En la actividad realizada frente a la municipalidad bajo la consigna “No al desguace cultural” se leyó un documento consensuado en la asamblea de todas las ramas artísticas convocada por sus representantes en el Consejo Cultural Consultivo.
No es nueva la escena. No es nueva la caracterización alarmante del abandono del Estado hacia la producción cultural de la ciudad y hacia la comunidad que merece acceso a ella. Todos los días se recrudece el ajuste en políticas públicas, y se continúan perpetrando numerosos recortes que agravan el contexto denunciado ya en 2017 como “Desguace cultural” por la comunidad artística de Bahía Blanca.
La precarización y la vulneración de derechos van de la mano:
Los recortes dejan sin trabajo y precarizan a una enorme cantidad de artistas, y llevan a la vulneración de los derechos de niños, niñas y adolescentes, de las mujeres, de adultos y adultas mayores, y de todos los sectores más vulnerables de la ciudad, saboteando el acceso a sus derechos constitucionales básicos, que están profundamente relacionados entre sí.
La subejecución de partidas presupuestarias, el recorte de la inversión en políticas públicas y la precarización laboral de quienes deben garantizar esos derechos son parte de una misma política: la que lleva a cerrar los talleres municipales, a desabastecer una salita médica, a invertir el fondo educativo en asfalto, a negar el trabajo digno, a destruir la agenda cultural local y su oferta pública.
Estas prácticas de recortes brutales aplicadas por el actual gobierno no descansan e impactan desde todos los frentes en forma integral y desesperante en el acceso a la alimentación, a la educación, a la salud, a la cultura.
ESTOS SON DERECHOS CONSTITUCIONALES. Y deben ser garantizados por el Estado con inversión, presupuesto, política y consciencia de la Emergencia Social que enfrenta hoy Bahía Blanca.
A continuación exponemos sólo algunos de los frentes más sensibles a los que llegó el Desguace Cultural desde 2016 hasta la fecha:
- Talleres artístico-culturales Municipales. Desde 2016 hasta diciembre de 2018 cerraron aproximadamente 100 talleres municipales: Fueron afectadas más de 2.000 familias de los sectores más vulnerables de la ciudad como Vista Alegre, Villa Nocito y el Barrio Miramar, sin considerar todas aquellas que ni siquiera fueron alcanzadas por el programa de talleres municipales.
El despido de sus docentes fue encubierto por la notoria precarización laboral en la que funcionaban, y que aún se sostiene en aquéllos que siguen funcionando: Los contratos bimestrales o trimestrales, la precaria situación de monotributarización, entre otros absurdos, convierten al docente en proveedor del Estado con toda clase de manoseos característicos de la violencia institucional.
El vaciamiento sistemático de los programas NIDO, Envión, Talleres de Gral. Cerri y Orquesta Infanto Juvenil del barrio Miramar son sólo algunos ejemplos del impacto de estos cierres en el acceso de la comunidad a la cultura.
- En cuanto a los Museos Municipales, el deterioro y pérdida del patrimonio de la ciudad por falta de inversión en medidas de seguridad y en espacios de conservación avanza:
La puesta en valor de la Lancha ‘El Águila Blanca’ del Museo del Puerto, el espacio de conservación de obra para los museos de Arte, y las medidas de seguridad en el Museo de Ciencias son sólo algunos ejemplos.
La carrera municipal está frenada, no hay recategorizaciones y no se cubren los cargos vacantes ante jubilaciones o renuncias. Cuando hay incorporaciones, la mayoría de las veces se da bajo la figura de monotributista profundizando la precarización laboral.
Los y las trabajadores son quienes muchas veces compensan lo que el Estado debería resolver, cuidando del patrimonio o soportando situaciones de vulnerabilidad laboral para garantizar el acceso a la cultura de la comunidad de Bahía Blanca.
- Los Espacios Culturales Independientes como protagonistas activos de la cultura bahiense, vienen sufriendo también las políticas de ajuste, tarifazos y vaciamiento de presupuesto. En el contexto de este año, deberán además absorber agenda que no puede sostenerse en otros escenarios como el del Teatro.
- Han disminuido terriblemente las contrataciones artísticas, y esto genera la reducción de la agenda cultural gratuita para la comunidad, junto a la invisibilización de la actividad artística local.
- Los Carnavales, por ejemplo:Se desfinanciaron las actividades de los Corsos Barriales de 2017, recortando la suma solicitada por la Asociación de Murgas Bahienses. Asimismo, el tradicional corso céntrico no se realizó en 2018 ni en 2019.
- El Cierre del Teatro Municipal se realizó después de tres años de saber cuál era el estado del Teatro y las necesidades de refacciones.
Se cerró sin ningún plan de contingencia para la actividad que sostenía, y sin un presupuesto de tiempo específico para las refacciones a realizar.
