Religión y democracia: cuarta edición del encuentro sobre creencias religiosas

Este martes comienza un nuevo Encuentro de la Red de Estudios Sociales Contemporáneos sobre Creencias Religiosidades y Movilidades en Patagonia en el octavo piso del Departamento de Humanidades.

“Estudiamos temas religiosos en su vinculación con la sociedad y la política”, dijo a FM De la Calle la historiadora Virginia Dominella.

Habrá mesas de diálogo y presentación de libros. Hoy a las 15 se podrá participar de la actividad titulada “Religión y política en contextos autoritarios y democráticos”, mientras que el miércoles a las 9:30 tendrá lugar el debate “Pensar las prácticas religiosas desde el espacio, las movilidades y los territorios”.  Más tarde, en el segundo día, a las 14:30 está programada la mesa “Estudios de minorías y diversidades religiosas”.

“El encuentro replica una serie de jornadas que venimos haciendo un grupo de investigadoras e investigadoras de la Patagonia, de Argentina y de Chile” , explicó.

El grupo está compuesto en su mayoría por historiadores e historiadoras.

“En septiembre de 2017 nos reunimos en Bariloche para intentar empezar a trabajar juntos en lo que tiene que ver con la investigación, con la formación de investigadores jóvenes”.

Acerca de la finalidad del evento convocado en el marco de los 40 años de democracia, agregó que “la idea es pensar en lo religioso centrado más en el catolicismo, en la Iglesia Católica, en la transición democrática en los fines de la dictadura e incluso en las décadas más recientes”.

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(Por Astor Vitali) A partir de los resultados electorales de octubre Cambiemos puso en marcha un plan de reformas estructurales. El propio gobierno puso en agenda como principal cuestión la reforma laboral. Hay que prestar atención a esto porque mientras tanto intentarán pasar el colador del Congreso otros proyectos de ley de relevancia.

Que el macrismo impulse una reforma laboral es parte de su programa y de su naturaleza. Son patrones. De manera que, cuestionar a gentes de derechas por aplicar políticas de derechas es inconducente. Están en el gobierno e intentarán aplicar los mayores beneficios para la clase que representan.

El problema está en otro lado. Por más legitimidad que ostente Cambiemos luego del triunfo electoral, ninguna reforma de tamaña dimensión es realizable sin la connivencia de amplios sectores o sin el uso de la fuerza. Porque más allá de los votos que podrán cosechar con o sin BANELCO, una reforma de estas características no es realizable si el movimiento obrero organizado se planta en serio.

¿De qué reforma estamos hablando? Como bien ha expresado un documento emitido por el Observatorio del Derecho Social de la CTA-Autónoma, “en líneas generales, estamos frente al intento de reforma de la legislación laboral más importante, en términos cuantitativos y cualitativos, desde que en 1976 la última dictadura militar modificó gran parte de la ley de contrato de trabajo que había sido sancionada dos años antes. Más que un proyecto de ley, estamos frente a un verdadero programa de los empleadores en materia de relaciones laborales, en el que se abordan prácticamente todas las demandas del sector empresario, a excepción del sistema de representación sindical y de negociación colectiva que siguen siendo centralizados”.

En términos concretos, entre otras cosas, la reforma busca fomentar la tercerización, reducir las indemnizaciones por despido, ampliar las facultades patronales para modificar las condiciones de trabajo, habilitar la renuncia a los derechos laborales, legalizar el fraude laboral a través de la contratación de monotributistas, extender las pasantías laborales, flexibilizar la jornada de trabajo por medio del banco de horas y del contrato a tiempo parcial, reducir el plazo de prescripción laboral, ofrecer mayores facilidades para el despido de trabajadores a través del “Fondo de cese laboral”, ampliar la licencia parental y crear la licencia sin goce de haberes por razones personales, aplicar un registro laboral y abaratar del despido de trabajadores no registrados, reducir los aportes patronales y cancelar personerías e inscripciones gremiales.

Desde el punto de vista parlamentario, con excepción de la izquierda, ninguna fuerza política ofrece garantía de que no va transar elementos para que finalmente salga la reforma laboral con el menor grado de modificaciones. De hecho, un desembarazado Miguel Ángel Pichetto dijo hace pocas horas a Joaquín Morales Sola que “el lugar del peronismo es un centro que avance hacia un capitalismo moderno” y que no cree en el “bloqueo” como método de ejercer la oposición. En otras palabras, busca lavar la cara kirchnerista del peronismo para retornar al poder en sintonía con los cambios de época.

Por otra parte, el facilitador peronista del macrismo dejó en claro que “al gobierno no le conviene afrontar un debate sin tener un acuerdo razonable con la CGT”.

Y ahí hay un punto central: pongamos que dentro del congreso no aparece una resistencia de fuste ¿qué ocurrirá en calle y en los ámbitos de negociación política? Dejemos en claro que si las tres centrales obreras de este país acordaran un rechazo rotundo a la reforma laboral ésta es inaplicable. Ningún gobierno puede resistir a un paro por tiempo indeterminado los sectores público y privado.

En cambio, en el reino del revés, la CGT, la principal central obrera del país ya comienza a dar señales de acuerdo. No pasó ni una semana. Ni siquiera sobreactuaron por unos meses. Apenas rechazaron el viernes el punto medular que versa acerca de la definición de trabajo, en cuya versión macrista se pone en condición simétrica al trabajador respecto del empresario, relación de evidente desigualdad. Quitando esta modificación de carácter profundo y filosófico, la CGT ya comenzó a filtrar por diversos medios que se acercarían a un acuerdo.

Por más elementos que logre negociar la CGT, de todas maneras la reforma realizada sobre el presente borrador actuará en detrimento de la clase trabajadora. Porque el concepto que opera en los cabecillas de la banda empresario-sindical se basa en que “hay que mirar las urnas” y que “hay que negociar” porque “la gente quiere esto y lo demostró en las urnas”.

Contrariamente, el votante macrista que trabaja no votó por esta reforma ya que es una que no estuvo anunciada y que excede en mucho las dimensiones de toda reforma laboral realizada en la argentina. Sólo es comparable con la de la dictadura. No estaba esto en el imaginario social.

Con todo, las cúpulas del sindicalismo cegetista argentina son víctimas de su propia política: han desmovilizado a las bases y no cuentan con masas conscientes capaces de resistir la reforma. Y ellos no se sienten con el suficiente poder en el contexto político actual como para determinar el rechazo de plano.

La aplicación de reforma laboral depende de la aceptación del movimiento obrero organizado en un país en el que aún el sindicalismo tiene un peso importante en el esquema de las negociaciones y sobre todo en el impacto económico que puede producir que se pare de manos contra un gobierno.

Terminaremos este comentario como comenzamos. Es natural que el macrismo, como representante de una clase empresaria y poderosa busque destruir la capacidad de negociación de la clase obrera. También debería ser natural que los sindicatos, sobre todo los más poderosos, se opongan rotundamente y muevan todo lo que haya que movilizar para rechazar un reforma carnicera como la que busca consensuar Cambiemos.

Todo esto sería lo natural. Vamos a ver cómo es.

Del 10 al 12 de noviembre se realizará la octava Feria del Libro de Sierra de la Ventana, una construcción autogestiva y comunitaria que recuperó los galpones ferroviarios en los cuales nació y se transformó en una verdadera fiesta cultural en la región.

La invitación incluye presentaciones de libros, talleres, música, danza, teatro, paseos guiados, patio de comidas y feria artesanal rodeados por las sierras y arroyos de la comarca. “Sencillamente venir ese viernes, sábado y domingo, tomarse estos días para llenarse el alma y el corazón de alegría, de charlas, de debates”, propuso Fernanda Tenca por el aire de FM De la Calle.

La integrante del grupo organizador comentó que “en general lo que hacemos es ver a quiénes invitar, quiénes tienen ganas de participar y este año llamamos a convocatoria porque había mucha gente que tenía ganas de ser parte de la octava Feria del Libro. Hasta el 5 de septiembre pusimos una fecha límite y se llenó de hermosas propuestas. El cronograma se fue armando solo y algunas propuestas quedaron afuera porque no hay más horas en el día lamentablemente”.

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El recrudecimiento de la persecución a los pueblos originarios y la desaparición y muerte de Santiago Maldonado estará presente en el encuentro. El historiador Mariano Nagy expondrá sobre Historia de la Crueldad, libro de varios autorxs coordinado por Osvaldo Bayer. En tanto, Luciano Literas hará lo propio con “Diplomacia, malones y cautivos en la frontera sur, siglo XIX. Miradas desde la antropología histórica”.

