El senador provincial Andrés De Leo dijo que “no hay que hacer un hecho político” de la explosión en Dow. “Hubo una reacción rápida de parte del Estado, primero hay que ver si la empresa cumplió con los protocolos del accidente y de la información”.

Consultado sobre el proyecto de ley que busca extender el plazo de prescripción de las causas por infracciones medioambientales que tramita el OPDS, el legislador oficialista comentó que luego de la media sanción en el Senado “quedó trunco en Diputados”.

“El OPDS se comprometió a hacer gestiones en la Cámara. Ahora hay un proyecto más abarcativo que está en Diputados, que no ha tenido sanción. Incluye este punto que impulsé en el 2016 con la prescripción de estas multas. El OPDS ha agilizado enormemente el tema que tiene que ver con la sanción de las multas, esto no quita que esa ley venga a cubrir el vacío legal”.

En cuanto a las condiciones presupuestarias y a los recursos con que cuenta el OPDS para el control de las empresas del polo bahiense, De Leo afirmó: “No soy yo un especialista, sería aventurado hablar en términos técnicos. Desde la Comisión de Presupuesto he tenido reuniones con el OPDS, respecto de como ellos necesitan un presupuesto para cubrir fondos”.

“Hay un programa para que ellos puedan contar en el mediano plazo con un presupuesto acorde para cubrir los mecanismos de control. No estoy capacitado técnicamente para decir si esto es así o no. Hay una preocupación y ocupación de parte del gobierno de la provincia para que el OPDS vaya contando las herramientas presupuestaras para llevar su control adelante”.

“Instrúyese al intendente municipal de Bahía Blanca a clausurar en forma preventiva toda planta industrial del Polo Petroquímico o Zona Portuaria de ese Municipio cuya acción o inacción por falta de medidas adecuadas de prevención, constituya grave peligro de daño inminente sobre la salud de los trabajadores, de la población o del medio ambiente”, ordena el Decreto 31 del 11 de enero de 2001.

Previamente, la norma -que puede leerse en el sitio web del municipio- delega en el jefe comunal “las atribuciones de control y fiscalización de las obligaciones de las empresas” radicadas en el polo y el puerto para la “preservación del medio ambiente y el cuidado de la salud de los habitantes de Ingeniero White”.

Justamente la comunidad whitense fue la que motorizó la firma por parte del entonces gobernador Carlos Ruckauf ante la “inacción” del ex intendente Jaime Linares. Ocurrió meses después de los escapes de cloro y amoniaco en las plantas de Indupa y Profertil.

“Es esencial la inmediatez para la efectividad de las medidas de control de las obligaciones de las empresas para preservar el medio ambiente, caso contrario la legislación cae en vía muerta y es meramente declarativa”, dice uno de los considerandos del decreto.

(Por Astor Vitali) El Artículo 22 de nuestra Constitución (“El pueblo no gobierna ni delibera sino a través de sus representantes”…) tiene mayor vigencia que nunca. Más allá de herramientas formales, no vinculantes, no hay lugares de participación ciudadana con injerencia en las decisiones estructurales del ámbito político. Los presupuestos participativos son acotados a temas prefigurados y actúan más como herramienta de propaganda de gobierno que como herramienta de organización social.

Cada vez que una persona despierta a la conciencia política, es decir, se da cuenta de que puede jugar un rol en el devenir histórico, esboza la siguiente pregunta: “¿Qué puedo hacer?”. A partir de allí, se pregunta esto: ¿qué puedo hacer? Entonces vas e intentás una cosa. Te entusiasmás. Después te das cuenta de que no pasa nada. Te avivás de que la caridad es hasta ahí, es caridad. Te despabilás de la gilada comparable al pensamiento mickyvainillesco de “ayudo a los pobres”. Te das cuenta que también hay un sistema de contención de la pobreza y que la cosa no se cambia por ahí.

¡Claro! ¡El tema es la política! ¡Zas! Diste en la tecla. Entonces empezás a mirar las caripelas y los nombres de los partidos. Si no querés te caguen preguntas y hasta podés ir chusmeando la historia. ¡Vamos! Éste te convenció. Aparecés en un acto. Vas a las reuniones. Todas las personas te parecen admirables y hasta hay profesionales que brindan su precioso tiempo de bienestar bien habido para colaborar con el bien público.

Llegan las elecciones. Empezás a ver cosas que no te gustan. Ves que una cosa se dice arriba de la mesa y otra cosa se cocina por abajo. Hay una gran hornalla que funciona a billetes debajo de casi todas las mesas políticas y tiene llama color verde. Se cocina y se cocina. Te das cuenta de que nunca el más capaz es el que ejerce mayor cargo de poder. Te das cuenta de las agachadas. Te das cuenta de que lo que consideraste versatilidad de discurso ya no es inteligencia sino oportunismo de la peor calaña. Hasta llegás a fiscalizar creyendo en colaborar con la democracia y las elecciones y eso te hace sentir buen ciudadano.

Después de dirimirse el resultado electoral se van cerrando los locales partidarios. Tus aportes, que tan interesante resultaban, ahora “se están trabajando” en alguna oficina y parece que nadie te llama más que para que pedirte algún favor en tu trabajo. Tus amigos funcionarios están re ocupados y las promesas de campaña no se llevan a cabo porque ya “no es tan fácil como ser oposición, gobernar es otra cosa”.

