“Hay muchas voces que hoy no están en el espacio público y tienen mucho para decirnos. ¿Cuántas veces encontramos las mismas voces, las mismas entrevistas, las mismas respuestas previsibles de los “opineitors” de turno? Es un laburo encontrarlas, es parte de nuestra tarea y desafío”.

Ana Cacopardo es periodista, documentalista y actualmente realiza el ciclo de entrevistas Historias Debidas que se emite por Canal Encuentro. Esta tarde participará de la Cátedra Libre de Violencia de Género de la UNS -a las 19 en Colón 80-. Antes, analizó en diálogo con FM De la Calle el lugar que ocupan las resistencias en los medios de comunicación.

“Me interesa pensar violencias y resistencias. Hace muchos años trabajo con entrevistas de fondo, con la voz testimonial, pensar qué ilumina la voz testimonial, qué nos trae para reflexionar, no solo las formas que asume la violencia y las formas de las resistencias”, comentó Cacopardo.

“Hay una cita de Italo Calvino que dice que en la comunicación el eslabón más importante es el de la escucha. Estamos en un tiempo donde escuchamos muy poco y siento que ese es el primer paso que hay que dar cuando laburamos con la voz testimonial de las víctimas, que no solamente nos vienen a traer un reconocimiento de la violencia sino también otras cosas, son sujetos políticos. Desde el dolor se han generado activismos que son resistentes, sujetos políticos que han ensanchado nuestra democracia”.

“¿Cómo visibilizamos violencias? Si no lo hacemos se naturalizan. ¿Cómo hacemos para que, por ejemplo, contar un femicidio no sea instalar en la voz pública la voz del femicida? Y, al mismo tiempo, cómo cuando trabajamos con las víctimas no las pensamos como eso nada más sino como sujetas políticas”, finalizó.

En 2017 el ginecólogo Leandro Rodríguez Lastra impidió que una joven de 19 años se realizara un aborto no punible por ser un embarazo producto de una violación. Actualmente, el médico enfrenta un juicio en Cipolletti por “incumplimiento de los deberes de funcionario público”.

Natalia Gherardi, integrante del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género, dijo a FM De la Calle que “este juicio es una oportunidad para mostrar que no es lo mismo una cosa que la otra, que obstaculizar el ejercicio de derechos de las mujeres tiene que tener consecuencias”.

“Tenemos mucho interés porque está en juego la responsabilidad de un profesional que se ha dedicado activamente a violar derechos. Está en juego el derecho de las mujeres a que se respete su decisión en lo que la ley contempla desde hace cien años”, comentó la abogada.

“El Estado tiene la obligación de garantizar un aborto no punible. Esta joven fue con un aborto en curso, ni siquiera lo que se le pedía es que realice el aborto sino que permitiera su finalización. Lo que él hizo fue en contra de la voluntad de esta mujer, suministrarle medicación para interrumpir ese aborto y obligarla a que continúe con esa gestación”.

“Lo que hizo fue muy problemático porque está mostrando una manera de ejercer la medicina que es desatendiendo a los pacientes, suministrándole medicación sin su consentimiento informado, manteniendo a una mujer casi privada de la libertad dentro de un hospital público para que se lleve adelante al decisión del médico y no de la mujer”.

La especialista destacó que “va a ser muy importante que la justicia reafirme el derecho a la salud y a la integridad de las mujeres. La pena no es muy elevada, lo más importante es la accesoria de habilitación para ejercer ese cargo y revisar su matrícula profesional porque, más allá de la terrible vulneración de los derechos de esta mujer, lo que muestra es un total desinterés por los derechos de los pacientes y eso es muy preocupante. “, finalizó Gherardi.

La Cámara de Diputados aprobó el pedido de licencia de su presidente Manuel Mosca. El referente de Cambiemos fue denunciado por acoso sexual y si bien había solicitado también su desafuero, sus pares giraron el pedido a la Comisión de Asuntos Legales e Institucionales.

“Acompañamos la licencia porque no vamos a obligar a ningún diputado a que concurra si no puede hacerlo. Hay un trasfondo que es más complejo y es de carácter político.  Si hay un pedido de allanamiento o detención no hay un impedimento por los fueros a que curse un proceso judicial”, comentó el diputado Guillermo Kane del Frente de Izquierda.

El caso tomó notoriedad luego de que el propio diputado se presentara ante el fiscal Álvaro Garganta por ser víctima de una supuesta extorsión por una denuncia de acoso sexual. Luego de este hecho se supo que una militante del PRO de Necochea lo había denunciado ante la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte por hechos de violencia ocurridos durante la campaña electoral del 2015.