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Tenca aseguró además que “más allá de sentirse tentado por alguna de las actividades es interesante vivir la experiencia general de lo que es la Feria del Libro de Sierra de la Ventana que después de ocho ediciones (…) pasó de ser una feria del libro local a ser una fiesta cultural de la región y eso nos llena de alegría”.

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“Es un evento que se va generando desde los vecinos y vecinas de la comunidad, con apoyo de las bibliotecas populares, empezó a ser un evento que por ahí lo realizaban tres vecinas y hoy ya somos quince que estamos desde marzo juntándonos todos los viernes para poder brindar el corazón abierto a todas las personas que quieren ser parte”, afirmó.

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FM De la Calle tendrá su espacio con producciones de Editorial Sudestada, La Vaca y Herramienta. La grilla incluye stands, editoriales y participantes de la comarca, Tornquist, Bahía Blanca, Monte Hermoso, Buenos Aires, Tres Arroyos y Olavarría. Más información en facebook Feria del Libro Sierra de la Ventana

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“Los trabajadores del Estado perderíamos derechos si pasamos a tener los requisitos con que se jubilan a nivel nacional”, aseguró el secretario gremial de ATE Provincia de Buenos Aires respecto al proyecto de armonización del Instituto de Previsión Social con el ANSES.

Días atrás el dirigente estuvo en Bahía Blanca explicando el rechazo sindical a la medida y en diálogo con FM De la Calle recordó que “cuando se aprobó la Ley de Reparación Histórica con el blanqueo de capitales, un artículo plantea que las cajas previsionales que todavía están en la órbita de la provincia de Buenos Aires tienen 120 días para firmar un convenio con el ANSES. A partir de ahí empezarían a hacerse auditorías contables y comenzaría un proceso de armonizar las cajas previsionales”.

“Vamos a tener que aportar cinco o diez años más, vamos a tener que trabajar más, no vamos a tener la movilidad. Esto quiere decir que cuando los trabajadores activos conseguimos un aumento salarial automáticamente al mes se ve en los salarios de los jubilados, si avanza esta decisión de cumplir esta ley lo perderíamos”, agregó.

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Para el secretario gremial de ATE la decisión “está enmarcada en una política de este gobierno que es volver a la década de los ’90 con el tema de jubilaciones, que es volver a las AFJP”.

Fotos: ATE

Hoy a las 21 horas, Soledad Villamil presentará su nuevo disco “Ni antes ni después” en el Teatro Municipal de Bahía Blanca. Se trata de su cuarta producción solista. Fue grabado en vivo en abril de este año en el teatro Xirgu Espacio Untref. A diferencia de los anteriores, las canciones son propias casi en su totalidad.

La banda que la acompaña en esta presentación está conformada por: Pablo Giménez (Bajo); Coqui Rodríguez (Guitarra) y Christian Faiad (Batería).

La producción musical es de Matías Cella, para quien “Soledad encuentra sonoridades que son parte de un mundo propio. Resume y sintetiza sus ideas y sus inquietudes. Los géneros se mezclan, se cruzan y se suman dándole una forma urbana y contemporánea”.

“Hay muchos temas que te conmueven y son los que te impulsan a escribir. En el mejor de los casos pueden tomar forma de canción”, dijo la cantante a FM De la Calle

Es un disco “bastante cinematográfico”. El “Tema para Irene se lo compuse a Irene Menéndez Hastings, el personaje del Secreto de sus ojos. Un personaje muy importante en mi vida al que le presté mi cuerpo, mis emociones, que dejó una marca en mí que se tradujo después de bastante tiempo en esa canción. Uno va pasando por distinta situaciones en la vida y te van dejando esas marcas que por suerte a veces uno puede sacarlas para afuera y transformarlas en canción”.

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En el año 2007 la artista editó su primer disco “Soledad Villamil Canta”. Dos años más tarde lanzó “Morir de amor”, ganador del premio Carlos Gardel y disco de oro con más de 20.000 copias vendidas. Luego, “Canción de viaje” en el 2012.

“Trato de laburar y mantenerme entrenada”, dijo la artista consultada acerca de su trabajo vocal. “El cuerpo y la voz siempre están sujetos a un montón de situaciones físicas y emocionales que a veces requieren de mucha destreza para poder sortearlas. Un instrumentista pone la mano sobre el instrumento y mal o bien el instrumento va a sonar. Cuando el instrumento es la propia voz y el propio cuerpo… es misterioso. Hay que ir conociéndose a uno mismo en distintas situaciones. Tener siempre la disponibilidad de usarlo para lo que querés que es expresar, que es contar cosas”.

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(Por Astor Vitali) Ya pasó. Viste cuando un gurí hace berrinche y chilla y patalea sin demasiado sentido… “Ya pasó”, se le dice, una vez calmado. Más o menos así ocurre en las campañas electorales: chillan y hacen berrinche sin demasiado sentido. Bueno… ¡Ya pasó, nene! ¡Ya pasó!

Muchos candidatos salieron a resolver el mundo. Algunos especialistas del ámbito técnico se entusiasmaron y pusieron a disposición esos conocimientos técnicos que jamás serán aplicados por los dirigentes de los partidos que los convocaron. Algunas juventudes se desilusionaron. Algunos neófitos militantes quedaron boquiabiertos con los resultados. Nuevos fiscales se horrorizaron y viejos fiscales fueron a hacer su trámite cada vez más desapasionado, como lo vienen haciendo desde que la democracia garantiza la gobernabilidad en la Argentina.

Pero luego de rascar el histrionismo electoral, no hay mayores novedades políticas, es decir, no hubo acontecimientos realmente inesperados, por fuera de la aplicación de la metodología en democracia de la desaparición forzada de personas. El plan de gobierno sigue en marcha y todo sigue más o menos su curso. Habrá algunos nuevos ganadores y otros flamantes perdedores. Pero siempre hay ganadores y perdedores con los cambios de gobierno. De manera que, dejando de los nombres propios, esto tampoco es nuevo. Esto ocurre siempre y según su turno.

Así y todo: ya pasó. ¿Y ahora qué hacemos? A ver… miremos la agenda. Reforma laboral, reforma previsional, reforma judicial, reforma impositiva. Sí. “Reforma permanente”, según el presidente. Y entonces un sector del peronismo oficiará de oposición testimonial y el peronismo con poder gobernando provincias estará con la necesidad de negociar y garantizará la cosa. Y entonces es probable que el sindicalismo amarillo trance con mayor o menor dignidad y espere mejores tiempos para enarbolar reivindicaciones de clase. Y entonces sectores de izquierda haremos señalamientos y hasta quizá logremos que los bastonazos en la nuca sean un poco menos dolorosos.

A esta agenda se le llamó en algún momento “restauración conservadora”. Uno cree que el término no es del todo justo dado que más que restaurar viejos beneficios de clase (con sus respectivos perjuicios para las masas) es probable que las reformas a instaurar sean de un mayor grado de profundidad, por lo que, en lugar de una restauración de algo que fue removido hablaríamos  más bien de incursión en nuevos agregados, inimaginables hace algunos años.  La “reforma permanente” se plantea como golpe final a la crisis cultural y a la crisis de alternativa. Lo piensan como el remache del fin de las ideologías y como su laboratorio.

De cualquier modo: ahí está la agenda. ¡Ah! Pero resulta que yo no me estaba preguntando por esa agenda. Esa es la agenda de Macri, o más bien, de lo que Macri representa. El asunto es cuál es la agenda que debemos consultar  quienes la agenda de estas gentes no nos contiene. ¿A qué cita estamos convocados? ¿Para dónde arrancamos mañana a la mañana? ¿Qué hacemos?

Si miramos la agenda de Macri nos la vamos a pasar intentando resistir con mayor o menor éxito una serie de reformas para las cuales el sistema democrático argentino ofrece sendos avales. Es preciso recordar los resultados electorales. Es preciso tener conciencia de esto. Mucho de lo que plantearán será odioso pero también legal. Y habrá paros, ollas populares, carpas blancas, escraches, piquetes, todas y nuevas formas de resistencia directa y de visibilización de las políticas que aplicarán estas bestias con bastón de mando. Es posible que esto explote, por razón de la inviabilidad del grado de endeudamiento externo y que de esa explosión surjan nuevas herramientas políticas.

En este sentido, si bien uno es enemigo de las traslaciones históricas del tipo “Macri es el menemismo” o “Macri es la dictadura”, también es cierto que si uno pone en la mesa de análisis ciertos elementos económicos y políticos, difícilmente resulte un corolario diferente. No será una reproducción del 2001, no será una réplica pero explotará. Podría ser aún peor para los de abajo ya que las herramientas del campo popular post kirchnerismo, permanecen aún con escisiones profundas y son menos poderosas.