Así la vuelta de la calesita de las buenas intenciones te volvió a dejar en el mismo lugar: ¿Qué puedo hacer? Sólo que con mayor desilusión. Y… ¿Sabés qué? Tenés razón. Estamos padeciendo una democracia que te usa para legitimarse y que no te da el mínimo espacio para convertirte en sujeto activo de las decisiones de tu tiempo. Una democracia tan limitada en la que ya todo el mundo sabe quiénes ponen la guita para las campañas y que las prioridades de los gobiernos responderán a eso y no a las necesidades de las comunidades que gobiernan.

El caso de la ciudadana Marta Beatriz Giordano, quien hizo uso de la Banca 25 durante la última sesión ordinaria en el Concejo Deliberante, es algo emblemático acerca de cómo la institucionalidad democrática, tal como está gobernada, puede dejar a un ciudadano sin el ejercicio de sus derechos y no hay mecanismo que lo resuelva. ¿Qué más le queda para que se le garantice su derecho a la vivienda?

O, en términos colectivos, el caso del pedido de Audiencia Pública por más de 80 organizaciones sociales de nuestra ciudad –de todo tipo- quienes solicitaron al Concejo Deliberante que cedieran el lugar para llevar adelanta dicha instancia. El presidente del Concejo Deliberante, Nicolás “Doble voto” Vitalini no sólo no articuló la audiencia pública sino que negó la posibilidad de utilizar las instalaciones públicas y dejó a todas las organizaciones populares sesionando afuera. ¿Qué pasa cuando los estamentos institucionales no garantizan los canales democráticos de una sociedad? ¿Qué pasa cuando no hay dónde recurrir?

La gravedad de este ejercicio pobre de los instrumentos democráticos, su peligro, es que genera las condiciones necesarias para que las castas políticas que actúen como políticos profesionales ejerzan desde lugares tan lejanos para la sociedad civil y ésta un día se encontrará absolutamente desinteresada de lo público. Ya está desinteresada de lo público y en un ejercicio práctico del pensamiento individualista. Pero puede haber un absoluto desinterés por la cuestión pública.

Es decir, genera las condiciones ideales para el ejercicio autoritario de los futuros gobiernos. Si la cuestión pública sólo va a estar en manos de dos o tres funcionarios políticos profesionales cuya financiación se origine en dos o tres corporaciones y el resto de la sociedad no tiene nada que ver con eso a lo que se le dice democracia, eso es un gobierno reducido en cuanto a su composición.

Pero además eso va a tender a explotar porque en algún lugar la sociedad civil organizada va a encontrar la manera de que sus reclamos sean satisfechos.

El concejal Marcelo Feliú afirmó este jueves que el intendente Héctor Gay tiene facultad para clausurar preventivamente plantas del polo petroquímico “ante determinadas situaciones graves, delicadas, donde se haya podido poner en peligro o haya la posibilidad de un daño inminente sobre la salud de los trabajadores, la población o el medio ambiente”.

“Casi una descripción de lo que pasó”, agregó en referencia a la explosión ocurrida el viernes en el Craker 2 de Dow.

Fue en el marco del debate que terminó con la aprobación de la convocatoria a la subsecretaria de Gestión Ambiental, el coordinador del proceso Apell y el titular del Comité Técnico Ejecutivo para que den explicaciones ante el deliberativo.

Además, se avaló un pedido de informes sobre lo ocurrido y un llamado a reunión extraordinaria de la Comisión Asesora Ambiental, paralizada hace ocho meses por Cambiemos.

Al analizar el rol de la Municipalidad, Feliú recordó que a partir de los escapes del 2000 se entendió que Bahía Blanca estaba en una situación extraordinaria y se aprobó una ley localizada que delegó en la comuna el poder de policía en materia ambiental.

El ex diputado provincial refutó las declaraciones de Gay y de algunos de sus concejales al señalar que ante riesgos para la población o el ambiente “recobra en cabeza del propio intendente tal vez la facultad más importante que en este caso se puede inmediatamente tomar desde lo local. El intendente puede clausurar preventivamente a la empresa que ha motivado este hecho”.

“Este decreto absolutamente vigente y que pone en total complementariedad con esta idea de que habría que avanzar en la delegación, le da poder al intendente para ser el director del manejo de la crisis -explicó Feliú-. Absolutamente el director. Quien puede lo más, que en este caso es la clausura inmediata preventiva, puede lo menos. Principio jurídico indiscutible. Si yo puedo hacer lo máximo, constato de que la situación fue potencialmente peligrosa para personas y bienes, inclusive por fuera del ámbito privado, ahí el intendente tiene la facultad de ser quien conduce el proceso políticamente”.

El concejal agregó que “a esa facultad jurídica con decisión política se llega a la conclusión de que ante un evento no se disminuye la posibilidad de intervenir sino que aumentan”.

La Red Argentina para el Desarme afirmó que el “decomiso de armas más grande de la historia” difundido por el gobierno nacional no es más que “una nueva muestra de la ineficacia estatal y de la connivencia política con los grandes actores del mercado ilegal de armas”.

La “Operación Palak”, como fue presentada por la propaganda del Ministerio de Seguridad desplegada a nivel local por la gestión del intendente Héctor Gay, incluyó tres allanamientos en Bahía Blanca.

Uno de ellos en una vivienda ubicada detrás del consultorio odontológico de Castelli al 342 y otro en Clegg al 600, siendo secuestradas unas 40 armas. Su propietario, Hernán Castillo, es uno de los 17 detenidos en el país. En total fueron unos 50 allanamientos en Argentina, España y Estados Unidos en los cuales se decomisaron 12000 armas, municiones y explosivos.

En diálogo con FM De la Calle, el investigador del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP) Julián Alfie aseguró que “el Estado debería haberlo detectado antes, y no sucedió. Esta cantidad enorme de armas circuló por varios años en el país sin que el Estado sea capaz de detectarlo. La mayoría de las personas involucradas eran sujetos de control del Estado por ser armerías, por ser establecimientos que habían estado bajo control de las propias Fuerzas Armadas”.

