(Por Astor Vitali) Hace algunas semanas el presidente Mauricio Macri, por decreto (¿de cuál necesidad y de cuál urgencia?) definió que no habilitaría las listas colectoras. En las últimas horas, se definió lo contrario. Este nuevo capítulo demuestra la volatilidad de los principios en la política contemporánea. El grouchomarxismo es la corriente hegemónica y transversal de nuestro tiempo (por aquello de “estos son mis principios, si no le gusta, tengo otros”.

La cuestión desnuda que nadie está preocupado por el sistema electoral ni por su transparencia. Otro tanto ocurrió con el voto electrónico. Lo que subyace a todo el la lisa y llana especulación sobre los beneficios inmediatos de una modalidad u otra sobre lo electoral, no del beneficio de una por sobre otra para la ciudadanía.

Las encuestas van y vienen y es muy difícil determinar cómo incide este oportunismo desnudo en los electorados. ¿Cabe subestimar al elector suponiendo que nada lee ni nada retiene? ¿Cabe pensar que guardará estos mamarrachos ideológicos en su memoria? No hay manera de medirlo.

Está claro que la imagen positiva del presidente Macri se fue en picada en los últimos meses. Pese a las anteojeras del electorado gorila la situación económica y política es insoslayable. ¿A quién le va bien? Todavía las elecciones se ganan con mayorías y en esta Argentina macrista los sectores beneficiados son bien reducidos.

Fuera de la ficción a fuerza de deuda con el FMI de un supuesto orden de las cuentas fiscales y el endeudamiento, a nadie le pasa por el costado la pérdida de poder adquisitivo, el deterioro de los servicios públicos, el crecimiento de la pobreza y una cantidad de promesas electorales incumplidas.

A la realidad económica concreta no se le puede oponer ya el circo de los juicios, carpetazos, calidades institucionales que no son tales y sobre todo el fantasma del pasado que bien ridiculiza la frase popular “qué bien que nos iba cuando nos iba mal”. Al lado de la hecatombe económica macrista casi todo es bueno o al menos es mejor.

Pero además, esta muestra de oportunismo supino de haber deshabilitado y habilitado las colectoras por decreto da cuenta de que se toman medidas y se hace política con las encuestas en la mano en lugar de con las propuestas bajo del brazo.

Está claro que hay un proyecto político macrista que es este que vivís a diario y ninguna más que este. Pero a la hora de dar los debates políticos en contexto electoral, ya no habrá ningún tipo de debate inspirado en ideas ni ideologías: sólo habrá timoneo sobre las encuestas.

Este mismo motivo abona a la crisis de representación institucional, a la credibilidad general de las dirigencias y tal vez explique por qué, habiendo tanto en juego, será este proceso electoral uno de los más desapasionados de la Historia. Probablemente habrá fuegos de artificio y grandes escenarios. Pero lo habrá en un contexto de vacío total de política y de ideas.

No hay programa alguno que explique cómo virar el rumbo de esta situación. Porque ese programa debería afectar los motivos profundos de las desigualdades. Y, hasta el momento, con la mirada puesta en las encuestas, no hay fuerza política con capacidad de disputar la presidencia que tengo en la gatera este objetivo básico de la política.

Administrar el desastre es la tarea. Nunca tanta pobreza de ideas nos sacudió el desánimo.

El Concejo Deliberante analizará si retira la ciclovía de Yrigoyen entre Zelarrayán y Napostá. “No se ha completado la primera etapa, se apuntaba a que una parte de la ciudad sea mejor comunicada, que los ciclistas puedan sentirse más seguros, se había pensado un manual para ciclistas, mucha gente que va desde el centro a la universidad y viceversa la utiliza”, dijo a FM De la Calle Guillermo Liverotti, integrante de la Plataforma Crecimiento Integral.

