María del Rosario Fernández integra la Gremial de Abogados y Abogadas de Argentina y asesoró a las familias que llevaban adelante la toma en Guernica, que terminó en represión. “Estábamos por firmar un acuerdo, el miércoles (28 de octubre) dos y media de la tarde, sentados en los gazebos que había armado el Ministerio de Desarrollo, a unas cuadras de la municipalidad de presidente Perón. Estaban las organizaciones, los representantes, abogados, el ministerio de Desarrollo, el de Justicia, el subsecretario de Hábitat. Lo que nos dice el ministro Larroque es: yo tengo que sacar gente hoy, ya mañana no puedo garantizar, mañana a las cero horas cambia de ministerio, sale de Desarrollo y pasa a Seguridad. Obviamente que no pudimos firmar porque esto es un conjunto, no es que salvamos a unos y otros no”.

En este nota, la letrada explica a FM De la Calle, paso por paso, cómo una negociación en la que el conjunto estaba interesado en llegar a un acuerdo pacífico, terminó en el desalojo encabezado por Berni, reuniendo material para su spot de campaña.

Cuando se habla de la toma en Guernica, se trataba de “cien hectáreas que se habían divido en cuatro barrios: La Unión, La Lucha, 20 de Julio y San Martín”. El plan que estaban por implementar era “primero sacábamos La Unión  que era e lbarrio más chico y después nos teníamos que seguir reuniendo para ver cómo íbamos evacuando al resto de la gente. Pero si vos me decís yo hoy saco a la gente de La Unión y mañana entra Berni… Si no garantizás la seguridad de la gente que queda no podemos firmar nada. Si nos vamos bien, nos vamos todos”.

En diálogo con el fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta, la abogada le preguntó qué pasaba que ya no se podía esperar más. ¿Qué habría sucedido? “Me dijo: doctora saque a los buenos. Yo le dijo son todos buenos, no sé a qué a que te referís. Y no nos dio ninguna alternativa. Suponemos que algún tipo de presión de los propietarios o la señora intendenta de Presidente Perón han presionado para que esto se termine”.

Solución política o criminalización de la pobreza

“Cuando apelamos, en verdad, pensamos que la Cámara, con criterio, iba a cajonear la causa porque iba a decir esto es un problema político. No podemos solucionar el problema habitacional de la República Argentina, que tiene décadas, con el código Penal”.

Según el censo había mil cuatrocientas cuarenta familias que, de haberse ingresado al acuerdo, accedería a lotes y acompañamiento.

“La toma estuvo organizada con delegados del barrio que vivían en la toma y después muchas organizaciones políticas que tenían militantes dentro de la toma que asistieron con atención médica, llevando ropa, comida. Después quedaron al frente de la negociación y que son las que llaman a La Gremial. Cuando llega el tema jurídico y viene el desalojo nos llaman y ahí empezamos la negociación. Fue muy complejo por la cantidad de actores intervinientes. Todos querían lo mismo”.

El gobierno de la provincia de Buenos Aires responsabilizó al Polo Obrero de no haber podido llegar a un acuerdo. Al respecto, Fernández pidió “que deje de darle entidad el gobierno a un solo partido que opinó distinto, se apartó, pero no molestó. Si no el fiscal no decía que no, el acuerdo iba a estar, haya estado de acuerdo el Partido Obrero o no”.

“Hemos escuchado tantas ridiculeces. Yo estuve en el medio del conflicto. Cuando entraron y me golpearon me llamaron del ministerio para decir que me retire. Yo tengo que estar acá con ellos”.

Desde la provincia también se dijo que las organizaciones de izquierda utilizaban máscaras y gases, y que el gobierno no lanzó “ni un solo gas”. Para la integrante de La Gramial, “escuchar un Berni que diga que la izquierda tiene gases lacrimógenos…. O se le escapan algunas cositas o está mintiendo. En un momento de la confrontación la gente de toma le devolvía a la policía los gases lacrimógenos y la policía les devolvía las piedras. En ese momento la policía tuvo que retroceder más de dos cuadras porque no tenían máscaras. Además hizo mucha seguridad en la toma así que no puede decir que no sabía lo que había en la toma. En la toma no había nada de eso y la izquierda no tiene esas cosas. Si no hubiera hecho la denuncia y le fiscal interviniente hubiera hecho detenciones. Es mentira, si no Berni ya lo hubiera hecho todo esto”.

“Yo creo que son sumamente desafortunadas las palabras del ministro Larroque y le quita brillo a todo lo que hizo su ministerio porque uno no puede dejar de reconocer que ellos han hecho mucho trabajo en Guernica. Han puesto mucho. Hasta el miércoles había interés de ministerio de acordar. La Justicia dijo: se terminó el crédito. Algo pasó”.

Respecto del rol de la intendenta de Presidente Perón, Fernández sostuvo que “nos dijo claramente que tenía que cuidar los intereses de los countrys y que había puesto los fiscales de su riñón. La Justicia en la provincia y la policía local están mandados por los intendentes que son sherrifs en los lugares”.

¿Se podría haber evitado?  

“Berni responde a Kicillof. Es muy corto. Me pasa lo mismo cuando necesitamos traslados en el servicio penitenciario y dicen que no tienen combustible, no llego a juntar la cantidad de hombres, no llego con los micros. Me lo dijo hace veinte días. Excusas, podrían haber puesto un montón. Y Kicillof podría haber dicho yo quiero una solución pacífica, lo llamo a Rizzo y le digo yo entiendo la independencia de poderes pero denos quince o veinte días más. Pero hay que ponerse los pantalones largos para eso”.

Por último, Fernández dijo que “lo que tienen que mirar los dirigentes es que la gente está peleando por un pedazo de tierra para vivir, no por un country. Nada más ni nada menos que por eso”.

Verónica Alduvino declaró el viernes que su hermano “no era un terrorista que estaba todo el día pensando cómo matar gente. Era un ser que amaba la música, recitaba, le gustaba bailar y salir con chicas. Era un librepensador, un filósofo. Todo el tiempo se estaba preguntando por qué y para qué estábamos acá, cómo hacer para corregir esto”.

Lo hizo ante el tribunal oral que juzga a cuatro integrantes de la Triple A por más de una veintena de crímenes de lesa humanidad, entre ellos, el del correntino Fernando Alduvino, ocurrido la noche del 21 de marzo de 1975.

La querella pidió la exclusión de las audiencias de Juan Carlos Curzio por burlarse del testimonio de la testigo. A pesar de que ya había amenazado a otra víctima, el juez Roberto Amábile se limitó a pedirle que “guarde la conducta debida en lo que resta del juicio”.

Las próximas audiencias serán los días 19 y 20 de noviembre desde las 9.

Verónica estudió en la UNS y militó varios años en el centro de estudiantes de Geología. Vio cómo “los infiltrados de los servicios empezaron a desaparecer de las asambleas y aparecieron hombres de ropa oscura ostentando sus armas” en los pasillos.

Eran los tiempos de “los matones de (Rodolfo) Ponce”, permanentemente “se escuchaban tiros, había corridas, estábamos todo el tiempo alerta. Era un ambiente de miedo premeditado por estas personas” que luego “se legitimaron como custodios de Remus Tetu”. La muerte de Luis Jesús García fue para el estudiantado “el mensaje de que mañana te puede pasar a vos”. 

“Todo el mundo conocía a Argibay y a Sañudo. (…) Andaban operativos a la noche, la gente terminó con miedo diciendo que maten a los que tengan que matar. Estábamos en un gobierno democrático, funcionaba todo, podrían haber hecho otra cosa. Estos no son los matones de Ponce, esto es terrorismo de Estado”.

“El que manejó un auto llevando a un asesino tiene que ver. Ahora tiene la oportunidad de decir quién le mandó a llevarlo hasta ese lugar. Al que agarró la pistola y lo mató a Cilleruelo en una universidad delante de los ojos atónitos de los estudiantes no le importó nada. Ese señor hoy podría decir quién lo mandó”, afirmó.

La familia Alduvino era numerosa e ideológicamente diversa. “Todo el tiempo se escuchaba de política”. A Fernando el secundario en el Don Bosco lo aburría “pero cuando entró a la universidad cambió rotundamente, amaba lo que estaba haciendo”.

Estudiaba Filosofía y Pedagogía y era ayudante de cátedra ad honorem. La familia integraba distintos grupos de la Iglesia Católica. Él “se conectó con Benito Santecchia y el Movimiento Familiar Cristiano en el programa Niños de Familia”.

Fernando vivía en Thompson y Donado y solía juntarse con sus amigos en “El rincón de Ramoncito”. “Pero también ahí se juntaban los matones de Ponce que hacían ostentación abierta de las armas”. En una ocasión escuchó a uno de los sicarios decirle al del bar: “A estos pibitos los vamos a matar a todos”.

En marzo del 75, parte de la familia Alduvino tomó unas vacaciones en San Martín de los Andes. Verónica trabajaba en el dique Casa de Piedra donde les recibió de pasada. “El 20 de marzo salen para Bahía Blanca, llegaron la misma noche en que a la madrugada lo mataron”.

Su madre intentó avisarle con un radiograma que nunca llegó. Supo lo que había pasado cuando un amigo le mostró el Clarín. “Decía que había sido secuestrado mi hermano y que habían sido muertos Marisa Mendivil de Ponte y el padre Dorñak en el mismo operativo”.

“¿Qué hacés acá? A tu hermano lo enterramos ayer”, dijo su madre cuando le abrió la puerta. “Parecía que había visto un muerto”, contó Verónica. “Después me preguntaba qué me hacía pensar que mi hermano estaba con vida cuando a Marisa la torturaron y la mataron y al pobre padre Dorñak que no tenía nada que ver…”. Sus padres tenían miedo que a ella le pasara lo mismo, por eso, la llevaron a Neuquén.

Consultada sobre el lapso entre el secuestro de su hermano y la aparición del cuerpo acribillado, relató que sus padres recorrieron las comisarías donde fueron “apretados permanentemente” mientras grupos de amigos y familiares buscaban a Fernando en las rutas.

Al día siguiente un tipo se acercó a la casa familiar. “Era Soldini diciendo que era periodista de La Nueva Provincia y que había aparecido un cuerpo en el hospital. Baja mi hermana y le dice que le intercambiaba información de lo de mi hermano si ella le decía cosas de él. Lo mandó a la miércoles y fue al hospital”.

Tiempo después, leyendo el informe de la autopsia, Verónica advirtió que el “periodista” firmaba como testigo. Jorge Soldini fue durante la dictadura Personal Civil de Inteligencia del Destacamento 181.

“La Nueva Provincia estaba todo el tiempo diciéndole a nuestros padres ¿sabe usted dónde están sus hijos? ¿sabe con quién están? Una vez me preguntó mi papá ¿vos estás segura que tu hermano no era terrorista? ¡Mi papá que lo veía todos los domingos, estaba todo el día en contacto con mi hermano! Nos hacían dudar a todos de todo”.

El padre de Verónica conocía al diputado Rodolfo Ponce a quien fue a ver en plena búsqueda. “Le contó que le habían secuestrado al hijo. Ponce hace una seña como de preguntar a uno de los matones que tenía atrás. Se da vuelta y le dice y estos hijos de puta seguro que ya lo mataron. Le pregunta por qué, se había sorprendido porque estaba aceptando lo que había pasado. No, es lo que suelen hacer. Él me dice ahí me di cuenta de que ya lo habían matado. Se levantó y se fue”.

Marisa Mendivil fue otra de las víctimas de aquella madrugada del 21 de marzo de 1975. Verónica la había conocido en el dique Paso Piedras, era la pareja del jefe de Personal, Roberto Ponte.

“Ella estaba casada con un tipo que corría carreras. Martín se llamaba. Un tipo muy conocido. Lo que no se conocía en Bahía es que era un golpeador, un mal bicho que la mataba a palos, ella muchas veces quiso irse de ese matrimonio”, relató mientras el imputado Juan Carlos Curzio hacía muecas de desaprobación.

-Da para risa, ¿no? Algunos ponen cara de risa. Personas que se creen dueños y señores de la vida de otras. Vos te creíste. No es así.

Alduvino agregó que Martín murió en un accidente y Marisa y Ponte pudieron casarse vía México. “Su único pecado fue enamorarse de un señor que estaba en la JP y lo estaban buscando cuando se la llevaron. La torturaron ferozmente, estaba embarazada de cinco meses. Animales”.

Respecto a Dorñak, Verónica manifestó que “lo único que le importaba era que el coro fuera un violín (…) Ni siquiera era de los curas tercermundista. Yo militaba en la iglesia, los tercermundistas no eran ni más ni menos que curas que empezaron a hacerle caso a la encíclica de Juan XXIII. (…) El obispo de Bahía Blanca, el señor Mayer, decía que estos curas tenían que desaparecer”.

“La muerte de mi hermano me hizo mierda todo. Nuestra familia se atomizó. Cada uno se encerró y vivió su proceso de la manera más dolorosa, buscando cuál era la tabla para salir. Mi mamá no dejó nunca de buscar”, dijo Alduvino y agregó que “hasta el día de hoy seguimos soportando un miedo irracional que se nos aparece en momentos absolutamente inoportunos”. 

Sobre Davit y García

Oscar Teysseire declaró que conoció a Carlos Davit en Guatraché y lo reencontró en Bahía Blanca cuando vino a estudiar a la UNS. “Carlitos era militante de la JUP y formó parte del centro de estudiantes. La llegada de Tetu fue el fin de las libertades de participación activa”.

Relató que empezaron “a ver al rector acompañado por custodios” y que “era común ver el Fiat 125 azul, la fiambrera, en la puerta de la CGT” que conducía Rodolfo Ponce.

A Davit lo vio por última vez cuando lo visitó para decirle que no fuera más a su pensión porque estaba amenazado y “no quería comprometer a sus compañeros”. Al día siguiente de su secuestro, “escucho por radio que apareció un cuerpo”.

“La Nueva Provincia lo difundió como un mero hecho policial, tenía una actitud complaciente”, afirmó Teysseire y destacó que “la Triple A era una organización terrorista apoyada por un gobierno constitucional”.

Antes, declaró Omar Arnaldo Dunel por el homicidio de su vecino Luis Jesús García. “Había muchos gritos en la noche, vi un auto que llevaba una persona adentro, después me enteré que era el Negrito”, recordó.

A partir del aniversario número cien de la Cooperativa Obrera, FM De la Calle entrevistó a su Gerente General, Héctor Jacquet, abordando temas de impacto social como el rol del cooperativismo en el contexto económico actual, el vínculo entre trabajo y tecnología, las posturas ante los proyectos especulativos, la concentración en mercados virtuales y las propuestas alternativas posibles, los vínculos con la economía social y solidaria, el salario y las condiciones de trabajo en el marco cooperativo, y la propuesta cultural de la entidad.

¿Cuántos proyectos cooperativos pueden dar cuenta de esta larga vida en el país?

