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A pocos días de las elecciones generales las grandes empresas tienen un protagonismo crucial para entender la variación en el tipo de cambio. La propuesta de la ultraderecha de dolarizar la economía acrecienta la incertidumbre. “Parte de esta corrida tiene que ver con la expectativa una posible victoria de LLA”, aseguró Francisco Cantamutto.

Se reeditó el libro que da cuenta de la vida de Noemí Labrune y se incluyó un capítulo acerca de la deuda y su impacto en los derechos humanos, impulsado por Francisco Cantamutto y Juan Pablo Bohoslavsky. “Las recomendaciones de política económica que hacen los acreedores en general y el FMI en particular tienden a vulnerar los derechos humanos”, aseguró el economista bahiense.

El economista Francisco Cantamutto analizó el plan económico detrás del acuerdo con el FMI que tuvo media sanción en Diputados y que este lunes comienza a ser debatido en el Senado. El columnista de FM De la Calle ponderó los alcances del ajuste y la incidencia del nuevo contexto mundial a partir del enfrentamiento Rusia-OTAN.

El economista y columnista de FM De la Calle, Francisco Cantamutto, realizó un balance del año económico. Las claves de 2021 y los interrogantes pendientes en la negociación del acuerdo entre el gobierno y el FMI.

El economista Francisco Cantamutto explicó en FM De la Calle qué se está negociando en la Cumbre del G20 y de la COP26 en relación al pago de la deuda con el FMI. Una alternativa “consistiría en que los acreedores acepten canjear parte de su deuda por una inversión con el fin de mitigar o adaptarse al cambio climático”.

Tras la masiva filtración de documentos que revelan secretos financieros de poderosos empresarios, políticos y famosos que esconden sus fortunas en guaridas fiscales, el economista Francisco Cantamutto analizó en FM De la Calle qué implican las sociedades offshore y la evasión fiscal.

El economista Francisco Cantamutto sostiene que hay una ventana de oportunidad sobre la cual la Argentina debería insistir pensando en un club de deudores o una coordinación de países deudores que bien podría poner presión sobre el sistema financiero internacional y lograr así cambios realmente progresivos.

Los anuncios económicos realizados la semana pasada por el gobierno nacional se inscriben en el marco de la presentación del Presupuesto 2021 y la visita de funcionarios del Fondo Monetario Internacional que comienza este martes.

El economista y columnista de FM De la Calle, Francisco Cantamutto, analizó las medidas y repasó quiénes son los ganadores de las negociaciones.

“Lo que apuró la decisión fue la caída de las reservas Banco Central. En este momento las reservas de libre disponibilidad están en torno a 6 o 7 mil millones de dólares y, a raíz de esta imposibilidad de frenar la fuga, se incorporó el endurecimiento de los controles de cambio y aun así no se detuvo la salida, con lo cual tuvieron que salir a ver como frenarla”, afirmó.

Ante este cuadro, el gabinete económico anunció:

1- Reintegros a las exportaciones, “devoluciones de saldos pagados sobre todo por pequeños productores. Esto estaría llegando a la producción de mediana escala. Al sector minero le reducen las retenciones de 12 al 8%. Al sector sojero se les reducen las retenciones de manera temporal, se le reducen más a la exportaciones de granos de aceite que a las de soja”.

“El lobby agroindustrial también cerró el compromiso de discutir una ley de estabilidad fiscal de los impuestos durante 5 o 10 años”.

Cantamutto afirmó que “el lobby minero logra que le bajen las retenciones. El kirchnerismo, después del conflicto del campo, consiguió un interlocutor que le permite sortear el conflicto con la Mesa de Enlace. Se conformó una Cámara de Agroexportadores liderados por las aceiteras que, sin dejar de ser un sector industrial, puede tomar medidas de fomento hacia el agro, maquillado como política industrial pero que no arrastra los conflictos con la Mesa de Enlace”.

“Esto viene a ser un pacto, puede ser efectiva la medida porque era momento de liquidar divisas, salir a vender soja para solventar la campaña que sigue pero, además, porque esto fue negociado, hay un acuerdo político para conseguir esas divisas de manera más o menos veloz. Esto le daría aire justo para cuando viene el Fondo a negociar”, destacó .

2- Apoyar el desarrollo de cadenas industriales, “sobre todo automotriz, esto implica al mediano plazo impulsar las exportaciones industriales atadas a la de economía del conocimiento”.

3- Beneficios impositivos para estimular la inversión en la construcción: “Captar dólares de ahorro y que sean invertidos en el sector. Al mismo tiempo se envían dos proyectos de ley para apuntalar el desarrollo, un sistema de crédito hipotecario y de construcción de vivienda popular. Puede ser una nueva alternativa para impulsar el crecimiento y atraer dólares”.

4- En lo que tiene que ver con frenar la corrida del dólar, crean un nuevo título público, “que se conoce como Dólar Linked, que significa atado a la cotización del dólar, con lo cual podés invertir y cotizar en pesos sin perder contra el dólar. Los bancos tienen incentivo a prestar en este sentido y después comprar bonos del Estado”.

“La baja del dólar es residual y no está generando algo significativo. Si bien bajó un peso y medio, hoy bajó 50 centavos. Seguimos en un nivel elevado. En el mercado de futuros se está negociado a 78 pesos por dólar para fin de año. Esto está limitado por los controles de cambio que se endurecieron el domingo a la noche”, comentó Francisco Cantamutto.

El economista y columnista de FM De la Calle analizó el contexto económico luego de las elecciones.

“En septiembre casi 1 millón 700 mil personas compraron dólares. De ese total solamente 200 mil personas compraron por valores por encima de los 1000 dólares, con un promedio de 8 mil. El resto, la mayoría, estaban comprando cifras por debajo. Esto que debería haberse hecho antes, podría haberse puesto en un lugar intermedio sin llegar al límite de 200, el problema es que si se reducía minaba la base electoral cambiemos”.

