

Religión y democracia: cuarta edición del encuentro sobre creencias religiosas
Este martes comienza un nuevo Encuentro de la Red de Estudios Sociales Contemporáneos sobre Creencias Religiosidades y Movilidades en Patagonia en el octavo piso del Departamento de Humanidades.
“Estudiamos temas religiosos en su vinculación con la sociedad y la política”, dijo a FM De la Calle la historiadora Virginia Dominella.
Habrá mesas de diálogo y presentación de libros. Hoy a las 15 se podrá participar de la actividad titulada “Religión y política en contextos autoritarios y democráticos”, mientras que el miércoles a las 9:30 tendrá lugar el debate “Pensar las prácticas religiosas desde el espacio, las movilidades y los territorios”. Más tarde, en el segundo día, a las 14:30 está programada la mesa “Estudios de minorías y diversidades religiosas”.
“El encuentro replica una serie de jornadas que venimos haciendo un grupo de investigadoras e investigadoras de la Patagonia, de Argentina y de Chile” , explicó.
El grupo está compuesto en su mayoría por historiadores e historiadoras.
“En septiembre de 2017 nos reunimos en Bariloche para intentar empezar a trabajar juntos en lo que tiene que ver con la investigación, con la formación de investigadores jóvenes”.
Acerca de la finalidad del evento convocado en el marco de los 40 años de democracia, agregó que “la idea es pensar en lo religioso centrado más en el catolicismo, en la Iglesia Católica, en la transición democrática en los fines de la dictadura e incluso en las décadas más recientes”.
Noticias relacionadas
(Por Astor Vitali) El viernes fue 18 de setiembre. Falta Julio López. Falta Jorge Julio López. Catorce años sin Jorge Julio López. Estuve todo ese día pensando qué decir respecto de este tema que, ciertamente, genera un profundo dolor a todo habitante sensible de este país. No es lo mismo vivir sin López. No da lo mismo.
Yo estaba en la radio el día en que se dio a conocer la noticia. Tenía veinte años. Era otro el estudio, otro momento político, otro el mundo y otro yo mismo. Jorge Julio López sigue siendo el mismo. Es el tipo cuyo testimonio fue clave para la condena a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad al represor Miguel Etchecolatz.
Un albañil que supo construir bases sólidas de la memoria colectiva. Pero no de la memoria formal de actos oficiales y postales para llevar. De aquella memoria que nos recuerdo que estamos padeciendo los efectos de vida (diaria, palpable) del modelo económico impuesto en dictadura.
Decía que estaba en la radio y, ciertamente, no creo haber disimulado el impacto que me generó que, en plena democracia, haya ocurrido un hecho de esa magnitud. Me sorprendía también cómo el mismo estado que había abierto las puertas a los reclamos de las organizaciones de derechos humanos, llevando adelante los Juicios por la Verdad, resultaba tan poco tajante en su determinación respecto de, primero, el cuidado del testigo, y segundo, la investigación sobre lo ocurrido.
Pero lo que más me impactó hasta el momento es lo concreto: Jorge Julio López, un albañil, desaparecido y torturado, sobreviviente del terror, hombre de paz que buscó la justicia y no la venganza personal, que aún creía en que la sociedad podía tener otro camino distinto a este de la cruel indiferencia, luego de dar testimonio para la Justicia, es secuestrado y desaparecido nuevamente y no pasa nada.
Es una de los desaparecidos más presentes de todos y de todas. Jorge Julio Lópes se encontró presente en la valentía de todos los y las testigos que ofrecieron sus declaraciones en los juicios por la verdad que siguieron. Jorge Julio López está presente en cada aula y en cada cuaderno en que millones de alumnos y alumnas y docentes indagan sobre la verdad histórica. Está presente en las calles, en canciones, en charlas. Jorge Julio López es pura presencia y es reivindicación del testimonio.
Las huestes de la violencia suelen y pueden suponer que su victoria se deriva de la atrocidad de su segunda desaparición, que ganaron porque se lo chuparon. Pero, contrariamente a ese razonamiento -que sólo puede comprenderse dentro de la mentalidad de los violentos-, ese hecho horrendo de la historia democrática no hace más que reivindicar la honradez intelectual y la coherencia de un albañil que tiene más dignidad y más humanidad que los terroristas de estado, asesinos, violadores, chorros, delincuentes voraces que hablaron y actuaron en nombre de la familia y de la cruz.
Hace catorce años que López se me aparece, varias veces por año. Pero él no aparece y la investigación… como siempre, en estos casos, cuando hay algo que hace que no se profundice, queda ahí.
Uno tiene la sensación de que Jorge Julio López está perpetuado en la memoria y en cada sonrisa de las personas que quieren el buenvivir y la humanidad como norma. Sin embargo, tal como recuerdo haber señalado por aquel entonces en otro estudio de esta misma radio, la pregunta que surge es, estando López tan aquí, tan presente, tan parte de esta vida nuestra ¿el desaparecido es él o es la propia sociedad?
Hasta hoy no se sabe que pasó. El Nunca más se extendió en las conciencias. El 2×1 de Macri no pudo ser posible. Nadie –salvo la marginalidad- avala en Argentina un golpe de estado y cada vez más son los sectores que pugnan por una democracia de mayor participación. López no fue derrotado. López es inolvidable. Puede que, en cambio, el ejercicio de la memoria dependa de nosotres.
(Por Ricardo Vicente López) El mes de agosto parece ser un momento en el que se han realizado hechos de mucha importancia para los Estados Unidos. Recordé, en una nota anterior, el salvajismo de Hiroshima y Nagasaki. Ahora voy a recordar el origen de un concepto difícil para digerir hoy: el Destino Manifiesto, de claro origen en el fundamentalismo religioso. En un agosto anterior, del año 1845, mostrando un fundamentalismo temprano, el periodista estadounidense John L. O’Sullivan [[1]] (1813-1895) publicó una artículo titulado “Anexión”. Su objetivo fue apoyar la incorporación por la vía militar de Texas al joven Estado norteamericano. El concepto de Destino Manifiesto aparece, en el país del Norte, como argumento muy importante para justificar la conquista del famoso Far West (Lejano Oeste, también denominado salvaje oeste para justificar las masacres de los pueblos originarios de la época). No era la primera vez que se lo utilizaba.
El historiador estadounidense Frederick Merk (1887-1977), profesor de la Universidad de Harvard, confirmó en sus investigaciones que el concepto Destino manifiesto había nacido de la tradición puritana inglesa: «Un sentido de la misión de redimir al Viejo Mundo con un alto ejemplo que desarrolla las potencialidades de una nueva tierra para la construcción de un nuevo cielo. Fue recuperado por un ministro puritano de nombre John Cotton (1585-1652), quien escribió en 1630:
Ninguna nación tiene el derecho de expulsar a otra, si no es por un designio especial del cielo como el que tuvieron los israelitas, a menos que los nativos obraran injustamente con ella. En este caso tendrán derecho a entablar, legalmente, una guerra con ellos así como a someterlos.
John L. O’Sullivan, utilizó el argumento, dos siglos después, para justificar el plan que se había puesto en marcha de conquistar todas las tierras que se encontraran al oeste. La capacidad publicitaria de Hollywood la convirtió, a través de una extensa filmografía, en una tarea evangelizadora y civilizadora necesaria para la consolidación de la democracia liberal. Tarea que se logró gracias a los Winchester a repetición [[2]] que les daba una superioridad muy importante en la guerra de exterminio contra los pueblos originarios de esos territorios. El periodista lo justificaba con estas palabras:
«Todo el continente nos ha sido asignado por la Divina Providencia, para el desarrollo del gran experimento de libertad y autogobierno. Es un derecho como el que tiene un árbol de obtener el aire y la tierra necesarios para el desarrollo pleno de sus capacidades y el crecimiento que tiene como destino. No es una opción para los norteamericanos, sino un destino al que éstos no pueden renunciar porque estarían rechazando la voluntad de Dios. Los norteamericanos tienen una misión que cumplir: extender la libertad y la democracia, y ayudar a las razas inferiores… Luego, debe llevar la luz del progreso al resto del mundo y garantizar su liderazgo, dado que es la única nación libre en la Tierra».
