Lo hizo ayer minutos antes de las 14. La organización gremial expuso acerca de cuatro temas relacionados: presupuesto participativo, política cultural actual, ordenanza de “eventos permanentes” y pase a planta permanente de la Orquesta Infanto Juvenil del Barrio Miramar.

Mientras organizaciones de distinto tipo, independientes y militantes feministas estaban por ingresar a la sala a la espera del tratamiento del proyecto presentado por Miriam Iantosca (Integración Ciudadana) que propone que el Estado no participe de las “elecciones de reinas”, músicos, músicas, docentes y comunidad acompañaron el reclamo del sindicato.

umsur-1Con el pleno de concejales escuchando y un desconcentrado presidente (ver video), primeramente, el Secretario General advirtió “la necesidad de implementar la metodología de presupuesto participativo en el área de cultura”. Tal como lo hizo en el año 2013 en uso del mismo resorte institucional, el sindicato insistió en que se debe publicar la información luego de cada año de gestión acerca de hacía dónde se destinan los recursos y que “se debe implementar un mecanismo en el que las organizaciones sindicales y sociales de la cultura puedan participar de la elaboración del presupuesto ya que nadie mejor que los propios actores cultural para determinar cuáles las principales necesidades del sector”.

Por otra parte, la organización exigió “el cumplimiento de las tareas de funcionario público” ante la falta sistemática del director del Instituto Cultural en la resolución de agudas problemáticas como la que atraviesa la Orquesta Infanto Juvenl del Barrio Miramar. El gremio señaló además que las características de la actual política cultura son, escuetamente: “estrecha relación con pocos actores del ámbito privado, mientras se juega con la dilación sistemática de las audiencias pedidas por parte de los trabajadores y las trabajadoras de la cultura; presencia en ámbitos de representación empresarial pero incumplimiento sistemático de sus compromisos para con el Consejo Cultural Consultivo (órgano representativo de los y las artistas de la ciudad); gran erogación de fondos en pocas actividades y, como contrapartida, restricción de fondos a proyectos de gran impacto social pero tal vez menos visibilidad mediática”.

a5ab7b30d31d8fd4a979aa4e659b1ca3Vitali, en representación gremial, exigió a los y las edilas que se vote la llamada “ordenanza de eventos permanentes, que permitirá que decenas de festivales, encuentros, jornadas de formación y otros eventos de características similares cuenten con el correspondiente apoyo institucional sin depender del dedo del funcionario de turno. No hay medias tintas: o se está de acuerdo con la letra viva constitucional o se está en contra del pueblo y de sus derechos consagrados a sangre y fuego”.

En un importante tramo de la intervención, UMSur solicitó de manera inmediata la realización de las gestiones pertinentes para “el pase a planta permanente y presupuesto digno para el funcionamiento de la OIJBM”.

La orquesta fue creada en el año 2008 y desde ese año los y las docentes trabajan en relación de dependencia –primero como contratados y luego como planta temporaria (destajistas)- para el Gobierno Municipal. El nuevo Convenio Colectivo de Trabajo firmado por el sindicato de Municipales, al cual saludaron positivamente, elimina la figura del destajo. En este contexto, “quedan dos posibilidades claras: modalidad de contrato o pase a planta permanente”.

De esta forma, “la hipotética situación de que los intenten pasar a contratados tiene dos graves problemas: 1) elimina a la orquesta como órgano del Estado y la deja en situación de un grupo de terceros que presta un servicio no renovable; 2) retrocede la situación contractual ya que es ilógico que luego de ser planta temporaria se pase a considerarlos agentes externos”.

img-20161103-wa0001-1También se reclamó al jefe comunal que revise el aval que brinda a un funcionario que ha tenido actitudes provocativas para con la comunidad como llamar “hipersensibles” a los y las docentes de la orquesta. El dirigente reparó en que el intendente no puede avalar la violencia institucional que supone ese tipo de declaraciones o la erogación de gran cantidad de fondos en proyectos de nula urgencia para la comunidad con la que debería comprometerse y, en cambio, negar sistemáticamente las respuestas necesarias para el normal funcionamiento. En este sentido, requirieron a Héctor Hay que explique por qué ha declarado públicamente que la cultura “es un sector conflictivo”.

“¿En qué se basa usted para acusarnos de conflictivos? Nos preguntamos: ¿no es el propio Estado a través de las acciones de gobierno quien crea el conflicto, llevando a este nivel de marginalidad a un proyecto tan noble como la orquesta escuela o contratando de manera irregular? Leemos los diarios y escuchamos la radio: el hermano del presidente de este cuerpo fue designado a dedo y para eso hay recursos. Para un grupo de trabajadores que intentan integrar a la sociedad, sólo hay negativas y declaraciones públicas provocativas”, sostuvo el dirigente.

Además, destacó que los y las docentes de la orquesta lejos de “victimizarse” son quienes han puesto el cuerpo y los recursos para sostener un proyecto que “la dirigencia política parece no dimensionar”.

Para terminar, la organización recordó a los distintos bloques que “está en las manos de este cuerpo debatir e intervenir en la aprobación del presupuesto 2017. Está sobre todo en manos del bloque oficialista poner punto final a un triste y olvidable capítulo de la gestión en cultura. Queremos que la comunidad lo sepa porque entonces, en caso de no resolver en favor de las demandas a todas luces evidentes y archiexplicadas en todos los ámbitos, serán ustedes corresponsables y deberán explicar a cada niño, niña y adolescente y a sus familias, por qué su orquesta no continúa. Y a cada ciudadano deberán explicar por qué es que hay plata para pagar el sandwichito del Chaqueño Palavecino pero no hay dinero para el taller de la biblioteca o para el fortalecimiento y crecimiento de programas como la Orquesta Infanto Juvenil del Barrio Miramar”.

(Por Astor Vitali) Hoy las 21 30, el Grupo Volpe Tango Contemporáneo ofrecerá una función junto a la cantante Nora Roca y la cuerda de tambores Umirá Candome. Se trata de “Candombe, fiesta y milonga”, un espectáculo mixto empapado del Río de la Plata.

Es “una idea que surgió después de haber hecho Por una vez que nos juntamos en Colón 80, hace un par de meses, Nora y yo. La idea surgió, luego prendió bien y la verdad que estamos recontra entusiasmados con seguir esta línea que es lo que veníamos haciendo con el Grupo Volpe Tango Contemporáneo”, dijo el pianista, arreglador y compositor Víctor Volpe a FM De la Calle.

El candombe es profundamente rioplatense así como la milonga y el tango. También, bien tocado, es música negra, nacida en los barrios marginales que luego fue estilizada por diferentes instrumentistas y arregladores con el devenir del siglo XX. “Los abuelitos de la milonga tangueada y en definitiva de lo que es el tango”, graficó el músico.

En cuanto al repertorio, hoy habrá “un poco de cada cosa. Vamos a recrear cosas como Panorama con mucho sabor a candombe. Y con Nora (Roca haremos) temas como Candombe para Gardel y una selección de milongas de aquellas del tipo de El Firulete. Pasaremos por Mariano Mores. Será realmente muy variado. La vamos a pasar muy lindo”.

El grupo está integrado por el mencionado pianista, Nicolás Malbos en bandoneón, Federico Kuperman en contrabajo, Raúl Soto en flauta, saxos y clarinete y el percusionista Fernando Tomassini.

La entrada es de $200 en platea y palcos bajos y $150 en paraíso.

(Por Astor Vitali) El próximo sábado 5 de noviembre se desarrollará en Ingeniero White el sexto Encuentro Regional de Orquestas-Escuelas. Participarán más de 200 niños, niñas y adolescentes de Bahía Blanca, Tornquist, Coronel Suarez y Daireaux.

El concierto de cierre será a las 18 en Ferrowhite – Museo taller (Juan B. Justo 3885). No se suspende por mal tiempo. Desde la organización invitan a llevar mate y reposera.

“Estamos muy orgullosos de poder cumplir con estos seis años ininterrumpidos de reunirnos con las orquestas amigas de la región. Somos orquestas que nacimos juntas en el año 2009- Vamos siguiendo una trayectoria similar”, dijo a FM De la Calle la música y docente Alejandra Hall, directora del proyecto.

La orquesta funciona en White pero es abierta a la comunidad. “Nosotros le damos instrumento, no es necesario tener conocimientos previos. Damos toda la parte educativa para que en sus tiempos libres (los y las jóvenes) no estén sin hacer nada o en la calle”, explicó.

“Las expectativas están colmadas. Cuando se creó la orquesta escuela yo no podía creer que llegáramos hasta acá, con chicos tocando obras originales de Mozart, de Bach, Vivaldi. Es muy gratificando para los docentes, para mí, para la ciudad y la comunidad”.

“Estamos llevando música a todos los barrios, chicos que nunca vieron instrumentos están conociendo en vivo y en directo lo que es el contacto con la música académica. Es muy fructífero”.

Finalmente, en referencia a los prejuicios entre las llamadas músicas clásica y popular, la directora de la orquesta sostuvo que, por ejemplo, ahora “hay un cuarteto de cuerdas preparando una obra de Mozart y están fascinados. Se reúnen solos en tiempos extra. Lo ven de una forma desacartonada. No se lo presentamos como algo de cristal a lo que no pueden acceder personas con una técnica impecable”.

La orquesta integra repertorio de música popular argentina y clásica europea de manera natural. Se trata de música. “La música es música con cualquier tipo de arreglo musical. Ellos lo que quieren es hacer música”, finalizó.

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(Por Astor Vitali) Entrevistamos a una persona que lleva “una vida con la música”, tal como reza el nombre del espectáculo que describe la nota que pueden escuchar cliqueando el reproductor. Hasta ahí, si bien seguramente resulte interesante, se trata de la vida de un músico y no mucho más. Pero cuando uno hace referencia a esta persona está hablando de una que dedicó –y dedica, hablemos en presente- su vida no sólo a hacer música sino a defenderla como filosofía de vida, a promover el estudio del arte y de los instrumentos como una forma de comunicarse con el universo y, por ende, con el entorno.

Hablamos con una persona que cuando agacha la cabeza para mirar el instrumento no se mira el ombligo. Mira su guitarra y en ella aparecen miles de instrumentistas que estudiaron esa caja de música y que ofrecieron sus conocimientos.

A su vez, hablo de un músico personalísimo cuyo sonido es una marca. Su mano derecha es una batería de matices, intensidades e interpretaciones asombrosa. Se trata de un verdadero intérprete, que es lo mismo que decir un creador. Un intérprete es alguien que sabe hacer una lectura original de un texto, o sea: lo reescribe.

