El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Bahía Blanca dio a conocer esta semana los fundamentos de la sentencia del Juicio Ejército III en la cual 21 genocidas fueron condenados a penas de prisión perpetua, otros nueve recibieron castigos de entre tres y catorce años y uno fue absuelto.

2024 páginas tiene la argumentación del fallo de los jueces José Mario Triputti, Jorge Ferro y Martín Bava en el expediente caratulado “FBB 93000001/2012/TO1 caratulada ‘González Chipont Julio Guillermo y otros s/ Privación ilegal de libertad (Art.144 bis inc.1) (Lesa Humanidad)’ Querellante: Secretaria de Derechos Humanos Ministerio de Justicia, seguridad y derechos humanos de la Nación y otros”.

La causa incluía hechos en perjuicio de 105 víctimas calificados todos como delitos de lesa humanidad cometidos en jurrisdicción del V Cuerpo de Ejército desde donde se comandaba la Zona de Defensa Cinco, dividida entre las Suzonas 51 (Bahía Blanca) y 52 (Neuquén).

La sentencia involucró a oficiales y suboficiales del Ejército Argentino, Policía Federal, Servicio Penitenciario Bonaerense y Policía de la Provincia de Río Negro. Por otra parte se abordó la metodología represiva aplicada en los centros clandestinos de detención, torturas y exterminio “La Escuelita”, Batallón de Comunicaciones 181, Unidad Penitenciaria N° 4, Delegación de Viedma de la Policía Federal, Unidad Penitenciaria N° 9 y “La Escuelita” de Neuquén.

Las condenasa prisión perpetua correspondieron a Juan Manuel Bayón, Osvaldo Bernardino Páez, Walter Bartolomé Tejada, Osvaldo Lucio Sierra, Guillermo Julio González Chipont, Jorge Horacio Granada, Norberto Eduardo Condal, Carlos Alberto Taffarel, Víctor Raúl Aguirre, Enrique José Del Pino, Carlos Alberto Ferreyra, Pedro Ángel Cáceres, Jorge Enrique Mansueto Swendsen, Alejandro Lawless, Raúl Artemio Domínguez, Arsenio Lavayén, Andrés Desiderio González, Gabriel Cañicul, José María Martínez, Pedro José Noel y Jesús Salinas.

Además, se dispuso condenar a Jorge Horacio Rojas, Miguel Ángel Nilos y Miguel Ángel Chiesa a la pena de 9 años de prisión; Héctor Luis Selaya, a 6 años de prisión; a Andrés Reynaldo Miraglia, a 3 años de prisión; a Osvaldo Vicente Floridia, a 10 años de prisión; a Oscar Lorenzo Reinhold, a 14 años de prisión; a Osvaldo Antonio Laurella Crippa, a 9 años de prisión, y a Antonio Alberto Camarelli, a 3 años de prisión.

Alberto Magno Nieva fue absuelto por el principio de la duda razonable.

DESCARGAR FALLO

(Por Liga Argentina por los Derechos del Hombre) Desde su primer acto de disciplinamiento, el Protocolo de seguridad de febrero de 2016, el gobierno de Macri, con la anuencia de un amplio sector del Poder Legislativo y Judicial ha transitado un sendero de achicamiento de los espacios democráticos y liquidación de las garantías constitucionales transformando al Poder Judicial en un burdo instrumento de persecución política y disciplinamiento.

Con el encubrimiento de la desaparición forzada de Santiago Maldonado, que luego se comprobó que fue seguida de muerte por inmersión e hipotermia en el río Chubut, denunciamos una y otra vez que se estaba liquidando el Estado de Derecho manteniendo las apariencias pero disolviendo lo importante de dichas garantías que tienen que ver con el grado de libertad en que viven los argentinos.

Es imposible no vincular estos hechos con el avance de los EE.UU. sobre Jerusalem, la sanción de una ley de Excepción en México, el fraude electoral en Honduras y el incumplimiento de los Acuerdos de Paz en Colombia y de mejores relaciones EE.UU. Cuba a la que se la sigue bloqueando y saboteando.. Mucho más que diez operacones Condor.

El crimen de Nahuel, la persecución a los Mapuches y a Facundo Jones Huala, la decisión de la Corte Suprema de dar por validos los engendros jurídicos de Morales en Jujuy, los avances de las fuerzas estatales que portan armas sobre el conjunto de la vida social, la sumisión ciega a las políticas de EE.UU. de destruir cualquier espacio de autonomía a nivel mundial, son algunos de los pasos que nos traen a esta situación de intentar encarcelar a quienes defendieron un acuerdo entre naciones soberanas, que fue avalado por el Senado y que además, colmo jurídico, nunca se ejecutó y por lo tanto es nulo de toda nulidad.

Hoy Bonadio, como antes otros y muchos jueces de Comodoro Py han vuelto a la tradición genocida de los Jueces de la dictadura militar, aquellos que avalaban las desapariciones forzadas y los crímenes encubiertos como enfrentamientos. La restitución de la identidad de la nieta 126 debería servirles de advertencia que nada es para siempre y que la verdad triunfa al final de toda lucha histórica.

Convocamos a una respuesta unificad de todas y todos los que quieran vivir en una sociedad que tenga limites jurídicos y garantías de sus legítimos derechos.

Ahora es la hora.

En el marco de la avanzada del gobierno nacional contra la Ley de Salud Mental y Derechos Humanos dialogamos con el periodista y escritor Pablo Galfré, autor de La Comunidad (Editorial Sudestada), investigación sobre las clínicas San Camilo y San Antonio.

En estas comunidades es frecuente el uso de la violencia, el maltrato y en algunos casos la muerte: “En mí libro hay tres muertos que son Felipe, Saulo y Matías; y ahora se suma un cuarto muerto que es Franco Ruíz Díaz. Saulo y Felipe mueren en San Camilo, Matías muere en San Antonio. Ahora me enteré de un muerto, que no está en mi libro, que murió en 2013, también en San Antonio”, dijo Galfré a FM De la Calle.

“Felipe es el único que no tiene causa judicial. Las otras tres causas, de las cuatro, las tiene el mismo juez de Garantías, Ceballos, y ninguna de las causas avanza salvo la de Saulo, que es el motor del libro. Es increíble como un juez de Garantías tiene tres muertos en dos lugares y no hace nada al respecto. Los jueces de Garantías tienen las manos un poquito más atadas que un juez de la Justicia Federal”.

Respecto a las causas de las muertes ocurridas en las comunidades, Galfré aseguró que “Saulo se suicida dentro de una celda; Saulo estaba privado de su libertad dentro de la comunidad y dentro de una celda de esa comunidad. No dio para más después de un año y pico de internación, con diabetes tipo 1, a su vez que sufría de depresión, y resolvió terminar con su vida por sus propios medios, pero aclaremos que eso es un homicidio culposo, porque Saulo estaba privado de su libertad dentro de una celda de 16 metros cuadrados con un colchón tirado en el piso”.

“En el caso de Matías, murió de un paro cardiorrespiratorio traumático porque era alérgico a la penicilina. Él estuvo toda la noche asfixiándose y termino muriendo asfixiado por un síndrome asfíctico y un edema pulmonar, sin nadie que lo atienda al cuidado de niños de quince años, que eran los responsables de la guardia de esa noche. Y Franco Ruíz Díaz, es la causa que todavía no me he metido del todo, si bien la he leído, aparentemente se suicida en su habitación, pero en la autopsia se describe que no tenía ningún rastro de droga en sangre, ni legales ni ilegales. Cuando era una persona que tenía que estar medicada porque aparentemente padecía de esquizofrenia”.

El modus operandi que tienen estas comunidades terapéuticas para con sus internos implican hasta patotas para ir a buscarlos a partir del acuerdo con las familias: “Axel (otro de los internos), para darte ejemplos prácticos, estaba en su casa de San Isidro durmiendo; de repente tres patovas grandotes entran, patean la puerta, se lo llevan y le dicen: ‘vení que nos vamos’. Axel piensa que es un secuestro extorsivo, ve a su madre llorando le dicen: ‘ahí está tu vecino, saludalo’, lo agarran como si nada y lo suben a un auto”.

“Si una persona se fugaba la iban a buscar, si esa persona iba a la comisaría a pedir ayuda, la comisaría avisaba a la comunidad o si esa persona llamaba a sus familiares y les decía: ‘papá te espero en el peaje’, el papá avisaba a la comunidad y Martín Iribarne, el dueño de la comunidad, iba con un empleado de seguridad o con algún paciente de la comunidad que iba ascendiendo de fase, entonces la comunidad como que lo ponderaba de alguna manera y le decían: ‘bueno, ahora vos sos un operador terapéutico encargado de seguridad’, y lo llevaban como mano de obra barata a secuestrar a sus propios compañeros” aseguró.

