacional de La Plata.

Se cumplen hoy cuatro años de la desaparición de Andrea Esnaola (47), portera de la Escuela N°18 “Narciso Laprida” de Pehuen Co. Desbandadas realizará actividades de reflexión durante toda la semana en la localidad rosaleña.

“No hay que olvidarnos que hay una mujer desparecida en Pehuen Co y no sabemos que pasó. No sabemos en qué estado está la causa porque las últimas veces que averiguamos no había tenido movimientos, lo único que podíamos hacer era visibilizar y concientizar”, dijo a FM De la Calle Silvia Palumbo.

Agregó que “este año vamos a hacer una semana porque nada alcanza, hay mucho silencio, es un pueblo muy particular, hay poca movilización con respecto a este y otros temas”.

“Empezamos a construir una simbología de Andrea Esnaola el año pasado. Olga Corrales hizo una escultura y logramos que la escuela donde trabajaba Andrea nos diera permiso para emplazarla”, afirmó.

Palumbo señaló que “no prende el tema en la comunidad, estamos en un retroceso desde hace algunos años. Tenemos poco acompañamiento, la gente tiene temores, miedos, apatías, hay una decisión política de no acompañar esto. La respuesta es necesaria porque es un derecho humano, ni siquiera así hay un acompañamiento del gobierno. Este año creemos que va a haber más movimiento por todo lo que estamos tratando de hacer”.

(Por Astor Vitali) Esteban Cereijo es guitarrista, docente y compositor. Recientemente editó su tercer disco El sanador. Abre con una versión de Ezquiel López de 9 de Julio de José María Padula. A partir de aquí, la variación de géneros va develando un entramado personal que lleva a quien escucha por distintos climas y estados.

La segunda pieza es la canción popular partisana Bella ciao en versión de Cereijo.

Daniela y el mundo, en referencia a la guitarrista Daniela Rossi es la primera pincelada de las características compositivas de este artista. La guitarra como modo de expresión y el bagaje interior como recurso narrativo de sentidos.

La dulzura profunda intercepta la placa a través de la interpretación de la popularísima (en todo sentido del término) creación sobre un tema de Grenet de Leo Browe Canción de cuna. Canción de cuna para la niñez pobre de recursos y rica en cantos de adultos que velan por sus sueños, su presente y sus futuros posibles.

Si bien se trata de un trabajo de composición basado en una invención de Bach, para la escucha latinoamericana, Invención a voces continúa como una serie de cantos que dialogan, cómo un cúmulo de rumores (hacia el final) de canciones latinoamericanas con ecos de la vieja trova universal, inquitas, recurrentes y vivaces. Preguntas de todos los tiempos en cualquier lugar, en unas pocas líneas de guitarra.

Luego, Conjuro para un brujo nos va envolviendo en una noche de magia donde las piezas de una elucubración se plantean en pocos segundos, y quedan resonando en otras noches.

Más tarde volvemos al repertorio rioplatense a través de Milonga de mis amores en versión para guitarra de Eythor Thorlaksson. Otro conjuro, tal vez.

Promediando la placa, Doña Juana nos devuelve al Cereijo compositor, preciso y suave en su mensaje, cualquiera que sea en los nervios que toque su música. Está claro que nos está contando algo, algo que cada narrador interno sabrá contar a su manera.

De las obras más enajenantes que pudo haber elegido de Johann Sebastian Bach, nuestro guitarrista interpreta, en versión para guitarra de Eythor Thorlaksson, el Preludio de la suite Nro 1 para violonchelo. Y la guitarra desdibuja fronteras entre unas cuerdas y otras, entre unos instrumentos y otros, entre unos timbres y otros. Cualquiera puede cantar algo bello de ser cantado.

Continúa la canción popular catalana  El noi de la mare, en versión de Miguel Llobet para dar paso luego a la remembranza de Cacho Tirao versionando a Mariano Mores en su Taquito militar, obra más musical que su título que inmortalizaron, entre otros, los genios de Salgán & De Lío.

El sanador, obra que titula el disco, de Cereijo, es una obra lograda magistralmente. ¿Qué es una buena obra? ¿Una llena de ideas e informaciones? ¿Una donde el instrumentista muestre su virtuosismo (clásico error de instrumentista que compone)? ¿Una que comunique con la información que pide el mensaje de la obra que tiene al artista como canal? Quien suscribe tiende a pensar que responder a esta última pregunta lo pone al buscador en la senda del compositor.