Pero un intérprete puede caer en la tentación de -cuando tiene recursos- ponerse en primer plano y olvidar la obra. No es este el caso. Aparece la obra en primer plano pero aparece con la subjetividad de este intérprete. Cabe destacar esta característica marcada en nuestro invitado puesto que hay menos intérpretes de lo que se cree: hay mucho lector de partitura y, por otra parte, mucho hacedor de fuego de artificio pero hay poco intérprete.

Uno lo cruza por calle al Maestro con su facha juvenil –que es más bien su espíritu inquieto- y lo ve caminando con cabeza en punta y la mirada perdida en algún compromiso, en la clase que tiene que preparar, en el concierto aquel y en mil proyectos. Uno lo ve inquieto. Y la inquietud es uno de los estados más saludables que sabe transmitir. La inquietud, el movimiento: no quedarse.

Tal vez Pringles no le ha dado a Alberto en dimensión a lo que él dio pero Bahía le debe a Pringles a D´Alessandro. La voz de su madre al lado de la radio fue forjando el encordado de sus dedos. Los golpes contra la pared de unos gobiernos y unos empresarios sordos le forjaron la fuerza de uno de sus toques con la mano derecha, pulsando la guitarra en forma de garra al lado del puente.

Pero la esperanza puesta cada vez que un alumno o alumna lo visita con genuino interés, le hizo el toque más dulce sobre la boca de la caja o esos pianos tal profusos capaces de llenar una sala, como si un alfiler levantara unos pocos decibeles que cada oído puede escuchar desde cualquier parte de la sala casi dentro suyo.

Muchas veces no tuvo guitarra y eso no importa porque cualquier guitarra es de él.

He visto pocos tipos con la generosidad del Maestro D´Alessandro a la hora de ofrecer conocimientos.

Antes de cualquier comentario de algún detractor: nadie está hablando de un santo. Hablamos de un tipo cualquiera con una personalidad única y musicalidad propia. Por otra parte, no nos interesan los santos ni su pacatería. Todos nos hemos peleado un poquito con Alberto porque Alberto nos pelea a todos con su accionar. Nos dice, “cuesta la fama” (irónicamente) y trabaja. Nos dice, metele pibe, métele piba, con banquito o sin banquito, con banca o sin banca, nuestro instrumento es como un machete en el medio de esta selva.

El Maestro ofrecerá un concierto de celebración de su vida con la música. En esta  oportunidad  Alberto D´Alessandro abordará un programa integrado con obras de Mauro Giuliani,  Niccoló Paganini, Dionisio Aguado, Fernando Sor,  Francisco Tárrega, Julio Sagreras  y Máximo Pujol.

La cita será el domingo 6 de noviembre a las 20 horas en el Teatro Municipal de Bahía Blanca.

Entrada general: $100.

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Pasaron más de nueve meses de la creación del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), y en el marco de su gestión continúa sin pagarse la deuda millonaria que mantiene con nuestros medios. Sumado a esto, no se abrieron las anunciadas líneas 2016 del Fondo de Fomento Concursable (FOMECA), incumpliendo así con lo previsto en la Ley Nacional de Presupuesto del año en curso. 

Además algunas de esas líneas restringen las posibilidades de concursar a medios de nuestro sector, cuya única legalidad otorgada por el Estado ha sido un número de empadronamiento. Ese fondo establecido en la Ley 26522 (Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual), se mantiene vigente aún pese a los decretos que modificaron varios de sus artículos, y no pueden ser utilizados para ningún otro fin que no sea el apoyo a los medios comunitarios, de pueblos originarios y de frontera. Son Fondos que existen actualmente y que no están siendo ejecutados.

Desde el inicio de la nueva gestión venimos sosteniendo reuniones tanto con el directorio del organismo como con el área que atiende las políticas de fomento para el sector. Hemos realizado propuestas, entregado toda la información y la documentación requerida; hemos sido abiertos al diálogo y una y otra vez las promesas se desvanecieron en el aire. El diálogo, hasta ahora, fue un simulacro.

La falta de pagos impacta en la sostenibilidad de los medios, obligándolos al cerrar o a seguir construyendo en la carencia de recursos. Esto no es democratización ni pluralidad, sino regresión en materia de derechos a la libertad de expresión, de los medios y de sus audiencias.

Tampoco se avanzó en estos largos meses en la habilitación definitiva de los canales comunitarios concursados, que cumplieron con todas las exigencias derivadas del acto de adjudicación, ni se han abierto nuevos concursos de radio y televisión sin fines de lucro. El ENACOM es rápido para habilitar canales comerciales y para avanzar en acuerdos con empresas, pero desoye los reclamos de los medios no lucrativos.

El incumplimiento también se verifica en el desconocimiento de la reserva el 33 por ciento del espectro para el sector sin fines de lucro. Cuando medios privados cierran sus empresas, como el caso de Radio América, la normativa vigente establece el reordenamiento del espectro radioeléctrico en base a cumplir con la reserva para el sector no comercial de la comunicación.

Además, continúan las interferencias contra Barricada TV y Urbana TV por parte de la empresa Canal 13/Artear, y tampoco se levantó el proceso penal contra Antena Negra TV, iniciado por una empresa de seguridad privada que no posee licencia alguna para operar en el espectro. En este marco comienzan a aparecer situaciones de interferencias de medios comerciales a medios de nuestro sector como sucede con FM La Caterva y FM La Tribu, ante las cuales el organismo plantea la resolución del conflicto entre las partes desentendiéndose de su rol.

Los funcionarios de ENACOM, ente presidido por Miguel Ángel De Godoy, sostienen una política de dilación con los medios comunitarios. Nos reciben, pero no nos escuchan. Nos prometen respuestas que nunca llegan y en nada han avanzado en estos meses, condenándonos al ahogo financiero y la precariedad. En consonancia con otros conflictos que surgen cotidianamente en el país, la gestión de Cambiemos sólo gana tiempo, para que el único que avance sea el mercado.

Convocamos una vez más a adherir, sumarse y acompañar a los medios alternativos, populares, comunitarios y autogestivos para que el ENACOM no solo pague la deuda sino que garantice condiciones legales para la permanencia al aire de nuestros medios y cumpla con la ley.

Por eso convocamos a movilizar para que el Gobierno Nacional:

– Pago de los FOMECAS Adeudados.

– HABILITACION de los canales comunitarios concursados: Barricada TV, Urbana TV y Pares TV. Basta de interferencias de Canal 13.

– Reconocimiento Legal y Devolucón de los equipos a ANTENA NEGRA TV.

– Resolución de los CONCURSOS pendientes para radio y televisión comunitarias.

– Cumplimiento de la RESERVA del 33% para las sin fines de lucro y elaboración del Plan Técnico.
 

MIÉRCOLES 26 de Octubre 16 horas
TODOS Y TODAS AL ENACOM
Perú 106 (CABA)

(Por Helen Turpaud Barnes) ¿Será que insistimos demasiado o será que hay algo que no se está escuchando? ¿No será que insistimos precisamente porque no se escucha?

El fin de semana largo del 8, 9 y 10 de octubre tuvo lugar el XXXI Encuentro Nacional de Mujeres (ENM) en Rosario. Las críticas desde fuera se encuentran lamentablemente permeadas de la presentación sesgada que de los ENM dan los medios de comunicación más poderosos. Se hace hincapié sobre las supuestas pérdidas monetarias que causarían algunas pintadas hechas durante la marcha, olvidando el beneficio económico a estas alturas ya exorbitante que implica que haya 70.000 mujeres congregadas un fin de semana en una ciudad. Se preguntan muchas personas qué sentido tiene que crezca el movimiento en una época en que mucha gente cree que “ya hay igualdad” o “ya no se discrimina como antes”.

Sin embargo, retornamos del ENM y nos encontramos con una seguidilla de femicidios acaecida en varios puntos del país. El más resonante es el de Lucía Pérez en Mar del Plata. Un malicioso Juan Terranova señala en una nota que los diarios que publican femicidios tendrían un gesto “rápido de reflejos”, aprovechando la coyuntura encuentrista. Estos crímenes contienen –según sus palabras- todos los “elementos del horror contemporáneo” para acicatear la indignación feminista. Extraño que se hable de aprovechar el ENM para sacar noticias de femicidios siendo que los ENM son cuidadosamente EVITADOS por los medios de comunicación más masivos. El periodista cuestiona la efectividad de la movilización social para disminuir la cantidad de femicidios. Probablemente piense que son algo propio de la naturaleza, como la lluvia o el viento, y por lo tanto marchar contra ellos sería inocuo. Explica que en realidad los femicidios no son nada nuevo. Como si alguna vez se hubiera dicho que lo eran. Además, recolecta algunos casos de mujeres que han asesinado a sus novios o maridos. La desproporción de la cantidad de casos, sabemos, es astronómica, pero con una o dos mujeres que maten a sus parejas varones parece que todo el reclamo por los femicidios puede ponerse en duda. Como cuando encuentran a UNA MUJER que hace un trabajo considerado “de hombres” y dicen que ya no hay discriminación. A eso le llama el machismo “igualdad”.

Rápido de reflejos es más bien el periodismo misógino que velozmente intenta desprestigiar un movimiento tan grande como aquel del que dan cuenta los ENM.

Pero los femicidios y la violencia machista no son “elementos” de un género ficcional que impacta a un público ávido de emociones fuertes. No es literatura, señores y señoras. Los medios construyen las noticias, claro, pero también construyen una imagen del feminismo supuestamente exagerado que parece que solamente se justifica ante casos de violación, empalamiento y asesinato. Y ni eso. Como si nos tuvieran que matar de manera más cruel cada día para que nuestra rabia pudiera ser justa.

Muy oportunistamente, ya que de eso hablamos, el diario local sacó la semana pasada una nota con el capcioso titular de que “2 de cada 3 adolescentes que mueren por causas externas son varones, dice un estudio”, donde se mezclan muertes por asesinatos, suicidios, accidentes de tránsito y otras causas. Por esas cosas de la vida, un asesinato cae en la misma categoría que un choque: es un hecho que parece no tener agente ni intencionalidad, algo como tener la mala suerte de morir por el impacto de un rayo o electrocutarse en la bañera. Mezclar suicidios con asesinatos también nos deja con la pregunta de si los femicidios son algo así como que las mujeres nos matamos solas. La nota, acertadamente, habla de modelos de “masculinidad” muy constrictivos que obligan a los varones a ponerse en situaciones de riesgo (criminalidad, actividades peligrosas, etc.). Pero no avanza más allá de esta mención. El texto pareciera ser un intento de hacer un contrapeso ante tanta efervescencia feminista. Sin embargo, olvida decir que de las personas asesinadas, tanto varones como mujeres son víctimas casi siempre de varones.