Sobre el rol que cumplen las familias en este sistema, Galfré comentó que hay dos variables: “Está la variable del familiar que  no sabe absolutamente nada de nada y piensa que su hijo, por el mero hecho de fumar marihuana es adicto, entonces ponen en google ‘quiero internar a mi hijo’, y saltan estas páginas: San Camilo, San Antonio o Alejandro Merenzon. Y sino están los familiares de quienes, desde hace años desgraciadamente, tienen un consumo muy problemático (…) que pasaron por otros tratamientos ambulatorios y ninguno les funcionó, los familiares por la desesperación de ya haber internado a sus hijos en otras comunidades, y que se hallan escapado, terminan recalando en estas comunidades que funcionan de forma carcelaria”.

El rol del Estado

En relación las responsabilidades que el Estado tiene en estas comunidades, Galfré sostuvo que tiene que ver con “la ausencia total de políticas de drogas en este país desde siempre”. “Más allá de la implementación de la Ley de Salud Mental, que la aplaudimos, y ahora tenemos que salir a defenderla con mucha garra, creo que ya es absurdo que en nuestro país (…) rija el prohibicionismo por un lado y por otro, el abstencionismo. Y después sí, está obviamente, el no control de estas comunidades”.

“La Ley de Salud Mental yo la aplaudo, pero de 2010 a la fecha la verdad que el gobierno anterior, al que también por momentos aplaudí, a veces sentado y a veces de pie como digo en el libro, nunca se impulsó: las casas de medio camino, los tratamientos ambulatorios, los hospitales de día o las internaciones en los hospitales generales. Por eso, estas comunidades se hacen el caldo de cultivo y por eso el Estado no las controla, porque las necesita de alguna manera”.

Respecto de si estas comunidades recibían algún tipo de subsidio por parte del Estado, Galfré comentó que “San Camilo y San Antonio no. San Camilo hasta el año 2010, recibía subsidios y después no”.

“La Ley de Salud Mental de alguna manera le coartó los mecanismos. Lo que sí, la última vez que yo chequé, hace dos años, la SEDRONAR subvencionaba a 110 comunidades terapéuticas. Ya no importa tanto si son comunidades abiertas o cerradas, este sistema de comunidades terapéuticas en general no funciona”, finalizó.

(Por Mauro Llaneza)”El mapuche es un pueblo que sabe de 1700 y pico de comunidades del lado chileno, unas 70 en la provincia de Neuquén, unas 120 en la provincia de Rio Negro, unas 80 en la provincia de Chubut y a esa descripción hay que sumarle tres o cuatro organizaciones por ciudad en las más importantes, Neuquén, Fiske Menuco, Bariloche y demás. La RAM, si es que todavía existe, es una”, dijo el periodista Adrián Moyano a FM De la Calle.

El autor de “Crónicas de la resistencia mapuche” (2008), “Komütuam descolonizar la historia mapuche en Patagonia” (2013) e “Inakyal” (2017) destacó que “la comunidad agredida tiene una particularidad porque se entronca con la sabiduría más profunda del pueblo mapuche. Aquí se está formando una joven para que sea machi en algún momento determinado” y por recomendación de quienes la están formando “debería vivir en un lugar donde estén más a disposición los lawenes, los remedios de la cultura mapuche

“Estamos en la disputa de dos lógicas muy antagónicas. Para una lógica lo que prima es la propiedad, la seguridad jurídica -de ellos, obviamente- y no hay margen para  dialogar con una cultura donde las lógicas descansan sobre los mensajes de los newen, los pewma, los trances y los machi”, agregó.

-Circulan videos de una región completamente militarizada en el marco del clima represivo que ya lleva dos muertos en los últimos meses en el marco de la persecución al pueblo mapuche. ¿Cómo está la situación?

En primera instancia hay que discriminar la información. Aquí el viernes tiene lugar una reunión en el marco del G20 con funcionarios de segunda línea y el despliegue que están haciendo circular por videos tiene que ver con garantizar la seguridad de esa cumbre. Lamentablemente se superpone con este clima de militarización que bien apuntabas que se vive en la ciudad desde hace unos diez días aproximadamente cuando empezaron a verse despliegues de unidades que son de por aquí para, después supimos, propiciar el desalojo de la comunidad que intenta una recuperación en la zona de Villa Mascardi desde hace unos meses.

Pero como bien decías, la demanda o la situación de represión viene de más larga data. Una mirada de largo plazo arrojaría que esta situación tiene unos 130 o 135 años cuando se perpetró la Campaña al Desierto pero se agudizó cuando el actual gobierno llegó al poder, un gobierno que forma parte o es del sector que se benefició directamente de la Campaña al Desierto, no hace falta más que ver el apellido y el origen social de varios de sus ministros y que coincide además con esta búsqueda de lluvia de inversiones por parte de la administración actual, varias de ellas emparentadas con la profundización del modelo extractivista y varios de esos proyectos están en territorio mapuche.

Así que uno entiende que esta construcción del nuevo enemigo interno y de tender a naturalizar situaciones de represión como la que se vivió el último sábado se explica por este esquema, por esta ecuación económica del gobierno de Cambiemos.

-Hablanos de la historia de la lof Lafken Winkul Mapu y de  Parques Nacionales, más allá de la imagen que tenemos de un territorio supuestamente preservado…

Parque Nacionales históricamente sirvió para que el Estado triunfante después de la Campaña al Desierto estableciera sus marcas sobre el antiguo territorio mapuche, o sea, la gente en general, sobre todo la que viene como turista a Bariloche, a San Martín de los Andes, Neuquén, tiene una imagen bastante idílica de Parques Nacionales pero la historia de esta institución del Estado en relación al pueblo mapuche se asocia al despojo, al desalojo, inclusive a destrucción de viviendas.

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Recuerdo en 1995 cuando fue el conflicto de Pulmarí, en la zona de Parque Nacional Lanín, la gente me contaba cómo recordaba cuando era niña que guardaparques habían demolido sus casas a tiro de caballos. Esta imagen un tanto asociada al conservacionismo de esta institución del Estado hay que matizarla con lo que fue su práctica histórica. Esta relación quiso cambiar a partir del conflicto de Pulmarí cuando se establecieron las prácticas de comanejo que están vigentes, que implican que en Parques Nacionales donde hay comunidades indígenas hay comisiones de comanejo para que los propios mapuches, en este caso, y los demás técnicos de Parques Nacionales establecieran planes de manejo en las zonas a preservar.

Hubo un conflicto anterior en 2015 cuando varias personas mapuches de distinta procedencia intentaron recuperar un espacio territorial en el Parque Nacional Nahuel Huapi, en el lugar que se llama Ñirihuau Arriba, y ahí la reacción del Estado fue bien distinta a la actual, si bien hubo denuncias en juzgados federales hubo instancias de conversación, de diálogo con otros poderes del Estado y, más allá de situaciones que competen a la interna del pueblo mapuche, es el espacio que hoy considera como suyo la comunidad Huenu Ñirihuau.

Aquí la reacción fue totalmente opuesta, la gente que está participando de la experiencia, la comunidad agredida, tiene una particularidad porque se entronca con la sabiduría más profunda del pueblo mapuche, aquí se está formando una joven para que sea machi en algún momento determinado, es un proceso que viene de varios años y esta joven vive en un barrio castigado de San Carlos de Bariloche y, por recomendación de sus orientadores, es decir, de sus machis que la están formando en este proceso, ella debería vivir en un lugar donde estén más a disposición los lawenes, los remedios de la cultura mapuche, y se eligió un predio que está muy cerca de Villa Mascardi que es aquí a 36 kilómetros del centro de la ciudad.

Esta comunidad estaba fundamentando su proceder en esta afirmación de la cultura mapuche pero evidentemente estamos como suelo decir, en la disputa de dos lógicas muy antagónicas, para una lógica lo que prima es la propiedad, la seguridad jurídica -de ellos, obviamente- y no hay margen para, en este contexto, dialogar con una cultura donde las lógicas descansan sobre los mensajes de los newen, los pewma, los trances y los machi. No hay margen para la comprensión, como quedó en la víspera documentado una vez más a partir de las declaraciones de la ministra de Seguridad.

-Hasta ahí no me hablaste ni de armas, ni de la RAM, ni de un Estado propio. ¿Hay algo de eso en los discursos de las comunidades con las que tenés contacto en la región? ¿Qué opinás de la RAM y qué relación tiene con esta comunidad?

El Estado como forma de organización de lo público, es decir, como institución vertical que monopoliza la coerción y se establece a través de jerarquías es una lógica ajena a la del pueblo mapuche. El pueblo mapuche nunca, si bien desde 1550 en adelante tuvo que lidiar con las formas estatales que trajeron los españoles primero y desde fines del siglo XIX con la usurpación estatal chilena y argentina, el pueblo mapuche nunca aspiró a construir un Estado porque es ajeno a su idiosincrasia.

La manera mapuche de ejercer la política tiene que ver con la horizontalidad y la circularidad y con la ausencia de centralización política. Lo que, dicho sea de paso en opinión de quien te habla, favoreció una resistencia de 360 años aproximadamente desde la llegada del español hasta la Campaña del Desierto y la Pacificación de la Araucanía.