“Desde 2014 se reunieron la Municipalidad, Tránsito, los gastronómicos, la UNS y la UTN y conformaron una comisión interdisciplinaria que se juntaba cada diez días. Entre todos generaron el mapa de las ciclovías en cuatro etapas. Se logró implementar una parte pequeña de la primera. Más que preocuparse por dejarla o sacarla deberían preocuparse sobre por qué no se hizo todo el mapa”, comentó.

Respecto al mal estado de algunos tramos, Liverotti afirmó: “Yo las uso y hay lugares donde hay una gran diferencia, la idea de la segunda parte era que al cordón cuneta se lo empareje de manera que no haya mucha diferencia entre el cordón y la calle. Sin duda hay muchas cosas para mejorar, no se tiene que sacar sino completa con concientización y mantenimiento”.

En las etapas del proyecto original el recorrido iba “desde Avenida Cerri hasta Montevideo, después desde Berutti hasta Gorriti. Conectar la ciudad a través de un anillo grande para que la gente pueda moverse de manera segura. Sabemos que la bici no solo ayuda al ciclista, también brinda mejores servicios a la ciudad porque hay menos vehículos en las calles, eso ayudaría a que haya más espacio, menos estrés en conductores”.

(Por Pablo Becher) A 50 años del Córdobazo (1969) y de la extensión de las rebeliones populares en distintos lugares del país (Tucumán, Corrientes, Rosario), caracterizadas por la fuerza de la insumisión obrera y popular frente al avasallamiento militar y corporativo, las consecuencias de ese fenómeno histórico implicaron el surgimiento de una nueva etapa en la lucha de la clase obrera y las masas populares. Este proceso de masificación continuó con fuerza, a pesar de los esfuerzos de las clases dominantes de neutralizar la conflictividad con las elecciones de 1973 (pensemos en las centeneras de luchas en los lugares de trabajo en ese año, la pueblada en Villa Constitución en apoyo a los obreros de la UOM o la radicalidad de la coordinadores interfabriles en 1975), aunque fue desarticulada con brutalidad por la dictadura militar[1].

Sin embargo, en un periodo posterior marcado por el asentamiento del neoliberalismo en la década de 1990, donde la subordinación de las grandes sindicales obreras (fundamentalmente la CGT) a los mandatos del gran capital concentrado y del propio Estado (garante de ese pacto) comenzaron a re-significarse con fuerza algunos de los términos y conceptos fundamentales del Cordobazo, y de las insurrecciones del movimiento obrero. Entre esos conceptos figura el clasismo, que si bien no fue una discusión propia de ese período, cobró particular importancia en los debates sobre las características del sindicalismo, de los partidos de izquierda, como así también sobre las formas de organización y conflictividad obrera hasta la actualidad.

Para empezar este breve artículo señalaremos que el concepto clasismo es un concepto polisémico que suele presentarse con una serie de cualidades específicas: autoorganización obrera, intransigencia en las demandas, antiburocrático, antipatronal, que se da a través de la democracia interna, la amplia participación de las bases, íntimamente relacionado con el sentido antagónico a la negociación y el participacionismo con el capital/Estado burgués.

Como fenómeno histórico ha sido estudiado desde diferentes perspectivas (como los trabajos de Brenna y Gordillo, 2008; Duval, 2001; James, 2005, Schneider, 2005 o Werner y Aguirre, 2009, por mencionar algunos). En un estudio reciente que enfatiza las relaciones entre memoria y construcción de los sentidos sobre el clasismo en los obreros, la historiadora Laura Ortíz (Universidad Nacional de Córdoba) expresa que existe un conjunto de operaciones realizadas para legitimar el concepto de clasismo, dando importancia a la tradición obrera, el contexto socio-histórico y la relevancia política como construcciones que atraviesan la producción significativa de la narrativa histórica[2].

