En la legislatura bonaerense se discute la reforma del Fuero Penal Juvenil planteado por la gobernadora Vidal y el ministro de Justicia y desde la Comisión Provincial de la Memoria publicaron la semana pasada un comunicado donde manifestan que “se trata de un proyecto regresivo en materia de derechos que atenta contra las garantías constitucionales de nuestras niñas, niños y adolescentes”. Roberto Cipriano García, secretario de la Comisión (CPM) se refirió al respecto en FM De la Calle.

Desde la provincia dicen que hay muchas causas en los juzgados pero según García “el proyecto está fundado en una foto vieja, la situación cambió. Entre 2014 y 2017 el fuero recibió un tercio menos de causas y así el argumento central de la reforma se cae rápidamente”.

También aseguró que “es un reclamo más corporativo de jueces y fiscales, están planteando eliminar al juez de garantías que interviene en la etapa de investigación –primera etapa del proceso– y que todos sean jueces de responsabilidad penal juvenil que intervienen en el juicio –segunda etapa–. Perder especificidades tiene un sesgo punitivo importante porque se saca al juez que controla el cumplimiento de garantías y derechos de imputados, los pibes, en la etapa de la investigación”.

En la actualidad lxs pibxs quedan a disposición de la policía durante un plazo no mayor a 12 horas, sin embargo otro pedido de los jueces es que se amplíen los plazos a 18 horas, alegando que “muchas veces el plazo cae de madrugada y el juez tiene que trabajar toda la noche y esto atenta contra la eficacia. Esas horas que se incrementan… el pibe permanece detenido en la comisaría, incluso en patrulleros, a disposición de la policía; con las reiteradas situaciones de padecimiento de torturas que se han relevado o de violencia policial”, expresó.

Además el secretario aclaró que esta reforma “no va a tener un impacto en el funcionamiento del sistema porque las causas disminuyeron. La etapa de juicio tiene menos causas pero con más trabajo y gestión. El fuero está a cargo de la ejecución de la sentencia –la aplica y controla cómo se cumple–. Esa tarea que ni siquiera es considerada en el proyecto y no tiene relevancia para la justicia, es ir a controlar cómo están esos pibes en los institutos de menores”.

La Comisión lleva publicados once informes anuales que registran los padecimientos en estos lugares y las graves violaciones a los derechos humanos, “eso es lo que hay que atender”, afirmó García. “Todo eso no lo va a controlar judicialmente ninguna autoridad; no están pensando en los problemas del sistema sino en acomodar el sistema a la conveniencia de ciertos operadores judiciales. […] La reforma no apunta a la mejora del sistema sino a que se torne más despiadado y garantice menos derechos”.

Sobre lxs senadorxs de la provincia comentó que se reunieron en un plenario de comisiones donde fueron escuchados y pudieron manifestar su opinión. “Este proyecto de reforma iba a pasar por comisiones de seguridad, legislaciones generales y de asuntos constitucionales pero no por la comisión de niñez, cosa que algunos senadores consideraron necesario. Ahora estamos a la espera de que se acepten los aportes”, concluyó.

Con 15 represores imputados y un nuevo tribunal iniciará dentro de cuatro meses el sexto juicio por crímenes de lesa humanidad cometidos en Bahía Blanca y la región. Es un nuevo tramo de la investigación sobre los hechos ocurridos bajo el control operacional de la Armada Argentina desde la Base Naval de Puerto Belgrano de Punta Alta.

Serán los jueces Luis Salas, Marcos Aguerrido y Oscar Albrieu quienes reemplacen a los renunciantes Jorge Ferro, Martín Bava y Mario Triputti en la subrogancia del Tribunal Oral bahiense. La Fiscalía estará representada por Miguel Ángel Palazzani.

Los genocidas acusados son en su mayoría ex altos mandos de la Armada. La causa comprende 68 casos en los que se investigan los secuestros, torturas y, en algunos supuestos, el asesinato de las víctimas. 65 de ellos resultaron acreditados en el debate oral finalizado en 2015, tras el cual fueron condenados a prisión perpetua 18 militares y otros cuatro tuvieron penas de entre 8 y 18 años.

De los 15 imputados, 12 serán juzgados por primera vez mientras que los tres restantes fueron ya condenados a prisión perpetua por otros hechos. Se trata del ex capitán de navío Enrique de León, quien actuó como Jefe de la División Contrainteligencia del Departamento Operaciones de la Base Naval de Infantería de Marina (BNIM) “Baterías”; el ex vicealmirante Eduardo Rene Fracassi, comandante de la Fuerza de Tareas (FUERTAR) 9; y el ex prefecto Francisco Manuel Martínez Loydi, jefe de Informaciones de la Prefectura Naval en esa zona.

Los nuevos acusados son el ex capitán de fragata José Abdala Figueroa, ex jefe de la División Cuartel Base del BNIM; el ex capitán Carlos Enrique Lacoste, que cumpliera diferentes funciones, entre ellas, la de jefe de Personal en el Batallón de Infantería de Marina 1; el ex capitán de fragata Héctor Francisco Lobbosco, quien fue jefe del Departamento de Inteligencia de la BNPB; el ex teniente de navío Alejandro Carlos Lorenzini, quien se desempeñó como ayudante jefe de diferentes secciones de la Brigada de Infantería de Marina 1 (BRN1); el ex capitán de fragata y jefe del Departamento de Inteligencia del Comando de Aviación Naval, Carlos Alberto Louge; el ex teniente de navío y 2do comandante del Batallón de Comunicaciones 1 (BIC1), Arturo María Quintana; el ex 2do comandante y jefe de operaciones e inteligencia del Batallón Comando, Emilio José Schaller; el ex capitán de fragada y subjefe de la Base Aeronaval Comandante Espora, Miguel Ángel Torrá; el ex capitán de corbeta y jefe de inteligencia de la BRN1, Álvaro Hernán Hermelo; el ex capitán de corbeta y jefe del BIC1, Rómulo Augusto Illa; el ex teniente de navío y jefe de operaciones, personal y logística del BIC1, Aristóbulo Nicanor Moreira, y el ex capitán de corbeta y comandante del BIC1, Ricardo César Araujo.

Docentes de escuelas públicas de gestión privada convocan mañana a las 15.30 a un encuentro en el Paseo de las Esculturas (entre Caronti y Casanova). “Es un encuentro para poder reunir docentes de diferentes instituciones y plantear estos problemas colectivamente”, comentó Daniel Ramírez unx de lxs organizadorxs en FM De la Calle.

Respecto a las dificultades que enfrentan en el ámbito privado comentó: “no poder adherir a medidas de fuerza que consideramos justas, nos vemos presionados o condicionados, no tenemos la posibilidad de tener la misma estabilidad con la que se cuenta en el estado”.

“Falta discutir problemáticas o cuestiones que tienen que ver con la escuela, con el estatuto docente y nuestros derechos. En algunas escuelas se plantean limitaciones a acceder a cierto tipo de licencias, el pago de salarios –desfasajes con pagos, atrasos–. Hay muchas dificultades en el ámbito privado. El ofrecimiento del 15% ya lo consideramos sumamente retrasado en relación a la inflación actual”.

El docente de historia mencionó el presentismo como una posible medida: “nos parece bastante grave porque condiciona muchísimo lo que tiene que ver con las licencias docentes. Uno pierde presentismo automáticamente por razones que el estatuto considera válidas como: cuidar a un familiar enfermo, paternidad, enfermedades. Vemos con mucha preocupación el hecho de que el año que viene se termina el acuerdo por el incentivo docente –porcentaje alto de nuestro sueldo–, y se les puede ocurrir reemplazarlo por el presentismo”.

También opinó que “es un mecanismo a través del que el gobierno intenta disciplinar a los docentes. El objetivo pasa por eso y empezar a restringir muchos de los derechos con los que hoy contamos; como la campaña de poner a la gente en contra, señalar docentes como culpables de la baja calidad educativa cuando nosotros consideramos que hay un contexto en el cual la educación se viene desfinanciando hace tiempo”.

Finalmente se refirió a la implementación de la ley de Educacion Sexual Integral (ESI): no está planteada como contenido que tendría que ser transversal a las diferentes materias y no solamente a un módulo como ‘Salud y Adolescencia’. Hoy queda librado a la iniciativa de cada docente y no forma parte de una política de estado.

(Por Paula Ércoli) 26 horas discutió la Cámara de Diputadxs la despenalización y legalización del aborto. Sesión maratónica. La sociedad entera transformada en ágora teñida por la presencia embravecida del movimiento de mujeres y del feminismo construyó un sí masivo y contundente a la interrupción legal del embarazo.

Marcela Serrano, escritora chilena, hace algunos años escribió una historia de mujeres que habla fundamentalmente de las mujeres. El contexto de la novela estaba situado en el retorno a la democracia luego de la dictadura de Pinochet. La novela se tituló “Nosotras que nos queremos tanto”.  Cuatro mujeres amigas se reunían en una casa junto a un lago y se contaban sin tapujos qué había sido de sus vidas durante años anteriores. En el medio de las conversaciones se entremezclan sus opiniones sobre sexo, parejas, emociones, relación con sus hijos e hijas y sobre la política. Un paréntesis en el trajín de la vida de estas mujeres, una especie de desahogo, un socorro necesario para continuar.

Hace unos días en el contexto previo a la histórica victoria de las mujeres en el Congreso, asistí a una reunión casi similar a la que relata Marcela, una sesión más maratónica que la de lxs legisladores/as, no por la extensión, sino por la tarea que llevan adelante las mujeres que allí estaban presentes; la tarea de socorrer a otras mujeres. Esta era una plenaria de Socorristas en Red de Bahía Blanca.