Así que construir un Estado a la manera del Estado moderno, con fronteras, límites y organización burocrática y justamente el ejercicio vertical del poder es ajeno al pueblo mapuche. Ninguna organización mapuche activa reivindica formaciones estatales para garantizar o para arribar a la libre determinación.

Cuando me preguntan sobre la existencia de la RAM yo respondo más o menos de esta manera: el mapuche es un pueblo que sabe de 1700 y pico de comunidades del lado chileno, unas 70 en la provincia de Neuquén, unas 120 en la provincia de Rio Negro, unas 80 en la provincia de Chubut y a esa descripción hay que sumarle tres o cuatro organizaciones por ciudad en las más importantes, Neuquén, Fiske Menuco, Bariloche y demás. La RAM, si es que todavía existe, es una. Una experiencia de unos peñi y lamngen que evidentemente eligieron en su momento radicalizar su protesta pero inclusive los sectores mapuches de más trayectoria o de más representatividad han tomado distancia de la RAM, hace unos dos meses aproximadamente o más, con un comunicado que hicieron público y trascendió mediáticamente.

La descripción que ganó los grandes medios de comunicación en los últimos días sobre un grupo casi guerrillero bajando de la sierra aquí en Villa Mascardi es absolutamente una creación de vaya a saber quién, en este caso parecería ser de Prefectura con el aval del Ministerio de Seguridad. No tiene ningún correlato con la realidad, bueno, invito a la gente a que vea los diarios de la zona para que entiendan a quién mató esta bala de la Prefectura, esta bala del Estado represor y entenderá que muy lejos está de la realidad esta instalación de una amenaza a la seguridad nacional aquí en los lagos de la cordillera.

-Ayer Radio Mitre decía impunemente que la RAM es similar al ISIS…

En todos estos meses, ante inquietudes de compañeros y compañeras como en este caso, yo digo que no es nueva esta demonización del pueblo mapuche, en su momento se lo asoció a las FARC, a ETA, o sea, a la organización guerrillera que estuviera más o menos de moda en el sentido de atemorizar a la clase media argentina. No tiene ningún punto de contacto con la realidad y hablando y pasando en limpio aquí tenemos desde agosto de 2017 hasta la actualidad, un compañero muerto y un peñito muerto y los responsables son las fuerzas de seguridad del Estado. Si me preguntas a mí, son las auténticas amenazas a la seguridad de la gente en estos espacios territoriales.

-¿Qué reconstrucción hiciste de lo sucedido este fin de semana con la muerte de Nahuel y cómo está ahora la comunidad y los heridos?

La reconstrucción que yo puedo confiar no es muy distinta de la que circula en los medios de comunicación. Yo sugiero que la gente que quiera informarse que lea En Estos Días, un portal de aquí de Bariloche o mismo El Cordillerano, a pesar de que es un medio comercial.

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Fue asesinado por la espalda este peñi en el marco del operativo que decidió el juez federal. Yo estaba en Buenos Aires cuando sucedió el episodio participando de la jornada sobre Genocidio y Política Indígena que organizó la Red y retorné el domingo por la tarde. Los compañeros y compañeras que estuvieron acompañando y cerca del proceso me cuentan que el sábado hubo mucho nerviosismo, en aquel momento el objetivo era que las fuerzas de seguridad no bajaran ningún compañero o compañera más porque era muy fácil caer en las provocaciones. Felizmente se apaciguaron un poco los ánimos, ahora hay distintas instancias mapuches y no mapuches que están reclamando un espacio de diálogo y negociación con Parques Nacionales, con las distintas dependencias del Estado, el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas que es el gran ausente en todo este conflicto.

Desde Nación las órdenes son otras, a la luz del tenor de las declaraciones de la ministra en la víspera, parecen obviar que aquí hay gente que sufre, hay gente que llora, la insensibilidad no tiene límites porque esa conferencia de prensa tuvo lugar cuando estaba teniendo desarrollo el velatorio de Rafael, de manera que es una… estoy cerca del insulto pero es una insensibilidad a toda prueba la que está ejerciendo esta funcionaria y el gobierno al cual responde pero en definitiva por estos días se está tratando de establecer algún vínculo de diálogo más allá de que jurídicamente ya se está presentando la APDH para acceder a la causa.

-¿Y quedan dos detenidos?

Tengo entendido que hay dos peñis que están detenidos y hay peñis que están en la comunidad heridos, no quieren bajar porque hay una de ellas que es testigo presencial del asesinato de Rafael y comprensiblemente teme por su vida. Así que está tratando de establecer un marco de negociación para poder declarar, para poder brindar la información que requiera el Poder Judicial si efectivamente tiene la vocación política de investigar qué sucedió allí.

-Leía un testimonio este fin de semana que decía que en Bariloche había sectores que celebraban que se habían asesinado a un indio, ¿esto es así?

Hubo un comunicado formal de la Cámara de Comercio celebrando el desalojo o el intento de desalojo del jueves último, porque el desalojo no se perpetró del todo, pero fue datado con anterioridad a la muerte de Rafael. Lo que no quiere decir que efectivamente a nivel grupos de whatsapp o publicaciones en redes sociales haya celebraciones por este fallecimiento.

A uno le llama la atención que este gobierno que llegó al poder con el mensaje de concordia, de la alegría y del reencuentro entre los argentinos hace un rato largo que está profundizando el odio, la xenofobia, el racismo. Cuando un observa como es el proceder de las fuerzas de seguridad ante otro tipo de movilizaciones, inclusive en el conurbano bonaerense o mismo en la capital o provincias en los últimos tiempos no ha habido este despliegue. Uno tiene que recordar que hubo un operativo con 300 efectivos, policías, cortes de ruta por parte de las fuerzas de seguridad en cercanías de donde está teniendo lugar la recuperación de Pu Lof en Resistencia en Cushamen y donde los que participan de esa ocupación o recuperación son no más que 15 peñi y lamngen y el despliegue de las fuerzas de seguridad es muy desproporcionado.

Otro tanto sucedió aquí. Evidentemente está actuando el racismo como política por parte de este gobierno con la complicidad de las fuerzas de seguridad y también del Poder Judicial. De manera que uno puede decir que es el Estado en su conjunto el que está desnudando su raigambre colonialista, su raigambre racista y sin ningún disimulo, sin ninguna sutileza, así que para los oyentes y oyentas de la radio, tengan en cuenta que no hay que aceptar acríticamente lo que dicen los grandes medios de comunicación.

Aquí lo que se está apuntalando es una lluvia de inversiones que espera hace rato este gobierno, que implica una profundización del extractivismo y varios de esos emprendimientos tienen previsto desarrollarse -ya se están desarrollando- en espacio territorial mapuche. Lo que está sucediendo es una especie de puesta en escena para naturalizar escenarios de represión y disfrutar del consenso de algún sector de la ciudadanía argentina.

Fotos: En Estos Días y El Cordillerano.

El martes 1° de agosto de 2017 decenas de efectivos de la Gendarmería Nacional Argentina (GNA) entraron con violencia al territorio que la comunidad mapuche Pu Lof reclama como propio en Cushamen, Chubut. La GNA tenía orden de la justicia federal para despejar la ruta 40 pero, con el argumento de la “flagrancia” -promovido por el Poder Ejecutivo Nacional- ingresó a la comunidad persiguiendo a los manifestantes. Santiago Maldonado era uno de ellos.

Cuando ese operativo ilegal y violento finalizó, faltaba “el Brujo”, como se conocía a Maldonado. La comunidad y la familia denunciaron su desaparición considerando la posibilidad de que hubiera sido detenido. Los organismos de derechos humanos nos enteramos de que una persona que había participado de una protesta estaba desaparecida luego de una represión. En ese momento inicial, el CELS activó dos vías de acción: visibilizar la denuncia e intentar que las dependencias oficiales buscaran a Maldonado ya que en casos como este sin presión social y sin insistencia sobre los funcionarios no hay una iniciativa estatal de búsqueda inmediata y sistemática.

En las primeras semanas, el Poder Ejecutivo Nacional respondió de tres formas. Primero, planteó hipótesis infundadas que buscaban instalar que Maldonado no estaba en el lugar, que estaba ausente por propia voluntad o que había fallecido antes de la represión. En segundo lugar, ocultó cómo había actuado la Gendarmería en el operativo. En tercer lugar, no se buscó a Maldonado de manera eficiente. Por su parte, el Poder Judicial, con una historia conflictiva con la comunidad Pu Lof, demoró en activar tanto la búsqueda como la investigación de las posibles responsabilidades de la GNA. Pasaron semanas hasta que pudo comenzar a acumular información sobre el operativo y tener una estrategia eficaz para rastrillar la zona.

Transcurría el tiempo y buscar a Maldonado no era la prioridad estatal. Diez días después, la pregunta “¿dónde está Santiago Maldonado?” ya había ocupado calles, plazas y plataformas digitales y los medios de comunicación del país y del mundo hasta convertirse en una cuestión central de la agenda política. La empatía de amplios sectores sociales con la familia Maldonado no alentó al Poder Ejecutivo a involucrarse en una solución del caso; más bien, pareciera haber ocurrido lo contrario: mientras el Estado no podía encontrar a Maldonado, la estrategia del gobierno fue intentar romper la extendida solidaridad con la demanda. Así, destinó profusos recursos a atacar a la familia, a la comunidad y a quienes los acompañaban.

