La muerte del cruzado: “En cárcel común y sin decir adónde están”
Con múltiples condenas a reclusión perpetua, murió a los 93 años el genocida Miguel Etchecolatz. Eligió irse en silencio, sin aportar datos sobre las víctimas de desaparición y apropiación. La abogada Guadalupe Godoy dijo a FM De la Calle que “era un cruzado, un convencido de lo que habían hecho, un reivindicador del genocidio y, a diferencia de otros represores que seguramente pensaban igual, no tenía reparos en exteriorizarlo”.