“No solo que no sucedió sino que toman conocimiento a través por Fuerzas de Seguridad de Estados Unidos, que detectan que estas armas estaban empezando a circular en el comercio internacional ilícto. Recién ahí es donde se activan las alarmas de nuestro país”.

¿Por qué no se detectó antes? Alfie explicó que “el Estado hace cuatro años no implementa la ley que crea la Agencia Nacional de Control de Armas de Fuego, la ANMAC, que venía a reemplazar al RENAR. Creaba una agencia con presupuesto propio para tener una política proactiva de control sobre el mercado ilegal de armas de fuego y eso nunca se implementó”.

“Hoy tenemos apenas una decenas de inspectores en todo el país para esa agencia que debería controlar y fiscalizar el circulante de armas, inspectores que no tienen recursos para movilizarse por el país y por lo tanto la capacidad de control tiende a ser nula”.

La empresa bahiense Dienst Consulting, propiedad de Guillermo Martín es la encargada de llevar a cabo el Sistema Único de Emisión de Certificados Psicofísicos para usuarios de armas implementado por la ANMaC. Martín es socio del vicepresidente de la Unión Industrial de Bahía Blanca y dueño de La Nueva Provincia, Gustavo Elías.

“La ANMaC realiza una serie de controles psicofísicos que en este caso fueron tercerizados a esta empresa. Pero aparte de eso tiene que haber una política proactiva de persecusión y control del mercado legal. Aquellos lugares, armerías, establecimientos legales, tienen que ser fiscalizados por esta agencia. Ante el vencimiento tiene que actuar porque ese arma que había sido legal pasa a ser ilegal”, señaló Alfie.

El investigador aclaró que “no existe prácticamente fabricación ilegal de armas de fuego en el país, lo que existe son fábricas legales que hacen desvíos hacia el mercado ilegal, a través de, por ejemplo, la doble numeración. Por lo tanto la capacidad del Estado de controlar y de disminuir esas armas ilegales es altísimo porque el Estado sabe dónde se fabrican, lo que tiene que hacer e ir a esos lugares que fabrican o importan armas y fiscalizar que no haya desvíos hacia el mercado ilegal”.

INECIP subrayó en un comunicado que entre los establecimientos de los cuales se secuestró armamento que tenían su habilitación vecinda se encuentra TALA, “empresa que funcionaba en un predio perteneciente a las FFAA y ya tenía antecedentes del 2004 por almacenar irregularmente bombas de 500 y 1000 kilos, cohetes antiaéreos de 57 milímetros, detonadores y explosivos”.

“La banda no solamente operó en nuestro territorio durante años sin que el RENAR pudiera detectarlo, sino que uno de los presuntos contrabandistas era funcionario del Ministerio de Defensa dirigido por Oscar Aguad”, afirmó en referencia al directivo de TALA Diego Martín Bollati, uno de los 17 detenidos.

 

Familias de la comunidad educativa de la Escuela Primaria Nº10 de Cerri manifestaron su preocupación ante la falta de gas en el establecimiento desde el año pasado. Señalaron que luego del cambio de la instalación la empresa Camuzzi demora la inspección la obra.

Laura Ponte, madre de una alumna, brindó detalles a FM De la Calle: “La situación se remonta a larga data, estamos hablando de septiembre de 2018 cuando detectamos una situación problemática de gas. Se ha dilatado hasta llegar a esta instancia en la cual en la escuela no hay gas”.

“La obra de gas en sí misma estaría concluida, es una obra que llevó a cabo el Consejo Escolar con un fondo educativo municipal. Está faltando la inspección de Camuzzi”.

“Los pequeños estuvieron con caloventores pero era tanta la carga eléctrica que no se soportaba y se cortaba la luz. También el caloventor está de manera elevada, entonces el espacio que pueda llegar a ofrecer calefacción es reducido, las aulas son grandes”, comentó.

Ponte agregó que “los chiquitos comenzaron a enfermarse, habían muchos con certificado médico. Los docentes también están sufriendo la misma situación. Las clases no están suspendidas, hay un plan de continuidad pedagógica, es una reducción de carga horaria, los chicos tienen de las 10 a 12 a la mañana y de 13 a 15 en turno tarde”.

“Hoy tuve que ir a buscar tarea a la mañana porque mi hija tiene una discapacidad motora y está en post operatorio, en los próximos días debería incorporarse a la clases y en estas condiciones va a ser difícil”.

Finlamente, la madre acotó que “nuestra preocupación y la unión nos llevó a hacernos sentir, hacernos escuchar, estamos luchando por la igualdad de oportunidades para nuestros hijos y ofrecerles el clima adecuado para que los chicos estén en el aula aprendiendo no sufriendo”.

El titular de La Bancaria, Fernando García, aseguró que el Banco Santander “está incurriendo en graves irregularidades en lo que tiene que ver con las liquidaciones salariales, el reconocimiento de categorías y despidos encubiertos, desde agosto del año pasado llegan a 500 porque les hacen firmar acuerdos mutuos. Las presiones son tantas que terminan firmando”.

“Lo que hacen con la firma de estos mutuos acuerdos es que el banco queda preservado de las presentaciones ante el Ministerio de Trabajo. En la Seccional Bahía Blanca estas medidas afectaron a un compañero de Bahía y otro de Suárez”, comentó en FM De la Calle.

