(Por Mauro Llaneza) Lo dijo Alika Kinan a FM De la Calle desde Ushuaia horas antes de participar de una jornada de reflexión para analizar si los concursos de belleza o elecciones de reinas son tradición o violencia simbólica. Alika es sobreviviente de una red de trata y milita contra la violencia machista y el tráfico de mujeres y niñas.
“No estoy diciendo que quitemos definitivamente todo tipo de evento. Lo que le propongo a la sociedad es que hagamos un cambio de paradigma (…) que lo que planteemos no sea por una cuestión de belleza”, que representar a tu ciudad sea “un mérito por un desafío o por una cuestión de un trabajo ya realizado”, afirmó.
Kinan cuestionó que hasta el propio Estado impulse estos actos, remarcó que “por tradición también los abuelos y los padres llevaban a debutar a sus hijos y a sus nietos, por tradición las mujeres eran traídas al sur para ser explotadas sexualmente” y dijo basta: “Basta de princesas, basta de reinas, basta de estos estereotipos que son violentos para las mujeres”.
En la capital de Tierra del Fuego como en Bahía Blanca se debaten proyectos de ordenanza que buscan que el Estado desaliente la realización de concursos de belleza. Del encuentro convocado por la Juventud Radical participaron también Verónica Bajo de Acciones Feministas y el concejal fueguino Paulino Rossi.
-Quienes defienden las elecciones de reina dicen que es un golpe bajo pensar la violencia machista y poner a la par un concurso de belleza, ¿qué te parece?
Yo creo que esto es un cambio de paradigma que se está haciendo en nuestra sociedad y por supuesto hay momentos en los que va a haber una convivencia de la violencia machista a lo mejor con un ajuste real o con una política pública como este caso de realizar este cambio.
Van a estar conviviendo un tiempo hasta que nosotros tomemos cartas en el asunto y consigamos abolir este tipo de actividades o de eventos, este tipo de estigmatización que se realiza sobre la mujer, la cual es muy violenta. Los estereotipos ya son violentos para la mujer. Hoy por hoy la simbólica está considerada una forma de violencia y son los cambios que hay que realizar a nivel social, psicológico, en todos porque es algo que culturalmente sabés. Incluso organizaciones y el propio Estado impulsaban este tipo de actividades, tenemos que decir no, basta, basta de princesas, basta de reinas, basta de estos estereotipos que son violentos para las mujeres.
-¿Cómo se está dando el debate sobre el proyecto en Ushuaia?
Hizo mucho ruido en un primer momento, incluso por las propias mujeres, hay que decirlo. Pero también lo hizo cuando fue el cierre de los prostíbulos. Son cosas que a mí no me llaman la atención, cuando nos sentamos a trabajar en este proyecto -que es muy ambicioso- con Paulino, que es mi compañero de trabajo, con quien presentamos muchísimos proyectos y tiene una visión de género que es realmente maravillosa encontrarla con un hombre, le dije: ‘Mirá que con esto te estás metiendo en camisa de once varas, es algo que va a hacer mucho ruido y posiblemente te peguen mucho’. Me dice: ‘Alika yo creo en lo que estoy haciendo, así que considero que es donde hay que estar y en los proyectos que hay que trabajar”. Paulino es concejal y yo no soy nada, yo soy una activista, entonces yo todos los proyectos que trabajo en cuanto a género se los doy a él y él los presenta.
Efectivamente le dieron duro a Paulino pero estaba yo para reforzar todo lo que son los proyectos y para dar realmente las causas legítimas por las cuales estamos pidiendo. Yo no estoy diciendo que quitemos definitivamente todo tipo de evento, no. Lo que le propongo a la sociedad es que hagamos un cambio de paradigma, creemos otra figura, que puedan participar todos, y todas, que esto sea abierto para la comunidad, que lo que planteemos no sea por una cuestión de belleza sino de inteligencia, de capacidades, de trabajo en derechos humanos, que puedan participar los hombres, que participen las mujeres, que creemos otra figura o desafío.
Hoy ir a representar a tu ciudad en un bicentenario, por decirte algo, tiene que ser un mérito por un desafío o por una cuestión de un trabajo ya realizado, no solamente porque sos linda y sos joven podés participar de un evento. No, estamos cerrando, estamos discriminando y estamos creando un estereotipo de quién debe representar la ciudad. No, yo creo que debe estar abierto a todos.
