La Comisión de Arbolado Público del HCD analizó ayer el proyecto de cocheras subterráneas en la Plaza Lavalle y su impacto en los ejemplares del patrimonio arbóreo que se afectarían con el desarrollo de la iniciativa.
Mediante un fideicomiso un grupo de empresarios, encabezados por Jorge Longoni, pretende realizar la obra y una nueva plaza plana a cambio de explotar los 150 boxes de estacionamientos por medio siglo.
El ex integrante del área de Planeamiento Urbano, Norman Dicek, explicó que “la losa que se podría construir por encima de la cochera no puede tener demasiado relleno porque tendrías una plaza en altura, por lo tanto, desaparecerían casi todos los árboles, salvo uno o dos, dejaríamos de tener la función de la plaza y tendríamos una isla de calor”.
En diálogo con Radio Altos, el ingeniero agrónomo recordó que el espacio fue construido en 1978 mediante un concurso convocado por el Municipio.
“En esa zona hay túneles de viento que se generan con los edificios que han poblado Saavedra. Este tipo de diseño de plaza obedecía, con los árboles, a generar una especie de filtro para los túneles de viento y porque el sol de tarde da de frente. En aquellos momentos subía mucho la temperatura con respecto a otros lados del centro. Pasó a ser un elemento fundamental como moderador del clima ni te cuento en la actualidad”.
Dicek afirmó que “no es cierto que la plaza no se usa, podría usarse más con otro tipo de intervención” y destacó que “esos árboles no están enfermos”.
“Solamente hay una acacia de las originales que debería sacarse, como lo han hecho la autoridades con las otras que estaban decrepitas. El resto de los árboles, que son notables porque tienen un valor botánico, cultural e histórico, deberían ser preservados y custodiados”.
Por otro lado, señaló que “en el 2012 (el entonces titular de la Agencia Urbana, Marcelo) Lenzi nos encargó un proyecto que contemplara remodelar toda la plaza, hacer pendientes suaves, hacer una convivencia con patios gastronómicos y una plaza que sea accesible y que conserve los árboles”.
“Posteriormente, aparece un segundo proyecto que sería colaborar con la modificatoria haciendo una cochera debajo. El inconveniente que surge es que no tiene la intención de ir en profundidad para no debilitar estructuralmente la zona por las consecuencias que podría traer en los cimientos”, dijo.
En cuanto a la temperatura del sector, Dicek comentó que “en el microcentro tenemos 10 grados más y la intención es aumentar la superficie embaldosada, reemplazar los árboles por arbustos y eso no generaría sombra ni poder de absorción. Lo que si surgió de las autoridades de la Comisión es invitar a los oferentes del proyecto a que se presenten en el Concejo y expliquen las características. Además de que falta el estudio de impacto ambiental para conocer las fortalezas y debilidades que aportaría a la ciudad”.
“El mandato fue que cualquier mejora que se haga es bienvenida pero la Comisión del Arbolado entiende que toda mejora debe contemplar la preservación y cuidado de los árboles presentes”, finalizó.