Respecto a la paritaria, García señaló que “si para dentro de unos quince días no se cierran va a haber paro. Nosotros pretendemos una cláusula de ajuste, gatillo o el nombre que le quieran poner, pero no podemos perder contra la inflación. Ha habido una pre paritaria donde hemos arreglado un aumento hasta mayo de un 19,5% y un bono de $12.500 de pago en dos veces, la segunda parte viene en julio”.

Trabaja desde los 18 años. Buena parte de su vida se desempeñó como empleado bancario. Ya jubilado, abriga la esperanza de un proceso político dirigido por la clase obrera. El prólogo de Pablo Heller, dirigente del PO, docente de Sociales UBA, en el contexto de una publicación de la Corriente por la Refundación de la Cuarta Internacional, fue el inicio de una conversación sobre temas cruciales de la actualidad política y, por ende, del futuro.

En este contexto, es candidato a intendente por el Frente de Izquierda Unidad. Plantea que frente a las reformas previsional, laboral y otras de tipo estructural que demandan los organismos de crédito internacionales, sólo la izquierda será capaz de cumplir con las demandas populares sin claudicar ante la tentación de recomponer una vía capitalista, nunca en favor de las mayorías.

A nivel local, considera que ocupar desde la izquierda una banca en el Concejo Deliberante –a través de la candidata Daniela Rodríguez- puede ser una buena herramienta de trabajo político para amplificar las luchas y visibilizar las consecuencias de un modelo que beneficia a pocos actores sociales.

¿Qué lugar ocupa Argentina en el concierto mundial? ¿Qué consecuencias políticas hay de las guerras económicas? Los ecos del Cordobazo. Los aprendizajes de las luchas de la clase obrera. El rol de las comisiones internas clasistas y de las burocracias sindicales. El posibilismo. Las medidas antipopulares y las continuidades sistémicas. El socialismo como alternativa. Algunas claves de esta lectura compartida.

(Por Silvana Melo para Agencia Pelota de Trapo) El oleaje del frío que inexorablemente desembarca en los inviernos no deja huellas de muerte por mano propia. No aloja gente bajo el techo de la intemperie. No expulsa niños al abismo. El enemigo no es el frío. Hay que abrigarse de los predadores sistémicos.

El oleaje de frío que inexorablemente desembarca en julio, cercano a la plenitud del invierno, interpela a los funcionarios ocasionales y los invita a repasar el camino allanado hacia la desigualdad más brutal. Pero desde la discusión pública la invitación es amable. Porque parte desde el frío. Desde los 3 grados de la noche en que Zacaríaz se durmió helado y amaneció muerto en el barrio de Monserrat. Y no desde la verdadera ola: la del desamparo que viene arrastrando con lógica de tsunami a los más frágiles. A los condenados a la calle donde les transitan miles por minuto a la vera de su desgracia.

A los condenados a la escarcha donde resbalan en las ciudades menos cementarias, donde hiela.

A los condenados a la soledad más profunda en medio del gentío.

A los condenados a la intemperie con bolsos y colchón al hombro y niños con broncoespasmo y bolsas negras para armar y sostener con lo que se pueda bajo algún puente. A la intemperie las ranchadas nuevas con su ropero y su cama, transitando la calle. Porque hubo casa y no se pudo pagar el alquiler. Porque hubo hotel, hubo pensión. Y todos los techos se derrumbaron.

Entonces el gobierno de la Ciudad hizo un censo: dicen compungidos que aumentó un 35% la gente bajo la destemplanza de todos los cielos. Y aseguran que mucha de esa gente llega del conurbano a trabajar y le da pereza volverse a casa. Entonces se tiran a dormir donde pinte. Pero casa tienen.

Dicen, con cara mustia, que son 1146 personas. El Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat porteño recordó que el año pasado contaron 1091 y en 2017, 1066. Los voceros lo repiten, como agencias oficiales. “Investigan si el frío causó la muerte de un hombre que vivía en la vía pública”, destacan. Y es verdad. Que lo investiguen. Porque Zacaríaz no murió de frío. Murió de abandono. De indiferencia. De decisiones políticas, uno de los males más letales.

El primer Censo Popular de Personas en Situación de Calle, llevado adelante por 50 organizaciones (*), contó en 2017 unas 6.000 personas bajo la inclemencia de los días y las noches. En estos días se conocerán las cifras del Segundo Censo, que comenzó a fines de abril. Aseguran que no bajarán de 8000 personas que viven y duermen en la calle. “El mapeo colectivo en 2017 arrojó un número muy superior a las mil personas que registraron los organismos oficiales: más de 6 mil hombres, mujeres y niños viviendo en la calle. Hoy estamos rondando los 8 mil y hay otras 22.000 personas en situación de riesgo de quedar sin un techo”, dijo a fines de abril Horacio Ávila, desde la organización Proyecto 7.

No es el frío.

Miguel Salvador Luna tenía 59 años. Se recostó a dormir en el patio delantero del Hospital San Felipe de San Nicolás. No murió de hipotermia. Murió de inequidad.

Un hombre sin nombre vagaba por el barrio Malvinas en San Salvador de Jujuy. No soportaba más el frío. Intentó tirarse a dormir en una camioneta. A la madrugada lo encontraron muerto. No fue hipotermia. Fue desamparo.

María Donata tenía 82 años. Murió intoxicada con monóxido de carbono en Bahía Blanca. No fue el frío.

Otro nadie murió en el baño de una estación de servicio YPF de Venado Tuerto. Sin nombre ni techo. No fue hipotermia. Fue olvido.
Y uno más, anónimo, se descompensó en Mar del Plata y murió horas después. No fue el viento filoso del mar. Fue la indolencia. Fue la desidia.

Entonces.