“Habría entre tres, cuatro o posiblemente seis mujeres con denuncias, y solo una de ellas fue la que se dirigió a la Corte. Según trascendidos de los mismos compañeros de Mosca, algunas otras mujeres se han sentido amedrentadas. Está la posibilidad de que el poder político y los recursos que maneja como presidente de la Cámara, hayan actuado para que varias denunciantes decidan no hacerlo, por eso planteamos que la Cámara debía suspenderlo hasta que se aclaren las cosas”, señaló Kane.

Por último, el diputado señaló que “el otro problema que ha quedado expuesto es que la interna en el oficialismo está llegando a niveles muy graves, hay una interna sorda con Vidal y está en duda la candidatura de Macri. Es fácil deducir que los meses que han tenido la denuncia en sus manos, han tenido una carta que jugar contra un hombre Vidal”.

El Gobierno Nacional impulsa un proyecto de reforma del Código Penal que, entre otras cosas, plantea restricciones al acceso a una Interrupción Legal del Embarazo.

Patricia Bustamante, integrante del grupo de trabajo de Feminismos y Justicia Penal del INECIP, calificó a la iniciativa como “regresiva” y comentó sus posibles efectos a FM De la Calle.

“Actualmente lo que más enfatiza la Corte es que no hay que judicializar, solo es necesario el consentimiento mediante una declaración jurada. El proyecto de reforma no aclara esto, solamente como causal pone abuso sexual”.

Bustamante resaltó que el proyecto crea dos figuras: “Habla del aborto culposo, que en este momento no existe en Argentina y sí existe en muy pocos países como El Salvador y Guatemala  que criminalizan el aborto”.

“También crea la figura de lesiones a la ‘persona por nacer’. Hoy el Código Civil, cuando habla del nacimiento de las personas, no le da entidad jurídica al feto. Esto le daría entidad jurídica y una tutela por fuera del cuerpo de la persona gestante. Es muy preocupante porque ni siquiera tomaron en cuenta los tratados internacionales ni la legislación interna”.

“Tenemos una Ley de Fertilización Asistida que en su decreto reglamentario habla de la criopreservación de los embriones. ¿Qué pasaría con esos embriones? ¿Sería un delito si están congelados? Es bastante disparatada además de criminalizadora”, dijo.

Respecto al acceso a la justicia, Bustamante destacó que “teniendo en cuenta las características del caso, el juez o la jueza decidirá las penas. Tenemos una justicia que es sumamente patriarcal, este proyecto le da más poder a los jueces sobre el cuerpo y la decisión de las mujeres”.

FM De la Calle presenta “Derechos y Reveses”, una serie microdocumental sobre el ejercicio y violación de derechos en Bahía Blanca. Podrá verse desde este martes en el canal de youtube: FMDELACALLETV.

El ciclo audiovisual es fruto de un proyecto ganador del Fondo de Fomento Concursable para Medios de Comunicación Audiovisual (FOMECA), un mecanismo de fortalecimiento de la pluralidad de voces subsidiado por el ENACOM.

La difusión de los derechos y el seguimiento del ejercicio o violación de los mismos son prioridad de nuestro colectivo al momento de producir contenidos e incluyen un esfuerzo en la construcción de relatos que reconozcan las tensiones invisibilizadas por los medios masivos de comunicación.

La serie original proponía la producción de diez capítulos sobre derechos vinculados al trabajo, la salud, las identidades sexuales, el ambiente, la intimidad, entre otros, en una sociedad de características conservadoras.

La demora en el pago de los fondos del subsidio impidió afrontar los costos del proyecto original y es por eso que la serie se limitó a tres problemáticas: el derecho al trabajo y la destrucción de la pesca artesanal en la ría bahiense; la lucha contra el dragado en Gral. Cerri y la intención de ampliar el polo petroquímico en función de Vaca Muerta; y la marea verde por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito en la ciudad.

Desde el Consejo Local de las Mujeres acompañaron el reclamo por la declaración en Emergencia Tarifaría en materia de servicios públicos esenciales.

“Esto es una cuestión de voluntad política, el intendente es el principal responsable. No puede hacerse el distraído. Él tendría que articular las medidas que correspondan. Así como el Concejo Deliberante y la OMIC”, dijo a FM De la Calle Paola Martínez. 

El grupo de vecinas y vecinos que impulsa el petitorio manifestó que “la energía tiene una relación desigual referida al género, ya que tiene diferente impacto en hombres y en mujeres. Pues somos las principales usuarias de servicios, ya sean por distintas tareas productivas, trabajo doméstico no remunerado, pero estamos ausentes de los sectores donde se toman las decisiones sobre los recursos energéticos”, destacaron. 

Martínez agregó que “el acceso a una vivienda digna no puede ser sin servicios. Queremos que se retrotraigan las tarifas a diciembre del 2017, que no se aumente por este año, que se hagan las inversiones y que no haya cortes por falta de pago”.