Memoria de la tierra, dedicada a un amigo perdido, tiene toda la fuerza de la evocación y de la evocación de un ser sustancioso. No cabe más que escucha.

Luego, Micromodo menor 4 es una obra breve que termina de exponer las virtudes compositivas de este artista.

En ante último lugar, Víctor, obra compuesta en base a un cuento de Santiago Bresciano va atravesando el relato e introduce a quien escucha a la interpretación del mundo narrativo.

Para finalizar, el guitarrista decide dejar en el aire el Vals venezolano Nro 3 “Natalia” de Antonio Lauro.

(Por Astor Vitali) El 9 de julio en Bahía Blanca se vivió con prácticas antidemocráticas, violentas y repudiables. Durante el acto oficial, el intendente Héctor Gay sostuvo:

“Es muy bueno que estemos aquí convocados por un desfile cívico militar que nos une como sociedad y que apunta a fortalecer el acercamiento de todos los sectores de la comunidad, factor imprescindible para construir el país que todos queremos. Este desfile que hemos recuperado para la ciudad es una muy buena ocasión para rendir homenaje a quienes dejaron sus vidas en aquellas luchas por la independencia pero también en combates posteriores como la guerra de Malvinas de hace apenas tres décadas. Belgrano decía que le hervía la sangre observar tantas dificultades que se vencerían rápidamente si hubiera más interés por la patria. Ser independientes significa que nuestro futuro depende de nosotros. Que nos comprometamos y trabajemos con pasión pero que decidamos ser protagonistas. Y también que entendamos que aislados y enfrentados no llegamos a ningún lado. Ojalá que este cumpleaños de la patria sea punto de partida en la búsqueda de la unidad y trabajar juntos para que nos vaya mejor a todos los argentinos. ¡Viva la patria!“.

Es menester destacar el valor que el jefe comunal asigna al acto cívico militar como un lugar central en la construcción de unidad ciudadana. Está orgullo de haber “recuperado” el desfile. No sorprende dada su reivindicación del discurso del “enemigo interno” allá por el 25 de mayo de 2016.

Pero lo que ocurrió al medio día, cuando policías de civil comenzaron una secuencia de hostigamiento hacia estudiantes que reclamaban por el cumplimiento de una ley y la posterior detención arbitraria y sometimiento a vejámenes, de los que se da cuenta en la denuncia rubricada el jueves, y en la conferencia de prensa donde se mencionan hechos de violencia física y verbal y abuso sexual, es de una gravedad inusitada.

Sin embargo, ninguna autoridad local abrió la boca hasta el momento. Teléfono para el secretario de Seguridad, Emiliano Álvarez Porte, quien está al frente además de un partido, la UCR, que se jacta de su tradición democrática. No se puede negar el carácter político del hecho dado que se da a doscientos metros del acto oficial, de las manos del operativo de seguridad de ese mismo acto.

Otro tanto merece mencionarse del parte policial, haciendo gala del uso de prácticas setentistas, en el que expresan que, según ellos, les pibes tenían un claro objetivo de irrumpir en el escenario del acto. Hecho que nunca ocurrió. Nos retrotrae inmediatamente a las versiones de “enfrentamientos” cuando había fusilamientos por parte de las fuerzas estatales o paraestatales. La metodología de la comunicación es idéntica: la diferencia es que la realidad hoy es absolutamente constatable en los videos publicados casi inmediatamente.

Es menester destacar que la democracia no ha logrado o las fuerzas políticas que han gobernado no han querido construir fuerzas de seguridad de la democracia.

Hubo incluso comunicadores que, teniendo en sus manos los videos donde claramente se ve a policías de civil abusando de su poder ante una protesta pacífica en la que ni siquiera cortaba la calle, prefirieron difundir la versión policial o contraponerla asignándole un grado de verosimilitud imposible.

A todo esto hay que sumarle que en el Honorable (¿?) Concejo Deliberante, durante la sesión de hoy, no sólo no se votó ningún pedido de informe ni proyecto alguno respecto del asunto sino que hubo apenas una intervención, del concejal Walter Larrea (Unidad Ciudadana), en Homenajes y Manifestaciones. Y chau.

¿Por qué es de rigor político este tema? Primeramente porque está claro que el hostigamiento de los policías de civil no se lleva adelante si no hay autorización para operar. Ratifica esta percepción el hecho de que ninguna autoridad municipal salió a cuestionar la violencia ejercida sobre los jóvenes.

Hablamos de la posibilidad de que un milico cualquiera, vestido de civil, sin que estés cometiendo ningún delito te meta en cana y cague a palos o abuse de vos. Esto ocurrió el martes y seguirá ocurriendo en la medida de que no exista un rechazo unánime político y social.