En este sentido, las memorias disidentes de los actores obreros en los ´70, dirigentes o militantes de base, a través de entrevistas, encadenan una serie de definiciones, no siempre abarcativas ni ordenadas, que nos permiten ampliar el espectro de sentidos sobre el clasismo: 1)Por un lado, aquellos que comprenden el pasaje de “la clase en si, a la clase para si”, dentro del esquema marxista de lucha de clases; que se dirime en adquirir conciencia de que se pertenece a la clase trabajadora; aquí aparece la lucha ideológica o teórica; 2) Otros que entendieron que más allá de la conciencia adquirida por la teoría revolucionaria (que no siempre se conocía por los trabajadores), uno se dice clasista “cuando defiende la clase obrera”, porque “son los obreros quienes producen la riqueza y quienes más sufren el proceso”; aquí el sentido esta puesto en identificarse con la clase obrera, con la condiciones materiales de existencia; 3) Otra forma explicaba, que ser clasista implicaba hacerse respetar, buscar los más justo de las reivindicaciones, en muchos casos, más alla de la cultura revolucionaria (o de lo que se entendía como revolución) donde se presentan sentimientos de pasión por ser parte de la clase trabajadora, en la construcción de una subjetividad colectiva; 4) Por último, otra opción aplica con énfasis la lógica clasista al método de organización y lucha, apelando a la democracia popular y obrera, denunciando las practicas burocráticas corruptas, y la formación de dirigencias enquistadas en el poder, que basan su perpetuidad en la concentración de información, poder y negociación. Aquí se relaciona el método con la conformación de repertorios de conflictividad basado en la acción directa, paro activo, toma de dependencias, enfrentamientos, etc.

Estos significados hilvanados entre sí, con similitudes y diferencias, son los que subsisten hasta el día de hoy, reactualizados a las circunstancias históricas del momento. Ser clasista implica una especie de movimiento dinámico, cultural y social, que se define por su carácter procesual, relacionado con la construcción de una identidad dentro del propio recorrido de la lucha de clases. No se es clasista solo por la experiencia sindical, el sindicato puede ser “una palanca”, una escuela pero no reemplaza la organización política. Es una construcción que no solo se visibiliza en representaciones colectivas, sino en comportamientos que se materializan en la acción. En este sentido, resulta interesante la relación que establecen los obreros con sus dirigencias cuando visibilizan que son HONESTAS Y COMBATIVAS, a pesar de que no compartan una relación ideológica similar. Surgen aquí muchas preguntas: ¿Cuál es la influencia de los militantes de izquierda en la conformación de un sentido clasista dentro de un sindicato? ¿Qué relaciones se establecen entre clasismo y peronismo? ¿Pueden reducirse los sentidos del clasismo solo a los dirigentes y las conducciones sindicales?…Por otro lado y reflexionando sobre una actualidad marcada por el auge del movimiento feminista y decolonial, ¿Cómo pueden relacionarse sin privilegiar uno u otro, las relaciones de clase, de género, étnicas con el clasismo?

La dinámica de los cambios sociales y los intereses que activan y conforman a los movimientos sociales contemporáneos no ha tendido a rescatar la relación capital/trabajo como lugar preponderante de las luchas sociales. Sobre esto, ¿tiene sentido seguir discutiendo la existencia de una contradicción fundamental y principal en el análisis de las relaciones sociales? ¿dónde se enmarca el patriarcado, la cuestión étnica, la racialidad? La realidad va demostrando que una mirada multidimensional que nos permita identificar las relaciones entre las distintas formas de antagonismos nos permitirá reunir con claridad mayores elementos para comprender las formas en que asume y se presenta la dinámica social. Coincidimos en la necesidad de repensar las formas en que se desenvuelven los antagonismos y contradicciones en las relaciones y las prácticas sociales. El clasismo ha funcionado como una teoría transformadora, como una lente que nos ha permitido verificar algunas de las formas en que se desenvuelve la sociedad. La invención de nuevas formas de sociabilidad que emergen desde el eco- socialismo, la perspectiva feminista, el pensamiento solidario y autogestivo, la horizontalidad en las relaciones, la tolerancia y la participación democrática plena, el cuidado del medioambiente desde una mirada que critique la sustentabilidad, funcionan como constructos de una nueva ética emancipadora, donde se invierten y rebelan las formas predominantes de hacer y pensar, de sentir y actuar. De ahí que la propuesta anticapitalista de los movimientos sociales sea todavía un eje de transformación incipiente frente al pensamiento único y la el fatalismo desmovilizador, que puede articularse con la noción de clasismo desde un plano que supere la mirada objetivista de las clases sociales.