Hasta ahora ningún gendarme fue ni siquiera sancionado por las ilegalidades del operativo, como ingresar sin orden judicial, arrojar piedras a los manifestantes o hacer una hoguera con las pertenencias de la comunidad.

El 17 de octubre Maldonado fue encontrado sin vida en el río Chubut, en el mismo lugar en el que en agosto los gendarmes afirmaron en el sumario administrativo haber llegado persiguiendo a los manifestantes.

La constatación de que un participante de una protesta social había fallecido durante una represión llevada adelante por fuerzas federales no modificó el enfoque del gobierno nacional. En los días posteriores a los primeros trascendidos de la autopsia, numerosos funcionarios se dedicaron a instalar una nueva conjetura: si Maldonado no fue secuestrado por la GNA, tal como había denunciado la Pu Lof, no existen responsabilidades estatales y, en cambio, lo que debe ser investigado son las denuncias de la comunidad y el rol de los organismos de derechos humanos.

La comunidad fue el primer actor en denunciar la desaparición y sus primeros relatos sobre el operativo fueron ratificados por los propios gendarmes. Con el hallazgo del cuerpo y el resultado de la autopsia, por ahora se puede saber que Maldonado intentó cruzar el río para escapar y permaneció en el agua fría lo que lo llevó a una muerte por hipotermia y asfixia por sumersión. La idea de que las discordancias con parte del relato de algunos miembros de la comunidad exime al Estado argentino de responsabilidad por los hechos que culminaron con la muerte de Santiago y por la deficiente búsqueda posterior no resiste un mínimo análisis.

Santiago Maldonado murió mientras participaba de una protesta. Pasaron 78 días hasta que fue encontrado. El Estado en lugar de mostrar su voluntad de proteger a la víctima y a su familia, los maltrató con recurrencia y en ocasiones con saña. Ninguno de esos tres hechos puede naturalizarse. Ninguno de esos hechos puede ser tratado como si fuera un accidente o un incidente más de la ineficacia estatal. A continuación sintetizamos las acciones principales que en virtud de esa agenda y de las estrategias propias del trabajo del CELS llevamos adelante desde el 1 de agosto de 2017 hasta la fecha.

La pregunta ¿qué pasó con Santiago Maldonado? aún no fue esclarecida.

1. ¿Qué acciones judiciales impulsó el CELS?

A partir de la desaparición de Santiago Maldonado, en el Juzgado Federal de Esquel, a cargo de Guido Otranto, se iniciaron dos expedientes: un habeas corpus que tenía como fin encontrarlo y una causa para investigar las posibles responsabilidades penales en la desaparición, que fue caratulada como “N.N. s/desaparición forzada de persona”.

Habeas corpus- medidas de búsqueda

Los primeros habeas corpus fueron presentados por el Defensor Oficial Federal Fernando Machado y la Comisión Provincial por la Memoria el 2 de agosto. El 3 de agosto la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos presentó un tercero. El 3, el CELS sugirió en un escrito enviado al juez:

– la preservación de la zona del Pu Lof donde fue visto Maldonado por última vez
– el rastrillaje del Pu Lof
– el pedido a las morgues de información sobre el ingreso de cuerpos no identificados
– el allanamiento de los Escuadrones 35 y 36 de la Gendarmería
– la pericia de un cuello de polar de Santiago

El mismo día, el CELS aportó los datos de Ariel Garci, quien tenía información sobre una línea telefónica utilizada por Maldonado.

El 9 de agosto, el CELS se presentó como parte, debido a que ni el Poder Judicial ni el Ministerio de Seguridad activaban una búsqueda exhaustiva, reiteró las medidas ya sugeridas y pidió complementar con:

– el rastrillaje de las rutas 15 y 71
– la incorporación de una antropóloga forense para mejorar la estrategia de búsqueda
– la ampliación de las medidas respecto a la Gendarmería Nacional
– la convocatoria a la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (DATIP) de la Procuración General de la Nación.

El 17 de agosto el CELS propuso al juez Otranto que convocara al Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) para que asesorara en la búsqueda. El pedido fue aceptado pero la participación del EAAF no se materializó porque el juez no le hizo ningún requerimiento.

En las semanas siguientes el CELS:

– ofreció testigos que podían relatar los últimos meses de Maldonado en El Bolsón y contar cuándo lo habían visto por última vez ya que desde el Poder Ejecutivo se ponía en duda su presencia en el lugar en el momento de los hechos
– participó de declaraciones de Claudina y Ailinco Pilquiman, Andrea Millañanco y Soraya Guitart, integrantes de la comunidad
-participó de las declaraciones de 19 gendarmes
-participó de los rastrillajes de los Escuadrones 35 y 36 de la Gendarmería Nacional realizados el 10 de agosto de 2017.
-aportó un video del momento en el que la comunidad habla con el defensor Machado sobre el procedimiento realizado por la Gendarmería y afirman que no saben dónde está una de las personas que participaba del corte y que creían que había sido detenido.

Causa penal- Medidas de investigación

El 15 de agosto, a dos semanas de que no se supiera nada de Santiago, el CELS pidió ser querellante en la causa que investiga qué sucedió con Santiago y la comunidad en el contexto de la represión de la protesta y las responsabilidades penales por la desaparición de Maldonado y las irregularidades del operativo. Esta causa, delegado por el juez a la Fiscalía Federal de Esquel, a cargo de la Fiscal Subrogante Silvina Ávila, tiene como propósito determinar la responsabilidad que le cabe a la Gendarmería Nacional por lo sucedido el 1 de agosto en Cushamen.

En el expediente caratulado como desaparición forzada, el CELS pidió algunas medidas de pruebas ya solicitadas en el habeas corpus que no habían sido realizadas. A ellas se le sumaron el registro de comunicaciones de todos los efectivos involucrados en el operativo y la  ampliación de búsqueda de ingreso de un cuerpo sin identificar en las morgues de Chubut, Río Negro, Neuquén y Santa Cruz. Luego de varias semanas, se allanaron los escuadrones de Gendarmería donde se secuestró información relevante de los discos rígidos, computadores y se secuestraron los teléfonos.

Como detectó que faltaban al menos 78 fotografías y numerosos videos, que habían sido tomados durante el operativo, algunos de los cuales se habían distribuido a los medios de comunicación pero no aportado a las causas judiciales, el CELS solicitó el 6 de septiembre que se requiriera la urgente incorporación de estas imágenes a la investigación, lo cual fue aceptado por la fiscalía. El 26 de septiembre se recibieron las fotos recuperadas, aunque quedaron sin poder rescatarse 10 fotos y por lo menos 30 videos.

Al analizar las fotos recuperadas, se constató que muchos gendarmes habían llegado a la vera del río Chubut, que portaban escopetas y bastones, que cuatro camionetas y un camión habían ingresado a la comunidad. Estas evidencias contradijeron las declaraciones de los gendarmes que en el habeas corpus habían ocultado el uso de bastones cerca del río y el incendio de las pertenencias de la comunidad, habían afirmado que habían ingresado sólo 2 camionetas, entre muchas omisiones y contradicciones en sus testimonios respecto a qué hicieron, con quienes estaban, y cuánto permanecieron en la orilla del río.

El 29 de agosto el Ministerio de Seguridad aportó al expediente extractos de los sumarios administrativos. Lo mismo hizo el 10 de septiembre. El 15 de septiembre pedimos que fueran aportados en forma completa, lo cual fue aceptado por la Fiscalía.

En el marco de este expediente, pero también con efectos en el Habeas Corpus, el 19 de septiembre el CELS recusó al juez federal Guido Otranto. Luego de brindar dos declaraciones periodísticas al diario La Nación, quedó evidenciado que estaba adelantando opinión y que había perdido imparcialidad como juez de la causa. El 22 de septiembre, la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia hizo lugar a la recusación, por lo cual ambos expedientes quedaron a cargo del Juez Federal Gustavo Lleral.

2 . ¿Cuáles fueron las irregularidades del operativo de Gendarmería Nacional del 1 de agosto de 2017?

A las diez y media de la mañana del 1 de agosto, el comandante de la Gendarmería Nacional Juan Pablo Escola dio inicio al desalojo del corte de la ruta 40 que los integrantes de la comunidad mapuche Pu Lof en Resistencia realizaban en protesta por la detención de Facundo Jones Huala. El juez federal de Esquel Guido Otranto había dictado la orden de liberar la ruta.