(Por Mariela Dobal*) El 8 de marzo esta ciudad lució sus calles céntricas repletas de niñas, mujeres, lesbianas, trans, travestis y no binaries que marcharon y se expresaron denunciando las opresiones e injusticias que sufren en cada rincón teñido de patriarcado. Lo que sucede en los medios de comunicación locales y en las coberturas  en las que están involucrados estos colectivos también fue parte de los reclamos.

“Apoyamos el movimiento de las/es trabajadoras/es de la comunicación para construir medios responsables a pesar de los intentos de silenciamiento, precarización y despidos injustificados, que las grandes cámaras empresarias intentan imponer”, sostiene el documento leído en el acto de Bahía Blanca.

“Paramos porque no queremos ser cómplices de la violencia simbólica ejercida en el tratamiento de las noticias y de la falta de voluntad para capacitar en materia de géneros”, se indica desde la plaza central, mientras un grupo de mujeres, identificadas profundamente con esa visión, aplaude con fuerza y emoción.

Se miran y se encuentran, por primera vez, juntas. Unidas. Temblando de alegría e indignación. Fortalecidas por empezar a reunirse y organizarse para de construirse y no callar más.

La Red de Comunicadoras Bahía Blanca es una realidad. Un espacio de encuentro. Una red que entrama múltiples realidades, experiencias, ideologías, aprendizajes y silencios ya no deseados, de trabajadoras de los medios locales de comunicación. Desde hace meses se reúnen y planifican trabajos compartidos y coberturas mediáticas con real perspectiva de género. Están buscando mecanismos y recopilando información para visibilizar el desigual trato laboral que reciben en sus lugares de trabajo: a misma tarea que los hombres periodistas inferior paga, despidos injustificados por negarse a mandatos patriarcales, sufrir exigencias estereotipadas externas antes de valorarse su formación y experiencia, entre decenas de otras injusticias dignas de este sistema despiadado.

¿Por qué? “Porque no queremos más medios de comunicación hostiles y bastiones del disciplinamiento para quienes queremos producir nuevos sentidos. No estar en los medios es violencia simbólica y laboral. Este 8 de marzo, paramos el mundo. Este 8 de marzo nos hacemos oír, pero no solo hoy sino también mañana porque si nuestras vidas no valen, produzcan sin nosotras”, expresa la red en un pronunciamiento.

Mientras tanto, y ante las coberturas periodísticas que insisten en“nota de color”, “efeméride semanal” o “nota especial” para difundir estas realidades, perpetuadas en el lenguaje sexista y excluyente, inundadas de lugares comunes y sin consciencia de clase… nacen producciones autogestivas en espacios de comunicación comerciales y comunitarios, que invitan a reflexionar y expresarse.

Surgen discursos que construyen una comunicación fundada en visibilizar y defender los derechos de las personas. Emergen acciones pensadas para escuchar todas las voces posibles, capaces de ilustrar cada realidad negada en las editoriales de medios hegemónicos, reproductores de desigualdades e intolerancia.

Irrumpen trabajadoras de la comunicación que se encuentran en cuerpo y alma para no callarse más y desaprender mandatos y prácticas que las tenían inmóviles. “Paramos el mundo. Nos bajamos. Y ahora nos volvimos a subir. Unidas y empoderadas”. 

Fotos: Fabiola Natalio, Virginia Pascual y Paula Ércoli.

*Nota publicada originalmente en Comuna.

Un grupo de abogados y médicos tucumanos presentaron una denuncia contra Jose Gigena y Cecilia Bousett, quienes le realizaron la microcesárea a la niña de 11 años que tuvo un embarazo producto de una violación.

La senadora Beatriz Mirkin (PJ) comentó que “hay que defender esa terrible situación por la que pasan las mujeres que tienen embarazos no deseados, en este caso una violación por parte de una persona adulta de la familia que la ha llevado a querer suicidarse”.

“El gobernador Manzur estuvo en una marcha provida, junto al vicegobernador, a la ministra de salud, en conjunto con la senadora Elías De Pérez y el obispo encabezando. Están dividiendo la sociedad en una falacia entre los que están a favor de la muerte y de la vida, dicen ellos. En realidad estamos todos a favor de la vida, de la vida de una nena de 11 años”, dijo Mirkin.

Por último, comentó que la provincia “es muy conservadora y hay cada vez más embarazos adolescentes porque no hay educación por la igualdad”.

Compartimos el documento consensuado por la Asamblea de mujeres, lesbianas, trans, travestis y no binaries de Bahía Blanca leído durante el paro y la manifestación de este viernes 8 de marzo. Fotos: Charlie Pereuilh.

Nosotras/es paramos contra la violencia machista, el ajuste, por el aborto legal y la separación de la Iglesia del Estado.

Este 8 de marzo, PARAMOS EL MUNDO.

Históricamente, el 8 marzo es una jornada internacional de lucha y denuncia de las opresiones que sufrimos las mujeres, lesbianas, trans, travestis y no binaries.