Si se pudiera expresar la diversidad del feminismo en la comida y en los gestos, allí estaba. Frutas, cereales, pan casero, mate, café, dulce, salado, todo dispuesto para pasar una larga jornada de discusión y reflexión bajo la más sana y sorora lógica del cuidado de las otras mujeres que nos propone el feminismo. Cuidarnos para querernos. En el medio de la reunión sonaban los teléfonos de batalla, algunas se levantaban a atender y volvían al rato para contar novedades del caso. Parecía una comitiva, como las que podría llegar a tener un equipo de atención sanitaria, donde semanalmente se juntan a comentar y a aconsejarse sobre nuevas situaciones que llegan a la institución. Pero podría llegar a haber una diferencia con ésta situación homóloga que imaginamos: aquí los casos tenían nombres propio y eran socorros, el tiempo no era un elemento apresurador y las opciones de actuación se evaluaban todas. Las socorristas socorren y (se) socorren mutuamente, piensan y repasan sus estrategias todo el tiempo, no dan nada por sentado, son audaces en sus decisiones y corren los límites de lo posible para llevar adelante lo que a veces, parece casi imposible.

Es extraño pensar que en el andar de los días, mientras algunxs van al trabajo, comen, duermen, discuten, mientras otrxs tienen sexo, se pelean, meriendan; hay una mujer con la decisión de abortar y hay socorristas entretejiendo horarios, excusas, circunstancias para socorrer. En el andar de los días hay un submundo violeta y verde atento al socorro.  Preguntar qué es ser socorrista se puede resolver con entrar a su página oficial, preguntar que se siente ser socorrista, no, eso te lo pueden contar ellas nomás.

¿Qué se siente ser socorristas?

S: A mí el socorrismo me mueve. Es este deseo de la libertad que nos merecemos las mujeres, esa libertad que es propia que es decisión de cada una. Que no es solamente la decisión de abortar o maternar, sino de desear, de poder hablar de nuestros deseos, de lo que ha nosotras nos implica la vida. Pensando en nuestras madres, abuelas, en nuestras generaciones parece que venimos como en un “ritmo patriarcal”, en el que nosotras decimos basta. Sentimos que es práctica revolucionaria. Es un acto político para nosotras; para mí el socorrismo es una expresión del feminismo concreta.

S: También tenemos la decisión de construir una confianza entre mujeres, que es política, porque siempre nos enseñaron a desconfiar de la otra, a que la otra es mi competencia, esas boludeces que nos inculcan de chicas. El socorrismo también está conectado con la escucha desprejuiciada, que nos lleva a poder ser cómplices en un buen sentido de esas mujeres y también nos lleva a poder devolverles “su primer lugar”. Las mujeres siempre nos ponemos en segundo lugar, yo lo siento así. Y si yo tuviera que abortar diría: este día me lo dedico a mí, me voy a poner calentita, me voy a preparar mi comida favorita, como un mimo, recuperar eso que nos hace falta: que es poder conectarnos con nosotras mismas.

¿Cómo impacta en cada una de ustedes ser socorristas y cuáles son las complejidades de la tarea?

S: Yo creo que no nos sentimos más solas, muchas veces hemos pasado por situaciones donde se nos carga por el hecho de ser mujeres y el socorrismo hace que esas soledades desaparezcan. De repente en los talleres nos confiamos cosas que son de las fibras más intima; una mujer me está contando cosas de ella,  no me conoce, no es una decisión fácil y vamos a empezar una situación juntas. Yo me siento hermanada con mis compañeras.

S: Una de las cosas más frustrantes es no poder ayudar a una mujer. Una mujer que se comunica con nosotras, que deposita confianza, que le proponemos un acompañamiento, y que por variables externas no se puede concretar, eso es doloroso. Nos preguntamos también porqué algunas van a los talleres y no vuelven. Hay un límite fino en el acompañamiento. Cuando arrancamos el socorrismo a veces lo entendíamos como maternar, por ejemplo, en mi caso yo no quiero que ninguna mujer pase por un embarazo no deseado como yo, pero hay límites y reconocerlos a veces es difícil. Por eso nosotras no nos creemos heroínas, porque sabemos que llegamos a muchas mujeres, pero que no llegamos a todas. No poder ayudar a una mujer es todo lo contrario a lo que nosotras nos proponemos y a veces pasa.  El socorrismo tiene mucho de creación y pienso que nosotras habitamos un mundo donde siempre se nos interpretó, se nos disciplinó y ésta es una de las experiencias donde se nos permite situarnos desde otro lugar. Somos arriesgadas.

S: No contaban con nuestra astucia… (risas)

La consulta de una mujer sobre cómo interrumpir un embarazo puede llegarles a ustedes o a un/a efectora de salud  ¿qué diferencia hay entre un socorro y una urgencia?

S: Estamos pensando en aborto de calidad, en el acompañamiento.  Los acompañamientos feministas son acompañamientos cuidados, amorosos, vos pones todo ahí con esa mujer con la que no conoces pero de repente te identificás. Es bastante diferente a lo que se vive en el sistema de salud.

S: La primera diferencia es el acompañamiento feminista. No solo pensamos en el acceso sino también en cómo es el trato, cómo se va resignificando también en los estudiantes/as, profesionales de la salud comprometidos, porque nos hace pensar que hay también un cambio en esos espacios y creo que el feminismo ha sido uno de los motores en ese sentido y el socorrismo en gran parte.

S: En una consulta médico-paciente te van a decir qué es lo que tenés que hacer y cómo lo tenés que hacer, muy esquematizado, y se termina en esa circunstancia. En este caso no, podemos dialogar e incluso hasta construir otro tipo de herramientas y crear hasta nosé… cómo le mentís a un tipo que te cagó a palos y no querés que se entere que os vas a atravesar un aborto, cómo te vas de tu casa porque no tenés lugar y tu mama no sabe… Todo lo que a veces tenés que hacer porque tu alrededor no te permite poder abortar o no te deja estar tranquila con esa decisión, quizá suceda en algunas consultas médicas, pero no es lo general. Nosotras aprendemos desde la experiencia.

¿Qué se les viene a la mente cuando desde los sectores provida se arrogan la defensa de la vida? La integralidad de la vida pasa también por lo digno, por lo que fue decidido…

S: Se me vienen palabras como hipocresía, ignorancia… Las socorristas decimos que nuestra mejor respuesta es el hacer. A mí me encantó cuando Marta Alanis dijo “si en Argentina, en un estado supuestamente laico, y hay tantas mujeres católicas y hay tantos aborto por año bueno no dan los números. ¿Quiénes son las mujeres que abortan en Argentina? Las creyentes”. El año pasado el 63% de las mujeres que acompañamos eran mujeres practicantes entonces, de repente decís bueno… se caen algunos mitos alrededor de esta idea. Por eso nuestra respuesta es el hacer. Quien llame la acompañamos.

S: En algunas circunstancias ya no lo consideras un interlocutor ¿no? Subestiman muchas veces a la sociedad, a las mujeres. Creo que también hay un atraso del discurso que por más fuerte que parezca que está hoy…mmm, nosé. Pensaba en estos días qué nivel de llamados tenemos ahora que hace tres meses que está el debate ¿habrá menos? ¿Habrá más? … Y me doy cuenta que nosotras seguimos trabajando de la misma manera.

Antes de terminar… ¿qué hay del goce en la militancia socorrista?

S: Hay un montón, hay mucho placer. Creo que ésta militancia no se puede hacer si no la disfrutás. Para mí lo más lindo es un taller, es conectarme con las mujeres y poder decirles “estamos nosotras” y que quieran volver o te digan que les gustaría escribir algo. Es como una alegría que te llena. Es un poco inexplicable, a veces faltan las palabras.

S: En esta sociedad maternar es lo que supuestamente ‘debe ser’ y de repente poder decir ‘yo deseo maternar o deseo abortar’, o cuando una tiene información, tenés todas las cartas arriba de la mesa y podés con libertad, eso ya es placer. Es sentir que tenés las riendas de tu vida. Estás cambiando el rumbo de los mandatos.

S: También se goza cuando ves la red, siempre decimos que somos una red de socorristas. La red existe! (Risas). Creo que el socorrismo es un acto de humanidad muy grande, no lo digo porque yo lo hago, sino porque lo es, es muy humano. Y a veces nosotras nos disfrutamos en ese sentido y cuando ves que las compañeras van creciendo y se van animando es hermoso.  Y tiene algo interesante el socorrismo que es que nunca deja los malestares de lado, tratamos de no escaparle al conflicto y a las crisis. Es una militancia que no está pensada desde el sacrificio, sino desde la amorosidad, incluso algunas decimos que el socorrismo nos salvó primero a nosotras para después ayudar a otras mujeres.

S: Es una cadena de cuidado, cuando una acompaña a una mujer, en realidad está toda la grupa acompañándola porque detrás de esa socorrista hay una red que también está. Nos estamos más solas.

Última: ¿cuál es el aborto que las socorristas quieren?

Todas: Un aborto libre, seguro, cuidado, feminista, de calidad y gratuito. Un aborto acompañado, con autonomía. Sin prejuicios.  Que sea un día de reafirmación para esa mujer. Un vuelvo a empezar. El aborto feminista es el que una lo pueda contar, lo pueda decir.

Si se aprueba la ley de despenalización y legalización, ¿va a seguir habiendo socorrismo?

Todas: ¡Por supuesto! ¡Más vale! Mas allá de que una mujer pueda acceder a un aborto en el hospital, toda esta ingeniería feminista ¿dónde va a estar sino? Además trasciende Argentina nos encontramos con las chilenas, con Las Comadres de Ecuador, con las compañeras de Brasil… Que se legalice el aborto en Argentina es un puntapié para toda Latinoamérica.  Va a haber socorrismo para rato….

