Gladys Haydé Elvira afirmó que la Triple A bahiense era “un grupo en el que actuaban todos juntos” y, por ende, “la responsabilidad de los crímenes es idéntica para cada uno de ellos”.
Durante la transmisión de FM De la Calle y La Retaguardia, tras la lectura del veredicto, recordó que ante el tribunal “dije algo así como que todos mataron, que no importaba quién había disparado porque lo hacían todos”.
Meses atrás fue convocada a testificar respecto a los homicidios de sus compañeros José Suracce, Julio García y Gabriel Ganuza. Los estudiantes de geología de la UNS fueron secuestrados la madrugada del 6 de diciembre de 1975 por un grupo de personas armadas.
Por la mañana, sus cuerpos fueron encontrados al costado de la Ruta 35, cerca de Villa Iris. Estaban en ropa interior y presentaban numerosos impactos de proyectiles 9 mm y de ametralladoras.
El Tribunal Oral de Bahía Blanca condenó este lunes a diez años de prisión a Juan Carlos Curzio, Osvaldo Pallero y Héctor Forcelli por el delito de asociación ilícita. Raúl Roberto Aceituno recibió la pena máxima como coautor del homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas en perjuicio de David Cilleruelo, en concurso real con el delito de asociación ilícita.
Desde la casona de la memoria Eduardo Mario «Bachi» Chironi de Viedma, Gladys siguió la lectura del veredicto junto a familiares de víctimas.
“En este juicio no hubo reconstrucción de los hechos pero, si uno quiere hacer la secuencia de secuestro, tortura y asesinatos, no actuó una sola persona. Para llevar adelante ese proceso lo hicieron en grupo, como todos los testigos dieron cuenta, nunca se los vio solos, de manera individual o por separado, salían todos juntos. Uno manejaba, los otros se bajaban, se los llevaban, los torturaban y luego los mataban. La responsabilidad es idéntica para todos”, señaló Elvira.
Agregó que “es una pena que se los juzgue como integrantes de una asociación ilícita para la que el Código Penal establece 10 años como lo máximo que se pudo pedir”.
En relación al recuerdo de sus tres compañeros asesinados, mencionó que “José y Julio tenían 23 años, Gabi era más grande. Los tres militantes de la Juventud Universitaria Peronista. Militaban y vivían con alegría, creían en lo que hacían y pensaban. Me tocó compartir el año 73 y el 74 de mucha militancia, movilización y esperanza. Se vivía con alegría porque se plasmaban las convicciones que ellos militaban. Solidarios y militantes”.