Cantamutto comentó que “estos controles están negociados con el equipo de transición de Fernández. Según las cuentas las reservas netas se ubican entre 7 y 8 mil millones de dólares y solamente en vencimientos de deuda tenemos 13 mil millones. No solamente eso sino que, además, se vuelve vital el desembolso de 5 mil 400 millones del fondo”.

¿Hay similitudes con el 2001?

“El porcentaje que se puede prestar de los depósitos en dólares es menor, eso le da mayor solidez ante una corrida. Además, los que se prestaron fueron a emprases que exportan y generan dólares. El efecto de eso fue que nos cubrió estos dos o tres meses que de corrida financiera.

“El corralito tenía que ver con restricciones de retiro de las cuentas a la vista. Si se retiran los pesos de los bancos no pueden ir a comparar los dólares. Se parece al hermano menos comentado del corralito: el corralón. Este consistió en una reprogramación forzosa de los depósitos en dólares, se los cambió por bonos que le permitían cobrar esas cantidad de dólares más un interés, entre 3, 4 y 5 años. Eso podría ser una salida si continúa la salida de depósitos en dólares, que sería traumático. No habría necesidad de estas medidas, no es lo que se viene charlando”, finalizó.

El columnista de FM De la Calle, Francisco Cantamutto, analizó la actualidad económica a partir de las negociaciones de los representantes del Fondo Monetario Internacional con funcionarios del gobierno nacional y con referentes del Frente de Todos.

“El fracaso de las políticas de este gobierno junto el FMI hablan de una corresponsabilidad.  Si nos vamos a centrar en la visita de ayer negociando con gobierno y oposición para ver si nos habilitan el ante último tramo del crédito que queda, perdemos de vista cómo el FMI hizo la vista gorda a lo largo de cinco revisiones donde no solo las cosas estaban empeorando sino que incluso  se deterioraron las cuentas externas que se supone es lo que tiene que resolver”.

¿Qué pasó en la reunión de ayer con el representante del Fondo?

Más allá de cómo quedaron las cuentas fiscales del segundo trimestre, están pensando cómo se hace para llegar a diciembre y qué va a pasar después. Los trascendidos hablan de un vacío de poder que alienta a la incertidumbre de lo que venimos hablando. No se originan en la reunión de ayer, es un clima generalizado.

¿Qué puede pasar después del 10 de diciembre?

Sin especular demasiado, puede ocurrir que llegue el siguiente gobierno y no se encuentre con reservas disponibles. Las de libre disponibilidad son menos de 10 mil millones. Estas son estimaciones porque el Banco Central dejó de publicar los números. Si se encuentran sin reservas, ¿cómo va a manejar la política cambiaria? Lo que hace Alberto Fernández es marcar la cancha de una negociación agresiva. Recordemos que lo que sostiene es el pago de la deuda, no discute la legalidad o legitimidad de la deuda.

No podemos descartar el escenario en el cual, en este diálogo político, haya algún tipo de acuerdo entre gobierno, FMI y alguna parte de la oposición para pasar algunas de las reformas que reclama el Fondo en estos meses de transiciones. Reforma laboral, reforma previsional, reforma de la carta orgánica del Banco Central, algunas privatizaciones como son las del Banco Nación y Provincia. Sin ser una reforma de la escala del ’89, que le habilitaron a Menem a hacer lo que hizo después, no se puede descartar que alguna de esta reformas se plantee como prenda de cambio para señalarle al Fondo que algunas de estas reformas ya se hicieron.

El equipo de la fórmula FF dice que propone un congelamiento de precios de 180 días para avanzar en las negociaciones parciales, se congelan los precios con los salarios habiendo caído un 20%. Esto si bien no es una reforma laboral, es una caída muy fuerte de los salarios reales que es parte de lo que el FMI busca.

El economista y  columnista de FM De la Calle Francisco Cantamutto analizó las implicancias y posibles puntos de conflicto que traerá la puesta en marcha del acuerdo consensuado entre el Mercosur y la Unión Europea.

“Es una medida con efectos de muy largo plazo buscada de cara a las elecciones. Por otro lado, para lograr el acuerdo se pone por encima la ideología librecambista y la postura negociadora de entrega absoluta para obtener el resultado. No es una conquista para el país ni para el bloque regional, es un retroceso en términos institucionales. La Unión Europea pudo imponer todas las condiciones que estaba demandando”, afirmó.

Cantamutto agregó que “es una especie de colonialismo del siglo XXI que no tiene nada prometedor para dejarnos. Por suerte no está todavía consolidado, las críticas no son solo de acá sino europeas también. Tenemos que hacer lo imposible para que esto no pase por el Congreso. Es una entrega del país y del bloque a los capitales europeos”.

El economista destacó el hermetismo en torno a lo negociado: “Las cámaras PyMEs como la Unión Industrial han salido a declarar que nunca tuvieron participación en esto, que no se las consultó y que no están de acuerdo. Los representante sindicales de la CGT y CTA han hecho pedidos formales y nunca se les ha dado información. Cuando se filtra en Europa nosotros los conseguimos acá. El gobierno que se jacta de la transparencia no está haciendo el acuerdo en esos términos”.

¿Qué implica el acuerdo en medidas económicas?

1- Desregulación del comercio en el sector industrial”

“La mayor parte del comercio con UE ya está liberalizado, las posiciones arancelarias o de negociación de trabas al comercio de este acuerdo son con sectores sensibles como el automotriz. Estamos ante el riesgo real de que el sector automotriz si no desaparece quede reducido a una cosa mínima. Recordemos que este sector tiene un enorme entramado de cadena de proveedores hacia atrás en la industria metal-mecánica”.

Cantamutto agregó que “hay dos sectores en el Mercosur con protección especial: el automotriz y el azúcar. Si quitás esas protecciones es muy probable que el abastecimiento de autos en la región provenga de otras latitudes: Europa, Asia. Si se quita la protección y la industria automotriz deja de producir se pierden esos empleos y el entramado hacia atrás y hacia adelante”.