Suelo definir lo nuestro como una experiencia cooperativa exitosa, en el sentido de que pudo transcurrir cien años de historia en un país con tantas vicisitudes. Y digo una experiencia porque fueron muchas.

A fines del siglo XIX y principios del XX, hubo toda una corriente importante de trabajadores fundamentalmente, de usuarios, consumidores, que se decidieron por la vía cooperativa para poder resolver algunas necesidades.

El mundo atravesaba un año muy difícil en el año en que nació la Cooperativa y eso fue parte del motivo. Había terminado la Primera Guerra Mundial. Los campos de siembra de toda Europa habían sido campos de batalla. No había cereales ni oleaginosa ni carne suficiente para alimentar a tanta población. La guerra había hecho un estrago muy grande. Eran época de caballería, sable y aparecieron las primeras armas de fuego semiautomáticas, con lo cual el poder de destrucción y la matanza fue extraordinaria.

En este lado, muchos de los inmigrantes que venían a buscar otro modo de desarrollar su vida, de formar una familia, se encontraron entre otras cosas con dificultades económicas a partir de tener un país todavía con una legislación laboral incipiente, con largas jornadas de trabajo, con precios de los productos básicos muy caros –justamente, a raíz de la primera posguerra- porque los valores internacionales del trigo, maíz, la oleaginosa y la carne eran muy altos, Europa compraba a Australia, Estados Unidos, Argentina, Canadá, y eso hacía que los productos tuvieran un precio internacional muy alto y en constante crecimiento, o sea, inflación.

El valor del cereal de la época se iba cotizando en los diferentes mercados permanentemente en alza a raíz de la escases. Y cuando se producen esos movimientos de precios es como un tren donde la locomotora tira con los precios hacia arriba pero todos los que vienen atrás empiezan a empujar. Cuando digo los que vienen atrás me refiero a todo una cadena que se supone que es de valor pero en realidad es de especulación. Entonces, como el trigo dentro de cuatro o cinco meses va a ser más caro, por las dudas, el que vende trigo en la Argentina dice: bueno, vamos a ponerlo más caro para el mercado interno porque si no me pierdo la oportunidad de venderlo al mercado externo, y comienza a aumentar.

Y comienza a aumentar especulativamente porque es todo una especulación el mercado. Los mercados son una especulación: se especula cuánto va a valer en función de cómo se dan las cosechas y otros elementos. Y también es una especulación el precio del molinero que va a comprar el trigo y como no sabe bien cuánto va a costar dentro de cuatro o cinco meses, él también va aumentando la harina, un poco por lo que aumenta y un poco por lo que podría llegar a aumentar. O sea, tiene una carga especulativa el costo otra vez. Y luego el panadero hacía lo mismo. Y al final de la cola el consumidor es el que paga el pato. Pasaron cien años y esta historia se repite hasta el cansancio, sobre todo en países como los nuestros.

En aquel momento, lo que ellos vieron, los pioneros de la Cooperativa, en su gran mayoría obreros ferroviarios, es que organizando una cooperativa podían defender mejor la economía familiar a partir de producir pan. Pensaban una cooperativa obrera, panadera, molinera y anexos. Buscaban moler el trigo, hacer la harina y producir el pan. Nunca pudieron hacer eso.

Se dieron un gran debate de entrada, un debate importantísimo porque fortaleció democráticamente a la organización y porque nos dejó una enseñanza a todas las generaciones que seguimos y tiene que ver con lo siguiente: tomar decisiones en el presente pero pensando en el futuro.

El gran debate era: un grupo quería alquilar una panadería, producir pan rápidamente más barato y el otro grupo decía esperemos un poquito más, hagamos un esfuerzo. Hacían mítines, reuniones, volanteaban en los lugares de trabajo, en los talleres, para sumar más asociados a la cooperativa y que todo el mundo pusiera una cuota de capital para construir una panadería y por eso recién en 1922 sacan el pan… pero en una panadería propia. ¿Y qué es lo importante de eso? Les dio autonomía.

Los industriales panaderos, que estaban organizados en una cámara en la época, salieron con los pies de punta contra la Cooperativa. Un poco lo que le ha pasado al banco cooperativo estos días que a través de un supuesto ataque a su presidente Heller en realidad están atacando al banco por ser una cooperativa. En aquella época existían esos ataques y fueron furibundos. Si nos alquilaban la panadería nos hubieran agarrado de un puño. Como la Cooperativa encara su propio proyecto y está pensando en el futuro y dice: no, vamos a hacer pan para diez años, para veinte años, el primero de mayo de 1922 la Cooperativa levanta su persiana y comienza a distribuir pan.

El otro tema importante es que lo hace un primero de mayo, es todo un mensaje a todo el mundo, podría haber sido cualquier día. En aquella época el primero de mayo era una jornada de lucha de los trabajadores; por las ocho horas laborales, por el sábado inglés, por el descanso laboral del día domingo. Era una jornada de lucha. Y ese día salen con el pan. Reivindicamos eso como gesta de los trabajadores de Bahía Blanca y también como enseñanza de cómo encarar las cosas pensando en el futuro. Y siempre nosotros hemos dado esos pasos de inversiones o de crecimiento de la Cooperativa, no pensando en los próximos seis o siete años sino a futuro, a largo plazo.

Hoy se habla mucho de los capitales financieros que especulan para ganar en el menor plazo posible, en proyectos que no aportan a las sociedades donde intervienen. En este caso, además, el crecimiento se da desde un lugar del país hacia una región, a diferencia de los modelos trasnacionales que supuestamente son más efectivos pero ¿cuánto dejan a la economía concreta de los lugres? Podríamos poner el ejemplo de Waltmart que, en su momento aparecía como un nuevo modelo. Hoy mismo, uno va, y ve que no hay trabajadores en las cajas, lo cual es paradójico porque otros trabajadores van a lugares donde no hay pares. ¿Cuál es la opinión de la Cooperativa respecto de la automatización en los supermercado?

El problema no es de la tecnología: el  problema es qué hacemos con la tecnología. El sistema capitalista, en términos generales, ha permitido que grandes sectores del planeta, generalmente países poderosos desde lo militar y que son fuertes respecto de los demás, se han desarrollado y se han industrializado. Pero tienen una falla de origen y es que es un sistema que no redistribuye la riqueza que se genera. Por el contrario, la concentra. Y en las últimas décadas eso se ha agravado enormemente.

Una cosa es el capitalismo como se entendía hasta la década del cincuenta, del sesenta del siglo pasado y otra es el doy que está en manos del capital financiero, que es mil veces peor. O sea, aquel defecto de origen en el sistema capitalista, fue potenciado por mil por el capitalismo financiero que pretende rentas rápidas, urgentes, y donde no hay ningún miramiento, ya no solamente por el ser humano que tengo al lado que está trabajando, produciendo riquezas, sino que tampoco tiene miramientos por el medio ambiente y así es como sin problema destruye el planeta, es terriblemente extractivo de las riquezas naturales.

Ahora bien, ese desarrollo ha permitido un desarrollo tecnológico extraordinario del cuál uno debiera alegrarse siempre y cuando esté al servicio del bienestar de la gente. El problema es cuando eso se aplica de un modo tal que permite maximizar la rentabilidad, olvidarse de la gente y perder de vista que si no hay trabajadores que reciban una paga justa y que tengan empleo no hay manera de llevar adelante un futuro posible y olvídate del consumo.

Hay una vieja enseñanza. La primera huelga grande, grande que hubo fue de los anarquistas en París a principios del mil novecientos. Fue a partir de que comenzaron a incorporarse automóviles a combustión como taxis. Los anarquistas manejaban el gremio de los choferes. Eran los choferes de los carruajes que llevaban a la gente. Incendiaron todo e hicieron una revuelta fenomenal.

El primer gran debate que hubo ahí es qué hace el hombre frente a la tecnología que termina subyugándolo, dejándolo sin empleo, lo amenaza, etc. Lo que se produjo es una transformación y hoy el mundo sería impensable sin los autos. Para traerlo hoy al tema de las cajas registradoras: yo no sé si se irá a imponer o no el sistema. Porque hace unos años atrás uno pensaba que sólo se podría extraer dinero del cajero del banco y después aparecieron los cajeros automáticos. El tema es si el sistema puede darle la posibilidad a los trabajadores de que tengan jornadas laborales más justas, no tan largas. Para poder subsistir se tiene que trabajar muchas horas extras, muchas horas de trabajo. Si la tecnología nos permitiera que el mismo trabajador tuviera una productividad mayor con menos horas de trabajo, el mundo incorporaría más mano de obra para hacer lo que hay que hacer.

En segundo lugar, así como hay nueva tecnología que reemplaza mano de obra hay que generar más fuentes de empleo para ir ocupando la mano de obra.

Hace tres años estuve en Alemania en una feria muy importante donde se estaban comercializando de manera masiva estos sistemas de auto cobro. Y en la Cooperativa lo analizamos y lo que nos planteamos fue: por ahora, no. Porque no estamos en condiciones de asegurar empleo con otras actividades que pueda ocupar a la gente que desocupa la tecnología. Bueno, esto habla de una responsabilidad social que las cooperativas tenemos. Y por ahí una gran empresa que necesita tener un lucro urgente, un excedente rápido, una ganancia fácil de obtener no piensa en eso y se desembaraza de los trabajadores.

No estamos de ninguna manera en contra de los avances tecnológicos. Estamos a favor de que esos avances tecnológicos sirvan para mayor bienestar para la mayor cantidad de trabajadores posibles. Y eso sería un modo virtuoso de aplicación de la tecnología.

Hay ahí otro elemento que tienen que ver con ser parte del lugar…

Sí, porque ahí hay un compromiso mayor porque trasciende la propia empresa que uno está administrando, es con el lugar, con sus compañeros de trabajo. Hay una visión que tiene que ver con el desarrollo regional. Se entiende y se comprende que nos salvamos juntos o no se puede salvar nadie. Cuando dijo juntos: los trabajadores, los consumidores, los jóvenes profesionales que se desempeñan, las PyMES. Sabemos que somos un conjunto de ciudadanos que lo que nos une es compartir un determinado territorio y a ese territorio hay que sacarlo adelante, hay que desarrollarlo.

A mí me gustaría un mundo sin banderas, sin fronteras pero mientras eso no suceda el primer compromiso que tenemos, si somos gente de bien, es con el lugar que habitamos. Eso de algún modo nos ubica en la obligación de hacer reinversión permanente. Los excedentes son repartibles; la comunidad sabe que una vez al año pasa por una caja de la Cooperativa Obrera y se retorna parte de ese excedente y el resto se reinvierte.

Por ejemplo, el jueves 29 con la visita del gobernador Kicillof inauguraos una planta frigorífica muy importante para la distribución de productos frescos y fraccionamiento de quesos y fiambre, que nos costó muchísimo dinero, fue un enorme esfuerzo para la Cooperativa y ocupa a cincuenta personas que ya están trabajando. Es un aporte al mercado laboral. Por ahí, es humilde, pero es un aporte que las cooperativas hacemos sin prisa y sin pausa, todas en general.

Hablando de la actualidad, uno de los actores que ha crecido y se ha enriquecido es Mercado Libre. Esto también tiende a la concentración. ¿Cómo se vincula la Cooperativa con este tipo de fenómeno contemporáneo que hoy se expresa como un actor importante?

Quiero diferenciar lo que es un sitio de venta por internet (eCommece) y lo que es un mercado virtual (Marketplace). Mercado Libre es un mercado virtual. Imagínense una plaza de una población hace ochenta años atrás, se acercaba la gente con su producto a ofrecerlo en una feria. Se denominaron siempre ferias francas: primero, porque el productor le vendía directamente al consumidor. Segundo, porque era una determinada plaza que los municipios la ponían a disposición, sin costo.

Ahora veamos la diferencia. Un marketplace por internet, como Mercado Libre, es la posibilidad de que alguien que tiene un producto lo pueda ofrecer directamente al que lo va a comprar o consumir. Pero hay un detalle: para poder estar allí tenés que pagar. Ya no es la feria romántica; para estar allí, tenés que pagar. Y eso genera ganancias extraordinarias a quien administra ese sitio.

Y, por otro lado, entre la publicidad, la propaganda, la cultura que eso genera, pareciera que no hay otro modo si no es estar ahí. Eso es parte de la capacidad que tiene el capitalismo de imponer nuevas formas. Lo hizo siempre y lo seguirá haciendo.

La pregunta es cómo nos paramos frente a eso. Creo que, por un lado, las organizaciones pueden tener sus propios sitios de comercialización por internet. Segundo, al hacerlo directamente desde el propio sitio uno asume un nivel de responsabilidad, sobre lo que está comercializando, mucho mayor.

La Cooperativa está en ese camino: también estamos inaugurando el primer centro de distribución de comercio electrónico de todo el sur argentino que ha incorporado unas treinta personas, inicialmente, para poder operarlo, en el camino de acceso a puerto. Es el más novedoso porque es el primero que hay desde La Plata, Buenos Aires, hasta el sur argentino.

Ahí, cuando yo decía al principio que la cooperativa toma decisiones en el presente pensando en el futuro, es porque eso es el futuro. ¿Y por qué es el futuro el comercio electrónico? Porque el consumidor lo está demandando. Un poco porque hay mucha propaganda. Pero, por otro lado, porque las nuevas generaciones están privilegiando un modo de vida mejor, entonces no se quiere perder tres horas en un supermercado, en un hipermercado; prefiere salir a caminar, ir a jugar al fútbol, tocar la guitarra, dedicarle tiempo al ocio… y lo bien que hace.

Ahora bien, las organizaciones que ponemos al servicio del consumidor estas soluciones tenemos que hacerla de un modo tal que tengamos autonomía, que no caigamos en la trampa del sistema; vos te tenés que plantear como alternativa, pero si vos te sumás a la misma corriente donde están ellos, el manejo de la situación lo tienen ellos. Uno tiene que hacerlo desde la vereda de enfrente, como lo hemos hecho desde hace cien años. Como lo hace la banca cooperativa, plantándose frente a la gran banca nacional e internacional o como hacen las cooperativas de servicios públicos plantándose frente a las grandes distribuidoras de energía.

No es posible tapar el cielo con un pañuelo o sea que hay determinadas situaciones que efectivamente producen cambios muy importantes en los consumidores, en los usuarios y uno tiene que estar a la altura de las circunstancias. Ahora bien, hay que hacerlo del modo cooperativo, del modo que los excedentes que se generan sean parte del capital social.

Todo ese enorme capital que hoy tiene la Cooperativa con tantas sucursales, depósitos, instalaciones… qué bueno es poder decir que es de cada uno de los asociados. No hay un José Pérez que es el dueño de todo eso y el día que quiere lo vende y se va a vivir a Honolulu. ¡No! Es de acá. Estamos acá. Cada ladrillo que se pone quedará como patrimonio de los propios bahienses, o la gente de Punta Alta, o de Pigüé o de Coronel Suárez, de donde sea. Eso creo que hay que rescatarlo, es la gran diferencia cooperativa, independientemente de cumplir cien años que es muy lindo y uno lo celebra.

