Este domingo se realizarán elecciones legislativas en Venezuela. 167 bancas parlamentarias se ponen en juego junto al futuro de la Revolución Bolivariana. En diálogo con el programa En Eso Estamos de FM De la Calle, el periodista y militante Modesto Emilio Guerrero advirtió que si bien el chavismo puede ganar, un triunfo de la oposición habilitaría la posibilidad de un referéndum revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro. Compartimos aquí la entrevista.
-Este domingo hay elecciones en Venezuela, en un momento particular del proceso bolivariano. En estas últimas horas tanto el chavismo como la oposición se manifestaron en Caracas en el cierre de campaña. Qué está en juego es lo que queremos conversar con Modesto Emilio Guerrero. Modesto, ¿cómo estás?
Que tal, buen día.
-Está complicada la situación en Venezuela, ¿no?
Muy complicada porque estas elecciones agarran al chavismo en su peor momento. Es como un gobierno meado por los monos, porque tiene que atravesar por la peor crisis económica desde el año 89/92 en términos de recesión, similar a la de Brasil y a la de Argentina que no es tan sentida. En Venezuela es cruda, lleva cuatro años y medio.
Luego, el colapso del precio del petróleo que es la causa pero que tiene efectos colaterales. Y el colapso ya grave del sistema de consumo de productos ligeros, alimentos e higiene personal, que es lo que más fastidia a la gente. A esto se suma la tradicional violencia callejera o inseguridad, delincuencia, que tiene cincuenta años y el chavismo no pudo sobrellevar, mejoró un poquito pero no estructuralmente, y se mantiene como un factor de angustia en la población. Más una inflación que anda por el 600%, es la moneda más devaluada del planeta tierra, ya con eso te imaginas que es muy malo.
Ese es un combo muy explosivo y es lo que ha puesto el mal humor. Entonces la oposición tiene todas las posibilidades de ganar -relativas o amplias- estas elecciones. Pero el chavismo puede ganar. Esa paradoja se debe a causas muy profundas de la realidad venezolana que están por debajo de las encuestas. Si nos guiamos por las encuestas el chavismo pierde por 20, 15 o 25 puntos. Si nos orientamos por la realidad más subterránea de la sociedad venezolana, el significado del chavismo en términos materiales de bienestar social e ideología en el peso de la gente, en la conducta, eso no es tan seguro que sea 20% o que incluso pueda perder. Eso ya no es tan seguro.
-Más allá de la repercusión directa del precio del petróleo, ¿cuánto ha habido en las causas para llegar a esta situación por parte de responsabilidades de la oposición -que tampoco le ha hecho las cosas muy fáciles a Maduro- y por parte del propio gobierno de Maduro de no encontrar la manera adecuada de encauzar este tramo de la historia?
Es la combinación perfecta la que has marcado porque, por un lado, Venezuela como Estado Nación y como gobierno es el más asediado, cuestionado y atacado por los factores del poder mundial, después de Irán, por Estados Unidos, OTAN, sus gobiernos y sistemas de medios. Irán incluso ya bajó después del Pacto de Irán. Ni siquiera Ucrania o Rusia son tan atacadas como el caso de Venezuela.
Es el problema más importante que tienen en el hemisferio occidental, es un gobierno que aun sin Chávez – que ya es bastante- sigue siendo una dificultad porque tiene una orientación estratégica, geopolítica y política interior en América Latina opuesta a las estrategias u orientaciones de Estados Unidos y la OTAN. Eso es muy complejo, ellos no lo van a permitir.
Eso a nivel exterior significa que Venezuela tiene la peor imagen en este momento, es una victoria de ellos en términos simbólicos, han logrado sembrar una imagen negativa de Venezuela, es lo que yo llamo “estar meado por los perros” como imagen exterior.
Y a nivel interior, como eso es más difícil porque en Venezuela hay muchos medios comunitarios, el más leído del país es uno comunitario y muy democrático y luego están los medio estatales, el propio Estado ha ido avanzando sin violencia, sin ninguna medida antidemocrática, ha ido avanzando sobre el poder de los medios que tenía la derecha y por asociación económica, que es una ley del capitalismo así que no se quejen, es según sus propias reglas, el Estado ha ido comprando acciones. Eso es un problema de capitalistas, les gusta la plata, ellos reciben la plata.