El oleaje del frío que inexorablemente desembarca en los inviernos no deja huellas de muerte por mano propia. No aloja gente bajo el techo de la intemperie. No expulsa niños al abismo.

El enemigo no es el frío.

Hay que abrigarse de los predadores sistémicos.

De los que manejan expedientes en los despachos. De los que presupuestan. De los que construyen una tierra para pocos. De los que afilan las escarchas para cortar los hilos que sostienen a los frágiles. De los que eligen quiénes están y quiénes no de este lado de la vida.

(*) Son 50 organizaciones, organismos de derechos humanos y defensorías. Entre ellos, Abrigar, Derechos, Asamblea Popular de Plaza Dorrego, Defensoría del Pueblo (CABA), Ministerio Público de la Defensa (CABA), Movimiento Popular La Dignidad, No tan distintas, Presidencia de la Auditoría General (CABA), Proyecto 7-Gente en situación de calle.

Fotos: Carlos Brigo, Claudia Rafael y Bernardino Avila.

En el marco del aumento de la pobreza y el desempleo en la ciudad y tras la explosión en la planta de Dow y la ratificación judicial de las pruebas de la contaminación del estuario, la agrupación Nuevos Vientos destacó: “Que unos pocos ganen cada día más, lleven sus ganancias fuera del país, a costa de nuestro trabajo, nuestros recursos y nuestro medioambiente no es desarrollo”.

El ex concejal Raúl Ayude dijo a FM De la Calle que “el discurso es macroeconómico, de déficit cero y ves que la gente está más lejos de satisfacer sus necesidades básicas y que en promesas de miles de millones de dólares de inversiones no se generan puestos de trabajo, al contrario, se terminan produciendo riesgos a la salud y medioambientales”.

“Por ejemplo lo que sucedió con la justicia y la confirmación de lo que se había puesto en duda que era la contaminación de al ría y la responsabilidad tanto de empresas como de la Municipalidad, el Consorcio, sumado a lo terrible que pasó en Dow el otro día. Cuando había pasado una hora de la explosión  y nadie sabía lo que tenía que hacer”.

“La decisión acerca de elegir un modelo de ciudad debe darse en un marco participativo de todos los sectores que componen la comunidad. No solo las empresas y el gobierno de turno, sino también las universidades, asociaciones intermedias y vecinos en general, en un debate público y abierto donde se evalúen las repercusiones de dichas instalaciones e inversiones”, afirma el comunicado de Nuevos Vientos.

Agrega que “deben recuperarse ámbitos participativos abiertos e institucionales como el funcionamiento histórico y regular que tuvo la comisión asesora de medioambiente del HCD, herramienta importante para evaluar proyectos”.

La concejala Paola Ariente confirmó que la Comisión Asesora Ambiental no se reúne desde 2018 y aseguró que hay disconformidad desde el Comité de Control y Monitoreo por el manejo de la información luego de la explosión en Dow.

“Si mal no recuerdo no nos reunimos desde mitad del año pasado, el último pedido que hice para que la Comisión Asesora se reuniera fue con el informe que hay de la causa judicial de la contaminación de la ría donde pedí que la gente del IADO, UNS y CONICET pudieran venir a explicar el Programa Integral de Monitoreo que venían efectuando. Se aprobó y nunca se citó”, comentó.

Según la web del Concejo, el último encuentro convocado por el oficialista Leandro Santomassimo fue 6 de noviembre de 2018 para discutir “la evolución del clima la ciudad en los últimos 40 años”. Ariente comentó que “es él quien hace el orden del día y convoca a las reuniones. Como coordinador es quien tiene que estipular la reunión”.

El edil participó este mediodía de una reunión con voluntarios interesados en “trabajar articuladamente un proyecto de apoyo, rescate y socorrismo para animales”.

Ariente informó que presentó una serie de cuestionamientos sobre lo ocurrido en Dow en el Comité de Control y Monitoreo donde hay “disconformidad” por no haberse enterado de los hechos”por los canales formales”.

En cuanto a los fondos destinados a temáticas ambientales, dijo que en la rendición del Centro de Control y Monitoreo “se nos explicó cuál había sido la subejecución, que por una cuestión de contrato y convenio pasaban para este año, pero respecto al dinero que se había destinado al proceso Apell, que no se había ejecutado, no se nos dio una repuesta satisfactoria de por qué no se habían gastado. Hay un guardia ambiental menos porque un inspector dejó su cargo y debe estar por abrirse el concurso. El resto no te sabría decir porque hubo una reducción de personal o de horas”.

Respecto a la  posición del bloque frente a lo ocurrido el viernes pasado, refirió que “no nos puede seguir pasando esto de que cada vez que ocurre un suceso los canales comunicativos sean tan confusos, que siempre tengamos una versión de la empresa, que si bien es válida no puede ser la única”.

“La gente no tiene la respuesta política de quienes deberían tenerla. Ni la gente ni lo concejales tampoco. No nos puede seguir pasando esto, los protocolos hay que revisarlos”, afirmó.

Cinco días después de la explosión en la planta de Dow, el intendente Héctor Gay pidió actuar “con prudencia” y afirmó que se cumplió el protocolo de emergencias aunque “hay cosas que mejorar”.

“Hemos pedido a la justicia que actúe, por las leyes vigentes la competencia del Municipio es muy reducida. Hemos acompañado al OPDS y a la justicia en el trabajo. Queremos que se investigue hasta las últimas consecuencias y que se diga lo que pasó. Sí con la prudencia necesaria pero con la preocupación de que no se repita”.

“Por suerte pudimos instalar el comité de crisis muy rápidamente, a los 20 minutos ya estaba instalado, inclusive algunos periodistas pudieron participar de la reunión”.