Los mapuches corrieron hacia el interior del territorio, con lo que la ruta quedó liberada. Entonces, los gendarmes decidieron ingresar, sin estar autorizados judicialmente a hacerlo, con la justificación de perseguir una “flagrancia” para detener a los que cortaban y porque les estaban arrojando piedras. El uso de la figura de “flagrancia” para detener a los manifestantes fue indicado, y definido como una estrategia conjunta con las fuerzas de seguridad federales y locales, en los días previos por el jefe de gabinete del Ministerio de Seguridad, Pablo Noceti. Con esa excusa, cincuenta y dos efectivos entraron al territorio y permanecieron allí 5 horas. Algunos persiguieron a los mapuches y realizaron más de ochenta disparos con municiones antitumulto. Como puede verse en las imágenes producidas por los propios gendarmes, los agentes recolectaron piedras para arrojárselas a quienes huían. Unos quince efectivos llegaron hasta la orilla, varios de ellos portando escopetas.

Lo que sucedió en la orilla todavía no se ha dilucidado por completo pero se pudo establecer que varios gendarmes vieron a los mapuches cruzar el río, que al menos uno de los gendarmes reconoció haberles arrojado piedras y otro, haber disparado.

En las primeras semanas, decisivas para dilucidar el hecho, estas circunstancias fueron ocultadas por las autoridades.

Luego de la persecución, los gendarmes allanaron viviendas, secuestraron objetos de la comunidad; algunos fueron registrados en las actas, otros, quemados en una fogata. Dos mujeres y dos niños fueron retenidos durante cuatro horas. El allanamiento y el secuestro de elementos se hicieron sin orden judicial, pero luego fueron convalidados telefónicamente por el juzgado.

La Gendarmería se retiró del territorio a las 17 horas. Según consta en el sumario instruido por la Gendarmería, al mediodía el jefe de gabinete del Ministerio de Seguridad de la Nación, Pablo Noceti, se hizo presente en el lugar del operativo y “destacó la actividad llevada a cabo por la institución”. El sumario interno se cerró sin identificar las irregularidades, ni las faltas cometidas ni recomendar las sanciones que corresponden.

3. ¿Cómo actuó el Poder Judicial en la investigación?

El origen del operativo y la conflictividad entre la comunidad, las fuerzas de seguridad y la justicia federal demoraron la respuesta judicial a la denuncia de la desaparición. Las dificultades que tiene el Estado para investigar violaciones de derechos de las que puede ser responsable se agravaron en este caso, sucedido en un lugar aislado, en el contexto de una comunidad que tiene temor y es reticente a colaborar con el sistema judicial y de la desconfianza que desde el principio tuvieron el juez y la fiscal federales.

La intervención de la GNA comenzó por una orden judicial para despejar el corte de la ruta 40 y, luego, utilizó el supuesto de flagrancia para ingresar a la Pu Lof. Este operativo violento fue convalidado judicialmente con posterioridad. El 1 de agosto, el defensor oficial Fernando Machado registró el operativo y que una persona estaba desaparecida. Ninguna otra de las autoridades judiciales acudió a la comunidad ese día, aunque habían ordenado el desalojo. El 2 de agosto, el Machado y la Comisión Provincial por la Memoria presentaron dos habeas corpus. El 3 de agosto la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos presentó un tercero.

La primera reacción fue esquiva: el aparato judicial no le dio credibilidad a la denuncia ni intervino de inmediato para determinar si esa desaparición era, o no, una consecuencia de la represión. Por el contrario, se actuó con las hipótesis de que Maldonado no estaba en el corte o de que se había ido por voluntad propia. Como consecuencia, en los primeros días la búsqueda fue limitada y se demoraron medidas necesarias.

El 4 de agosto en la audiencia de habeas corpus la GNA negó haberlo detenido pero no dio, ni se le exigió, ninguna explicación. Recién el día 5, el juez decidió rastrillar dentro de la Pu Lof. Esta medida, por la hostilidad entre la comunidad y el juez federal Guido Otranto, se hizo mal y fue incompleta. Durante semanas, el juez no pudo resolver el conflicto con la comunidad de modo tal de destrabar la realización de medidas indispensables como el ingreso al territorio y la toma de testimonios.

En este contexto, las medidas de búsqueda fueron tardías y mal encaradas; mientras el Ministerio de Seguridad filtraba información destinada a instalar que Maldonado no había estado el 1 de agosto en el lugar de la represión.

El inicio de la investigación de la responsabilidad penal por la posible desaparición forzada también fue dificultoso: las primeras medidas sobre las camionetas de la GNA se realizaron con demoras y los gendarmes fueron avisados de que iban a ocurrir. Recién el 15 de agosto fueron allanados los escuadrones para secuestrar elementos relevantes.

Cuando el Ministerio de Seguridad comenzó a aportar de manera parcial información de las declaraciones de los gendarmes en la investigación administrativa, hubo un giro en las dos causas judiciales. En la medida en la que los testimonios confirmaban que, tal como lo habían denunciado integrantes de la Pu Lof, los gendarmes habían llegado a la orilla, era preciso investigar ese lapso de tiempo en el que efectivos y mapuches se encontraron en el río.

En el habeas corpus se hicieron rastrillajes que no dieron resultado; el realizado con violencia el 18 de septiembre en el lugar en el que apareció el cuerpo tuvo deficiencias técnicas.

Paralelamente, la fiscalía recaratuló la causa penal como “desaparición forzada” y fue acumulando información y prueba para determinar cómo fue el operativo y qué sucedió con Maldonado. La fiscalía contó con la colaboración de Procuvin en la elaboración de hipótesis y en la producción y control de las pruebas. Por su parte, la fiscalía federal no fue capaz de construir un vínculo con la familia Maldonado, lo que dificultó el acceso de los familiares a la investigación.

Tras el apartamiento del juez Otranto por el pedido de recusación, le sucedió el juez federal Gustavo Lleral, quien tuvo otra estrategia hacia la comunidad que hizo posible el ingreso al territorio el 17 de octubre, día en el que se encontró el cuerpo sin vida de Maldonado.

4. ¿Cómo fue la respuesta del Poder Ejecutivo?

Recién seis días después de la desaparición, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, protagonizó las primeras reacciones del gobierno que se orientaron en tres sentidos: defender a la Gendarmería antes de investigar; plantear hipótesis alternativas sin correlato con el expediente y desviar el foco de la atención hacia la comunidad mapuche.

El 4 de agosto el Ministerio de Seguridad de la Nación negó que GNA tuviera que ver con la desaparición de uno de los manifestantes. A tono con esta línea, en los primeros días, el Ministerio de Seguridad no se concentró en investigar y puso en marcha el sistema de búsqueda de personas como si Maldonado no hubiera estado en el lugar o se hubiera ido voluntariamente. Luego, no aportó en tiempo y forma la información con la que contaba. En un informe del 18 de agosto, haciendo propias las primeras afirmaciones de los gendarmes, aseveró que no había habido irregularidades en el operativo y que se había actuado en cumplimiento de la orden del juez. Ambas afirmaciones se demostraron falsas.

El 7 de agosto comenzaron las investigaciones internas. Un sumario iniciado por Gendarmería afirmó “la inexistencia de conductas sancionables disciplinariamente”. Por otro lado, Daniel Barberis, director de Violencia Institucional del Ministerio de Seguridad de la Nación realizó encuestas y entrevistas a gendarmes. En una charla previa a la realización de las entrevistas, Barberis le dijo a los gendarmes: “En este barco estamos juntos, ¿está claro?”. En el informe señaló que algunos efectivos habrían arrojado piedras contra los mapuches y justificó esa acción como una “conducta imitativa” que había respondido a las agresiones de los manifestantes y concluye sin solicitar una investigación disciplinaria. Hasta hoy, ningún gendarme fue sancionado por las irregularidades.

La información obtenida en estas actuaciones administrativas fue aportada al Poder Judicial por Gonzalo Cané, secretario de Cooperación con los poderes judiciales, ministerios públicos y legislaturas, en representación del Poder Ejecutivo, tarde, en fragmentos y por insistencia de las querellas, entre ellas el CELS.

Recién el 29 de agosto, el ministerio aportó al habeas corpus los cuestionarios realizados dos semanas antes. Se demoró hasta el 11 de septiembre para aportar la transcripción de las entrevistas. Nunca explicó por qué esperó todos esos días para incorporar estas actuaciones mientras insistía a través de los medios de comunicación con la hipótesis de que Maldonado había fallecido el 21 de agosto en un episodio de violencia contra un puestero. Tampoco explicó por qué el comandante segundo del Escuadrón 36 de Esquel, Juan Pablo Escola, negó que los gendarmes hubieran llegado a la orilla del río. Gendarmería Nacional y la ministra de Seguridad negaron que hubiera registros audiovisuales del operativo, lo que también se demostró falso.

En simultáneo con este retaceo de información, por intermedio de Cané y Barberis, el Ministerio de Seguridad de la Nación intervino de forma directa en el expediente del habeas corpus. Y realizó una vasta tarea de filtración de las medidas de investigación y sus resultados a los medios. Otros funcionarios de alto rango fueron parte de esta estrategia, entre ellos el secretario de Derechos Humanos de la Nación que en un fecha  tan tardía como el 30 de agosto declaró: “Nadie puede demostrar que Santiago Maldonado estuvo en la zona de conflicto”.