Pero eso a nivel interior, como no pueden, entonces han actuado mediante recursos que ahora se llaman de guerra de baja intensidad. Saboteos -en estas doce últimas semanas hubo tres saboteos eléctricos ya verificados- y, sobre todo, el colapso en el consumo. Lo que le hicieron a Allende en el 73 por casi un año se lo están haciendo a Venezuela de otro modo, que es violentarle el consumo, cortarlo y poner a la gente en ese estado de angustia que por supuesto siempre paga “papá gobierno”.
Si a eso le agregas la burocracia estatal que es muy mala gestora, como toda burocracia en cualquier lugar, y la corrupción que generó un déficit de 4 mil millones de dólares que se fueron de la banca oficial a la privada, bueno, entonces como que faltaba alguien a la familia y vino el loco y puso la torta.
-¿Qué nivel de desarrollo tuvieron en estos años y en este contexto las estructuras que se proponían desde el Socialismo del Siglo XXI como nuevas formas organizativas de la sociedad, por ejemplo, las comunas, consejos comunales…?
Han sido muy desigual. Por un lado es exponencialmente maravilloso lo que se ha desarrollado mediante comunas y otras formas de organización, son 23 formas. La principal es la comuna, la más sonantes y la más conocida además. Hace tres años y medio en Venezuela existían tres comunas, hoy hay más de 1800. Es una maravilla como resultado y como desarrollo, pero esas comunas todavía no pueden cumplir, o no saben cómo cumplir el mandato, el proyecto, el programa que el comandante Chávez de transformar el Estado burgués, darle vuelta, vaciarlo de su contenido parasitario y convertirlo en un Estado comunal, que además de un programa político es el mandato póstumo que le deja a Nicolás Maduro y su gobierno para que lo cumpla, comuna o nada, destruyan el Estado burgués y hagan un estado comunal.
Un poco tarde, Chávez llegó a esa conclusión o comprensión, más o menos diez u ocho años tarde, después que se lo dijimos, después que empezó a leer y comprender. Para algunas cosas Chávez era bastante lento para asimilar porque no tenía una formación ni marxista ni de ningún tipo de estas corrientes –tenía lecturas pero eso no significa formación conceptual- y le costaba entenderlas pero cuando las entendía era el primero en la batalla por eso. Lo comprendió en 2012 y ya era tarde porque sin él es mucho más difícil.
Entonces hay un gran desarrollo social de las comunas pero un lento, debilísimo o débil, no sé cómo evaluarlo, desarrollo político del desarrollo social de las comunas. El poder se mide en el área, en la dimensión política de la sociedad, no en la dimensión de la vida social o económica. Y mientras las comunas no se trasformen en poder político nacional, mientras no lo hagan, el poder dominante será el heredado de la vieja república, la IV República, el poder de la burguesía administrado por una caterva de burócratas y corruptos que se han hecho multimillonarios en la cima del poder.
-Pensando en el probable resultado de este domingo, ¿implica que el chavismo puede perder una mayoría que ha tenido durante más de una década si no me equivoco?
Desde el año 2005, efectivamente, una década exactamente. La oposición hizo un boicot y no participó creyendo que con eso iba a dañar al gobierno seriamente, bueno, le hizo el mejor favor porque por ocho años no hubo oposición en el Parlamento. Al mismo tiempo el chavismo se hizo un daño porque teniendo todo el poder se las creyó todas y pensó que podía arreglárselas sin oposición.
No es así cuando tienes una república burguesa. Si eliminas la república burguesa y mantienes la democracia de otro modo, el sistema de derechos de otro modo, si se puede. Pero en Venezuela se quiso hacer un injerto, que es un viejo injerto del siglo XX de la República de Weimar y eso no se puede. Tienes que decidir o hacer la revolución completa o acostumbrarte a convivir con el enemigo negociando. Eso es lo que creyeron que no iba a ocurrir y es lo que va a ocurrir, negociar en este caso es que si gana la oposición el domingo tienes que negociar como lo está haciendo Cristina acá -no siendo lo mismo- el gobierno kirchnerista con el gobierno de Macri.