Para finalizar, retomamos una serie de cartas y documentos escritos de Agustín Tosco, donde aparecen expresadas lucidamente una serie de apreciaciones acerca de la relación del clasismo con la praxis cotidiana, que condensan en forma magistral una serie de cualidades y nociones sobre esta construcción teórica, puesta en debate. Para Tosco, “ser clasista se trata de sentirse parte de la clase obrera, de sus injusticias, de sus necesidades, significa tener convicciones firmes, solidarias, fraternas, sacrificadas, que aspiren a la transformación revolucionaria de la sociedad, que desestime el ascenso personal y reivindique la voluntad popular desde las bases”.

He aquí algunas de las formas de pensar y relacionar el clasismo con nuestra actualidad que nos permiten reflexionar sobre las formas de acercarnos y comprender mejor el movimiento obrero.

[1] Agradezco a Enrique Gandolfo algunas precisiones críticas sobre este artículo que me sirvieron para revisarlo.

[2] Véase en este sentido Ortiz, M. L. (2018). Identidades obreras: el clasismo y sus representaciones. Sociohistorica, 41, e048. https://doi.org/10.24215/18521606e048

(Por Astor Vitali) Primeramente, quisiera señalar que hasta el momento y en tanto no se pudra todo “el pueblo no gobierna ni delibera sino a través de sus representantes” y desde hace 20 años la proporción de mujeres en el Congreso se mantiene aproximadamente en un 34%. Es decir, que quienes tienen que legislar sobre cuestiones de género ya se encuentran en una situación material asimétrica.

Por otra parte, cabe señalar que sólo el 16% de los partidos han contado con mujeres como cabeza de lista. Se infiere de ello que, más allá de las acciones de demostración de lo políticamente correcto, de las fotitos, de la “comprensión” de los varones que dirigen los partidos, en general, es cháchara y pose.

Hoy se da en el país un fenómeno de manifestación masivo. De los pocos fenómenos de manifestación masivos que hay. A unos pocos días del cierre del plazo para presentar listas y a unas horas de haber transitado tres elecciones provinciales, el protagonista central de la agenda de este tres de junio sigue siendo el movimiento de mujeres y los feminismos.

Movimiento en disputa, con claros objetivos sobre la violencia machista y contraculturales que ninguna de las vanguardias políticas logra hegemonizar. La transversalidad del reclamo está vinculada al carácter temático. El único riesgo de cooptación que el movimiento podrá potencialmente enfrentar es el de un posible estado con discurso de ampliación de derechos, como se enfrentó en su momento el movimiento de derechos humanos.

Por lo demás, la Historia ya no corre igual. Desde el primer Ni una menos hasta hoy, el estado argentino comenzó a elaborar estadística sobre femicidios y violencia machista. Concretamente, un fenómeno del que todos sabían pero nadie quería reconocer es ahora innegable. Eso sí es visibilización. Bravo por esta lucha.

En la publicación de datos actualizados elaborado por la Corte Suprema en su Informe de Femicidios en Argentina, se afirma que los crímenes por violencia de género que llegaron al sistema judicial aumentaron en más de un 10% con respecto a 2017.

Se identificaron 278 víctimas letales de crímenes de violencia de género. Se distinguen en la publicación los femicidios de los femicidios vinculados.

Por otra parte, casi 3.000 mujeres, una cada 32 horas, fueron víctimas de femicidios y más de 3.500 hijos e hijas perdieron a sus madres como consecuencia de estos asesinatos, el 64% menores de edad en los últimos 11 años, según un informe difundido ayer por la Asociación Civil Casa del Encuentro.