En cumplimiento de ese designio invadieron Florida en 1818 y compran ese territorio a España. Extienden la expansión por todo el Oeste, desde el Río Bravo hasta Canadá. Ocupan Hawái, intentan invadir Cuba en 1841. Paralelamente aplican, desde 1823, la Doctrina Monroe, por medio de la cual: «ningún territorio del continente americano podía ser ocupado por potencias europeas». Es notable que esa doctrina, en la práctica, no se les aplicara a las colonias francesas, inglesas, holandesas o danesas existentes. Es probable que, según la interpretación de entonces, el Destino Manifiesto incluyera a todos los países nórdicos y puritanos.
El término reapareció en la década de 1890, principalmente usada por los Republicanos, como una justificación teórica para la expansión estadounidense fuera de América del Norte. También fue utilizado por los encargados de la política exterior de EEUU en los inicios del siglo XX. Algunos comentaristas políticos han considerado que determinados aspectos de la Doctrina del Destino manifiesto, particularmente la creencia en una «misión» estadounidense para promover y defender la democracia a lo largo del mundo, continúa teniendo una influencia en la ideología política estadounidense.
Uno de los ejemplos más claros de la influencia del concepto de Destino Manifiesto se puede apreciar en la declaración del presidente Theodore Roosevelt (1858-1919) en su mensaje anual de 1904:
«Si una nación demuestra que sabe actuar con una eficacia razonable y con el sentido de las conveniencias en materia social y política, si mantiene el orden y respeta sus obligaciones, no tiene por qué temer una intervención de los Estados Unidos. La injusticia crónica o la importancia que resultan de un relajamiento general de las reglas de una sociedad civilizada pueden exigir que, en consecuencia, en América o fuera de ella, la intervención de una nación civilizada y la adhesión de los Estados Unidos a la Doctrina Monroe [[3]] puede obligar a los Estados Unidos, aunque en contra de sus deseos, en casos flagrantes de injusticia o de impotencia, a ejercer un poder de policía internacional».
El presidente Woodrow Wilson (1913-1921) continuó la política de intervencionismo de EEUU en América, e intentó redefinir el Destino Manifiesto con una perspectiva mundial. Wilson llevó los Estados Unidos a la Primera Guerra Mundial con el argumento de que «El mundo debe hacerse seguro para la democracia». En 1920 en su mensaje al Congreso, después de la guerra, Wilson declaró:
«Yo pienso que todos nosotros comprendemos que ha llegado el día en que la Democracia está sufriendo su última prueba. El Viejo Mundo simplemente está sufriendo ahora un rechazo obsceno del principio de democracia (…). Éste es un tiempo en el que la Democracia debe demostrar su pureza y su poder espiritual para prevalecer. Es ciertamente, por el Destino Manifiesto de los Estados Unidos, que estamos obligados a realizar el esfuerzo por hacer que este espíritu prevalezca».
Sin embargo, Hiroshima y Nagasaki, la guerra de Korea (1950-1953) y de Vietnam (1955-1975), puso en dudas la idea de que fueran los estadounidenses un pueblo diferente a los demás. Que la necesidad de la defensa de unos ideales tan elevados no fueran más que la cobertura de la mera codicia o expansión demográfica. La imagen democrática de los EEUU se vio seriamente dañada por el hecho de apoyar a gobiernos dictatoriales, con generales que llegaron a proclamar en público su admiración por Hitler, y a realizar bombardeos masivos o cometer matanzas contra la población civil indefensa.
Aceptación y rechazo de la tesis del Destino Manifiesto
El Destino Manifiesto no fue una tesis abrazada por toda la sociedad estadounidense. Las diferencias dentro del propio país acerca del objetivo y consecuencias de la política de expansión determinaron la resistencia de sectores importantes de la ciudadanía.
Los estados del noreste creían mayoritariamente que Estados Unidos debía llevar su concepto de “civilización” por todo el continente mediante expansión territorial. Además, para los intereses comerciales estadounidenses, la expansión ofrecía grandes y lucrativos accesos a los mercados extranjeros y permitía así competir en mejores condiciones con los británicos. El poseer puertos en los dos océanos facilitaba el comercio con Asia.
También había grupos políticos que veían peligrosa la extensión territorial desmesurada; creían que su sistema político y la formación de una nación serían difícilmente aplicables en un territorio tan extenso. Esta posición generó un debate entre líderes demócratas y los republicanos expansionistas: se discutían sobre cuánto territorio debía ir adquiriéndose; el problema se reducía a un criterio administrativo.
Otro punto de discusión fue el empleo de la fuerza. Algunos líderes políticos (cuyo máximo exponente histórico fue James K. Polk [[4]] (1795-1849) no dudaron en intentar anexionarse el mayor territorio posible aún a riesgo de desencadenar guerras (como de hecho pasó) con otras naciones. Otros se opusieron (aunque tímidamente) al uso de la fuerza, basándose en que los beneficios de su sistema bastarían por si solos para que los territorios se les unieran voluntariamente.
La Doctrina del Destino Manifiesto pasó a un segundo plano después de la Segunda Guerra Mundial, pero adquirió un aspecto más militarista con una expresión más dura del Pentágono en su proyecto de dominación global. Hoy, cuando todo parece indicar que la pasada grandeza de los EEUU está en decadencia, esos delirios mesiánicos se van esfumando lentamente.
[1] Se graduó como abogado en la Universidad de Columbia; su empresa de mayor éxito fue la creación 1837 de la Revista Estados Unidos y Democrática Revisión, con sede en Washington.
[2] Arma creada en 1866 cuyo nombre, producto de su amplia difusión, pese a no ser el primero en su tipo, llegó a ser sinónimo de “fusil de repetición”.
[3] La doctrina sostenía el eslogan «América para los americanos».
[4] Es considerado el último presidente fuerte de la época anterior a la guerra civil. Pudo lograr durante su mandato todos los objetivos nacionales e internacionales que se había propuesto. Cuando México rechazó la anexión de Texas a los Estados Unidos, dirigió una guerra sumamente exitosa contra él en la que le arrebató todo lo que ahora se conoce como Suroeste de Estados Unidos.
Cristina Castro reconoció una piedra turmalina que llevaba Facundo el día de su desaparición. Fue encontrada por Yatel, el perro de Marcos Herrero, en una nueva pericia al Toyota Etios -interno 20610, con patente OMP782- de la Policía Local de Bahía Blanca.
La piedra era el símbolo de un pacto de amistad entre los empleados de la cervecería artesanal Turmalina en la cual Facundo trabajó hasta el comienzo de la cuarentena. Días atrás le habían entregado una similar a su mamá.
“Fue muy contundente el elemento encontrado por la querella donde nuevamente sitúa un fundamento muy sólido en cuanto a la desaparición forzada. O Facundo estuvo adentro de este móvil por terceras personas o bien dejaron erróneamente este elemento que marcó el perro”, dijo Herrero a FM De la Calle.
El perito informó que “se trabajó sobre el patrullero Etios que ya había sido peritado por la Policía Federal y ahí fue donde Yatel específicamente tuvo una marcación muy contundente en cuanto a querer romper y desarmar los asientos sobre la parte de atrás y el baúl. Por eso en conjunto con el equipo técnico, Leandro Aparicio, Luciano Peretto y la misma Cristina pedimos mediante un recurso de amparo desarmar el vehículo”.
“De común acuerdo, la Policía Federal ha sido desafectada y lo tomó Gendarmería, que ha traído especialistas de diferentes factores para trabajar con el recurso humano. Se desarmó el auto buscando material genético, huellas dactilares y demás”.
En cuanto a su intervención con Yatel, Herrero comentó que el can “tuvo una marcación con los asientos sacados del habitáculo del Etios, nuevamente lo rompió, empezó a arrastrarlo. Se centró en la alfombra del baúl, la sacamos y el perro nuevamente tuvo determinación sobre la chapa del baúl, el perro quería tomar con su boca lo que sería un fragmento -que luego reconoció Cristina- de una piedra turmalina. Turmalina es el nombre de la cervecería donde trabajaba Facudo y que se habían regalado como un pacto de amistad”.