¿Qué vínculo tiene la Cooperativa con la economía social, con la economía popular?

Es muy fuerte y en los últimos años, hablo de unos doce, hemos crecido muchísimo. Hoy más de mil millones de pesos por año lo compramos en mercadería a empresas cooperativas, recuperadas. Yo estuve muchos años en la Gerencia de Compras, y con el gerente de la época, Juan Carlos Deambrosi, estuvimos con algunas de las empresas recuperadas que empezaban a aparecer en el país. Veíamos por la televisión, por la radio, trabajadores que recuperaban empresas, allá por el 2007, 2008. Muchas nos empezaron a hacer marcas propias. Otras comercializábamos sus productos. Hemos llegado a puntos de comunión muy importantes.

Allá por el 2014, se volvió a poner en marcha lo que era la planta industrial de Aurora Grundig. Lo hizo una cooperativa que se llama Renacer. Tuvo muchas dificultades para poder arrancar porque no tenía crédito de Acindar o de Aluar para la producción de hornos de microondas. Del gobierno nacional, fundamentalmente desde el ministerio de la Producción de la época, se hicieron algunas gestiones para ver quiénes podían dar una mano.

La presidenta de la nación de la época fue a inaugurar la planta. Ese día de inauguración, la planta estaba produciendo hornos microonda, entre otras cosas, con una orden de compra que sirvió de aval por cerca de dos mil microondas que le compró la Cooperativa. Esa orden de compra sirvió como un aval bancario para comenzar a tener algo de crédito. Junto a subsidio y crédito que le dio el estado, se puso en marcha.

Pasaron los años y hemos tenido idas y vueltas propias de las dificultades que presentan las empresas recuperadas ya que los trabajadores se tienen que volver cooperativistas de la noche a la mañana. Es todo un aprendizaje.

Para el último mundial de fútbol, la Cooperativa comercializó unos televisores con la marca Coop. Es un convenio con la Cooperativa El Hogar Obrero que nos cedió el uso de marca. Y es un convenio con Renacer en el que la Cooperativa importa todos los elementos necesarios para hacer un televisor desde China, ellos hacen el ensamblaje y determinadas partes que estamos en condiciones de fabricar en el país (entre ellos, control remoto, embalaje, parte del gabinete, las patitas) y nos hacen un televisor con la marca Coop.

En otro ejemplo, Fecoagro es una federación de cooperativas agrícolas de San Juan. Fundamentalmente producen semillas para el INTA Pro Huerta. Pero tienen un problema: para obtener la semilla, desechan el zapallo. Comenzaron, sobre todo las mujeres de las cooperativas de base, a producir dulce. Hicimos un acuerdo con la Cooperativa Obrera para comercializar los dulces de Fecoagro.

Dos veces al año, entre ellos en julio para el día de la cooperación sacamos un folleto, un folder exclusivo de productos cooperativos, todos los años. Financiado por Coope Plus y Cabal e impreso en los talleres de Gráfica Cooperativa. Es decir, un folder cien por ciento cooperativo.

COTAGRO es una cooperativa de comercialización de maní de los pueblos del sur de Córdoba. Empezaron a comercializar a granel, en silos. Iba a importación y en algún momento se les ocurrió poder incursionar en el mercado local, dominado absolutamente por la multinacional PepsiCo. El mercado de los snack. Hablo de cuatro o cinco años atrás.

Nos traen unas muestras de un maní espectacular. Era tan premium que lo embazaban en un frasquito de vidrio. Seleccionaban las mejores partidas para el mercado local; primera gran diferencia. Nos parecía imposible de comercializar porque estaba muy caro. Entonces surgió la idea de hacer un potecito de plástico. Es el que hoy se ve en las góndolas.

Se comercializa: con la marca Cooperativa, en la obrera;  con la marca Primer Precio en alrededor de veinte supermercados en el país; con la propia marca de COTAGRO en el resto del país. Se han convertido, en cuatro o cinco años, en un actor importantísimo en la góndola de los snacks. Y en la Cooperativa son el número uno indiscutido.

Alguien puede decir ¿hacen mucho o poco? Yo no sé si es mucho. Lo que hacemos es poner a disposición parte de la góndola para que ofrezcan sus productos. Ese el aporte que hacemos.

¿Cómo se piensa la cuestión salarial? Se suele decir que en el sector privado se gana mejor que en el universo cooperativo…

Siempre al mismo puesto nosotros estamos por encima del CCT. Siempre. A la misma antigüedad y al mismo puesto porque la Cooperativa tiene reconocimientos especiales que el resto del mercado no tiene. Una vez al año también tenemos un reconocimiento que tiene que ver con la Ley de Cooperativas que dice que dice que un cinco por ciento de los excedentes debe ser destinado a un premio estímulo o acciones a favor del personal, también.

La Cooperativa tiene varios beneficios que no tienen que ver exclusivamente con lo salarial. Por ejemplo, un descuento permanente en las compras que los empleados hacemos en la entidad. Y la posibilidad de acceso a un crédito súper especial, no solamente para la compra de los productos sino también para encarar construcción o una reforma. No son grandes sumas porque están acotadas a los ingresos. Pero sí es cierto –aunque en lo cooperativo tenemos esa precaución de que los trabajadores no debieran endeudarse en un país que es especulativo, dañosos- que se puede acceder a créditos sumamente económicos.

Después, dentro de Empleados de Comercio, si no somos la única… no sé. La Cooperativa amplió la licencia por paternidad, entendiendo que es una demanda de los trabajadores y que nadie la está atendiendo. Mientras el convenio tiene previsto que la licencia por paternidad es de sólo dos días para los trámites, en la Obrera es de siete días. Y en la medida en que podamos seguiremos creciendo en cantidad de días, pero ya hemos marcado así una diferencia.

En otras cosas, por ejemplo, la Cooperativa celebra los veinticinco años de antigüedad del personal, los treinta, los cuarenta. La cantidad de gente que se jubila en la Cooperativa y que después quedan agrupadas en una organización autónoma de exempleados de la Cooperativa que después se reúnen tres veces al año en las asociaciones de empleados de comercio y tienen actividades solidarias.

Y el otro tema, tal vez el más importante de todos, es que nosotros estamos en una actividad que no es que sea ingrata pero no es de las mejores actividades. Estar sentado en una caja no es una actividad sencilla ni fácil y menos en los tiempos que corren. O reponer. Pero en la Cooperativa todos los años tenemos indicadores que miden que estamos arriba del noventa por ciento de cobertura de puestos de responsabilidad con personal propio. Eso significa que si se necesita una supervisora de caja, sale de las propias cajeras. Se necesita un encargado de depósito, sale de los propios repositores. Se necesita un encargado de sucursal, sale de ese grupo. A punto tal que nuestro gerente regional de toda la zona del Valle hace solo veinte años atrás era el verdulero de la sucursal de calle Paraguay. El supervisor de zona del alto Valle de Río Negro es un chico que se incorporó a la Cooperativa cuando abrimos la sucursal de Guatraché en la Pampa.

Tampoco creemos en eso del sueño americano, ni mucho menos. Lo que sí creemos es que, trabajando con responsabilidad, la organización tiene dos obligaciones para con la gente: brindarle todas las posibilidades de capacitarse y, una vez que lo está, brindarle todas las posibilidades de ejercer el cargo.

En mi caso personal, soy maestro de escuela y entré a la Cooperativa en el área de Educación y Cultura. Éramos tres personas. Pasaron los años, pasé por distintos lugares, toda mi capacitación fue en la Cooperativa Obrera, no tengo familiares en la Cooperativa, no era de Bahía Blanca y soy el Gerente General de la Obrera. Soy una muestra viviente de que es una organización que da esas oportunidades.

Entonces, dos cosas: en la medida de lo posible, estar por encima de la media en cuanto a los beneficios a los trabajadores y, en segundo lugar, que esos trabajadores tengan la posibilidad de crecer dentro de la organización.

Hacías referencia a la gerencia de Educación y Cultura de la Cooperativa que tiene un enorme trabajo institucional, territorial. Claramente –aunque la cultura no ocupe la centralidad de los medios de comunicación comerciales- es una diferencia de cómo se vincula con la comunidad toda a través de diversas iniciativas, más allá de espectáculos. ¿Cómo se vincula este sector de la economía con los sectores culturales?

Luego del acto institucional, todo asociado pude ver, vía streaming un espectáculo conducido por Julián Weich, Radagast y Abel Pintos. Es extraordinaria la reflexión cultural que hace Abel Pintos sobre la actividad cultural de la Cooperativa y qué ha significado en su vida pasar por el Coro de Niños de la Cooperativa Obrera, cómo lo ayudó a encontrar un camino que hoy es su vida.

Ese reconocimiento de Abel es una síntesis de algo que podrían decir miles de chicos que pasaron por el coro y que los regocijó compartir, ganarse amigos, realizando una actividad cultural que alimenta el alma, que alimenta el espíritu.

En la Cooperativa es un eterno aprendizaje. En Cultura arrancamos con actividades como la proyección de cine gratuita, gimnasia y algunos cursos de manualidades. Yo veo con mucha satisfacción cómo los chicos que están a cargo del área de Cultura hoy han ido creciendo enormemente y hay un entendimiento de la cultura mucho más abarcativo y contemporáneo.

Y todavía hay mucho más para hacer, porque todavía tenemos la administración cultural de metrópolis; como Roma era para su dominio o como fue París para el mundo. De Bahía Blanca irradiamos cultura y aparecemos en las poblaciones vecinas con nuestra propuesta cultural. Lo que hay que hacer desde Bahía Blanca es incentivar y promover las expresiones culturales de cada lugar.

¿Qué puede hacer la Cooperativa de extraordinario? Mi sueño sería que Bahía Blanca, que la ciudad de Neuquén, Mar del Plata, podamos hacer eventos trayendo la cultura de los pueblos hacia la ciudad y hacer un intercambio con los artistas locales. Esa cultura que uno lleva es un camino de ida y vuelta, es una autopista que lleva y trae.

Estamos en ese camino, todo lo que es cultural lleva tiempo. Creo que en dos, tres o cuatro años podemos hacer cosas hermosas entre la Cooperativa y las organizaciones culturales –que las hay muy buenas-. Y en aquellos casos donde las autoridades municipales comprendan la importancia de eso, hacerlo también con los gobiernos, y poder hacer una movida cultural que sea de mucho intercambio porque va a ser absolutamente enriquecedor ese ida y vuelta entre Bahía Blanca y su región, entre Neuquén y su región.

Por último, quiero decirle a los asociados que no dejen de estar cerca de la Cooperativa y de aprovechar todas esas otras alternativas. De sugerir, de pedir, de gestionar, muchas cosas que van más allá de los productos y de los precios. Felices cien años a todos y que sea por muchos años más y más sucursales que generan más empleo.

La madrugada del 21 de marzo de 1975 una patota de la Triple A al mando de Pablo Argibay intentó secuestrar a Carlos Entraigas pero no lo encontró en su departamento. El viernes, el ex militante del FAS declaró desde España en el juicio contra cuatro miembros de la banda.

Recordó que “esa noche mataron a Fernando Alduvino, a Marisa Mendivil, que era la mujer de Ponte, y al padre Dorñak del Juan XXIII. El 20 de marzo habían matado al comisario (Héctor José) Ramos y era la demostración de fuerza de decir van a caer cinco por uno”.

Se trata  de quien fuera segundo jefe del Servicio de Informaciones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires en Bahía Blanca y responsable de seguridad de La Nueva Provincia. Había sido calificado por Montoneros como “el más eficiente torturador que conociera nuestra ciudad”.

Las audiencias continuarán jueves y viernes desde las 9 y se podrán seguir en juiciobahiablanca.wordpress.com

En 1975 Carlos Entraigas estudiaba contador en la UNS y militaba en la agrupación Cristianos por el Socialismo, la cual integraba el Frente Antiimperialista por el Socialismo.

La madrugada del 21 de marzo una patota comandada por Pablo Argibay lo fue a buscar al departamento que compartía con Luis Hinderman y Julio César Scavo. “Scavo, trabajaba en el Juzgado Federal y lo conocía a Pablo Argibay, hijo de un señor que era escolta de Remus Tetu, rector de la universidad”.

Carlos aún no había regresado de Viedma. El único que estaba era Scavo, quien contó al tribunal que el timbre sonó insistentemente: “Me despierto, mi padre había tenido un ACV, pensé que me llamaban por eso, en calzoncillos y ojotas fui a atender”. “¿Usted es Carlos Entraigas? ¿Dónde está?”, preguntaba el hijo del “Moncho”.

Entró con las manos en los bolsillos seguido por “dos sujetos con medias en la cara y revólveres. Me levantan de cada brazo como un papel, me sacan a la calle y veo que había dos o tres coches y varias personas con armas largas”. “No, no, no, él no es”, les dijo Argibay.

La patota revisó las pertenencias de Entraigas y se fue. A primera hora de la mañana Scavo llamó a Viedma para advertir a Carlos que lo estaban buscando.

Entraigas recordó que “esa noche mataron a Fernando Alduvino, a Marisa Mendivil, que era la mujer de Ponte, y al padre Dorñak del Juan XXIII. El 20 de marzo habían matado al comisario Ramos y era la demostración de fuerza de decir van a caer cinco por uno”.

“Tengo cierto remordimiento porque alguien que murió se hubiese salvado si me encontraban a mí. Creo que tenían una lista con cinco titulares y cinco suplentes, yo desgraciadamente era titular pero me salve. En el caso de Dorñak aparentemente el titular era el padre Santecchia al que los grupos de derecha y La Nueva Provincia señalaban como principal ideólogo del Juan XXIII”, dijo.

En cuanto a los responsables, el testigo afirmó que se hablaba de “la patota de (Rodolfo) Ponce, estaba mezclado la UNS con Tetu y Argibay, que era su escolta, y acompañaba siempre alguno de ese grupo. Detrás de todos estos hechos siempre hay un motivo económico. Alguien los mandó, les dio una lista de nombres y les pagó por eso”.

La actuación de la Triple A era conocida. “Se decían que eran discusiones internas de la CGT”, aseguró Entraigas, “empecé a ver otra cosa cuando me salvé esa noche y no volví”.

“Después mataron a Watu y a José González que era un seminarista. También a Daniel Bombara. Bombara, Dorñak, Santecchia, González, los que en un primer momento sufrimos esa persecución y atentados estábamos de una manera u otra vinculados a la Iglesia Católica, aunque sea por ser practicantes o pertenecer a grupos cristianos que intentaban hacer algo siguiendo el Evangelio”.