Y la responsabilidad de cambiar los modelos de masculinidad que generan este estado de cosas, bien gracias.

Alguna vez un meme que circulaba por las redes rezaba “Cuando un hombre dice NO es el fin de la discusión; cuando una mujer dice no, es el inicio de una negociación”. La palabra masculina está legitimada, es escuchada, es considerada seria, racional, equilibrada, inapelable. La palabra femenina está siempre puesta en duda, relativizada, interpretada por varones, tiene que estar eternamente explicándose: “¿qué quieren?”, “¿para qué hacen los Encuentros?”, “¿por qué un Encuentro de Mujeres y no uno de ‘personas’?”, “¿por qué no se llaman ‘igualistas’ en vez de ‘feministas’?”, “¿por qué no te gusta que te digan cosas por la calle?”, etc. Tipos de preguntas que no se les plantean a otros movimientos son articulados impunemente una y otra vez para interpelar la lucha de las mujeres. No veo tantas veleidades al hablar del modo en que otros movimientos se denominan a sí mismos. Pero si de feminismo se trata, hasta el nombre tenemos que defender con uñas y dientes.

Por eso hay que volver a la calle. Por eso este miércoles se realizará un paro de mujeres de 13 a 14 y una movilización a partir de 17:30 en la Plaza Rivadavia, en consonancia con las actividades que se desarrollarán también en el resto del país contra los femicidios y toda forma de violencia machista.

Porque NO, no se ha escuchado lo suficiente lo que significó este nuevo ENM. Porque femicidios siempre hubo pero es gracias a la lucha que ya no los llaman “crímenes pasionales”, que ya no aceptamos que se diga “pero mirá cómo iba vestida o a dónde fue…”. Porque ya no queremos notas capciosas, medios hegemónicos o periodistas oportunistas que busquen cualquier excusa para deslegitimar un movimiento que –muy a su pesar- crece día a día.

(Por Luis Ponte) En julio de 1980, la relaciones bilaterales entre Argentina y Francia, pasaron por su etapa de mayor tensión. Curiosamente el disparador del conflicto fue la música. La llamada “música culta”. La visita de la Orquesta de París, dirigida por un joven Daniel Barenboim, estuvo a punto de encender la mecha, en medio de un clima diplomático bajo la superficie para nada amistoso.

La historia, materia de investigación del docente e investigador argentino, radicado en Francia, Esteban Buch, estudioso de temas de música y política en el siglo XX, quedó plasmada en un notable y minucioso trabajo editado meses atrás: “Música, dictadura y resistencia”.

Desde el golpe de Estado en 1976, se habían acumulado razones para aumentar la temperatura de las relaciones diplomáticas entre ambos países: el secuestro y desaparición en 1977 de las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet, allegadas a Madres de Plaza de Mayo, con responsabilidad del infiltrado marino Alfredo Astiz; los reclamos por parte de grupos de artistas franceses de liberación del pianista secuestrado Miguel Angel Estrella; llamados desde Francia al boicot internacional contra el Mundial 78 por parte de grupos de argentinos exiliados y organismos internacionales de derechos humanos; las denuncias de estas mismas organizaciones de la situación política en Argentina; y el reclamo generalizado por los ciudadanos desaparecidos y detenidos ilegales por parte de la Dictadura.

Para contrarrestar todo ello el gobierno militar encontró dos caminos. Por un lado instalar en ( y gracias a) los medios hegemónicos el concepto de la campaña sucia de desprestigio contra la Argentina (“los argentinos somos derechos y humanos…”). Por otro lado, reforzar los vínculos comerciales, culturales, las visitas oficiales y, la venta de armas…

En ese marco, y por las gestiones de Jeannette Arata de Erize, Presidenta del Mozarteum Argentino (del cual el Ministro de Economía Martínez de Hoz era miembro del Consejo Directivo), se organizó la llegada a nuestro país de la Orquesta de Paris.

Confirmada la gira para julio de 1980, aparecen en Francia las primeras manifestaciones contrarias. Dentro de ellas, una declaración de la agrupación AIDA (Asociación Internacional de defensa de los Artistas Víctimas de la Represión en el Mundo), con sede en la propia ciudad de París, y dirigida por la famosa directora teatral Ariane Mnouchkine: “los músicos de la Orquesta no pueden ignorar que van allá a sentarse en las sillas vacías de los músicos argentinos desaparecidos, y que se les hará tocar música para cubrir el silencio de la muerte”.

Ello generó presión dentro de los integrantes de la Orquesta, con fuertes cruces de opiniones. Los que rechazaban venir a nuestro país por su situación política; los que apoyaban hacerlo, pero bajo determinadas condiciones; y los que les daba lo mismo. Finalmente emitieron un comunicado consensuado: la orquesta como colectivo rechazaría toda invitación que pueda ser usada por el “régimen”.

Por si fuera poco, Barenboim que no participó de aquellas reuniones de los músicos con sus delegados, tenía su propio conflicto. Su situación de desertor del servicio militar obligatorio (se había ido del país muy joven sin regresar hasta entonces) podía ocasionar su detención por parte del gobierno ni bien pisara suelo argentino. Los “buenos oficios” de Martínez de Hoz (entusiasta impulsor de la llegada de la Orquesta) ante su par de Interior, Gral. Harguindeguy, lo impidieron. Barenboim, por las dudas ingresó con pasaporte israelí.

Así, el 13 de julio, día del primer concierto en el Teatro Colón de Buenos Aires, durante el ensayo previo, aparecieron pegados en el transparente dedicado a informaciones de la Orquesta, un par de comunicados destinados a los músicos. Un funcionario del Colón advirtió el contenido y le pidió a un fotógrafo que le tomara fotos a ambos textos. Antes que ello sucediera, el administrador de la Orquesta de Paris, arrancó rápidamente las hojas. Lo cual desencadenó los hechos.

Qué decían esos comunicados? El primero, recordaba a los músicos de la Orquesta la decisión de no aceptar ninguna invitación a actos oficiales como cuerpo colectivo. En el segundo, el Embajador de Francia, invitaba a los miembros de la Orquesta de Paris, a participar al día siguiente, 14 de julio, fecha patria de Francia, de un encuentro en la Embajada. Pero, una hora antes de que llegaran el resto de los invitados argentinos.

Eran los ingredientes perfectos que estaban “necesitando” algunos funcionarios y operadores de los medios, para generar lo que el embajador francés de entonces llamó “una enorme y ridícula historia”. El hecho, menor si se quiere, escaló hacia niveles más altos en busca de una forzada trascendencia, y también, hacia los medios y factores de poder que veían en la visita de la Orquesta una ocasión ideal sacar ventajas en las disputas internas entre las tres Fuerzas militares, y otros, claro, para acariciar las espaldas del régimen.

Desde su programa “Tiempo Nuevo”, Bernardo Neustadt invitó a los concurrentes al Colón a no aplaudir a la Orquesta. Lo mismo pidió “El Cronista Comercial”. La revista “Convicción” cercana a Massera tituló: “Admirable dúo, la Orquesta y el PC”, y reclamó la expulsión del Embajador. El Director del Teatro Comodoro Gallacher, lamentó “la actitud de los músicos, envueltos en la campaña anti argentina europea, cuya mayor virulencia viene de Francia”.

La primer actuación del colectivo parisino sin embargo había sido saludada con aplausos y ovaciones por parte de los asistentes, al tiempo que desde las columnas culturales de los medios, no cabían más que elogios.

Pero al trascender los hechos, la atención estuvo centrada en otro lado. El tradicional festejo con el que la Embajada de Francia, en Buenos Aires recibe cada 14 de julio a cientos de selectos invitados, fue tomado como epicentro de las disputas generadas, entre el Embajador, el Gobierno de Francia y la Cancillería argentina mediante cruces de comunicados y declaraciones; y de varios medios que respondían a diferentes intereses dentro del gobierno, elevando, la tensión diplomática entre ambos países.

Los músicos, muchos de los cuales no asistieron al festejo, comenzaron a sentir en el hotel donde se alojaban y en la vía pública la presión y hostilidad que emanaba de los medios, hasta el mismo día de la partida. En el último concierto, en Córdoba, la Orquesta fue recibida con carteles anti franceses, el palco reservado al gobernador militar se mostró vacío, y parte del público asistente al concierto no aplaudió.

Paralelo al conflicto, y dos días antes de irse de la Argentina, un grupo de músicos de la Orquesta fue recibido en un departamento porteño por un grupo de Madres de Plaza de Mayo. Encuentro que no trascendió por razones obvias hasta mucho tiempo después, y que a la distancia muestra el peso simbólico de arriesgarse en plena época del Proceso, a escuchar los testimonio que recibieron de boca de las propias Madres.

De forma voluntaria o aún sin proponérselo, la historia originada en una nimiedad, pero hija de una situación política atroz que imperaba en nuestro país, encontraría su respuesta en una manifestación artística: Barenboim dirigió durante esta gira, y por primera vez en Argentina, la Sinfonía Nro. 5 de Gustav Mahler. Que se inicia con una marcha fúnebre, llamada “Trauermarsch”. La que para el filósofo alemán Theodor Adorno, “eleva un grito de espanto ante algo mucho peor que la muerte”.

Material extraído y editado de “Música, dictadura y resistencia: la Orquesta de Paris en Buenos Aires”. Esteban Buch. Primera edición. Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires. 2016

(Por Alfredo Grande) Los refranes de la cultura represora son un catecismo del sometimiento. De la resignación. De la estupidez. Por ejemplo: “viajar es morir un poco”. Demasiado fácil contraponerlo a “morir es viajar bastante”. Pero en la actualidad de la cultura represora, donde 15 días de vacaciones equilibran 345 días de trabajos forzados, ese “morir un poco” es idealizado. Las compañías de vuelos, tours, hotelería de alto standing, cruceros, tierras exóticas, etc., son adicciones legales que ocupan el alucinatorio social y político de las clases medias para arriba.

La cultura turista y turrista promedio es: inmediata, superficial, fuera de todo contexto, oportunista, reduccionista, a-histórica, sensiblera, desmesurada y amarreta por igual. Y de una candidez, ingenuidad y sencillez que simplemente dan asco. El turista quiere conocer todo pero solicita no entender nada. El guía es su gurú espiritual, su mesías, el Majdi, el único esperado. Un mundo feliz en la cajita feliz de una combi. Obviamente, siempre hay una pincelada social, incluso política.