Durante el tiempo en que Santiago Maldonado estuvo desaparecido, el gobierno hizo reiteradas afirmaciones infundadas y ofensivas. Desde la Ministra a cargo de Gendarmería que afirmó ante el Senado de la Nación que no tiraría “gendarmes por la ventana” cuando se le demandaba que separara preventivamente a determinados agentes; hasta una de las máximas representantes políticas de la coalición de gobierno que a más de dos meses de su desaparición afirmó que había un “20% de posibilidades de que Santiago Maldonado esté en Chile” por propia voluntad y con motivaciones políticas.

5. ¿Por qué el CELS recurrió a las Naciones Unidas?

Para el 5 de agosto y a pesar de que ya se había presentado un habeas corpus, el accionar del Estado en materia de búsqueda y de investigación no era el que correspondía a una desaparición en el contexto de un operativo represivo.

Para que las estrategias de localización adquirieran otra fuerza, ese día el CELS solicitó una acción urgente al Comité contra las Desapariciones Forzadas de la ONU para que instara al Estado a tomar las medidas necesarias para encontrar a Maldonado. La gravedad de la situación era tal que el 7 agosto el Comité concedió la acción urgente y le pidió al Estado argentino que adoptara una estrategia integral y exhaustiva de búsqueda y asegurara la exclusión de la GNA de la investigación, entre otras medidas. El Comité también le pidió al Estado que adoptara medidas cautelares de protección de la vida e integridad de la familia Maldonado, de sus abogados y de la comunidad mapuche y garantizara que no fueran objeto de violencia ni hostigamiento. A partir de ese momento el Estado argentino hizo presentaciones al Comité en los cuales adoptó la misma estrategia que tuvo a nivel nacional.

El 18 de septiembre, el CELS, en una segunda presentación al Comité, reiteró la falta de una respuesta estatal adecuada y denunció que el Ministerio de Seguridad no colaboraba en la causa judicial aportando la información que tenía y, al mismo tiempo, llevaba adelante una campaña de desinformación. El CELS también señaló que el Estado tampoco había cumplido con la solicitud del Comité respecto a la familia, que, por el contrario, recibió numerosos ataques.

El 6 de octubre el Comité dictó otra resolución en la que llamó la atención sobre las demoras de las autoridades para investigar el rol de la Gendarmería en los hechos que culminaron con la desaparición de Maldonado y para aportar declaraciones, fotografías y videos al expediente. El Comité solicitó al Estado: informar de los motivos de estas dilaciones, investigar y sancionar intervenciones de las autoridades que hubieran podido entorpecer la efectividad de la búsqueda y de la averiguación de la verdad y asegurar la imparcialidad, independencia y autonomía de la investigación.

El 21 de octubre el CELS informó al Comité el hallazgo del cuerpo de Santiago Maldonado.

El caso fue presentado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por otras organizaciones, sin la participación del CELS.

6. ¿Qué establece la autopsia respecto de las circunstancias de la desaparición y la muerte de Santiago Maldonado?

La autopsia reveló que la muerte fue un proceso que se fue dando por la permanencia en el agua helada que llevó a que se le vayan adormeciendo los miembros y reduciendo la capacidad de moverse, que luego derivó en un desvanecimiento que terminó con la sumersión. En conclusión, se trató de una muerte violenta por asfixia por sumersión coadyuvada por hipotermia.

Si bien en la médula no se encontraron diatomeas, su presencia en las cavidades cardiacas -nueve distintas: seis en el ventrículo izquierdo, tres en el derecho, indica que se trató de una asfixia por sumersión. También son indicadores de la asfixia los cambios en el pulmón. Las transformaciones halladas en la piel son propios de la hipotermia.
La data de la muerte se estableció a través de tres métodos y dio un rango que no puede ser de menos de 53, 60 o 73 días, según cada método.

Por último, se concluyó que el cuerpo no tiene lesiones externas, por lo tanto no puede suponerse a priori que haya sufrido violencia física en otro lugar. Tampoco se encontraron evidencias de que el cuerpo haya estado en otro lugar que el del hallazgo.

7. ¿En qué consiste el conflicto que atraviesa el territorio donde tuvo lugar la protesta?

La comunidad Pu Lof en Resistencia ocupa desde 2015 un área en la localidad Cushamen que reivindica como ancestral, en disputa con la empresa trasnacional Benetton. Al mismo tiempo, el lonko de la comunidad Facundo Jones Huala está detenido desde el 26 de junio en una causa en la que se discute su extradición a Chile, situación que motiva protestas frecuentes.

El Poder Ejecutivo y el Poder Judicial de la provincia de Chubut fueron los primeros en identificar a la Pu Lof con el grupo Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) que utiliza la acción directa como forma de protesta y en referirse a ellos como “terroristas”, calificación que implica sostener que son una amenaza seria para el Estado argentino y para sus habitantes. Esta caracterización desproporcionada del conflicto busca justificar respuestas estatales represivas y acciones de inteligencia ilegal.

En 2016, el gobierno nacional promovió este enfoque que coloca el conflicto mapuche como una amenaza a la seguridad nacional. En mayo de ese año, Gendarmería Nacional (GN) y el Grupo Especial de Operaciones de Chubut allanaron el territorio de la Pu Lof con autos particulares sin identificación y efectivos encapuchados. En enero de 2017, se produjeron tres operativos violentos, uno de GN y dos de la policía provincial; tres personas fueron heridas de gravedad.

El 31 de julio de 2017, Pablo Noceti, jefe de gabinete del Ministerio de Seguridad, reunió en Bariloche a los ministros de seguridad de Chubut y Río Negro y a los jefes de las fuerzas provinciales y federales para “coordinar acciones de defensa” ante posibles “ataques” del RAM. Les ordenó utilizar los supuestos de flagrancia -es decir, intervenir sin orden judicial- para detener a integrantes de las comunidades mapuches. Un día antes del operativo que desembocó en la muerte de Santiago Maldonado, Noceti declaró a Radio Nacional Esquel que los mapuches querían “generar caos y desorden y temor en la población” y que tendrían relaciones con “extremistas kurdos”. Estas afirmaciones responden al enfoque del gobierno nacional que considera que el narcotráfico y el terrorismo son parte de lo que internacionalmente se considera el “paradigma de las nuevas amenazas”, sin explicar cuál es la actividad terrorista concreta.

En este contexto, se realizó el operativo del 1 de agosto. En las semanas siguientes, la desaparición de Maldonado no generó que el gobierno nacional buscara abrir un canal de dialogo  con la comunidad: hizo exactamente lo contrario.

Maldonado desapareció en un territorio ocupado por una comunidad con fuertes resistencias a relacionarse con instituciones estatales, debido a sus convicciones ideológicas y a los antecedentes de discriminación, arbitrariedad y violencia policial. Los primeros relatos de la comunidad que activaron el reclamo social extendido por la aparición de Maldonado fueron, semanas después, ratificados por los gendarmes en sus declaraciones y por las imágenes. Luego, la comunidad no aceptó el ingreso de las fuerzas de seguridad al territorio o lo limitó y fue reticente a testimoniar. Al asumir en la causa del habeas corpus, el juez federal Gustavo Lleral inició un proceso que culminó con el ingreso a la comunidad el 17 de octubre, día en el que Maldonado fue encontrado sin vida en el río Chubut.

8. ¿Por qué el CELS consideró que el hecho debía investigarse como una desaparición forzada?

Santiago Maldonado fue visto por última vez en el contexto de un operativo represivo e ilegal de la Gendarmería Nacional. Esta situación hacía necesario investigar qué participación tenía la Gendarmería en la desaparición de Maldonado a fin de encontrarlo y de establecer responsabilidades.

Investigar un episodio como una posible desaparición forzada no supone asegurar a priori que el hecho implicó la comisión de ese delito sino que en tanto hay indicios de responsabilidad estatal esa hipótesis debe ser confirmada o descartada. Ni el tipo penal “desaparición forzada” ni la figura del derecho internacional exigen que el hecho sea parte de un plan sistemático, tal como afirmó el Poder Ejecutivo. Por lo tanto, hablar de desaparición forzada no significa asimilar estos hechos con una política de desaparición de personas y menos aún con la última dictadura.

A medida que las semanas pasaban y Maldonado no era encontrado, los testimonios, el ocultamiento de información realizado por el Ministerio de Seguridad y las imágenes del operativo fueron indicios de que había una relación entre la ausencia de Maldonado y el operativo violento en la Pu Lof el 1 de agosto. Esas responsabilidades estatales aún están siendo investigadas.

9. ¿Qué características tiene la desaparición de personas en democracia y cuáles son las dificultades para investigarlas?

En democracia, las desapariciones ocurren por motivos diversos, algunas son voluntarias y otras no. Estas últimas implican una diversidad de responsabilidades estatales. Detrás de estos casos, hay explicaciones relacionadas con redes criminales, con violencias estructurales -como la de género- y con el funcionamiento violento de las fuerzas de seguridad, entre otras. La responsabilidad estatal es distinta y específica en cada una de estas situaciones.

