Vuelve una de las actividades que hacen a la configuración cultural de Bahía Blanca. En esta ciudad, artistas y trabajadores de la cultura van hilvanando un tejido comunitario. Entre ellos, la Feria de Editoriales Autogestionadas de Bahía Blanca. Esta será la edición número 12 y se llevará a cabo los días 12 y 13 de marzo entre las 16 y las 21 en la Casa de la Cultura de la UNS (Além 925).
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Se llama Las hebras de la trama y contiene memorias de un trabajo colectivo, federal y diverso. La publicación reseña un recorrido de organización social a través de un lenguaje ágil y amable que, a su vez, no quita precisión en el reflejo de la complejidad de los debates que han atravesado estos trece años de trabajo.
En un fin de semana que suena a tango en el espacio de arte Kánica, la artista visita Bahía Blanca con su Doce milongas de amor y un tango desesperado. Habrá encuentros, zapada, taller y sobre todo música joven que florece sobre lo más vital de la tradición del sur de América.
Marcelo Escales presenta su disco Ambiguo a partir de entregas en formato audiovisual, viernes a viernes. Aún quedan varias partes que podrán verse y escucharse en el canal de YouTube del artista. Invitaciones, sonidos y colores de un artista que pone en juego su subjetividad, sonando en el éter.
Desde el viernes hasta el domingo se realiza la cuarta edición del Bahistorieta. Es un festival anual de historieta organizado en Bahía Blanca. Se dictan talleres y charlas, se ofrecen feria y exposiciones. Está dirigido a todas las edades y con ingreso libre y gratuito al evento al igual que a todas las actividades.
(Por Astor Vitali) Este sábado a las 17 en la Biblioteca Bernardino Rivadavia es una buena oportunidad para conocer un nuevo libro… “Antes que el tiempo arrase con todo”. Se trata de poesía reunida y selección de cuentos de Nicolás Guglielmetti. Es la primera publicación de Unidad de Sentido.
Después de algunos años sin realizarse, este fin de semana tendrá lugar la edición número 12 del festival musical. Será al aire libre con acceso gratuito. Visitan la ciudad artistas de diferentes lugares del país que compartirán escenario con referentes culturales de la Bahía Blanca.
El miércoles pasado se llevó a cabo otro debate electoral con ausencias. En este caso el tema convocante fueron las políticas culturales y fue organizado por UMSur. De las ocho fuerzas políticas en pugna, solo participaron cuatro. Hubo lugar para conceptos, propuestas e intercambio con el público.
(Por Astor Vitali) Hablar de “reapertura” implica, necesariamente, un cierre. ¿Por qué estuvo cerrado el teatro y qué significa la reapertura? Más allá de las paredes, de la acústica, de sus imprescindibles técnicos, de su mística ¿para qué y por qué se reabre? ¿Cuál es el proyecto que se pone en juego? ¿Qué significan están preguntas para la comunidad?
Este domingo a las 20 en el Centro Cultural La Panadería se llevará a cabo el Festival del Laboratorio, un espacio de intercambio y aprendizaje sobre el lenguaje audiovisual. Durante esta primera proyección se compartirán algunos proyectos terminados, otros en construcción y se abrirá a quienes asistan la experiencia de exploración y debate.
(Por Astor Vitali) Es el tercero de canciones propias. Fue grabado junto a Demian Pozzo en guitarra eléctrica, Bruno Milano en bajo y Lucas Trosman en batería. Te presentamos una obra que llena de preguntas, estímulos e ideas.
Suenan a “tangos nuevos para cuarteto de cuerdas”, según sintetizó Katharina Deissler, directora y violinista del grupo, en diálogo con FM De la Calle. Visitarán la ciudad de Bahía Blanca para tocar y compartir saberes. Tienen disco y personalidad musical. Tienen propuesta audiovisual y deseo. Tienen propuesta.
(Por Astor Vitali) Ayer, sectores representativos de la cultura en Bahía Blanca volvieron a movilizarse. Fue frente al intento del oficialismo de disminuir a la mitad la tasa que nutre el Fondo Municipal de las Artes, a través de un proyecto de reforma de la ordena impositiva. ¿Por qué se impulsó esta reforma y por qué es rechazada?