Un guiño a la realidad real de la cual no conviene despegarse del todo. Son las estrellas fugaces del tour. Quizá para diferenciar de la realidad virtual, el casco queda oculto. Como el turista promedio es clase media alta y alta, los matices deben ser cuidadosamente vigilados. La miseria que se nota debe ser banalizada con frases del tipo: pobres hay en todos lados. Y pasar rápidamente al lado iluminado de la luna ya que los oscuros de la historia son solamente para los resentidos, los anarquistas, los malnacidos y los hombres y mujeres lobo.

“Viajar es
anesteciarse un poco”
(Aforismo implicado A. G.)

El turismo es una industria sin chimeneas. No sale humo: salen dólares. Pero es su dimensión transnacional se ha convertido en otro opio no de los pueblos, sino de los que explotan a los pueblos. Cada uno tiene el opio que puede pagar. En el 2001 se puso de moda el turismo social. Europeos venían a entender cómo podíamos vivir con un dólar por día, como había titulado el diario Clarín. Turismo social que seguramente era sostén de interesantes papers de estudiantes y graduados de universidades de élite de la vieja Europa. También el turismo sexual. Cuidadosamente administrado por corporaciones internacionales. Con su cara más siniestra, el turismo sexual con niñas y niños. También el turismo económico y financiero, que algunos llaman inversiones y flujo de capitales.

El turismo quizá sea una de las formas de la modernidad líquida, de acuerdo con Baumann. La subjetividad turística es intensa y fugaz. Toca y se va. Por mucho que toque, nunca se queda. Y habitualmente tampoco sabe que está tocando y de dónde se está yendo. Me acuerdo del título de una película, muy anterior a la psicosis de internet y el tiempo on line. “Es martes, debe ser Bélgica”. Un título similar podría ser: “Son urnas, debe ser democracia”. Porque hemos entronizado un turismo democrático. O sea: diferentes paisajes, diferentes tours, diferentes beneficiarios, diferentes paquetes, diferentes compañías, diferentes operadores locales e internacionales… pero ¡siempre viajan los mismos!.

“En la cultura no represora
el perro no ladra, pero muerde”
(Aforismo implicado A. G.)

El turismo es la industria más funcional a la cultura represora. Es la expresión más contundente de la banalidad del bien. Sin obreros, sin cultura proletaria, con una simbiosis entre turistas y servidores, hace realidad el mito burgués de la alianza de clases y la armonía universal. A veces hay pequeños ruidos por una excursión que fracasa o una reserva que se cae. Pero poco ruido y siempre muchas nueces.

El fomento del turismo no es solamente una cuestión de ingreso de divisas. Las divisas ingresan, pero no solas. Cada turista es un Hernán Cortés que, sin quemar ninguna nave, intenta y muchas veces consigue, colonizar al turisteado. Turismo incluso matrimonial. Turismo político y turismo deportivo. En la selección argentina de fútbol tenemos un contingente de turistas 5 estrellas. Viajan mucho, entrenan poco, pierden y se van. Pero el operador AFA sigue facturando.

Afiliados a diversos partidos políticos, hacen turismo partidario. Cada partido, según le va en suerte, ofrece paquetes para turismo en el congreso, en el ejecutivo, incluso en el judicial. Ofertas que no se pueden resistir para que las vacaciones pagas que duran todo el año, puedan optar por nuevos destinos. Y siempre hay nuevas compañías con tours novedosos y atractivos paquetes. No faltará el imbécil que no solamente contará la historia que cuentan los vencedores, sino la historieta que cuentan los turistas.

De las decenas de miles que hacen del turismo la razón de su vida, hay muy pocos que tienen privilegios extraordinarios. El Jefe de Gobierno sin dudas es uno de ellos. Ya que tiene incluso residencia propia cuyo alto alquiler pagamos todos o casi todos los argentinos. Y parafraseando a Bernardo Verbitsky, puedo decir que Villa Riqueza también es América.

(Por Astor Vitali) Este viernes Los Mosquitos repondrán Las jodas de Plata a las 21:30 en la sala El Tablado (Chiclana 453). Se trata de una obra escrita en 2014 en ocasión del 25 aniversario del dúo humorístico. Este espectáculo se montó una sola vez en Bahía Blanca, si bien ha recorrido otros lugares del país.

El lenguaje audiovisual aparece como recurso técnico y narrativo de manera transversal, ya que se trata de un espectáculo donde Gerardo Gutiérrez y Eduardo Canale hacen zapping sin encontrar una propuesta televisa de su agrado.

“La pantalla es el gran televisor donde la gente también va viendo ese zapping donde hay publicidades, hay mensajes del estado, noticieros”, dijo Canale a FM De la Calle. Aparecen, a modo de colaboración, artistas y comunicadores de la radio y la pantalla bahiense.

“Me gusta mucho más lo minimalista. No usamos casi nada de escenografía. La pantalla se tornó necesaria para determinados sketch donde había que cambiarse y necesitábamos algo sobre el escenario que mantenga al público entretenido. Encontramos una solución. No tan novedosa porque hay muchos que lo hacen. Ponés una pantalla con algún separador, que son realmente bastante cortos porque te puedo asegurar que atrás del escenario volamos para cambiarnos”.

De la pantalla al escenario, Los Mosquitos tratan humorísticamente temas variopintos a través de los diferentes relatos y personajes. De la pantalla al escenario, Las jodas de Plata va, en rigor, de historia en historia generando la expectativa del público y, durante sendos momentos, la risa en la sala es el verdadero paisaje.

Probóscide en retrospectiva

Los mosquitos, jóvenes

Eduardo Canale (Izq.) Gerardo Guitiérrez (Der.)

“En el año 1992 estábamos en nuestro apogeo por un par de cosas que se dieron, como una nominación al Martín Fierro por un laburo en radio, un viaje que se hizo a Venezuela representando a Argentina en un festival internacional de teatro. Pintaba la posibilidad de ir a Buenos Aires a hacer un poco de carrera allá”.

Sin embargo, “la elección fue quedarse acá. Yo tiré bastante para no ir”, recordó el músico. “Un poco por la familia. Otro poco porque veía que caían tipos con carreras de renombre nacional a actuar por las entradas a –en ese momento- La Tecla o La biela. Entonces, yo decía, de qué me va a servir ir a Buenos Aires a ganar un nombre y después tener que salir a hacer gira si ya estoy acá. Voy por la entrada acá”.

“Después de 25 años uno lo ve desde otro punto de vista y podríamos decir que si hubiéramos hecho eso seguramente tendríamos una llegada más nacional. Pero para nada estamos desconformes con lo que pasó”.

“Y en cuanto a la cantidad de contactos y amigos de la gente de la zona que nos han contratado, muchas veces vas y te atienden como familia, prácticamente”.

“Lo mismo con colegas. Hace poquito estuvimos con Moldavsky, el Gato Peters, Hugo Varela, gente con la que tenemos mucha confianza. La amistad que hicimos con Daniel Rabinovich en su momento y que hoy sigue con alguno de ellos (por Les Luthiers)”.

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(Por Luis Ponte) Sobre fines de enero de este año, el empresario teatral Carlos Rottemberg confirmaba una caída del 30% en el total de entradas vendidas en las salas de Mar del Plata en lo que iba del 2016. Un mes después, y a punto de cerrar la temporada estival de teatro en ese balneario, reconocía que se había quedado corto: el salto negativo daba un 44% menos de espectadores en los teatros con respecto a la temporada 2015.

El 16 de marzo con el título ¿Apagón teatral? El aumento de las tarifas amenaza la actividad”, el diario La Nación mostraba comparativos de aumentos en pesos, en las tarifas de luz de varias salas de teatro porteño. La mayoría, escandalosos:  Maipo de 17.300 a 89.400; Liceo, de 6.800 a 38.200; Multiteatro, de 11.600 a 60.700; Tabarís, de 9.100 a 48.100; Paseo La Plaza, de 10.500 a 74.900; Nacional, de 15.300 a 99.700; etc.

Las medidas económicas del flamante gobierno de la Alianza Cambiemos (PRO-UCR-CC) generaron un efecto tenaza sobre buena porción de la actividad cultural del país. Entre la disminución de espectadores a raíz de la súbita baja del poder adquisitivo de los trabajadores (alzas de precios indetenibles, devaluación, despidos, suspensiones, freno de paritarias, etc.) y los tarifazos salvajes impuestos por el Ministerio de Energía, muchos espacios culturales, salas y teatros, se encontraron de buenas a primeras frente a una situación desesperante.

Liliana Weimer, presidenta de la Asociación Argentina de Teatros Independientes, entidad que agrupa a más de 60 salas de Buenos Aires, y uno de los sectores más castigados por estas medidas, lo explica así: “Los aumentos tarifarios en nuestras salas fueron de entre un 800 a 1000% en algunos casos. Pese a ello tuvimos que mantener los precios de las entradas del año pasado, sumarle promociones, pero la disminución de espectadores igual se nota. También bajó la inscripción de alumnos en las capacitaciones  y debimos cerrar cursos.”

La entidad presentó recursos de amparo y pedidos de cautelares ante el Ministerio de Energía, AYSA, y las empresas de energía. Todas fueron rechazadas o esperan respuestas de esos organismos. Los mismos que les sugieren que “ahorren consumos” para reducir los montos a pagar por servicios. El 21 de mayo el conjunto de las salas de la Capital realizó un “Apagón Cultural” para visibilizar ante los medios, sus públicos y la sociedad en general la situación acuciante.

Desde diferentes áreas de Gobierno – reconoce la presidenta de ARTEI – ofrecieron algunas ayudas aisladas, no soluciones de fondo. Una línea de subsidios de 50.000 por parte del Ministerio de Cultura que recién ahora algunos teatros comenzaron a cobrar. Desde el I.N.T. (Instituto Nacional del Teatro) se lanzó una línea de créditos para equipamientos. También se suma desde el Fondo Nacional de las Artes, un proyecto a mediano o largo plazo para el recambio de las instalaciones eléctricas a sistemas de iluminación basados en la tecnología LED.

En la Legislatura porteña y el Congreso Nacional, descansan desde comienzos de año un par de proyectos que apuntan a reducir en hasta un 60% las tarifas para centros culturales y salas de teatro. Pero como dice Weimer “estas ayudas, en realidad son paliativos, que no llegan en tiempo y forma. Todo va para largo, pero nuestros tiempos son hoy, son de mucha urgencia”.

Frente a la merma de asistentes a los teatros, la presidenta de ARTEI señala que “hacemos muchas acciones para que no decaigan los espectadores en la salas, pero también debemos reconocer que esta temporada tuvimos menos programación que otros años. Y esto se debe a que esta situación nos empujó a frenar o postergar nuevas obras o proyectos ante la falta de financiación.”

