(Por Alfredo Grande). En la imposición de un discurso del encubrimiento, que algunos llaman relato, las cosas se han sustituido por las palabras que aluden a las cosas. Por ejemplo: no hay niños en la calle, sino en situación de calle. No hay mujeres prostituidas, ni prostitutas, sino en situación de prostitución. En una capacitación de docentes una alumna (recuerdo que alumno es aquel que tiene la capacidad de aprender) dijo: “yo trabajo con personas en situación de encierro”. Le pregunté: “¿trabajás con matrimonios”?. Me aclaró que no. En cárceles. Pero obviamente la palabra encierro y mucho más en situación es más digerible que cárcel. O manicomio. O instituto de menores. O Trata. Incluso la trata es una variante de la desaparición forzada de personas. La explotación sexual lleva al extremo límite el martirio corporal. Una forma de tortura que se ha convertido en una industria internacional que habilita fabulosas ganancias.
“No volverán las oscura golondrinas,
pero si volverán los luminosos luchadores”
Aforismo implicado A.G.
Pero la cultura represora tiene una creatividad inagotable a la hora, al minuto y al segundo de inventar torturas. La de última generación es el balotaje. Lo bautizo como “valotaje” como es de muy corto alcance. No amerita ni una B larga. Valotaje de cortísimo plazo, que se consumirá en el mismo momento que se despliega. Habrá vida después del domingo. Una vida peor. Porque los que de alguna manera estamos “en situación de izquierda”, saldremos con la resaca de la orgía derechista que aunque no quisimos conseguir, nos supieron imponer.
Algunos dicen que de los laberintos se sale por arriba, pero la mala noticia es que los minotauros actuales aprendieron a volar. Si la política es el movimiento real de la lucha de clases, tendremos que salir por abajo. Con los pobres de la tierra con aquellos a los que todavía el arroyo de la sierra les complazca mas que el mar, como enseñara José Martí.
Este Valotaje de patas cortas y lengua larga pasará. Lo arrasará el viento de la historia. Y en meses, años, décadas, o quizás días, nada quedará. Quedarán los colectivos sociales, militantes, libertarios, que no toleran ninguna injusticia, sea donde sea, y se presente como se presente.
El 13 y 14 de Noviembre hicimos el I Encuentro Nacional de Psicoanálisis Implicado en Mar del Plata. No es la ciudad feliz pero yo soy feliz en Mar del Plata. Porque siempre que voy me encuentro con las y los compañerxs que sólo descansan en cada nueva lucha. El colectivo EN RED fue nuestro anfitrión organizador. Junto a Barbecho, El Puente en la Toma, Ático y la Fundación Pelota de Trapo convocaron a este dispositivo instituyente.
“En una cultura no represora,
tanto va el cántaro a la fuente
que al final la fuente se rompe”
Aforismo implicado A.G.
Porque al pensar el psicoanálisis implicado como un analizador del fundante represor de la cultura, o sea, un dispositivo teórico y político que pone en superficie a la cultura represora tal cual es. Brutal, cruel, devastadora. Nada pero nada de “en situación de cultura represora”. En un final que como siempre es un nuevo principio escuchamos la intensidad de Vicente Zito Lema. Conmovió porque nos movió de toda comodidad intelectual. Y luego tomé la palabra y fui tomado por la emoción. Hablar después de Vicente es difícil, pero no imposible. El recuerdo de nuestra amada socia fundadora honoraria Lelia Sarmiento me quebró por segundos la voz. Pero estuvimos ahí. Tan cerca de nosotros mismos y tan lejos de las patas cortas de los valotajes que supimos conseguir y sabremos superar. Esta política corta no es la que necesitamos. Es la que nos imponen.
Tampoco necesitamos un Estado que al mismo tiempo que defiende derechos consagra privilegios. La Escuela de Educadores de Pelota de Trapo es la política de patas largas. También la lucha de EN RED contra todas las formas de abuso sexual infantil. El Puente en la Toma sosteniendo la psicoterapia y el psicoanálisis en un territorio recuperado por la lucha de los trabajadores. Barbecho con su obstinada decisión de no separar cuerpo y cultura. Y la cooperativa Ático, que el 1 de mayo de 2016 cumple sus primeros 30 años, sosteniendo que la salud mental es cosa de todos.
Por eso al menos nosotros tenemos vida después del valotaje. La mejor vida. Sólo saben los que luchan. Y en luchar contra todas las formas de la cultura represora encontraremos nuestra implicada sabiduría.