Esa es la dificultad, si la oposición gana la mayoría no es que gana el poder porque la Asamblea Nacional, el parlamento venezolano no es una institución con un rol como el que tiene el Congreso brasileño, o el norteamericano o el de Chile. Es un rol menor. Pero hay dos cosas que saber, uno el peso político popular, digamos cultural, que tiene la Asamblea Nacional. Uno de los canales de noticias más visto del país es el canal de la Asamblea Nacional. Y dos, si ellos ganan la mayoría simple de la Asamblea -vamos a jugar por lo más favorable para nosotros, la simple-, si la ganan tienen todo el camino abierto para pedir un revocatorio en julio del año que viene y echar a Maduro del poder y abrir un proceso electoral nuevo donde se sabe cómo comienza y no como termina. Puede terminar en guerra civil, en revolución social o en contrarrevolución con intervención yankee. Eso no se sabe, solo se sabe que habrá un proceso electoral porque ellos habrán logrado con el referéndum revocatorio, el punto débil, el nudo más roto que tiene la institucionalidad venezolana.
La esposa del opositor Leopoldo López festejó el triunfo de Macri en el bunker de Cambiemos.
-Por último, ¿cuánto daño crees que puede hacer Macri en lo regional en relación a Venezuela teniendo en cuenta que ha tomado el tema como un punto central de su política exterior?
Mucho daño a mediano plazo y poco en el corto. En el corto poco porque no tiene todavía ni el consenso ni los argumentos o recursos legales para echar a Venezuela del Mercosur e insistir también en la Unasur para aislarla. Pero si el año que viene Evo Morales no es electo, en febrero son las elecciones, y ya Correa se despostuló, dijo que no va a repetir, le queda a Macri tres aliados, una que esta por irse porque la puede echar por el impeachment o juicio político que es Dilma Rouseff -este año pueden salir del gobierno Dilma Roussef y Maduro al mismo tiempo si en un lado el juicio político prospera y en el otro le hacen el referéndum revocatorio-. Bolivia es casi seguro que gana porque ese es un tipo inexpugnable, ese era como Chávez, gana todo.
Bien, ahí no dudo pero Bolivia no pesa en el Mercosur, aunque se vota por consenso. Entonces les quedan los dos aliados que son Uruguay y Paraguay. El Paraguay ya ha declarado, Uruguay soterrado, se sabe que apoyaría a Macri contra Venezuela pero todavía no se atreven a decirlo. Y Brasil que si cambia gobierno cambia para la derecha van a apoyar, de hecho la mitad o un poco más de la mitad de los ministros del gobierno de Dilma, incluido alguno del PT, estarían por aplicarle la medida. Ya lo dijo el ministro de Comercio en Santiago de Chile la semana pasada, que está de acuerdo con que se aplique la cláusula democrática.
O sea, no es muy buena la perspectiva. Dicho eso, no es seguro que el chavismo pierda este domingo. Hasta hace una semana estaba muy convencido de que perdía, una semana para acá empezó a moverse el subterráneo del chavismo. El subterráneo es la vida profunda, las raíces sociales del chavismo. El acto de ayer a la tarde es una muestra, hace rato que no se juntaban 150 mil personas en la avda. Bolívar. Dos, la maquinaria electoral del chavismo hizo una acción descomunal a nivel territorial. Y tres, las comunas y todo el chavismo crítico, incluso hasta el más crítico menos dos grupitos, están haciendo campaña. Al revés de Argentina están todos unificados en defender porque allá si es clara la posición: o es izquierda o es derecha, no es Scioli o Macri, es izquierda o derecha. Allí es como que hubo un temblor en el temor de la gente de que si llega la derecha a la Asamblea Nacional va a derogar un montón de leyes y resoluciones que dependen de ese organismo.
-Modesto, muchísimas gracias, un abrazo.
Igualmente.