“Lo sacaron cuando estaba durmiendo y a las pocas horas lo mataron”

Entraigas recordó el asesinato de Luis Jesús García. “Me enteré, fui a su casa donde lo estaban velando y al regresar subieron al colectivo y nos detuvo la policía. Creo que por la ropa que llevábamos, el Negrito vivía en un barrio obrero y yo no tenía pinta de vivir ahí. Después de unas horas en la comisaría vino el abogado Facchini y nos soltaron a todos”.

En casa de la familia García vio llegar una corona “de la CGT o de Ponce y la madre la tiró al medio de la calle porque decía ‘ahora me mandan una corona y a la noche lo mandaron a matar’”.

“Fui porque fue una conmoción. Fue el primero y fueron a su casa, lo sacaron cuando estaba durmiendo y a las pocas horas lo mataron. Había gente que decía que lo habían torturado y gente que no. Fui a acompañar a la familia en ese momento de dolor sin saber quién era el Negrito García”.

Preso con un sicario de la Triple A

Entraigas fue secuestrado el 27 de marzo de 1976 por un grupo de hombres de civil que se identificaron como integrantes de la Policía Federal. Ingresaron a la casa de sus padres buscando armas. Las únicas que encontraron eran del padre y “perfectamente legales”.

En la sede de la Federal de Viedma lo esperaban el comisario Vicente Forchetti y personal del Ejército para golpearlo y torturarlo. Durmió en una celda en la cual estaban Costa, director de LU15, y el diputado provincial Roa.

Al día siguiente los trasladaron a Bahía Blanca. “Fuimos a La Escuelita pero al haber salido nuestros nombres publicados en la prensa salvamos nuestra vida”.

Continuaron su cautiverio en el V Cuerpo de Ejército hasta el 9 de abril cuando los llevaron al penal de Villa Floresta. “Me ponen en la celda con un señor Sañudo, era de la patota de Ponce, creo que lo tenían ahí para ver si yo decía u opinaba algo”.

Luego lo ubicaron en una celda con Costa y a Sañudo con Mansilla, “que era como su perro fiel, aparentemente era más joven y solo opinaba lo que decía Sañudo”.

En la cárcel había dos versiones sobre la permanencia allí de los integrantes de la Triple A: o era “para protegerlos de otros grupos rivales” o “una coartada para que dijeran yo no maté a Fulano porque estaba en la cárcel pero que los sacaran por la noche a hacer alguna tarea y luego los volvían a meter”.

“Sañudo era muy discreto pero su fama lo precedía. Cuando salíamos al patio había otros grupos de sindicalistas, por ejemplo los Bustos, cada uno se reunía con su gente”. El día que mataron al líder del PRT-ERP, Mario Santucho, Sañudo le gritó a Entraigas: “Carlitos mataron a tu jefe”.

Un tío sacerdote consultó al coronel Zorzano sobre la situación de Entraigas. “Aparentemente nos querían hacer una ley de fugas y matarnos a todos. Una noche en la cárcel estábamos durmiendo, nos sacan corriendo y nos ponen contra una pared en el patio. Me temblaba hasta el alma del susto que tenía, estaba al lado de (Jorge) Tassara, me hace seña que saque pecho, que no ponga cara de miedo. Aparece un fotógrafo, nos hace una foto a cada uno y nos vuelven a la celda. No lo esperábamos pero respiramos contentos”.

Días después las imágenes fueron publicadas por La Nueva Provincia y el diario Rio Negro, “decía más o menos que tremendos elementos subversivos que amenazan la paz están neutralizados y presos en la unidad 4 de Bahía Blanca”.

“Llega un momento que ya no soy de aquí ni de allí”

Entraigas estuvo detenido hasta septiembre de 1978 y luego se exilió en España. “De la noche a la mañana te encuentras en un país que no conoces, con gente que no conoces, con otras formas de actuar. Estuve preso en una celda pequeña y cuando llegué a España no sabía cruzar la calle”.                                                               

Afirmó que “fue una tabla de salvación que una familia española me adoptase como un hijo más” aunque con el correr de los años “aquí siguen diciéndome que se nota que soy argentino pero cuando voy a Argentina me dicen que soy gallego. Llega un momento que ya no soy de aquí ni de allí”.

Entraigas cerró su testimonio con un homenaje a las madres: a la que lo adoptó en su exilio, quien murió el 17 de octubre, a su madre biológica fallecida un 21 de octubre, a las de la Plaza de Mayo y a aquellas “que luchan contra la droga, contra la trata, contra todos los atropellos contra sus hijos”.

“No hemos mencionado a ninguna mujer integrante de estos grupos. Siempre hemos mencionado hombres. Es una característica que las ennoblece. En todo el mundo prácticamente no hay mujeres mercenarias”, afirmó.

A pocos días de cumplirse seis meses de la desaparición forzada seguida de muerte de Facundo Castro, tres amigues y compañeres de la cervecería donde trabajaba el joven de Pedro Luro hablaron con FM De la Calle.

El próximo viernes 30 una movilización a pie y en autos partirá a las 17 desde la Plaza Pablo González de Pedro Luro. En Bahía Blanca, la CTA realizará una marcha y caravana con puntos de encuentro a las 17:30 en Alem 1253 y a las 18 en Plaza Rivadavia.

El termómetro marcaba 31 grados. El sábado más caluroso de septiembre, a la hora de la siesta, se abre bajo un sol que raja la tierra el local en pleno centro de Luro. Afuera, unas típicas mesas con banquetas de madera. Adentro, detrás de unas cortinas, un salón con barra, paredes rojas, varios vinilos colgados en las paredes, un disco de “El Gitano” inmóvil arriba de la puerta que va al baño.

Kufa trabajaba en la bacha. Detrás de la puerta vaivén que va hacia la cocina quedó su delantal, sucio, tal y como lo dejó antes de irse la última noche. Sus amigues piensan enmarcarlo y colgarlo en la pared.

“Era técnico en casi todo”, dice Mailén y Celeste agrega que “siempre estaba para todo, por más que no tenía que hacerlo lo hacía”.

También hay, en un espacio pequeño al lado del lavamanos, un rincón en el que se halla una manzana del tamaño de un nuez con una vaquita de San Antonio. Es un amuleto muy parecido al que encontraron en el puesto policial de Origone y que Facundo llevaba siempre consigo.

“Cuando me enteré de lo que estaba pasando fue algo doloroso, raro de él porque siempre estaba por todo el pueblo, lo veías a las cinco de la tarde en un barrio y a las ocho de la noche en otro, era raro que nadie lo viera. No era de irse de la nada, si bien salía a dedo para Bahía no iba a desaparecer sin comunicarse”, cuenta Sandro con quien se conocían de chicos y después de varios años volvieron a reencontrarse en “Turmalina”.

Entre todes tienen un grupo de WhatsApp en el cual organizaban la búsqueda de Kufa. Ahora lo usan para difundir novedades en torno a la causa, se avisan cuando salen, cuando vuelven, si ya llegaron, si ven algún movimiento raro.

“Siento miedo, mucho miedo. Si bien le tengo un cierto respeto a las autoridades, desde que pasó esto, cuando pasa un patrullero algo me pasa en el cuerpo, mucho miedo y bronca. De acá salimos tarde, dos, tres de la mañana. Primero estoy atenta a todo, si nos llega a pasar algo tener pruebas, vi unas lucecitas y no te explico el terror que me dio pensar que era la policía”, comenta Mailén.

Para Celeste “es una sensación rara. Dicen ‘bueno si te pasa algo lo primero que llamás es a la policía’. Si me pasa algo lo pienso, no se si llamaría”. 

“Queremos que se haga justicia y que paguen quienes tengan que pagar, que la gente no se quede dormida y no se calle”, pide Mailén.

“A mi hermano lo mataron el 2 de julio del 1975. Hoy hace 47 años cruzó la frontera hacia la Argentina tratando de salvar su vida”, dijo desde Chile Carlos Oliva Troncoso. Afirmó que tanto la Universidad Católica de Temuco como la Universidad del Sur tienen responsabilidades en el crimen.

Lo hizo el viernes pasado ante el tribunal oral que juzga a cuatro ex integrantes de la Triple A bahiense. Su hermano Víctor, estudiante de Filosofía y Letras, llegó a la ciudad con una convicción: “Va a ser lo mismo aquí o allá, mi camino está elegido”.

“Su vida era la militancia, su vida era el futuro. Me siento orgulloso de su decisión porque a pesar del riesgo y el peligro el no renunció, intentó hacer su vida completa”, destacó.

Las audiencias continuarán el jueves 29 y el viernes 30 desde las 9 con transmisión por el canal de youtube de Audiovisuales UNS.

Carlos Oliva declaró que su hermano, “a pesar de ser refugiado de ACNUR y tener la residencia argentina, no fue protegido por el Estado. En noviembre del 75, apenas unos meses después de su asesinato, la justicia argentina sobreseyó el caso, no hubo ninguna intención de averiguar qué pasó y por qué lo mataron, sabiendo que se utilizaron armas de guerra y que la motivación fue política”.

Lalo era buen hijo y buen estudiante. Le gustaban los deportes y el arte. Un pibe como cualquier otro, “la diferencia es que en mi casa se discutía mucho lo que sucedía en el mundo y eso lo llevó a militar desde joven”.

“Su presencia física en este mundo fue terminada cuando no cumplía los 24 años. Fue una existencia muy rica, muy potente, que dejó huella en todos los lugares donde pasó”.

A fines de la década del 60, Chile vivía un proceso de movilizaciones populares. Lalo empezó a militar en el secundario y continuó como dirigente estudiantil del Movimiento de Izquierda Revolucionaria en la universidad.

“En el gobierno de Allende su tiempo fue en gran parte absorbido por su compromiso político. Su entrega y su coraje probablemente lo llevaron a perder la vida”, dijo su hermano menor.

Juntos, fueron detenidos algunos días por la dictadura de Pinochet. Al tiempo, Víctor cayó nuevamente en manos de la policía civil. “Lo logramos sacar por gestiones de mi padre ese mismo día pero la orden era asesinarlo. La orden venía de la Universidad Católica de Temuco”.

“Lalo no se quería ir de Chile. Lo convencimos pensando que era la única manera que podía mantenerse con vida”. El 23 de octubre de 1973 los hermanos se abrazaron sin dramatismo. “Me dijo una frase que fue lo último que escuché de él: va a ser lo mismo aquí o allá, mi camino está elegido”.

Víctor vivió un tiempo entre Cipolletti y Buenos Aires hasta que supo de un grupo de profesores de Temuco que daban clases en la Universidad Nacional del Sur. Llegó a Bahía Blanca a principios de 1974 y se matriculó en Filosofía y Letras de la UNS.

“En un año y medio envió unas 15 cartas donde cuenta lo que podría contar. No menciona nombres, dice que está bien, estudiando, menciona que estaba de novio. Mi mamá estuvo en Bahía en el 75, unos meses antes de que lo asesinaran, y volvió preocupada. Nos dijo que el Lalo estaba nuevamente participando en política. No veo por qué allá iba a ser distinto. Yo me quería ir con él y me pidió que no, que mi deber era estar al lado de los viejos y que su intención era volver”, afirmó Carlos.

En 2014 la familia comenzó a viajar a la ciudad para reconstruir la historia de Víctor y buscar justicia. Conocieron detalles de su secuestro y asesinato, de su participación en asambleas, del recuerdo de la comunidad de Villa Nocito. “Siguió militando y eso para mí tiene un valor, a pesar de los riesgos eligió su camino de compromiso social y político y lo llevó hasta el final”.

“¿Don Lalo, vio el diario?”, preguntaron al padre de Víctor en el almacén de su barrio en Temuco. Un chileno fue encontrado muerto en las afueras de Bahía Blanca, 22 años, 35 impactos en el cuerpo, respondería al nombre de Víctor Oliva.

“Esto fue dos días después. A la noche llamamos por un teléfono con mensajero a mi tío Manuel en Cipolletti. Pasó mucho rato y no hubo respuesta. Al segundo llamado responden diciendo que Don Manuel estaba en Bahía Blanca por un accidente que sufrió un familiar. Ahí tuvimos certeza que la persona que habían matado era Lalo”.

Carlos relató que su madre nunca se recuperó: “Creo que hizo un pacto de no volver a sonreír para transitar por el resto de vida que le quedaba sufriendo la pérdida de su hijo. Entre ellos había una complicidad muy particular”.

“Estábamos en casa de unos familiares. Mi papá se agarró a cabezazos contra una chimenea, gritaba y decía por fin lo mataron estos asesinos, lograron lo que querían. Paradójicamente Lalo fue asesinado en el lugar que buscó para salvar su vida”.

El cuerpo de Lalo fue abandonado en ropa interior con dos ejemplares del diario del PRT ERP. Su tío lo sepultó en Cipolletti, a donde sus padres lo visitaron durante años. En 1986, en plena dictadura chilena, fueron trasladados a Temuco.

Lalo es mencionado en el Informe Rettig. “Se dice que fue una colaboración entre la DINA y la Triple A. No fue el único chileno asesinado allá, era una preparación para asesinatos anteriores como la Operación Colombo o la Operación Cóndor. Las dos universidades tienen responsabilidades de lo que le pasó”.

Para Carlos dar testimonio en el juicio “es trascendental, es el deber que uno tiene como ser humano, como militante y como hermano. Es lo que Lalo hubiera hecho por mí”.

Fotos Calos Oliva: capturas Memorial Universidad Católica de Temuco.

La jueza federal Gabriela Marrón mandó investigar al perito Marcos Herrero, quien acompaña la querella de la familia de Facundo en la causa por su desaparición forzada seguida de muerte. Lo ordenó a los fiscales Andrés Heim y Horacio Azzolin en el fallo que denegó medidas vinculadas  al accionar de la Bonaerense.

Ante el fracaso de las intervenciones de los canes de la Policía Federal, recientemente apartada, Marrón reprochó los resultados positivos de Yatel. El perro marcó el patrullero en el cual se encontró un pelo cuyo ADN es compatible con Cristina Castro, encontró el amuleto en el Puesto Policial de Origone y la piedra turmalina en un patrullero bahiense.

¿En qué se basa Marrón para denunciar al adiestrador? ¿Después de cuánto tiempo pueden los perros detectar el olor humano? ¿Quiénes son los expertos traídos al expediente por el fiscal Ulpiano Martínez?

En la resolución, la jueza puso en duda que la sandía con la vaquita de San Antonio en su interior perteneciera a Facundo y se preguntó si la “trasladaba con él a todos lados como refiere la madre”. Tras ello, atacó directamente su “legalidad” y “validez”.

El amuleto fue encontrado por Yatel en el segundo allanamiento a la estación policial de Origone, a la cual ella misma autorizó el ingreso de Marcos Herrero como perito de parte. “Los canes de la fuerza de seguridad no marcaron la bolsa de basura donde se encontró el amuleto pero sí lo hizo el perro de Herrero”, plantea Marrón en referencia a los animales de la Policía Federal, institución que fue apartada del caso por su parcialidad.