La situación se traduce en “una tormenta perfecta”: caída de ingresos por espectadores y merma de la programación, aumentos impagables de tarifas de servicios, invisibilidad del problema en los medios hegemónicos, rechazo de amparos y cautelares por parte de la Justicia, falta de reflejos en los órganos legislativos, paliativos débiles y sin urgencias por parte de los funcionarios del Ejecutivo.

El  juego de unir puntos nos devuelve una figura con forma de situación de emergencia para muchos trabajadores de la cultura, que necesitan una solución hoy.

Son músicos, productores, sellos discográficos, escritores, editoriales, teatros, actores, que crean, producen, invierten, trabajan, editan, actúan, se capacitan con el propio capital de sus esfuerzos personales o colectivos. Fuera de las luces de los circuitos comerciales, de la economía de las industrias culturales, con el tibio apoyo de los grandes medios,  y un Estado, muchas veces distraído, ausente, desinteresado o ignorante de las necesidades de este sector.

Y frente a esa realidad que viene de lejos, un hoy que con cifras y hechos concretos a la vista, acentúa la certeza de empujarlos un poco más hacia el borde de la cornisa.

(Por Alfredo Grande) Una receta sencilla pero muy eficaz en tiempos desordenados, es hacer, pensar y decir exactamente lo opuesto a lo que la cultura represora pontifica. Si fuera filósofo -pese al cariño de Nora Cortiñas que así me bautizó, no lo soy- diría que en el “mientras tanto” nos ubiquemos cómodamente en el espacio del “anti”. Quizá no tengamos propuestas superadoras, pero eso en modo alguno obliga a mantener propuestas conservadoras. La cultura represora detesta la justicia por mano propia. En realidad, detesta la justicia. Lo que llama justicia apenas es revanchismo y venganza de clase.

“La que “malcorra”
mal escapa”
(Aforismo implicado A. G.)

La así llamada delincuencia está siendo construida con prisa y sin pausa en los talleres de la pobreza, la indigencia y la exclusión social. Ni la pobreza ni la indigencia son condición necesaria y suficiente para construir delincuencia.

Pero cuando pobres, indigentes, excluidos son bombardeados por pautas de consumo absolutamente demenciales, la bomba explotará más temprano que tarde. Lo he dicho: en todo sistema injusto la constante de ajuste es el azar y el delito.

Casinos clandestinos son allanados. Pero no por ser casinos, sino por ser clandestinos. La timba tiene que ser oficial. Incluyendo la bolsa de valores. Wall Street es la estafa institucionalizada. Y esa estafa, que incluye la mal llamada deuda externa que apenas es otra de las estafas internas de la cultura represora, está justificada desde la llamada “economía de mercado”. Cuya mano invisible no es tan invisible. Y es una mano sucia y ensangrentada. Pero el 80% del electorado estrecha esa mano.

El colapso catastrófico del socialismo real, la mutación de la revolución socialista cubana, nos ubica en un paradigma político siniestro. En esta época no hay captura revolucionaria de la violencia. La única captura de la violencia es reaccionaria. O sea: sostiene el sistema represor aunque lo transgreda. De la reforma agraria, de la utopía de desalambrar, a la lucha contra los tarifazos. No solo nos quedamos con las sobras del banquete reaccionario, sino, y esto es doloroso, con las sobras del banquete revolucionario.

Hemos sido capturados por la teoría del derrame electoral. Algunos votos caerán para el lado de la justicia. Pero la copa seguirá llena con líquidos contaminados y las aguas seguirán bajando y subiendo muy turbias. La justicia por mano propia, siempre colectiva, siempre instituyente, tiene en su dimensión revolucionaria su expresión más completa y real. Justicia revolucionaria, tribunales populares, expresiones que quizá nunca más escucharemos. Y quizá nunca más exigiremos. Y quizá nunca más lucharemos por lograrlas.

“Una cultura no represora
sostiene el obstinado
deseo colectivo de vivir”
(Aforismo implicado A. G.)

Por eso la cultura represora tiene el mandato de la injusticia por mano ajena como meta no negociable. Lo que se llama impunidad, para todos los crímenes y asesinatos del Estado, incluyendo los de lesa humanidad. Pero sean o no de lesa, son crímenes contra la humanidad. El crimen organizado desde los estados es sagrado. Fuera del estado son mafiosos. Cuando las mafias capturan el estado, abandonemos toda esperanza en estas democracias que sostienen rituales y temen los escraches. También los escraches son una forma de justicia por mano propia. Y la cultura represora escrachó a los escraches.

Por eso la única opción porque las demás están deshabilitadas es: “debido proceso”. Más que proceso, calvario para los pobres y salvoconducto para los ricos. Antes “hecha la ley, hecha la trampa”. Ahora queda claro que la trampa es la ley. Porque esa ley muestra su verdadero rostro de legalidad de clase, o sea, un aparato jurídico de las clases explotadoras. El “exceso en legítima defensa” en realidad es un caso paradigmático de “injusticia por mano propia”.

Pero la vieja cultura represora que más sabe por represora que por vieja, utiliza ese ejemplo para entronizar el tabú de la mano propia cuando hace justicia. La “ley del talión”, siempre denigrada (literalmente, como lo negro de la cultura) establece la proporcionalidad entre el acto y su castigo. No hay excesos. No hay desmesura. No pagan justos por pecadores. No pagan los platos rotos los que no los rompieron. No cosechan los que nunca cultivan. Pero la cultura represora es la cultura de todas las desmesuras.

Se destruyó un país, una cultura buscando armas de destrucción masiva en Irak. Nunca se encontraron. Incluso hay una película donde se muestra ese fraude y estafa. Pero esas armas existen: las fabrican los estados unidos imperiales. Las buscan afuera para que nadie las encuentre adentro.

Estados Unidos, el gran exportador de guerras y masacres en todo el planeta. Por eso sostengo la necesidad política y ética de la justicia por mano propia. Los comedores populares es la mano propia colectiva para mitigar los crímenes del hambre. Como dice Morlachetti: “a los niños se les niega la ternura del pan en el país del trigo”- El hambre es un crimen y evidencia irrefutable de la injusticia por mano ajena.

“No importa que haya vida
despues de la muerte.
Lo que importa
es que hay muerte antes de la vida”
(Aforismo implicado A. G.)

Vivimos rodeados de justicia por mano propia en educación (bachilleratos populares) salud (cooperativas y mutuales) trabajo (fábricas recuperadas y autogestionadas). Pero la batalla cultural la sostenemos desde los paradigmas de la cultura represora.

Así estamos. Insisto. La mano propia es colectiva, y eso es lo que espanta a los retroprogresistas, a los liberales y a los fascistas. Y esa mano propia, clasista, combativa, libertaria, no es una utopía imposible. Es la única forma de subvertir el horizonte de lo posible. Entonces le podremos decir al militante, al escritor, al poeta, al militante: “Nunca más habrá penas y nunca más habrá olvidos”.

(Por Astor Vitali) Este fin de semana el unipersonal Un día de estos se presentará en diferentes salas de Bahía Blanca. Se trata de una propuesta de la compañía Tracción a Sangre. La asistencia de dirección es de Alejandro Gutiérrez. La obra tiene tres años de recorrido. Es un proyecto que “nace desde el juego”, según dijo a FM De la Calle la actriz María Eugenia Agesta. “Pasó por muchos lados para llegar donde hoy está. La obra auto renace todo el tiempo. Surge de la necesidad de decir. Los actores necesitamos decir, como toda la gente”.

Comenzó a recorrer salas de la ciudad de Buenos Aires y luego pasó por la costa, además de otros espacios públicos como la calle y plazas. “Es un trabajo que no tiene fin porque cada puesta en escena es un renacer. Es una manera de volcar lo aprendido, una nueva inquietud. Los unipersonales tienen esa libertad y la vez ese gran compromiso”, explicó.

La producción está basada en textos de Clarice Lispector y Dardo Sebastián Dorronzoro. “Son dos autores que me gustan muchos. Clarice es una escritora brasilera que ahonda en el universo femenino desde la vulnerabilidad, desde lo absurdo de los ideales”. Dorronzoro aparece porque “estaba en mí la necesidad de decir poéticamente cuestiones referidas a la libertad en esta obra. Una hermana postiza me acercó a ese poeta”.

Acerca del proceso de armado del trabajo, Agesta contó que “primero se le dio toda una estructura a la obra sin palabras. Se le dio un poco el alma y después se pasó a decidir cuál iba a ser el lenguaje. Y estos dos seres conjugaban muy bien”.

¿Cuándo se puede ver la obra?

Viernes 7 de Octubre. 21.30 hs. Pez Dorado. O Higgins 578.

Sábado 8 de Octubre 21.00 hs. La Casa del Pueblo. Saavedra 282.

Domingo 9 de Octubre 21.00 hs. Sala deTeatro Varietté. Villarino 214.

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Foto:

(Por Astor Vitali) El dúo es una formación magnífica. Mozart jugó, por ejemplo, con sus dúos de clarinete. La canción de latinoamericana recorrió el mundo, muchas veces y en épocas de exilio, en formato de dúo con los instrumentos guitarra y voz. Por supuesto, los dúos nunca son de dos: están los autores, el público, las músicas que cada uno escuchó, los maestros de los que nuestros intérpretes aprendieron para lograr el necesario tratamiento camarístico (en el amplio sentido del término).

El próximo martes se presentará un par de dúos en nuestro teatro público: Osvaldo Lichtenzveig (clarinete) y Marcos Archetti (bajo eléctrico) junto a Pinky Fernández (contrabajo) y Yimi Shocron (flauta traversa).

Los músicos que visitan la ciudad forjaron el espectáculo a raíz de un encuentro no buscado en la ciudad de Neuquén. La Escuela Superior de Música de esa región organizó una serie de instancias de formación de la que participaron. Aquella coincidencia parió la relación y su música.

 “Es un desafío hacer música en dúo y más con los instrumentos que se ejecutan. Tratamos de buscar la alternativa tecnológica para poder unificar esos timbres y a veces quedamos solos con la imaginación del público”, dijo Yimi Shocron a FM De la Calle.

Este dúo interpretará temas propios y otros “reinterpretados bajo esta formación siempre, sobre la base del folclor”.

Es la segunda vez que tocan en esta sala. “Tenía un montón de temas míos y traté de adaptar el contrabajo a esos temas, siempre respetando la melodía. Lo que cambió fue la atmósfera”, agregó.