En Bahía Blanca, tomamos en nuestras manos la organización de la resistencia, junto con miles de mujeres en los más de setenta países en donde se convoca este 3º paro internacional.

Gritamos que NO queremos ser un engranaje más de este sistema de violencia y explotación patriarcal y capitalista.

Paramos porque:

Reivindicamos las luchas de las mujeres trabajadoras y exigimos paro activo y plan de lucha a las centrales sindicales.

Le decimos NO al ajuste del gobierno de Macri, les gobernadores y el intendente Héctor Gay.

Paramos en contra de la reforma laboral, previsional y los despidos porque nos afectan doblemente.

También porque los trabajos domésticos y de cuidados que nos son asignados socialmente están invisibilizados y no remunerados.Apoyamos el movimiento de las/es trabajadoras/es de la comunicación para construir medios responsables a pesar de los intentos de silenciamiento, precarización y despidos injustificados, que las grandes cámaras empresarias intentan imponer.

Paramos porque no queremos ser cómplices de la violencia simbólica ejercida en el tratamiento de las noticias y de la falta de voluntad para capacitar en materia de géneros.

Paramos porque las palabras son nuestras armas ante el silencio y el vaciamiento de mujeres, lesbianas trans, travestis y sexualidades disidentes en los medios de comunicación.

¡No nos callamos más!

Rechazamos el pacto con el FMI y el pago de la deuda. La deuda es con nosotras/es.

Asimismo, nos plantamos contra al avance de la derecha en Latinoamérica.

FUERA EL IMPERIALISMO!

Justicia por Marielle Franco y Berta Cáceres.

Frente a los femicidios, travesticidios, transfemicidios y la violencia machista decimos: el Estado es responsable.

Para terminar con todo tipo de violencia, desde el primer Ni una menos levantamos demandas concretas que comprenden la asistencia integral a las víctimas, el acceso a la vivienda digna, trabajo estable y derechos laborales de género.

La respuesta sigue siendo nula.

El Estado nos obliga a parir para luego abandonarnos a la maternidad en condiciones paupérrimas, sin garantizar jardines maternales en lugares de trabajo, estudio y en los barrios, tampoco educación y salud de calidad.

No se implementan las licencias por maternidad para la totalidad de las trabajadoras ni las licencias por violencia de género.

Muchas veces la maternidad y el derecho a la lactancia ponen en riesgo nuestra fuente laboral, demandamos la extensión de las licencias por paternidad.

En este contexto, consideramos de gravedad el reciente cierre de las salas maternales de los jardines municipales, que afecta a las mujeres trabajadoras privándolas del derecho a acceder de forma gratuita a un lugar de contención y cuidado para sus hijes.

Ante los crecientes ataques y crímenes de odio al colectivo LGTBIQ+ reclamamos la promoción, protección y la garantía de los derechos de esta comunidad.

Exigimos la aprobación, reglamentación y cumplimiento del proyecto de cupo laboral trans, ya presentado en el Concejo Deliberante.

Repudiamos la implementación del código de faltas en algunas provincias, que criminaliza la identidad travesti. Vivienda, salud y educación para las travas y trans!

Exigimos real implementación de las leyes locales y nacionales que dictan la emergencia en materia de violencia de género y presupuesto propio acorde a las necesidades bajo control de un organismo de mujeres, lesbianas, trans, travestis y no binaries, autónomo e independiente del Estado y de la Iglesia, electo y revocable por las mismas organizaciones.

 

Denunciamos las muertes, torturas y sometimientos dentro de comisarías, psiquiátricos e instituciones penitenciarias.

Paramos por el desmantelamiento de las redes de trata y explotación sexual, con la participación indispensable y complicidad de la justicia, las fuerzas represivas y los funcionarios como parte del sistema prostituyente.

Exigimos justicia por Rosa Aìda Cavallín y aparición con vida de Andrea Esnaola, Marita Verón, María Cash, Johana Ramallo, Florencia Penacchi y todas/es las/es víctimas.

A cuatro años del crimen de Katherine Moscoso denunciamos al gobierno de Monte Hermoso por ser cómplice en su femicidio, y reclamamos esclarecimiento y justicia.

Exigimos el fin de la impunidad sobre las denuncias públicas y/o judiciales realizadas hacia funcionarios y agentes del Estado, amparados por el poder de su cargo.

Paramos porque los territorios ancestrales de los pueblos originarios están siendo violentados y explotados, con la misma ideología patriarcal que tiene al cuerpo de las mujeres como tierra conquistable. Las mujeres originarias viven la violencia machista, racista y capitalista por oponerse a la invasión de los megaproyectos en las comunidades.

 

Nos pronunciamos contra cualquier tipo de política anti inmigratoria.

Exigimos libertad y desprocesamiento a todas/es las luchadoras y les luchadores y preses polítiques.