“Hay una total diferencia con lo que hicimos hace diez días, en cuanto al rol de la Federal. Hoy se encontraron más cabellos, hay que ver si tiene bulbo para hacer un ADN, también se encontró un proyectil debajo del asientos y lo que puede ser, esto es medida de análisis, una mancha hemática”. Los perros del K9 revisaron los elementos pero “no tuvieron una marcación activa nuevamente”.
Herrero subrayó que “otro detalle muy importante son los AVL de este patrullero que habla de que podría haber estado a 800 metros” del lugar donde fue encontrado el cuerpo de Facundo. “De hecho, estuvo mucho más cerca. Sobre las palabras de Berni de que por ahí tenía un defecto o no andaba bien, se comprobó ayer que estaban en perfecto orden y estado, repito: mucho más cerca de donde apareció la mochila y el cuerpo de Facundo, a mi parecer plantados”.
“Todos los elementos están bajo resguardo de Gendarmería y van a ser peritados en Buenos Aires. Pero es muy importante que la mamá de Facundo reconoció de inmediato este fragmento de turmalina, tiene la pequeña lámina del enganche. Días antes se juntaron con los amigos a hacer una pintada y allí recordaron este pacto de amistad que tenían en la cervecería artesanal. Estuvo uno de los fiscales acá y todos quedaron muy impactados”, dijo.
En base a lo investigado hasta aquí, Herrero insistió: “No fue un suicidio, no fue un accidente, hablamos lamentablemente de una desaparición forzada alrededor de la Policía Bonaerense”.
En cuanto a los objetos hallados el fin de semana pasado, el perito mencionó que “en la mochila se encontró la remera de Facundo, la reconoció la madre, la remera de Boca y un pantalón, tiene una pequeña quemadura en la superficie delantera como si fuera una moneda de un peso. Con mucho cuidado digo que puede ser como quemada con ácido, es extraño es redondo y tiene alrededor como quemaduras y manchas hemáticas”.
“También se encontraron los celulares y parte de la documentación. El documento oficial no está, está el carnet. Faltan otros elementos que llevaba como el pulóver y otros. Lo extraño es porqué Facundo guardaría su ropa manchada con sangre y con esos círculos como quemados. Otra cosa extraña es que se encontraron como hojas de plantas dentro de la mochila y, segundo, la mochila está intacta, si bien estaba un poco sucia no se condice con que haya estado en agua salada. Queda claro que eso ha sido plantado”.
Respecto a la pericia al patrullero de la policía de Buratovich, Herrero informó que “se determinó primero trabajar con el recurso humano y luego con los perros y hacer varios grupos. Mañana se sigue trabajando y va a llevar mucho tiempo en cuento a los reactivos químicos, las huellas dactilares y buscar material genético, se espera aprovechar al máximo el día”. La sospecha es que Facundo fue subido allí.
Se lleva a cabo una ampliación de la pericia sobre el patrullero Toyota Etios, que según el AVL, estuvo el 8 de mayo detenido durante 35 minutos y a 800 metros de donde se halló el cuerpo de Facundo Castro en Villarino Viejo.
El patrullero “perro” secuestrado en Mayor Buratovich se peritará el sábado. Ambos procedimientos contarán con el trabajo del perito Marcos Herrero y su perro Yatel.
Por otro lado, Cristina Castro reconoció las pertenencias de Facundo dentro de la mochila hallada el sábado en cercanías a Cerri. Se trata de los dos celulares, el carnet de conducir, una camiseta de Boca, dos remeras con agujeros, ropa interior, medias, un desodorante, un cepillo de dientes.
El abogado Leandro Apricio señaló a FM De la Calle que también había un pantalón “muy similar al de la foto” en la que se lo ve al joven de espaldas contra un patrullero. Los objetos serán peritados para comprobar si hay machas hemáticas o flora adherida.

Respecto de la mochila Aparicio mencionó que “resta determinar cuánto tiempo hace que estaba allí, si fue puesta allí el 8 de mayo o si fueron unos días antes de que se encuentre el cuerpo conforme los dichos de un testigo que dice haber visto luces”.
“Queremos hacer una pericia integral a ese lugar primero porque faltan restos de Facundo, y segundo con qué nos encontramos, si es un cementerio clandestino de la Bonaerense”, mencionó.
En relación a la declaración del pescador que encontró la mochila el abogado comentó que “me llamó mucho la atención porque fui el domingo hasta ahí, lo seguí en la moto, si no lo hubiera seguido no podría jamas haber llegado. Escuchamos su relato, nos aprecio veraz, investigamos, preguntamos quien era esta persona en Cerri, me dijeron que era alguien que no se iba aprestar a esto. Le creemos que el no ha tenido nada que ver con la mochila pero entendemos que la mochila fue plantada”
En la mañana de hoy, el intendente Héctor Gay leyó un comunicado elaborado conjuntamente con Región Sanitaria 1, Asociación Médica y referentes de los hospitales y clínicas de Bahía Blanca. Finalmente, el jefe comunal reconoció que “el aumento del número de casos está saturando la respuesta del sistema sanitario, la cantidad de camas disponibles es escasa, o nula, tanto en el sistema público como privado a lo que se agrega fundamentalmente el desgaste del recurso humano sanitario” y que “el grado de agotamiento que tienen hoy en día los trabajadores de salud, es alto y la curva de contagios es prolongada, en aumento y, estamos convencidos que empeorará”.
Frente a la circunstancia de que “en poco tiempo pasamos de tener en promedio de 15 casos por día a 66, ayer se notificaron 136 casos y seguirá aumentando”, Gay admitió que “el recurso humano es un recurso finito y la demanda es muy importante. Las UTI están alcanzando su mayor porcentaje de ocupación, las salas de clínica COVID-19 tienen el 83% de camas ocupadas, ayer fue un día récord de nuevos casos positivos, la situación es límite y se agravará”.
El objetivo del comunicado conjunto sería “llevar un mensaje coherente y fidedigno a la comunidad” y “un especial mensaje a los jóvenes: necesitamos que todos los días eviten realizar reuniones sociales tanto en espacios públicos como cerrados”.
Por su parte, el director del Hospital Penna, Gabriel Peluffo, informó que dicho establecimiento “está lamentablemente con camas destinadas a los enférmenos con COVID con el 100% de ocupación. De 9 camas asignadas a terapia, siete están con respirador. Eso indica que las personas internadas van a estar por mucho tiempo. Clínica intermedia, las 16 camas ocupadas. El aumento de casos esta semana es alarmante”.

Según su visión, existe “la posibilidad de ´plan b´: usar camas de terapia infantil para ingresar pacientes”. Sin embargo, no hubo anuncios de medidas concretas en la conferencia. Más bien, ésta fue requerida por las autoridades sanitarias, dado que hasta el momento el mensaje oficial tendía a relativizar la situación de inminente colapso hospitalario. “Hay dos posibilidades: restricciones severas a la movilidad o creamos conciencia ciudadana”, dijo Peluffo. “Yo le pedí al intendente que hagamos esta conferencia de prensa”.
El médico también explicó que “el sistema privado tampoco está pudiendo responder” y que por eso “lamentablemente estamos internado pacientes con obra social. Estamos todos en la misma situación. Esto hace que tenemos que echar manos al ingenio. Tenemos en contraposición las personas que se enferman”.
Para afianzar el mensaje respecto de la situación concreta, Peluffo dijo: “la palabra colapso hay gente que no le gusta pero estamos muy cerca. Quiero dejarlo claro, no para crear miedo: estamos en casi el 100% de ocupación en las camas”.
Acompañaron la lectura el secretario de Salud, Pablo Acrogliano; Maximiliano Nuñez Fariña, titular de Región Sanitaria; y los directores hospitalarios Gustavo Carestía (Léonidas Lucero), Gabriel Peluffo (Penna), Oscar Arias (Privado del Sur), Jorge Fernández Lovell (Español), Juan Pablo Tentoni (Italiano), Pablo Casella (Hospital Matera) y Carlos Deguer y María Elena Sánchez Bejarano (Asociación Médica).”
(Por Astor Vitali) Esto dice el Tarta. O esto le hace decir David Viñas a su personaje en la novela Tartabul o los últimos argentinos del siglo XX. ¿De qué color sería la tapa de una autobiografía argentina? Sospecho que una parte de la población pujaría por imprimirlas en tinte verde. Verde dólar, no verde pampa.
