(Por Astor Vitali) ¿Qué se tiene en cuenta a la hora de agarrar una boleta e introducirla dentro una urna? ¿La cuota del auto? ¿El precio del pan? ¿El bienestar general? ¿La paz mundial?
¿Quiénes se han beneficiado de las políticas aplicadas por el gobierno de Héctor Gay en Bahía Blanca? ¿Castas históricas de la prominente urbe? ¿Los defensores del orden y el progreso? ¿Tal vez amigos y familia de familias amigas? ¿Los que nunca pierden? ¿Los humildes? ¿Las trabajadoras? ¿Los niños y las niñas?
¿Quiénes se han perjudicado debido a las políticas aplicadas por el gobierno de Héctor Gay en Bahía Blanca? ¿Los narcos en buzones? ¿El buzón de los buchones? ¿El gil? ¿El perejil? ¿O el gran pudiente de dinero verde y narices blancas? ¿Los justos? ¿Los miserables?
¿Qué se tiene en cuenta a la hora de hacer periodismo en un gobierno con las políticas de Héctor Gay? ¿La ética profesional? ¿La sensibilidad social? ¿La conciencia del hambre? ¿La sapiencia del monto bancario? ¿La “estabilidad” laboral? ¿Y el silencio? ¿Los anhelos de juventud? ¿La jubilación? ¿Los mercados? ¿La justicia? ¿Lo que vende? ¿Se vende más si se vende la noticia? ¿Maquillada cobra valor? ¿Perfumada ganas Likes?
¿Por qué quienes gobiernan requieren esconder su ideología? ¿Por qué necesitan travestir sus ideas repulsivas y pre democráticas con el barniz barato de la idea de “gestión”? ¿Qué fue del honor de las antiguas derechas? ¿Qué dirá Vicente? ¿Qué diría la señora de sus hijos putativos? ¿Simplemente ahora todo pasa por hacer la eficiencia y la eficacia, sin gracia y sin proyecto? ¿Qué puede ofrecer una derecha sin mística ni misterio? ¿Qué fue de la sensualidad de la política y de los desafíos de los sabios? ¿Cómo se combate a quién no se asume?
¿Qué sienten quienes han perdido casi hasta los sentimientos? ¿Qué piensan quienes no tienen nada que perder? ¿En qué pierden el tiempo aquellos que a los que el tiempo sólo les queda? ¿Cuántas miradas sórdidas reciben la visita de la esperanza? ¿De dónde sale la paciencia de los ultrajados? ¿Qué fue de los umbrales del dolor? ¿Dónde los nervios deshilachados de los que no gobiernan, ni salen en la tale, ni tienen un “sol para sus chicos”? ¿Cómo no hay rebelión para quienes la universidad pública y gratuita no es pública ni es gratuita ni es ni si quiera opción a la vista?
¿Qué piensan quienes han perdido casi hasta los sentimientos? ¿Cuáles son sus ideas y dónde están? ¿Unitarios o federales? ¿Proletarios o posmodernos? ¿Más civilizados que las bárbaros que proclamaron la “civilización”? ¿Qué esperan para publicar qué piensan? ¿Por qué huele la mañana a rebelión contenida en cualquier pasillo de la historia? ¿Treinta pesos o treinta años? ¿Al final Chile no era ejemplo? ¿Y por qué toda esa sabiduría popular se dejó inyectar por la vacuna de odio del pinochetismo?
¿Qué hay del pensamiento que apenas tiene lugar en los medios de comunicación? ¿No nos vamos aburriendo del entretenimiento? ¿Dónde queda lo humano sin la inteligencia gozando y exhausta? ¿Cuánto te dedicás a pensar por día? ¿Cuántos pensamientos renovados leés, escuchás o mirás? ¿No te seduce escuchar pensamientos atractivos? ¿Cuáles son tus ideas? ¿Qué pensás de tus deseos? ¿Cuáles son tus deseos? ¿Cuáles son los deseos de la población de Bahía Blanca? ¿Qué piensan sus habitantes?
¿Podría seguir infinitamente con este cuestionario? ¿Qué sentido tiene? ¿Por qué no buscarlo? ¿Volvemos al principio? ¿Qué se tiene en cuenta a la hora de agarrar una boleta e introducirla en una urna? ¿Cuál será el resultado de la aplicación de las mismas políticas en el gobierno de Bahía Blanca? ¿Más hambre? ¿Más pobres? ¿Menos trabajo? ¿Más inseguridad laboral? ¿Más precarización? ¿Menos comercio? ¿Menos cultura? ¿Menos salud? ¿Más de lo mismo?
¿Cuál era la pregunta? ¿Me la repite? ¿Cuál será el resultado de la aplicación de las mismas políticas en el gobierno de Bahía Blanca? ¿Vuelvo a preguntar, entonces? ¿Qué se tiene en cuenta a la hora de agarrar una boleta e introducirla en una urna?