Legizamón y Lennon

Habrá temas folclóricos como “La Pomeña” e“Imagine”. La idea era poder juntar a Lennon y al Cuchi Leguizamón en un mismo timbre. Es un desafío grande meternos con esos autores”.

La idea “es demostrar que la música es la misma en todos los géneros. Hay una esencia en cada uno de los géneros que hacen que vos, descubriendo eso, puedas tocar lo mismo y hacerlo sonar igual. Siempre respetando la melodía. Podés agarrar un tango y lo podés mezclar con otros estilos. Hay una esencia que si la descubrís y adaptás esa escencia a tu estilo de arreglos, creo que suenan igual”, concluyó.

Las entradas anticipadas pueden conseguirse en la boletería del teatro a $100 ($80 jubilado y estudiantes) y el día de la función tendrán un costo de $120.

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(Por Luis Ponte) “Ante el cambio de gobierno y la consiguiente redefinición de los programas de estado en el área de Cultura, artistas y productores esperan herramientas de gestión, demandan políticas estatales tangibles y la creación de circuitos regionales, para sostenerse y construir nuevos públicos para las músicas argentinas del siglo XXI. Esas que buscan sostener calidad artística y estética como desafío para cortar tickets”.

Así comienza una serie de notas de investigación del sitio emepea.com – medio digital dedicado a la música argentina – acerca de la preocupación que invade a artistas y productores independientes en la Argentina.

Desde que el gobierno de Mauricio Macri asumió el 10 de diciembre, se discontinuaron distintos programas y ciclos en el Ministerio de Cultura de la Nación que parecían, al menos en parte, abrir el juego a las expresiones menos favorecidas por el mainstream. La Música Interior; Huella Argentina; Generación XXI, y el programa Recalculando, de apoyo al desarrollo de nuevos sellos discográficos, entre otros.

Muchos productores de artistas no masivos están expectantes. El planteo de algunos de ellos de cara al futuro, conlleva una mirada en parte crítica del pasado reciente, como el caso de Jorge Nacer: “Que el Estado deje el rol de productor que tuvo en los últimos años del gobierno anterior. El Estado hacía recitales gratuitos en una enorme cantidad de salas, teatros, centros culturales, y espacios públicos”.

“Ello generó por un lado, que su público esperara a verlos gratis, en lugar de pagar entrada por el mismo artista en algún espacio programado; y también, la dificultad de encontrar empresas auspiciantes que pusieran dinero, como en el rock, por ejemplo. Necesitamos nuevas herramientas, distintas a la presencia de un Estado mega-productor de eventos. Hace falta un Estado gestor que trabaje con nosotros, no para nosotros”.
A la hora de resumir sus reclamos al Estado, muchos productores demandan (clásicos como) facilidades de elementos de producción, pasajes, alojamientos, estructura, y redefinir el tema impositivo, para que bajen los costos. Acerca de esto subrayan que los espectáculos se encarecen mucho al pagar IVA. Otros como Alejandro Jueguen, apoyan la sanción de la ley de mecenazgo (ver NOTA I, jueves 22-09-2016).
Todos coinciden en aumentar la proyección federal de artistas. Cuestión que no depende sólo del Estado, sino de la decisión de incrementar el trabajo colaborativo en redes: “No se trata de que no haya más espectáculos gratuitos, sino de combinarlo con programas o circuitos que fomenten a los artistas de música menos masivas”.
También hay un espacio para la autocrítica: “Necesitamos nuevos públicos para las músicas no masivas. Es indudable. Si no siempre convocamos a los mismos. Hace falta un mayor desarrollo, pero es un tema cultural que no sólo depende del Estado”.
Frente a estos planteos, la subsecretaria de Cultura Ciudadana, del Ministerio de Cultura de la Nación, Débora Staiff, aclara de entrada que “equiparar es imposible, porque la fuerza del mercado es enorme. Además, antes el Estado trabajaba más con el artista a obra terminada. Volver al Estado una gran productora de eventos, no es el modo. No estamos en contra de hacerlos, pero no será la norma de esta gestión”.
En respuesta al reclamo de los programas caídos, y de una mayor generación de circuitos de circulación de los artistas, federal y diversa, la subsecretaria indica que habrá un programa de circulación por las 104 Casas del Bicentenario más las que se sumen en 2017, luego de un relevamiento de espacios reales.
“El diez por ciento de nuestra política de programación será sólo para la Ciudad de Buenos Aires, un 20 por ciento en el Conurbano y el 70 por ciento para el resto del país. Si antes vos podías ver un artista gratis hoy, y el fin de semana no llenaba Café Vinilo, estas medidas permitirán que la mecánica cambie. Pero será muy difícil abrir circuitos sin incentivar el trabajo en red entre municipios, los cuales deben ver que es más efectivo y conveniente trabajar con esa modalidad”.

A la pregunta sobre el desfinanciamiento y el cierre de programas y circuitos creados durante la gestión previa, Staiif lo niega: “No tiene que ver con los recursos económicos sino con armar circuitos, regionalizar la circulación artística y empezar a cruzar artistas y estéticas. Apostamos a que el Ministerio sea innovador en términos de la música que se va a escuchar con una mirada contemporánea. La tradición es importante pero tanto como lo que viene. Si el Estado no apoya a lo que viene como posibilidad de crecimiento, incluso con experimentación, no lo va a hacer nadie. Ni un privado ni el independiente…”.

Habrá que ver – dice el portal, organizador del debate, y nos sumamos a esa pregunta – desde qué lugar ideológico se busca superar lo tradicional y a quiénes se proyecta. Las nuevas músicas del siglo XXI abren otras lógicas frente a los productos afinados por el mercado. Vale el ejemplo de la raíz folklórica: los artistas de discurso tradicionalista, incluso en sus vertientes más pop y románticas, siguen siendo vistos como ‘el folklore’. Las expresiones de vanguardia que trascienden el paisajismo para expresar los conflictos humanos y sociales de hoy poseen mucha menor difusión. Muchas de ellas siguen siendo invisibles. No tan lejos de los años 90: los que se imponen son los que pueden contar con mayor tracción de mercado.
“La prioridad está en los artistas de segunda, tercera y cuarta línea”, describe Staiff. “Nos interesa entender a dónde están esos nuevos artistas y poner el acento en que también haya espacio para ellos. Pero aclaro algo: una cosa es la identidad nacional y otra los autores argentinos. Ahí es donde está la diferencia de miradas”.
Por último, otra pata decisiva en la cadena de generación de música independiente, junto con artistas, productores y Estado, es la de los sellos independientes. Al respecto, las voces de Diego Zapico, director Acqua Records y Javier Tenenbaum, director de Los Años Luz Discos. Quienes, con un enfoque más genérico y dogmático, que focalizado sobre esta nueva coyuntura que se da en materia cultural, no dejan de trasladar su preocupación sobre el futuro del negocio de la música alternativa y un lugar en la mesa de debate: “El galopante proceso de concentración que se manifiesta en el poder de las grandes compañías propietarias de los medios de comunicación hace preciso que las compañías fonográficas independientes nos hagamos escuchar y cobremos una nueva influencia en pos de defender la diversidad y calidad de los contenidos musicales que generamos”.
“Las compañías fonográficas independientes, – dicen Zapico y Tenenbaum – al igual que el resto de la Pymes, hemos creado más puestos de trabajo directos e indirectos que las grandes empresas. Sin nuestro aporte, gran parte del acervo musical del país se perdería y, aun así, gran parte se perderá. La tradición, la cultura y la diversidad, nuestro más valioso patrimonio, es lo que está en juego”.

El pasado reciente tuvo en el Estado (Nacional) una presencia muy fuerte en materia cultural, a través de líneas de programas de estímulo, desarrollo y apoyo en las diversas ramas que conforman la actividad. Muchos de esos planes, invisibles para la mayoría de la gente, hacían foco en el rescate de artistas, sectores o, incluso, regiones olvidadas por el mercado, o el propio Estado en los niveles municipal y provincial. Pero al mismo tiempo, como indicaban más arriba los productores independientes, hubo presupuestos excesivos o no siempre bien aplicados en acciones que respondían más a criterios de impacto directo en el público que a políticas de Estado.

Mientras tanto, el presente marca una tónica totalmente diferente. Lo cual será analizado en la tercera y última nota, la semana próxima.

(Por Astor Vitali) Este domingo a las 20 en el Teatro Municipal, la Banda de la Asociación Filarmónica de Bahía Blanca ofrecerá un concierto con variado repertorio. Lo recaudado será destinado a la cooperadora del Hospital Municipal Dr. Leónidas Lucero.

El concierto será dirigido por Patricio Pinto. “El laburo con la banda comenzó en abril de este año. Gustavo (Kamerbeek) se acerca a mí como trombonista, en primera instancia. Él sabía que yo tenía algo de experiencia acerca de la dirección de bandas en Chile. Entonces en un programa me invita a dirigir un par de obras. Por una baja que tuvimos en la cantidad de clarinetes Gustavo pasa a formar parte como clarinete concertino y yo paso a dirigir todo el repertorio”, contó a FM De la Calle.

Además, “la banda ha tenido un crecimiento este año que nos ha permitido enfrentar un repertorio un poco más exigente, reactualizar una serie de obras de años anteriores con un trabajo un poco más minucioso”.

Acerca del repertorio, Pinto aseguró que intentan “hacer algo muy variado cosa de mantener al público lo más entretenido posible. En este concierto en particular podrán escuchar cosas como tango, obras específicas para banda y obras de solista”.

Como solista participará la flautista y piccolista, Edelvais Montani. Comenzó sus estudios en el Conservatorio Provincial de Música de Bahía Blanca junto con las profesoras Eugenia Gallego y Paula Oyhamburo y los continuó en la Universidad Nacional de las Artes en la ciudad de Buenos Aires, bajo la guía de Laura Rus. Ha tomado clases con profesores como Jorge de la Vega, Raffaele Trevisani, Michel Bellavance, Horacio Parravicini. En 2016 ganó la Beca a la Formación del Fondo Nacional de las Artes, para perfeccionarse con el profesor Raúl Becerra en Capital Federal, con quien estudia desde el año 2014.

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La hojalata suena

Además será el primer concierto del flamante ensamble de percusión de la asociación, llamada Tambor de hojalata. Habrá una puesta en escena diferenciada para dicha formación y los invitados prometieron sorpresas para el público.