Los estudios que llevó a cabo Paula Español, ex secretaria de Industria del gobierno anterior, indicarían que “en todas esa cadena productiva podrían perderse 185 mil puestos de trabajo, es más que toda la fuerza laboral de Bahía Blanca. Esto puede repetirse para otras cadenas industriales”.

2-Nos reduciría a la exportación de bienes primarios

“Dentro de la agroindustria son muy pocos los bienes que podrían obtener una cota mayor, concretamente hablamos de la industria ganadera. El agro en Europa sigue subsidiado y con protecciones para-arancelarias, puntualmente controles fitosanitarios o normas de calidad de otro tipo. Agregan que la producción en el Mercosur está fundamentalmente apalancada a través del uso masivo de agrotóxicos. En Europa han elevado los estándares de calidad ambiental y no están dispuestos a recibir estos productos que consideran potencialmente riesgoso para la salud”.

“Esto llevaría a perder toda la cadena industrial y exportar muy pocos bienes con poco valor agregado en la producción primaria“.

3– Patentes

“La Unión Europea insiste mucho en la protección de los derechos de la propiedad intelectual, el uso de medicamentos genéricos podría desplazarse de 10 a 20 años, con lo cual la medicina se encarecería mucho porque habría que pagar las patentes de las farmacéuticas europeas 10 años más. Es un golpe directo al bolsillo. En otras áreas también es patentamiento de material genético local, una discusión del Congreso como la Ley de Semillas, es impedir que los productores manejen su propio material genético y tengan que comprar la semilla a Europa”.

4-Obra pública y compras estatales

“El tratado propone que tanto para la obra pública, licitaciones y compras de empresas estatales, no podrían tener preferencia que promuevan la contratación de empresas o PyMEs locales. Las empresas europeas podrían licitar igual que las locales y las locales no serían capaces de competir. Esto produce una devastación de empleo y más salida de recursos en la balanza de pago. Esto se compensaría buscando divisas por otros lados, ¿cuáles serían esos otros lados? Los mismos que el tratado impugna como problemáticos, que son el extractivismo y la producción agroganadera y minera en condiciones insostenibles“.

50 millones de personas quedaron a oscuras el domingo producto de una falla en el sistema conexión internacional. El columnista de En Eso Estamos, Francisco Cantamutto, aporta una mirada desde la economía a la discusión energética.

“Desde que se privatizaron las empresas del Estado en el sector energético se consolidó un mercado oligopólico muy conectado entre sí. Hay empresas que están en distintos lugares de la cadena y se venden entre si. La generación de energía depende muy fuertemente del gas, en general de los combustibles fósiles. Dos tercios de la energía del país se hace con gas. Los movimientos de gas afectan a al energía eléctrica y en el medio tenernos actores que se ubican en todos estos tramos”, dijo por FM De la Calle.

Agregó que “en el apagón energético hubo responsabilidad de pocos actores que están en el poder, que han aumentado sus ganancias. Discutir el apagón tiene que llevar a discutir quiénes son los dueños de la energía”.

La cadena empresarial de la energía

El Grupo Pampa, propiedad de Marcelo Midlin, está a cargo de la refinación de petróleo y el transporte de gas así como interviene en generación, transporte y distribución de energía eléctrica.

“Este grupo es el que, junto con una participación minoritaria del Estado, controla la empresa Transener que mueve a través de los cables de alta tensión la energía de todo el país. Es una única empresa que se encarga de hacer este movimiento, Luego hay ocho distribuidoras regionales. Una de ellas en Transba, que hace el transporte de media tensión en la provincia de Buenos Aires, también es del grupo Pampa. Y luego están las que hacen la distribución de la energía a los domicilios que son Edenor y Edesur. Edenor también es del Grupo Pampa”, señaló Cantamutto.

Responsables del apagón

La falla del apagón del otro día “no fue un problema de Yacyretá sino que tuvo que ver con la línea que transportaba la energía desde la represa hasta sistema interconectado, que hace que toda la energía se suba a la misma red y se distribuya”, comentó el economista.

Cantamutto agregó: “Las empresas responsables por la llegada y transporte son Transener y Yacylec. Esta última es del grupo Macri y no paga impuestos hace 15 años, debe 46 millones de pesos al Estado.  Esta firma tiene en reparación una de las tres líneas que conecta Yacyretá a través de la cuenca del litoral con el sistema nacional”.

“Son tres líneas las que reparten la carga. Una de esas debería estar terminada hace cuatro meses y no está. Siguen dando vueltas y no resuelven. Como ahora hay una alta demanda energética, aprovechando que hay lluvia, es un buen momento para pedirle energía de Yacyretá porque está cargado el embalse y generar energía eléctrica es barato. Por ende, se le pidió más carga a  dos de las líneas y, al no existir una tercera línea, se terminó generando la caída de las líneas completas y por transmisión se desconectó todo el resto”.

¿Por qué hay fallas si la factura de luz se fue a las nubes?

“Las tarifas han aumentado entre 1000 y 2400% desde que llegó Cambiemos, es un golpe durísimo que a las empresas le ha venido bárbaro. Los ingresos de la energía eléctrica, las ganancias de las generadoras subieron 155% y el transporte subió un 491%. Las empresas del transporte -que es lo  que falló ahora- tuvieron ganancias del 500% del 2015 a esta parte. En el caso de Transener las ganancias subieron mas del 4000%”.

“Son muy pocos actores interconectados entre si con capacidad de lobby en el Estado o directamente dentro del Estado. Ganan más, distribuyen más dividendos pero no reinvierten.  El Grupo Pampa es tercer grupo más grande después de Shell e YPF. Es el que más ganó”.

A raíz del informe del Observatorio de la Deuda Social que elabora la UCA, el economista Francisco Cantamutto analizó las variables que componen el estudio “multidimensional” que concluyó que la pobreza alcanza al 31,3% de la población .

Además del nivel de ingreso, el estudio mide otras variables estructurales: alimentación y salud, condiciones de vivienda y educación, acceso a servicios básicos y situación medioambiental de donde se habita, empleo y seguridad social.