Ahora bien, entre ese fin de ciclo que ocurrirá más temprano que tarde y hoy ¿cuál es nuestra agenda? ¿Qué va a construir el pueblo argentino? ¿Solo herramientas de resistencia? ¿Lo poco que queda en pie en este país que pueda dar un debate que fugue hacia adelante, que piense con cabeza propia, permanecerá imbuido en sus mezquindades de figuritas de medio pelo con sus públicos propios o será capaz que de trascender hacia un espacio que asome la cabeza hacia las masas, en lugar de sus microclimas?

¿Hay una agenda de la izquierda argentina? ¿Hay más de una? ¿Hay una agenda de la clase obrera argentina? ¿O sólo hay las agendas que leemos en los discursos de los pobres, poco formados y oportunistas dirigentes políticos de este país?

No hace falta decir que frente a la amenaza macrista resistir es una tarea que hay que hacer con esfuerzo y con valor. Pero resistir es de manual. Es lo básico. Es lo que se hace por fuerza de necesidad: no es propositivo. El asunto es ¿cuál es nuestra agenda? ¿Hacia dónde vamos a ir? ¿Qué puerta toco mañana a la mañana? ¿Con quién tomo el mate?

Lo que está claro es que sin agenda propia, volveremos a hablar de las mismas cosas en 2019 y en 2023, sólo que más débiles y encerrados en la agenda de los poderosos. Aún que una agenda propia no sea completamente realizable (la de ellos tampoco la es) al menos ajustaría el calendario a nuestros objetivos.

De los anuncios recientes del presidente Macri se desprende que ellos se mueven según su agenda y lo más rápido que les da el cuero. Habrá que buscar en la estantería popular una agenda propia. Al menos desempolvar la agenda telefónica y levantar el tubo a ver si hay alguien ahí que piense lo mismo, por fuera de la ola amarilla.

El secretario adjunto de la Asociación Sindical de Mensajeros y Cadetes, Jonathan Landa, fue despedido por la empresa B.K.T. S.R.L. (Milanno) y denunció que se trata de “una persecución gremial”.

El gremialista explicó a FM De la Calle que “el viernes realizamos una asamblea –todo notificado en el Ministerio de Trabajo, a través de cartas documento a la patronal, todo hecho en el marco de la legalidad-. El lunes cuando llegué al trabajo me encontré con el telegrama de despido en la mano”.

Landa comentó que empezó a trabajar para la empresa en enero y que “por una serie de cuestiones no se le paga al conjunto de los trabajadores de la ciudad porque no está encuadrado en ningún convenio. Paralelamente, durante todo el tiempo, no percibí aportes ni pago de la obra social motivo que provocó que empezáramos a realizar los reclamos pertinentes, primero charlando con la patronal y después a través del Ministerio de Trabajo”.

El inconveniente continuó un largo tiempo, “siempre se adujo que no había dinero, que los costos no daban; situación que terminó de decantar en los últimos tiempos cuando nos enteramos que los mismos dueños abrían un tercer local” y decidieron convocar la asamblea.

Respecto a las condiciones de trabajo advirtió que están bajo convenio gastronómico, sin embargo, ilustró que “un compañero que trabaja seis horas en esa empresa percibe un salario de $9600. Nadie puede vivir con ese dinero”.

El secretario de ASTRAMYC explicó que uno de los planteos a la empresa era un aumento de dos pesos por viaje “sobre el desgaste del vehículo –que encima era por productividad–, porque si no había viajes ellos no lo tenían que pagar. […] No quisieron negociar y quisieron cerrar la negociación de manera unilateral”.

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Sobre la asamblea del viernes aseguró que recibió “varias presiones por parte de los dueños, nuestros compañeros recibieron amenazas de despido, las chicas que estaban adentro [de los negocios] les dijeron que la comida que sobraba, que a veces nos la daban, la tiraran en vez de dárnosla y que si hablaban con nosotros podrían ser suspendidas”.

Landa aseguró: “Estamos pidiendo algo que nos corresponde, estamos pidiendo algo que nos deben. Nos han descontado –a mí por lo menos– en el recibo de sueldo durante ocho o nueve meses la obra social y los aportes y no los percibí. Estuve sin obra social todo este tiempo, cada vez que me enfermé tuve que pagar un médico particular para poder llevar un certificado porque si no perdía el presentismo”.

Esta mañana estuvieron en el Ministerio de Trabajo. Al respecto, el trabajador despedido dijo que notificaron “que los compañeros van a realizar una asamblea mañana donde posiblemente se resuelvan medidas de fuerza, porque esta cuestión que me pasa a mí no tiene que ver con la falta de dinero, acá lo que se está llevando adelante es una persecución gremial por el hecho de llevar adelante un proceso de organización en esa empresa”.

“Se quiere aleccionar al conjunto de los trabajadores en un marco bastante adverso y frente a eso lo que tenemos que hacer nosotros es llevar una respuesta colectiva y decirles que hay cosas que no nos van a poder tocar”, concluyó.

(Por Astor Vitali) Se fue el músico y cantautor Uruguayo Daniel Viglietti. Se trata de uno de los compositores más influyentes de la generación que en las décadas de los 60 y 70 se puso al hombro la canción.

Son muy conocidas obras como “A desalambrar”, “El chueco Maciel” o “Gurisito”. Sin embargo, su repertorio ofrece hallazgos compositivos de menor trascendencia comercial.

Por otra parte, Viglietti ha sido un gran difusor de la música popular latinoamericana a través de su labor de periodista.

Además, incluyó obras de otros autores y autoras de Nuestra América en varios discos. También tradujo a Chico Buarque en un disco grabado por el propio Chico titulado “Chico Buarque en español”.

En su estética es importante el rol de la letra, el juego de palabras y el contexto histórico en el que se desenvuelve. La armonía va meciendo el mensaje. Por otra parte, integra elementos de la canción utilizando diferentes ritmos latinoamericanos, sumado a la evidente importancia de los ritmos negros del Río de la Plata.

Gran guitarrista, concertista. Músico formado que eligió la canción como canal de creación y expresión.

De más está decir que puso su cuerpo, además de su música, a disposición de todas las luchas sociales y políticas de los pueblos del mundo.

Se va un gigante. Un hombre cósmico. Un músico que suena con el continente. Queda su obra disponible para volar un rato y empuñar la guitarra contra el horror.

(Por Paula Ércoli) “Santiago Maldonado, la demolición del Estado de Derechos”, así se tituló la charla organizada por la Asociación de Docentes de la UNS y La Watu, agrupación universitaria del Departamento de Humanidades. Una instancia necesaria en los tiempos que corren, que tuvo como principal exponente a José Schulman, Secretario General de la Liga por los Derechos del Hombre.

Durante 2 horas realizó un minucioso análisis del caso Santiago Maldonado, de la situación actual de los proyectos de las izquierdas, de las derrotas de aquellos que se consideraban vencedores y de los que supuestamente vencieron. Ejes de discusión que no han aparecido en las páginas de los grandes medios de comunicación.

Comenzando por la necesaria valoración de todo el esfuerzo que las organizaciones han hecho, el expositor precisó que “son momentos para elevar la autoestima”. Por lo tanto, como primera afirmación positiva, destacó que la historia de Santiago Maldonado haya sido construida como un caso, que ha conmovido al país, donde buena parte de América Latina siguió su desarrollo; “no pudieron desaparecer al desaparecido”.

“Eso no en todos lados ocurre. Sepan ustedes que en Colombia desaparece un Santiago Maldonado por día. Desde que se firmó la paz matan a un dirigente social -en promedio- por día y no hay conmoción. Sepan que en Chile los mapuches están siendo perseguidos por un gobierno progresista como el de Bachelet aplicando la ley antiterrorista”.  

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Como segunda afirmación positiva, el Secretario General de La Liga resaltó que en nuestro país hay una construcción de memoria diferente a la que puede haber en otros lugares, porque es constitutiva de los movimientos populares. “Esto obligó a la dictadura a buscar ´un camino propio´: el de los NN, el de la capucha, el de los centros clandestinos, donde fueron ellos los que fracasaron”.