Su director, Matías Laborde, recordó que fue invitado por “Gustavo Kamerbeek a formar parte de la banda sinfónica y con Andrea Zapata pasamos a ser los preparadores de la fila de percusión. A mí me surge la inquietud de poder hacer cosas aparte con los chicos que estaban en la banda sinfónica. Les propuse a ver si querían tocar cosas aparte y la verdad que están estudiando un montón. Empezamos a armar un pequeño programa y a Gustavo le convenció la idea incluirlo en uno de los conciertos”.

La Asociación   

Diego Borgani, tesorero de la Asociación Filarmónica de Bahía Blanca, sostuvo que la entidad está conformada por “gente con un objetivo común que es enseñar. Enseñar a ser mejores personas, en este caso, a través de la música”. Según el clarinetista, la AFBB nace en 2009 de diferentes fuentes. Una rama que viene de lo que era la Asociación Amigos de la Orquesta (Sinfónica) y el proyecto de la Joven Orquesta del Club Argentino. Por otra parte, Gustavo Kamerbeek que ya venía con un proyecto de coro de clarinetes. Hoy es el único estable en el país.

Actualmente, la Banda Sinfónica y el Coro de Clarinetes funcionan de manera estable. Además, de manera bianual se organiza el Encuentro de Clarinetes al que asisten en calidad de oyentes y docentes músicos y músicas del país y el mundo.

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Programa completo:

Ensamble de percusion de la AFBB

Steve Reich: Music for pieces of wood (fragmentos)

Murray Houllif: Rock talk

Cecile Chaminade:

Concertino para flauta Op. 107 (arr. Clayton Wilson)

Jan Van Der Roost:

Tanczi; suite sobre tres danzas rusas

George Gershwin:

“The Symphonic Gershwin ” (arr. Warren Barker)

Vicente Greco: La viruta (arr. Lucas Gordillo)

Piotr Ilich Tchaicovsky: Vals de las flores

 

(Por Alfredo Grande) En el marco de la cultura represora, es fundamental plantear mal los problemas. O sea: si desordenamos, confundimos, “empiojamos”, reducimos, simplificamos, banalizamos y dogmatizamos el punto de partida, siempre las conclusiones serán parciales, convencionales y, casi siempre, reaccionarias.

A mi criterio, el punto de partida es el “derecho a la vida”. Es decir: yo tengo el derecho a defender mi vida frente a aquello que pretenda atacarla. Este es para mí el nivel fundante. Y justamente por ser fundante está atravesado por lo ideológico y lo político. Si yo tengo el derecho a defender mi vida, eso implica que nadie tiene el derecho de atacarla. Asesinar no es un derecho. Es el arrasamiento de mi derecho. No hay derechos incompatibles entre sí.

“En la cultura represora,
siempre es mejor el malo conocido
que el bueno por conocer.
Lo que está prohibido es conocer”
(Aforismo implicado A. G.)

Cuando son incompatibles, estamos en presencia de diferentes formas de abuso de poder. Entonces se observa el pasaje del derecho al privilegio. Asesinar es lo opuesto a matar. El mandamiento es no asesinarás. El “no matarás” es un mal punto de partido. Entre otras cosas, porque hace la violencia tabú. Una serie se llamaba: “mujeres asesinas”. Mujeres eran, pero no asesinas. La “ballena asesina” ni es ballena ni es asesina. La orca mata para vivir. No asesina porque odia a la población de focas. Matar en defensa de la propia vida amenazada es un derecho y un deber. Desde ya, para la cultura represora matar y asesinar es lo mismo. Simplemente porque la cultura represora tiene el monopolio de los asesinatos impunes.

En el lenguaje encubridor que utiliza: asesinar es “neutralizar al activo”. Pero matar es también destruir un vínculo que oprime, una cultura que nos arrasa o las ideas que nos destruyen. Es necesario insistir con que matar siempre es en defensa propia. Pero la “defensa propia” no es un absoluto. En realidad nada lo es, y bien podríamos decir que incluso lo absoluto es absolutamente no absoluto. La “defensa propia” no es solamente individual, aunque también.

El fusilamiento de Liniers fue en defensa propia de la revolución de mayo. Pero no es un absoluto que el fusilamiento era lo único que se podía hacer. El debate actual sobre la justicia por mano propia se hace sobre la convicción más profunda, casi diría el prejuicio más reaccionario, de que toda justicia tiene que ser por mano ajena. O sea: los directamente afectados tienen que someterse a su majestad el derecho, al feudalismo de los códigos de procedimiento y a los principados de los diferentes fueros. La mano ajena en el ámbito de la justicia asegura los diferentes mercados cautivos, que hasta hace poco incluía los divorcios de común acuerdo.

Se sigue apelando a la “justicia por mano ajena” cuando hay evidencia suficiente de que apenas es “injusticia por mano ajena”. Lo que muchos llaman impunidad. Y la impunidad no es solamente jurídica, sino también política y cultural. Ya no hay códigos y la pedagogía del gatillo fácil, hipócrita forma de designar a la pena de muerte, fue enseñada durante décadas por las llamadas “fuerzas de seguridad”. Los garantes de la más absoluta inseguridad, como queda evidenciada con la venta de las indulgencias por parte de las fuerzas policiales. Indulgencias o licencias para asesinar y robar. Indulgencias que algunos llaman zonas liberadas. Con un tarifario para nada vigilado pero rigurosamente actualizado.

Consumado el delito, desde la denuncia, todo el proceso está viciado por la más absoluta inoperancia y la más abyecta complicidad. Versión siniestra del “roba pero hace” a su actualización: “asesina y sigue haciendo” Se ha perdido la adecuación necesaria entre el acto delictivo y las herramientas necesarias para consumarlo. Dicho en otros términos: para robar se asesina, para secuestrar y pedir rescate se asesina a familiares.

Hiroshima y Nagasaki fueron bombardeadas siguiendo la misma lógica. El exceso, la desmesura, la falta de equivalencia entre los medios y los fines. Los pungas, los descuidistas, las mecheras, han sido reemplazados por organizaciones criminales que se han cartelizado. Desde que la industria de todo tipo de drogas llegó para quedarse, no hay lugar para los débiles. Nadie busca el consenso y las hegemonías y jerarquías se resuelven a balazos. No hay que esperar que las “maras” se multipliquen. Hay versiones locales igualmente letales. Si a la delincuencia versión siglo XXI que se sostiene y se ampara en algún poder del estado, le sumamos el aparato policial y judicial, es fácil entender que hoy todos somos, como en los tiempos de la dictadura asesina, un blanco móvil.

Obviamente, la derecha liberal y la derecha fascista usarán el argumento de la inseguridad para publicitar y plebiscitar prácticas de exterminio. El narco-terrorismo será una de las claves para justificar exterminios plenamente anunciados. Pienso que una de las claves del accionar de la cultura represora es preparar los peores efectos, para luego combatirlos sin interesarse en las causas.

Más de 14 millones de personas entre pobres e indigentes es un enorme caldo de cultivo y campo de cosecha de una marginalidad que sólo encuentra justicia en el azar y en el delito. La mitad de niñas y niños no son pobres. Han sido empobrecidos que es una forma de asesinato a mediano y largo plazo. De la misma forma que gobernar queda delegado, depositado y cristalizado en los representantes, la justicia queda monopolizada por los diferentes estamentos del poder judicial.

Por eso más que gobierno hoy se habla de gestión, y por eso la justicia es degollada con la guillotina de la impunidad. En “Búsqueda frenética” el personaje que hace el actor Liam Neeson brinda un buen aprendizaje de lo único que permite enfrentar a los secuestradores y torturadores de mujeres. En “Durmiendo con el enemigo” el personaje que hace la actriz Julia Roberts nos enseña del método para liberarse de un marido acosador y golpeador. Insisto: el derecho a defender la propia vida y, desde ya, la dignidad de la propia vida, es para mí fundante.

“Si es mejor un mal arreglo
que un buen juicio,
la justicia es un parche
y el derecho es un rito”
(Aforismo implicado A. G.)

El derecho a comer es sostenido por una de las formas de justicia por mano propia, que son los comedores populares.

El derecho a estudiar está sostenido en las clases más empobrecidas por los “bachi” populares.

Pero la cultura represora juzga a la justicia por mano propia desde su propia perspectiva de clase. Sabe que su lógica es robar y asesinar y temen, y con razón, que la tortilla se vuelva. Pienso que la justicia verdadera siempre es por mano propia. Una mano propia colectiva y revolucionaria. Lo demás son expedientes.

La delincuencia hizo un pacto con el Poder y pasó al lado siniestro del espejo. Para esterilizar a la justicia por mano propia se le endilga el san benito de la venganza.

Por eso conviene discriminar 4 registros que exigen un análisis concreto: 1) In Justicia por mano ajena (impunidad). 2) Injusticia por mano propia (exceso en legítima defensa, caso ingeniero Santos) 3) Justicia por mano propia (colectiva, cuando la propia vida está amenazada) 4) Venganza (individual y/o grupal y sostenida por los directamente afectados).

Será desarrollado en futuros trabajos. Pero conviene recordar esta advertencia: (Mateo 26:52) Jesús le dijo: “Guarda tu espada, porque el que a hierro mata a hierro muere”.

(Por Luis Ponte) Con el título ¿Hacia dónde va la cultura?, el docente e investigador argentino Guillermo Mastrini (*) publicó esta semana en el portal periodístico LetraP un artículo donde expresa su mirada sobre el proyecto de ley de mecenazgo cultural que el gobierno nacional acaba de presentar en el Congreso.

El objetivo de esta ley es que las empresas financien proyectos culturales a cambio de reducciones impositivas”. Con lo cual,  dice Mastrini, “el Estado cede la iniciativa a la inversión privada para que ésta defina cuáles son los proyectos que merecen ser financiados.”

Remarca que “es éste el primer anuncio importante en el área de cultura, luego de 10 meses de gobierno” (de la Alianza formada por el PRO, la UCR y la Coalición Cívica). Y aquí, nos permitimos completar que las informaciones previas relacionadas con esta cartera tuvieron que ver con los despidos de cientos de trabajadores en ese Ministerio; los piedrazos sufridos por esos mismos trabajadores desde balcones del Barrio Recoleta, cuando marchaban en reclamo de sus fuentes de trabajo; el cargo de asesora de la novia del propio Ministro de Cultura Avelutto negado primero, pero confirmado finalmente por el periodista Alejandro Bercovich (C5N);  más despidos y el cierre del CCK por auditorías y supuestas fallas edilicias, mientras se lo recibía y homenajeaba allí a Obama con cortes y quebradas; las protestas aún desoídas de miles de alumnos y profesores de música en todo el país, por el cierre de las Orquestas infantojuveniles del Bicentenario, y más.