“Del 2017 al 2018 se agregaron casi 2 millones de personas a la pobreza totalizando 13 millones de personas”, señaló el columnista de En Eso Estamos.

Lo difundido por el INDEC va en línea con el estudio de la UCA. “En 2017 había un 25,7% de la población en la pobreza, ahora llega a casi un 32%. Sube casi siete puntos la pobreza y llega a 14 millones de habitantes. En un año es mucho, el último antecedente  fue en la crisis del 2002”.

Situación local

Cantamutto comentó los datos de desocupación en Bahía Banca a partir del análisis del economista Gustavo Burachik. “La tasa de desempleo está dando por encima de la tasa promedio a nivel nacional con un 9,4%. Es la sexta ciudad en orden de mayor desempleo, con 13 mil personas desocupadas”.

“No solamente cayó el empleo sino además hay menos gente buscando. Hay un elemento de frustración, la gente no está saliendo a buscar trabajo porque sabe que no lo va a conseguir. Cuando dejan de buscarlo, dejan de ser medidas como personas desocupadas. No solo la desocupación da por encima del promedio sino que además está subestimada”.

El economista explicó que “el desempleo entre mujeres menores de 29 años se ubica en el 25%. Una de cada cuatro mujeres que está buscando activamente trabajo, no lo consigue. Estas son las razones que explican los factores de desaliento”.

El presidente Mauricio Macri y su ministro de Hacienda, Nicolas Dujovne, afirmaron que el país está “en emergencia” y anunciaron medidas para “reducir el déficit fiscal”. El economista y columnista de En Eso Estamos, Francisco Cantamutto, dijo en FM De la Calle que los cambios son “una mala noticia para los sectores populares”.

El “esfuerzo mayor a quienes exportan” exigido por Macri se tradujo en un “aumento” de las retenciones a razón de  cuatro pesos por dólar para la producción primaria y tres pesos por dólar para el resto.

“El problema es que no hay absolutamente nada que garantice que la relación peso-dólar se mantenga 40 a 1. Entonces, en la medida que se sigue devaluando esas retenciones se licuan. Hay un incentivo de no exportar y especular para forzar que se devalúe más y luego se licue el impuesto que tenés que pagar. No liquiden sus importaciones, esperen todo lo que puedan, fuercen a que la devaluación sea más grande y van a pagar menos ustedes y todos nosotros y nosotras vamos a pagar bastante más”, comentó Cantamutto.

Respecto al ahorro que implicaría la reducción de 19 a 10 ministerios, el economista argumentó que  “siempre que se cambia la dependencia la cantidad de gente se modifica, los recursos presupuestarios se modifican, etc. Ahora tiene que venir la discusión del presupuesto y en la medida que pasan varios ministerios a secretarías o subsecretarías van a tener menos asignaciones presupuestarias, es dentro de la misma lógica de ajuste. A veces para interceder en favor del capital no hacen falta tener tantos ministerios”.

“Hay mucha pantomima, no deja de ser un problema porque muestra idas y vueltas que en ningún momento generan confianza. Este gobierno vino a representar uno de los mandatos del empresariado más conservador que era la regala de previsibilidad. Ahora, si vas y venís con los anuncios lo que estás generando es que no tenés una idea muy clara de lo que querés hacer o de cómo resolver las macanas que generan”.

Esta noche, Nicolás Dujovne viaja a Washington para cerrar el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, con el cual pretenden “despejar dudas sobre nuestro financiamiento en 2019”.

“Yo creo que va a conseguir ese acuerdo, si no lo consiguiera también es cierto que tanto él como Caputo, al venir del mundo de las finanzas, pueden hacer movidas para que algún fondo de inversión ingrese algunos dólares o, al menos, deje de sacarlos a mansalva y eso modere las expectativas levemente que fue lo que hicieron en abril”, finalizó Cantamutto.

(Por Francisco J Cantamutto) La economía de Cambiemos no muestra señales de reanimación, y todo parece indicar que el rumbo solo ofrece peores auspicios.

Se conocieron la semana pasada los datos completos del nivel de actividad de 2016. El resultado no fue sorpresivo: el PBI cayó un acumulado de 2,3% respecto de 2015. Se pasó así del bajo crecimiento previo a una recesión abierta, que contradijo de manera flagrante las expectativas de crecimiento del gobierno (hablaba de un 1%) pero también de los organismos internacionales de crédito. El resultado no es sorpresivo, sino que va en línea con todos los indicadores previos, que ya señalaban este escenario.

El consumo privado cayó casi un 1% en un año, y es posible que la caída no sea peor gracias a las compras de los sectores sociales más altos. El comercio, empujado por esta reducción de las compras, cayó un 2,6%. La inversión cayó un mucho más duro 5,5%, lo que significa un fuerte problema en términos de la actividad económica presente y futura. De hecho, la tendencia recesiva es muy fuerte, con la construcción –muy asociada a la inversión- cayendo poco más del 11% en todo 2015. Durante 2017, el gobierno intenta impulsar la obra pública para revertir este rumbo, pero está por verse su resultado final. La industria, bajo la caída de tanto consumo como inversión, también cayó un 5,7%.

Con estos valores, la destrucción de empleo ha sido importante. No existe un dato nacional del INDEC para comparar respecto del final de 2015, pero los guarismos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires indicarían un aumento del desempleo. A nivel nacional, el dato fue del 7,6% de la población económicamente activa. Para explicar este valor confluyen los despidos masivos, que han provocado un fuerte efecto desaliento –gente que dejó de buscar trabajo porque no encuentra, y deja de ser medida como desocupados- pero también la creación de empleo público –aspecto criticado por Cambiemos al kirchnerismo. El nuevo gobierno realizó importantes despidos durante el año con el objetivo de amedrentamiento político, para instalar el miedo, pero no con un objetivo de ahorro: los despedidos fueron reemplazados por nuevos contratados afines al nuevo gobierno. En un gran número de casos, las nuevas contrataciones se realizan pagando salarios más elevados –bajo la lógica de pagar equivalentes al sector privado- y vulnerando los procedimientos de concursos públicos. El boletín oficial está plagado todas las semanas de casos de nuevos contratos con nombres incomprensibles para amigos del poder. Se ve que el problema era reemplazar la “grasa militante” por “margarina simpatizante”.