Podés mirar para otro lado, claro. Pero también podés ser el próximo.

El Comité Técnico Ejecutivo (CTE) infraccionó esta madrugada a la empresa Profertil S.A. por emisión de ruidos molestos. Hubo cinco denuncias vecinales.

El 16 de junio, la empresa fue multada por la emisión de humos negros en el marco del apagón nacional y, tres días después, se registraron 9 denuncias y una infracción por ruidos molestos ocasionados por la puesta en marcha de la planta de amoniaco.

Hoy, el incremento de ruido se produjo a partir de las 05:30 como consecuencia de las maniobras de parada de planta no programada por un problema de energía eléctrica.

La emisión fue registrada por la estación de monitoreo acústico continuo del CTE y constatada por los inspectores.

Luego de analizados los registros de niveles sonoros y realizados los cálculos correspondientes se determinó que el mismo superó los límites legales para emisión sonora en horario nocturno.

A diferencia de lo ocurrido con la explosión de Dow que puso en vilo a la ciudad el viernes 28 de junio, por el evento de Profertil se procedió al labrado de un acta de infracción imputando falta al ART. 1 DE LA RESOLUCION 159/96 (EX-SPA) (NORMA IRAM 4062/84) MODIFICADA POR LA RESOLUCION 94/02 (EX-SPA).

La Comisión Provincial por la Memoria intervino en el caso de las detenciones arbitrarias por parte de la policía a estudiantes que se manifestaban por la aplicación de la ley que establece el boleto educativo.

Rodrigo Pomares, coordinador del área de Justicia y Seguridad Democrática de la CPM, manifestó que “se ha instalado una práctica derivada de la detención por averiguación de identidad o antecedentes y su regulación, que derivó en un uso más extendido de la resistencia a la autoridad como herramienta a la detención”.

“Tienen como herramienta no tomar declaración en las primeras horas, motivo por el cual una persona se pasa 24 o 48 horas en una dependencia policial. Son multipropósito, se las usa en manifestaciones públicas, cuando alguien quiere interpelar a la policía por la detención arbitraria, para el uso indiscriminado de la fuerza”.

Pomares explicó que “la presencia de personas en una manifestación en un lugar no constituye ningún delito sino un derecho que es el de peticionar a las autoridades. No es cualquier derecho sino que es la base del sistema republicano de gobierno. Es, constitucionalmente, el principio fundamental de la organización democrática, de ninguna manera pueden interferir en un acto así”.

El abogado señaló que “hay un aval generalizado del despliegue policial en los territorios que está acentuado en el control de determinados sectores, que suelen ser los sectores de los más jóvenes y los más populares que participan en acciones que confrontan a los poderes políticos”.

“Esto es con el apoyo de distintas órbitas políticas: provincia, nación y municipios que insisten en exacerbar una seguridad pública sustentada en un despliegue policial. Cuando uno delega esas tareas en el control policial, la policía lo hace con los manuales que tienen incorporados en sus rutinas de control territorial que son las prácticas violentas”, comentó.

Pomares concluyó que “nos preocupa el personal no identificable, que sea una práctica extendida que no tiene ninguna justificación, porque el personal policial que participa de una actividad pública lo hace -en el mejor de los casos- en prevención del delito no en el marco de una investigación que requiera algún tipo de tarea de inteligencia de civil. La realización de tareas de inteligencia está vedada por las leyes de Inteligencia y de Seguridad Interior”.

(Por Pablo Becher) En las últimas décadas, diversos estudios sociales y económicos han visibilizado el crecimiento de la precariedad como uno de los elementos constitutivos de una nueva configuración en las relaciones laborales, que atraviesan al conjunto de trabajadores y trabajadoras asalariades en todo el mundo. Si bien el carácter de novedad puede ser puesto en debate, es interesante visibilizar el establecimiento de una nueva morfología, como expresó el brasileño Ricardo Antunes (2009), que ha adoptado el mundo del trabajo capitalista, configurado por diversas modalidades de informalidad,  flexibilidad y condiciones de trabajo precarias, organizadas de forma diferente a como se expresaban en el “empleo típico” de los años fordistas a mediados del siglo XX. La recomposición implicó una disminución abrupta del clásico obrero industrial para dar lugar a una población asalariada multiforme.  En este sentido, la tendencia mundial en medio de un contexto capitalista en constante transformación y competencia interburguesa, ha sido el deterioro manifiesto de la protección social en un amplio espectro de trabajadores/as, la creciente inestabilidad laboral, y la existencia de una cantidad considerable de puestos de trabajo con bajas remuneraciones en medio de la absoluta informalidad.