-Aparece el concepto de belleza, quién lo define.
¿Si sos petisa, si sufrís alguna discapacidad, no podés participar? ¿No tenés ningún otro tipo de mérito para representar a tu ciudad? Yo creo que esto a nivel social es gravísimo y apuntamos a revisar estos cambios, son cambios sociales que nos enriquecen y que nos van a favorecer como sociedad más allá de todas las explicaciones y todos los estudios que se han realizado por los cuales son sometidas las mujeres para poder participar de estos concursos de belleza.
No solamente acá en Argentina, donde lo tomamos un poco más ligth, pero en Estados Unidos los antecedentes son tremendos, chicas que las han dejado sin comer, cirugías, las cuestiones del pelo, no poder socializar, no poder tener novio, son muchísimas cuestiones que también las tenemos que analizar y trabajar hacia adentro de nuestra sociedad y decir cómo puede ser que hayamos llegado hasta este punto de violentar a nuestras propias hijas para conseguir una perfección falsa donde no permitimos que se desarrollen otras cualidades que ellas puedan llegar a tener y las convertimos un poco en esa muñequita perfecta que ya es violencia simbólica.
-Como muestra de la falta de argumentos para defender iniciativas de este tipo aparece esto de la tradición como si de por sí fuese algo positivo.
Por tradición también los abuelos y los padres llevaban a debutar a sus hijos y a sus nietos. Por tradición las mujeres eran traídas al sur para ser explotadas sexualmente. O sea, hay tradiciones que realmente son nefastas y no aportan a la sociedad. No nos pueden venir a correr a quienes queremos trabajar en estas temáticas en cuanto a las tradiciones o en cuanto a la cultura porque hay cuestiones que tradicionalmente eran muy violetas y muy terribles para las mujeres.
-Recién mencionabas que este es uno de los proyectos que están trabajando y presentando en el Concejo Deliberante a través de Rossi, ¿qué otras áreas o de qué otras formas están encarando el trabajo en las cuestiones de género y violencia machista?
Presentamos un proyecto -también muy ambicioso, yo no ando con medias tintas-, que es para el acceso a la vivienda. De todas las viviendas municipales que se construyan hay un cinco por ciento para víctimas de trata. Hay otro porcentaje que es el acceso al trabajo para mujeres víctimas de trata. Estamos trabajando con la Cámara de Comercio para que ellos mismos creen un programa de formación y reinserción laboral para víctimas de trata. Empezamos por la trata porque obviamente es una cuestión mía pero todo esto es ampliable a todo lo que es la violencia de género.
Hace poquitos días lamentablemente tuvimos un femicidio en nuestra provincia que nos conmocionó a todos mucho y nos llevó a organizar reuniones y empezar a trabajar en equipo. Yo había leído hace tiempo un proyecto que no pudo gestarse, no pudo contener su natural evolución por la propia sociedad en Perú y se lo pasé a Paulino. Hablaba de que ningún político, ningún candidato electo, nadie que quisiera postularse en puestos de poder o decisión y que ya tuviera una condena firme por violencia de género pudiera acceder a cargos públicos de decisión. Lo presentamos en el mismo momento porque nos parecía muy emblemático, que dábamos un mensaje claro a la sociedad de que no vamos a dar lugar a violentos y que el Estado no va a ser contenedor de actitudes ni de situaciones violentas. Este también esté generando mucha polémica.
-¿Hay alguien que defienda la posibilidad de que machistas violentos puedan acceder a cargos de decisión?
Defenderlos no lo van a defender porque es algo absolutamente indefendible porque tanto la política como la moral van bastante juntas, van de la mano, y no se van a animar. Pero sí ‘¿A vos te parece? ¿Esto no es anticonstitucional?’ No, lo estudiamos perfectamente, por eso hablamos de condenas, si no podríamos decir cualquiera que tenga una denuncia por violencia de género y no es así porque estaríamos discriminando y estigmatizando.
-Pasa con los represores de la dictadura algo similar cuando son condenados, tendrían que tener, tienen, algún tipo de limitación para participar en cargos de este tipo.