Los sectores empresariales más cercanos al proyecto oficial también sufrieron el impacto de las políticas económicas, solo que en menor intensidad. El transporte y las comunicaciones, y electricidad, gas y agua incrementaron su nivel de actividad; mientras que el agro, la minería y la intermediación financiera cayeron, pero menos que el promedio, ganando así participación relativa. En todos los casos, se trata de sectores beneficiados por el cambio de precios relativos. Si se revisan los debates abiertos en este mismo espacio hace un año atrás, se podrá constatar que ya entones era claro que las políticas aplicadas por Cambiemos no podían tener otro resultado.

La falta de expectativas de crecimiento para este año amenaza a toda la región, motorizada por los –relativamente- bajos precios internacionales de las materias primas y la falta de demanda en los países centrales. En este contexto, que ya era conocido, el gobierno de Cambiemos eligió abrir la economía y llamar a los inversores del mundo. Para ello fue a Davos, organizó un “mini-Davos” en Buenos Aires, fue a Pekín, volvió a ir a Davos, y próximamente, del 5 al 7 de abril, realizará un segundo “mini Davos”, siempre tratando de tentar a los esquivos inversores, que palmean sus espaldas mientras se aferran los bolsillos. Si la inversión internacional se ha retraído desde el inicio de la crisis global en 2008, el Brexit el año pasado y la victoria de Trump han puesto mayor incertidumbre en el mundo.

En este esquema, los 15 meses de Cambiemos arrojan solo malas noticias en el ámbito externo. No solo que no llegó ninguna lluvia de inversiones, sino que contabilizando el envío de ganancias al exterior, el saldo de inversión arroja una salida de 420 millones de dólares. Estos se suman al rojo de 1.441 millones por saldo comercial, impulsado por fuertes déficit en servicios. Las importaciones han crecido en los rubros de consumo y vehículos, mientras que cayeron en los bienes asociados a la inversión (intermedios y de capital). Esta oleada de compras externas ha provocado un gran golpe sobre la industria, que no solo disminuye su nivel de actividad, sino que despide y suspende a sus trabajadores, a medida que cierra sus puertas o se reconvierte en importadora de los bienes que antes producía. El desplazamiento de la producción nacional es tan fuerte que no solo afecta a la industria, sino incluso a sectores agrarios usualmente llamados “economías regionales”: manzanas, peras o naranjas. A estos guarismos hay que agregarle las salidas por pagos de intereses por 13.608 millones y la abrumadora cifra de 17.302 millones de fuga de capitales.

¿Cómo cierran las cuentas? Endeudando al país, de manera exponencial. En concepto de créditos, títulos y bonos, y otras inversiones especulativas, entraron al país 35.786 millones de dólares. Esta masiva entrada de fondos financieros es responsable de la actual apreciación del tipo de cambio, que incentiva aún más la compra de bienes y servicios del exterior, empeorando el saldo comercial. Los grandes exportadores están reteniendo la liquidación de sus operaciones, a la espera de un tipo de cambio que consideren más apropiado.

No solo el Tesoro nacional participa de esta fiesta de deuda, sino también el Banco Central, cuyas cuentas pasaron al rojo también en marzo. Las reservas oficiales a mediados de este mes fueron de 51.618 millones de dólares, equivalentes a $802.483. La base monetaria (constituida por billetes y monedas circulando) es de $812.191, lo que no representa una diferencia sustancial. El problema es que el Banco tiene también deuda en LEBAC y pases pasivos por un total de $829.359, la mayor parte de la cual tiene vencimiento en tres meses o menos. Esto es una auténtica bomba de tiempo, pues sin controles cambiarios ni de capitales, cuando las ganancias de corto plazo no sean lo suficientemente jugosas, una estampida hacia afuera es un escenario posible. Si eso ocurriera, el ajuste devaluatorio no sería exactamente gradual.

El gobierno de Cambiemos ha provocado un auténtico desastre en la economía argentina, por donde se lo vea: mayor recesión, mayor inflación, mayores déficit gemelos, mayor desempleo, peores salarios. El peso de una economía paralizada en un año electoral es fuerte, y parece que los dispositivos discursivos empiezan a flaquear.

(Por Francisco J. Cantamutto) Cerró el primer año de gobierno de Cambiemos, y las previsiones que hiciéramos resultaron acertadas: el rumbo elegido es el del ajuste y las reformas regresivas. El sesgo social del gobierno no admite demasiadas dudas, al menos en sus rasgos generales: abundan los datos sobre el aumento de la pobreza y el desempleo, la caída del salario real, de las asignaciones sociales y jubilaciones, pues todas aumentaron por detrás de una inflación desbocada. El efecto sectorial dio por principales beneficiarios del nuevo esquema a las fracciones ligadas al procesamiento de recursos naturales y las financieras. Sobre esto, el balance ha sido claro.

Tras ese año, agotándose ya el efecto del relato de la herencia, Macri realizó algunos cambios de gabinete. El más resonado, fue el reemplazo de Prat Gay por la dupla Dujovne-Caputo. Para el segundo, se trató de una promoción para poder ejecutar su rol de tomador compulsivo de deuda sin ataduras. Para el primero fue una sorpresa, en la cual su carácter de casi ignoto ayuda a subordinarse a los requerimientos del presidente –además de aportar vínculos personales con el nuevo presidente estadounidense, Donald Trump. El programa parece simple, pero no lo es: debe ajustar… en año electoral. La clave para congeniar parece estar en ajuste, deuda y obra pública.

