Las protestas por el asesinato de George Floyd a manos de la Policía de Minneapolis continúan en decenas de ciudades de los Estados Unidos y enfrentan la amenaza de Donal Trump de desplegar a las fuerzas armadas para intensificar la represión. El rechazo al racismo se conjuga con la crisis sanitaria y económica que impacta con mayor fuerza entre afroamericanos e hispanos.
La escritora bahiense y activista por los derechos humanos, Alicia Partnoy, dialogó con FM De la Calle desde la ciudad de Los Ángeles, donde se desempeña como profesora de Lenguas Modernas en la Loyola Marymount University.
Participó del encuentro durante la emisión de En Eso Estamos, Jenae Lien, actriz y fotógrafa de la revista “These streets”. Lien interpretó el papel de la propia Alicia en una adaptación teatral realizada en Nepal de su libro “La Escuelita”, testimonio de su cautiverio en el centro clandestino de detención, torturas y exterminio que funcionó en nuestra ciudad durante el terrorismo de Estado.
“Yo estoy en casa porque tengo 65 años pero siguiendo de cerca con gran preocupación y, al mismo tiempo, con mucha emoción por lo que se está movilizando la juventud aquí.
-Las manifestaciones no solo se dan tras el asesinato de George Floyd sino también como consecuencia de la crisis desatada por el coronavirus en un país que ocupa el primer lugar del mundo en cuanto a cantidad de contagios y víctimas fatales.
A: No es casual. El sistema de salud de los Estados Unidos es un gran negocio y la gente de bajos recursos, la gente que está en las calles ahora, son en gran parte las minorías que han sido afectadas por la crisis que se ha agudizado por la situación del coronavirus, se han perdido muchísimos empleos.
Si bien se mandó un cheque que parece gran cantidad de dinero en términos argentinos, es un pequeño paliativo que no alcanza a cubrir las necesidades. Es la última chispa que encendió, es una larga historia de discriminación, de asesinatos a manos de la policía de jóvenes afroamericanos.
Las manifestaciones, en general, han sido pacíficas. Aquí se las quiere pintar como violentas. Ha habido saqueos pero la prensa, los grandes canales de televisión, la prensa comercial tradicional, si tenés estómago vas a ver que lo pintan como los subversivos que vienen a destruir todo, estos anarquistas que vienen a destruir todo.
J: Era una demostración pacífica, la cosa más frustrante es que el alcalde estuvo implementando toques de queda y el domingo estuvo incrementándolo. Nos llegaban mensajes que primero es a las ocho, después a las seis, ayer lo teníamos a las cuatro de la tarde.
A: Esto es ostensiblemente para ilegalizar las manifestaciones y protestas pacíficas.
J: Estuve ahí, los reclamos eran pacíficos, estuvimos tratando de parar a las personas que querían tirarle cosas a la policía. Cuando llegué éramos como unos cien y después, cuando se juntó otro grupo de gente que venía a manifestarse, la policía se volvió violenta.
A: Estaba muy militarizada la policía. Este es un problema muy serio aquí. Ustedes saben que Estados Unidos vende y regala armamentos a todo el mundo, que el complejo industrial armamentístico se está alimentando de conflictos armados mundiales que ellos generan para poder enriquecerse. En este caso, la policía tiene gran parte del armamento que no les sirve en otros lados, se los regalan. Entonces, esta policía está altamente militarizada, altamente impunizada y es un peligro y lo han demostrado con los miles de asesinatos de gente inocente como el de Floyd.
-Donal Trump calificó como tibios a los gobernadores que no reprimían las protestas. ¿Cuál es la postura del gobernador de Los Ángeles? ¿Esta descripción que ustedes hacen corresponde a la de uno de esos “tibios”?
A: En teoría sería uno de los tibios. Es un gobernador muy progresista, que ha apoyado a los inmigrantes que están indocumentados, les ha dado servicios, ha implementado cosas muy progresistas. El alcalde de esta ciudad también supuestamente es alguien tibio según (el presidente). Aunque Trump amenaza que va a enviar las fuerzas militares a los estados que no cumplan con la represión, constitucionalmente todavía se está viviendo en una democracia. Es decir, se está usando un lenguaje dictatorial pero no creemos que los militares se plieguen a ese tipo de llamado, el sistema tiene otras formas de manipular y de reprimir.