En Argentina, la estructura ocupacional se ha caracterizado en las últimas décadas por una profunda heterogeneidad y fragmentación en una gran mayoría de trabajadores/as, marcada por un aumento significativo de la desocupación abierta, la sub-ocupación horaria, la sobreocupación y la proletarización-descalificación de amplios sectores, incluyendo la clase media. Esta tendencia puede visibilizarse en la propia Encuesta Permanente de Hogares (EPH- INDEC) que refleja que un promedio de más de un 35% de la población activa en los últimos diez años se encuentra en estas condiciones. Sin lugar a dudas dentro de este proceso que afecta a toda la clase obrera, la precarización laboral se presenta como una condición que formaliza y naturaliza un fenómeno histórico cada vez más visible. Este fenómeno solo es entendible en su complejidad como síntoma de los cambios y mutaciones en la dinámica en el  interior del patrón de acumulación capitalista, sino también como parte de una respuesta del capital a su propia crisis. De esta forma, al crecimiento de la desocupación – de ese creciente ejército de reserva que empuja al trabajador/ active- y la creciente alza del sector marginal sin oportunidades ni posibilidades de acceder a un empleo, se suman múltiples personificaciones sociales que tienden a engrosar las filas de la población sobrante: jóvenes sin empleo y estudio, ancianes jubilades y pensionades que no pueden acceder nuevamente a trabajar, personal no calificado en nuevas tecnologías, personas ex privadas de la libertad, personas con discapacidad, personas con distintas orientación sexual, entre otres.

Por otra parte, la precarización afecta con mayor crudeza a las mujeres (que alcanzó en Argentina a un 58% para el primer trimestre de 2019 – fuente EPH-INDEC) que en muchos casos cobran una remuneración menor que los hombres por igual tarea y extienden su jornada laboral en actividades domésticas dentro de casa como trabajo sin reconocimiento. Y también a los migrantes y personas de descendencia étnica diferente, que son puestos a realizar actividades intensivas por un mínimo salario.

La legislación laboral durante gran parte del gobierno macrista (2015- 2019), si bien no pudo presentar la reforma laboral, en los hechos estableció distintas medidas tendientes a flexibilizar aún más los mecanismos de contratación laboral, permitiendo al conjunto del capital un marco regulatorio laxo con el objetivo de reducir costos laborales, bajar los pagos por indemnizaciones y las rigideces del mercado, en un contexto de alta inflación y recesión. Precisamente, en un marco de dificultades económicas generalizadas para la acumulación y ahorro de capital, la inversión descendió abruptamente (y sí se extendió la deuda externa) y la mano de obra fue la más afectada no solo a nivel de salario real (vía tarifazo) sino también en cuanto al deterioro de sus condiciones laborales, y de su propia supervivencia (por mayores despidos), lo que volvió a la estrategia empresarial de reducir costos una reacción determinante para el mantenimiento de “supuesto piso de ganancias”.

Si bien durante el período anterior, con el gobierno kirchnerista, el número de convenios colectivos aumentó por rama de actividad, la tendencia en alza de convenios por empresa fue una constante que ascendió significativamente durante el macrismo. Esta situación fue oportuna para las grandes empresas, que se vieron beneficiadas de implementar sus condicionamientos al negociar directamente con los trabajadores, mediando en algunos casos con sindicatos adeptos. A los cambios por contratos por tiempo determinado, períodos de prueba, regímenes de preaviso, indemnizaciones por despido, reducción de cargas patronales, el marco regulatorio fue dando cuenta de una mayor vulnerabilidad de la clase trabajadora en el lugar de trabajo. La intensidad laboral implicó un aumento en las horas trabajadas, con un mínimo de mano de obra, aumentando de esta forma la plusvalía absoluta.

Ahora bien, ¿de qué hablamos cuando nos referimos a precarización laboral?