En la previa del debate por la despenalización del aborto en Diputados, varias compañeras del movimiento de mujeres local pasaron por el estudio de FM De la Calle para comentar cómo vivían el histórico momento.

Las primeras entrevistadas fueron Hilda Abad (CTA) y Paula Varela (Socorristas en Red), quienes comentaron que “estos días han sido movilizantes; agradezco a la vida que me permita vivir esto que nunca imaginé” y que esperaban el debate “con mucha ansiedad, no puedo creer que a cada rato en la tele digan la palabra ‘aborto’; y la presión social, ahora tenés que decir si estas a favor del aborto, si sos feminista”, respectivamente.

hilda y pauLa integrante de la CTA manifestó sobre el aborto que “era hace muchos años un agujero negro, era un silencio que nos atravesaba a las mujeres. […] Me encuentro con la idea de la despenalización del aborto en mi espacio de militancia política y (tengo que ser honesta) muy acotada en conversaciones de y para mujeres. Todas las organizaciones estaban y están –en alguna medida– atravesadas por el patriarcado”.

Desde Socorristas en Red el comentario fue: “Pensábamos que cuando pasara la ley se terminaba nuestra labor, pero no, el socorrismo sigue”. Sobre los datos que sistematizan desde el 2014 y que presentaron a diputadxs, Varela dijo “hay muchos mitos alrededor del aborto, que las mujeres son jóvenes, promiscuas, ‘que abortan porque no saben lo que es ser madre’”. En ese período de tiempo acompañaron a 12.081 mujeres en todo el país. “Algunos datos a destacar: el 57,2% ya son madres y la decisión tiene que ver con la maternidad, porque no quieren volver a ser madres o no en ese momento”. Respecto a la reincidencia sólo el 18,4% ya había tenido un aborto.

valeria y agustinaDesde el plenario de trabajadoras del Partido Obrero, Agustina Vacani aseguró que “llegamos a este día por la fuerza del movimiento de mujeres, es una victoria que se esté dando este debate”. Sobre la representación parlamentaria acotó: se han escuchado argumentos que son falacias totales, que no tienen nada que ver con la discusión, esto ocurre porque la Iglesia es un poder gigantesco y ha sido así por la relación que tiene con el Estado. Una de las cuestiones que pone en debate el tema del aborto es la separación de la Iglesia del Estado, los subsidios que recibe la iglesia, la no acción sobre la cantidad de pedófilos en la institución.

Por su parte, Valeria Spagnuolo de la Comisión de género e identidades disidentes del Colegio de Trabajadorxs Sociales explicó que “desde el colegio tuvimos la necesidad de formarnos como comisión y problematizar estas cuestiones. […] Como profesionales estamos en la lucha por los derechos, seguir penalizando el aborto es una injusticia social. […] Pensamos en los sujetos como agentes de cambio y tenemos que darles la decisión sobre sus cuerpos y sus vidas”.

moni y saiMónica Oliver, artista feminista de nuestra ciudad, opinó sobre la discusión “hemos llegado al punto de un avance muy enorme que tenemos que celebrar porque no pasa todos los días y no creo que vaya hacia atrás. […] Uno tiene que tener la conciencia cuando entra a un movimiento, de que esto no surge de un zapallo sino que es una construcción colectiva de muchos años. […] No se tolera que la mujer salga de ese lugar donde el patriarcado la puso, ser ‘santa’ o ‘puta’; esto de que las mujeres queramos decidir sobre nuestros cuerpos no se soporta”.

Saira Millaqueo de Ciudadanas Trans Bahía Blanca recordó a dos grandes referentes Diana Sacayán y Lohana Berkins. “Creemos en la libertad, la descriminalización de la decisión de la mujer a la hora de ser madre y de poder decidir”. Además hizo hincapié en la visibilización de “varones trans que tienen la capacidad de gestar y llevar adelante un embarazo, esa es una problemática que dentro de la comunidad trans tratamos de volcar y que el feminismo incluye, y es grandioso porque hace más diversa la lucha”. Sobre las más jóvenes dijo “se acercan a la plaza a marchar con diversidad de pensamiento y de posición política, con una capacidad enorme, y quedo asombrada de todo lo que te transmiten”. Finalmente opinó sobre la Iglesia: “puede mantener sus bases pero no puede prohibirle –ni el Estado– el derecho y la libertad a una mujer ni a ninguna persona”.

vero y silviaFinalmente pasaron por el estudio de FM De la Calle Verónica Bajo y Silvia Palumbo, artivistas e integrantes de DesBandadas, para dar su parecer sobre lo que ocurría en el Congreso. La referente de Acciones Feministas dijo: “el aborto legal, este derecho a decidir viene impulsándose hace mucho –incluso antes de la campaña–; Argentina está en deuda. Hay muchos países del mundo mirando a Argentina por un montón de características de la lucha feminista de este país. […] Me da vergüenza la mitad de la clase política con ese discurso medieval tan por fuera de la realidad, que no mira a las nuevas generaciones y que desoye este reclamo”.

Por otro lado Palumbo manifestó que “este gobierno es bastante perverso, eso genera una reacción en el movimiento de mujeres. […] Las leyes no garantizan nada, hay que seguir rompiendo y atravesando en el imaginario social. Lo más importante que tendría que suceder en el país es un cambio cultural”.

En el marco del Ni Una Menos, Verónica Bajo, artivista e integrante de Desbandadas y Acciones Feministas, se refirió en FM De la Calle a la actividad realizada en el barrio Villa Caracol el 3 de junio, a la manifestación del 4 y opinó sobre el proyecto de despenalización el aborto. “Fue una actividad muy movilizante por el contexto y por el mensaje que intentamos dejar a través del arte en espacios que no son ni la plaza Rivadavia ni la peatonal”, manifestó.

De la actividad también participaron las compañeras que reclaman justicia por Kathy, las tamboras de Monte Hermoso. La integrante de DesBandadas comentó qué sucede con las mujeres de la zona cuando se enteran de este tipo de encuentros: “primero es irrumpir, y al ser todas mujeres se da esa expectativa y curiosidad. Las mujeres mirando atrás de las cortinas de sus casas o que se sientan a 30 metros de donde estamos, es una imagen muy potente que siempre se repite”.

Respecto a la reunión del domingo remarcó que entre las presentes estuvo Silvia Martínez, mamá de Leonela Acosta, víctima de femicidio. Silvia está atravesando una situación “dramática por donde se la mire, el femicida la amenaza y va a salir el año que viene; sinceramente no sabemos qué va a pasar, le dijo que la próxima que sigue es ella, y que a sus hijos los va a convertir en mujeres”. Además está pasando por un momento de pobreza extrema y un problema de salud, “se desmayó con un proceso convulsivo cuando terminamos la actividad en Villa Caracol”.

Respecto a la movilización del Ni Una Menos, Bajo aseguró que está “muy feliz con este movimiento, principalmente de la concientización de mujeres tan jóvenes, es como un recambio. Hay cuerpos y voces que van comprendiendo. Es muy emocionante ver esta visceralidad feminista”.

Finalmente sobre el debate que se brindará en Diputados respecto a la despenalización del aborto comentó: “al principio era escéptica pero creo que va a pasar la ley. Votar en contra va a tener un costo, más allá de que hay una parte grandísima que está en contra del aborto, a pesar de eso tengo una visión positiva. En el Senado puede estar más complicado”.

(Por Astor Vitali) Ni una menos 2018 tiene menos presencia en el ámbito de los medios masivos. El impacto que tuvo en sus orígenes obligó a profesionales de la comunicación a abordar el tema desde distintas perspectivas. Hay quienes sintieron la interpelación de un movimiento político que logró tomar fuerza suficiente como para poner en jaque la lógica hegemónica del machismo entonces imperante. Hay quienes simplemente se posicionaron en lugares políticamente correctos. Hay quienes salieron a provocar y a construir la defensa del patriarcado.

De cualquier manera, es indudable que el impulso que tomó el movimiento cambió todo y nos cambió a todos y a todas. Quienes nos encontramos detrás de un micrófono tenemos que pensar dos o más veces los términos que vamos a utilizar y bienvenido sea el problema. Porque nos obliga a trabajar creativamente con nuestra materia prima: el lenguaje. Nuestras audiencias nos escribieron, nos llamaron y nos dijeron: la “x” representa una falta de ortografía, entre otras cosas, mostrando que les altera más los “malos” usos y costumbres en el lenguaje que lo que implica en la realidad política el hecho de que se violen las normas del lenguaje sexista para que no se viole la dignidad humana.

Las dirigencias gremiales se vieron obligadas a replantear cosas. Lo que el varón dirigente sindical festejaba como “chiste” para “las chicas” primero fue objetado, luego reprochado y hoy no es tolerado. Porque si es violencia simbólica es un tipo de violencia y la violencia no se tolera. Si no les gusta: que se adapten. Millones tuvieron que adaptarse a los abusos sistemáticos tanto en términos de desigualdad laboral como en carácter de acoso y persecución. Y los dirigentes van a aprendiendo que si se combate la injusticia social también hay que practicar la justicia en todos los sentido.

El Ni una menos incomodó a todos los hombres y mujeres machistas. Por más progre que seas, en algún punto te incomodó. ¿Y cómo no iba a hacerlo si fuimos maleados bajo la imagen y semejanza del “pecado original”? Y es bueno que te siga incomodando porque eso significa que tenés que replantearte cosas. Implica que si se te señala que algo está mal ya no podés mirar para otro lado y tenés que hacerte cargo de tu machismo, micro o macro. Implica que tenés que pensar y actuar poniendo en duda lo que habías aprendido y ejercías. Implica que te duele el ego y te dolés vos porque te reconocés en el error y en la capacidad ser productor y reproductor de injusticias. El discurso feminista implica que te hagas cargo de que sos capaz que hacer daño. Tan progre que eras.