Basta de persecución a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
Absolución para Higui y Moira Millán.
Libertad a Milagro Sala.
Derogación de la ley antiterrorista.
Basta de criminalización de la pobreza.
No a la baja de la edad de imputabilidad.

Nos pronunciamos contra la violencia en espacios de militancia, cultural, política, sindical, social y partidaria.

Por la creación de comisiones de género y elaboración de protocolos.

Basta de justicia misógina y patriarcal; aplicación de la ley Micaela para que quienes desarrollan una labor en los espacios de atención pública de salud, justicia y educación sean capacitadas/es en perspectiva de género.

Exigimos la plena implementación de las leyes de Educación Sexual Integral y de Salud Sexual y procreación responsable. Consideramos imprescindible el real cumplimiento de la ley de forma laica y científica, en todas las instituciones Educativas de manera transversal.

Rechazamos la campaña “con mis hijos no te metas” que, amparada por las iglesias y el Estado, obstaculiza la efectivización de la ESI, herramienta fundamental para la detección de abusos intrafamiliares de menores.

Repudiamos la persecución a las/les docentes que implementan dicha ley. En ese sentido, planteamos la eliminación del Art 5 de la ley actual que habilita la injerencia clerical y la adecuación institucional.

Paramos para que las Instituciones de Salud cuenten con anticonceptivos y se brinden consejerías para garantizar el derecho a decidir.

Denunciamos todo tipo de violencia obstétrica y exigimos el real cumplimiento de la ley de parto respetado.

Nos pronunciamos contra los dichos del Papa Francisco, Jorge Bergoglio, para quien “todo feminismo termina siendo un machismo con polleras” y “los homosexuales deben ir al psiquiatra”, mientras encubre hordas de pedófilos en sus filas.

También denunciamos el avance de las iglesias evangélicas en nuestro territorio y en la región.

El trasfondo de estas declaraciones ante el potente movimiento de mujeres, lesbianas, trans, travestis y no binaries tiene la intención política de disciplinarnos y negarnos un derecho tan básico como la decisión sobre nuestros propios cuerpos, profundizando la imposición social de la maternidad.

Además, nuestras demandas significan un obstáculo para el pacto entre los sectores anti derechos o “pañuelos celestes” y el poder político y económico, que acuerda con los diferentes cultos a cambio de cooptar a los sectores más vulnerados.

Advertimos que estas alianzas al estilo Bolsonaro en Brasil culminan en la tortura de niñas como ocurrió en Jujuy y Tucumán y el año pasado en Salta, pero que bien sabemos ocurren en todo el país.

Los gobernadores Morales, Manzur y Urtubey son algunos de los abanderados anti derechos. Ellos designan sus provincias como “pro vida” mientras niegan un derecho ganado hace casi un siglo: la interrupción legal del embarazo a niñas violadas. Están cometiendo un delito!

Por eso decimos la maternidad no debe ser obligatoria.

Queremos niñas, no madres, y exigimos la separación de la Iglesia del Estado y el desfinanciamiento de todos los cultos.

Repudiamos a los poderes del Estado desde el advenimiento de la democracia hasta hoy por no aprobar el proyecto de legalización del aborto.

Por eso continuamos exigiendo:

Educación sexual para decidir.

Anticonceptivos para no Abortar.

Aborto Legal para no morir.

El caso de Alejandra Galicio es un emblema de la lucha contra las violencias hacia el colectivo trans y travesti de nuestra ciudad. Tenía 33 años y la encontraron malherida en las instalaciones de la ex bodega Arizu en abril del 2005. Días después falleció en el Hospital Municipal.

“Estuvo en terapia intensiva durante cuatro días y luego falleció. Alejandra era trabajadora sexual pero nunca se investigó el caso, se hicieron unos allanamientos para aparentar. Como era de Salta y su familia era humilde, le dijeron que no se podía hacer nada, que no sabían quién lo había hecho”, relató en FM De la Calle su amiga Yohanna Maidana.

Yohanna recordó a Alejandra como “una persona muy divertida, muy luchadora por ella y por su familia. Le gustaba mucho divertirse. Todas intentamos crear un futuro. Nuestro proyecto era poder tener algo y ayudar a nuestra familia”.

Hace décadas y en un pueblo pequeño ser una mujer trans no era nada fácil: “Nos conocíamos desde los ocho años, somos del mismo pueblo, Colonia Santa Rosa de Salta. Luego fuimos a La Plata y después vinimos a Bahía. En aquel momento éramos muy perseguidas por la policía. Hoy muchas no necesitan dedicarse al trabajo sexual porque pueden hacer otra cosa. Las chicas trans tenemos más posibilidades por el hecho de tener nuestro documento y nuestra identidad. Podemos estudiar, de conseguir un trabajo”.