“Los especialistas dicen que no se puede dar una información en un evento de esta naturaleza, con el grado de certeza que como Estado tenemos que dar, antes de una hora. Se cumplió el protocolo, a los 47 minutos se brindó la información. Hay cosas para mejorar. Hemos tenido reuniones con la empresa, con la justicia y con el OPDS. El Municipio necesita, quiere y exige que haya un esclarecimiento pero obviamente prudente, en los tiempos que se manejan”, comentó.

Entre las cosas a mejorar, Gay apuntó a la comunicación mediante Radio Nacional y dijo que se vieron “atravesados por una situación lamentable que es lo de las noticias falsas que es un problema con el periodismo que quiere informar bien”.

“Que el principal medio nacional (TN) al otro día haya publicado la foto de un incendio en Córdoba diciendo que era en Bahía Blanca, o que otro medio haya publicado otro incendio en la India diciendo que era en Bahía cuando no hubo fuego nunca, es cierto que nos preocupa”.

Finalmente comentó: “Somos conscientes de que hay que dar buena información, verídica, sin ocultar nada pero tampoco hay que caer en los excesos que hemos tenido en estos días”.

(Por Astor Vitali) Debo decir Feliz día, locutor, organiza las palabras, brazas en el aire quedan, dando vuelta a cada esquina, nadie olvida que es tu vida, da varias vidas en la lengua, guante que recoge el labio, biología es parte de esto, todo el resto es el rebusque, que entre libro, disco y aire, revivís cualquier instante, te escondés detrás del vidrio, río tímido de ausencias, astro de la radio y éter, hermosura guarda siempre, resagosa comisura, pida cuando urge el tiempo, poco a poco cuando para, radio, vida en la mañana, nada es igual a la noche, che no olvides que a la tarde, desde esta radio canta un grillo, yo lo escucho hasta en el baño.

Ñoño sonso y musiquero, rock, baladas y canciones, necesita en su existencia, si apariencia es cosa sonsa, sabe de esto la tele, le diré que quien locuta, tarda tiempo en entenderse, ser de aire y ser del viento, todo el día flota y vuela, la emoción de quien va hablando, donde pisa interpreta, también sabe que no es treta, tanto gesto y tanta cosa.

Santiagueño o correntino, no se privan de este oficio, ionizando en cada piso, solo con sus tonos sabios, oscilando las alturas, hasta darle envestidura, ratifican la cultura, pido el acento suena, nadie diga que esta tierra, rapidito gana olvido, donde debe haber sonido, dolía el tímpano del neutro, trogloditas sordos saben, vendrán tiempos en que el cuerpo, pose sabio en la palabra, ramificando su esencia, y ha de saber en su acento, todo el río suena a tiempo.

Debo decir Feliz día, locutora, radia radio reinventada, dabas risa, clima y hora, ratificabas con gestos, todos te pensaban solo, los ratitos y rincones. Necios todos tontos bobos, voces grandes grandes mentes, te estimulan las cimientes, te escriben grandes los dientes, te articulan emociones, necios todo tontos bobos, boludones de gerentes, te ponían a un costado, ¿nde sacan a estos mocos?, cocoliches sin talento, lento el tiempo acomoda tus virtudes locutora, radio feminista suena, nadie escapa a esta frecuencia.

Rima mala fofa y triste, te escribí cual trabalenguas, hasta ahora siento amor, ordenando el sentimiento, todo el tiempo que locuto, todo el tiempo que te escucho, chocho chancho chichonero, roto, ágil o a destiempo, pobre vida sin el tiempo, posado sobre unos labios, osados en sus palabras, aspira la pena y espeta la vena, nada ya es igual lo digo, gozo cuando sin remedio, dioses que ya son olvido, don de voz sonando en vivo, vos sabés que sos destino, no del vil palabrerío, río río y me deliro, rozagante sos destino, novel verde en cada día, diapositiva mía, y hasta que nos ligue el viento, todo es aire y todo es tiempo.

Alejandro Barrera, secretario general de la Unión Jerárquicos Petroquímicos, aseguró a FM De la Calle que les preocupa que las responsabilidades de la explosión en la planta Dow recaigan sobre el personal jerárquico de la empresa, el cual no cuenta con representación sindical.

“Muchas de estas compañías cuando hacen esas investigaciones llegan a conclusiones donde los mandos medios, que serían nuestros afiliados, son atacados o despedidos y sin tener la incidencia de un sindicato. Nos perdemos la posibilidad de defender al personal que es el más fácil de atacar, en el sentido que se puede responsabilizar a la gente sin verificar qué pasó”, afirmó.

Barrera aclaró que “hace dos años convocamos a la gente de Dow pero el día que les informamos que estábamos haciendo reuniones para conformar el sindicato despidieron a una persona. Después no pudimos convocar a nadie más. Lamentamos no tener representación en Dow”.

La UJPe está conformada por los mandos medios y superiores, administrativos, profesionales y técnicos. En la actualidad su desarrollo comprende a integrantes de la plantilla de Unipar Indupa.

“Lo único que veo que estuvo mal es una cuestión de comunicación, evidentemente las redes sociales son mas rápidas que los medios. Todo el Polo está monitoreado por el CTE y es quien debería comunicarle a la comunidad lo que pasó, es el primero que se entera. A los cinco minutos ya había fotos circulando, me parece que hay que comunicar más rápido para que la gente no se asuste”, opinó.

Barrera integra la mesa sindical de la CGT, espacio al cual representa en las reuniones de la Comisión Asesora Ambiental que coordina el concejal de Cambiemos Leandro Santomassimo. “Este año no nos convocaron nunca, antes hemos tenido algunas reuniones donde se discutían temas de medio ambiente de la ciudad”, dijo.