Esto tiene un fuerteimpacto en la agenda cultural, la actividad de los OAS, el traslado forzado de los talleres de ATS y talleres del teatro, y la reducción en la recaudación de la tasa de espectáculos que nutre el Fondo Municipal de las Artes, entre otras problemáticas.
- El Fondo de Financiamiento de Hechos Artísticos Culturales con Continuidad en el tiempo (llamados “Eventos Permanentes”) se encuentra hoy desbordado por las necesidades de financiamiento que presentan estos eventos autogestivos sin fines de lucro de la ciudad en este contexto inflacionario, y continúan planteando el debate urgente de un mayor presupuesto para Cultura.
- Las Escuelas de Artística enfrentan año tras año condiciones edilicias deplorables que atentan contra la escuela pública y el alumnado. Su reclamo histórico por las mejoras y adecuamiento de los establecimientos educativos a las necesidades de formación y requerimientos básicos de seguridad y accesibilidad sigue siendo desoído, mientras la administración del Fondo Educativo los ignora sistemáticamente.
La Escuela de Danzas no tiene siquiera edificio propio. El Conservatorio de Música debió llenarse de anexos y funcionar en tres sedes sin que sea suficiente por el número creciente de estudiantes. Tanto éste como la Escuela de Teatro y la Escuela de Artes Visuales funcionan en casonas viejas mal adaptadas como aulas.
Si la matrícula en la formación artística crece, pero las inversiones se fugan hacia otros ámbitos, se atenta deliberadamente contra la educación artística y la cultura local. Es urgente que se evalúe la forma discrecional en que se está manipulando el Fondo Educativo en Bahía Blanca, y que verdaderamente se utilice para tener escuelas públicas de calidad.
- Organismos Artísticos del Sur, que comprenden Orquesta Sinfónica Provincial, Ballet del Sur y Coro Estable, tienen sus cuerpos artísticos diezmados,un magro presupuesto para funcionamiento, vaciamiento progresivo y contratos basura, lo que constituye la peor crisis de su historia.
Estamos hoy acá porque todas estas problemáticas son urgentes y necesitan respuestas. Muchas comenzaron en 2016 y aún siguen sin resolverse, recrudeciendo y empeorando con el tiempo.
El Desguace Cultural no es sólo un diagnóstico, no es una fotografía estática de la escena cultural de la ciudad. Es una violenta embestida institucional que erosiona todos los días las posibilidades de los barrios, de niños, niñas y adolescentes, de estudiantes que decidieron estudiar Danza, Música, Teatro, Literatura, Artes Visuales, de artistas que decidieron dedicar su vida a ser trabajadores y trabajadoras de la cultura, de una comunidad que se encuentra con un Teatro cerrado por tiempo indeterminado, los talleres de arte cerrados, sus profes despedidos y despedidas, y su futuro cada vez más gris.
El Desguace cultural, y la Emergencia Social en que se enmarca, demandan una solución urgente. Y la única respuesta posible es la inversión pública, un presupuesto a disposición de los sectores más vulnerables de la ciudad y la decisión política de detener el desmantelamiento de la cultura en la ciudad, de escuchar de una vez por todas a quienes dan vida cotidianamente a la escena artística de Bahía Blanca y a una ciudad entera que viene sufriendo la vulneración de sus derechos culturales.
La política neoliberal le está quitando lo público al público. Por eso hoy estamos de pie en esta Plaza.
Porque el arte debe ser público.Porque la cultura es un derecho.
Porque el acceso a ese derecho nos pertenece, y nos debe ser garantizado
La comunidad artística ya trabajó gratis, ya trabajó precarizada, ya fue contratada por dos meses y fue despedida, ya fue desterrada de sus lugares de trabajo y siguió buscando dónde, fue alejada de su público y salió a buscarlo, fue saboteada desde todos los ángulos y sigue en pie, sonando fuerte y tomando las calles. Siguedispuesta a poner todo de sí para sostener cada rincón en movimiento ¿Hasta cuándo piensan que se puede sostener esto?
La garantía de los derechos culturales no puede depender solamente de la buena voluntad de los trabajadores y las trabajadoras de la cultura.
Cuando se desmantela la cultura recrudece la violencia, la salud se debilita, la educación se resquebraja.
La cultura libera a los pueblos y reafirma su identidad. El Estado debe promoverla con responsabilidad y amplio sentido social y democrático. Los gobiernos tienen el deber de trazar políticas culturales públicas que faciliten, promuevan y enriquezcan las iniciativas, la creatividad y los saberes propios de su pueblo desde una perspectiva inclusiva y no exclusiva.
Es por esto que queremos terminar con una simple pregunta:
Somos conscientes de que si existe la decisión política de priorizar la inversión pública, los recursos pueden y deben ser destinados a las necesidades de la comunidad. Entonces, Sr. Intendente Héctor Gay, Sr. Director del Instituto Cultural Ricardo Margo, Sra. Subsecretaria de Educación Morena Llanca Roselló:
Les preguntamos: ¿Cuál va a ser la decisión política que tomen para detener el Desguace Cultural?