¿Cómo es que, en un país donde la mayoría carece precisamente de capacidad de ahorro, el principal tema de los medios de comunicación social pasa a ser el conjunto de medidas de control de cambio de quienes supuestamente compraban para ahorro personal?
Si, entre ayer y hoy, por caso, un coreano miró los canales de televisión argentinos se vería sorprendido por la capacidad de ahorro argentina. Pensaría: “este tema debe estar en la centralidad del debate público porque todos o la mayoría de los habitantes de ese país tendrán capacidad de ahorro y la medida les perjudica porque, además de seguir sin poder comprar más de 200 dólares mensuales, ahora se les restringe a que compre una persona por cuenta o porque se descuenta de esos 200 gastos de tarjeta en moneda extranjera”.
Más, nuestro observador agregaría: “¡pero qué país tan próspero éste que deben restringir la capacidad de ahorro porque sobra dinero para ahorrar y buscan que se gaste en el mercado interno!”.
Uno que vive en este país y conoce la economía de quienes trabajamos, uno que comprende perfectamente de qué habla cuando se refiere a la capacidad adquisitiva del salario –por puro no llegar a fin de mes-, siente que los medios de la capital están emplazados en un país de otros que no son como uno. Hacen prensa para sus financistas; no hacen comunicación para la ciudadanía.
Ni yo ni millones de personas en este país estamos pensando en este momento en otra cosa más que en cómo no profundizar el peligro de la precarización constante y de cómo no seguir perdiendo frente a la inflación; si es que no perdiendo empleo. Ni yo ni millones de personas tenemos nada que ver con los que especulan con recursos que están totalmente por fuera del sistema argentino y que no aportan al mejoramiento de su economía sino más bien al terrorismo síquico que azotó al peso argentino durante períodos muy claros de la Historia; en los que ganaron esos, no nosotros que no ahorramos porque no tenemos dinero para hacerlo.
Y téngase en cuenta que hablo de ahorro en su sentido concreto. Nadie debería tomar en serio que por tomarse un helado o comprar un libro es que uno no puede ahorrar (porque uno no se esfuerza). Uno no puede porque el costo de vida no está hecho para millones que trabajamos.
Entonces ¿de qué país están hablando esos medios? Volví a Viñas, o a uno de sus personajes de esa novela, que dice: “Aunque no termina de encontrarle razones a lo que estaba haciendo. Los de enfrente me daban argumentos. Para todo necesité de los de enfrente. Aprendí: la espada del enemigo es nuestro pecho”.
Y entonces a uno le da un poco de bronca y un poco de pena. Un poco de bronca porque estamos aquí, con nuestro pecho que tiene la forma de la espada de ese enemigo voraz y especulador. Nuestra autobiografía de país la escribe ese sector minoritario y eso termina hablando por todos y por todas. Pena, porque uno mismo termina hablando de esto en lugar de hablar de cómo hacemos para levantarnos desde otra lógica, otra óptica, otra realidad económica solidaria, productiva y sin esas estructuras corporativas que nada tienen que ver con el crecimiento de la economía entendido como algo para el desarrollo de la sociedad en su conjunto.
Es cansador que nuestra autobiografía la defina la espada que nos da forma al pecho.
Si “una autobiografía es lo contrario del suicidio” entonces tratemos de que no la escriban los que quieren el libro de tapa verde. Sería una paradoja irremediable verse impreso en un relato para morir de angustia. Sería nuestra autobiografía, finalmente, un suicidio. Prefiero cambiar de tema y buscar, con ustedes, la forma de nuestras armas que le forjen el pecho a la especulación y a la carroña.
La periodista y docente universitaria, Azucena Racosta, declaró este miércoles en el juicio contra cuatro integrantes de la Triple A. Describió cómo fue incrementándose la persecución y la violencia hacia su grupo político, nacido en la militancia peronista en Villa Miramar, hasta la expulsión de la ciudad de varios de sus integrantes.
“Si el peronismo se decidiera a hablar de esta causa podríamos reconstruir absolutamente los hechos. El problema es que hay mucho silencio dentro del Partido Justicialista”, dijo al tribunal.
Las audiencias continuarán el jueves 24 y el viernes 25 desde las 9 con transmisión por el canal de Youtube de la UNS. Están imputados Héctor Forcelli, Raúl Aceituno, Juan Carlos Curzio y Osvaldo Pallero.
Siguiendo los pasos de su padre, Azucena comenzó a militar en su adolescencia en Villa Miramar. Con un grupo de compañeres fundaron la unidad básica del barrio, pasaron a la Juventud Peronista y de allí a la Tendencia Revolucionaria. Militaron la candidatura de Cámpora y fueron a recibir a Perón a Ezeiza.
“Ahí empezó esta historia. Una historia que no habíamos soñado ni los pibes de los barrios, ni los compañeros universitarios, ni los trabajadores y trabajadoras. (…) El regreso de Ezeiza fue como nuestra condena a muerte”.
En Bahía Blanca el primer evento violento lo sufrieron en Empleados de Comercio. Allí fue atacado el referente del grupo, Néstor Bueno, quien había presentado un habeas corpus en favor de los sobrevivientes de la Masacre de Trelew que estuvieron detenidos en el V Cuerpo de Ejército y, por eso, era acusado de ser un “infiltrado comunista”. El encuentro terminó con “un delirio de cadenazos y golpes por parte de quienes suponíamos que eran compañeros. A partir de ahí comenzamos a ser infiltrados y plausibles de ser exterminados”.
“Ya no íbamos al edificio recuperado de Mitre y Rodríguez porque allí había un monstruo que se llamaba Rodolfo Ponce, secretario general -supuestamente representante nuestro, de los trabajadores- que lideró la Triple A”, dijo en relación a la sede de la CGT bahiense y agregó que “las patotas de Ponce se habían apropiado de la ciudad, no había lugar para nosotros en ninguna parte”.
Poco tiempo después “lo secuestran a Pocho Vigil, un pibe muy instruido pero débil físicamente. Esa noche Sañudo y el Beto López de Tiro Federal lo destrozan y lo dejan tirado en la calle. Camina como puede desde Soler hasta el bowling Texas, en calle Chiclana, entra muy herido y el Chiva Infante lo lleva hasta el Hospital Municipal”. Previamente habían puesto una bomba en la librería de Vigil en calle Alsina.
Las explosiones de bombas se repitieron un día de noviembre de 1974 en el estudio de Néstor Bueno de Sarmiento y Mitre y en la casa de los padres del abogado. Tras recorrer las ruinas de sus oficinas, Bueno fue detenido por la policía. “Ahí empezamos a ver que había una connivencia con las fuerzas de seguridad”.
Bueno salió de la cárcel con un brote psicótico del que nunca más se pudo recuperar. “Pido que se investigue, yo digo que lo mataron en el Borda donde hay versiones de que operaba una suerte de campo de concentración en 1978. (…) Vigil era una persona que nunca más pudo desarrollar su vida con naturalidad y hoy está internado con una declaración de esquizofrenia. No mataron solamente con las armas, mataron la posibilidad de hacer una vida”.
La noche más larga
“Mi papá era un hombre rudo, era camionero, tenía un horno de ladrillos cuando muere, no podía concebir que nos tuviéramos que ir, que nos echaran de la ciudad. Decía que a esa gente había que enfrentarla”, afirmó Racosta.
Un día fue perseguida a los tiros al salir de su trabajo, a su lado iba Adrián Tucci. Juan Carlos Curzio manejaba el coche y Raúl Aceituno “mostraba un arma larga”. “Nos estaban tirando a los dos desde ‘la fiambrera’, yo iba hacia un departamento que está frente al mercado municipal, pudimos entrar (…) allí estaban un grupo de compañeros. Quedamos como en una madriguera. Fue la noche más larga de mi vida, cada vez que subía el ascensor pensábamos que venían a matarnos”.
Su padre y otros compañeros se organizaron para vigilar el edificio hasta el amanecer. Uno de ellos era el cura Benito Santecchia, director del Juan XXIII. Rondaban la zona los Argibay, Sañudo, López. “Cuando los curas dan aviso que a la mañana se habían ido del lugar, entran a sacarnos. Nos llevan hacia la quinta de Bordeu donde mi papá tenía el horno de ladrillos. Allí se tomó la decisión de que nos teníamos que ir de la ciudad”.