Maidana agregó que “antes yo renegaba muchísimo y decía porqué nosotras las chicas trans tenemos que pasar por esto. Hoy en día veo a las mujeres luchar por sus derechos y pienso no solo a nosotras nos pasaban cosas. Nada más que esta sociedad es un poco hipócrita y no lo decía”.

La economista feminista Agostina Costantino destacó que para remunerar los trabajos domésticos y de cuidados que hacen las 2 millones 700 mil amas de casa de nuestro país se deberían desembolsar 30 mil millones de pesos, lo que equivale a lo aportado al PBI por todo el sector de la administración pública.

“Sin el trabajo de esas amas de casa el resto de los integrantes no podría salir a trabajar porque tendría que ocuparse de los cuidados personales y familiares diarios”, dijo en FM De la Calle y opinó que “las personas que se encargan de los cuidados deben recibir remuneración pero esas tareas deben dividirse entre varones y mujeres” para no profundizar las desigualdades en el mercado de trabajo desde el origen.

Las amas de casa, las jubiladas y las estudiantes son la mitad de las mujeres de más de 15 años de nuestro país. La otra mitad trabaja o busca empleo fuera del hogar. De ellas, “casi un 10 por ciento está desocupada”.

“De las que logran emplearse, trabajan principalmente en casas particulares -9 de cada 10 son mujeres-, en servicios sociales y de salud -7 de cada 10 lo son- y en la enseñanza repiten esa proporción”, explicó Costantino.

La economista agregó que “son sectores muy mal pagos, por lo cual la discriminación de género se da también por el sesgo de género de cada uno de esos sectores: los de cuidados feminizados y mal pagos y en otros mejores pagos, como la industria y el transporte que son los más masculinizados de la estructura económica, las mujeres solemos ocupar cargos operativos y no de dirección”.

La doctora en Ciencia Política e investigadora del Conicet Natalia Martínez analizó en FM De la Calle las distintas olas del feminismo en el marco del 3º Paro Internacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis y No Binaries.

“Lo conmovedor viene por el lado de la masividad y de la heterogeneidad, se multiplican los feminismos. Hoy es feminismo y qué más. Necesitamos más significantes que den cuenta desde qué feminismo venimos. Y eso habla de la riqueza del momento”, opinó sobre el desarrollo de la cuarta ola en nuestro país.

Agregó que “la metáfora de la ola vino a decir que hubo muchos momentos individuales o aislados que juntos logran desplazar cierta configuración de época”.

Más allá de caracterización internacional de las diferentes etapas del movimiento feminista, la investigadora afirmó que en Argentina “la primera ola se dio a principios de siglo, la segunda en los ’70 y la tercera ola se difumina un poco más porque nuestros ’70 se vinculan a los ’80 por la recuperación democrática”.

“En los ’70 la política partidaria y estatal tenía una connotación peyorativa para las feministas y eso cambio en los ’80 cuando la política y la intervención en ella tuvieron otro sentido”.

Martínez explicó en cuanto a la tercera ola que “hay un cambio muy importante que se da en los ’90 y tiene continuidad con el 2001. Los ’90 dividieron los feminismos en América Latina en torno a la autonomía y a la institucionalidad. Esa aproximación al Estado que se da en los ’80 en los ’90 tomó otro sentido por la política que estaba muy vinculada al proyecto neoliberal”.

“A la cuarta ola se la engloba en la llegada de lo popular al feminismo. Hay un sector que cree que lo novedoso vendría por ahí pero para mí se fue dando antes, hubo ciertas condiciones en el país que hicieron que llegasen. Me parece que lo de hoy se da por la heterogeneidad que siempre fue constitutiva del feminismo pero hoy llega con masividad”, concluyó.

(Por Red de Comunicadoras Bahía Blanca)Paramos porque hay un femicidio cada 28 horas. Paramos para repudiar todas las formas de violencias machistas.

Paramos para exigir el aborto Legal, Seguro y Gratuito. Paramos porque no queremos más niñas obligadas a la maternidad.

Paramos porque queremos un Estado presente que no estigmatice a las mujeres y que no elija recortar el presupuesto nacional, provincial y municipal en políticas de género.

Paramos porque decimos basta a la discriminación salarial. No naturalizamos que la brecha salarial entre hombres y mujeres llegue al 27 %, ni que cobremos menos por iguales tareas.

Paramos por las lesbianas y travestis asesinadas. Por las que están desaparecidas. Por las pibas que nunca volvieron.

Paramos porque muchas de las víctimas de violencia no tienen acceso a la justicia. Misma justicia patriarcal y machista, que opera protegiendo y garantizando la impunidad de los violentos.

Paramos por las presas políticas, las perseguidas en nuestra tierra latinoamericana por defender los intereses del pueblo.

Paramos porque exigimos ser oídas, pero por sobre todas las cosas porque queremos tomar decisiones sobre lo que nos afecta.