Tiene 22 años. Su objetivo es registrar y propagar las propuestas musicales que no tienen difusión masiva, en un país en el que los radares no toman las señales que no se emiten desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Una placa de sonido, dos micrófonos, una cámara, un maestro y muchas ideas son suficientes para dejar en la retina de las audiencias las marcas de artistas que suenan y sueñan.
(Por Astor Vitali) Acaba de cumplir 84 años y, luego de bajarse del escenario en la anterior función, uno de los músicos que trabaja con él le dijo: “hoy te escuché cantar mejor que en el ´83”. Llega a Bahía Blanca con Piazzolla Inmortal. En diálogo con FM De la Calle, el maestro explica cómo construyó este espectáculo durante el 2020, mientras no se podían llevar adelante actividades presenciales. Pero además, en esta conversación, exploramos sus ideas acerca de la cultura argentina contemporánea, el machismo, el trabajo de la voz como instrumento y la reivindicación del libro como herramienta para la libertad.
Fue ayer, durante la sesión ordinaria del senado bonaerense. El proyecto fue presentado por la Red de Salas Teatrales. Ahora deberán adherir los municipios.
Alberto Rodríguez, quien integra la red, explicó en FM De la Calle que “si bien en Bahía Blanca tenemos una ordenanza que nos permite funcionar, no nos habilita. Tenés que inscribirte como un comercio. Es la única forma de tener una habilitación para que ante cualquier circunstancia un seguro te reconozca”.
De esta forma, la ordenanza de Espacios Culturales Independientes les “ayuda a estar en el marco de la municipalidad, habilitados. Pero si vas a una organización nacional o provincial y pedís un subsidio te dicen: no, para participar tiene que estar habilitada”.
El actor sostuvo que “tuvo la aprobación a través del Frente de Todos en diputados y a través de Cambiemos en senadores. O sea, que no tendría que tener dificultades en ningún municipio para adherir a esta ley”.
Hasta ahora, “siempre estás dependiendo de que la mirada de los funcionaros sea benéfica y no tiene que ser así. Porque el trabajo de los centros culturales no solo es contención sino semillero de los futuros artistas de las ciudades, de la provincia y del país. Entonces, tenemos que estar tranquilos desde el punto de vista legal, para poder proyectar a crecer, saber que nadie nos puede venir y poner una franja de clausurado”.

La normativa regula la habilitación de salas de teatro independiente, centros culturales y espacios culturales alternativos, definiendo las características de cada uno de ellos y categorizándolos según funciones y cantidad de personas, con un máximo de 300.
La ley prevé que: la actividad de las salas debe ser permanente y su programación debe contemplar la promoción y la difusión del teatro independiente de carácter local; debe contar con infraestructura básica de iluminación y sonido de acuerdo al espacio; reunir condiciones de seguridad, salubridad e higiene, atendiendo a las particularidades y posibilidades edilicias de cada caso, a determinar por el área municipal competente, entre otros requisitos.
Además se permiten los usos accesorios de café, bar, buffet, librería, disquería, sala de exposiciones y todos aquellos comercios minoristas de artículos relacionados con la actividad principal.
(Por Astor Vitali) Las decisiones simbólicas en los actos públicos pueden ser solo ceremonial y protocolo o pueden constituir mensajes potentes que apelen a fuentes culturales que mueven elementos del inconsciente colectivo de los pueblos. Nos parece que las elecciones rituales concretadas durante el acto que encabezó el presidente Alberto Fernández el domingo pasado merecen una mirada detenida y la indagación respecto de las posibles implicancias simbólicas –positivas, a nuestro entender– que se derivan del repaso de la actividad.
Más allá de la elección de representantes religiosos, pueblos originarios y centralmente trabajadores y trabajadoras “esenciales”, que representan lo mejor de la actividad humana ante el terror que implica una situación de catástrofe, en contrapartida con las acciones desesperadas de seres humanos que bien podían evitar actividades superfluas y, con ello, salvaguardar la salud del prójimo, más allá, decía, de las simbólicas flores como ritual vital ante los muertos y las muertas, y del contenido estrictamente político del discurso presidencial, nos detendremos en lo que aconteció sobre el escenario.