Este “detalle de malas noticias” viene a cuento no sólo por el hecho de ejercer el santo oficio de la memoria, sino también, para enmarcar que la presentación de este proyecto de ley, viene precedido de una serie de hechos y dichos para nada casuales ni ingenuos, que lo enmarcan en algo que varias columnas atrás describimos como un “clima de época”.

Como dice el autor con otras palabras “hay que reconocer que el proyecto de ley de mecenazgo resulta coherente con un gobierno que desde el Estado procura ceder la iniciativa al sector privado. Si la política energética ha quedado en manos de un ex CEO de una multinacional petrolera, no debería resultar extraño que la política cultural esté a cargo de un ex directivo de Penguin Random House, la mayor editorial del mundo.”

Cuando el Ministro de Cultura remarca que – transcribe Mastrini – “su colega Prat Gay entendió el sentido estratégico que tiene este proyecto porque el dinero no pasa por el Estado, la empresa lo deposita en la cuenta del artista”, nos queda poco margen de dudas acerca del encuadre y los objetivos a los que apunta la ley de mecenazgo cultural “marca Cambiemos”.

Pero a esta altura, hay que hacer foco también en las opiniones de aquellos que sentados en los confortables sillones del sentido común, aprueban que la empresa privada sume su aporte económico a la actividad cultural que el Estado debe gestionar y financiar.

Prácticas que, instaladas en el tiempo, se naturalizan e invisibilizan las verdaderas causas del uso de las mismas (falta de presupuesto, o de imaginación y/o de voluntad y/o de inoperancia del funcionario de turno; intereses creados, convalidaciones varias, o todo eso a la vez), ni mucho menos, en las consecuencias negativas que acarrean para una – de haberla, claro – política de Estado en Cultura.

Por eso nos preguntamos con el autor “para qué sirve una política cultural y cuál debe ser su orientación. Una parte de la cultura ya forma parte de una estructura mercantil en la que los capitales son invertidos, con dispar suerte cabe aclarar, para obtener una ganancia. Está directamente vinculada con la televisión, las cadenas radiales, la industria musical internacional, las grandes producciones hollywoodenses y el mercado del libro. Pero la industria cultural absorbe sólo una pequeña parte de la producción cultural. En paralelo, museos, bellas artes, pequeñas producciones editoriales, musicales y cinematográficas requieren de ayudas económicas para poder subsistir. La acción del Estado resulta decisiva para promover una oferta cultural diversa, federal, y más aún para estimular el acceso a los bienes simbólicos. Supone expandir los límites del mercado, tomar riesgos, promover vanguardias y valores culturales populares de reducida escala mercantil.”

Obviamente las empresas quieren el mayor rédito posible. Está en su ADN. Por lo tanto, respaldarán las propuestas culturales consolidadas, y/o aquellas que les sirve para mejorar su imagen. Lo cual, dice el autor, “va de la mano de varias amenazas contra la política cultural.  Como el desfinanciamiento público”.

También advierte al estudiar las limitaciones de estas políticas de mecenazgo qué sucede cuando se aplican en sociedades con una estructura social fragmentada y desigual como las nuestras.

Y pone, para ello, el ejemplo concreto del Brasil de Collor de Melo de los años ‘90s. Donde, una vez implementada la ley de mecenazgo, el financiamiento mostró un aumento de la inversión y las fuentes de trabajo al costo de concentraciones marcadas sobre tres tipos de beneficiarios:  a) ramas culturales específicas como el cine, el teatro y el ballet; b) sectores culturales con estrecha llegada a los círculos empresariales y c) una alta concentración de la producción cultural en los grandes centros urbanos de San Pablo y Río de Janeiro, en desmedro de zonas más desfavorecidas.

Con un Estado ausente y en retirada en casi todas las áreas, incluida la Cultura, cercenado por decisiones políticas que más tienen que ver con una larga, paciente  y nutrida construcción de lugares comunes a través del juego de intercambios entre medios masivos y hegemónicos  y  sus públicos consumidores, queda un terreno fértil para la restauración (elección de término no casual) de que lo privado motoriza todo.

Poco margen queda entre lo que define el mercado a través de las Industrias Culturales y lo que le resta un Estado que cede gran parte de sus iniciativas al sector privado, para todos aquellos sectores con una producción simbólica difícil de guiarse exclusivamente por la lógica de la ganancia”.

 Tema de nuestra segunda nota, la semana próxima.

 

 

(Por Helen Turpaud Barnes) Hace poco ocupó mucho espacio mediático la charla sobre derechos sexuales y aborto en el Colegio Carlos Pellegrini de Capital (la charla incluyó la mención de pastillas abortivas). Presurosa, la buena conciencia adulta condenó la charla invocando la “protección” de tan jóvenes mentes que no tendrían la madurez para estar ante información tan “delicada” que además –opinaban- debería haber sido provista por personal médico (siempre que este estuviera contra la legalización del aborto, porque los y las médicas que abogan por ella no suelen desalentar que se informe sobre el tema desde espacios no médicos). Curiosamente, las múltiples charlas escolares que desinforman pavorosamente sobre el aborto no son denunciadas y mucho menos con los mismos argumentos.

Estas actitudes representan la verdadera desprotección del sector que dicen estar protegiendo tan gallardamente. El paternalismo adulto con respecto a las adolescencias remeda el paternalismo machista respecto de las mujeres: dicen “cuidar” a través de la obstaculización del ejercicio de derechos fundamentales.

El embarazo adolescente es una realidad. Los métodos anticonceptivos pueden fallar y hay miles de factores que llevan a embarazos no deseados. No se trata de hordas de jovencitas inconscientes “embarazándoSE” del Espíritu Santo por ahí. Ante esto, el aborto pocas veces es visto como una opción y se escuchan opiniones de una inusitada crueldad: “si se abrió de piernas que se joda”, “si no se cuidó que se haga cargo”, “ok, la violaron pero el bebé tiene derecho a nacer”, etc. ¿Qué implica decirle a una adolescente que es demasiado chica para recibir cierta información pero a la vez que si queda embarazada “debe hacerse cargo”? Hay un perverso desbalance en creer que una preadolescente es muy “inmadura” para recibir ESI pero no para gestar, parir, reconocer, criar, alimentar, abrigar, educar, proteger, contener, mantener y tutelar a un hijo/a durante los próximos veinte o veinticinco años de su vida. Para la mente machista esto no comporta ninguna contradicción: informarse y decidir requiere de racionalidad e inteligencia, rasgos ausentes en las mujeres ya que estas serían más bien “sensibles” e “intuitivas”; en cambio, la maternidad sagrada en la que se piensa sería algo “natural” que no requiere ni pensar, ni decidir ni saber nada.

El “si se abrió de piernas que lo tenga” muestra un claro y vengativo deseo de CASTIGO: si se “equivocó” debe “pagar”, “aguantársela”. En sintonía con siglos de condena religiosa de lo sexual, tener relaciones sigue siendo visto como un acto inmoral que debe acarrear un peso para quien las tiene (sobre todo si es mujer). En caso de un embarazo, la adolescente o mujer ha de hacerse cargo de la situación por unas dos décadas de ahí en más. Tener relaciones sexuales no es un delito, claro, y sin embargo el tiempo por el cual una mujer debe hacerse cargo de un embarazo indeseado supera con creces a casi todos los “castigos” por lo que pueda cometer una persona adulta y penalmente imputable. Si alguien mata a tiros a tres personas probablemente reciba menos años de cárcel que el tiempo que se espera que una mujer se haga cargo de un hijo/a que la sociedad y el Estado la obligaron a tener como “castigo” a su inmoralidad, su “falta de responsabilidad” o la mera fatalidad de un método anticonceptivo que ha fallado.

Con otros “errores” adolescentes afortunadamente somos más flexibles. A nadie se le ocurriría que si un pibe o piba no estudia para un examen se le debe negar la educación en los próximos veinte años. Incluso si un/a preadolescente comete un delito grave no deberá “pagar” por esto durante tanto tiempo como se espera que “pague” una preadolescente que tiene sexo inseguro, sea por olvido, falta de información o coacción de un varón (a quien rarísimas veces se condenará). Cualquier error, “calentura” o el más mínimo desliz de “la costurerita que dio el mal paso” le implica a una adolescente o mujer “pagar” por más tiempo que ninguna otra cosa en el mundo: el patriarcado no da puntada sin hilo. Si en una escuela o ante un accidente lo más sensato nos parece dar segundas oportunidades, acompañar y no condenar, ¿por qué el único error que no admite la más mínima consideración es el embarazo no deseado? El “no cuidarse” al tener relaciones sexuales es visto como el “error” más imperdonable e irreparable del universo. Las chicas deben ser perfectas o no ser. Y con “no ser” entendemos que deben reducir su vida al servicio de alguien que no desean o ser vistas como salvajes asesinas. Mientras se siga esgrimiendo esta retórica bíblica del embarazo y parto como “castigos” seguiremos preguntando por qué jamás impondríamos “castigos” tan severos para casi ninguna otra cosa, a lo sumo con excepción de la tortura, un asesinato múltiple o un secuestro extorsivo.

Lo que se pretende castigar en una mujer no es el aborto, puesto que el embarazo indeseado YA es visto como castigo por los dedos acusadores. Evitar eso por medio del aborto es volverse prófugas de la “ley natural”. El “crimen” no es abortar, sino sustraernos a la lógica patriarcal de vernos como meras reproductoras. Nada enoja tanto al machismo como ser burlado por las mujeres.

Quienes se quejan de que las/los abortistas restan humanidad a los embriones también los deshumanizan transformándolos en vehículos de una disciplina sexual impuesta a las mujeres. Si muchas personas creen que una adolescente no es capaz de recibir y procesar determinada información, tampoco deberían creerla capaz de criar un hijo/a. Pero aquí de repente las adolescentes son las Chicas Súperpoderosas. El embarazado adolescente sería un “error” pero se espera que las adolescentes sean perfectas y no queden embarazadas. O si lo quedan, deben ser perfectas de ahí en más y criar perfectamente a los hijos e hijas producto de embarazos no deseados. Una sociedad que sacraliza la maternidad hace de ella una manifestación de perfección cuyo incumplimiento constituye un pecado imperdonable. Pero nada es perfecto. Reconocer el aborto como una posibilidad y un derecho es un acto de profunda humanidad.

La obligación de ejercer la maternidad a toda costa, contra el propio deseo y las propias posibilidades, es el verdadero acto de irresponsabilidad. Irresponsabilidad no de la adolescente o mujer, sino del Estado y la parte de la sociedad que la “condenan” y le niegan el pleno ejercicio de sus derechos.