Aún cuando una parte de la militancia feminista y del movimiento de mujeres actúa como una mlitancia parcial al estilo posmoderno, el Ni una menos es, en términos de historia reciente, el movimiento político más importante. No hubo discurso proveniente de partidos políticos, de asociaciones o centrales gremiales, de iglesias ni de organizaciones sociales capaz de sacudir y movilizar a la sociedad como este movimiento, incluso en la micropolítica.

Esto habla de la capacidad del movimiento feminista organizado, por un lado, y de la pobreza de iniciativa de la política tradicional, por otro.

Hoy movilizarán millones y se volverá a discutir el tema en todas las mesas. Pero aunque eso no se diera así ya ocurrió lo más impactante que puede hacer una acción política que es su capacidad de transformar a la sociedad en todos sus niveles.

Para adelante resta hacer lo de siempre, exigir al Estado legislación en la materia y que la haga cumplir; lograr que la justicia viaje al siglo XXI; disputar en las organizaciones sociales y políticas y toda institución en sentido feminista, etc. Queda hacer lo que siempre se hace para cambiar algo: militar. Pero el impacto político del Ni una menos hizo que esa militancia parta de otra base y que el sentido hegemónico haya sido corrido. Porque ahora nadie –salvo rémoras de un pasado horrible- reivindica la violencia machista, ni en chiste. Porque ahora el “sentido común” no tolera sornas, risas ni burlas a favor de esa violencia machista.

Ni una menos es una clase abierta de política en tiempo real en un aula sin fronteras.

Manifestó Hugo Muleiro, periodista e integrante de la Dirección de Promoción y Capacitación de la Defensoría del Público, en su paso por la ciudad para brindar un taller sobre tratamiento de noticias policiales/seguridad/violencia institucional dirigido a estudiantes de periodismo. Desde la Defensoría brindan herramientas a los medios para abordar correctamente distintas temáticas, y a las audiencias para advertir situaciones que vulneren sus derechos.

“El concepto que la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual trae es que la comunicación es una interacción, actores con derechos y posibilidades de accionar e incidir en la comunicación que se realiza. La Defensoría existe para representar esos derechos e intereses”, también para lidiar con “discursos ofensivos, personas que pudieran ser discriminadas, agendas informativas que no sean inclusivas –esa mirada estigmatizante sobre otro sector social como suele suceder con la niñez y adolescencia en nuestro país-”, comentó el periodista en FM De la Calle.

De hecho, la institución realiza desde 2013 una medición de noticieros (producto que más se reproduce en Argentina) en los cinco canales abiertos de Buenos Aires: “En el relevamiento lo mejor que ha pasado cuantitativamente es que del total de noticias estudiado, la presencia de niñez y adolescencia está entre 2,5% y 4,5%. Hablamos de invisibilización, salvo cuando están haciendo algo malo o son víctimas de delito”. En su opinión la obtención de mejoras comunicacionales respecto a este grupo es “mucho más lenta”.

Además, respecto a si las noticias policiales son posicionadas por los medios o ‘es lo que quiere la audiencia’ comentó que “hay porciones significativas de las audiencias que tiene predilección por esas noticias, puede variar según climas sociales/políticos/comunicacionales. Este requerimiento de las audiencias alimenta la factura mediática de la noticia escabrosa, el sensacionalismo. Ahora estaríamos en un pico de presencia de noticias policiales o vinculadas con (in)seguridad”.

Muleiro aseguró que “es un problema” porque la preocupación en las personas existe por hechos de la realidad. Pero “hay una sobre construcción, dependiendo de cada medio y comunicador. Hay épocas donde se exacerba la presencia mediática de este problema y otras que –por cuestiones tácticas de la política– retiran el tema; pero no han logrado que la sensación se extinga en la población”.

Mencionó que el problema en el sistema mediático en general, que amerita intervención de la Defensoría del Público, es que se entremezcla la realidad con el mensaje comunicacional, y éste es reproducido acríticamente. “Como comunicador, no esperaría que la policía me traiga un informe objetivo; tengo que tomar distancia y no reproducirlo como viene”, ejemplificó.

Hugo Muleiro. Para contactarse con la Defensoría: 0-800-999-3333 o www.defensadelpublico.gob.ar/

Para contactarse con la Defensoría: 0-800-999-3333 o www.defensadelpublico.gob.ar

Al respecto apuntó: “Habría que poner en marcha un proceso de elaboración que nos permita adquirir la conciencia de que como audiencias tenemos posibilidades de participación y reclamos hacia los discursos imperantes para tratar de modificarlos. La principal palanca para que un medio de comunicación se corra de un determinado desempeño es su propia audiencia. Necesitamos audiencias críticas que exijan cambios”.

La defensoría lleva cinco años trabajando y “hay un progreso esperanzador de la conciencia de las audiencias de que son personas con derechos y, si están en la casa y un señor dice cualquier cosa por radio o tele, se puede poner en discusión. Esa porción de audiencia que va creciendo es activa, hoy hay reclamos por discursos discriminatorios –sobre todo contra la mujer–”.

Respecto a la Ley Corta, Muleiro comentó que la Defensoría realizó una reunión con especialistas en el Congreso y de las opiniones reunidas surgió “una mirada muy crítica hacia la concentración. El temor es que este tipo de iniciativas propiciaron una concentración todavía mayor a la que ya padecíamos”. También coincidieron en advertir que, a partir de mecánicas de concentración que crean actores con un poder virtualmente ilimitado, el derecho a la comunicación retroceda en la Argentina.

“Una empresa que venga y ofrezca todo el paquete de comunicación que el mundo te dice que necesitas para existir (el quíntuple play) va a generar actores poderosos que van a poder ofrecer todo eso, “quizás con manejos tarifarios que le van a permitir ser arbitrarios donde no tengan competencia y aplastarla donde la tengan. La situación es de mucha preocupación”, concluyó.

Los organismos de derechos humanos nacionales presentaron ante la Cámara Federal de Rosario un amicus curiae para pedir que no se reabra la causa Larrabure, un pedido que el Tribunal analiza desde la audiencia del 21 de marzo. La causa tiene como imputado a un ex-integrantes del ERP.

El periodista y diputado santafesino Carlos del Frade, quien investigó el caso, dijo a FM De la Calle que “en julio de 1974, se produce un intento de copamiento de la fábrica militar de Río Tercero en Córdoba, por un célula del Ejército Revolucionario del Pueblo. Como consecuencia del intento de ese copamiento, que no se lleva adelante, es secuestrado el entonces capitán del Ejército Argentino, Argentino Del Valle Larrabure”.

“A partir de ese momento, se dan negociaciones con el Ejército Argentino, y el Ejército se olvida de Larrabure, no quiere saber absolutamente nada con él. Cuando Larrabure se entera de esto se suicida en julio del año 1975, en un lugar donde estaba detenido acá en la zona sur de la ciudad de Rosario y luego su cadáver es encontrado en agosto de ese año, 1975”.

Del Frade comentó respecto a la causa judicial que “hasta muy entrada la década del ’80 en ningún momento se habla del asesinato de Larrabure. El mismo día que se está practicando la autopsia, en donde se habla entre otras cosas de ese potencial suicido y nunca se habla de asesinato, ya en Buenos Aires el juez federal Niklison declara que se trato de un asesinato después de torturas y de haberlo mal alimentado, al entonces capitán del ejército”.

“Por eso la reapertura del caso Larrabure no es solamente la reivindicación de la teoría de los dos demonios, sino que es la justificación hoy, en el presente, de aquellos que pusieron el cuerpo para defender a los titiriteros de los que realmente hicieron el golpe, que son los integrantes poder económico que gobiernan la Argentina a través de sus propios gerentes. Esto es lo más atroz, esto apunta directamente al presente y es lo que se quiere hacer incluso ahora con la idea de meter al Ejército en asuntos internos. Una fenomenal vuelta al pasado, un enorme retroceso y a eso le sirve la reapertura de la causa Larrabure”, aseguró.

A través de una resolución emitida por la cúpula de la Gendarmería Nacional y publicada en el Boletín Oficial, se dio a conocer la decisión de permitirle a los efectivos de esa fuerza usar sus armas de fuego personales durante sus actos de servicio argumentando falta de recursos para garantizarles sus armas de dotación.

Desde la Red Argentina para el Desarme (R.A.D), emitieron un comunicado en el que sostienen que la resolución “va a contramano de las discusiones actuales a nivel internacional sobre la regulación de las armas de dotación. El sentido tomado por los países desarrollados en esta materia es el de regular y limitar el uso de armas de fuego por parte de los agentes de seguridad por fuera de su horario de servicio. Esta tendencia responde a un diagnóstico que muestra que la utilización de las armas de dotación por fuera del servicio aumenta los abusos policiales y los riesgos letales tanto de la ciudadanía en general como de los propios agentes o de su grupo familiar.”

En diálogo con FM De la Calle, el abogado integrante del Instituto Nacional en Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP) y la R.A.D, Julián Alfie, sostuvo que “nosotros desde la Red para el Desarme, impulsamos el control de armas de fuego en cualquier ámbito, entendiendo que el arma de por sí como instrumento es un riesgo”.

“En enero del 2016, sale el decreto por el cual se declara la emergencia en seguridad y, a partir de ese momento empezó un proceso de autonomización policial y de desgobierno político de la fuerza que, esto no es más que un reflejo de esa decisión, es decir, ya que la decisión la esté tomando la propia gendarmería y no el Ministerio de Seguridad, es toda una señal del desgobierno en el que están las fuerzas”, aseguró.