El criterio de selección no se basó en modas, estereotipos prefijados por medios masivos de comunicación, que articulan con la industria cultural, cuyos intereses no siempre –o casi nunca- coinciden con los de la cultura de los pueblos; no se basó en un “quedar bien” ante determinado sector. Podría argüirse que el contenido artístico del acto constituye un guiño hacia la mirada cultural progresista. Sin embargo, esta postura soslayaría que tal cosa, el progresismo, no se puede pensar como una masa homogénea que defiende valores culturales estancos. Por el contrario, la progresía capitalina post dictadura, excluyendo excepciones, se ha caracterizado por asimilarse a la cultura de mercado, cediendo terreno en el ámbito cultural, de sus fuentes y tradiciones populares. Terreno que no ha cedido, por ejemplo, en el campo de los derechos humanos. Por lo que, la defensa de la tradición popular se encuentra en un fragmento minoritario de la progresía rioplatense. Pervive, en general, en las acciones culturales de trabajadores del sector y en espacios de resistencia y memoria cultural que se extienden por todo el país.
Retomando, la selección de lo que se puso en escena se articuló en base a diferentes tradiciones culturales constituyentes de la identidad cultural del pueblo argentino –no todas, claramente- en un gesto de construcción simbólica que no merece soslayo.
Comenzó con la interpretación de Erbarme dich, mein Gott de Johann Sebastian Bach en la voz de Susana Moncayo. Allí se encendieron 24 velas en honor a las personas muertas por COVID-19, en cada provincia. Aparece la apelación a la tradición cristiana y europea en la música sacra, que ha acompañado, durante siglos, rituales de estas características. Pero también aparece en la idea del estado, de lo público, una ruptura de la división entre la llamada “música culta” y “música popular”. Sobre todo, por lo que vino después.
Laura Novoa leyó La meta nada menos que de Hamlet Lima Quintana, trabajador de la palabra del pueblo, y luego un músico que representa tanto la erudición como lo telúrico, Juan Falú, interpretó junto a la cantante Nadia Szachniuk, del mismo autor, Zamba para no morir que, fuera de la literalidad de la posibilidad de pervivir en los hijos e hijas, supone la concreción del proyecto de un pueblo en las generaciones posteriores.
Más tarde, la actriz interpretó el poema La canción resuena siempre de Diana Bellessi, docente de filosofía y poeta, quien ha trabajado en los márgenes sociales de las cárceles y desde alguna corriente feminista.
Posteriormente, Nos veremos otra vez de Serú Girán fue interpretada por un grupo de artistas y la cantante Patricia Sosa, incorporando la corriente del rock argentino –que no nacional– a las corrientes anteriormente mencionadas.
También se introdujo Océanos de Juan Gelman, un poeta del pueblo, inscrito en la tradición revolucionaria argentina.
Después de este set, el presidente, Alberto Fernández, hizo uso de la palabra en su carácter institucional. En este artículo no nos centraremos en ello, de lo que hay largo papeleo impreso, aunque podemos mencionar que el tono fue de rito popular en búsqueda de la trascendencia de quienes han caído en medio de una catástrofe.
La ofrenda floral se hizo bajo otra música de sentida despedida: Adiós Nonino de Astor Piazzolla. Que, aunque no fue anunciado, resonó como una música envolvente de pérdida de lo querido y, su elección, apeló a otra de las tradiciones musicales revolucionarias de la Argentina.
Visto así, puede decirse que el acto tuvo una propuesta cultural meditada, un esbozo de mensaje que apeló a diferentes tradiciones culturales. Esto no ocurre normalmente.
Como siempre, caben las críticas. Había presencia de pueblos originarios entre quienes se sentaron junto al presidente pero no hubo presencia en la expresión estética, de esos pueblos originarios. El grupo que asesora al presidente que dio asilo político a Evo Morales, luego del golpe de estado, debe meditar si a la Argentina no le cabe también el sayo de plurinacional, más allá de enorgullecerse de las tradiciones populares posteriores a la Revolución de Mayo.
Concluyendo, en este acto se ha establecido una propuesta cultural que ha sido muy rica y oportuna, sobre todo en el contenido de las letras y las músicas. Éste fue estrictamente pensado para afrontar las pérdidas, para buscar la trascendencia de dichas pérdidas y para otorgar un sentido a todo aquello, tan doloroso. En ese contexto, si la política del Estado argentino contempla a los pueblos originarios como parte integrante y sustancial de su existencia (y no como un mero relato de corrección política), y teniendo en cuenta que dichos pueblos originarios tienen sus prácticas artísticas, esas prácticas culturales deberían ser tomadas en cuenta como parte del relato cultural que el Estado argentino lleve adelante en sus actos públicos.
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