Con menos presencia en los medios masivos de comunicación, con la violencia machista en igual intensidad pero visibilizada, este 3j ratifica un movimiento que está dispuesto a avanzar por sus derechos y busca modificar raigambres profundas en el machismo aberrante que se cobra vidas y calidades de vidas.

Una vez más, nos toca participar de un proceso histórico abierto. Algo de esto también depende de vos. ¿Dónde estás?

Por cuarto año consecutivo la Asamblea de mujeres, lesbianas, trans y no binaries de Bahía Blanca convocó a la movilización Ni Una Menos.

Será desde las 17:30 en la Plaza Rivadavia bajo las consignas “Ni Una Menos por femicidios, transfemicidios, travesticidios. Ni Una Menos por abortos clandestinos. Ni Una Menos por redes de trata. Ni Una Menos por políticas de ajuste, cierre de fábricas y quita de jubilaciones”.

“En un gobierno neoliberal estamos atravesando una política de ajuste, colonización económica y nos afecta más a las mujeres, sumado a la quita de la Ley de Moratoria. Es un Ni Una Menos particular, dijo a FM De la Calle Sabrina García Díaz, integrante de la agrupación La rebelión de las Evas.

Agregó que en materia de violencia machista “hay una subejecución del presupuesto del municipio, sabemos que con respecto a la violencia de género, no se ha asignado recursos, es muy bajo”.

 

A mediados de junio se abrirá un período de reinscripción destinado exclusivamente a las 1124 familias que cumplimentaron oportunamente los requisitos para acceder al sorteo de lotes ubicados en el predio del Ejército del Programa de Crédito Argentino.

Beneficiarios destacan que “solo será para la compra del terreno y no para la construcción, como era originalmente”. Se sortearán 527 lotes con servicios.

Marcelo Zualet dijo a FM De la Calle que “fue sorpresiva la visita del coordinador de ProCreAr, Alejandro Sparacino. Se convocó a uno de los integrantes del grupo diez minutos antes de la reunión, no quedaron en claro muchos detalles de lo que anunciaron. Se va a hacer el empadronamiento en junio y el sorteo en julio o agosto que era lo que veníamos reclamando hace 4 años”.

“Es un crédito UVA. Ellos ponen un valor de mercado de 400 mil pesos por terreno, no importa su dimensión. Originalmente el valor iba a salir de lo que cuesten las obras de servicios sumado al valor fiscal que tienen, eso no podía superar los 200 mil pesos. Eso no tiene una valoración de mercado porque fue expropiado, sí tienen valor fiscal.  No sabemos de dónde salen estos números”.

“Si bien la tasa es fija y baja, 3,5% para los sueldos que van de uno a cinco salarios mínimos y de 4,5% para aquellos que van de seis a ocho, los créditos UVA no hay que olvidarse que dependen de la inflación. Estaríamos pagando la cuota inicial de alrededor de seis mil pesos y terminaríamos en el año pagando una cuota de 8.500. Sumado al alquiler que hay que seguir pagando porque la cuota del crédito se empieza a pagar de inmediato”, comentó Zualet.

Explicó que las autoridades “dicen que no tienen dinero, que el crédito está destinado a la compra del terreno, no hay crédito para construcción, es a siete años. El crédito original era terreno más construcción, nos daban 600 mil pesos, podíamos acceder a un terreno de hasta 150 mil. Se financiaba el 100% del crédito y se comenzaba a pagar a partir del noveno mes que se suponía que ya tenías la casa construida o algo hecho como para no tener que pagar alquiler y crédito”.

Información para tener en cuenta:

La REINSCRIPCIÓN, está destinada EXCLUSIVAMENTE a los grupos familiares que YA se encuentran ANOTADOS en el listado original del predio.