La maternidad es un conjunto de fenómenos de una gran complejidad. El feminismo y el movimiento de mujeres buscaron durante muchos años correr este rol social de la estructura patriarcal, donde lo femenino y lo maternal parecieran coincidir por completo, augurando a todas las mujeres el destino de concebir, gestar, parir, amamantar y criar.

De esta manera, las mujeres organizadas, pusieron en el centro de la escena la acción necesaria de ELEGIR. Elegir ser madres o no serlo. En caso de optar por la maternidad: elegir cómo concebir, cómo gestar y parir y elegir cómo y hasta cuándo amamantar y criar.

Del 14 al 20 de mayo  se desarrolló a nivel mundial la Semana del Parto Respetado. FM De la Calle dialogó con referentes locales que este año trabajaron bajo el lema: “Menos intervención, más cuidado”.

Sergio Mendoza, jefe de la Unidad de Obstetricia del Hospital Interzonal José Penna, planteó que a pesar que lxs profesionales fueron formados para la intervención, “se ve qué importancia tiene no interferir en la evolución del trabajo de parto para que sea de la manera más natural posible. Cuando el parto evoluciona espontáneamente las complicaciones son menores”.

En 2015 se aprobó la Ley de Parto Humanizado (25.929) que promueve derechos tanto para las mujeres madres como para las niñas/os nacidos. En nuestra ciudad, ese mismo año, el Concejo Deliberante creó el Programa Municipal para la Promoción del Parto y el Nacimiento Respetado.

Respecto a las condiciones del sistema de salud pública Mendoza comentó que hay muchas cosas que se pueden hacer para promover el parto respetado pero que la primera dificultad que se encuentra es que el hospital está hecho para otra época. Sin embargo, recalcó que aún en estas condiciones “la gente viene más al hospital que a los lugares privados y eso es un logro. En Bahía Blanca tenemos uno de los cursos de preparación integral para la maternidad más completos”.

Un sector del activismo feminista problematiza la idea de “parto respetado” para no olvidar el cuidado de la mujer en los momentos pre y posparto. Aleida Ríos es enfermera e integrante del Círculo de Mujeres y destacó la necesidad de respetar los tiempos, la forma, la elección de la medicación y el nivel de información que reciben las mujeres que eligen ser madres.

Para Aleida es fundamental “no convertir el parto en un sufrimiento. Me parece que la formación de los médicos, de las enfermeras, de los y las obstetras tiene que estar atravesado por una perspectiva de género. Porque ahí los profesionales entenderíamos muchas cuestiones. Y estamos viendo que es muy sutil el cambio todavía el hecho de posicionar a la mujer como sujeta de derecho. Lo que no quita que los equipos de salud trabajen muy bien, en el ámbito público, tal vez porque está mas vigilado; en el ámbito privado es distinto, en Bahía Blanca por ejemplo el nivel de cesáreas es muy alto”.  Ríos recomendó además no patologizar y no infantilizar el cuerpo de las mujeres.

 Por su parte el Consejo Local de las Mujeres (CLM) de Bahía Blanca trabaja en una mesa de coordinación para la prevención y erradicación de la violencia obstétrica en conjunto con la Dirección de Políticas de  Género, la Dirección del Hospital Penna y la Secretaría de Salud del municipio. Para Maggie Itten, integrante del CLM, la violencia obstétrica está muy invisibilizada, por lo tanto, el objetivo es “revertir esto y que sea la mujer la protagonista de sus decisiones y no el equipo médico”. La difusión de información es el principal objetivo.

Se cumplen este sábado 159 años de la masacre indígena perpetrada por las fuerzas de Bahía Blanca. El episodio registrado por la historia oficial como “el último malón” fue ordenado por el toqui mapuche Juan Calfucura luego una serie de ofensas y en una particular situación política.

Compartimos en este aniversario un material producido durante la sexta edición del ciclo Bahía Originaria organizado por FM De la Calle y Kumelen Newen Mapu. En dicha ocasión, el historiador Sebastián Alioto (UNS) contextualizó los hechos que tuvieron su máximo punto de barbarie con “la hoguera del escarmiento”.

“El comandante Orquera, que había tenido una actuación más bien pálida el 19 de mayo, encima decidió que los cadáveres de los indígenas que habían muerto en el combate sean reunidos en lo que hoy es la Plaza Rivadavia y quemados. Se hizo una especie de pira funeraria en la cual se quemaron los cadáveres de los combatientes muertos para espanto de los propios pobladores de la ciudad”, relató.

Kumelen Newen Mapu realizará una ceremonia este 19 de mayo a las 9 en Parque Noroeste. Posteriormente se compartirá un desayuno a la canasta.

En 1859 el Estado de Buenos Aires se había dividido de la Confederación Argentina.

Calfucura, que era el jefe indígena más importante en ese momento, del grupo salinero, había tenido buena relación con Rosas, basada en la diplomacia y las raciones -una cantidad de ganado, caballar y vacunos- y lo que se llamaban vicios -yerba, azúcar, tabaco-, bienes de consumo que venían del mundo occidental, criollo, que el Estado les daba a los grupos indígenas en compensación por mantener la paz en la frontera.

Cuando cae Rosas y se produce la secesión de Buenos Aires de la Confederación, el nuevo gobierno, los liberales de Mitre, los herederos de los unitarios que después pasaron a gobernar parte de la Argentina, tenían un plan distinto que era bajar sustancialmente las raciones y enfrentar a los grupos nativos.

Calfucura adoptó una posición de reacción contra eso, buscó aliarse con Urquiza -el jefe de la Confederación- en contra de Buenos Aires mientras negociaba con Buenos Aires si podía reestablecer el equilibrio y la paz.

No fue posible. Hubo malones en el ’52, ’53, después una pequeña paz y en el ’55 y ’56 otra serie de malones por parte de Calfucura y de varios de sus aliados.

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Uno de los talentos de Calfucura fue no cerrarse en su propio grupo, parte de las raciones iban a sus propios capitanejos y hacia otros pueblos o grupos indígenas en las pampas y en la cordillera y más allá, en la Araucanía, lo que hoy es territorio chileno. Calfucura había hecho una red diplomática muy grande.

La mayoría de los malones están concebidos desde el punto de vista indígena como un resarcimiento de un daño. En la lógica indígena las personas que han sido ofendidas están obligadas a vengarse de esa afrenta y no pueden eludirlo.

Había varias afrentas acumuladas en el marco de una política agresiva del Estado que empezó con la caída de Rosas y se fue profundizando cada vez más.

La principal fue lo que ocurrió en febrero de 1858. El ejército de Buenos Aires invadió las tolderías de los salineros. Fue la primera y la única vez que lograron hacerlo. Buenos Aires decidió pasar a la ofensiva y envió dos expediciones. Una más al norte contra los ranqueles, en lo que hoy es el norte de la provincia de La Pampa, esa expedición fue catastrófica porque estaba mal preparada y porque es un territorio árido en el que hay poca agua en superficie y hay que conocer bien dónde está y cómo sacarla.

En cambio, a la expedición del sur algunos la consideran un fracaso pero en realidad no lo fue. Se armaron dos columnas, una salió de Bahía Blanca y otra de Azul. Se juntaron en la Sierra de la Ventana, en Sierra de Curamalal, y de allí remontaron los arroyos de Pigüé y demás, mantuvieron algunas escaramuzas con partidas indígenas y siguieron avanzando hacia el núcleo de la territorialidad salinera que era la laguna de Carhué y la planicie que está alrededor, que es muy fértil, era el campo de invernada para sus ganados. De ahí hacia el oeste hasta Salinas Grandes, pasando Salinas Grandes, eso era lo que se llamaba el monte pampeano en el que hay árboles que no son de gran porte pero dan sombra y frutos que alimentan al ganado y a las personas.

Ese territorio fue invadido por las fuerzas de Buenos Aires, prácticamente sin combate porque Calfucura y sus aliados adoptaron la estrategia de salir rajando.

Destruyeron los toldos, se llevaron los animales, las ovejas y las vacas, y destruyeron los sembrados. En contra de la leyenda que suele circular, los indios cultivaban la tierra e inclusive las fuentes militares de la época hablan de que cada toldería tenía su huerta, que eran tanto de pantas autóctonas como plantas introducidas por los criollos. Por la cantidad de toldos, huertas y la superficie ocupada, podemos calcular que había unas tres mil personas, que es mucha gente para la densidad poblacional de esa época.

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Parte de los invasores habían salido de Bahía Blanca y eran el comandante militar, el comandante de la Legión Agrícola, incluso gente de las pulperías, vecinos de Bahía Blanca, gente que estos indígenas conocían de todos los días. No tenemos que pensar que esas poblaciones estaban separadas por una frontera que nadie cruzaba. Todo lo contrario, estaba lleno de gente que iba y venía, de hecho Bahía Blanca se fundó con un contingente de militares, por supuesto, de pulperos y de indígenas. Y desde ese momento de fundación en adelante, los nativos siempre estuvieron, a veces viviendo en los alrededores, a veces viniendo a comerciar. Pero no una vez por año: todo el tiempo. Calfucura, de hecho, se carteaba con mucha gente de Bahía Blanca. Por ejemplo con el mayor Iturra que es uno de los comandantes de la expediciones.

Entonces, ahí se la jura.

Sigue manteniendo correspondencia pero Iturra le hace otra tracalada. Calfucura después de la invasión manda a una de sus esposas en una especie de prenda de paz, con otra gente a comerciar a Bahía Blanca y le dice a Iturra: “Cuídemela, cuiden a la gente que va con ella”. Iturra la mete presa y la manda a Patagones.

Ya son dos ofensas.

Y la tercera, el mismo año de 1858, Yanquetruz -que era cacique de los tehuelches- es asesinado en Bahía Blanca en circunstancias que no están del todo claras. Aparentemente, en una pulpería se emborrachó, se peleó con alguien de la Guardia Nacional y lo mataron.

