Crece la preocupación entre personas que viven con VIH por la escasez de reactivos para el estudio que analiza la carga viral. El mes pasado fue denunciada la falta de drogas para tratamientos.
“Normalmente tenemos que hacer dos cargas virales por año, o al menos una, y como había faltante lo que estaban haciendo era restringirlo solamente a personas en embarazadas y diagnósticos recientes. Ahora la situación es tan crítica que restringieron las cargas para todo el mundo. Se comunicó desde Nación que no iba a haber por lo menos por lo 4 próximos meses”, comentó el presidente de la Fundación Grupo Efecto Positivo, José María Di Bello a FM De la Calle.
“La carga viral es el análisis que las personas que tenemos VIH nos hacemos para saber cómo está la cantidad de virus en sangre. El tratamiento lo que hace es disminuir la carga viral al mínimo, a punto tal que la carga es tan por debajo del umbral que no lo detecta. Es lo deseado para que el VIH se convierta en una dolencia crónica”.
El origen se debe a la falta de previsión en las compras por parte de la Secretaría de Salud de la Nación: “Había una previsión de un stock de un año y medio. Antes que se acabaran los medicamentos, los preservativos, los reactivos, la leche maternizada, ya estábamos comprado o iniciando los expedientes que llevan todo un tiempo de aprobación de publicación, entre tres y seis meses. La última licitación que intentaron sacar se les cayó. Sumado a la devaluación y la crecida del dólar, que significa que los laboratorios no fijen precios de lo que va a costar el reactivo para hacer la carga viral y por eso no se concretó la última compra”.
Lo recomendable para quienes viven con VIH es que se realicen los análisis entre dos y tres veces por año. Sin embargo, la excusa principal del gobierno ante el faltante es una sugerencia de la Organización Mundial de la Salud.
“Plantea que en los países con extrema pobreza y con mucha dificultad para tener los insumos que, en vez de dos veces por año, se realice una. Eso lo tomaron en Argentina para salvaguardar la situación que tenían de faltante de stock. Así tenían que usar la mitad de los recursos por año”.
Por último, Di Bello comentó que “no solo faltan medicamentos, reactivos y preservativos, sino que falta la leche de fórmula maternizada para darle a las personas con VIH que tienen bebés, la indicación es no darle el pecho porque es una vía de transmisión. Tuvieron que recurrir al programa de Ciudad de Buenos Aires para abastecer a Nación pero ya no está alcanzando tampoco”.