Nosotras, quienes integramos la Red de Comunicadoras de Bahía Blanca, paramos y decimos basta a los estereotipos históricamente asignados a nuestra profesión.

No queremos más medios de comunicación hostiles y bastiones del disciplinamiento para quienes queremos producir nuevos sentidos. No estar en los medios es violencia simbólica y laboral.

Este 8 de marzo, paramos el mundo. Este 8 de marzo nos hacemos oír, pero no solo hoy sino también mañana porque si nuestras vidas no valen, produzcan sin nosotras.

¡Ni una Menos, vivas nos queremos!

La Red de Comunicadoras de Bahía Blanca convocó mediante un video colectivo al 3º Paro Internacional de Mujeres Lesbianas, Trans, Travestis y No Binaeries.

“No queremos más medios de comunicación hostiles y bastiones del disciplinamiento para quienes queremos producir nuevos sentidos. No estar en los medios es violencia simbólica y laboral”, manifestaron.

La periodista Virginia Pascual comentó a FM De la Calle que lo que más le impactó del encuentro con sus compañeras en la Red fue que “las más grandes compartíamos las mismas vivencias con las que recién empiezan: desde violencia física, como que te toquen la cola o que te digan frases desafortunadas al aire, como estereotipos o cosificación, a cosas lamentablemente propias de los medios como el tratamiento de los temas”.

En cuanto al aporte de la comunicación con perspectiva de género, Pascual destacó la cobertura de la conferencia de la subsecretaria de Educación Morena Rosselló tras el cierre de salas maternales.

“Justo ese día no había movileros y eran todas mujeres las que preguntaban. El cierre de las salas es algo que golpea efectivamente a las mujeres porque no solo se vulneran los derechos de niños y niñas sino que recarga los roles de cuidado. Esas preguntas estuvieron porque había mujeres con perspectiva de género”.

En un su artículo “Natacha Jaitt y la narcocultura“, publicado por La Vaca, la periodista y feminista Claudia Acosta aborda el caso desde una perspectiva basada en la el trabajo de Michael Taussig. Se trata de un antropólogo australiano “que observó la violencia en Colombia” e intentó explicar su sentido en tanto construcción social.

“Tenemos que pensar cómo escuchan y leen nuestras jóvenes”, sostiene la cronista. Cronista que camina los barrios. “Con el hambre, el ajuste, fábricas que se cierran tenés muy favorecido el tema de vender merca o prostituirte”, explica. “En los barrios, trabajando con un grupo de mujeres, hay destinos sociales de violencia”.

Según el gobierno nacional, la pre candidata a presidenta Patricia Bulrich se erigió en una abanderada de la lucha contra el narcotráfico y este sería un valor diferencial de la actual gestión. Sin embargo, Acuña, quien camina sin drones ni algoritmos por calles reales con gente verdadera, no comparte el diagnóstico. “Yo lo que veo es narco terrorismo de barrio, además ligado a femicidios. El conurbano tiene un montón de femicidios ligados a esto”, concluyó.

 

REPRODUCIMOS EL ARTÍCULO COMPLETO

 

Natacha Jaitt y la narcocultura

Las lecciones del antropólogo australiano Michael Taussig sobre Colombia y la cultura criminal del narcotráfico aplicadas a la lectura de las declaraciones de los involucrados en la muerte de Natacha Jaitt revelan una trama compleja que vincula la depredación de los cuerpos femeninos con el glifosato y la represión a la UTT. Para el debate y más allá.

Por Claudia Acuña 

El antropólogo australiano Michael Taussig fue quien mejor describió lo que nos pasa. Hizo su observación en Colombia en 2010, pero su foco de atención es esa geografía que en estos tiempos tremendos se extiende como una mancha de aceite que lo impregna todo. De ese todo, Taussig señaló algo: la relación que establece el narcotráfico entre la belleza y la violencia.

A esa relación la denominó “narcoapariencia” – “tetas de silicona, culos agrandados y delgadez de liposucción”- símbolo de una cultura que “ha desplazado el trabajo y la disciplina a favor de la transgresión y el exceso erotizado y convierte la mutilación en el frenesí que motoriza a la nueva economía capitalista que busca reactivarse en lo que llama, muy tranquilamente, consumo”.

Para explicarlo más fácil cita, como ejemplo, las declaraciones de una actriz: “Lo único que le importa a los narcos es el tamaño de tus tetas. Si ellos te desean lo primero que hacen es enviarte a los cirujanos plásticos para que te pongan implantes, pero son ellos quienes deciden qué tan grandes tienen que ser, no tú”.

Taussig deja clarísima así su hipótesis: la cultura narco todo lo transforma en consumo desmedido y abusivo, y su consecuencia más cruel la soporta el cuerpo de las mujeres, disciplinado con bisturí, jeringas y hambre.