Los lotes tendrá un VALOR aproximado de 350 mil / 400 mil pesos. Se deberá abonar una cuota inicial que oscilará entre 5200 y 6000 pesos.

Las CONDICIONES FINANCIERAS del mutuo dependerán del nivel de ingresos del grupo familiar. Hasta cinco salarios mínimos (hoy es de $12.500), la tasa de interés es de 3,5% más UVA, y entre cinco y ocho salarios mínimos, el interés sube a 4,5% más UVA.

El periodo de REINSCRIPCIÓN será de dos semanas, a partir de mediados del mes de JUNIO, a través de https://www.argentina.gob.ar/procrear/lotesconservicios

El SORTEO se realizará por Loteria de la Ciudad de Buenos Aires, y se transmitirá por FACEBOOK Live de PROCREAR.

Cabe destacar que TODOS LOS DATOS aportados por los interesados, serán sometidos a un proceso de cruces y validaciones, a los efectos de verificar que cada interesado cumpla con las condiciones para acceder al beneficio.

(Por Red de Comunicadoras Bahía Blanca) Este 3 de junio quienes integramos la Red de Comunicadoras de Bahía Blanca sostenemos nuestro convencimiento de que no hay NI UNA MENOS sin comunicación con perspectiva de género; por ello hoy volvemos a denunciar:

• Que en nuestro país donde se cometen femicidios a diario, los dueños de los medios también son responsables por la difusión de mensajes de odio contra las mujeres e identidades disidentes, así como de la reproducción de noticias basadas en estereotipos y roles funcionales al sistema patriarcal.

• Que pese a que las mujeres representamos a más del 50 por ciento de la población, en los medios de comunicación no llegamos siquiera a constituir un 30 por ciento.

• Que las mujeres e identidades disidentes protagonizamos apenas el 21 por ciento de las noticias; en parte porque no somos la primera opción a la hora de consultar fuentes periodísticas y porque se nos relega y se nos arrebata la posibilidad de construir agendas propias. En cambio cuando sí ocupamos los titulares es porque se trata de casos de extrema violencia contra nuestros cuerpos siendo sometidas al juzgamiento y a la exposición pública.

• Que las mismas prácticas machistas que visibilizamos y repudiamos no nos son ajenas ya que muchas veces se reproducen en nuestros propios lugares de trabajo y cuando denunciamos las violencias a las que somos reducidas por parte de nuestros jefes y/o compañeros, la única respuesta que obtenemos es el despido como herramienta disciplinadora en un contexto hostil dejándonos en una posición doblemente vulnerable.

• También denunciamos que ni las representaciones sindicales, ni las empresas periodísticas garantizaron nuestro derecho de parar el último 8 de marzo; por el contrario eligieron una cobertura “maquillada” de dicha jornada de lucha donde el reclamo por nuestros derechos quedó invisibilizado.

No hay NI UNA MENOS si los gobiernos continúan subejecutando las partidas presupuestarias estatales destinadas a erradicar las violencias contra las mujeres y los medios resultan cómplices no contándole al conjunto de la población que esto está sucediendo.

No hay NI UNA MENOS si la pauta oficial destinada a garantizar pluralidad y equidad en el ejercicio de la comunicación, es otorgada a medios de comunicación que profundizan y/o avalan la violencia simbólica.

Somos conscientes de que el periodismo con perspectiva de género es una decisión política, y que su aplicabilidad resulta de una necesidad imperante de formación en la materia; por ello exigimos acciones concretas para alcanzar la igualdad en nuestros espacios de trabajo y en los contenidos que producimos.

Quienes integramos la Red de Comunicadoras Bahía Blanca nos queremos fuertes, libres y con voz propia. Nos queremos unidas, solidarias y con trabajo digno. Nos queremos valoradas y respetadas, también en el ejercicio de nuestra profesión sin empresas periodística que se apropien o condicionen nuestra libertad de expresión.

Una vez más y las que sean necesarias decimos que sin comunicación con perspectiva de género no hay NI UNA MENOS.