Yanquetruz era pariente de Calfucura, no estaba en buenos términos con él, al contrario, parecía que iba a tomar el partido del Estado de Buenos Aires, pero de todas maneras era pariente y estaba obligado a vengar su muerte según el Ad Mapu, el código de costumbres de los mapuche.

Una serie de ofensas y una situación política que hizo que Calfucura movilizara todas las fuerzas que tenía disponibles para atacar Bahía Blanca.

Eran entre 1500 y 3000 guerreros, que es muchísimo. La guarnición de Bahía Blanca, sumando todas las fuerzas, la Guardia Nacional, la Legión Agrícola, los soldados de línea, los Granaderos, sumaban como mucho 500 o 600 hombres.

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Cierro lo de la invasión del ’58.

Esa expedición se retira de las salinas, vuelve a las sierras y tiene pensado volver a atacar y expulsar a los indios de ahí. Pero Calfucura vuelve al lugar, les queman el campo y les empiezan a hacer una serie de incursiones menores que los obligan a retirarse y toda esa gente vuelve a Bahía Blanca y Calfucura empieza a planear el contragolpe.

Eso es lo que se produce el 19 de mayo de 1859, un malón muy grande.

Se produce a la madrugada, de noche, eso es clásico de todos los ataques de la guerra fronteriza de la región y en todas las que se enfrentan sociedades no estatales con sociedades estatales. Se realizan al amanecer, cuando el enemigo está desprevenido, si es posible antes de que amanezca porque se puede marchar de noche sin ser vistos. Los militares hacían lo mismo.

Primero se van llevando el ganado que hay en las estancias de los alrededores, después directamente entran en las pocas calles que estaban delimitadas en la ciudad y saquean algunos objetivos claves. Uno era una pequeña estancia que estaba en el medio de la ciudad donde había provisiones y armas de la Guardia Nacional.

Segundo, un lugar que es objeto de especial atención que es el almacén de Iturra, que había tomado la precaución de morirse dos meses antes pero estaba su viuda y ellos sabían cuál era su negocio, prácticamente estaba dedicado al comercio con indígenas. Lo saquearon, se tomaron todo lo que había y, además, hubo un gran empeño en quemarlo, en demostrar que estaban tomando una represalia contra él. De hecho, las bajas que se dieron entre los nativos se supone que se dieron en ese contexto, se ensañaron algunos con la pulpería de Iturra y dieron tiempo a que la Guardia Nacional y la Legión salieran, porque al principio se habían enclaustrado en el fuerte. Estaba en la esquina de 19 de mayo y Zelarrayán.

La historiografía más oficial sobre Bahía Blanca y la época dice que hubo una heroica actuación de la Guardia Nacional y de la Legión Italiana, que expulsaron a los invasores. En realidad no fue así o, por lo menos, expulsaron a los pocos invasores que habían quedado en el casco de la ciudad pero el grueso de los atacantes se quedó todo el día a la entrada de la ciudad. Los indios tenían una fuerza muy superior y los bahienses solo atinaron a defender como podían el casco de la ciudad. Cuando los indios le plantearon una batalla a campo abierto no pudieron hacerlo, los indios le hicieron un desfile ecuestre que es un desafío, es mostrar la propia fuerza ante el otro.

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Al día siguiente, el comandante Orquera, que había tenido una actuación más bien pálida, encima decidió que los cadáveres de los indígenas que habían muerto en el combate sean reunidos en lo que hoy es la Plaza Rivadavia y quemados. Se hizo una especie de pira funeraria en la cual se quemaron los cadáveres de los combatientes muertos para espanto de los propios pobladores de la ciudad.

Al otro día le escribieron una carta diciendo: “Por favor termine con esto”. Porque los cadáveres seguían ardiendo. Imagínense el olor a carne quemada y, además, la barbarie. Ni siquiera los propios pobladores que habían vivido el ataque y todas sus consecuencias, la crudeza, ni siquiera ellos podían soportar semejante barbarie. No se sabe qué pasó, se supone que finalmente la cortaron con eso.

Dentro de la lógica indígena -dentro de la de todos los pueblos del mundo- los cuerpos de los muertos son algo que hay que respetar, que necesitan un tratamiento especial que les asegure su paso a la otra vida o un determinado bienestar que por supuesto en este caso no pasó. Es una afrenta clásica de todos los conflictos que van escalando hacia un lugar de no resolución el de no respetar esta especie de convenciones de dar un tratamiento humanitario a los cadáveres de los vencidos, es un gesto clásico de desprecio.

Ese ataque fue el más grande de ese momento pero era parte de una serie de ataques que Calfucura y sus aliados, incluyendo al gobierno de Paraná, atacaron otro fortines de la frontera y, de hecho, terminaron ese mismo año tomando y ocupando los fuertes de Azul y Tandil. Durante un tiempo lo tuvieron tomado fuerzas mitad indígenas de Calfucura y mitad de la Confederación. Buenos Aires recuperó esas poblaciones más o menos rápidamente en un par de meses.

Ese contexto empieza a terminar con la batalla de Cepeda, una primera batalla entre Buenos Aires y la Confederación, y sobre todo con Pavón cuando Urquiza se rinde y empieza el proceso de unificación del Estado nacional que va a cambiar las condiciones para los indígenas, va a debilitar mucho su posición porque ahora ya no tienen dos Estados para negociar o combatir, tienen uno solo en proceso de unificación, de integración cada vez mayor al mercado mundial, de formación de instituciones estatales como el Ejército.

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Entonces, de ahí en más la situación va a ser cada vez más difícil. La década del ’60 es una década impasse porque desata la Guerra del Paraguay y las fuerzas del Estado están enfocadas en eso, pero la década del ’70 es una década en que el Estado nacional tiene la decisión definitiva de avanzar sobre territorios indígenas.

No es la ocasión más notable en la modesta y sórdida historia de Bahía Blanca, en varios sentidos hubo hechos mucho más terribles.

En el ’29 Lavalle fusila a Dorrego. Estomba era unitario y su sucesor, Morel, también. Morel lleva una columna desde Bahía Blanca para tratar de ayudar a Lavalle, ahí hay un grupo de indígenas que toma el partido contrario, el federal. Las fuentes dicen “fueron seducidos por Rosas”. ¿Qué hacen? Se dan vuelta y matan a todos los oficiales de la localidad y además sitian Bahía Blanca durante un tiempo prolongado, están a punto de tomar Bahía Blanca hasta que finalmente son dispersados.

En la década del ’30 hubo una cantidad de invasiones, en el marco de todas las expediciones que hizo Rosas, sobre el territorio borogano -por ejemplo- que era el mismo que después ocupó Calfucura y sobre los ranqueles que fueron expediciones tremendas. Masacres en las que murió mucha gente -sobre todo varones y adultos pero mujeres también- y mujeres y niños fueron secuestrados y traídos a Bahía Blanca como cautivos. Las mujeres fueron violadas, las familias fueron separadas y partidas. Eso no pasó solamente en la llamada Campaña del Desierto sino antes también, incluida esta ocasión en la que Bahía Blanca fue el punto de concentración de esa población.

Tampoco fue “el último malón”. En 1870 hubo otro malón grande, también comandado por Calfucura, Cañuquil y sus aliados, pero se llevaron todas las haciendas de los alrededores de Bahía Blanca y no entraron a la ciudad, entonces en la memoria local quedó como un hecho distinto, con otra magnitud.

El sociólogo Daniel Feierstein dijo a FM De la Calle que al negacionismo  y a la lógica de los dos demonios “se la enfrenta políticamente y con acciones sociales”. Fue durante su visita a Bahía Blanca para brindar un seminario en el Departamento de Humanidades en la UNS.

El investigador, que publicará próximamente el libro “Los dos demonios, recargados”, participó además de una entrevista pública coordinada por Fabiana Tolcachier y Jessica Visotsky integrantes de la Cátedra Libre de Derechos Humanos.

¿Cómo sintetizarías la idea de los dos demonios recargados?

El objetivo es tratar de analizar cómo reaparecen las lógicas de los dos demonios pero con otros sentidos, con otros objetivos, con otras intencionalidades que en algún punto son más graves de lo que fue el surgimiento en los años ‘80 de la teoría de los dos demonios. Entonces, un poco de ahí el concepto de “recargado” que es tratar de mostrar como la novedad de este momento y la peligrosidad, la disputa que se está dando en las representaciones en el intento de aprovechar este sistema de equiparación de las violencias, básicamente para demonizar cualquier posibilidad de resistencia con un orden injusto.

 ¿A través de qué acciones por ejemplo?

El objetivo de los dos demonios comparaba dos violencias en los setenta absolutamente distintas, la violencia genocida y la violencia insurgente pero con el objetivo de legitimar el juzgamiento de las violencias genocidas. Entonces, más allá de los problemas que podía tener, el objetivo de esta equiparación tenía que ver con mostrar la importancia y la gravedad de la violencia genocida.

Mientras que la aparición ahora de esos sistemas de equiparación por un lado tiene el objetivo de intentar volver a perseguir a los sobrevivientes de las experiencias de las insurgencias o de confrontación social en la Argentina, quienes para el caso han sufrido desapariciones, asesinatos, exilio e infinidad de persecuciones, además de la persecución legal. Pero, por otro lado, y esto es más grave en esta necesidad de demonizar, se buscan demonizar también los modos actuales de intentar enfrentarse a eso que no tiene nada que ver con los modos de los setenta y que, sin embargo, son demonizados en el mismo sistema. Acá podemos ver desde la represión del pueblo mapuche en el sur, hasta la represión a la manifestación social a fin del año pasado. 