“En Argentina los desaparecidos tienen presencia cotidiana, son una fuerza política mensurable que cuando se los convoca y ocupan las calles, producen gestas como la del 10 de mayo contra el 2×1. Y producen actos que son incomprensibles para la derecha, quienes no entienden por qué no pueden lograr lo que sí hacen en otros campos, incluso en lo electoral. Sencillamente, si no pudieron borrar la memoria de Luciano Arruga, de Julio López, de los 30.000 mil desaparecidos, ¿por qué razón van a lograr borrar la memoria de Santiago Maldonado? A veces la derecha también tiene utopías reaccionarias que no tienen ningún fundamento”.

Para José Schulman los tiempos que corren exigen mucha acción y reflexión, particularmente si se pretende construir un primero de noviembre en unidad y sin sectarismos, enmarcado en un escenario donde no se puede continuar la lucha con viejos esquemas conceptuales. “Creo en la continuidad del pensamiento crítico, pero es crítico si piensa y encuentra solución al momento. Si no, no es crítico. Nada más grotesco que pretender enfrentar a un enemigo que tenemos hoy con las armas del pasado. Ése es el camino de la derrota y hay que decirlo con toda la voz porque nosotros queremos triunfar”.

“La primera exigencia es entender lo que pasa, estamos desafiados e interpelados por la historia”

El caso de Santiago concluye en un balance de los proyectos políticos de las izquierdas y del momento actual. En este sentido, para José, estamos viviendo el traspaso de un modelo de dominación a otro. Nos encontramos en un momento límite pero no terminal. “Estamos pasando de un modelo de democracia formal -en referencia los últimos 12 años-, de un gobierno que más o menos respetaba las normas constitucionales y se comprometía a la igualdad formal (nunca real) a gobiernos autoritarios con máscara democrática. Esto no es lo mismo”. Respecto al primer momento histórico, Schulman realizó una analogía con Uruguay, para luego asociar el autoritarismo antidemocrático a la situación actual de Méjico,  aseverando que si no enfrentamos con decisión el presente de nuestro país vamos camino a la gestión de Enrique Peña Nieto.

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“Está terminando un ciclo histórico largo (…) y durante todo este tiempo el capitalismo intentó, prometió o logró en parte, unir capitalismo con democracia, bajo un orden jurídico que durante muchos años dio un marco a los que intentaban que se respeten los derechos de las personas. Esto empezó a terminar con el fin de la Unión Soviética en 1990, siguió terminando en 1994 con la organización del Tratado del Atlántico Norte y la OTAN en el transcurso de la Guerra de los Balcanes, invadiendo a cualquier país sin pasar por las Naciones Unidas. Y van a empezar a desarrollar algo que es lo que está explotando ahora, que es la construcción de -el derecho de enemigo-“. Schulman hizo referencia a este concepto acuñado por el alemán Günther Jakobs, donde los que “atentan” contra la democracia no tienen derecho a ser defendidos; razón por la cual se puede explicar los fenómenos Trump en EEUU, Temer en Brasil, Macri en Argentina, Le Penn en Francia y los nazis en el mundo, no como aparentes casualidades exóticas sino como una corriente profunda del capitalismo sin regulaciones, que vuelve a sus inicios sin falsas promesas.

“Este capitalismo considera a la población que no consume” como población “sobrante y sencillamente la mata. Esto es el capitalismo real de estos días. Si no luchamos en todo el mundo no habrá más Naciones Unidas. Lo que ocurre con Santiago Maldonado es una expresión de ese mundo. Por eso Venezuela es una victoria y el hecho de que nuestros políticos no hablen de Venezuela muestra el carácter provinciano de estos políticos. Durante 12 años hablaron de la Patria Grande, de la integración latinoamericana pero cuando hubo que defender el proceso venezolano se borraron. Ellos se borraron pero el movimiento popular fue solidario”.

El dirigente apeló a la necesidad de construir una defensa por los derechos humanos internacionalista, es decir, asumirnos en principio descendientes de los Pueblos Originarios, de las ideas de San Martín y no de los Anchorena, los Braun o de los que han usurpado nuestra Patria.

“Macri representa este momento histórico donde el imperio va por más”

“Estamos pasando por un momento de debilitamiento institucional de los proyectos populares en América Latina, por lo tanto al enemigo respeto, no subestimación”.  Dada la convocatoria de la charla sobre Santiago Maldonado como punto de inflexión, Schulman intentó responder a la pregunta que desestabiliza a todos y a todas: la reacción indiferente, y en estas circunstancias violenta, por parte de un sector del pueblo argentino.

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“La historia de lo que hoy somos es la historia de pueblos que fueron objeto de violencia extremas, que en términos conceptuales se llaman genocidios. La América resultante de la conquista cambió. El exterminio de los Pueblos Originarios, el sojuzgamiento de su cultura produjo un nuevo sujeto que va a ser el sujeto colonial. Ese sujeto es el resultado de aquella barbarie, no de la civilización como nos dijo Sarmiento”.

Para analizar la violencia actual, según Schulman, se debe pensar en los elementos que fundaron las colonias. Uno de ellos fue la Inquisición, cuyo mayor logro fue que el pueblo considere la violencia como un espectáculo y al hacerlo lo convirtieron en un cómplice. “Es un truco muy viejo, muy duro de aceptar, pero que funciona”.

“Lo que hay que entender es que el sentido común en estas tierras se construyó sobre las bases del racismo. No nos asustemos tanto ahora ¿quién se levantó contra la Campaña del Desierto? Nadie. ¿Quién se levantó contra el exterminio de los paraguayos? Nadie. No es cierto que vengamos de una historia glamorosa de progresismo (…). Sepamos que hemos avanzado mucho, pero entendamos que la violación de los Derechos Humanos siempre tiene un discurso justificador y que esos discursos son como capas de cebolla. Cuando se funda el discurso del exterminio, la expresión fue el racismo; pero después va a ser el discurso del progreso, que no niega el del racismo, y después va a ser el discurso del anticomunismo en todas sus variadas formas”.

Para finalizar Schulman apeló a comenzar a hablar de la unidad de los vencidos desde la humildad. Comprender, por un lado, la dominación cultural expresada en doctrinas momentáneas y. por otro lado, aquella que tiene que ver con lo cotidiano: con el egoísmo, el individualismo, la soberbia y el patriarcado. “Si a todo esto no se lo combate en las condiciones ampliadas del pensamiento del capital, reproduce pensamientos de derecha”.

“Ellos sí quieren destruir el estado de derechos. Nosotros lo podemos defender, no para idealizarlo, sino para ponerlo en cuestión, para construir una democracia verdadera. Queremos lo mismo que San Martín cuando iba a cruzar los Andes, queremos creer que la dignidad humana puede ser una bandera de unidad para todos los que luchamos por este sueño que alguna vez encarnó el Watu, que defendió Santiago y que estoy seguro que todos vamos a defender. Lo vamos a llevar a la victoria aunque, como diría Neruda, ellos no creen que la gente sencilla vayamos a vencer”.

(Por Mauro Llaneza) Luego de la victoria electoral de Cambiemos en los principales distritos del país, el profesor de la Universidad de General Sarmiento e investigador de las derechas latinoamericanas de CLACSO, Ernesto Bohoslavsky, dijo a FM De la Calle que “estamos ante un fenómeno político masivo, ante una maquinaria electoral exitosísima y eso nos abre a una serie de desafíos no solo acerca de cómo pensarlo sino de cómo taclearlo en términos más políticos”.

Desde las ciencias sociales propuso analizar las cabezas de los millones de votantes amarillos antes que las de la dirigencia PRO. “Parece que el nivel de antipatía que recoge el kirchnerismo en la Argentina también está operando. Hay gente que aún a pesar de que los números le dan mucho peor que hace dos años prefiere este camino porque entiende que es el que lleva a la muerte natural del kirchnerismo”.

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-¿Qué características tiene lo nuevo? ¿Cómo se compone esa sintonía con la mayoría de la sociedad?

Cambiemos o el PRO tiene una serie de novedades respecto a lo que habían sido las prácticas de las derechas en la Argentina que normalmente no habían recibido mucha simpatía popular, si uno lo mide en términos de gente que puede colocar en la calle o de votos que puede recibir en las urnas. Hasta la aparición del PRO, las derechas en la Argentina habían recibido escaso apoyo electoral, lo cual no quiere decir poco éxito político porque normalmente conseguían colocar sus hombres en los gabinetes con cierta independencia de quién había ganado las elecciones.

Estamos efectivamente ante una fuerza política electoral que de ninguna manera desdeña el camino de las urnas, va a su encuentro y le va bien. Entonces, como titularon Sergio Morresi y Gabriel Vommaro, el PRO es un partido nacido para ganar, un partido que juega este juego y le va bien y ha tenido la capacidad para sintonizar bastante bien una serie de deseos, de miedos, de antipatías y de expectativas de millones de argentinos.