En todas las desapariciones suele haber, además, una responsabilidad estatal por el déficit de las acciones de búsqueda. El Estado aún no sabe actuar de manera eficaz frente a la denuncia de una desaparición. Cuando las personas o sus familias pertenecen a los sectores de menores recursos económicos está situación se agrava porque se suelen agregar la discriminación y el mal trato.

En este contexto, para resolver una desaparición se deberían formular hipótesis basadas en lo que se sabe de la vida de la persona y de las circunstancias en la que desapareció, en cuándo, dónde y por quién fue vista por última vez; en qué contacto tuvo con instituciones de seguridad o con otros grupos con capacidad de ejercer violencia. Sin embargo, esto habitualmente no sucede.

Hay desapariciones que ocurren como consecuencia de la intervención de las fuerzas de seguridad, como hecho extremo de sus prácticas ilegales, violentas y de hostigamiento. En algunos casos, los policías ocultan el cuerpo para encubrir otros delitos.

También existen patrones en las investigaciones judiciales: en violaciones de los derechos humanos -no solamente desapariciones- con frecuencia el Poder Judicial toma la versión de los agentes de seguridad, la investigación y salvaguarda de evidencias se asigna a la misma fuerza denunciada y se despliegan estrategias de ocultamiento. El encubrimiento suele ser la reacción habitual frente a la denuncia de un hecho, se tenga o conocimiento de lo ocurrido. Esto habilita la introducción de hipótesis falsas y que aquellas que pueden orientar la investigación hacia el establecimiento de responsabilidades estatales sean descartadas u omitidas.

Simultáneamente, existen prácticas y omisiones estatales que hacen posible que una persona permanezca desaparecida. Entre ellas, la desidia estatal en el trato de ciertos cuerpos por parte de instituciones de salud, judiciales y de seguridad que ocasiona que una persona fallecida pueda permanecer sin ser identificada en una morgue o en un cementerio, mientras su familia la está buscando, en algunos casos durante años.

Como resultado de esta amalgama de patrones estructurales y deficiencias institucionales en los mecanismos de búsqueda e identificación, en una gran cantidad de casos existe responsabilidad estatal en la ocurrencia de una desaparición y/o en su prolongación a lo largo del tiempo aunque no se esté frente a un caso de desaparición forzada, cuando ocurre un secuestro o un ocultamiento deliberado de un cuerpo.

10. ¿Qué responsabilidades tiene el Estado en la desaparición y muerte de Santiago Maldonado?

Santiago Maldonado murió como consecuencia de la intervención violenta del Estado ante un conflicto con una organización social y política, que es considerado por el gobierno como un riesgo para la seguridad nacional al que hay que responder con dureza.

El uso de la fuerza policial en las manifestaciones públicas abarca el modo en el que se diseñan y llevan a cabo los operativos y la forma en que la autoridad política responde por las irregularidades. En este caso, el Estado no sólo omitió el deber de protección y cuidado, sino que introdujo riesgos para la integridad y la vida de los manifestantes y de la comunidad, entre otros derechos que fueron vulnerados por la intervención de la Gendarmería.

La intervención de las fuerzas de seguridad en manifestaciones está regulada por instancias internacionales, regionales, nacionales y por normas internas de las instituciones de seguridad. Estas obligaciones no ceden por el hecho de que algunos manifestantes arrojen piedras, sino que incluso estos actos deben responderse de acuerdo a principios de legalidad y proporcionalidad, de modo de que la respuesta no cause consecuencias más graves de las que busca inhibir. Para eso existen protocolos que establecen con precisión cómo debe escalarse el uso de la fuerza, quiénes pueden asumir cada decisión y con qué controles se deben llevar a cabo. La Gendarmería Nacional cuenta con normativas específicas para lo que denominan operativos “contradisturbios” que en esta intervención fueron ignoradas por completo. La actuación de la Gendarmería no se encuadró en ninguna normativa existente. Ante un operativo plagado de ilegalidades y contradicciones, la respuesta de la autoridad política responsable tampoco respondió a los principios de gobierno civil, control político y rendición de cuentas previstos. Por el contrario, afirmaciones como las de Bullrich y Barberis dejaron en claro que no habría sanciones por lo ocurrido durante la represión.

Por otra parte, este caso plantea viejas y nuevas preguntas sobre la capacidad del Estado para buscar personas, sobre todo cuando puede existir alguna responsabilidad estatal. Como desde la sociedad civil se demanda desde hace años, el Estado debería organizar los recursos del Poder Ejecutivo y del Ministerio Público Fiscal para encarar búsquedas e investigaciones que den respuestas mejores.

Finalmente, la capacidad del Estado de encarar investigaciones judiciales serias, imparciales y efectivas también está en juego, así como el modo en el que actores puntuales del Poder Judicial y del Poder Ejecutivo utilizan los medios de comunicación para influir sobre la investigación. En este caso en particular esta práctica recurrente ocasionó niveles altos de desinformación a la sociedad y dolor a la familia Maldonado.

La investigación debe continuar hasta determinar las circunstancias y responsabilidades por la muerte de Santiago Maldonado.

Foto: M.A.F.I.A.

Fuerzas federales dependientes del Ministerio de Seguridad de la Nación asesinaron ayer a Rafael Nahuel (22) e hirieron a otrxs integrantes de la comunidad mapuche Lof Lafken Winkul Mapu, quienes se encontraban en cerros cercanos al Lago Mascardi donde se refugiaron luego de la brutal represión del jueves.

Mujeres Originarias por el Buen Vivir y el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia convocaron este domingo a una marcha que partirá a las 18 desde Plaza Rivadavia.

“Según informan desde el Lof las tres personas volvían de la montaña luego de resguardarse por días y proteger su integridad física en la ‘mega cacería’ que desplegaron el jueves 23 los grupos especiales GEOP y ALBATROS de fuerzas federales con el apoyo aéreo de un helicóptero de gendarmería nacional”, dijo la abogada de APDH, Natalia Araya.

La noticia comenzó a viralizarse en el mismo momento en que en la localidad bonaerense de 25 de Mayo despedían los restos de Santiago Maldonado, muerto en el rio Chubut en el marco de la represión de Gendarmería a la Lof en Resistencia Cushamen el 1 de agosto.

“El primer medio local que informó sobre el asesinato titula ‘Tras el choque con fuerzas federales hay un muerto en Villa Mascardi’, como si se tratara de un nuevo ‘accidente’ o ‘fatalidad’. No ‘hay un muerto’: lo asesinó el aparato represivo del gobierno de Mauricio Macri”, aseguraron desde la Coordinadora contra la Represión Institucional.

El jueves los agentes de la Policía Federal y el grupo Albatros entraron golpeando las puertas de las casas levantadas por los Mapuche en la comunidad Winkul Mapu, en el lago Mascardi. En ese lugar, a 35 kilómetros de Bariloche, había mujeres y niños.

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Los agentes irrumpieron a las cinco de la madrugada y destruyeron viviendas. La decisión judicial justificó el desalojo en un intento de impedir que el sitio se convierta en otro Pu Lof de Resistencia de Cushamen, el lugar donde apareció muerto Santiago Maldonado. Durante el operativo detuvieron a varias mujeres y niños pequeños.

“Hubo gente celebrando en la ciudad que asesinaron a un indio”

Recién llego del Hospital de Bariloche. Desde las cinco de la tarde estamos acompañando a mujeres mapuche con sus chicxs y miembros de distintas comunidades que quieren saber quién de los suyos fue asesinado o herido en la represión – cacería en el Lago Mascardi. Hace cinco horas que nadie les informa nada.

Las mujeres corren atrás de las ambulancias que llegan a la guardia para saber si traen a sus heridos. Abogadas defensoras de derechos humanos interpusieron Habeas Corpus preventivo.

La Cámara de Comercio local celebró la represión. Hubo gente celebrando en la ciudad que asesinaron a un indio. Hay gente en la ciudad que “quiere bala”. Ví a mujeres mapuche llorando, angustiadas, sufriendo. Las ví cortando la calle y haciendo fuego en la puerta de Parques Nacionales. Las ví correr de la policía y bajar hacia Catedral.

Ví como dos hombres de casi dos metros fueron a pegar a mujeres mapuche y a sus hijos pequeños que habían interrumpido una misa para denunciar que estaban asesinando a su gente. Ví a dos jóvenes que fueron a impedir que eso ocurriera.

Una mujer le pegó a un niño mapuche en la catedral. Lo vi llorar y a su madre, preguntar quién lo había hecho, sin que nadie respondiera. Escuché a los fieles decir que si estaban matando mapuche “algo habrán hecho”. Cinco horas esperando que alguna autoridad local, provincial, nacional informara qué estaba pasando en el Lago Mascardi.

La ciudad se llenó de policías, la ruta camino a El Bolsón estuvo horas cortada, no dejaron pasar a organismos de DDHH que iban al lugar donde se estaba produciendo la represión – cacería. Hace un rato ordenaron allanamientos en el km 7, donde vive una mujer de la comunidad, sus lamienes pedían urgente abogados y abogadas que las acompañen.