La precariedad se ha definido conceptualmente de diversas formas. Tanto es así que su percepción ha ido variando para dar a entender no solo una condición específica del asalariade sino también a un fenómeno emergente y disruptivo, una forma de estar/ser vinculado a la pérdida o debilitamiento de los vínculos sociales de integración y protección social que sostuvo el “Estado de bienestar”. En esta dirección, que luego discutiremos, el concepto de precariedad laboral se asocia al deterioro de las condiciones laborales, inestabilidad, inseguridad, desprotección ante la expansión de las relaciones no formales y falta de derechos sindicales, relacionados con un momento histórico de visibilización de la cuestión social, debilitado en la actualidad por el neoliberalismo, sin discutir de fondo al Estado y las configuraciones que adopta el capitalismo (Ezkenazi y Marticorena, 2010). Esta perspectiva se caracteriza entonces como un síntoma de nostalgia, de un pasado al cual se desea volver, bajo el manto de un capitalismo nacional aliado a un estado democrático que asegure el pleno empleo y los derechos sociales perdidos. De esta forma, la comprensión de la precarización como una dimensión contemporánea de la configuración actual del trabajo aparece como un espejo roto del capitalismo industrial fordista basado en la sociedad salarial (como decía el sociólogo francés Robert Castel (2012)) donde se hace hincapié en  los procesos de desmantelamiento y degradación del “empleo típico” (contratos a término, trabajo subcontratado, trabajo parcial, tercerizado, siempre realizado por varones adultos).

Otra mirada del concepto de precarización apunta a discutir este concepto exportado de Europa, en el marco de la intelectualidad, para entenderlo como complejo proceso histórico que acompaña al capitalismo desde sus inicios, generando una estructura ocupacional múltiple con diferentes grados de inserción, que tiene como final principal bajar costos al capital. Es en ese sentido y, como menciona la economista Mariana Fernández Massi (2014), es que puede hablarse de distintas escalas de precariedad en el empleo asalariado y no de si es estable o erosionado.

En diversos estudios, la precariedad laboral aparece como un mecanismo del capital para asegurar una inserción débil y marginal del trabajador/a en el proceso de trabajo. Inserción atravesada por condiciones contractuales que no garantizan la permanencia y se refleja en indicadores como la falta de aportes jubilatorios, ilegalidad y relaciones endebles en la medida de que los trabajadores no gozan de un sistema protector que les garantice derechos a indemnización por despido, pago de vacaciones y aguinaldo (Neffa, 2010). En los últimos años la introducción de tecnología en algunos sectores como el metalúrgico o automotriz puso en jaque la contratación de personal con antigüedad y redujo drásticamente la ocupación. Pero, en general, el uso de maquinaria y tecnología no ha hecho más que aumentar la cantidad de trabajo informal, empeorando las condiciones laborales existentes (como de hecho surge en el sector de la industria frigorífica o textil).

La matriz dominante que expresa la condición de precariedad implica la intensificación de la explotación capitalista, que oculta el rol deshumanizante y de alienación que surge cada vez con más fuerza en el interior de la llamada “cultura del trabajo” (mas productividad, mayor consumo, menos ocio, menos vagancia, más actividad fuera del propio trabajo). La alienación significa en este sentido desapropiarse de la propia tarea manual e intelectual, para perder el sentido de la identidad como trabajador o trabajadora, explotade y oprimide en su condición de trabajo hacia /para otro.

Metodológicamente, la visibilización de la precariedad no resulta sencilla. Si bien el análisis de dimensiones objetivas de la precariedad a través de distintas variables relacionadas con el empleo (dentro del EPH) resultan significativas para evaluar un sector generalizado de trabajadores (fundamentalmente en términos de prestaciones sociales), sin embargo, el reconocimiento de las dimensiones de tipo subjetivo, que aluden a los sentidos y percepciones que se tienen sobre el trabajo, permiten visibilizar una relación particular entre el fenómeno de estudio con las vivencias y experiencias propias de los trabajadores, en tanto representaciones de los sujetos (riesgos psicosociales, satisfacción en el trabajo, utilización de los saberes).

Como expresa en su trabajo Mariana Fernández Massi (2014) vale la pena comprender que la caracterización de la estructura productiva resulta clave en la definición de las condiciones de empleo ofrecidas. De esta forma, pueden observarse diferencias cruciales en las distintas ramas de actividad a nivel nacional. Por ejemplo, es común el empleo no registrado y el no reconocimiento de los derechos laborales en el sector de comercio y esparcimiento, con jornadas laborales intensivas y pluriactividad. En el sector de servicios sociales, y fundamentalmente en el sector público, están muy difundidas formas de contratación vinculadas a planes de empleo y becas/pasantías por poco tiempo, sin percibir el mismo sueldo que un empleado de planta. En la industria y la construcción las altas tasas de precariedad se pueden visibilizar en las insalubres condiciones de trabajo, pese al continuo señalamiento de cuerpos de delegados sobre el problema, lo que ha acarreado muertes y accidentes laborales de gravedad. En muchos casos estos sectores amparados por negociación colectiva son aquellos en los que hay menor reconocimiento de derechos laborales, menores salarios y jornadas laborales atípicas. El sector servicios financieros, inmobiliarios, informáticos y empresariales presenta grados de precariedad bajo, pero su expresión aparece en la extensión de la jornada, con horas extras, e inestabilidad.