Las bocas del lobo
Consultada sobre el accionar de la policía y la justicia en aquellos años, Racosta contó que “era como ir a la boca del lobo. Nacimos para ver un mundo más igualitario, no para perder la vida en manos de esta gente que quemaba libros, que mataba estudiantes, futuros profesionales que podían hacer bien al país. Estos crímenes de odio. Yo tenía 16 o 17 años, corríamos el riesgo de quedar detenidos nosotros. Es difícil creer que el Poder Judicial iba a hacer algo por nosotros. Es difícil hoy, imagínese. ¿A dónde íbamos a ir? ¿A la comisaría del barrio?”.
“Me quedó la sensación de que Bahía Blanca es una ciudad sitiada. Sitiada por las fuerzas armadas, por las policías, por los parapolicías como las Tres A y por un medio de comunicación fascista, funcional a los intereses de los que más tienen, aliada la señora Massot a Ponce y a las fuerzas armadas. Ese medio de comunicación ha tenido de rehén a toda la ciudad”.
Los muertos de la señora

Racosta volvió a Bahía Blanca en 1993, fundó La Cantora y comenzó a vincularse con los internos de la UP4 de Villa Floresta. “Porque presos están los pobres, como vemos no están los responsables de los grandes crímenes”.
En el marco de una protesta, las autoridades cortaron la luz, el gas y el agua al penal. Por vínculos familiares recurrió a Natty Petrosino y la titular del Hogar Peregrino aportó agua y alimentos. Desde entonces, Racosta colaboró con la institución católica.
“Estaba sostenida por Diana Julio de Massot. Irónicamente el poder y la derecha siempre tiene buenos cristianos que ocultan la pobreza, los discapacitados y la gente en situación de calle que hay que esconder cuando hay gobiernos autoritarios. En ese lugar había gente de esa extracción social y se la asistía”.
De vez en cuando, la dueña de La Nueva Provincia concurría al lugar y Racosta se retiraba. “Una vez la pude ver cara a cara. La señora, no sé si ya tenía algún padecimiento mental, iba al hogar y parece que lloraba, gritaba y decía que dios no la iba a perdonar por el daño que había hecho. Aparentemente para ella la muerte de su hijo Federico, que supuestamente padecía una enfermedad producto de una sexualidad reprobables para la ideología de la señora, había sido un castigo divino”.
Por otro lado, mencionó un diálogo que escuchó en un té que compartió con Natty Petrosino, su tía Zulema Gobernatori y su prima Silvina Pasquaré. Fue cuando sus acompañantes volvieron de un viaje a los barrios de Formosa que asistía Petrosino con fondos de LNP y grupos alemanes. Había viajado “la señora” con su chofer y “había habido una discusión porque el chofer hablaba de los zurdos, de los marxistas que había que exterminar, y dice ‘habría que haber terminado de matarlos a todos’. Mi prima es una persona de bien, lo reprende y le dice cómo decía eso, es un disparate, una barbaridad. Cuentan que Diana Julio respondió para defender a su chofer que ellos los mandaban a matar porque estaban convencidos de que había que hacerlo.
“Vamos a salvar hasta a los hijos de ellos”
“Soy abolicionista de la cultura represiva. Desde que sufrimos lo que sufrimos me dedico a militar por la vida y la felicidad de los jóvenes. Me hubiera encantado estar ahí sentada con ellos y mirarlos a la cara. Tenemos el honor y el orgullo de mirar a nuestros hijos a la cara y decirles la verdad. Ellos jamás podrán hacerlo. No sé qué les han dicho a sus hijos, qué les dirán a sus nietos, pero sus hijos y sus nietos son parte de esta sociedad y si ellos no los salvan, que no se preocupen, seguimos existiendo las buenas gentes que vamos a salvar hasta los hijos de ellos porque realmente luchamos por un mundo mejor”, afirmó Racosta.
Agregó que “en esta sociedad hay que terminar con la muerte. Se van llevando puestas generaciones de jóvenes. No fuimos los que fuimos estigmatizados como subversivos, pusieron esa palabra sobre nosotros para exterminar a toda una generación. Ahora, el mismo poder pone otra frase, que son los pibes chorros, para arrasar con otra generación”.
“No creo en la justicia y pido disculpas a quienes se están tomando este trabajo. Estoy acá por Marcela, la mamá del Negrito García. Lo estoy haciendo por el padre Dorñak, por mis hijas, por la gente de buena voluntad. No se preocupen porque nada en la vida pasa sin que nos demos cuenta. No lo digo desde el punto de vista creyente, miremos la naturaleza. La naturaleza es justa con todo y con nosotros también”, concluyó.
La declaración en frases
- “A Forcelli lo ubico de Empleados de Comercio, en la reyerta y el día que me corren y me escondí en la librería”.
- “Gente armada había en todos lados, en URGARA, en la UOM. Si había algo en que no escatimaba la burocracia sindical era la primacía de las armas”.
- “A Aceituno lo ubico en URGARA. Usábamos el mimeógrafo, por eso era extraño, para los pibes más jóvenes era como que te violara tu abuelito o tu papá. Con los que habías estado reunido para la vuelta de Perón eran los que te querían matar o te amedrentaban”.
- “En URGARA había un señor Reina, alto, rubio”. Tenía una oficina en calle Drago donde funcionaba la revista América. Allí fue Racosta en busca de trabajo. “Aparentemente era una revista peronista. Viajamos a un pueblo de La Pampa, ahí trabajaba Isi de Córdoba, una poeta bahiense, una señora mayor”. Viaja con ella y con otro hombre. “Se suponía que íbamos a hacer notas y este varón contactos y algo de publicidad. Hubo algunas reuniones, conocí a un grupo de jóvenes. Al segundo día esta persona intentó abusarme y esta mujer fue su cómplice. Salí con lo puesto, corrí hacia donde estaba el grupo de chicos y uno de ellos me ayudó a volver a Bahía muy asustada y avergonzada. En esa revista había fotos de compañeros y compañeras”.
- “Curzio manejaba ‘la fiambrera’, lo veíamos. Era un 128 azul con el que ellos recorrían la ciudad y hacían sus desastres”.
Foto cabecera: La Pulseada.
Irina Casariego es residente de clínica médica del Hospital Municipal. Hace doce días que está aislada y espera ansiosa el alta, luego de haberse contagiado coronavirus trabajando en el área no COVID. Desde sus redes sociales realizó un llamado a la responsabilidad colectiva ante el aumento de casos en Bahía,
“Uno se enfrenta a la situación pero eligiéndola, lo tomo de una manera diferente. Estoy tranquila porque no requerí internación. Vuelvo con más energía porque sé que me están esperando mis compañeros. La garra que le ponemos todos, somos una gran familia, te dan ganas de volver, estoy contando los días. Hoy no haría otra cosa”, dijo a FM De la Calle.
Irina es oriunda de Médanos y “siempre” supo que quería ser médica aunque terminó de decidirlo en el último año de secundaria cuando el test vocacional confirmó su inclinación de vida.
Está en segundo año de la residencia. Menciona que es una etapa que “sirve para aprender y terminar siendo especialista en clínica médica, que eso no se conoce. Mucha gente piensa que uno se recibe de clínica médica y para poder tener esta especialidad tenes que cursar 4 años”
“Estar en el hospital es lo que más experiencia te da”, relata, aunque el horario de residentes es más extenso que el de un profesional de planta. “El residente se queda de guardia más de 14 horas”.
“Uno elige esto, se desgasta, es cierto que la lucha colectiva es por las condiciones laborales. Estamos todos en la misma lucha para que tengamos menos horas de trabajo para poder mejorar la labor día a día, porque tantas horas de trabajo no te dejan pensar correctamente”.
Por último expresó que “me gustaría invitar a la gente a que tome conciencia por el prójimo, la población joven dice que ´si me enfermo no me pasa nada´. Esto es para cuidar al prójimo, el virus existe. Ahora nos toca a nosotros, la gente se enferma, la pasa mal. Es angustiarte, tengo compañeros que están enfermos, tenemos que tomar conciencia de eso y tratar de tomar medidas básicas. Con el correr del tiempo uno se cansa y baja la guardia y ahora más que nunca cuando hay circulación comunitaria y muchos casos, cuidarse, lavarse las manos, usar tapaboca, evitar las salidas innecesarias”.