Por ejemplo, (el alcalde Eric) Garcetti cerró los centros de test de coronavirus. Es un castigo y es mostrar un cuco, dijo que era porque tenemos miedo que haya violencia, es para proteger a la población. La violencia en este momento es la pandemia también, porque la gente va a las manifestaciones, es consciente de que se está arriesgando por estar con otra gente manifestando y necesita los test. Yo tengo una persona muy querida que testeó positivo y ahora no puede ir a hacérselo para saber si puede volver al trabajo.
– ¿Cómo ven las manifestaciones en cuanto al reclamo contra el racismo?
A: Hoy supuestamente yo no tendría que estar hablando con ustedes porque es Black Out Tuesday. Quiere decir que nos callamos en los medios, es en medios como instagram, ponemos una foto en negro para amplificar las voces de la gente afrolatina, afroamericana.
Aquí hay una variedad de respuestas, diversidad. Vas a encontrar gente afroamericana que dice acá no podemos estar usando ningún tipo de violencia y hay grandes sectores también que dicen ‘no nos digan a nosotros cómo demostrar, la violencia se ha ejercido sobre nosotros’. Esas cosas me recuerdan mucho a la lucha nuestra, de la Argentina, esto de que la violencia del pueblo no es violencia, es justicia. Cuando hay impunidad hay sectores, que no son necesariamente anarquistas, pero apoyan cuestiones violentas y hay grandes sectores que dicen ‘nos estamos arriesgando’. Cuando todo pueblo es reprimido hay una variedad de respuestas.
J: Quiero agradecerte por tomarte el tiempo para hablar de estas cosas porque venís de una experiencia de mucha lucha y tu voz es muy importante no solo para tener esperanzas sino para tener una mayor imagen…
A: Quiero mandar un abrazo gigante a mi gente en Bahía Blanca porque está preocupada por mí. Les mando un gran cariño, estoy bien, hay cosas que de pronto decimos ‘este es el lenguaje que se usaba en la dictadura’. En Atlanta, que hubo mucha resistencia, la alcaldesa dijo ‘acá viene gente de afuera a provocar’. Oh, es la misma cosa. Pero siempre hay que poner en contexto las cuestiones, no es exactamente lo que se vivió en ningún otro país.
– Están en medio de un proceso electoral, ¿hay alguna alternativa que surja de todo esto?
A: Yo creo que el problema es que se destruyó la alternativa de estos sectores marginalizados, empobrecidos, de la población y la juventud. Su expectativa se destruyó cuando el Partido Demócrata destruyó la candidatura de Bernie Sanders. De maneras ilegales, no podían tolerar que fuera elegido.
(Joe) Biden es un problema muy serio, no sé dónde está ahora, no se lo escucha decir mucho contra la represión pero tiene una historia bastante problemática y es el status quo. Obama de algún modo también, estuvo ocho años en el gobierno. Lo que te demuestra… nosotros tenemos experiencia con Isabelita que fue presidenta y mujer y no quiere decir que respondiera a nuestros intereses. Tenemos un afroamericano que estuvo y algún cambiecito pudo hacer, pero todo este problema policial que viene de antes de esa época, el de la intervención, del complejo carcelario, esos problemas no los intentó solucionar Obama y menos va a intentar Biden. Por mi parte no puedo votar por Biden.
J: No sé qué hacer, cuando empezás a hablar de esto te das cuenta de lo jodido que está el sistema. Esta democracia de dos partidos políticos no es una democracia.
– ¿Cómo fue interpretar a Alicia en La Escuelita?
J: Gracias por preguntar, todavía me faltan palabras para expresar lo que fue esa experiencia. A través de ello pude entender más del mundo que conocía y que estamos viviendo en Estados Unidos pero hay problemas en todo el mundo, no podía creer lo que Alicia tuvo que atravesar. No podía creerlo. Que haya podido volver de eso, construir una familia en Estados Unidos, tener una hija con la que somos mejores amigas y ser una persona tan amorosa y dedicarse a la docencia. Eso me muestra que es tan fuerte que no importa lo que hayan hecho, no cambiaron quien era.
Fue una experiencia realmente maravillosa y aprendí mucho, no importa lo que tengas que atravesar, tenés la opción como ser humano de dar un paso más y eso me da mucha esperanza.