Sin embargo, las inconsistencias del ajuste, que se promueve como racional, incluso como “con rostro humano”, provocaron renuncias masivas en el ministerio de Salud. El secretario de Obra Pública, Daniel Chaín, un histórico del PRO, fue desplazado por no lograr reanimar el sector de sus competencias, aun de muy tibia performance. Isella Costantini se debió ir por no lograr mayor ajuste en la aerolínea de bandera, que abriera el mercado a las aerolíneas de bajo costo. En la misma línea se puede interpretar el reemplazo de Melconian por González Fraga en el Banco Nación: en primer lugar, anular las aspiraciones personales y consolidar así la subordinación total al mandato del “equipo chico” del PRO; en segundo lugar, castigar su permisividad con la paritaria de bancarios. Pero en tercer lugar está también el hecho de que Melconian –un histórico defensor del endeudamiento- cuestionó que el gobierno estuviera colocando demasiada deuda en el banco que le tocaba administrar, superando los niveles técnicamente sostenibles. El pecado de soberbia por cuestionar el modelo fue castigado. González Fraga, quien desde las tribunas festejó el ajuste social, asume con la idea de lanzar créditos productivos e hipotecarios destinados a los sectores más acomodados (la propuesta que lanzó apenas asumió permite acceder a créditos solo al 10% de la población).

Y el programa para 2017 comenzó a ejecutarse, entonces, sin pausas.

Dujovne, tal como predicó desde su tribuna en los medios, llegó con la idea fija del ajuste fiscal, raíz de todos los males según su mirada. Según destacó de primera fuente La Nación –donde el devenido ministro publicaba sus columnas- el recorte tiene tres ejes. El primero es la reducción de secretarías, subsecretarías, direcciones y organismos a través de su fusión, buscando funciones duplicadas entre ministerios. No es llamativo que, entre los más de 20 ministerios de Macri, busque estas duplicaciones en Desarrollo Social, Educación, Salud, Trabajo y ANSES. Según sus cálculos, se ahorrarían así $65.000 millones, equivalentes a un 0,8% del PBI. Llamativamente, pretenden asegurar que esto no significará recortes de planes de esos ministerios.

El segundo eje por el que pasa el recorte es conocido ya: se trata de los subsidios a la energía y el transporte. Aunque el ritmo de reducción no es claro, el sentido sí lo es: ahorrar cerca de 3% del PBI por la vía de subas de tarifas. Esas subas componen el tarifazo, que fue un factor de conflicto relevante en 2016. En estos meses vinieron sustanciales subas de la electricidad –junto a discursos de Aranguren sobre cómo ahorrar energía-, a las que se sumará en abril un nuevo aumento del precio del gas en boca de pozo. Esto incrementará no solo las tarifas de gas, sino también las de electricidad. Ambos incrementos impactan sobre el conjunto de la producción, a los que se adiciona la suba de los combustibles. Un cóctel que erosiona los salarios reales sin necesidad de ajuste nominal.

Justamente, un eje no declarado es el ajuste inflacionario, que Cambiemos tanto criticó del gobierno anterior. Con una inflación total bien por encima del 40% y paritarias muy por debajo, el gobierno logró una ajuste importante. La paritaria bancaria, que había roto el techo, fue objetada por el ministro de Trabajo Triaca, pero recientemente fue confirmada por la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo. El gobierno pretende que las negociaciones paritarias actuales –en especial, con docentes- cierren por debajo del 20% este año. Según sus previsiones, la inflación de 2017 se ubicará en torno al 18%, aunque el Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central indica que todos los analistas esperan un número mayor.

En cualquier caso, la pretensión del gobierno es cerrar omitiendo el ajuste que ya ocurrió: el de 2016. Al mismo tiempo, busca incorporar en las negociaciones la flexibilización por diversas vías, como atestigua el acuerdo con petroleros, que crea una nueva rama para hidrocarburos no convencionales con otras condiciones que sus pares. El gobierno probablemente evite pasar la flexibilización por el Congreso antes de las elecciones, y la introduzca por esta vía alterna. Aquí se expresaran los pedidos empresariales por contratos por tarea, y aumento de la carga de aportes por parte de los propios trabajadores.

El tercer eje de Dujovne es el ajuste en las 53 empresas públicas, que acusan según la cuenta oficial un déficit de $50.000 millones, lo que representa alrededor de un 0,6% del PBI. YPF, Aerolíneas, Correos, ENARSA, AySA, Canal 7, Radio Nacional y Télam son algunas de las que tiene enfocadas para avanzar. El esquema de ajustes aquí puede pasar por privatizaciones parciales, vaciamiento, o la temible iniciativa público-privada, aprobada como ley el año pasado. Ya se están sentando las bases para una nueva reforma del sistema jubilatorio, habilitando nuevamente la participación privada en un mercado creado a tal efecto.

Con este ajuste en mente, el gobierno espera poder eliminar algunos impuestos, tal como demandan diversos empresarios. Al mismo tiempo, enfatizan la necesidad de reanimar la obra pública, a sabiendas que es año electoral.

Sin embargo, las cuentas aún no cierran. El blanqueo del 2016 implicó una recaudación de $82.000 millones, que contuvo parcialmente el déficit, y dio cierto aire para continuar el ajuste estructural sin que el efecto sea notable velozmente. La gran excusa del sospechoso blanqueo, la “reparación histórica” atrajo a apenas 300.000 jubilados de 2,4 millones que podían optar por él.

La otra fuente de contención es la toma masiva de deuda. El plan declarado para este año es la toma de deuda por 40.350 millones de dólares, que se utilizarán en mitades para cubrir el déficit y pagos de deuda pasada. Solo en enero, Caputo ya emitió 17.036 millones de dólares, el equivalente al 42,2% de lo necesario para pasar el año. Dos quintas partes de esa emisión vencen en seis meses o menos: plazos extremadamente cortos. El gobierno está apurado por colocar deuda antes que el efecto Trump siga encareciendo las tasas de interés globales.