Sin embargo, dijo, “la ciencia” y “la técnica –a través de profusa bibliografía-” dan cuenta que los canes entrenados pueden oler rastros humanos durante un cierto período de tiempo.

Para la jueza, de la combinación de “la fecha probable de muerte y el lapso que los perros pueden oler a una persona viva o a un cadáver” surge “que al momento del hallazgo del amuleto el perro del perito de parte no tenía aptitud para oler rastros de la víctima”.

Aplicó la misma lógica al hallazgo de la turmalina en el patrullero de la Policía Local de Bahía Blanca: “Este caso es mucho más grave aún ya que la piedra fue encontrada con posterioridad al otro amuleto y cuando la víctima, según informe pericial, llevaba casi dos meses fallecido, como mínimo”.

Por ello, concluye que es “necesario y también forzoso” que la Fiscalía “investigue el accionar del perito”.

Rastro criminal

Lo extraño del caso es que la magistrada, que controla la investigación delegada en la Fiscalía, habiendo reconocido la aptitud y legalidad de Herrero para ser perito de parte, ahora lo cuestione sin reproches hacia las fuerzas federales y los testigos que firmaron las actas de los allanamientos en los que actuó.

Fuentes allegadas al adiestrador explicaron a FM De la Calle que la técnica utilizada en Origone se denomina “rastro criminal” e implica la búsqueda de material biológico humano en un determinado perímetro y no necesita un olor de referencia.

«Mi persona explicó que el perro identificó una esencia de rastros biológicos que podrían o no ser de Facundo. El hecho importante es cuando se abre la bolsa, (…) Cristina (…) reconoce un elemento que le había regalado la abuela a sus tres hijos», dijo Herrero en aquella oportunidad.

Diferente fue el trabajo sobre el Toyota Etios en Bahía Blanca, en el cual se aplicó la técnica de “rastro específico”, que sí requiere del olor humano.

Sin embargo, los antecedentes de Herrero destruyen las conclusiones de los peritos convocados por Santiago Ulpiano Martínez para desacreditar al rionegrino, quienes hoy son invocados como “la ciencia” y “la técnica” por la jueza Marrón.

Dichos “expertos” informaron que el olor humano no podría detectarse después de 72 horas. ¿Cómo hicieron entonces Herrero y sus perros para encontrar el cuerpo de Micaela Ortega y pertenencias de su femicida 35 días y once meses después del crimen, respectivamente?

Otro caso en el cual se destacó la labor del perito fue el de Araceli Fulles, otra víctima de femicidio cuyo cuerpo fue encontrado por uno de los canes de Herrero 25 días después de su desaparición, enterrado debajo de un contrapiso.

“La ciencia” y “la técnica” tienen nombre propio

Se trata de dos de los tres “especialistas” requeridos por el recusado Martínez para relativizar las pericias de Yatel y su guía. Uno es el Director de Defensa Civil de la Provincia de Chubut, José Mazzei, y el otro el veterinario y comisario correntino Mario Rosillo.

Cuando la jueza dice que “el perro del perito de parte no tenía aptitud para oler rastros de la víctima” lo hace sobre una de las conclusiones de Mazzei. Aunque lo informado sea que “en rastro por olor referenciado se sabe que el umbral de latencia se ubica alrededor de las 72 hs., si bien se han conseguido buenos resultados con un rastro de mayor edad'”.

Agrega el director de Defensa Civil: “Lo cierto es que a partir de las 72 hs. el rastro empieza a perderse, estando directamente relacionado con las condiciones ambientales, climáticas, meteorológicas, topográficas y tipo de superficie”. Condiciones que el propio Herrero reconoce como obstáculos a considerar, si bien en el caso de la sandía y la turmalina se trató del interior de un calabozo abandonado y el de un vehículo.

Por otro lado, Mazzei indica que la justicia debería convocar peritos “certificados por la Dirección Nacional de Cinotecnia dependiente del Ministerio de Seguridad de la Nación” aunque, tal como manifiesta, “está pendiente (estaba prácticamente a ponerse en marcha el año pasado) la certificación de canes y guías Detectores de Restos Humanos (de RH) y canes y guías de Rastro por Olor de Referencia”.

Más contradicciones

La predisposición de Rosillo hacia el pedido de Martínez es aún más generosa. En la causa manifestó que “se ha sugerido que el intervalo calificado para una búsqueda abierta es de 24 a 72 hs. como óptimo. El ideal para una búsqueda rápida son 12 hs.”.

Sin embargo, en su libro “La identificación humana forense con caninos” (2017) sostiene: “La resistencia del olor humano se ha demostrado en los objetos sometidos al calor, las explosiones, el envejecimiento y la contaminación por otros olores. De manera similar, el olor humano en el campo se ha demostrado viable a pesar de la influencia del medio ambiente y el envejecimiento. (…) También se cree que el olor no va a sobrevivir por largos períodos de tiempo fuera. Sin embargo, los últimos estudios conllevados con la experiencia indican que el olor humano es más resistente de lo que se creía anteriormente”.

Rosillo citó en la causa de Facundo un protocolo de odorología forense de Salta que menciona procesos para la recolección de olor “con más de tres meses de antigüedad” y comentó que en 2010 encontró a un puestero de estancia de Cipoletti desaparecido por “más de 5 meses”.

El comisario retirado mostró su entusiasmo con el expediente en una segunda presentación en la cual sugiere a Ulpiano Martínez hacer un peritaje con olor de referencia en laboratorio sobre la zapatilla encontrada intacta a metros del esqueleto del joven. Evidentemente creyó que, aun habiendo pasado tres meses y medio de la desaparición forzada, todavía podría dar resultados. Quien no tenía ningún apuro ni interés era el fiscal recusado: “toda vez que dicho elemento será sometido a un examen pericial, de momento no se producirá la medida propuesta”.

Rosillo también ha sostenido versiones contradictorias según el lugar que ocupe en las causas. Por ejemplo, como perito de la defensa en la causa por el abuso sexual y muerte de Marito Salto afirmó que el olor humano solo persiste 72 horas y, convocado por el Tribunal Oral correntino en el Caso Schaerer dijo que “el habitáculo de un automóvil es idóneo para preservar huellas olorosas por un tiempo de dos a dos años y medio”.

Un atentado contra la verdad

Los fiscales Heim y Azzolin y las querellas apelaron el fallo de Marrón. Desde la Comisión Provincial por la Memoria destacaron en un comunicado que “los argumentos para desacreditar los peritajes recaen en tantas irregularidades y contradicciones que resulta difícil de explicar y mucho más difícil de entender”.

Agregaron que “en el transcurso de la causa, la policía bonaerense cometió una serie de delitos e irregularidades que no se explican si no es para encubrir hechos y desviar la investigación” y “a pesar de reconocer la historia de hechos de violencia institucional, la jueza parece desconocer la verdadera complejidad de estos procesos en donde se sospecha la intervención de una fuerza de seguridad. La falta de voluntad de investigar y la demora en las medidas de pruebas sólo atenta contra la verdad, la justicia y la reparación”.

(Por Comisión Provincial por la Memoria) La jueza federal de Bahía Blanca Gabriela Marrón rechazó una gran cantidad de medidas pertinentes de pruebas que solicitaron los fiscales y las querellas de la causa Facundo Astudillo Castro. La decisión se funda en una arbitraria y antojadiza interpretación de la prueba y expresa claramente una temprana valoración que sólo puede arrojar un resultado: el cierre de la causa sin conocer la verdad de lo que ocurrió con Facundo. Ante la gravedad institucional de este hecho, el Estado tiene la obligación de realizar una investigación profunda, expeditiva y eficaz; sin embargo, la actitud de la jueza Marrón es diametralmente opuesta y de seguir este camino, sólo será garantía de impunidad.

Con las pruebas que existen en la causa Facundo Astudillo Castro, la hipótesis más robusta sigue siendo la desaparición forzada seguida de muerte. Esta valoración es compartida por la querella familiar, la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) -querella institucional en su carácter de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura- y los fiscales Andrés Heim de la Procuvin y Horacio Azzolín de la Unidad Especializada en Ciberdelincuencia.

Sobre la base de ese material probatorio, los fiscales pidieron una serie de nuevas medidas de prueba; entre ellas, el secuestro de los teléfonos celulares de los policías superiores de los agentes vinculados a la investigación y el allanamiento de destacamentos policiales donde se encontraron objetos pertenecientes a Facundo Astudillo Castro.

A pesar de la enorme pertinencia de este pedido, fundado en pruebas ya existentes en el expediente, la jueza federal de Bahía Blanca María Gabriela Marrón rechazó una gran parte las diligencias solicitadas por los fiscales y las querellas. La decisión será apelada ante la Cámara Federal, sin embargo la actitud de la jueza pone en peligro el curso de la causa y es casi una declaración de sentencia que sólo será garantía de impunidad.

Cuando se investiga delitos de gravedad institucional, como la desaparición forzada de personas, las recomendaciones internacionales y las reglas y principios procesales de la normativa nacional obligan a las y los funcionarios judiciales a adoptar medidas que promuevan una investigación profunda, expeditiva, eficaz y respetuosa de las víctimas. Todo lo contrario a lo que está haciendo la jueza Marrón.

La decisión de rechazar masivamente las medidas de prueba se fundan en una temprana valoración que arrojará un solo resultado: el cierre de la causa sin conocer la verdad de lo que ocurrió con Facundo. Una decisión parcial y antojadiza que no se ajusta a las reglas de fundamentación de las decisiones jurisdiccionales. Más grave aún, denegar las peticiones probatorias de los fiscales, tiende a establecer una peligrosa brecha entre la verdad material y la verdad judicial.

Contrariamente a lo que quiere suponer la jueza Marrón, hacer lugar a estas medidas de prueba de ninguna manera significa desconocer el principio de inocencia. En cambio, rechazar las medidas como hizo, sí es una falta institucional grave: la debida diligencia le impone a la jueza, ante un conflicto de garantías constitucionales, la necesidad de preservar la investigación. Una vez más, con toda claridad, la decisión de la jueza parece estar adoptada en la voluntad de no investigar.

En la arbitrariedad de sus decisiones, insistimos todas tendientes a concluir la investigación sin llegar a la verdad, llega a cuestionar la palabra de Cristina Castro, la mamá de Facundo, víctima y querella de la causa. Y, fundamentalmente, se pronuncia extensamente para desacreditar el perito de parte, el adiestrador canino Marcos Herrero.

De esta manera, busca restar valor a dos pruebas claves de la causa: el amuleto hallado en el puesto de vigilancia de Teniente Origone y un pedazo de turmalina encontrado en un patrullero de la Policía Local de Bahía Blanca, el mismo que el 8 de mayo, sin razón alguna y alejado decenas de kilómetros de su radio de circulación, estuvo en la zona donde posteriormente fueron hallados los restos de Facundo. Según la información brindada por la empresa Megatrans, prestataria del monitoreo del servicio AVL, el móvil se geolocalizó durante aproximadamente tres horas (entre las 12 y 15:45) en diverso puntos del cangrejal, llegando a estar a sólo 800 metros del lugar del hallazgo del cuerpo esqueletizado.

Los argumentos para desacreditar los peritajes recaen en tantas irregularidades y contradicciones que resulta difícil de explicar y mucho más difícil de entender: por un lado, invalida el hallazgo de estos objetos sin cuestionar las actas de allanamiento y registros, y sin poner en duda a los funcionarios actuantes de la Policía Federal, la Gendarmería Nacional y los testigos. Por otro lado: si como ella sostiene fuera imposible encontrar rastros 72 horas después de la desaparición de una persona, ¿por qué ordenó y avaló el peritaje en su momento? Una verdadera sinrazón.

Más aún, en el transcurso de la causa, la policía bonaerense cometió una serie de delitos e irregularidades que no se explican si no es para encubrir hechos y desviar la investigación: allanaron el domicilio de la ex pareja de Facundo sin orden judicial; amenazaron, hostigaron y pretendieron imputar al ex-cuñado de Facundo; persiguieron y atemorizaron a testigos, abogados y familiares y presentaron testigos falsos o que declararon sin informar que eran policías. Una maquinaria policial puesta al servicio de generar impunidad.

A pesar de reconocer la historia de hechos de violencia institucional, la jueza parece desconocer la verdadera complejidad de estos procesos en donde se sospecha la intervención de una fuerza de seguridad. La falta de voluntad de investigar y la demora en las medidas de pruebas sólo atenta contra la verdad, la justicia y la reparación.

El Estado argentino se comprometió ante los organismos internacionales a investigar y juzgar los delitos de gravedad institucional; incluso en este caso, a partir de una presentación de la CPM, interviene el Comité de Desapariciones Forzadas de la ONU. La jueza federal Gabriela Marrón debe estar a la altura de esta responsabilidad; y si no lo está, entonces deberá el Estado encontrar el camino institucional para garantizar que la investigación continúe hasta llegar a la verdad.

Uno de los abogados de Cristina Castro, Luciano Peretto, dijo que el fallo de la jueza Gabriela Marrón que deniega medidas de prueba como el allanamiento a dependencias policiales y el secuestro de teléfonos de efectivos de la Bonaerense es “escandaloso”.

“Es doblemente grave porque rechaza esta medida y las vuelve no operativas. Si en un fallo que se carga en el sistema público se advierte de los 50 teléfonos que se van a secuestrar, ¿que van a hacer los primeros que se enteran? Eliminar, cambiar, perder y esos teléfonos no van a estar, esa información no va estar”, declaró a FM De la Calle.

Afirmó que la titular del Juzgado Federal 2 “se ha dedicado a defender a ultranza el rol de la policía y ha relativizado sus actitudes autoincriminatorias”.

En el marco de una entrevista para el tercer capítulo del documental ¿Quién mató a Facundo?, Peretto destacó que “nada deja de escandalizarnos” en la causa y lo ejemplificó con la convocatoria por parte del fiscal Ulpiano Martínez a peritos que “contradigan la postura de Marcos Herrero cuando el procedimiento se llevó a cabo en el marco de la legalidad, con testigos, sin reservas en el acta, absolutamente filmado”.

“A la jueza Marrón hay que definirla por cuál ha sido su comportamiento. Lo cierto es que, a 160 días de la desaparición, a la única persona que tiene denunciada en el expediente es a mí porque supuestamente había revelado un secreto profesional que yo en esta causa no tengo. El secreto profesional es de los peritos, dice que yo suscribo a un acta de confidencialidad que no lo puede probar porque no lo suscribí”. 

Peretto mencionó los “mensajes de texto entre los policías que dicen ‘vos quedate tranquilo que nadie va a saber que fuimos nosotros’. Encontrar material genético de Facundo arriba de un patrullero después de un contacto no declarado. De encontrar pertenencias de Facundo en un calabozo, después de borrar mensajes, aplicaciones. Después de todo eso la jueza no solamente no tiene a nadie imputado sino que se ha dedicado en este fallo a defender a ultranza el rol de la policía”.

