El fiscal federal Franco Picardi abrió una investigación para determinar si la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y sus funcionarios actuaron ilegalmente en la persecución y represión a comunidades originarias en la Patagonia.
A partir de una denuncia de la APDH, Picardi sostuvo en su dictamen que el objeto del plan fue “coaccionar y administrar el conflicto existente entre comunidades mapuches y propietarios formales de tierras, en beneficio de estos últimos, para así resguardar distintos negocios inmobiliarios y de lucro llevados a cabo por aquellos que detentan o pretenden la propiedad y/o explotación formal de tierras en la Patagonia Argentina, muchos de los cuales tendrían relaciones de distinta índole con funcionarios del actual gobierno Federal”.
En diálogo con FM De la Calle, Ricardo Ragendorfer, periodista y autor de “Patricia, de la lucha armada a la seguridad” analizó la denuncia y opinó que Bullrich entrará en una zona de riesgo penal a partir del 10 de diciembre “no solo por este expediente sino también por otro tipo de situaciones como su relación con el falso abogado y espía polimorfo Marcelo D’Alessio”.
-Sostenés que el despliegue represivo de Bullrich en la Patagonia se parece más al Operativo Independencia de Tucumán que a la Conquista del Desierto, ¿por qué?
Lo de la Patagonia fue una especie de laboratorio represivo al igual que el Operativo Independencia en esa época, en dos contextos diferentes. En el caso del régimen macrista esa ofensiva contra las comunidades mapuches comienza con un informe de gestión redactado por Pablo Noceti en el cual decía que los reclamos de los mapuches de esa zona no eran derechos de la Constitución sino que más bien se tendrían que evaluar bajo el Código Penal, poniendo en vilo intereses estratégicos como una industria gasífera y petrolera. A partir de entonces se desplegó un dispositivo de espionaje en el que participó Noceti, quien fue sorprendido presenciando de incógnito una de las audiencias del primer juicio por extradición a Jones Huala, su presencia ahí quedó a la luz.
A eso le siguió el violento operativo en la Pu Lof Cushamen de enero del 17 donde hubo varios heridos graves, uno con un disparo en el cuello, cosa que no había trascendido tanto porque no hubo muertos en esa ocasión. El siguiente paso de ese proceso fue la detención de Jones Huala cuando, ya liberado de ese primer juicio de extradición, Macri le promete a Bachelet su captura, cosa que se produce unas horas después.
A eso siguió una situación vidriosa entre los mapuches y las autoridades judiciales de Bariloche que instruían esa detención, cosa que coincide con una reunión de Noceti con altos mandos políticos y policiales de Río Negro y Chubut, en la cual Noceti pronuncia una frase antológica: ‘si la violan a mi madre yo tengo que actuar’. Así justifica de una manera freudiana la figura de flagrancia para actuar sobre esos territorios sin orden judicial. Horas después se produce la muerte de Santiago Maldonado, le sigue la muerte de Rafael Nahuel, persecuciones y espionaje sobre los mismos objetivos y una especie de Plan Cóndor entre Chile y Argentina.
La Dirección de Inteligencia de Carabineros realiza el Operativo Huracán en el cual, según ellos, desbaratan un complot catastrófico de la RAM en Argentina y de la CAM en Chile, que resultó ser un blef de la primera hasta la última página, cosa que acá no se difundió demasiado pero en base a ese informe trucho, donde todos sus hacedores fueron procesados por falsedad ideológica, asociación ilícita y otros delitos, la ministra Bullrich elabora un mamotreto de 180 páginas con la situación de los pueblos originarios en el sur y, a partir de ahí, se produce la creación de un comando unificado entre las fuerzas federales y provinciales de Chubut, Neuquén y Rio Negro.
-Esto involucra a la ministra Bullrich, al ex secretario de Cooperación con los Poderes Judiciales, Legislativos y Ministerio Público Fiscal, Gonzalo Cané, al ex jefe de gabinete Pablo Noceti y al secretario de Seguridad, Gerardo Milman. ¿Cuál fue el objetivo del plan?
Esto tiene que ver con una constelación de factores que abarca desde la subordinación de la política oficial a la doctrina norteamericana de las nuevas amenazas, que es una especie de Doctrina de la Seguridad Nacional de la década del 80 pero que, como no existe el comunismo, identifica entre sus amenazas al terrorismo, los migrantes, los pueblos originarios y hasta las catástrofes climáticas. Para eso es necesaria la creación de un enemigo interno. En ese sentido, en este punto se aplica un laboratorio represivo y, por otra parte, en la denuncia de la APDH y en el dictamen del fiscal Picardi se menciona otro objetivo que es facilitar emprendimientos inmobiliarios para amigos del presidente como Luciano Benetton y Lewis.
-¿Qué balance hacés del rol de Bullrich en el gobierno de Cambiemos?
A diferencia de las oleadas represivas que hubo desde mediados del siglo XX hasta la fecha, durante gobiernos no militares, Plan Conintes en la época de Frondizi, la Triple A en la de Isabel Perón, los muertos del 19 y 20 de diciembre en el de De la Rúa o Kosteki y Santillán en la época de Duhalde, asuntos que tienen que ver los primeros con la Doctrina de Seguridad Nacional y los últimos con hechos desesperados de gobiernos agónicos. El macrismo le agrega una nueva vuelta de tuerca que es la represión como cuestión de marketing. Advirtieron que esta política goza de la simpatía de un vasto sector de lo que podríamos llamar de la parte sana de la población y ellos se deben a su público. Por otro lado, para aplicar y convertir el ajuste de una política de Estado se necesitaba una cuota de mano dura.
-¿Cómo ves el futuro de Bullrich y el de esta investigación?
Pienso que a partir del 10 de diciembre ella entraría en lo que podríamos llamar una zona de riesgo penal no solo por este expediente sino también por otro tipo de situaciones como su relación con el falso abogado y espía polimorfo Marcelo D’Alessio, el cual fue una pieza fundamental en la estructura inorgánica en el Ministerio de Seguridad puesto que estuvo detrás de todos los operativos policíaco publicitarios desde la detención de Pérez Corradi en Paraguay, grandes operativos antidrogas, las tareas de inteligencia que motorizaron la falsa denuncia contra Gómez Centurión cuando fue apartado de la Aduana, etcétera, pienso que esta mujer está en graves aprietos.