La entrada masiva de deuda ha incrementado las reservas –Sturzenegger ya está buscando dónde colocarlas a interés- y también sostenido el tipo de cambio. Comenzando febrero, el dólar ha bajado de los $16, a pesar de que el presupuesto estima que se ubicará en torno a los $18. Mantener el dólar bajo durante un tiempo más permitirá sostener el impulso a la importación de bienes de consumo, fomentando así un bienestar pasajero. Es probable que la devaluación llegue con las elecciones, preferentemente luego de ellas.

Para tentar al capital especulativo, Dujovne colaboró eliminando los plazos mínimos de permanencia en el país, que eran de 120 días. Altas tasas de interés y dólar planchado son una gran oportunidad de negocios financieros.

La combinación de ajuste, deuda y obra pública parece que será la clave de este 2017 que recién empieza.

(Por Francisco J Cantamutto) Tratado sobre tablas, el Senado dio la media sanción faltante para expropiar el BAUEN y ceder su uso a la cooperativa.

Una noticia buena en un año de retrocesos: se aprobó la ley que expropia el inmueble del hotel BAUEN, a expensas de créditos nunca pagos con el Estado, y los cedió a la cooperativa de trabajadores y trabajadoras que hace casi 14 años la opera. Ícono del proceso de recuperación de empresas, el BAUEN es un ejemplo de lucha, que permite contar también una historia del país.

El hotel fue originalmente construido durante la última dictadura cívico-militar, de cara al nefasto Mundial de Fútbol de 1978. Para acelerar la construcción, el entonces Banco Nacional de Desarrollo (Banade) realizó suculentos préstamos a favor del empresario Iurcovich. Este préstamo, claro, no fue nunca devuelto. Con la apertura de los noventa, llegaron cadenas hoteleras internacionales al país, desplazando al BAUEN del perfil de hoteles de lujo. A partir de 1997, Iurcovich acrecentó las maniobras fraudulentas, incluyendo el traspaso de manos al grupo chileno Solari. Pero esto no resolvió ningún problema. Se acumularon deudas con la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y con el plantel trabajador, declarando la quiebra durante esos escasos días del gobierno ilegítimo de Adolfo Rodríguez Saá en 2001.

En marzo de 2003 se inicia otra etapa, en la que los y las trabajadoras decidieron cambiar el rumbo de la disputa, y tomar la gestión en sus manos. A partir de entonces pelearon por dar continuidad a su fuente laboral, creando la Cooperativa de Trabajo Buenos Aires Una Empresa Nacional Limitada. No pocas disputas atravesaron, incluyendo varios intentos de desalojo, disputas judiciales para permitir el uso del inmueble, y por supuesto, la disputa por la propia propiedad. Una pelea que prácticamente todas las empresas recuperadas debieron transitar durante los 12 años del kirchnerismo, en los cuales muy pocas lograron soluciones estables.

La conversión de la empresa como cooperativa recuperada implicó grandes desafíos para aprender nuevas herramientas de gestión y organización, y desaprender viejos vicios empresariales –que incluyen fomentar la desconfianza entre compañeros. Desandar esos caminos era y es tan difícil como construir los nuevos. Rápidamente el BAUEN comprendió que debía apoyarse en las organizaciones sociales y en el movimiento popular para blindarse de los abusos y extorsiones siempre presentes. El BAUEN se convirtió, de alguna manera, en la casa de las recuperadas del interior del país, cuando venían a reclamar y peticionar a la capital del país. Allí se cruzaban con sindicatos, organizaciones sociales, proyectos autogestivos y otras iniciativas que dieron forma a una amplia solidaridad política. Este año, el BAUEN ha sido la casa de la Multisectorial de CABA contra el tarifazo y el ajuste.

La derrota electoral de las presidenciales de 2015 dio impulso a múltiples agendas detenidas por falta de voluntad política. Entre ellas, se logró apurar el proyecto de Carlos Heller por la expropiación del inmueble, a cargo del Estado, a cuenta de créditos impagos, y la cesión a la cooperativa BAUEN. El 26 de noviembre de 2015 se logró la media sanción en Diputados de esta ley. La mayoría de los diputados opositores evitaron presentarse, pretendiendo bloquear así lo inevitable, pues el kirchnerismo contaba con mayoría propia. El de Heller fue el último de una gran cantidad de proyectos presentados en el mismo sentido, cuyo estado parlamentario caía por falta de tratamiento.

Ese era el riesgo con este proyecto con media sanción: quedar cajoneado y volver a foja cero. Por eso, la noche del 30 de noviembre de este año, nuevamente los trabajadores y las trabajadoras del BAUEN se presentaron en el Senado a reclamar el tratamiento –sobre tablas- del proyecto con media sanción, tras la extensa jornada de debate por el presupuesto de 2017. Y aunque el bloque Cambiemos buscó dilatar el tratamiento con excusas variopintas, no pudieron evitar la votación. El señador radical Luis Naidenoff dijo que no sabían con exactitud cuál era la deuda o quién era el titular del inmueble, mostrando su falta de interés en averiguarlo o siquiera escuchar los 14 años de lucha. La senadora PRO Laura Machado pretendió usufructuar una carta federal señalando que el costo de la expropiación lo pagarían todas las provincias, como si eso los hubiera detenido de otras acciones. Pero la clave la dio el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, al señalar que “No podemos votar esto porque el valor del inmueble es enorme y los beneficiarios son poquísimos”. El problema, para el PRO, era cómo echar mano de una gran renta inmobiliaria, de la que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires han sabido aprovechar para sus negociados.

Nada de esto tenía fuerza luego de las largas tratativas del presupuesto. Gran oportunidad para la oposición para pasar un proyecto favorable a los intereses populares, luego de aprobar el proyecto económico 2017 de Cambiemos. A avanzadas horas de la noche, se aprobó el proyecto que declara de utilidad pública y sujetos de expropiación a los inmuebles e instalaciones del hotel, otorgando el uso a la cooperativa. Esto mejora las condiciones de casi 140 trabajadores y trabajadoras, que ahora podrán establecer contratos, ser sujetos de crédito, proveedores inscriptos del Estado, entre otras mejoras. Queda en espera la reacción de Macri, que puede promulgar o vetar la ley en las próximas semanas. El lunes 5 se realizará un encuentro de Multisectoriales, donde se abrazará simbólicamente al hotel.