Imaginamos que en este contexto la presencia de la política de seguridad y el apoyo del gobierno nacional independientemente de la perspectiva del poder judicial en algunos temas, tiene un peso…

Exactamente. Lo llamo “recargado” porque esa política de seguridad que está encarnada en Patricia Bullrich es una novedad desde el año ‘83 para acá. Si bien los años ‘80 fueron el momento de mayor hegemonía de la teoría de los dos demonios, en ningún momento esto llevó al desbocamiento de las fuerzas de seguridad ni a esta idea de Bulrich y de Michetti del beneficio de que ante cualquier caso el beneficio de la duda debe ser a favor de las fuerzas de seguridad, de las fuerzas armadas. En este sentido le veo mucha más gravedad que a la versión original, porque están intentando avanzar sobre un consenso de la democracia Argentina a partir del fin de la dictadura que era la contención del ejercicio de la fuerza represiva. En este sentido la idea es poder pensar cómo la discusión de los setenta no es sólo eso.

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Vos has resaltado el problema de la pérdida de pluralidad en los organismos de derechos humanos que se ha registrado durante los últimos años, ya con dos años del gobierno del macrismo, ¿cómo evaluás la responsabilidad de los sectores afines al kirchnerismo y, también, cómo han actuado los sectores más críticos en relación a cómo se ha montado el macrismo sobre cierto desprestigio a partir de algunos episodios de corrupción?

Yo creo que uno de los tickets fundamentales para impedir el aumento de la represión ha sido la legitimidad de los organismos de derechos humanos y  eso es lo que está puesto en cuestión. En esa “puesta en cuestión”, que por supuesto es una ofensiva de los sectores más conservadores y del propio macrismo, hay mucho de lo que yo llamo “los errores no forzados”, que son los errores que cometió el propio campo popular y los organismos de derechos humanos y que facilitaron esta deslegitimación.

Fueron ambos sectores y esta es la miopía, tanto de los sectores que terminaron acercándose al gobierno kirchnerista como de los sectores que fueron incapaces de ver una conquista de ese gobierno, lo cual generó un quiebre, una simplificación donde se tenía, por un lado, un sector que planteaba que no había ninguna violación de derechos humanos por parte del gobierno, lo cual es inaceptable porque el gobierno siempre viola los derechos humanos y los organismos están para señalarlo. Pero había otro sector que no era capaz de distinguir la diferencia entre un proceso de juzgamiento con más de mil condenados y la impunidad que precedió a ese período.

Entonces, me parece que en este quiebre, en esta pérdida del pluralismo, no poder zanjar internamente las contradicciones ante un gobierno efectivamente contradictorio y complejo, juega un papel muy importante en la deslegitimación y en la homologación de los organismos como parte de un discurso antikirchnerista a partir de la “lógica del curro”, de la identificación partidaria.

No creo que esté todo perdido pero se vuelve un desafío a dos años de gobierno de macrista, cuando todavía seguimos teniendo dos marchas ante cada proceso de denuncia, lo que parece bizarro en estas condiciones.

En ese sentido ¿en Buenos Aires lograron por lo menos un acto unificado el pasado 24 de marzo?

No. Este otro tema fue una movida mediática que planteó que se había logrado cuando todavía no era así y eso fue uno de los elementos que lo impidió. Estuvimos muy cerca, lo cual es muy importante: hubo actos únicos en lo que fueron las manifestaciones de reclamo por Santiago Maldonado, por ejemplo.  Pero no, finalmente el 24 de marzo volvió a haber dos actos pese que habíamos estado muy cerca de lograrlo.

Es difícil pensar poder atravesar unos cuantos años de descalificaciones mutuas, de chicanas totalmente innecesarias que han dejado muchas heridas y, por otro lado, ver cierta miopía actual como para no poder tomar decisiones por encima de estas cuestiones personales. Se logró avanzar un poco y a veces surgen estas vehemencias que por lo general es lo absurdo, porque no tiene nada que ver con una calificación del momento actual. Verdaderamente no hay diferencias significativas de las necesidades de este momento sino que tiene más que ver en analizar cómo zanjar cuestiones del pasado que están obturando la posibilidad de acciones conjuntas. Yo soy optimista en el sentido de que más temprano que tarde se supone que esto tendría que recomponerse.

Otro de los puntos en los que haces hincapié en el libro es la defensa del concepto de genocidio. ¿Por qué tenemos que ir más hacia el genocidio y no utilizar figuras como crímenes contra la humanidad o terrorismo de Estado para retratar lo que sucedió en nuestro país?

Hay muchos motivos. Te voy a mencionar los dos o tres que considero más importantes y que van quedando muy claros en este momento.

El primero es que es el único concepto que permite quebrar la dualidad, algo tan fuerte de las lógicas de los dos demonios recargados. Los otros conceptos nos introducen en discusiones que siempre nos llevan a la dualidad. El concepto de genocidio es el que plantea que ninguna acción que podamos dar sobre la legitimidad o no de las acciones insurgentes, no tiene ningún punto de comparación con lo que implica la organización de un genocidio.

El segundo elemento es a quiénes afectaron los hechos, me parece que la potencia del concepto de genocidio tiene que ver con entender que hubo un intento de destrucción el grupo nacional argentino y esto implica que toda la población sufrió los efectos del terror, algo que no queda para nada contemplado en conceptos como terrorismo de Estado, crímenes de lesa humanidad, donde se los ve de un modo más individual y directo, donde pareciera que las víctimas fueron los que sufrieron en sus cuerpos la represión estatal y me parece que es fundamental entender que un genocidio deja marcas en toda la sociedad, no solamente en aquellos sujetos que afectó directamente o en sus familiares.

El tercer elemento es la solidez jurídica del concepto, que existe en nuestro país desde 1956 y que, por lo tanto, da muchas más herramientas para la claridad, solidez de su aplicación jurídica y sobre todo la distinción con cualquier otro tipo de práctica.

Estos son algunos de los elementos entre muchos otros que le dan una diferencia fundamental, no tanto el hecho que se cree que sería más grave que otros delitos, eso no tiene ningún sentido, pero sí cómo construimos la memoria de lo que ocurrió.

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Hablando de lo jurídico, ¿cómo ves esta etapa de los juicios?

En un sentido creo que muestra las cuestiones que hemos conquistado, los juicios continúan, han habido sentencias muy importantes en estos dos años: la de Mendoza, la de la ESMA 3. Más allá de que hay como cierta autorización a los jueces más renuentes a cajonear causas o a otorgar mayor número de prisiones domiciliaras o a intentar revertir las presiones preventivas.

También hay como pequeños indicios contra los sobrevivientes de la experiencia genocida por las acciones desarrolladas por la insurgencia. Me parece que ahí sí hay un peligro cierto, mucho más que la impunidad que es esta igualación entre lo que no tiene punto de comparación. Por eso digo que esta revictimización de los sobrevivientes -que exactamente son eso: sobrevivientes- y más allá de la valoración de si las acciones que desarrollaron primero han prescripto en relación al paso del tiempo, lo segundo es que han sido juzgadas legal e ilegalmente numerosas veces. Fueron desaparecidos, asesinados, torturados, exiliados y juzgados en los años ‘80.

Ese discurso de “memoria completa” o de reinstalación del proceso de juzgamiento es extremadamente falso, mentiroso y peligroso, porque creo que tiene más posibilidades de construir consenso que la posibilidad de la impunidad, que me parece que ha quedado claro con la marcha de mayo del año pasado que hay un fuerte rechazo social a la posibilidad de la impunidad. La causa Larrabure me parece que es la puerta de entrada a esta mirada equiparadora, creo que en este sentido es muy importante la disputa social, política y jurídica que se está dando alrededor de esa causa para no permitir ese proceso de igualación.

¿Qué te pareció la decisión de la Fundación del Libro de levantar la proyección en la Feria de la película “Será Venganza” que reivindica a represores de nuestro país?

Me pareció excelente y creo que es el camino porque ante esta ofensiva de miradas que buscan distorsionar las construcciones del pueblo argentino uno puede pensar que la salida tendría que ver, como propuso un proyecto de Nilda Garré, con impedir y negar penalmente la expresión de estos consensos. Yo creo que es un enorme error.

Creo que a estas lógicas de los dos demonios recargados y al negacionismo se las enfrenta políticamente y con acciones sociales. No creo que el derecho penal esté para penar pensamientos, creo que lo que sí corresponde es llevar a cabo acciones sociales y no otorgarles espacio, por lo tanto hay una enorme responsabilidad incluso de los periodistas de impedir y cerrar el espacio a la manifestación de estas expresiones pero por una decisión política y no por una decisión penal que no implica consenso social.

Entonces, me parece que en este sentido ilumina el camino, como ocurrió en la Feria del Libro, que sea la propia sociedad la que diga que no está dispuesta a tolerar y brindar espacios a estos modos de agresión de la memoria social.

Fotos: Cristian Gonzalez y FCPyS UNCUYO

Decenas de muertes y miles de personas heridos fue el saldo de los ataques padecidos por el pueblo palestino en el marco de la apertura de la embajada estadounidense en Jerusalén, declarando a esta ciudad como capital israelí.

Paula Cortés, integrante de la Federación de Entidades Argentino-Palestinas, dijo a FM De la Calle que  “no me gusta ponerle una fecha a las agresiones porque es constante. Digamos que hace más de 70 años que el pueblo palestino viene sufriendo el despojo, las masacres, los asesinatos, las detenciones arbitrarias. Con lo cual esto es un episodio más, si bien el 30 de marzo empezó la ‘Gran Marcha del Retorno’ convocada por la sociedad civil palestina, en pedido de que se respete la resolución 194 de la ONU”.

 

“Obviamente Gaza sufre una situación muy particular porque tiene un bloque férreo por aire, mar y tierra desde el 2006 y realmente la situación es gravísima. Lo que sucedió es que ya para la finalización de esta gran marcha que duró 6 semanas, el 14 de mayo, en un solo día hubo 62 personas asesinadas”.