Estamos ante una fuerza política inteligente y sensible, no es una pantomima, no es una caricatura. Es una fuerza política que llegó con intenciones de quedarse y que tiene una agenda de reformas probablemente más ambiciosa de lo que ha declarado hasta la fecha.

Vengo de las ciencias sociales, me interesa menos tratar de reconstruir qué tienen en la cabeza los dirigentes del PRO y más qué tienen en la cabeza los millones de votantes, cuáles son los miedos, las expectativas. Ese me parece un fenómeno mucho más interesante y mucho más difícil para abordarlo.

-Sobre todo porque un primer análisis suponía que el impacto negativo de las medidas económicas sobre las grandes mayorías iba a afectar futuros resultados electorales y sucedió lo contrario. ¿Qué hay en las cabezas de las y los votantes?

Estamos hablando de algo que hicieron millones de argentinos simultáneamente, por lo tanto, tiene que haber múltiples causas que están operando a la vez. Algunas de naturaleza más provincial o local y otras de orden más nacional. Es una obviedad saber que lo que a uno le ocurre en el bolsillo incide al momento de votar. Ahora, el punto es que no es lo único que incide.

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Ahí tenés, en efecto, un voto a Cambiemos que no tiene que ver con adhesión, ni siquiera con una valoración positiva de la gestión sino porque entiende que es un camino que lleva a eliminar al kirchnerismo como posibilidad política a futuro.

Después tenés un porcentaje de la población que sí adhiere a valores ideológicos que uno podría llamar de derecha o que tiene que ver con una agenda más conservadora. Entiendo, y lo muestran las encuestas, que es un porcentaje relativamente chico. Aquellos que tienen valores más duros de derecha. Digamos, la gente que está dispuesta a hacer una apología explícita de la dictadura en Argentina es una minoría.

En Cambiemos no vas a encontrar una apología de la dictadura, en general vas a encontrar más desinterés sobre el asunto, no van a desarrollar una política explícita contra los derechos humanos, simplemente no van a financiar nada en ese sentido.

Hay un conjunto de expresiones políticas que no tienen que ver con identificarse con valores de derecha sino identificarse con la antipatía por el kirchnerismo. Y esa identificación es tan fuerte al punto de que permite despreciar el impacto de las políticas públicas. Gente que te dice a mí me va mal pero prefiero esto porque el país va bien. Es algo que para muchos nos resulta esquizofrénico o absurdo pero que les funciona efectivamente a los votantes, a millones de personas.

¿Dejarán de votarlo? Es difícil de saber si un empeoramiento muy notable de sus condiciones de vida termina llevándolos a un comportamiento electoral alternativo.

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-¿Cuánto hay de individualismo o de aceptar la idea de la meritocracia o de la igualdad de oportunidades?

Todo eso pesa, pero yo no creo que el PRO lo haya inventado. Buena parte del problema de que nos estemos desayunando con estos resultados y con los de 2015 creo que tienen que ver con el hecho de que muchos teníamos una imagen de la sociedad argentina que no coincidía con lo que la sociedad argentina era en efecto. Creo que suponíamos que estaban mucho más consensuados y generalizados una serie de valores y la sopa que nos estamos tomando tiene que ver con que no era así.

En efecto, hay un peso del individualismo, una cierta convicción de que si se deja a los hombres librados a su suerte en el mercado terminarán triunfando aquellos que más se esfuerzan, aquellos que tienen más méritos, aquellos que saben aprovechar sus oportunidades. Es un poco lo que está detrás del discurso del emprendedorismo.

Me parece que estos valores estaban extendidos en la Argentina antes pero pertenecían al mundo de la experiencia más privada. Pertenecían a discursos más íntimos no al mundo de los discursos públicos. Hoy eso se ha modificado en muchos aspectos, qué se puede decir y qué no en público.

Hay una porción significativa de los argentinos que tienen unos valores, una serie de valoraciones morales que confluyen muy bien con la exaltación del individualismo, con la idea que en el mercado te va según se merece y no según tu lugar de origen. Ahí hay un punto duro de roer. ¿Cómo romper esa convicción de que si sos pobre es porque efectivamente no hiciste todo el esfuerzo que corresponde?

La Patagonia como laboratorio

Entre los estudios de Bohoslavsky se destaca su mirada sobre la realidad de la Patagonia. Al ser consultado sobre el escenario de las reivindicaciones territoriales mapuches y la desaparición forzada y muerte de Santiago Maldonado, brindó su impresión como historiador.

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“Toda la serie de discursos que se hicieron públicos o semipúblicos a través de redes sociales y de comentarios en los diarios sobre la desaparición de Santiago Maldonado, son un excelente laboratorio para medir cuáles son los sentidos comunes que están operando sobre qué es nación, qué es territorio, quiénes somos los argentinos, etcétera”.

“Es interesante también pensar cuántas de las reacciones sobre la desaparición durante casi 80 días de Santiago Maldonado nos ayudan a entender cómo es que nos imaginamos, quiénes nos imaginamos que somos los argentinos y también pensar cómo fue posible la dictadura del 76. Me parece que ahí hay una cantidad de elementos, desde psicológicos a culturales, que tenemos que revisarlos en algún momento para ver aquello que también somos. Aquel conjunto de sujetos que también forman la patria, aquellos sujetos que están en las antípodas en términos morales e ideológicos, por lo menos en mi caso, pero que son compatriotas que tienen una perspectiva muy conservadora”, agregó.

Bohoslavsky destacó que, “en esa perspectiva, la historia de los argentinos es una historia sin indígenas. Y cualquier percepción de reconocerles preexistencia a la Nación, incluso cuando esté consagrada en la Constitución, les parece que es definitivamente no solo antojadiza sino, además, inmerecida”.

“Volviendo a la idea de que a cada uno le va según su cantidad de esfuerzo y no según el punto de partida, está presente la idea de que si las comunidades de pueblos originarios son pobres es porque efectivamente son borrachos, vagos y mal entretenidos como se hablaba hace mucho tiempo”.

En el cierre de los festejos por los 40 años de la Asociación, las Abuelas de Plaza de Mayo compartieron “la inmensa alegría de comunicar la restitución de la hija de Lucía Rosalinda Victoria Tartaglia”.

“Gracias a la perseverancia de nuestra búsqueda y de todo el movimiento de los Derechos Humanos, hoy la nieta 125 puede conocer la verdad sobre su origen”, afirmaron.

Lucía Tartaglia nació el 6 de junio de 1953 en Santa Rosa, La Pampa. Su familia la llamaba “La Flaca”. Se mudó a la ciudad de La Plata, donde estudiaba Derecho y militaba en la Juventud Universitaria Peronista. Allí fue secuestrada el 27 de noviembre de 1977, a los 24 años.

Durante un año fueron en vano los esfuerzos por localizar a Lucía por parte de la familia, no tuvieron ninguna noticia de ella hasta que en noviembre de 1978, un año después de la desaparición, su hermano Aldo recibió una primera carta de Lucía donde relataba que se encontraba detenida. Posteriormente, Lucía escribió otra carta relatando que estaba embarazada y que esperaba dar a luz para principios del año 1979.

En democracia, su familia pudo reconstruir que Lucía estuvo secuestrada en el Centro Clandestino de Detención conocido como “Atlético-Banco-Olimpo”, gracias a testimonios de sobrevivientes que pudieron verla. La conocían con el apodo de “Anteojito”. Los sobrevivientes relataron además que Lucía estaba embarazada y que fue llevada a dar a luz mientras aún se encontraba en cautiverio.

La desaparición de Lucía fue juzgada en el juicio realizado por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 2 por los crímenes del circuito represivo ABO, por el cual fueron condenados catorce represores el 22 de marzo del 2011, entre ellos, Samuel Miara.

La búsqueda

Desde que la familia de Lucía supo de su embarazo, emprendieron la búsqueda del niño o niña nacida durante su cautiverio, para lo cual brindaron las muestras genéticas ante el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) que permitieron que hoy podamos conocer su verdadera identidad.

María Rosario López de Tartaglia Falleció sin poder abrazar a su nieta/o que debió nacer en diciembre de 1978 - enero de 1979  durante el cautiverio de su hija.

María Rosario López de Tartaglia falleció sin poder abrazar a su nieta.