En Bahía Blanca los datos del informe de precariedad e informalidad del CREEBA[1] del 2018 comparan las tasas con los niveles nacionales, señalando que en la ciudad  para el cuarto trimestre de 2018 hubo un 31% (equivale  a 29400 personas) de personas en situación de informalidad y un 38% de precariedad (equivale a 49500 sujetos), que resultan relativamente cercanos a la tasa nacional (37% informalidad y 42% precariedad). Teniendo en cuenta el margen de error que tienen estas muestras tomadas desde la EPH, sin embargo muestran un panorama de la situación que diacrónicamente (es decir a lo largo del tiempo) va presentando una desmejoría y un proceso de deterioro del mercado de trabajo laboral bahiense (ver gráfico 1 extraído del informe).

Esta situación implica diversas estrategias empresariales “cuando el negocio va mal” que van desde la polivalencia y la multifuncionalidad del trabajador o trabajadora (que pasa a barrer, limpiar, cepillar baños, llevar la contaduría y servir paquetes, además de su tarea concreta) hasta la intensificación de los ritmos, tiempos y procesos de trabajo. En última instancia, los comercios o industrias de menor envergadura apuestan por el despido sin causa, los retiros o jubilaciones anticipadas o los concursos de quiebra.

En las situaciones de precariedad el espacio y el tiempo se metamorfosean, cambian de la concentración al trabajo en red, o de las relaciones personales a las relaciones inmateriales, basadas en aplicaciones digitales (APP) que borran los sentimientos y reproducen las sensaciones de abandono, ignorancia o desidia. Estos mecanismos informáticos amplían las formas de extracción de trabajo y reproducen la lógica de la incertidumbre como móvil para la realización de tareas. Sin lugar a dudas la uberización del mercado laboral va por ese camino.

A este trabajo virtual se le suman las nuevas formas de organización, más flexibles, con jornadas de trabajo part time, a destajo o con el cobro de plus por horario extra. Aquí el emprendedurismo o el trabajo voluntario se asientan como paradigmas del trabajador/a moderno: el primero con la falsa  lógica por el cual el/la obrere puede individualmente montar o concretar su propio negocio porque se convierte en un empresario de la noche a la mañana (sin darse cuenta de que en forma encubierta sigue siendo un asalariado) y el segundo con la idea de que asumiendo las obligaciones y aceptando sacrificios, que nunca serán reconocidos por el patrón, el/la obrere se convence de que puede llegar a convertirse en un líder. Ni hablar de las formas distorsionadas que asumen algunas cooperativas, lejos del espíritu solidario y socialista que las constituyó en sus orígenes. Muchas de ellas se montan como empresas capitalistas donde predomina la autoexplotación y una cruel flexibilización laboral.

Pero la peor forma de contratación es la que asumen empresas tercerizadas. Como explica Victoria Basualdo (2014) la tercerización se refiere a la descentralización de las tareas, y a la decisión de una empresa de que un tercero puede realizar tareas eficientes dentro de la misma (ya sea como subcontratación, intermediación, suministro de mano de obra temporal y utilización de trabajadores autónomos). Se desintegra el verticalismo empresarial, aunque no la cadena de mandos, para ahondar más en una confusa red de contratos que diluye ciertas responsabilidades y permite mayores flexibilizaciones, incluyendo el propio salario.

¿Qué sucede con la subjetividad del precariade? Por un lado la sensación de inseguridad y de ver imposibilitadas la idea de pensar un proyecto a largo plazo implican mecanismos de defensa que pueden derivar en trastornos psicológicos o graves problemas de salud. De hecho las tasas de enfermedades asociadas el trabajo han crecido en los últimos años (como el consumo de ansiolíticos) provocando una mirada despectiva del trabajo como realidad cotidiana, ya que el control de la propia tarea disminuye (incluso en las actividades intelectuales como la docencia o la investigación) y aumenta la ansiedad y el estrés por terminar como sea las tareas asignadas.

En este sentido, la sensación de falta de reconocimiento, de inseguridad por las endebles condiciones de trabajo o la expropiación de un saber artesanal para convertirse en una máquina que debe cumplir determinados tiempos y producciones, revitalizan las peores características del viejo taylorismo ahora remodelado bajo nuevas modalidades de trabajo.

