El filósofo Diego Sztulwark planteó que existe una operación “que entristece, confunde, perturba, no deja a las personas tener claridad sobre el significado de la acción colectiva, de la capacidad que tiene un pueblo de plantear problemas y resolverlos” en nombre “de una forma muy salvaje de la individualidad y de la competencia, muy brutal de la existencia y de la vida, con formas de odios canalizados a todos los grupos que representan de una u otra manera intentos de defender igualdades”.