 “En un momento del fallo dice ¿quién no borra mensajes? ¿quién no desinstala aplicaciones? ¿quién no cambia el número de teléfono? Y ataca a los que han sumado a la construcción de esta hipótesis: a Marcos Herrero, no es normal que haya encontrado la sandía de Facundo, el hermano tiene una igual, dejando entrever que podría haber sido colocada cuando la primera que llega es la Federal, cuando nadie tuvo contacto salvo el jefe del operativo, cuando está filmado el procedimiento policial, cuando se repite la escena,  la bolsa con la vaquita se coloca en el mismo lugar y los perros no lo advierten”.

El abogado se preguntó: “¿Va a decir que los mensajes lo colocamos nosotros? ¿Va a decir que la turmalina la colocamos nosotros? ¿Que intervenimos los GPS de los patrullero y colocamos un Toyota Etios de la Policía de Bahía 35 minutos detenido al lado del cuerpo, merodeando donde aparece la mochila? Es inexplicable”.

Sin embargo, el querellante aseguró que están convencidos de que “hay cosas que no van a dejar dormir nunca a los que intentan encubrir, que fueron burdos y evidentes”.

“(El policía de Origone Alberto) González ha sido el mal alumno que en su libreta anotaba datos de la causa. No los van a dejar dormir los mensajes de texto, los testigos que vieron, los GPS que hablaban, las capturas de pantalla del facebook de la mamá, la manipulación de información en lectoras de patente”.

“Con todas esas circunstancias, sea con esta jueza u otro, la causa de Facundo está muy cerca de la verdad, independientemente de que eso sea un escollo más dentro de la investigación, nada ha sido fácil”, concluyó Peretto.

La jueza Gabriela Marrón rechazó allanar el destacamento policial de Teniente Origone y la comisaría de Cerri y secuestrar los teléfonos celulares de decenas de efectivos vinculados a la desaparición forzada seguida de muerte de Facundo Castro.

Las medidas habían sido solicitadas por los fiscales Horacio Azzolín y Andrés Heim con la intención de reconstruir la jornada del 30 de abril y, si se determinase que el joven no falleció ese día, conocer con quiénes se comunicó y en qué lugares habría estado. También investigan si intervinieron terceras personas en su deceso, “lo que -destacaron- no fue establecido en el informe pericial remitido por el EAAF”.

Marrón dedica su fallo a excusar a los policías implicados y a atacar al perito de la querella, Marcos Herrero, a quien pretende que se investigue por los hallazgos de su perro. Por otra parte, acusa a Heim y Azzolín de no buscar la verdad sino “solamente a compeler la responsabilidad policial en el evento”.

La resolución puede ser apelada ante la Cámara Federal. Las querellas analizan recusar a Marrón.

Fiscales Andrés Heim y Horacio Azzolín.

La jueza sí ordenó que el policía Alberto González presente su libreta personal, en la cual registró los datos de Facundo aunque aparece “información antedatada” sobre la Testigo H. De no cumplirse voluntariamente será la Gendarmería la encargada de hacerlo.

Por otra parte, ordenó al Municipio de Villarino que entregue la información de todas las lectoras de patentes cercanas al puesto de control fitosanitario con el registro de los vehículos que pasaron del 30 de abril hasta el 8 de mayo. En la causa hay tres versiones: una planilla incompleta aportada por Senasa y dos versiones recortadas y “disímiles” entregadas por funcionarios municipales.

Aceptó, además, el pedido de información a las empresas correspondientes respecto a la titularidad de cuentas de redes sociales y correos electrónicos que pertenecerían a varios policías.

“Una actuación sistematizada para entorpecer la investigación”

Los fiscales encontraron “comunicaciones sugestivas entre miembros de la policía y el borrado de otras” en el análisis efectuado por la DATIP sobre las extracciones forenses de algunos de los teléfonos secuestrados, junto a imágenes que “no tendrían anclaje en su versión de los hechos”.

Advirtieron que existen rastros con ADN compatible a Facundo “en el interior de un móvil policial en el que supuestamente no habría estado”, lo que se suma al hallazgo de su amuleto en la sede policial a la que pertenece dicho vehículo y que, a su vez, “tenía asignado un celular del que se borraron registros de comunicaciones”.

Mencionaron la piedra turmalina del colgante de Facundo encontrada en el baúl del patrullero de la Policía Local de Bahía Blanca que reportó “movimientos, cuanto menos extraños”, que lo ubicaron cerca del lugar donde se encontró el cuerpo del joven.

Y agregaron que en el interior de la mochila de Facundo estaba el pantalón con el que se lo ve junto a Mario Sosa en la foto tomada por Jana Curuhinca la mañana del 30 de abril. Allí también había otras prendas “aparentemente dañadas”, su registro de conducir pero no su DNI y un cartel con la inscripción ‘Médanos’ que “no habría sido escrito por Astudillo”.

Estas son algunas de las pruebas que llevaron a Heim y Azzolín a reclamar que la Dirección de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad entregue los teléfonos personales y oficiales de 46 agentes policiales de Pedro Luro, Hilario Ascasubi, Mayor Buratovich, Teniente Origone, Médanos, Gral. Cerri y Bahía Blanca.

Horas después de conocer las conclusiones de la autopsia, escribieron: “En el particular contexto de actuación general de la policía de Villarino, (las diligencias solicitadas) permitirían analizar un esquema de actuación sistematizada, coordinada y organizada en torno a la búsqueda de Facundo Astudillo Castro, aunque encaminada a entorpecer el curso de la investigación de la desaparición forzada seguida de muerte”.

El profesor Edgardo Luis Fernández Stacco fue sentenciado a muerte por la Alianza Anticomunista Argentina. La banda comandada por el diputado nacional Rodolfo Ponce lo condenó por el supuesto “delito de traición a la patria y al gobierno del pueblo por sus vinculaciones con el ERP y la entrega de la universidad a la sinarquía internacional”.

Al igual que su esposa, fue cesanteado por el interventor de la UNS, Remus Tetu, y se exilió en Venezuela hasta 1983. “Me honró de integrar esa lista”, dijo semanas atrás al tribunal que juzga a cuatro sicarios de la Triple A.

Están imputados Héctor Forcelli, Raúl Aceituno, Juan Carlos Curzio y Osvaldo Pallero. Las audiencias continuarán los días 23, 29 y 30 de octubre.

Tras la dictadura de Onganía, la llegada de Cámpora al gobierno fue acompañada por la movilización estudiantil y la reacción de sectores que, representados por La Nueva Provincia, denunciaban que el marxismo se “adueñaba” de la UNS.

En 1974, Fernández Stacco fue electo secretario académico del Departamento de Matemáticas y nombrado por el rector Víctor Benamo. En octubre “fue renunciado” el referente peronista y asumió en su lugar Antonio Tridenti, quien designó a Stacco como director del Departamento de Matemática.

Un día, recibió un sobre a su nombre con una carta escrita a máquina: “Comunicado. Por haberse reunido el tribunal del pueblo (del verdadero pueblo) y ser encontrado culpable del delito de traición a la patria y al gobierno del pueblo por sus vinculaciones con el ERP y la entrega de la universidad a la sinarquía internacional, se le comunica que ha sido sentenciado a muerte. Esta sentencia será cumplida en el lugar que sea encontrado”. En manuscrita, firmaban: AAA. 

Fueron cinco los profesores amenazados. Entre ellos estaba Benamo, director del Diario El Eco, a quien ordenaban publicar la lista de “condenados” a lo cual el ex rector se negó.

“Tuvimos una reunión con Tridenti y cada uno trató de resolver el problema por su lado. Hubo una solicitada del personal de Matemática que publicó La Nueva Provincia. Debo agradecer a todo el personal de ese momento porque, salvo dos profesores, fueron hasta el diario a presentar sus documentos y firmaron, cosa que era bastante peligrosa. Junto con esa salió otra de la universidad que firmaba Tridenti”.

Consultado por las motivaciones de las amenazas en su contra, el profesor dijo desconocerlas, a diferencia de lo que ocurría con Benamo dado que los ataques surgían del enfrentamiento entre “la Tendencia –dirigida por el abogado- que era la parte más radicalizada del peronismo y la CGT local” encabezada por Ponce.

“Era conocida mi militancia en el Partido Comunista, lo comprobé cuando ya en democracia se pudieron pedir los prontuarios que había preparado la Policía de la provincia de Buenos Aires. Debo decir con orgullo que tenía un dossier bastante importante. Se veía cómo funcionaba la policía dentro de la universidad, pero mi actividad fue siempre pública. Fui vicepresidente del COFACHI, que presidió el doctor Pablo Lejarraga, cuando empezaron a venir los compañeros chilenos perseguidos por Pinochet”.

El matemático recordó que para potenciar algunas áreas del Departamento recurrieron a la contratación de varios profesores extranjeros. Por ello, en más de una ocasión tuvieron que ir a dar explicaciones a la Policía Federal.

“Ellos hacían la extrapolación de que toda persona que venía de un país socialista debía ser comunista, totalmente erróneo. (…) A junio de 1974, al decir de un profesor visitante, el Departamento era una fiesta. Pero se ahogó todo en octubre con las amenazas a mi persona y con el clima que se vivía en Bahía Blanca”.

Fernández Stacco mencionó que la aparición pública de la Triple A fue con el asesinato de Luis Jesús García. “Debe haber unos 25 o 30 estudiantes que fueron secuestrados y asesinados en esa época”.

“Era vox populi que el director de ese grupo era Rodolfo Ponce. Remus Tetu una vez que asume el rectorado de la UNS le da entidad a esta patota, los nombra, eran más de 20. Argibay era el jefe porque figuran en la resolución con su libreta de enrolamiento y el sueldo de cada uno. Siempre Argibay ganaba mil pesos más que el resto”.

Para el autor de “Abandono de la contemplación. Apuntes para la historia de la Universidad Nacional del Sur”, Tetu fue el responsable intelectual del asesinato de David Cilleruelo. “Era el último día de inscripción, así que había más de 200 testigos que vieron cómo llegaron estos señores con el auto con las dos patentes de bronce que decían Rectorado. Suponemos que no tomaron el auto robándolo, se los prestó seguramente el rector para cometer el asesinato”.

No bien ocupó la UNS, el rumano cesanteó a más de 200 docentes. “Me honró de integrar esa lista, lo mismo que mi esposa. El Departamento de Matemática quedó diezmado, hubo más de 25 expulsados y tres o cuatro profesores que creyeron conveniente abandonar Bahía Blanca”.

Ante las amenazas, Fernández Stacco aceptó una invitación para conformar el Departamento de Ciencias en la Universidad de Mérida, Venezuela. “La situación familiar era complicada porque mi señora el 8 de octubre tuvo mi segundo hija. Yo hice punta y me fui. Al poco tiempo pudimos reunir la familia en un exilio que duró hasta diciembre de 1983”.

“Volvimos muy pocos. Había una cuestión sínica de Tetu, cuando un rector de otra universidad consultaba, él recomendaba a los que expulsaba”. El profesor intentó reincorporarse a la UNS pero no pudo hacerlo inmediatamente. Durante tres años participó del proceso de normalización del Departamento de Matemáticas de la Universidad del Comahue.

Tetu seguía trabajando en ambas casas de estudio y viajaba semanalmente “con su esposa y Guglielminetti”, a quien había designado como director de Construcciones Universitarias aunque “era su guardaespaldas”. El testigo mencionó que en esa época el rumano fue entrevistado por el diario Rio Negro, al cual dijo que “no tenía nada que ver con la Triple A” y que estaba seguro que “defendían al país”.

La toma de la Tecnológica

Consultado por la toma de la UTN, ocurrida en agosto del 74, aseguró que fue en el marco del enfrentamiento interno del peronismo. El conflicto tuvo repercusión nacional mediante un pedido de informes que el diputado Héctor Sandler realizó al ministro de Educación “para que tomara alguna medida por el atropello que había sufrido la docencia y los estudiantes”.

El testigo leyó una solicitada de la CGT: “El diputado Sandler ha expresado que la UTN Bahía Blanca ha sido ocupada por matones a sueldo, calificaba de matones a sueldo a quienes siempre han puesto la cara para salvar la estructura docente que había caído en manos de una camarilla internacional (…) Jamás los trabajadores universitarios entregarán una universidad que nos pertenece desde sus inicios aunque se alíen todos los enemigos del país, cualquiera que sea el disfraz que utilicen en la emergencia”.

“O sea, reconocían que la toma de la UTN había sido hecha por parte de la CGT local”, concluyó.

En cuanto a los motivos de la represión en los claustros, el profesor afirmó que “como se desprende de los editoriales de La Nueva Provincia, la universidad era un lugar del marxismo que conspiraba contra el país, contra el gobierno legal. Cuando fallece Perón, el 1 de julio de 1974, es nombrado Oscar Ivanissevich como ministro de Educación. Era un ultramontano católico que había sido ministro en la primera presidencia de Perón. En su discurso inaugural dice: ‘Volvemos después de 24 años con la doctrina de Cristo que Perón transformó en el justicialismo’”.

Nazis y ultramontanos en las aulas

“De inmediato, en Buenos Aires, nombra al rector Ottalagano y en Ciencia, que era un departamento modelo desarmado durante la Noche de los Bastones Largos, nombró como decano a Zardini, un geólogo ignoto. Este llamó al padre Menvielle -director de la revista fascista Cabildo- que hizo un exorcismo por los pasillos de los edificios de Núñez donde funcionaba Ciencias Exactas de la UBA. Su primer acto de gobierno fue comprar 50 crucifijos para poner en todas las aulas. Ese era el ambiente que se respiraba en la casa de altos estudios”.

En Bahía Blanca en enero del 75 asumió Remus Tetu. “Era uno de los tantos refugiados que llegaron en la época de Perón. Decía que tenía título pero nunca lo mostró, decía ser profesor de Sociología y Demografía. Fue contratado por el Instituto Tecnológico del Sur, hubo varios profesores contratados, sobre todo en Economía y otros que llegaron a Física que eran muy buenos que los llevó Richter a Bariloche”. 

Fernández Stacco dijo que el profesor de Economía Florín Manoliú había firmado un pacto de ayuda mutua cuando Rumania fue invadida por Hitler, “siempre hacía manifestaciones de tipo anticomunista y elogios a lo bien que se vivía en Rumania en la época que habían sido invadidos”.

En cuanto al ex presidente de la Cámara Federal, Néstor Luis Montezanti –recientemente procesado por su participación en la Triple A- dijo que lo recordaba como un abogado que trabajó en el Departamento de Administración hasta la creación del Departamento de Derecho. “Traducía libros para sus alumnos de autores franceses y alemanes que hacían profesión de nazismo”.

El presidente Alberto Fernández anunció en Neuquén un nuevo programa de incentivo a la inversión en gas, atando los subsidios al valor del dólar. El argumento es la necesidad de cubrir la demanda de gas evitando la salida de divisas, dinamizar las economías provinciales y generar encadenamientos productivos, necesidades construidas al calor de un modelo que tropezó cien veces con la misma piedra. La transición, como salida a ese laberinto, no aparece en el horizonte. 