A través del Banco Central, el gobierno argentino instrumentó nuevas medidas de controles cambiaros que afectan la compra de dólares ahorro. Francisco Cantamutto, economista y columnista de FM De la Calle, explicó de qué se tratan las nuevas disposiciones.
“El cupo de 200 dólares se mantiene, contabilizan las compras para ahorro y el pagos de servicios en dólares. A través de esta contención se le aplica una nueva percepción adelantada, una retención adelantada, no es un nuevo impuesto, del 35%”, señaló.
Agregó que si “quien compra esos dólares es monotributista o paga impuesto a las ganancias esa percepción se le descuenta de lo que tiene que pagar después. La lógica es adelantar la recaudación y minimizar la evasión. Si no sos monotributista o no pagás impuesto a ganancias o bienes personales, eso se te devuelve al final del año, ya que la lógica que unifica tiene que ver con subirle el precio y evitar que lo vendas en el mercado informal”.
¿Esto genera problemas para las empresas?
“No. Todo lo que tiene que ver con compras o ventas al mercado exterior se maneja por el dólar comercial oficial que es el de 80 pesos. Es un precio que, según señalan en el gobierno, las cámaras empresariales no están discutiendo. El Central les exigió a las empresas reestructurar sus deuda en dólares para que se paguen a lo largo de tiempo.
¿Cuál es el obejtivo?
“Se busca proteger las reservas que son escasas. Si no se hacía algo como esto había que ir a pedir un préstamo Swap con China que paga tasas bastante altas. O desmontar el control y hacer como hizo Prat Gay en el 2016 y el efecto fue devaluación, inflación y el precio lo pagamos entre todos todas”.
¿Qué pasa con las plataformas que se cobran en dolares: Netflix, Spotify, Amazon?
“Esto te utiliza parte del cupo de 200 dolares. La mayoría de estas plataformas cuestan uno, dos, diez dólares. Esto se restaría de esos 200 dólares disponibles para la compra. Luego circulan tutoriales que en los casos de Netflix o Spotify habría manera de pagarlo en pesos. Eso habría que tramitarlo con las empresa mediante atención al cliente”.
Rol de los medios
“La prensa hegemónica salió a vender miedo, hablando del super cepo. Detesto hablar de cepo para hablar de un control cambiario. Un cepo es un instrumento de tortura; comprar dólares no es un derecho humano, es una posibilidad. Sí hay que defender la posibilidad de poder tener ahorros, y que esos ahorros no sean pulverizados a través de distintos mecanismos. Ahora, que este mecanismo tenga que ser el dólar no es ninguna obligación”, apuntó.
Mercado legal vs. ilegal
El economista explicó que en los últimos meses se generó la práctica de comprar dólares en el sistema financiero formal y vendernos en el mercado ilegal, “algo que todo el mundo conoce, y desde el punto de vista de la ley es ilegal”.
“Lo que se hacía y se generalizó, es que se detectaron cuentas de personas con niveles bajos de ingresos,que tenían cuentas y compraban dólares, que se trataba de un engaño. Le hacían abrirse esa cuenta, les depositaban un dinero, con eso compraban dólares y se lo volvían a vender a esa gente a cambio de una comisión. Esto se conoce como colero. Casi 5 millones llegaron a comprar dólares, en medio de una crisis terrible. A tratar de desmontar estas cuestiones es a lo que apuntaban estas medidas”
Problemas reales
“Hay una campaña de pánico sobreactuada, a mí me importa ver cómo hago para pagar servicios, el alquiler. Tengo el salario congelado hace meses, la capacidad de ahorro no es un problema central ahora”, comentó Cantamutto.
Respecto al debate de estas nuevas medidas y la falta de implementación del Impuesto a las Grandes Fortunas, mencionó que “esta muy bien controlarlo, cambiar la cultura de ahorro en dólares lleva tiempo. Pero si solamente se apunta a los sectores medios se está errando, y hasta ahora el gobierno no ha mostrado ningún énfasis en lugar de torcer la pulseada en favor del pueblo a los grandes capitalistas y finacistas, las grandes corporacioines, que operan con algunas restricciones pero no han pagado el pato de la boda”.
El secuestro y asesinato en Bahía Blanca del refugiado chileno Víctor Oliva Troncoso es uno de los casos que se analiza en el Juicio Triple A. El militante del MIR llegó escapando de la dictadura de Pinochet y estudiaba Filosofía y Letras en la UNS.
“Para grupos como la Triple A no hay frontera, el hecho de matar al que está en contra aparece en cualquier momento y en cualquier lugar”, dijo al tribunal el pastor de la Iglesia Metodista, Aníbal Sicardi.
Esta semana declararon por el mismo caso Guido Bello Henríquez y Eunice Rebolledo. Las audiencias continúan este jueves desde las 9 con transmisión por el canal de Youtube de la UNS.
Sicardi dijo ante el tribunal el 31 de agosto que a mediados de la década del 70 se vivía “un ambiente muy tenso” en el cual “era noticia corriente la participación de la Triple A, acompañada generalmente por el signo de la muerte”.
Recordó que se asociaba a la banda parapolicial con el ministro José López Rega y, en Bahía Blanca, al diputado nacional y secretario general de la CGT, Rodolfo “Fito” Ponce, y al rector de la UNS Remus Tetu. “Teníamos hasta seguridad que el diario La Nueva Provincia estaba inclinado a mantener y dar promoción a la Triple A”.
Entre sus funciones como pastor estaba la de acompañar a los refugiados chilenos. Uno de ellos era Víctor Oliva Troncoso. “Mi metodología era no hacerle preguntas similares a las que podían hacerle las fuerzas de seguridad. Muchas veces decían que venían de alguna militancia de partidos de izquierda, del MIR, daba por hecho que si eran refugiados le temían al régimen de Pinochet y, por lo tanto, estaban más en la izquierda que en otro lugar”, contó.
Relató que la hija de los caseros de la Iglesia Metodista de Belgrano 355, Eunice “Niche” Rebolledo, fue testigo del secuestro de Víctor. “Tenía que ir a comprar algo al centro y salió rápido para ver si lo alcanzaba. Debía haber una distancia de varios metros, lo siguió por Belgrano y vio que había un patrullero por Soler que estaba cortando el tránsito y que Víctor se enfiló hacia Alsina. Cuando pisó Alsina salieron de algún lugar cuatro o cinco personas que lo llevaron a un vehículo de la Universidad del Sur”.
Niche volvió a su casa. “Entró gritando ‘¡lo levantaron a Víctor!’. Yo estaba en mi oficina y la escuché”. Sicardi hizo algunas averiguaciones y supo que “por la forma que se había hecho (el secuestro) venía la orden de la Universidad Nacional del Sur. La policía trabajaba con la Triple A, eso no era una novedad”.
Otro refugiado, ex funcionario del gobierno de Salvador Allende, le dijo que había que conectar el hecho con organismos de la dictadura de Pinochet: “Están trabajando con la Triple A y con la Universidad. Las alianzas entre Chile y Argentina en los organismos represores son evidentes”.
Dejaron pasar unos días, “atentos a los cuerpos que aparecían en las afueras de la ciudad”. Se enteró que había ingresado una persona asesinada al Hospital Municipal y, como ya lo había hecho en otras dos ocasiones, fue a reconocerlo.
“El comentario fue que tenía como treinta balazos en el cuerpo. Me llevaron a verlo porque ingresó con el nombre de Víctor Oliva. El cuerpo estaba totalmente limpio, lavado, se veían orificios de bala, pero la apariencia me desorientó un poco”.
Ante la duda recurrió a otro refugiado, el pastor y docente Guido Bello. Al día siguiente Sicardi reclamó al cónsul chileno la repatriación del cuerpo de Víctor. “Si no atiende este caso vamos a denunciarlo internacionalmente ante el Consejo de Iglesias y otros organismos. Me dijo que tenía que consultarle al Ejército y a la Iglesia Católica Romana”.