La empresa Dow difundió anoche las primeras imágenes del sector de la planta Craker 2 que explotó el viernes pasado y causó conmoción en Ing. White y Bahía Blanca.

El registro de fotos y videos en el lugar había sido impedido en primer término a bomberos y a algunos periodistas que fueron invitados a recorrer el sector el lunes. La empresa adujo “cuestiones de seguridad”.

Sin embargo, sí pudieron hacerlo el fiscal Christian Aguilar y el juez Guillermo Mércuri durante la inspección ocular que realizaron el domingo para dilucidar si hubo daño a trabajadores o bienes de terceros y, en consecuencia, se configuró delito durante el incidente.

Horas después de la explosión, Dow informó que se trató de “un acontecimiento sonoro sin presencia de fuego”. El fin de semana, la empresa publicó una solicitada en la cual sostuvo la minimización de la gravedad del episodio y agregó que lamentamos profundamente lo sucedido y pedimos sinceras disculpas”.

La periodista Soledad Barruti presentará su libro “Mala leche” en Bahía Blanca. Será este jueves, a las 20, en la Biblioteca Rivadavia.

La investigación analiza al “supermercado como emboscada” y continúa la propuesta de “Malcomidos: cómo la industria alimentaria argentina nos está matando”.

“La comida para chicos es la peor de la góndola, la que uno no compraría en búsqueda de salud, estamos alimentando a las nuevas generaciones a base de azúcar, llenos de harinas blancas y aceites de la peor calidad. Como resultado aparece una sociedad más enferma, con niños que se enferman de cosas que nunca antes se habían enfermado”, afirmó la autora.

Barruti sostiene que la mala alimentación parte de “una confluencia de libre mercado y no regulación absoluta, en donde la industria ha ido ganando más espacios producto de confundir la publicidad con información, de hacer acuerdos con sociedades científicas, con profesionales de la salud en los que confiamos, a los que los terminan instruyendo en base a lo que las marcas pueden ofrecer, tienen visitadores médicos en los consultorios de los pediatras, stands fijos en los congresos, son los que muchas veces sostienen las sociedades de nutrición y pediatría, y eso va moldeando una idea alimentaria de la que nos cuesta salir”.

A la confusión que esto genera la autora agregó que “la posibilidad y acceso a los alimentos frescos y buenos se volvió cada vez más complicada. Los productos comestibles y bebidas son sumamente adictivos, entonces entre que la comida de verdad no está, lo que nos llega como mensaje de que esos comestibles son buenos y que son adictivos, tenés la trampa perfecta“.

Barruti destacó que “la única manera de darle de comer bien al mundo es la agricultura a pequeña escala. No con las lógicas de sobreproducción, de tirar comida, de agrotóxicos. Las personas que más inseguridad alimentaria tienen son las que viven en zonas rurales, el sistema actual ha desplazado a trabajadores, personas que vivían en esos campos donde se producía alimento, es un tema complejo, sin embargo, las soluciones están ahí”.

La periodista afirmó que “estamos acostumbrados a pensarnos como consumidores, somos seres sociales alrededor de la comida, comemos en sociedad, ninguna persona come pescado y algas a la mañana como en Japón porque sencillamente comemos lo que come el resto. Eso habla que comer es un acto social y que nos vincula con la gente.  Lo que debería pasar es que se debería socializar la información, hacer cambios comunitarios en las escuelas, trabajos, etcétera”.

El economista y  columnista de FM De la Calle Francisco Cantamutto analizó las implicancias y posibles puntos de conflicto que traerá la puesta en marcha del acuerdo consensuado entre el Mercosur y la Unión Europea.

“Es una medida con efectos de muy largo plazo buscada de cara a las elecciones. Por otro lado, para lograr el acuerdo se pone por encima la ideología librecambista y la postura negociadora de entrega absoluta para obtener el resultado. No es una conquista para el país ni para el bloque regional, es un retroceso en términos institucionales. La Unión Europea pudo imponer todas las condiciones que estaba demandando”, afirmó.

Cantamutto agregó que “es una especie de colonialismo del siglo XXI que no tiene nada prometedor para dejarnos. Por suerte no está todavía consolidado, las críticas no son solo de acá sino europeas también. Tenemos que hacer lo imposible para que esto no pase por el Congreso. Es una entrega del país y del bloque a los capitales europeos”.

El economista destacó el hermetismo en torno a lo negociado: “Las cámaras PyMEs como la Unión Industrial han salido a declarar que nunca tuvieron participación en esto, que no se las consultó y que no están de acuerdo. Los representante sindicales de la CGT y CTA han hecho pedidos formales y nunca se les ha dado información. Cuando se filtra en Europa nosotros los conseguimos acá. El gobierno que se jacta de la transparencia no está haciendo el acuerdo en esos términos”.

¿Qué implica el acuerdo en medidas económicas?

1- Desregulación del comercio en el sector industrial”

“La mayor parte del comercio con UE ya está liberalizado, las posiciones arancelarias o de negociación de trabas al comercio de este acuerdo son con sectores sensibles como el automotriz. Estamos ante el riesgo real de que el sector automotriz si no desaparece quede reducido a una cosa mínima. Recordemos que este sector tiene un enorme entramado de cadena de proveedores hacia atrás en la industria metal-mecánica”.

Cantamutto agregó que “hay dos sectores en el Mercosur con protección especial: el automotriz y el azúcar. Si quitás esas protecciones es muy probable que el abastecimiento de autos en la región provenga de otras latitudes: Europa, Asia. Si se quita la protección y la industria automotriz deja de producir se pierden esos empleos y el entramado hacia atrás y hacia adelante”.