Por OPSur .- El plan anunciado establece una forma de fijar el precio del gas por cuatro años. Y define un tope promedio de 3,70 dólares por millón de BTU, monto que será cubierto por las tarifas y por subsidios, es decir por las y los usuarios y el Estado. El programa pretende cubrir la demanda nacional de gas -con la urgencia del próximo invierno- aunque va en contra del objetivo de desdolarizar la economía, al tiempo que supone el riesgo de que cada devaluación implique aumento de tarifas y una mayor erogación fiscal en un contexto de estrechez presupuestaria. 

Tras las necesidades del consenso fósil

Más de la mitad de la matriz de energía primaria de Argentina está compuesta por gas y el 45% de ese recurso se extrae mediante fracking, fundamentalmente en Vaca Muerta. El macrismo, a fuerza de una gigantesca transferencia, se entusiasmó con los resultados obtenidos en la explotación mediante fracking. Esa política benefició fundamentalmente a Tecpetrol (del grupo Techint de Paolo Rocca) y a CGC (de Eduardo Eurnekian). La neoliberal administración energética de Macri parece más una regla que una excepción: durante las últimas décadas la política del sector ha estado dominada por los intereses corporativos que consolidaron un consenso fósil, en el que la dependencia de los hidrocarburos es total tanto para el sistema energético en general, como para las provincias productoras en particular. 

El consenso fósil centró su atención en Vaca Muerta durante la última década, y hoy que la expansión se frenó, podría no haber recursos suficientes para el próximo invierno. En este marco, el Ejecutivo despliega tres argumentos para incentivar la explotación:

  • La necesidad de cubrir la demanda nacional de gas y evitar así la salida de dólares por importación.
  • La necesidad de dinamizar las economías de las provincias o regiones que dependen de estas explotaciones.
  • La  idea de que la explotación generará encadenamientos productivos dinámicos que permitan a su vez beneficiar a otras cadenas y sectores.

Las dos primeras necesidades existen. Ambas se han constituido en el tiempo, con políticas y decisiones que formaron esta actualidad. Construir una economía y una energía desde otras bases debiera ser un objetivo fundamental de este tiempo, signado por la pandemia, que revela los aspectos más injustos de nuestra sociedad: las dificultades de millones de personas para el acceso a la energía, combinado con el despojo y los conflictos sociales y ambientales en los lugares de extracción de energía, en particular, los hidrocarburos. 

Esos cambios estructurales no se consolidan en pocos años pero algún día hay que empezarlos. El problema de las fuentes energéticas -es decir qué energía se produce- es central en ese sentido. Incluso más del 60% de la electricidad que consumimos proviene de la quema de combustibles fósiles que son, además, los principales responsables del cambio climático. Por eso es necesario transitar hacia energías renovables, las que por sí solas no serán la solución. Se requiere también un encadenamiento con tecnología y conocimiento nacional, y de un Estado que promueva la desmercantilización de la energía y la entienda como un derecho. El acceso a la energía debiera estar combinado con la justicia socioambiental.  

Por otro lado, se deben promover políticas serias de diversificación productiva en las provincias que hoy dependen de los hidrocarburos. En cada crisis la población de esas regiones queda rehén de las demandas corporativas por mayores beneficios, mientras sus indicadores socioeconómicos dan muestras claras de fragilidad de esas economías, como hemos podido ver en la profunda crisis fiscal de Chubut durante los últimos años y más recientemente en la acuciante situación de Neuquén. Esos Estados, en tanto, se han constituido como parte integrante del entramado hidrocarburífero y eso dificulta aún más constituir alternativas. 

El tercer argumento en pos del desarrollo petrolero es, en realidad, un discurso que no ha podido contrastarse en la realidad. Hasta el momento los encadenamientos productivos han sido escasos y totalmente dependientes de las inversiones hidrocarburíferas apalancadas en ingentes subsidios. Seguramente, se podría aceitar esos entramados productivos, pero pensar que la explotación de Vaca Muerta será el motor de la economía nacional ha sido el sueño frustrado de las últimas dos administraciones. Si ayer la propaganda estatal y corporativa era de una Vaca Muerta exportadora, hoy estamos viendo si pasamos el invierno. 

Hasta ahora los dólares se fueron

En el frente externo, en tanto, otro problema agrava el panorama: las divisas no solo se van cuando se compra energía, también lo hacen cuando las empresas extranjerizan sus excedentes. Entre 2016 y 2019, trece empresas extractoras fugaron 3.830 millones de dólares: la mitad de lo fugado por las 209 energéticas mencionadas en un informe del Banco Central. Esas trece compañías son las que protagonizan la intervención en Vaca Muerta: en conjunto explican el 76% de la extracción de petróleo y el 92% de la de gas no convencional. 

Uno de los mecanismos de fuga es el pago de préstamos que financiaron la explotación. En Vaca Muerta los préstamos implicaron el 55% del financiamiento externo de YPF y el 77% de Tecpetrol. Este año, se preveía que la balanza financiera del sector genere un saldo negativo de 2.000 millones de dólares por préstamos financieros. Por otro lado, el balance cambiario del sector hidrocarburífero entre 2013 y 2019 arroja un saldo negativo de 8.600 millones de dólares.

La matriz energética no puede ser transformada de un día para otro, pero es necesario comenzar a transitar hacia un modelo energético económica, ambiental y socialmente sustentable. Una propuesta que debe diferenciarse del plan macrista de instalar parques como grandes negociados trasnacionalizados y sin participación de las poblaciones locales y la industria nacional. Pero que al mismo tiempo debe ser una propuesta seria. Hay posibilidades para avanzar. Hay una necesidad real de hacerlo. Pero ese no parece ser el camino elegido por el gobierno de Fernández. 

(Agencia Andar) Ante las dilaciones en la investigación para conocer qué pasó con Facundo Astudillo Castro, la Comisión Provincial por la Memoria, en su carácter de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura de la Provincia de Buenos Aires, presentó un nuevo informe ante Comité contra la Desaparición Forzada de ONU y solicitó su intervención.

Para el organismo es urgente que el Estado cumpla y averigüe las circunstancias de la desaparición y muerte del joven y se garantice con mayor celeridad que los responsables sean condenados.

En julio, cuando se desconocía el paradero de Facundo Castro, desaparecido el 30 de abril en Mayor Buratovich, la Organización de Naciones Unidas (ONU) ordenó al Estado Argentino una serie de medidas urgentes para encontrarlo, llevar adelante una investigación independiente y brindar protección a los testigos que declararon en la causa cuyos testimonios fortalecen la hipótesis de la responsabilidad policial.

Esta acción de la ONU fue en respuesta al pedido realizado por la CPM, en su carácter de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura y querellante en la causa conjuntamente con la familia.

Luego de enviar sus observaciones preliminares al Comité en septiembre, el organismo presentó un nuevo informe donde reitera medidas de protección para los testigos de la causa, el cese de la persecución de los defensores de los derechos humanos involucrados, la realización de las pericias requeridas y solicita se evalúe las actuaciones llevadas hasta el momento por la Justicia Federal.

El 1 de octubre el Equipo Argentino de Antropología Forense presentó las conclusiones de los estudios realizados sobre los restos humanos hallados de Facundo Astudillo Castro. Dichos peritos dictaminaron que la muerte de Facundo se produjo por “asfixia mecánica por sumersión (ahogamiento) tratándose de una muerte violenta, no pudiéndose determinar con rigor científico que se trate de uno u otro modo de muerte: suicida, homicida o accidental”.  Llamativamente, minutos después de la presentación de ese informe, la Jueza Federal 2 de Bahía Blanca, María Gabriela Marrón, emitió un comunicado donde hacía referencia a que Facundo habría alcanzado la muerte “sin participación de terceros”.

Según el informe presentado por la CPM dicha aseveración es producto de una lectura sesgada del informe de la autopsia, donde se insinúa que la muerte no fue homicidio. Según lo declarado por la médica forense Virginia Créimer, perita de parte de la familia de Facundo Castro, en el caso se descarta “in limine” el suicidio y, sobre las hipótesis de accidente que se plantean, el informe explica que no hay lesiones vitales que, si se hubiera accidentado en el lugar, el cuerpo las tendría que tener.

Estos datos del informe final de la autopsia, sumados a las pruebas que se siguen volcando a la causa a nivel testimonial, pericial y documental, resultado del trabajo de los fiscales Andrés Heim y Horacio Azzolín, quienes lograron avanzar y superar los obstáculos interpuestos por el fiscal federal de Bahía Blanca, Santiago Ulpiano Martínez (fiscal inicial de la causa que fue recusado por ambas querellas sin éxito),  permiten sostener como hipótesis que Facundo fue víctima de una desaparición forzada seguida de muerte y profundizar la investigación al respecto.

Cabe recordar que en agosto la Comisión Interamericana de Derechos Humanos- CIDH  también se pronunció luego de reconocer el planteo realizado por la CPM, de tomar medidas cautelares donde se señaló la intervención de la policía bonaerense, la misma fuerza sospechada de la desaparición del joven, en la investigación. La resolución 43/2020 de la CIDH remarcó a necesidad de acciones urgentes, que ya habían sido solicitadas por el Comité contra la desaparición forzada de Naciones Unidas también a pedido de la CPM y, reclamó al Estado una investigación exhaustiva donde además se garantice la protección e integridad de los familiares y sus representantes. Lamentablemente, esas recomendaciones no han sido escuchadas.

Por otro lado, la intimidación a testigos por parte de las fuerzas de seguridad, a la familia de Facundo, a sus abogados, amigxs y compañerxs de trabajo no ha cesado, muy por el contrario, se han agravado con el paso del tiempo. Para resguardar la integridad de estas personas, la CPM  ha presentado hábeas corpus en el ámbito de la Justicia Federal pero, y como expresa en la denuncia, “las resistencias y la insuficiente gestión de la jueza Gabriela Marrón hace que continúe en trámite. Un caso que tiene estrecha vinculación con una grave violación de derechos humanos, que está en investigación, el estado de temor de los y las afectadas, ameritaban el dictado de la protección convencional requerida”. A quince días del planteo, no hay resolución firme.

Avances de la investigación

La CPM detalló pormenorizados detalles sobre los avances en la investigación que refuerzan la hipótesis de desaparición forzada.

  • En relación al móvil policial que el 8 de mayo se habría detenido durante unos 35 minutos a unos 800 metros del lugar donde se hallaron los restos de Facundo y, que según el Ministerio de Seguridad tenía una anomalía en el funcionamiento del sistema de georreferenciación, se informó que la empresa Megatrans, prestadora y encargada de realizar el mantenimiento de los sistemas de A.V.L. afirmó que del estudio de las posiciones GPS tomadas en días previos y posteriores, no se hallaron ningún tipo de fallas en los equipos instalados en los móviles policiales. A su vez, se explicó que el “salto” producido entre la Localidad de Bahía Blanca y Villarino que se debió a la intermitencia de satélites en vista para geo posicionar correctamente al móvil, lo que para la CPM indica “que en la zona de Villarino existen suficientes reportes que permiten determinar con certeza que el equipo geo posicionó al móvil en esa zona, permaneciendo allí durante más de tres horas”, dicen en la denuncia.
  • Los perros  del perito de parte Marcos Herrero dieron el alerta de la existencia de rastros sobre la posible permanencia de Facundo en el patrullero secuestrado. De la revisación completa surgieron varios elementos que se encuentran bajo análisis (manchas, filamentos pilosos, etc.) pero la prueba  más contundente, reconocida por Cristina Castro, mamá de Facundo, fue “un conjunto de fragmentos “vidriosos” que se corresponderían con un mineral conocido como turmalina”. Facundo, al momento de su desaparición, utilizaba un colgante en su cuello con una turmalina engarzada.
  • Un testigo de identidad reservada (M. P.), quien declaró que la noche del 11 de mayo, mientras se encontraba a bordo de una embarcación cumpliendo tareas en el Puerto de Ingeniero White en la costa de Bahía Blanca, visualizó un conjunto de luces inusuales sobre la zona en la que meses después se encontraría el cuerpo de Facundo.
  • En la causa se secuestraron ocho celulares pertenecientes a la policía bonaerense. Sólo 5 fueron periciados y están incorporados a las miles de fojas del expediente. De tres teléfonos celulares aún no hay información: uno pertenece un agente de la dependencia policial de Teniente Origone, otro al puesto policial de la misma localidad y por último, el de la policía Siomara Flores, quien dijo haber llevado a Facundo desde la Localidad de Mayor Buratovich a Teniente Origone el día 30 de abril de 2020.
  •  El 13 de septiembre un pescador halla la mochila con  pertenencias de Facundo en la zona. Cristina da cuenta de que faltan cosas: documento de identidad, un tarjetero, una tarjeta bancaria, un cinto, entre otras pertenencias; verifica que parte de la ropa está con roturas no se corresponden con su estado preexistente.
  • En el cangrejal en que se encontró el cuerpo de Facundo, también se halló una cantidad de huesos humanos que no pertenecían a  la víctima  y que han sido sometidos a peritajes aun en trámite. Estos hallazgos harían prever que podría tratarse de un lugar utilizado para descarte de cuerpos humanos.
  • Aún se esperan los resultados de algunas de las pruebas de cotejo de A.D.N. a cargo del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación sobre material hallado en los levantamientos de rastros realizados sobre los móviles policiales de Mayor Buratovich, Teniente Origone y la U.P.P.L. de Bahía Blanca. Con fecha 1 de octubre, la última prueba presentada por la unidad fiscal confirmó que las muestras halladas en el móvil que era utilizado por el agente Gómez, son compatibles genéticamente con Facundo.

Simultáneamente, la CPM presentará un informe de similar contenido ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y, por otra parte, requerirá información a la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires respecto del estado de las actuaciones relativas al accionar de los policías involucrados en diversos tramos de los hechos que se investigan del Partido de Villarino, de la ciudad de Bahía Blanca y de la localidad de Gral. Daniel Cerri.

El ex rector del Instituto Juan XXIII, Benjamín Stochetti, declaró en el Juicio Triple A sobre el crimen del sacerdote salesiano, Carlos Dorñak. La madrugada del 21 de marzo de 1975 la banda paraestatal realizó un raid se secuestros y fusilamientos que también tuvo como víctimas a Fernando Alduvino y a María Isabel Mendivil.

“Lo que ocurrió esa noche fue tan fuerte para mí que, por años, lo que tal vez le pedía a dios era que nunca estuviera un tiempo más pacífico, más nuestro, más acogedor que el que teníamos en ese momento. Le pedía a dios que siempre tuviera alguna dificultad porque no quería tener la experiencia de un rayo a mediodía”, afirmó.