La posibilidad de generar un trabajo libre resulta una utópica posibilidad en medio de mecanismos de control que vigilan los movimientos extraños y rutinizan las tareas, los diálogos y los productos que necesita el mercado. El acostumbramiento se vuelve la única forma de continuidad.

Ante estas formas de explotación, la organización de les trabajadores/as y las resistencias colectivas, desde el sindicalismo, la sororidad, hasta los encuentros entre pares en actividades culturales y deportivas, constituyen alternativas necesarias para enfrentar la cosificación de la tarea y la precarización laboral.

Porque en última instancia no solo se trata de mejorar las condiciones de trabajo, los salarios o la propia organización laboral, que por supuesto resultan fundamentales para finalizar con la explotación. Sino también, de la posibilidad de convertir la idea material y simbólica del trabajo como una actividad vital, libre, fundada en el tiempo disponible, rechazando de plano la idea del trabajo como excedente para la reproducción de capital, la mera producción de mercancías innecesarias y el tiempo de producción destructivo y superfluo. Se debe posibilitar como afirma Antunes la posibilidad de rescatar el verdadero sentido estructurante del trabajo vivo contra el sentido (des) estructurante del trabajo abstracto para el capital, que cosifica al trabajador/a como una mera mercancía. “De modo radicalmente contrario, en una nueva forma de sociabilidad, plenamente emancipada, construida por los individuos libremente asociados o por la asociación libre de los trabajadores” (Marx), el florecimiento del trabajo social que desestructura el capital a través de la atención de las auténticas necesidades humano-sociales desestructurará al capital. Dando un nuevo sentido tanto a la vida dentro del trabajo como a la vida fuera del trabajo” (Antunes, 2009:42).

Bibliografía

-Antunes, Roberto (2009), “Diez tesis sobre el trabajo del presente (y el futuro del trabajo)”, en AAVV. Trabajo, empleo, calificaciones profesionales, relaciones de trabajo e identidades laborales. Vol. I, CLACSO, disponible en: http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/gt/20160216040822/04.pdf

-Basualdo, Victoria y Morales, Diego (2014), La tercerización laboral, Buenos Aires, Siglo XXI.

-Castel, Robert (2012), (2012), El ascenso de las incertidumbres. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica.

-Ezkenazi, Matias y Marticorena, Clara (2010), “Reflexiones críticas entre precariedad laboral y trabajo asalariado”, en Revista Herramienta web, disponible en: https://herramienta.com.ar/herramienta-web-6/reflexiones-criticas-acerca-de-la-relacion-entre-precariedad-laboral-y-trabajo-asa

-Férnandez Massi, Mariana (2014), “Dimensiones de la precariedad laboral: un mapa de las características del empleo sectorial en la Argentina”. en Cuadernos de Economía, 33(62), Buenos Aires, pp:231-257.

-Neffa, Julio Cesar (2010), “Naturaleza y significado del trabajo/empleo precario”, en Busso, Mariana y Pérez, Pablo (Comps.), La corrosión del trabajo, Buenos Aires, Miño Dávila, pp: 17- 50.

[1] http://www.creebba.org.ar/coyuntura/informe_otros/01_ipil_4_2018.pdf

(Por Giuliana Crucianelli) Donde termina avenida Dasso. Donde no hay más avenida, solo descampado. Donde las pocas calles que hay son de tierra y la basura se acumula en un baldío, allí está la Sociedad de Fomento del Barrio Boulevard Juan B. Justo. Al final del recorrido de la 500. Cruzando el Puente La Niña, con un fondo de chimeneas. Con un fondo de “progreso”.

-Bajáte acá nena que yo sigo para la ruta, me dijo el colectivero cuando le pregunté si sabía dónde quedaba Reconquista al 3000.

Gracias siglo XXI por el GPS, pensé. Tres perros flacos salen al encuentro en una vereda donde no pasa ni una bicicleta. Al lo lejos diviso un cartel: Unidad Sanitaria. Eureka. La encontré.

-Buen día, vengo a la reunión del Proceso Apell.

-Sí, es por acá. ¿Vos quién sos?

-Soy de FM De la Calle. Nos enteramos de esta reunión abierta y vine.

Una a una las personas, pocas, se presentaron. Luego tomó la palabra Gabriela, vecina del 26 de Septiembre e integrante del Apell. Dirigiendo la mirada hacia mí, dijo:

-Esta reunión estaba convocada con anterioridad a la explosión en Dow. Era para la comunidad educativa de la 703.