Según informaron las Abuelas, la joven fue convocada en el marco de una investigación judicial donde existían dudas sobre su identidad y fue informada sobre la posibilidad de que sea hija de desaparecidos. Tras un tiempo prudencial, accedió a dar voluntariamente una muestra biológica para cotejar su ADN el Banco Nacional de Datos Genéticos. El resultado del análisis fue comunicado al Juzgado, que a su vez la notificó a ella personalmente ayer a la mañana.

La causa judicial tramita actualmente en el Juzgado Nacional en lo Criminal Federal Nº 1 de Capital Federal, a cargo de la dra. María Romilda Servini de Cubría. También interviene la Fiscalía Federal N°5, a cargo del dr. Franco Picardi.

“Una vez más celebramos por la libertad de una nueva nieta que se atreve a conocer su verdad y alentamos a todos aquellos que puedan aportar información sobre posibles hombres y mujeres que estén en la misma situación a que así lo hagan”.

“Noticias como la presente nos reconfortan el alma y nos fortalecen para continuar en nuestra búsqueda que comenzó hace 40 años, para que se pueda concretar el abrazo con su ser querido de las cientos de familias que aún lo anhelan y esperan. Bienvenida nieta 125 a la verdad”, manifestaron las Abuelas.

Cristian Puebla, condenado por el femicidio de su pareja Leonela Costa ocurrido en 2012, ahora amenaza desde la cárcel a la madre de la víctima.

“Hace dos años, para mi cumpleaños, llamaron por teléfono y atiende mi nene de 7 años y dice ‘Leito está en el cielo’. Cuando escucho eso agarro el teléfono yo. Ahí me dice: ‘¿Cómo vas a pasar el cumpleaños sin tu hija?´”, relató Silvia Martínez.

La madrugada del 10 de octubre de 2012, Cristian Puebla hirió de una puñalada a Leonela, quien murió dos semanas después.

Cuando la policía llegó al lugar, encontró a la víctima agonizante en el patio de la vivienda. Además de la gravedad de la herida presentaba un cuadro de hipotermia. Puebla intentó simular un robo pero luego se contradijo y fue demorado. Finalmente admitió que la había atacado.

“El 29 de mayo le encuentran al señor, en la requisa, un celular con un bisturí. Llama cuando yo la recuerdo, llamó para el Día de la Madre diciéndome ‘¿Cómo la pasas sin tu nena? Ahora sigo por tus hermanas’. No encuentro nombre para ponerle, persona no es”, dijo Martínez.

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La causa estuvo a cargo del fiscal Cristian Long hasta que pidió licencia y pasó a manos de Mauricio Del Cero. “Lo único que me dijo es que él no podía atenderme porque no había visto la causa y ya estaba archivada”, detalló la mamá de Leonela.

Por un arreglo entre partes, del cual Martínez no fue partícipe, se realizó un juicio abreviado y Puebla fue condenado a 10 años de prisión. “Al abogado que me representaba me lo encontré en la puerta de un banco, me tocó el hombro y me dijo: ‘Ya está la sentencia’. Se hizo juicio abreviado, nunca me llamaron, soy la mamá, tenía que estar comunicada”.

“Leonela solo tenía 24 años, tenía una vida por vivir, y no que un basura se limpie las manos como lo hizo”, finalizó.

Fotos: Canal 7.

Las activistas feministas e integrantas de la agrupación Desbandadas, Verónica Bajo y Silvia Palumbo, quienes acompañaron a Mónica Cid y a los familiares de Micaela Ortega durante el juicio contra Jonathan Luna, comentaron en FM De la Calle el proceso que concluyó en la primera sentencia por grooming seguido de femicidio.

Luna fue condenado a prisión perpetua por homicidio triplemente calificado, por haberse cometido sobre una mujer mediando violencia de género, por alevosía y para ocultar otros delitos en concurso real con robo y grooming.

“El tema de la prisión perpetua no nos alegra en sí misma, porque creemos que el camino del punitivismo no es el camino, justamente. Que ni la prisión perpetua, ni la pena de muerte como reclama tantísima gente, es la solución a una problemática como la violencia hacia mujeres y niñas y a otras problemáticas”, dijo Bajo.

Explicó que “en este caso, además de pedir perpetua, como un hecho simbólico, lo que pedíamos era una condena ejemplar que incluyera en su argumentación una perspectiva de género sólida. Llamar a las cosas por su nombre, visibilizar la violencia hacia las mujeres, los mecanismos y, a mi entender y es la opinión de muchxs, esta sentencia tiene muchísimos de esos detalles que hablan de la violencia hacia las mujeres”.

Silvia Palumbo sostuvo que el juicio fue “histórico” y comentó: “En mi camino de activista feminista, desde el arte callejero en este caso, le dije que a Mónica que me había preparado toda mi vida para eso”.

“Exactamente, hacía un año y medio que había pasado lo de Micaela cuando fue la sentencia. Nosotras lo que hicimos fue acompañarla a Mónica como ella deseaba ser acompañada. (…) Lo que trasciende más allá de la pena que se tenga que tragar este femicida es la huella cultural que se puede hacer una marcación dentro de esta estructura tan misógina que es el Poder Judicial”.

Palumbo comentó cómo fue el proceso de acompañamiento a la mamá de Micaela por parte de las Desbandadas: “Mónica Cid en febrero de este año se incorporó a Desbandadas que es la banda feminista de acá de Bahía Blanca que llevamos adelante varias y que forma parte de este proyecto de empoderamiento expresivo para mujeres y niñas a través del feminismo que se llama La Banda Lavanda. En definitiva, es muy impresionante para mí como maestra, registrar esta maravilla en el cuerpo y el accionar de esta mujer”.

Las activistas subrayaron el rol en el cual se deben poner las familias de las víctimas, más allá del dolor, para asegurar la obtención de justicia: “El caso de Wanda Banegas, que es la prima de Katherine Moscoso, un caso vergonzante que tenemos acá, donde están involucrados el poder político, fuerzas represivas. Un caso con similitudes al de María Soledad Morales y sobre el cual en Monte Hermoso la sociedad sin duda hace oídos sordos, en Bahía Blanca también”, explicó Verónica Bajo.

Pero ese no es el único caso, Bajo afirmó que “ahora también estamos viendo el acompañamiento a la mamá de Leonela Costa. Está en un situación muy compleja, al femicida de su hija en su momento le hicieron un juicio abreviado, está por salir de la cárcel, le está haciendo llamados intimidatorios desde la cárcel. El rol es ese, dentro de las posibilidades. Somos un grupo de mujeres autogestivas, independientes, pero sí un acompañamiento mínimo a la visibilización de estos temas”.

Finalmente, Bajo destacó la canción “Después”, escrita por Silvia Palumbo e inspirada en Mónica Cid: “Ha sido reparadora para todas y básicamente para Mónica, tener el latido de Mica en nuestros pechos. O sea, latir conjuntamente no solamente las Desbandadas y Mónica, sino toda la gente que estaba rodeando estos momentos de tanta conmoción y de tanta emoción. Nos ha acompañado y nos seguirá acompañando por Mica, por Mónica, por todos los Después que vienen quedando”.

(Por Astor Vitali) Techos. Esta pareciera ser la palabra que atravesó la cosecha electoral de todas las fuerzas políticas, con excepción de Cambiemos, en las elecciones legislativas 2017. Al peronismo no cristinista le salió flor de chichonazo: el techo fue más bajo de lo que esperaban. El randazismo no logró salir de la provincia y mucho menos despegar en ella. Cristina no logró aumentar significativamente su caudal de voto en relación a las PASO, centrándose en un discurso basado en la situación económica y el cuestionamiento de políticas públicas. El trotskismo del FIT no logró validarse como alternativa frente a la idea de voto útil, ni si quiera en esta donde no se jugaban cargos ejecutivos, elección en la que el electorado es más propenso a no confiar su voto a opciones que considera “una oportunidad” o “voto protesta”.

La única fuerza que mostró un claro piso fue Cambiemos. En la provincia de Buenos Aires, sin más, superó el 40 con un candidato del cual nadie sabía demasiado. Es decir, ganaron con una campaña llevada adelante por la gobernadora en funciones, y como hemos dicho, prácticamente sin hacer alusión a un solo proyecto legislativo ni a un solo aspecto concreto de lo que ocurre en Buenos Aires.