Lo interesante es que relaciona esta  “narcoapariencia” con las represiones a las manifestaciones de protesta que sacuden Bogotá. Y lo hace de una manera muy particular: las observa en vivo y en directo y las describe como coreografías.

Para Taussig cuando la sociedad se manifiesta, baila.

La represión es la forma que tiene el poder de restablecer la tristeza de la inmovilidad social como látigo de dominación.

Belleza y violencia, entonces, es un vínculo que el narcotráfico establece por la fuerza, pero también por la impunidad que le otorga la conveniencia de un Estado que reprime la alegría de los cuerpos expresándose libremente.

Otra forma de conocer las consecuencias que nos advierte Taussig de esta narco cultura es leer las declaraciones de los involucrados en la muerte de Natacha Jaitt –que la policía filtró rápida y diligentemente a la prensa- donde sin metáforas nos hablan esos hombres endurecidos por el consumo -a los que ya ni se les para- y esas mujeres –una de apenas 19 años- que siguen ese ritmo letal porque no tienen otro y porque es el único que les han alentado socialmente.

Es antiguo, pero sobre todo decadente hablar de adicciones en este contexto tremendo porque esta narcocultura desquiciada excede lo químico: lo que consume son cuerpos, lo que destroza son ideales y lo que mata son, fundamentalmente, mujeres.

Y futuro.

¿Por qué? Porque al decir de Taussig, en esta narcocultura criminal “las mutilaciones abarcan aquellas que produce el capitalismo agroindustrial sobre nuestra Madre Tierra”.

Sí: estamos hablando de Natalia Jaitt y del glifosato.

Sí: estamos hablando del narcotráfico y la represión a la UTT.

Sí: estamos hablando de la última y más tremenda fase del capitalismo.

Esta que depreda, mutila y mata.

Esta que, según las palabras finales de Taussig, se va a caer si comprendemos la complejidad a voltear: “La Historia no avanza a pasos suaves, evolutivos, sino con rupturas –forjadas por terremotos o tetas de siliconas que explotan- y con momento mitológicos que nos hacen acoger el sentido de lo maravilloso”.

Lo que nos propone Taussig es oponer a la insomne narcocultura nuestros mejores sueños.

Betiana Gerardi, concejala de PJ Cumplir e integrante de la Comisión de Educación del Concejo Deliberante comentó que mañana tendrán una reunión con la subsecretaria de Educación, Morena Rosselló, para informarse sobre el cierre de salas maternales en los jardines municipales.

“Me gustaría ver en los papeles qué es lo que tiene porque Mamás Cuidadoras y los maternales se planteaba cuando estaba bajo la Subsecretaría de Niñez. Ahora, Mamás Cuidadoras depende de la Subsecretaría de Niñez, los jardines y maternales de la Subsecretaría de Educación y los espacios Nido de la Subsecretaría de Deportes”, comentó.

Respecto de la situación de las becarias, señaló que “eran profesionales, docentes recibidas pero en una condición precarizada. Durante 2017 comenzó a salir dinero del Fondo Educativo para equiparar salarios de las docentes, más allá que se reclama hace rato que en el cargo de docente debería estar en el escalafón del Sindicato Municipal”.

En cuanto al impacto del programa Mamás Cuidadoras como política pública, la edila confirmó que “la población que atiende es de 20 niños, porque una mamá solo tiene 2 o 3 nenes, no es una gran cantidad, pero eso los espacios no son tan grandes”.

María del Carmen Verdú, abogada y militante de la Coordinadora contra a Represión Policial e Institucional, se refirió a las demandas de la Red de Mujeres Policías con Perspectiva de Género para actualizar los protocolos contra la violencia machista dentro de la fuerza.

“Es fantástico que estas mujeres, como cualquier otra, intenten despatriarcalizar sus relaciones cotidianas, en lo personal y en los ámbitos colectivos. Tiene que ver con entender que vivimos en una sociedad patriarcal. Otra cosa es entender la función que han asumido las mujeres que se han incorporado a la fuerza”.

“No podemos suponer que su rol como miembros del aparato represivo del Estado va a cambiar porque se nieguen a reprimir mujeres. La semana pasada reprimieron el feriazo donde había hombres, mujeres, etc. Ahí no tuvieron problema”, dijo Verdú.

Desde la Red de Mujeres Policías con Perspectiva de Género advierten que el reglamento de la fuerza no se actualiza desde 1971.

“Hay que denunciar a nuestro jefe directo que es el mismo que nos acosa o nos viola”, comentó Gabriela Macías, oficial principal de la Policía de Santa Cruz.

“Hay un protocolo que establece una licencia por violencia de género y pase a disponibilidad del varón. Esto no se aplica en ninguna provincia”, dijo Macías.

Finalmente, señaló que las demandas fueron recibidas por el Ministerio de Seguridad.