Los estudios que llevó a cabo Paula Español, ex secretaria de Industria del gobierno anterior, indicarían que “en todas esa cadena productiva podrían perderse 185 mil puestos de trabajo, es más que toda la fuerza laboral de Bahía Blanca. Esto puede repetirse para otras cadenas industriales”.

2-Nos reduciría a la exportación de bienes primarios

“Dentro de la agroindustria son muy pocos los bienes que podrían obtener una cota mayor, concretamente hablamos de la industria ganadera. El agro en Europa sigue subsidiado y con protecciones para-arancelarias, puntualmente controles fitosanitarios o normas de calidad de otro tipo. Agregan que la producción en el Mercosur está fundamentalmente apalancada a través del uso masivo de agrotóxicos. En Europa han elevado los estándares de calidad ambiental y no están dispuestos a recibir estos productos que consideran potencialmente riesgoso para la salud”.

“Esto llevaría a perder toda la cadena industrial y exportar muy pocos bienes con poco valor agregado en la producción primaria“.

3– Patentes

“La Unión Europea insiste mucho en la protección de los derechos de la propiedad intelectual, el uso de medicamentos genéricos podría desplazarse de 10 a 20 años, con lo cual la medicina se encarecería mucho porque habría que pagar las patentes de las farmacéuticas europeas 10 años más. Es un golpe directo al bolsillo. En otras áreas también es patentamiento de material genético local, una discusión del Congreso como la Ley de Semillas, es impedir que los productores manejen su propio material genético y tengan que comprar la semilla a Europa”.

4-Obra pública y compras estatales

“El tratado propone que tanto para la obra pública, licitaciones y compras de empresas estatales, no podrían tener preferencia que promuevan la contratación de empresas o PyMEs locales. Las empresas europeas podrían licitar igual que las locales y las locales no serían capaces de competir. Esto produce una devastación de empleo y más salida de recursos en la balanza de pago. Esto se compensaría buscando divisas por otros lados, ¿cuáles serían esos otros lados? Los mismos que el tratado impugna como problemáticos, que son el extractivismo y la producción agroganadera y minera en condiciones insostenibles“.

(Por Astor Vitali) La explosión ocurrida en la madrugada del viernes pasado en la planta de Dow evidencia una serie de elementos soterrados de los que nuestra sociedad prefiere no tomar nota. Son rasgos distintivos de una ciudad cuya piedra fundacional contemporánea es falsa: a Bahía Blanca le llegaría la hora de disfrutar de las mieles del desarrollo y del progreso.

Tal es la paradoja, que todo ocurre bajo la intendencia del principal lobbista de un sueño pequeño burgués que nunca llegó: Hector Gay. Más de tres décadas al frente del medio masivo más importante (en el anterior panorama de medios) repitiendo las virtudes de un progreso que nunca pasó del estadio de promesa y, además, fustigando a los sectores sociales críticos con una visión alternativa de desarrollo económico.

En el fondo, socialmente, hay dificultades para reconocer que este modelo basado en el derrame de un supuesto desarrollo ya ha fracasado y todas las promesas son repetidas y vacuas.

El factor más cercano –a toda persona- cuando ocurren incidentes de esta naturaleza es la inseguridad. Con la mano en el corazón, nadie cree ya absolutamente nada de lo que pueda decir el Comité Técnico Ejecutivo. Las declaraciones de Cesar Pérez se asemejan al sonido de un ruido continuo, un motor por caso, al que ya nadie le presta atención. “Se labraron las actas pertinentes y no superó los límites establecidos. Seguiremos investigando”.

Ahora aparece el plano de la Justicia que -el tiempo dirá- podrá actuar como un sector público activo velando por la salud de la comunidad o como una nueva pantalla para la articulación del libro de las excusas.

Por otra parte, no cabe duda que el sentimiento de inseguridad al que se ve sometido nuestro pueblo surge de una verdad comprobable: nadie sabe muy bien qué hacer, dicho en criollo: para dónde salir corriendo, en caso de que algo grave ocurre. No hay un plan de contingencia articulado por el estado de manera seria. ¿O es que a esta altura debemos considerar al serio al proceso APLLE? Vamos. ¿En serio me tengo que levantar a escuchar la FM de la radio pública?

Pero lo que subyace a todo este sentimiento de inseguridad pasa por la cuestión de fondo: el polo petroquímico y el modelo portuario bahiense no se limita a un modelo económico sino a un modelo de vida sobre el que se basó la construcción cultural y ciudadana de los últimos treinta años.

Se sigue esperando de estos dos sectores una suerte de sabia milagrosa de sus troncos de promesas. Sin embargo, esta claro que en cuento a beneficios ciudadanos no son más que dos troncos viejos, secos y cuyo único líquido vital emana de la putrefacción de sus desechos. Es lo que tienen para ofrecer. Putrefacción.

El problema central de esta ciudad reside en seguir esperando de ese modelo que nos vendieron los tipos que sí se enriquecen de él (por derecha o con prebendas) de seguir esperando de ese modelo algún tipo de bienestar ya sea económico, social o de progreso.

Podríamos invertir los términos y decir que no es cierto que las empresas como DOW no nos dan seguridad: por el contrario, tenemos la seguridad de que mientras las expectativas sociales giren en torno de su modelo productivo nada bueno podrá ocurrir en esta Bahía.

¿Y entonces, qué? ¿Es que no hay un modelo económico alternativo al que acudir? ¿Al menos uno al que ir esgrimiendo? ¿En serio? ¿Quién dice?