Por supuesto, Macri salió casi inmediatamente a sacarse el saco de su supuesta incapacidad como  constructor político y a ponerse el pongo de la victoria. Lo que se dijo desde la oposición o desde el análisis político respecto de que después de las elecciones se viene el batacazo, fue confirmado por el mismo mandatario y el sector privado. “Mauricio” convocará a gobernadores, jefes de bloques parlamentarios, dirigentes sindicales, empresarios e integrantes de “la Justicia” para construir la idea de un consenso sobre reformas “institucionales, electorales, políticas y económicas”. Habló de la “reforma permanente”, haciendo obvia alusión al término “revolución permanente” acuñado por Rosa Luxemburgo. A juzgar por sus antecedentes, el jefe de estado no incluirá en esas conversaciones a representantes de sectores que ostenten visiones políticas disidentes: convocará representantes de los sectores mencionados en tanto sean “propios”. Para eso hace dos años que vienen interviniendo dentro de partidos, bloques, sindicatos, cámaras empresarias y funcionarios judiciales. Para construir “propios”.

Al margen de estos anuncios, pocas horas después de haber finalizado el escrutinio la nafta subió  hasta un 12 por ciento en su tercer incremento anual con un acumulado de hasta  29,5. Las empresas podían hacerlo desde el primero de octubre pero, organicidad mediante (de esa que les hace falta a los detractores del macrismo) esperaron hasta la elección con fina disciplina.

Lo que parece una tomada de pelo no despertó mayor reclamo en usuarios que alguna puteada llegando a los surtidores. La lógica del “sinceramiento” sigue primando para el primate macrista.

A su vez, el Gobierno convocó en noviembre nuevas audiencias públicas para subir las tarifas de gas que se verían reflejadas en las boletas de diciembre y el mercado financiero subió ayer un 3 por ciento así como la cotización de firmas argentinas en la bolsa niuyorquina subieron por arriba de los ocho puntos porcentuales.

Con todo este viento a favor, uno ha escuchado por estas horas dos interrogantes centrales: ¿por qué no afectó electoralmente el tema Santiago Maldonado de manera más drástica? Y ¿por qué las quejas populares respecto de la situación económica, índices de empleo, tarifazos y otras yerbas regresivas no se reflejan en el voto? Respecto de la primera, parte de un supuesto erróneo: no todo tema que importe políticamente se ve directamente reflejado en decisiones de carácter electoral. Allí pesan otras cosas: la juventud de la gestión, la fe en que las políticas implementadas comiencen a desandarse en el tiempo para obtener resultados (revisar si no la experiencia menemista), la mirada puesta en un supuesto “futuro” –que representaría el macrismo- en relación al “pasado” –que representaría el kirchnerismo-. También es insólito que quienes han dicho hasta el cansancio que el tema Maldonado es uno que trasciende lo electoral sean quienes más se han hecho esta pregunta. Según sondeos que el propio gobierno argentino tiene en sus manos, el tema Maldonado  afecta profundamente a la sociedad argentina pero esto no significa que, por más importancia que los movimientos de derechos humanos y los sectores más politizados le demos al asunto, el caso Maldonado sea la única variable de reflexión a la hora de agarrar la boleta. Haber creído lo contrario resulta una falla de origen de formación política.

Con respecto a la cuestión de la influencia económica en la decisión electoral, uno tiende a pensar que el voto hoy contiene, al margen de muchas variables, un elemento central que es una suerte de aspiracional de clase en lugar de un análisis clasista. En otras palabras, no voto por cómo estoy económicamente y cómo está mi clase social (con excepción de los ricos que no dan lugar a confusión) sino que voto porque me quiero parecer a ellos, “emprendedores” y “exitosos”. Quiero ir hacía ahí, al margen de que las políticas aplicadas por la actual gestión estén llevando a las mayorías a una crisis anunciada en los niveles de endeudamiento y en la timba financiera. El aspiracional es un elemento central en la actualidad. En sociedades con altos grados de analfabetismo político, los de abajo tienden a mirar hacia arriba en búsquedas de salidas en lugar de ver hacía sus costados y caminar de la mano del que está a la altura de uno.

Parafraseando a la “reforma permanente” de un enjundioso y cínico Mauricio Macri, los sectores anticapitalistas de la Argentina parecen más bien militantes de la “resistencia permanente”. No hay un solo proyecto político de la izquierda argentina con vocación de poder real. El FIT, aún con su sectarismo y su práctica de “te sumo si te convertís”, se jugó a dar una disputa electoral con despliegue territorial y esforzada campaña. Esto es más de lo que otras fuerzas hicieron. Pero está claro que con su retórica y su política no sólo no logró despegar respecto de las PASO, teniendo en frente a candidatos que claramente no representan una representación parlamentaria por fuera de los cánones de la filosofía capitalista y una oportunidad de trascender los cánticos de cassette para embarrarse en la política real. Siempre se puede culpar al resto o “al capitalismo” pero sería saludable para esa fuerza tomar nota de que el FIT carece de un discurso y una acción política a la altura de su gran apuesta.

El resto de la izquierda no capitalista no tiene mayor visibilidad. Para decirlo en términos más claros: en la Argentina hay una gran militancia de todo tipo inserta en el movimiento social, sindical, político y cultural llevando adelante tareas inmensas de organización, capacitación y construcción de conciencia. Pero nada o casi nada de esa agenda tiene reflejo, ya no en lo electoral, sino en el imaginario de las masas populares.

El riesgo de esta incapacidad de presencia como opción política (electoral y no electoral) es, por supuesto, liberar terreno a las reformas macristas. Pero peor, la política de la “resistencia permanente” tiene como corolario definido la consecuencia de la marginalidad perpetua.

La buena noticia es que los techos se rompen cuando quienes habitan bajo su amparo crecen y logran trascender su vieja morada. ¿Con qué se alimenta nuestra izquierda que no logra la polenta necesaria para aumentar su masa y que su techo explote? No sabemos a ciencia cierta. Por ahora, toma la sopa.

Luego de la confirmación por parte de la familia Maldonado de que el cuerpo hallado en el río Chubut era Santiago, FM De la Calle habló con José Schulman, secretario de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, quién se refirió a la causa por el encubrimiento de la desaparición forzada.

Si bien “la autopsia confirmó que es Santiago, que es lo principal, dijimos desde el primer día que Santiago Maldonado estaba allí”. “La autopsia no avanzó mucho más que eso, las cuestiones fundamentales se tienen que dilucidar […] Santiago fue asesinado, ocurrió en el marco de una operación del Estado y el Estado dominó la escena durante 80 días. Siempre dijimos que había manipulaciones”.

Respecto al intento de desvirtuar la figura de desaparición forzada Schulman comentó que “hay una ofensiva tan descarada que uno, que está preparado para todo, no deja de sorprenderse. El único que está contrariado en su discurso es el gobierno, no nosotros. El gobierno dijo que Santiago no estaba, que se había fugado… Y ahora, si uno no presta demasiada atención, pareciera que Santiago se ahogó bañándose en un balneario por descuidado”.

El secretario de la LADH comparó este caso, que involucra a las fuerzas armadas, con el de Luciano Arruga. “Santiago apareció muerto en el río, no tiene señales visibles de golpes externos. Luciano Arruga fue asesinado sin que lo tocaran. Lo pusieron al costado de la [Avenida] General Paz, le pusieron una pistola en la cabeza, le sacaron las zapatillas y lo obligaron a cruzar corriendo, con lo cual lo atropelló un auto y lo mató. Cuál es la causa de muerte, ¿el auto? No, la policía”.

“Supongamos que él va corriendo, no conoce la zona, los compañeros pasan por un lado y él entra a un lugar que tiene pozos, se hunde y se ahoga”. “Una de las cuestiones que ni siquiera mencionan es que está todo menos el celular que activaron [el 2 de agosto]. En todos los casos, la hipótesis que se te ocurra, voy a demostrar que estando la Gendarmería en control, efectuando una operación represiva… Si se ahogó en esa carrera, en el marco de una operación, son responsables de haber encubierto durante tantos días”.

También hizo mención al ‘testigo E’ y cómo “se está derrumbando la teoría porque nunca declaró en la causa, sino en la CIDH” y la comisión “no le transmitió a nadie la información de esa declaración. Es mentira que el juez se enteró por este testimonio, sino que se enteró –como él dijo– porque le avisó un prefecto y porque hubo un llamado anónimo”.

“De todo lo que hemos afirmado, ¿qué es lo que podría decir que no es así de convincente? Ahora no estoy tan seguro de que el cuerpo fue plantado, existe la posibilidad de que efectivamente haya estado ahí durante mucho tiempo”, aseguró el secretario. “Yo desafío a Bullrich que comparemos los dichos, a ver si ella puede sostener que Maldonado estaba en Chile, que es un guerrillero, que murió en enfrentamiento armado”.