El testigo comentó que los jóvenes del barrio se reunían en la sede metodista y debatían con los refugiados. “Venían una media docena de muchachos de la Iglesia San Roque” de los cuales desaparecieron uno de Dorrego y otro de Tres Arroyos. “Uno apareció asesinado en las afueras de Bahía y tuve que ir a reconocerlo. Tenía impacto de armas de fuego y así salió en La Nueva Provincia”.
Sicardi aseguró que Fito Ponce tenía “cercanía ideológica” con Remus Tetu, “tal es así que a Watu lo mata la gente de Ponce”. También mencionó los vínculos del represor con la Armada: “Se afirmaba era que la Marina le limpiaba las armas y que Ponce había arreglado con el sistema represivo que el manejaba la prostitución y dejaba que ellos se quedaran con el juego”.
“Ordenábamos que el día viernes no se podía salir por cuestiones de seguridad. Ese día era indicado para desaparecer gente o tomar decisiones que no se podían enfrentar hasta el lunes. Había más secuestros porque luego sábado y domingo nadie se enteraba”.
Respecto a la Iglesia Católica, Sicardi mencionó al obispo “conservador” Germiniano Esorto, quien “en determinado momento obligó a varios sacerdotes a que salieran de sus parroquias y los metió en la Curia, luego los mandó a otra parte. Eran sacerdotes que trabajaban mucho con la población y tenían debates sobre la situación (…) Algunos fueron directamente censurados y algunos laicos desaparecidos”.
El pastor recordó a Oliva como “alguien siempre dispuesto a ayudar a la gente, de buen humor, inteligente. Al conocer a sus hermanos y parientes en los homenajes, conocí otras características de la solidaridad de Víctor y el respeto a su persona que fue mucho más allá de su participación política. Era un humano que merecía el respeto y el derecho a ser juzgado si es que estaba violando alguna ley del derecho argentino”.
Sicardi concluyó que “Víctor, al igual que Watu, molestaban a la universidad y a la Triple A más por lo que son que por lo que piensan, molestan porque son personas que viven su vida con honestidad. Tenían toda la vida por delante y se la cortaron insanos que gustan de hacer esta tarea porque tienen miedo de verse a sí mismos”.
“Había sido orador en una acto de solidaridad con el pueblo de Chile”
El martes 15 de septiembre declaró Guido Bello Henríquez. Fue docente de Oliva Troncoso en el profesorado de Educación de la Universidad Católica de Temuco. Tras el golpe de Estado en Chile emigraron como refugiados políticos hacia Argentina y fortalecieron su vínculo en Bahía Blanca.
Bello afirmó que las esperanzas en la primavera democrática culminaron en 1974. “Empezaron a haber amenazas y situaciones riesgosas, fue el momento en que irrumpe en la UNS una patota armada y matan a balazos a Cilleruelo. Los últimos meses del 74 el clima ya era de violencia y miedo”.
“La propaganda política y social de la Triple A era bastante fuerte en el ámbito académico y el gremial. (…) Para los chilenos que recién habíamos ingresado a la Argentina era muy difícil entender la situación política del momento”.
El pastor aseguró que quedó “muy desolado con la manera en que lo habían asesinado” a Víctor y relató que el joven “había participado como orador en un acto de solidaridad con el pueblo de Chile que se hizo en el aula magna de Avda. Alem. Cuando lo vi me asusté mucho porque era una exposición muy fuerte”.
Bello comentó que “el alto comisionado de las Naciones Unidas intercedió en el trámite de la repatriación de los restos de Oliva, creo que primero fue sepultado en Cipolletti y después fue trasladado a Temuco”.
Por otra parte, aseguró que además del crimen de Watu, en 1974 habían ejecutado a “un estudiante que había sido su ayudante en la Cátedra de Pedagogía General de apellido Balduvino (NdR: Fernando Alduvino es una de las víctimas del juicio), era trabajador de la Municipalidad y un poco mayor que el resto de los estudiantes. Le decíamos el Gurí porque era originario de Corrientes”.
Recordó que en noviembre del 76 el diario local publicó una larga lista de docentes del Departamento de Humanidades supuestamente “integrantes de la banda marxista peronista”. “Después de esa lista aparecen los nombres de tres de los profesores que habíamos venido de Temuco, decían que eran prófugos de la justicia del vecino país que habían sido contratados por la intervención ‘marxista peronista’. No éramos prófugos de nada”.
“Sicardi habló con el cónsul chileno, el cónsul llamó al V Cuerpo de Ejército y le dijeron: eso no era parte del comunicado del Ejército sino un agregado de La Nueva Provincia. Fue una bravuconada contra nosotros”, afirmó.
“El amor es lo que triunfa, ni el odio ni la crueldad pueden matar las ideas”
La docente Eunice Rebolledo es hija de un matrimonio chileno que llegó a Bahía Blanca en 1968 intentando mejorar su situación económica y, en 1973, proyectaba su vuelta bajo el gobierno de Salvador Allende. El golpe de Pinochet frustró sus planes e incrementó la llegada de compatriotas que buscaban refugio en la ciudad.
“Tengo un lindo recuerdo de Víctor, mi mamá le arreglaba alguna ropita, venían a comer pan casero, algunas empanadas. A mí me gustaba estudiar y ellos me alentaban, me regalaban libros de cuentos, me estimulaban a seguir, mis papás eran analfabetos y no tenían mucha idea de eso. Víctor era muy alegre, tocaba la guitarra, eran jóvenes con muchas ganas de vivir, proyectos e ideales”.
En línea con lo relatado por Sicardi, Niche describió el secuestro de Oliva Troncoso y al ser consultada sobre el accionar de la banda anticomunista recordó: “Se hablaba de torturas, había un común denominador que era la saña con la cual mataban a las personas, es claro el caso de Víctor, le dieron 35 balazos, lo tiraron semidesnudo, los ataban con alambres en los pies y las manos. Eran muertes realmente atroces, no sé cuánto tendrá una descarga de ametralladora pero recuerdo que la impresión que me dio fue enorme”.
“La de los chicos en casa fue una época muy linda, muy alegre, realmente eran familia. Después de eso el miedo, tenía miedo de caminar por la calle, cuando veía a los patrulleros, me marcó mucho, nunca me imaginé que podía haber gente tan cruel que hiciera esto con alguien desarmado, que iba caminando por la calle y no tenía como defenderse”, agregó.
Rebolledo concluyó que “a pesar de que tenía 11 años había cosas que ya entendía y que me marcaron para toda la vida y tenía que ver con los ideales que ellos tenían: ideales de justicia, de igualdad, de solidaridad, de valorización del trabajo de las personas, valoraban mucho la familia, el trabajo de las manos de mi mamá, eran personas con mucha sensibilidad, era muy difícil que los pueblos pudieran ser más felices. Después vino el golpe y fue terrible”.
Lo dijo el presidente de la Comisión de Educación, Cultura y Acción Social del Concejo Deliberante de Bahía Blanca, Carlos Quiroga (FdT), en relación al ejercicio de gobierno correspondiente al año pasado. Fue en el marco de la discusión por la rendición de cuentas, aprobada por el doble voto del presidente del cuerpo el jueves pasado.
“Las escuelas a la miseria y se dieron el lujo de subejecutar casi la mitad del total. Pasa al ejercicio posterior de manera nominal, cuando tuvimos una inflación de más de 50 por ciento en 2019”, dijo el edil a FM De la Calle, a modo de ejemplo.
En referencia a lo invertido en materia artística, “desde que está Gay, del total del presupuesto del municipio, la participación del área de cultura, particularmente el área artística ha ido disminuyendo paulatinamente su participación”.
Sin embargo, “acá no pudieron subejecutar mucho porque todavía hay una serie de ordenanzas que protegen recursos afectados como son Espacios Culturales Independientes, Fondo Municipal de las Artes, Eventos Permanente, la Comedia Municipal. Pero en todo lo demás…”, explicó.
Como paradigma de la gestión cultural del mandato anterior, “el hilo se corta por lo más delgado: los talleres desaparecieron. Y ni que hablar cuando rindan cuenta de este año de pandemia porque los pocos talleres que quedaban, producto de la imposibilidad de la presencialidad, prácticamente los borraron del mapa. El cierre del teatro fue sustancial para eso. Los pasaron al MAC. Hubo ocultamiento de los talleres para que se fueran cayendo solos. Talleristas que cobraban 5800 pesos cada dos meses, incluyendo los insumos y el material pedagógico que tuvieran que utilizar”.