Consultada sobre el significado que tiene la decisión de los Estados Unidos de mover su embajada a Jerusalén comentó que “uno entiende que son aliados permanentes entre ellos (E.E.U.U e Israel), pero se siente como una provocación. Si bien sabemos que Donald Trump ya se lo había prometido a Netanyahu y obviamente así cumplió”.

“Esto trajo a colación muchísima más represión a una marcha específicamente pacífica. La gente no entiende o más bien habría que aclararles, que ellos están bloqueados, ellos no se iban a mover a ningún lado. En realidad, decir marcha es una manera de llamarla porque ellos no se pueden desplazar ni siquiera en su propio territorio”, aseguró.

El delegado gremial e integrante de la Mesa Nacional de la Federación de Aceiteros, Marco Pozzi, informó por FM De la Calle que se encuentran en estado de alerta permanente como consecuencia de la ola de despidos en las plantas de Cargill de General Gálvez y Bahía Blanca .

“A partir de ayer se dictó el estado de alerta a nivel nacional. Surgió a partir de eso que el Ministerio convoque una audiencia para hoy a las 3 de la tarde, así que estamos en estado de alerta y expectantes con lo que puede pasar en la audiencia”, aseguró.

Al mismo tiempo, el dirigente comentó los resultados de una serie de estudios realizados sobre la salud de los trabajadores del sector. “Hicimos análisis en base a los datos que tenemos en nuestra obra social, sobre todo en la parte del cordón de Rosario”.

“Eso arrojaba números bastante temerosos con respecto a las posibilidades de cáncer. La posibilidad de que un compañero aceitero contraiga cáncer en relación con un ciudadano común es el doble. Eso nos alertó, hicimos un estudio y, por ejemplo, hay modificaciones dentro de la escala del tipo de cáncer que tenemos la población aceitero con respecto a la población del común de la gente”, manifestó.

Ante estos datos, desde el gremio decidieron llevar adelante un plan preventivo. “Lo ideal sería hacerlo con las empresas, modificar las condiciones que sean necesarias para eso, porque también nos encontramos con que hay muchos de los agentes cancerígenos que no están declarados en el sistema de ART”.

“Me parece que ahí hay que hacer un trabajo importante para que realmente la prevención sea efectiva, y en el caso que no sea así, que las empresas se hagan cargo del daño que hacen en la población tanto aceitera como en la población en general. Porque también tenemos otro dato certero que es, que las plantas no están alejadas de las ciudades”, aseguró.

Ayer ante el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 4 de la Ciudad de Buenos Aires, integrado por Adolfo Calvete, Ivana Bloch y Julio César Báez, se dio lectura a los alegatos de la querella en el juicio por el travesticidio de Diana Sacayán ocurrido en 2015 y cuyo único imputado en la causa es Gabriel Marino.

En diálogo con FM De la Calle, Luciana Sánchez, representante legal de la familia sostuvo que su alegato “fue larguísimo”, pero que tenía que ver con que “no solo es para las cosas puntuales. Pasan muchas cosas en los juicios orales, cumplen muchas funciones y estamos hablando de Diana así que era difícil que fuera corto”.

 

Consultada respecto de que esta sea el primer causa es llevar la caratula de ‘travesticidio’ explicó que “en efecto eso es un gran trabajo y una demanda muy concreta de Sasha Sacayán y de Darío Arias de llevar esa palabra y de poder inscribirla en el lenguaje judicial. Siempre sabemos que los significados judiciales son más acotados que los sociales, pero bueno, es importante que el lenguaje judicial pueda ir evolucionando también”.

Sobre la pena pedidas en su alegato comentó que fue prisión perpetua porque “así lo dispone nuestro Código Penal de la Nación. Hay pocos delitos en nuestro Código Penal, por suerte, que tienen esas penas tan altas y los delitos que tienen esas penas son los más graves. Podemos discutir muchas cosas de la pena perpetua pero, bueno, no era el momento en el juicio para eso, sino para pedir la pena y la calificación está dado así”.

Del total de travesticidios que han sucedido en los últimos tiempos sólo cuatro han sido llevados a juicio, al respecto Sánchez mención que es muy difícil hasta ahora porque “los travesticidios están avalados socialmente. La impunidad se construye socialmente, no es fácil ser impunes y cometer crímenes, menos en las sociedades modernas. Los mismo pasa con los crímenes de lesa humanidad digamos, es una impunidad que está construida”.

“Por más que la ley refleje que es dañoso, grave, socialmente grave matar a una persona por su identidad de género o con motivo de su identidad de género, no habría ninguna condena en este caso. Bueno, todavía no la hay de hecho, porque tiene un aval social la comisión de estos crímenes”, enfatizó.

El Concejo Deliberante de San Miguel de Tucumán aprobó días atrás una ordenanza que dispone vedar todo tipo de acción que tenga por objeto la interrupción legal del embarazo, declarando además a la ciudad como “defensora y promotora de la vida, desde la concepción humana en el vientre materno hasta su muerte natural”.

Desde la fundación tucumana Mujeres por Mujeres, alertaron que dicha norma va en contra de la constitución y es por ello que FM De la Calle conversó con Noelia Aisama, abogada e integrante de la misma.

“Claramente (el Concejo), está exhortando a toda la comunidad de San Miguel desde el ámbito profesional, como también al poder de justicia, al Poder Ejecutivo que quien quiera implementar en el caso positivo de que se legalice el aborto en Argentina la obstaculización de que efectivamente este derecho se garantice para las mujeres”.

Consultada sobre cómo funciona dentro la interrupción del embarazo en los términos que plantea la legislación actual, comentó que “es importante destacar que somos la única provincia a nivel nacional que no está adherida a la ley 25.673 que es de Salud Sexual y Procreación Responsable, por lo tanto, tenemos un primer obstáculo para poder efectivizar la garantía al acceso a la salud sexual y reproductiva de las mujeres. Por otro lado, también somos una provincia donde no se está aplicando la Ley de ESI, de Educación Sexual Integral. Por lo tanto, en términos de efectivización de derechos tenemos esos obstáculos”.

“Desde la fundación y con Católicas por el Derecho a Decidir hemos realizado un monitoreo social sobre el acceso a la salud de las mujeres donde, no solamente hay un nivel de desinformación de las usuarias de la salud en términos de derechos de los pacientes, sino también que tampoco hay desde el ámbito de los profesionales de salud en poder informarles y garantizarles todo lo que tenga en materia de derechos sexuales y reproductivos”, agregó.

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La Biblioteca Macedonio Fernández de Villa Ventana recibió alrededor de 700 libros que pertenecían al ex fiscal general de Bahía Blanca, Hugo Cañón, fallecido en un accidente de tránsito en 2016. Su familia reunió los volúmenes y los donó a esta biblioteca de la cual era socio y donde concurría asiduamente.

La bibliotecaria Amalia Bernat comentó en FM De la Calle el homenaje realizado el 14 de abril para “mostrar otras facetas más allá de la pública trayectoria que todos conocemos. Hugo además de ser socio de la Macedonio tenía su casa de fin de semana, un lugar al que acudía y que quería muchísimo. Fue creando lazos y vínculos, en la biblioteca lo tuvimos en muchísimas oportunidades brindando conferencias, charlas, trayendo a otras personas”.

“Su familia en un acto de mucha generosidad donó los libros que estaban en Bahía Blanca y en Villa Ventana; después, Fabián Gauna mandó desde Buenos Aires los libros de su biblioteca personal. Es un material sumamente rico que lo podemos dividir en dos partes: Hugo lector por placer y su lectura en base a derechos humanos, política e historia. Estamos muy agradecidos, orgullosos y con una gran responsabilidad del cuidado de este patrimonio”, comentó Bernat.

Sobre la muestra/homenaje mencionó que “tenía una mesa de libros dedicados por Mirta Colángelo para Hugo –sus dedicatorias son una belleza y un homenaje más–. Otro sector era de libros especialmente dedicados, desde Baltasar Garzón hasta Alicia Partnoy (autora de La Escuelita). Cuando me toca recibir los libros, lo más importante y conmovedor fue recordar haber hablado de poetas que llegaban a Hugo de la mano de Mirta Colángelo, una persona que queremos muchísimo en el ámbito cultural de la región”.

Uno de los paneles con objetos encontrados en los libros que pertenecían a Hugo Cañón.

Uno de los paneles con objetos encontrados en los libros que pertenecían a Hugo Cañón.

“Los textos tenían marcas, la mayoría están intervenidos. Él los que eran de estudio los subrayaba, marcaba, tenía anotaciones. Otros simplemente tenían señaladores, marquitas, eso que haces como lector cuando realmente lo haces tuyo al libro. Los libros hablan del carácter y la personalidad de una persona y fue muy hermoso compartir en ese grupo que estaba homenajeándolo esa tarde del 14 de abril los textos elegidos por él”, comentó.

Los libros de poesía, novelas, ensayos, cuentos, fueron ordenados en el sector correspondiente de la biblioteca, “la diferencia es que tienen una etiqueta que dice “Biblioteca Dr. Hugo Cañón”. En cuanto a los textos sobre derechos humanos, política, historia, tienen “un anaquel dedicado exclusivamente”.

“Es realmente un trabajo conmovedor porque seguimos ingresando los libros. Eso quisimos compartir además de material fotográfico –Hugo como gran curioso le encantaba la fotografía y viajar–. El día de la muestra había “cosas graciosas” dispuestas en paneles: “billetes, cartitas, plumas -de Mirta Colángelo- (porque los libros de Mirta estaban siempre con plumitas y pétalos como adornaba ella sus cajitas)”.