Respecto a la causa por encubrimiento que presentó la Liga, Schulman aclaró que “la tienen en el aire porque el juez Canicoba Corral inventó una discusión de jurisdicción […] y nosotros opinamos que la investigación debe seguir en Buenos Aires. […] Es una clara jugada de chicana jurídica. […] Lo que logró Canicoba es que en el momento más difícil del gobierno se abstuviera de responder las preguntas del fiscal Delgado”, concluyó.

A tres meses de la desaparición de Santiago Maldonado, José Schulman estará mañana en Bahía Blanca participando en la charla debate: “Santiago Maldonado, la demolición del Estado de Derecho”. Será este jueves a las 19.30 en el Salón de Actos de la UNS (Avda. Alem 1253). Invitan ADUNS, La Liga Argentina por los Derechos del Hombre y Watu.

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(Por Julio Gambina) El macrismo se consolida como primera minoría electoral en Argentina, aunque todavía incluye una votación de rechazo al kirchnerismo, que no debe considerarse voto fiel al ideario y práctica de Cambiemos en el gobierno.

La suma de macrismo (41,60%) y kirchnerismo (21,72%) los coloca como las fuerzas más votadas (63,32%) y confirman que son la novedad política en la representación institucional de la Argentina en este Siglo XXI.

El radicalismo acompaña mayoritariamente al PRO y también en menor medida se incluye como parte en el kirchnerismo. El peronismo se incluye en el kirchnerismo, fuera del mismo y también minoritariamente con la alianza liderada por el PRO.

Por eso aludimos a una nueva situación política con crisis de las identidades tradicionales: radicalismo y peronismo; y la emergencia de nuevas representaciones institucionales.

El  macrismo ya no es solo una fuerza de la Ciudad de Buenos Aires, sino que se extiende como identidad nacional, con peso electoral en los principales distritos por población y peso económico, especialmente la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza. Es algo que le otorga fuerza en la negociación con los gobernadores y las fuerzas políticas tradicionales en la Argentina, peronismo y radicalismo, disminuidas en su visibilidad como expresión política.

La votación del kirchnerismo sigue siendo amplia y de carácter nacional, con expresiones organizadas en el movimiento social. Anuncia que se posiciona como la principal fuerza de oposición al gobierno de Macri e intentará hegemonizar al peronismo, que en sus variantes se presentó por lo menos en tres espacios electorales. El liderazgo del peronismo está en disputa y Cristina Fernández pretenderá erigirse como la más votada hacia la candidatura presidencial del 2019.

Macri es el primer presidente no radical ni peronista desde 1916, y aspira a constituir un nuevo tiempo político en el país bajo una nueva identidad, de derecha y con consenso electoral de masas, lo que supone apoyo entre los más pobres y los trabajadores.

No todo es institucional, el conflicto social existe

El triunfo electoral no elimina el conflicto social como parte de la disputa política. De hecho, las tensiones de último momento se asociaron a la desaparición de Santiago Maldonado, con responsabilidad directa del Estado y la represión.

Se trata de un tema que continúa, a la espera de la autopsia y la consideración de la responsabilidad estatal en la muerte de Maldonado, incluso y más allá de dictámenes oficiales, la sociedad, o una parte de ella responsabiliza al Estado y el conflicto en torno a su esclarecimiento no se agota en la voz oficial.

El movimiento de DERECOS HUMANOS y más en general el movimiento popular batalló contra la impunidad hasta lograr las leyes de nulidad y los juicios en curso; una lucha de décadas en la que puede inscribirse la demanda por el esclarecimiento de la muerte de Santiago Maldonado.

La batalla contra las actualizaciones de tarifas involucró a votantes del macrismo durante estos años y es previsible que sean parte de nuevas protestas. No debe asociarse adhesión electoral con consenso a políticas de ajuste explícito que afecta a buena parte de la población de menores ingresos.

Una ampliación del consenso electoral y parlamentario no significa contención del conflicto social.

Con el consenso electoral se pretenderá avanzar con la agenda del ajuste y la regresiva re-estructuración de la economía, el Estado y la sociedad. Por eso se alentarán reformas diversas: laboral, previsional, fiscal, penal, educativa, de salud, etc.

A no dudar que esos intentos generarán respuestas diversas, entre quienes intentarán darle cobertura social, sean parte de la burocracia sindical negociadora, mayoritaria en la CGT; el periodismo afín a las patronales de la comunicación y una intelectualidad funcional a la liberalización; pero también se habilita el despliegue de alternativa política popular, especialmente en la construcción de un nuevo modelo sindical, donde la unidad de acción es fundamental para construir nuevo proyecto sindical y popular articulado.

Las CTAs y otros ámbitos del movimiento sindical están desafiados a superar la fragmentación y con audacia proponer formas de organización de la protesta social y generarse condiciones de efectividad en la construcción de alternativa de poder.

En el movimiento sindical, territorial y popular se dará el principal espacio para la acumulación política de la izquierda y un proyecto popular por la emancipación social.

La izquierda partidaria logra 1.350.000 con el 5,59% de votos, con picos muy importantes en algunos distritos como Salta, Jujuy, Mendoza, e incluso el ingreso de legisladores nacionales. La fragmentación de la propuesta electoral de la izquierda diluye una mayor presencia legislativa y desafía a ampliar los espacios de unidad.

Unidad más posible y deseable en el ámbito del movimiento social y el conflicto, territorio adecuado para construir confianza para disputas institucionales próximas.

Sin perjuicio de la confrontación al ajuste, que incluye alianzas estratégicas y tácticas que involucran al propio kirchnerismo, el desafío pasa por la unidad ante situaciones de una agenda por la liberalización.

En ese plano destaca la confrontación contra las reformas laborales y previsionales y otras que mencionamos antes, pero especialmente contra la agenda de la presidencia Argentina en el G20 del 2018, que empieza en estos días con una reunión en Bariloche, que anticipa la ofensiva capitalista en territorio argentino durante el próximo año.

Más aún, en diciembre próximo, entre el 10 y 13 de diciembre se reúne la 11° Ministerial de la OMC y la programada semana de acción global contra la OMC será la oportunidad de generar una importante acción de masas en unidad de lucha para habilitar la discusión de una agenda alternativa al proyecto de liberalización del gobierno y las clases dominantes.

Sea por la agenda del ajuste nacional o las reformas reaccionarios y el alineamiento con la demanda del capital trasnacional para bajar el costo laboral y previsional y asegurar rentabilidad al capital, el desafío se instala en la potencia de la unidad de acción del movimiento popular y que en su desarrollo se desplieguen formas eficaces de articulación para la disputa del poder.

Menos consignas y más argumentos

Desde la izquierda y el movimiento popular se requiere mayor capacidad de argumentación.

El discurso pos electoral del macrismo es vacío, asentado en el consenso electoral y convocando a “seguir” en el rumbo, respondiendo a una religiosidad que convoca al seguimiento acrítico.

Somos conscientes que eso supone la agenda de la liberalización y el ajuste, la promoción de las inversiones externas y el mayor endeudamiento público, y que no alcanza con la oposición.

La demanda es por construir adecuada argumentación que no se contenten con la crítica al neo-liberalismo, sino ir más allá en una prédica anti-capitalista que pueda generar conciencia por cambios profundos.

El problema no es el neo-liberalismo o Cambiemos, el tema de fondo es el capitalismo. Hace falta una propuesta anti-capitalista y para ello discutir más a fondo que pasa en los sentimientos y consciencia de los sectores popular, ver como se discute contra la argumentación desde el poder.

Esta noche se presentará Guillo Espel con un repertorio titulado “Música Argentina para Banda” especialmente pensado para unir – a través de relatos e historias – el sonido y la música argentina. Será a las 21 en el Teatro Municipal de Bahía Blanca (Alsina 425).

Habrá obras de Guillermo Schiavi Gon, Eduardo Rovira, Teodoro Castro, Osvaldo Lichtenzveig y también del propio Espel, como “Otra latitud”.

Entre ayer y hoy el compositor dicta seminarios de “composición, orquestación, armonía y arreglos en la música popular y clásica” y  “guitarras en la música popular”. “El trato directo es mucho más rico que cualquier variante virtual. Es muy importante estar con la persona ahí al lado, discutiendo, mirando una obra, parando en determinados lugares”, dijo el artista a El mejor equipo de FM De la Calle. “De todos modos no invalido para nada la formación de Internet”.

La banda estará dirigida por Gustavo Kamerbeek. El valor de la entrada general es de $70 y para jubilados y estudiantes (con carnet) $50. Socixs de la Asociación Filarmónica de Bahía Blanca: entrada gratuita