María Eva Losada, presidenta de la Cooperativa BAUEN, señaló que esto es “el fruto de una lucha de los trabajadores y de las organizaciones y espacios que apoyaron”. Federico Tonarelli, trabajador del BAUEN y presidente de la Federación FACTA, reforzó la misma idea: se trató de trabajo consecuente, permanente, con el movimiento obrero, las cooperativas, los movimientos sociales y organizaciones populares, construyendo una amplia unidad.

Eva resaltó además, respecto del gobierno, la incomprensión de quienes ven todo desde la mirada empresarial, y por eso “no entienden cómo un grupo de simples trabajadores puedan expropiar y quedarse con una empresa”. Para todos quienes no lo comprenden, aquí uno de tantos ejemplos de coraje e hidalguía: el BAUEN para quienes lo trabajan.

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(Por Francisco J Cantamutto) Ya se cumplió el año desde las elecciones, y nos acercamos al primer año de gestión del gobierno de Cambiemos. Las excusas sobre la necesidad de tiempos para poder evaluar ya han perdido toda validez, y podemos retomar los balances de conjunto.

La devaluación y tarifazo fueron un contrasentido en una política que decía combatir la inflación, pues en lugar de reducirla, la aceleraron, casi duplicando las ya grandes subas de 2015. En la disputa contra esta suba de precios, el gobierno procedió a una apertura generalizada de la economía, tanto en el comercio como en la cuenta financiera de la balanza de pagos. El creciente ingreso de mercancías importadas funciona como límite al aumento de precios, al competir con producción local, para placer del consumidor y miseria del trabajador. La suba de los costos de la energía quitó más competitividad, favoreciendo el cierre de empresas y los despidos.

Sin casi ningún control para los movimientos de capital, el ministerio de Hacienda coordinó con el Banco Central la suba de las tasas de interés para mantener los recursos en el país. Las tasas pagadas por este último organismo, tras llegar al 38% anual, se estabilizaron en los últimos meses por encima del 25%. Pero esta suba no solo intenta evitar una corrida cambiaria: también tiene por finalidad cubrir el mayor déficit fiscal. Para cubrirlo, el gobierno debió emitir más deuda (la cifra roza los 40.000 millones de dólares solo para el Estado nacional) y el Banco Central emitir más pesos. Para quitar estos pesos de la economía –que identifican erróneamente como fuente de inflación- emiten LEBACs, que prometen los jugosos rendimientos recién referidos. Esto ha favorecido la multiplicación de la bicicleta financiera, pues desde febrero a esta parte la devaluación del peso apenas superó el 10%: cada dólar ingresado, cambiado a pesos, que compró LEBAC, obtuvo al vencimiento rendimientos en dólares del 10 al 21%. Esto produjo que la masa total de LEBAC superara ya la base monetaria, y el 84% de las mismas tiene una duración menor a tres meses. Es decir, están disponibles para iniciar una corrida de un momento a otro. Con semejantes tasas de interés, la inversión productiva está paralizada.

Estos son apenas algunos de los rasgos centrales de la política económica del gobierno de Cambiemos, que se presentaron como problemas desde el primer momento: no era necesario esperar a ver lo que ocurría.

Algunos resultados

La falta de inversiones y la caída del consumo provocaron una caída del nivel de actividad, que rondará el 3% para todo el año. Hasta el momento no se visualiza ninguna reanimación de la inversión, ni local ni externa, lo que pone dudas sobre las expectativas. El consumo se ve particularmente afectado por la caída del salario real. El sector mejor pago, el de quienes se emplean en condiciones formales en el sector privado, sufrió una caída del orden del 6,4%. Quienes trabajan en el sector público o en el sector privado bajo formas informales han tenido mayores caídas de su poder adquisitivo. Los aumentos dispuestos en asignaciones familiares y jubilaciones han quedado retrasados respecto de la inflación, que supera el 44% en octubre.

Para septiembre, la construcción cayó más de un 11% (según el Indicador Sintético de Actividad de Construcción, del propio INDEC) y la industria más de un 7%. Las ventas minoristas se retrajeron un 8,2% en agosto según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), y por encima del 15% en los supermercados, según mide el INDEC. La misma CAME denunció el cierre de 6.300 comercios en los primeros 8 meses del año. Se trata de los tres sectores de actividad (construcción, industria y comercio) que han perdido mayor participación en el PBI, cayendo por encima del nivel general de actividad. Esto de gran importancia porque se trata de los tres sectores de mayor capacidad de creación de empleo.

Vale resaltar que al mismo tiempo, son la agricultura, ganadería y las finanzas los sectores que menos afectados se ven por el escenario general, creciendo en el marco de una recesión nacional. El sector financiero, en particular, viene mostrando sistemáticas ganancias ligadas a lo que se conoce como “bicicleta financiera”, a través de la compra de títulos públicos que pagan altas tasas de interés. Este sector cobra tan bien con esta bicicleta, que no tiene incentivos a prestar para financiar ninguna inversión.

Hasta septiembre de 2016, el Centro de Economía Política Argentina contabilizó 213.166 despidos, un tercio de los cuales fue responsabilidad del sector público. No debe extrañar entonces que entre despidos y caída del salario, la pobreza haya aumentado. Según cifras oficiales del INDEC, el 32,2% de la población es pobre. Entre menores de 14 años, la cifra empeora: más del 47% vive en la pobreza, casi 3 millones de niños y niñas. Aún peor, el 6,3% es indigente, es decir, no puede cubrir ni siquiera sus necesidades de alimentación, valuadas en cerca de $5.000 mensuales para una familia tipo. Como quiera que se mida, la pobreza y la indigencia aumentaron en los últimos meses.

Estos son algunos resultados preliminares de la gestión de Cambiemos, datos para un balance sobre este feroz ataque a las clases populares y trabajadoras.