Quiroga sostuvo que “no le pusieron garra a nada. Hay una partida donde blanqueaban el aporte de Profertil para el ciclo cultural y, como el teatro estaba cerrado, no le buscaron una alternativa”.
Por último, la situación del teatro municipal “es increíble: lleva cerrado más tiempo que el tardó en ser construido”. El oficialismo sostiene que se debe a que se están haciendo obras. Sin embargo, una planificación adecuada podría haber evitado tanto tiempo de inactividad. “En 2008 se lo intervino por adentro y por afuera. En 2011 todo el equipo de sonido nuevo. Puede que haya cosas para hacer, pero nada justifica tener al teatro cerrado durante tanto tiempo”, finalizó.
La Ley “Micaela Ortega” recibió media sanción en el Senado Nacional. La normativa plantea la implementación de una campaña nacional contra el grooming. Deberá sancionarse en la Cámara de Diputados para que se transforme en ley.
El proyecto está impulsado por Mónica Cid, mamá de Micaela, una niña de 12 años víctima de grooming seguido de femicidio. Por el crimen se encuentra detenido con prisión perpetua, Jonathan Luna.
Antes de votar el proyecto de ley, se dio lectura a un texto de Mónica dirigido al cuerpo legislativo: “Mi hija Micaela está mirando cada una de sus actitudes, a Mica le quitaron la inocencia y su muerte se podía haber evitado. Mica no tendría que haber muerto y el Estado es responsable, pero hoy todo cambiará. La Ley que lleva su nombre es un mimo al alma, todos tienen que saber qué es el grooming y quién fue mi hija”.
“En el 2013 se votó la ley que tipifica el delito penal y ahora lo que se pide es la campaña nacional de prevención contra el grooming y el ciberacoso. Además otro proyecto que apunta a la educación. Estuvimos reunidos con Trotta, el ministro de Educación, lo que quiere es llevarlo a la currícula de educación y esperemos que para el 2021 se pueda hacer realidad, articulamos con todos los ministerios”, comentó a FM De la Calle.
Destacó que “es muy amplia la campaña” y en uno de sus aspectos busca que las notebooks del Plan Conectar la tengan incorporada “porque les entregamos (a les jóvenes) una herramienta que en el buen uso es excelente pero que el grooming puede llevar a la muerte”.
Cid mencionó que en Bahía la organización Argentina Cibersegura “está trabajando excelente en estos tiempos en los que la tecnología es diaria para todos. Hay que estar más presente que nunca”.
(Por Astor Vitali) Más allá de las discusiones de corto plazo y de las alteraciones de ánimo que atravesamos sin excepción por causa lógica del devenir pandémico, en los comportamientos sociales y en las acciones de las autoridades podemos encontrar claves para comprender esa imagen que nos arroja el espejo del análisis de los comportamientos basados en la preponderancia del uso de máscaras que esconden el verdadero rostro oculto, inconfesable. Aquel rostro que no aceptamos auto percibir.
Desde el comienzo de las medidas de cuidado sanitario, algunas de las primeras reacciones sociales se basaron en acciones simbólicas de reconocimiento a quienes llevaron (y llevan) adelante actividades esenciales. Los aplausos en los balcones a las nueve. Así apareció la máscara emocionada de la humanidad. Como contrapartida, el rostro rojizo de los aplaudidores fue descubierto desnudo y con su verdadera forma cuando comenzaron a pintar cruces en las puertas de las casas o departamentos de los profesionales, en los domicilios de los aplaudidos. La máscara emocionada seca sus lágrimas en el rostro infernal de sus portadores.
Los gobiernos, en general, todos los gobiernos y de todos los colores, pasan sus horas hablando del reconocimiento al trabajo de los y las profesionales de la salud. Hacen spots publicitarios hablando de cuánto orgullo social nos generan. Todos los estratos de la dirigencia política se muestran en un estado de genuina conmoción por ese gran ese gran esfuerzo que hace el sector. Sin embargo, toda esa profusa emoción que nos generan les imprescindibles no se traduce en mover un poquito la distribución salarial para que efectivamente esos profesionales puedan percibir concretamente que se les reconoce en lugar de verse obligados a endeudarse mientras pelean contra el coronavirus y contra los rostros que se reúnen a tomarse unas birritas para hablar –con mucha preocupación, claro está-, en fiestas y reuniones, de lo importante que es el sacrificio que hacen desde el sistema de salud sus laburantes.
Un trabajador de la salud o una trabajadora de la salud de planta, para no ir más lejos, del hospital municipal, uno de esos por los que nos gastamos las manos aplaudiendo porque nos salvan la vida, recibe como valoración social un sueldo de treinta y seis mil pesos… en una ciudad cuya canasta está en al menos 47.212 pesos. ¿De qué valoración social hablamos? La espalda la palmea la máscara y el sueldo lo paga el rostro descubierto, a cara de perro.
En los medios de comunicación, podemos ver, leer y escuchar cómo las máscaras de decenas de comunicadores de medios con gran alcance realizan dos o tres notas por mes del tipo historia de vida. Las máscaras conmovidas muestran su emoción y cierran las entrevistas refiriéndose a esos y a esas profesionales como los “héroes” o las “heroínas” de esta sociedad. Segundos mediante, los rostros de esos comunicadores retornan a su campaña por “abrir” la economía. Los rostros antes boquiabiertos por las dignas tareas de sus héroes ahora muestran sus dientes filosos poniendo más fichas a la rocola de disco único y pista rallada que abona a la sicosis general y envía un único mensaje: “hay que salir volver a la normalidad, abrir la economía”. Volver a la normalidad, claro, en una circunstancia anormal, pandémica, implica que más personas se enfermen y que nuestros héroes deban trabajar sin descanso, mal pagos y poniendo en riesgo a sus familias.
La máscara y el rostro pueden ser claro, considerados elementos intrínsecos de las contradicciones humanas que tiene cualquiera. Hasta podríamos decir que es esperable. Sin embargo, cuando la máscara de virtud no refleja el deseo, la pulsión por hacer en el sentido declamado sino la mera fachada hipócrita y la pulsión real, es decir, nuestras acciones concretas son las que expresa ese rostro que escondemos atrás de la máscara, la escena ya no representa el teatro de las contradicciones esperables sino la constitución de la hipocracia como sistema de vida. El poder de la fachada, el gobierno de la máscara, decretando lo visible para que en rigor, perviva el rostro oculto de lo indeseable.
No resulta de mayor interés aportar al discurso pesimista. En todo caso el pesimismo aburre –por lo menos después de Artl- porque es la contracara de la prepotencia del trabajo: es la irreverencia de abulia. Uno más bien milita el optimismo. Pero el optimismo basado en el reconocimiento de las cosas. El optimismo de la máscara es igual a relamerse por un postre vencido. Hace falta ver el rostro, hacer un preciso escrutinio de todas sus verrugas y sus marcas, conocer las porosidades y las pústulas que lo definen con escandalosa precisión, de manera de buscar una fórmula para la sonrisa que lo espabile de su mueca de cinismo.
Para ser optimista y buscar un camino de retorno hacia la humanidad, la búsqueda de un sendero que nos lleve a la democracia (democracia como sinónimo de justicia y también justicia económica) es preciso denunciar a viva voz esta situación espantosa de la hipocracia. Una hipocracia que no se nos revela o que preferimos no mostrarnos porque tal vez percibamos que no nos gustará ver el rostro que quedó bajo la máscara que nos hicimos.
Queda dicho. Decir una cosa y hacer otra es más bien reflejo más que humano de las contradicciones que nos superan. Pero hacer una cosa y decir otra es más bien pura hipocresía. Es como pintar con palabras un jardín sobre la realidad de lodo.
Sin embargo, vale el esfuerzo cambiar la frialdad del plástico que nos cubre y, por fin y humanamente, acariciarnos la piel, tocarnos la cara. Porque, al fin, está allí, por más cubierta que se le imponga.
*Imagen de portada: Oswaldo Guayasamín