Según su relato, el hecho fue “un desmoronamiento” para la institución que provocó que “cosas que se quisieron hacer en ese momento recién se realizaran en los últimos años”.

El cura y docente mencionó que junto a compañeros de su congregación como Benito Santecchia, José Del Col, Oscar Barreto y Juan y Valentín Reebok trataban “de animar al alumnado de acuerdo a lo que la Iglesia Católica nos proponía desde hacía unos años”. Al grupo solían sumarse párrocos diocesanos para “preparar las predicaciones del domingo”.

En alguna ocasión, Stochetti participó con Barreto de reuniones del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo. “En el país había surgido de acuerdo al ejemplo de una veintena de obispos que después del Concilio propiciaba la mejora del mundo a través de la práctica de la justicia auténtica y la preocupación por los más necesitados”.

Destacó que “algunos de ellos, aunque no estuvieran enrolados en ese movimiento, por su acción o por su mentalidad habían tenido problemas. El más conocido es el caso del padre José Zamorano, un misionero español. Irrumpieron en su casa en horas de la noche, creo que eran fuerzas de seguridad”.

Stochetti dijo que Dorñak era un “músico muy exigente que hasta que no lograba la perfección en lo que hacía no se quedaba tranquilo”. Dirigía el coro de la institución y “su proclama de cura había sido de un salmo que dice: yo amo la belleza de tu casa”.

“Si había alguien que en cuestión de compromiso, de preocupación, no tuviera nada que ver con ni subversión ni siquiera con trabajo entre los pobres, era justamente Carlos Dorñak. Era docente, encargado de todo lo que tiene que ver con la documentación, el ecónomo de la casa, de tal manera que era muy amable, bondadoso y sensible”.

El asesinato de Dorñak

La vivienda del Juan XXIII era una casa de familia con varias habitaciones. En las dos del frente dormían Santechia y Dorñak. La de Stochetti daba al patio y, sobre esa, había otras dos que ocupaban Barreto y Del Col.

Aproximadamente a las dos y media de la mañana el cura escuchó explosiones y, unos segundos después, el padre Santecchia golpeaba la puerta de su habitación. “Le pedí que no hablara, me quedé quietito, él subió para avisar. Una vez que se silenció todo salí por la puerta o por la ventana y quise avisar al Colegio Don Bosco”.

Trepó uno de los árboles del patio. “Miré hacía la calle con la intención de saltar y vi a muy corto espacio, unos dos metros, a unos tres jóvenes, más bien altos, delgados, con armas, probablemente eran metralletas. Me quedé quietito en el follaje y unos minutos después, cuando vi que ya no estaban salté”.

Volvió con otros sacerdotes del Don Bosco y se encontraron con “el cuerpo tirado y fallecido, con un charco grande de sangre, que era el padre Carlos”. La patota destruyó e incendió con bombas molotov una sala donde funcionaba el mimeógrafo, dejó “un montoncito de escritos subversivos” y robó “una pistolita” que había en la casa.

Luego del asesinato de Dorñak, los curas del Juan recibieron una carta en la cual les daban un plazo para abandonar la ciudad. “Algunos se fueron, pensaron que era mejor distanciarse y otros nos quedamos. Yo era rector, me quedé más de una semana. Tal vez suspendimos las clases uno o dos días pero luego continuaron. Después de unos días el inspector opinó que era mejor que me fuera”.

Stochetti afirmó que a partir de allí “comenzó una vida de control” que lo llevó a Chos Malal, Junín de los Andes y, finalmente, a Luis Beltrán como director de una escuela agrícola. “Dentro de ese colegio había alguien que pasaba información de mis salidas”, comentó. Años después volvió como inspector y profesores del Juan XXIII le contaron que habían sido amenazados e interrogados respecto a su paradero. Mencionó además, una falsa alarma de bomba en la iglesia de Don Bosco cuando estaba por encabezar una misa en 1984.

El salesiano afirmó que se decía que la Triple A “era un sector político social violento”, gente “reclutada o que había optado por esos grupos” y que estaba vinculada “sobre todo a un gremialista, (el secretario de la CGT, Rodolfo) Ponce, también al sindicato de la Uocra y luego, sin definir bien las cosas, a las fuerzas militares, la policía, a las tres armas, sobre todo a la Marina”.

“Sé que esa misma noche hubo otros crímenes y tal vez antes y después también. Se comentaban casos de allí y de otras partes que hasta muy tristemente se habían confundido con alguno que habían asesinado”, sostuvo.

Sostuvo que La Nueva Provincia “tenía su ideología, por allí no la podían ocultar. Tenían el monopolio de información en Bahía Blanca y por supuesto que no estaba para nada de acuerdo con nuestra postura posconciliar del Juan XXIII”.

La casa de los curas estaba frente a la delegación de la Policía Federal. Sin embargo, el testigo aseguró que “jamás” pensó en pedirles ayuda porque en las fuerzas armadas y de seguridad “hay de todo”.

En el juicio están imputados Héctor Forcelli, Raúl Aceituno, Juan Carlos Curzio y Osvaldo Pallero. Las audiencias continuarán los días 23, 29 y 30 de octubre.

“Esto recién empieza”, dijo Cristina Castro tras conocer los resultados de la autopsia a los restos de su hijo. Afirmó, además, que recibió resultados de análisis de ADN que identificaron su perfil genético en una de las pruebas secuestradas en la investigación.

Se excusó de brindar mayor información pero sostuvo que “si hay ADN concordante conmigo es porque mi hijo estuvo en ese lugar”. Según pudo conocer FM De la Calle, la muestra correspondería a un pelo sin bulbo con ADN compatible con Facundo.

Se trataría de uno de los elementos encontrados en el patrullero Toyota Hilux, interno 22788 patente EPH-491, que el día de la desaparición del joven era conducido por el policía Alberto González del destacamento de Teniente Origone.

En un calabozo externo de dicha sede de la Bonaerense, el perro Yatel, del entrenador Marcos Herrero, encontró el amuleto de Facundo. El mismo can había ladrado, gemido y rascado de manera “concluyente” en la patrulla. “En algún momento Facundo estuvo en esa camioneta”, dijo entonces Herrero.

Con los resultados positivos del allanamiento del 31 de julio, la querella pidió ampliar el relevamiento del puesto de Origone junto a Herrero e integrantes de la Policía Científica. Quieren que se “proceda a requisar, recolectar rastros y someter a pruebas de sustancias hemáticas a través del dispersado de luminol”. La jueza Gabriela Marrón nunca lo permitió.

González declaró que el 30 de abril un vecino lo llamó porque había un chico caminando a la vera de la ruta. Relató que se dirigió al KM 750, requisó a Facundo y tomó una foto de su carnet de conducir. Como desde Médanos le advirtieron que ya había sido infraccionado, lo dejó seguir.

En el marco de un rastrillaje, González dijo a Cristina Castro que su hijo continuó camino a pie hacía Bahía Blanca. Sin embargo, días atrás había declarado en sede policial que lo había levantado una Duster Oroch.

Allí se vincula con el testimonio de la Testigo H, acercado a la causa por les bonaerenses Mario Gabriel Sosa y Siomara Flores cuando su fuerza ya estaba apartada. Sosa y Jana Curuhinca fueron quienes infraccionaron a Facundo por la mañana en Buratovich. Flores es media hermana de Curuhinca.

Los testimonios de González y la Testigo H son contradictorios en varios puntos. Por ejemplo, hay una diferencia de siete kilómetros entre el sitio en el que cada cual ubica los hechos, en si hubo o no participación de un segundo policía y en la manera en que estaba estacionado el patrullero.

A mediados de junio, González recordaba llamativamente con exactitud el domicilio de la novia de Facundo a donde le habría manifestado que se dirigía.

Otro documento “curioso” es su libreta de trabajo. En una de sus hojas se leen los datos de la Testigo H y debajo los de Facundo. “En la hoja donde tomé los datos de este chico, figuran los datos de una señora (XX), recuerdo que eso fue anotado porque varios días antes me avisan que esta señora se había escapado de un control de tránsito en Mayor Buratovich y que salga y la intercepte, por eso yo anoté en la libreta eso”, intentó explicar el teniente primero.

Foto libreta: Adriana Meyer.

Los anuncios económicos realizados la semana pasada por el gobierno nacional se inscriben en el marco de la presentación del Presupuesto 2021 y la visita de funcionarios del Fondo Monetario Internacional que comienza este martes.

El economista y columnista de FM De la Calle, Francisco Cantamutto, analizó las medidas y repasó quiénes son los ganadores de las negociaciones.

“Lo que apuró la decisión fue la caída de las reservas Banco Central. En este momento las reservas de libre disponibilidad están en torno a 6 o 7 mil millones de dólares y, a raíz de esta imposibilidad de frenar la fuga, se incorporó el endurecimiento de los controles de cambio y aun así no se detuvo la salida, con lo cual tuvieron que salir a ver como frenarla”, afirmó.

Ante este cuadro, el gabinete económico anunció:

1- Reintegros a las exportaciones, “devoluciones de saldos pagados sobre todo por pequeños productores. Esto estaría llegando a la producción de mediana escala. Al sector minero le reducen las retenciones de 12 al 8%. Al sector sojero se les reducen las retenciones de manera temporal, se le reducen más a la exportaciones de granos de aceite que a las de soja”.

“El lobby agroindustrial también cerró el compromiso de discutir una ley de estabilidad fiscal de los impuestos durante 5 o 10 años”.

Cantamutto afirmó que “el lobby minero logra que le bajen las retenciones. El kirchnerismo, después del conflicto del campo, consiguió un interlocutor que le permite sortear el conflicto con la Mesa de Enlace. Se conformó una Cámara de Agroexportadores liderados por las aceiteras que, sin dejar de ser un sector industrial, puede tomar medidas de fomento hacia el agro, maquillado como política industrial pero que no arrastra los conflictos con la Mesa de Enlace”.

“Esto viene a ser un pacto, puede ser efectiva la medida porque era momento de liquidar divisas, salir a vender soja para solventar la campaña que sigue pero, además, porque esto fue negociado, hay un acuerdo político para conseguir esas divisas de manera más o menos veloz. Esto le daría aire justo para cuando viene el Fondo a negociar”, destacó .

2- Apoyar el desarrollo de cadenas industriales, “sobre todo automotriz, esto implica al mediano plazo impulsar las exportaciones industriales atadas a la de economía del conocimiento”.

3- Beneficios impositivos para estimular la inversión en la construcción: “Captar dólares de ahorro y que sean invertidos en el sector. Al mismo tiempo se envían dos proyectos de ley para apuntalar el desarrollo, un sistema de crédito hipotecario y de construcción de vivienda popular. Puede ser una nueva alternativa para impulsar el crecimiento y atraer dólares”.

4- En lo que tiene que ver con frenar la corrida del dólar, crean un nuevo título público, “que se conoce como Dólar Linked, que significa atado a la cotización del dólar, con lo cual podés invertir y cotizar en pesos sin perder contra el dólar. Los bancos tienen incentivo a prestar en este sentido y después comprar bonos del Estado”.

“Ser joven no es delito”, es el título de esta segunda entrega de la serie ¿Quién mató a Facundo? Un documental urgente en tiempo real. El capítulo cuenta la vida y militancia de Facundo en Pedro Luro, un pequeño pueblo del partido de Villarino, al sur de la provincia de Buenos Aires.

En este capítulo acompañamos durante un mes a Cristina Castro, la madre de Facundo, que comenzó peregrinando por comisarías y llegó a la Quinta de Olivos exigiendo nuevas autoridades en la causa judicial. También grabamos con Vanesa Ganduglia y Mercedes Hollmann, ex docentes de la experiencia cultural-educativa Semillero Cultural, quienes relatan el contexto en el cual Facundo se convirtió en un militante involucrado con los derechos humanos y la realidad política.

También conocemos a algunos de los amigos de Facundo, o el Kufa como solían llamarlo, quienes reconstruyen la personalidad y las actividades que realizaron durante la adolescencia. El archivo del documental muestra a Facundo en todas sus facetas, el rapero, el militante por los derechos humanos, el peronista y el más divertido de sus amigos.

“¿Quién mató a Facundo?” es un documental urgente porque busca responder y desarticular una enorme maquinaria de prensa montada para encubrir a los responsables del crimen. Se produce y emite en episodios, que van siguiendo en tiempo real la causa judicial que investiga la desaparición forzada de Facundo Astudillo Castro, luego de tres controles de Policía Bonaerense.

(Por Pablo Duca) La palabra “desarraigo” está formada por raíces latinas y significa “acción de arrancar raíces”. Sus componentes léxicos son el prefijo dis (divergencia, separación múltiple, de allí el sufijo romance des- que indica la inversión de la acción), ad (hacia), radix (raíz), más el sufijo -icus (igo= relativo a).  En el mundo moderno la plasticidad humana nos permite salir de los lugares conocidos e intervenir las nuevas circunstancias. La cotidianidad se emplaza, emerge y cristaliza. Hasta que se rompe. Nada nuevo bajo el sol o todo es nuevo bajo el sol. Recuerdo a la mirada de mi padre como un pregón: “El arraigo me sostiene”. Lo recuerdo tanto como la energía dispuesta a destrozar en mí mismo ese concepto. Al menos tres amores a distancia, una carrera y un post grado lejos de familia-ciudad-amigxs-parejas. La búsqueda del teléfono pinchado caminando por las madrugadas de La Plata en los finales de los `80 para comunicarnos. Deshabitar la casa luego del divorcio. Elegir la duda por sobre la certeza como leiv motiv. Escribir para buscar. Actuar para buscar. Nunca (o pocas veces) encontrar.

El mundo moderno no se apiada, cambia. No pregunta, cambia. Insiste y muta. La manera de relacionarnos, vincularnos, tratarnos, mirarnos, amarnos, comercializar, comunicar, trabajar y todas las acciones que imaginemos han mutado. El arraigo impide ver la vida desde la vereda de enfrente. La puesta del sol es siempre la misma, clara, presumible. ¿Y si el mundo cambia de la noche a la mañana? ¿Obligaremos al mundo a arraigarse tal como nos sucede a nosotrxs o trataremos de mutar en el mismo sentido? Resignificar también es una manera de desarraigarse. Saberse permeables, plásticxs, flexibles.  No postulo la creencia en una obediencia a órdenes superiores. Claro que no. La rebeldía y las revoluciones son los mayores actos de desarraigo que pudieran postularse. Sólo insisto en la suelta de las ataduras, el vaciado de las mochilas y la apertura ocular como gesto solidario para el cambio. Un pueblo que endurece sus posiciones no crece. Una comunidad que robustece las diferencias no se ambiciona mejor. Dejar atrás aquellas veredas que transitábamos como seguras nos permiten ver otras baldosas como posibles. ¿Serán flojas? Pues sí. Siempre lo son. Pero la posibilidad de mi cambio permite al otrx ser más empático, más benigno, más humanx.

¿Y si solo es cuestión de desarraigarse para sobrevivir?