Un equipo de investigación en ciencias sociales de la Universidad Nacional de Quilmes consultó a más de 1400 habitantes de CABA y provincia de Buenos Aires qué harían si fueran presidente si en marzo se llenaran las terapias intensivas con casos de Covid.
Las respuestas van desde el cierre total de actividades, restricciones de algún tipo hasta la opciones más laxas sin ninguna prohibición.
En su columna de FM De la Calle, el médico Horacio Romano analizó que “solo una minoría contesta que dejaría todo abierto y a la responsabilidad de cada vecino. La mitad de los que impondrían cuarentenas de algún tipo dicen que gran parte no haría caso. En cambio, los que no imponen aislamiento piensan que el 80% los apoyaría fervientemente”.
“Esto nos lleva a pensar otra cuestión que es el pensamiento hegemónico, es aquel que logra imponer sus creencias y valores por encima del resto de la sociedad, aunque para el resto de la sociedad vaya en contra de sus intereses. Las clases subalternas piensan como ricos pero no son ricos, básicamente. Esta encerrona es la que se le está generando al gobierno en todos sus órdenes en este momento”.
3) Resulta útil observar las respuestas. Contra la imagen dominante, el 40% opina que las medidas debieran ser muy estrictas y otro 23% avala los aislamientos intermitentes que junto a @RodrigoD_Castro, Ernesto Kofman y muchos otros propusimos en agosto pic.twitter.com/Hcu5hdJu7q
— Daniel Feierstein (@DanielFeiers) March 10, 2021
El médico señaló que “este discursos se instala con la clase hegemónica el año pasado, con la infectadura, la cuarentena más larga. A partir de la apertura de actividades empiezan a aumentar los casos. Lo del verano es otra cosa, fueron cerca de 8 mil fallecidos en dos meses. Lo que ves en todos lados que la segunda ola fue más fuerte que la primera, que si no nos encuentra vacunados va a ser más fuerte que la que vivimos”.
Daniel Feierstein, investigador y analista de los datos de la encuesta, publicó que “podemos ver que lo mismo ocurre con la reapertura de las clases presenciales. Se vociferaba que lo querían las mayorías pero el 77% pensaba que era mejor esperar a que estuvieran vacunados todos los docentes en una encuesta previa del mismo equipo del Socpol-UNQ”.
12) El primer punto entonces queda aclarado: los que se oponen al principio precautorio NO SON la mayoría de la población sino una minoría intensa. El problema es que esa minoría (1/5) ha demostrado q está dispuesta a hacer lo que sea para impedir cualquier medida de cuidado
— Daniel Feierstein (@DanielFeiers) March 10, 2021
“Las decisiones hay que tomarlas, si hay que cerrar fronteras hay que cerrarla fuertemente, no es cuestión de solicitar que no se viaje, no se tiene que ir al exterior. Saber que vamos a vivir un invierno complicado y a renovar las cuestiones de aislamiento y cuarentena por lo menos hasta que tengamos al grupo de riesgo vacunado”, argumentó Romano.
Por su parte, Feierstein afirmó en sus redes que “si las autoridades y cada uno de nosotros podemos tener esto claro, quizás las disputas por el sentido puedan avanzar otro pasito y permitirnos construir las condiciones para recuperar la aplicación del principio precautorio y salvar muchas vidas ante la segunda ola”.