Sonia Sánchez está nuevamente en Bahía Blanca para participar de las actividades del Encuentro de Artistas por la No Violencia hacia las mujeres, niñas y niños. A las 18, en Alem y San Juan, habrá una jornada de debate, cultura y música en la cual brindará una charla sobre “La deconstrucción política y social de la puta” y “la violencia y el lugar de las mujeres en las redes de trata y el sistema prostituyente”.

“Me hubiese gustado que mis maestras o profesoras me dijeran ‘Sonia existe la trata, existe la prostitución, existen los varones violentos y estas son las herramientas que vos tienes para protegerte, para decir basta’. Hoy no hay esas herramientas en las escuelas y tampoco en nuestras casas. Les invito desde mi militancia a que empecemos a hablar en nuestras casas, a que no miremos a Tinelli que es una gran fábrica de putas y de varones violentos, a que nos pongamos a pensar antes de votar qué estamos votando, a que sepamos qué es lo que nos están vendiendo nuestros gobernantes”, dijo en FM De la Calle.

La autora de “Ninguna mujer nace para puta” llegó para “incomodarnos” y preguntarnos qué estamos “haciendo para que otros varones no vayan más de putas, para que no usen a esas mujeres y no las conviertan en un objeto de uso y abuso y también preguntándole a las otras mujeres qué hacen ellas para desdibujar la frontera de la ‘buena’ y de la ‘mala’, porque también somos nosotras las mujeres las que sostenemos esta división que el patriarcado nos ha impuesto, las buenas en sus casas y las malas en los prostíbulos”.

“Seamos todas malas porque si somos todas malas podemos empezar a construir otra sociedad menos violenta para nosotras”, propuso.

Sonia pone en cuestión las políticas públicas nacionales y la restitución de los derechos de las mujeres “porque las que hoy caen en el tráfico de personas, en especial con fines de explotación sexual, son buscando trabajo”.

“A las mujeres en prostitución que están organizadas el gobierno les da desde el Ministerio de Trabajo un programa para que las mujeres que quieren dejar de ser putas, que no quieren que las prostituyan más, se conviertan en promotoras de derechos humanos. ¿Sabes cuánto les pagan? En la ciudad de Buenos Aires hace cuatro meses atrás 400 pesos, en La Pampa les pagan 1600. ¿Quién puede dejar de ser puta con 1600 pesos cuando Pinedo está diciendo que con 83 mil pesos a él no le alcanzan? Pongo en cuestión eso, es mucho más que solamente entrar en la discusión de reglamentar o abolir porque esa es la agenda neoliberalista”.

Afirmó que “el neoliberalismo ha bajado la necropolítica y en eso estamos, en especial las mujeres, nuestros cuerpos pueden ser alquilados, nuestros vientres son alquilados para seguir pariendo hijos para sostener este sistema. No son las mujeres ricas las que alquilan los vientres, son las empobrecidas. No son las mujeres ricas las que caen en el tráfico de personas, somos las empobrecidas”.

“A mí me hicieron puta en mi mejor edad, que fue mi adolescencia, yo fui el resultado de las políticas públicas argentinas (…) ¿Cómo deconstruí eso? Exigiendo los derechos porque nuestros derechos económicos, sociales, culturales y civiles no los debemos pedir, los debemos exigir. Yo pateo las puertas, no te pido por favor, y los denuncio con nombre y apellido”, concluyó Sonia.

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