Más tarde me enteraría que fue voluntad de la docente Mirta abrir la reunión a la comunidad y convocar estudiante por estudiante, familia por familia, a que se sumen al encuentro.

Tití, peluquera y vecina del Boulevard, abrió el juego:

-Parece que nos toman el pelo.

Ah la flauta, arrancamos tranqui, pensé.

Comenzó a contar: olores, ruidos, que un día salió afuera y le picaba la garganta, que cuando llamó al CTE le dijeron que era por el tanque negro -¿Qué tanque negro? Si eso no existe más-, que a los pibes a los quince días de nacer les dan un PAF, que nunca antes nadie se había enfermado, que cuando le decís al médico que vivís en White lanzan un ahhh y bueno usted qué quiere, pero cuando hay que firmar un certificado ninguno lo firma.

Una catarata de sucesos que terminaron con un:

-¿Para qué carajo nos llaman?.

Rubén llegó a la reunión con ropa de fajina listo para irse a trabajar. Toda la vida en “el Bule”.

-La verdad es que yo no escuché nada, vivimos al lado de la termoeléctrica que cada dos por tres mete unos venteos que te tiembla toda la casa. Nos acostumbramos a los ruidos.

-La próxima deberíamos decirle al CTE que venga porque hay cosas que nosotros no podemos contestar, dijo un miembro del proceso Apell.

La reunión siguió con las bondades del programa de respuesta ante emergencias, las recomendaciones de la ONU y, en contrapartida, vecinas planteando que nadie les decía la verdad.

Las sirenas se accionan cuando las personas deben confinarse. No se pueden confinar por más de dos horas, tienen que ir a buscarlas antes. Legalmente hay dos horas para avisar a la comunidad que pasó. Lo mejor es que se guarden en casa. Cuando haya una emergencia la sirena comunitaria va a sonar sin parar.

Así sucedía la reunión, entre los pasos a seguir ante un riesgo inminente y la vida cotidiana. Mirta preparaba unos cafés con mucho edulcorante para calmar los ánimos.

-La gente está preocupada pero con ganas de participar, de saber qué hay que hacer ante una emergencia. Nos alientan a seguir con el desafío de capacitar y hacer una instrucción a los vecinos, concluyó el coordinador del Proceso Apell, Daniel Ayala.

-Esto hace 30 años que nos está pasando. Todo esto es una pelotudez, es humo para la tribuna, me dijo Tití antes de volver a la peluquería.

Un llamado telefónico puso fin a la reunión, aunque poco a poco se había ido disipando. Antes de irme, la maestra y tres vecinos me pidieron mi teléfono.

-Por si pasa algo.

Me fui por donde llegué. Ya mediodía y las calles seguían inhóspitas. En la parada del colectivo me crucé con otra vecina que volvía a su casa.

-Viste cómo es… -dijo al saludarme- Acá nadie te explica nada.

Escuchá el reporte desde Ing. White para En Eso Estamos:

Tras reunirse con el secretario de gobierno, Fernando Compagnoni, las productoras de roscas azucaradas reclamaron en la puerta de la Municipalidad que les permitan seguir la venta ambulante y les devuelvan los materiales decomisados.

“La única respuesta que tuvimos es que si nosotras volvemos a la calle lo que vamos a ganar es una denuncia penal y que corramos el riesgo de caer presas porque esto es ilegal”, comentó Romina Lezcano.

Cuatro mujeres sin empleo comenzaron el proyecto a fines de febrero: “Había dos chicas que tenían la plata para comprar los materiales. Hoy somos 30 personas las que vivimos de esto. Yo tenía un negocio, lo cerré y seguí con las rosquitas. Es lo único que tengo”.

“Vinimos varias veces a la Municipalidad, antes de arrancar con esto estuvimos averiguando qué era lo que nos pedían. La Municipalidad te exige muchas cosas pero no contamos con el dinero. A medida que fue creciendo, se fue invirtiendo en máquinas, en acomodar el lugar como para seguir trabajando, como los que recién empiezan la plata para hacer todos los tramites no la tenemos. Exigimos que el Municipio nos deje seguir trabajando mientras se hacen los papeles”, dijo.

Lezcano aclaró que “no queremos que nos paguen los alquileres, queremos trabajar. Con una bolsa de alimento que te pueda dar la Municipalidad le das de comer a los chicos dos días nada más. Somos todas mamás solteras y no tuvimos ningún apoyo del municipio”.