Creo que el ‘tendrían’ tuyo estuvo bien dicho porque alguno se ha filtrado…
-Seguramente. Alika, mencionabas también el cierre de cabarets. Aquí también hay una ordenanza en ese sentido, se cerraron los cabarets formalmente pero nunca se constituyó una comisión de seguimiento, por lo cual es difícil acceder a una valoración de la ejecución de esa normativa aunque también es público que bajo el cierre de persianas u otra modalidad los prostíbulos siguen existiendo y hay algunas causas investigando esa cuestión. ¿En Ushuaia qué resultados tuvo?
Yo soy bastante crítica con esto y muy crítica con el Estado. Cuando desde el feminismo decimos que el Estado es responsable lo decimos por una sencilla razón. El Estado es responsable por una cuestión de acción u omisión, entonces, en muchos de los casos si bien se han cerrado los prostíbulos a través de la Ley de Trata que está muy bien diseñada y muy clara en cuanto a todos sus puntos y cuáles son las políticas públicas a implementar, todas estas políticas públicas por parte del Estado tanto de la gestión pasada como de esta nunca se hicieron efectivas.
La Ley de Trata habla de cierre de los prostíbulos y a posteriori brindar contención y asistencia a las víctimas de trata mediante articulación con el Ministerio de Trabajo para integrarnos, reinsertarnos laboralmente. Esto no se hace. Un acompañamiento psicológico gratuito hacia la víctima. Esto tampoco porque no hay psicólogas ni psicólogos especialistas ni siquiera en violencia de género, menos que menos en trata de personas. Luego, acceso a la vivienda, por eso yo empiezo a presentar estos proyectos junto con Paulino. La ley nos hace de una gran espalda.
No hay políticas públicas, no se trabajan. Vos fijate que incluso por parte del propio Estado que trabaja la trata de personas no se habla de las políticas públicas, se sigue hablando de crear y crear y crear nuevos organismos y contratar nuevas personas pero en ningún momento se habla de las víctimas realmente, las víctimas que ya venimos hace tiempo trabajando, que hemos denunciado, las activistas que han estado insertas en el sistema prostibulario que a lo mejor no tuvieron -mira lo que te voy a decir- la suerte que he tenido yo de haber sido rescatadas de un prostíbulo, como tenemos a la compañera Sonia Sánchez, como Graciela Collantes, Elena Moncada, son grandes activistas y no son tenidas en cuenta en absolutamente nada. No se nos escucha.
-¿Y por parte de la justicia? En Bahía Blanca algunas causas se terminan perdiendo en discusiones sobre si debe aplicarse la Ley de Trata en el ámbito federal o si hay una facilitación de la prostitución y pasa la causa a nivel provincial y se diluyen las discusiones y las responsabilidades. Como víctima, ¿como ves ese peloteo luego de ser rescatada y teniendo en cuenta la posibilidad que esos proxenetas sigan libremente actuando mientras tu situación no tiene asistencia como lo acabás de plantear?
Esto para nosotras es aberrante, lo he hablado varias veces con el dr. Marcelo Colombo (NdR: titular de Protex). Cuando suceden este tipo de situación de que es explotación sexual o es realmente trata de personas yo me he sentado muchas veces y le he dicho ‘Marcelo no lo podemos permitir porque no se puede dentro de la Ley de Trata’. Es algo que hay que cambiarlo porque está muy bien redactada pero hay algo que falta, que es cuando la víctima a lo mejor lleva bastante tiempo viviendo en una provincia ya se la considera explotación sexual y pierde su condición de delito federal.
La trata es la captación, el traslado y acogimiento de la víctima, entonces es injusto, si fue víctima de trata no debería perder jamás su condición por más que hoy esté viviendo en un departamento o esté sola o acompañada, si no perdemos la esencia de lo que es la ley y no podemos crear la asistencia, que cuesta mucho, todo el sistema de asistencia y acompañamiento hacia la víctima.
Es lamentable que por una cuestión jurídica y cómoda, porque muchas veces las provincias se niegan y tienen gran desconocimiento en asistir a las víctimas. Se niegan porque es todo dinero pero cuanto tiempo estuvieron haciendo uso y abuso de esos cuerpos que estuvieron generando, produciendo dinero tanto para la policía como para los hospitales, como para un montón de organismos que vos decís cómo me hicieron esto, ¿no?
El Estado es responsable.