Me vine a casa a escribir éstas líneas, algunas personas y organizaciones esperaban en el hospital novedades.

La espera y el silencio, una crueldad infinita.

Susana Yappert, comunicadora, integrante de la corriente La Colectiva.

Quién era Rafa, el joven mapuche de 22 años asesinado ayer

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Alejandro Palmas, del Colectivo Al margen, del que Nahuel participaba, lo recordó con emoción y tristeza, y contó que cuando supo que Rafael Nahuel se iba al campo a participar de la recuperación del territorio mapuche, lo vivió con alegría. Palmas afirma que la recuperación fue pacífica y que le resulta inverosímil la teoría del enfrentamiento que salieron a instalar ayer rápidamente Clarín y La Nación.
La abogada Sonia Ivanoff confirmó que hay dos detenidos e incomunicados que podrian ser testigos del asesinato de Nahuel. (Por La Retaguardia)

El chico era de Nahuel Hue, una de las barriadas populares de El Alto de Bariloche y fue asesinado ayer por las fuerzas federales, en la Lof Lafken Winkul Mapu.

A Alejandro Palmas se le quiebra la voz cuando habla de Rafael Nahuel: “era un pibe joven, andaba por los 22 años, participaba de un espacio que tenemos, una organización en un barrio muy humilde del Alto en Bariloche, que lleva adelante un emprendimiento de carpintería productiva para que los pibes le puedan encontrar una salida, estamos en el barrio, compartimos el almuerzo, hacemos talleres de música, telar mapuche, boxeo…
El Rafa era uno de ellos, habíamos ido a esquiar al Cerro Catedral, le fascinaba el esquí, esas cosas a nosotros nos hacían pensar porque si hubiera tenido oportunidades hubiera podido ser instructor pero eso no es una posibilidad para los pibes de los barrios. Era propositivo, siempre con una sonrisa, colaboraba con todo ahí, con el resto de los chicos… había hecho herrería, un pibe de barrio común, que andaba con otros amigos… Un pibe bien de barrio, de origen mapuche, que a diferencia de los otros pibes sentía orgullo de ser mapuche, no se avergonzaba de su apellido”.

En su página, Al margen publicó una nota en la que relatan que Rafael Nahuel “había aprendido a soldar y se manejaba con la carpintería. Las últimas semanas reparó el arco de futbol del Ruka Che donde todos los martes y viernes nos juntamos a fabricar el proyecto de vida que la ciudad les niega”.

Hace unos días, el mejor amigo de Rafa les anunció que se había ido con su tía a la recuperación mapuche de Mascardi. Palmas nos cuenta que lo vivieron con alegría, “sus familiares son autoridades del pueblo mapuche, él se estaba empezando a reconocer en cuál es la historia del pueblo mapuche, eso siempre iba a ser mejor que el destino que les dejá aca la ciudad a los pibes de los barrios. Era una alternativa para encontrar un proyecto de vida”.

“El tiroteo comenzó en la tarde de ayer con pedradas lanzadas por una decena de mapuches ocultos en lo alto de un cerro”, dice La Nación, y tanto ese diario como Clarín hablan de enfrentamiento. Consultado sobre este supuesto enfrentamiento, Alejandro afirma: “la gente es completamente pacífica, la recuperación fue pacífica, la idea de ellos era poder volver al estilo de vida tradicional del pueblo mapuche. Veo imposible que estuviesen armados y que hubieran osado enfrentarse con la cantidad de efectivos que había. Lo veo inverosímil, pienso que tiene que ver con la construcción de los medios hegemónicos para poder justificar este asesinato. Estamos convencidos que las fuerzas de seguridad tiraron plomo, que es lo que vienen denunciando las mujeres que fueron detenidas el día jueves. Ahora van a fabricar o plantar un arma para poder justificar. No creemos que la gente que está llevando a cabo la recuperación era gente violenta, nada que ver, era gente que quería volver a tener animales, a tener una huerta, volver a un estilo de vida más cerca del campo”.

Anoche, Alejandro estuvo como tantos otros, diferentes organismos de derechos humanos, gremiales, de pueblos originarios, en la puerta del hospital: “nos congregamos ahí especulando con que si había habido heridos iban a llevarlos al hospital público, en principio sin saber qué estaba pasando, para estar juntos, para ver qué estaba pasando en la ciudad. A la una y media de la mañana llegó una ambulancia con un cuerpo de la zona de Mascardi y se trataba de Rafael Nahuel. Para nosotros sigue siendo un enigma que pasó con los heridos”.

Por lo que pudo reconstruir La Retaguardia, los heridos continúan en el territorio.
En Bariloche hay muchísima presencia de fuerzas de seguridad, Palmas lo confirma: “ayer pasamos la ruta de Mascardi a Bariloche, en la zona de la recuperación mapuche había policía federal, prefectura, gendarmería, policía de la provincia, infantería, camiones, helicópteros, retenes cortando la ruta, pedían documentos, revisaban los coches; en Bariloche lo mismo, rodeando el hospital, antimotín, con escudos”.

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A pesar de que el juez Villanueva había negado anoche que hubiera detenidos, la abogada Sonia Ivanoff, que asiste al lonko Facundo Jones Huala, preso y con posibilidades de ser extraditado a Chile, informó que hay dos personas detenidas e incomunicadas a disposición ese Juez. Son Fausto Jones Huala y Lautaro Alejandro González. Ivanoff contó que el juez había negado que hubiera detenidos cuando recibió a abogados de Bariloche, y que ella misma constató con la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) las dos detenciones.

“Es muy importante saber sus nombres porque ellos podrían ser testigos de en qué circunstancias murió Rafael Nahuel. El gobierno desde el 30 de agosto del año pasado, ha largado un plan de entender que los mapuches al intentar imponer sus ideas por la fuerza son un peligro. Ayer, mientras se velaba a Santiago, mataron al lamien Rafael Nahuel. Pedimos por favor protección para otros que hayan visto en que circunstancias mataron a Rafael”.

Compartimos la nota de Santiago Rey, del portal En estos días, sobre Rafael Nahuel, quien ayer fue fusilado en Río Negro por fuerzas federales. “Hasta la comunidad Lafken Winkul Mapu había ido Rafael para acompañar a familiares y amigos. En una casilla de palos y nylon lo sorprendió el avance represivo de la Prefectura. Lo mataron de un tiro”.

Rafa, un pibe de barrio
Tenía 22 años. No era militante mapuche, pero estaba en Villa Mascardi para acompañar a algunos familiares en la comunidad desalojada. Participaba en actividades solidarias y comunitarias, y hacía changas para aportar a la casa. Otro joven, pobre, y del Alto, muerto violentamente en Bariloche.

A la una y media de la mañana del recién comenzado domingo, María Nahuel llegó a la humilde casa de la familia de Rafael, en el barrio Nahuel Hue. Llevaba la peor noticia: el joven asesinado por la Prefectura durante la represión en la comunidad en Villa Mascardi era Rafael Nahuel.

Los padres de Rafael y su hermano menor de sólo 12 años enmudecieron y se abrazaron. A las dos de la mañana los recibió el Juez Gustavo Villanueva, pero no los dejó ver el cuerpo.

Rafael no era militante mapuche. La rama paterna de su familia, sí. Su tía, María Nahuel fue una de las detenidas durante el desalojo del pasado jueves. Hasta la comunidad Lafken Winkul Mapu había ido Rafael para acompañar a familiares y amigos. En una casilla de palos y nylon lo sorprendió el avance represivo de la Prefectura. Lo mataron de un tiro.

Chulengos y parrillas
“Vivía en una casa y una familia muy vulnerada, muchos problemas”, coinciden en contextualizar todos los referentes de organizaciones que compartieron actividades y proyectos con Rafael Nahuel.

Flaco, hermano del medio, laburador, Rafael participaba del proyecto Semillero del Colectivo Al Margen, donde aprendía el oficio de carpintería, luego del almuerzo y el fulbito diario. Este año había comenzado a participar de esa actividad, y con la misma organización conoció el distante Cerro Catedral, bajo el programa Esquí Social.

“Hacía changas con todo lo que había aprendido”, cuenta a En estos días Alejandro Palmas, referente de Al Margen.

Fue Alejandro el que a las 22,30 horas del sábado llevó a su vivienda en el Alto de Bariloche a la familia de Rafael, luego de varias horas en la puerta del Hospital. Les compró unas empanadas y los acompañó hasta que a la 1,30 María Nahuel llegó con la noticia.

“Es un pibe re de barrio, changueaba como podía para ayudar a la familia”, recuerda Alejandro mezclando los tiempos presente y pasado. ¿Por qué estaba en la comunidad? “Iba a ir un rato al campo, le dijo a la familia, a acompañar a algunos familiares y amigos. No era militante mapuche, pero tenía clara la lucha territorial que se estaba dando. Cada tanto participaba de algunas ceremonias”, rememora Alejandro.

Hincha fanático de Boca, jugaba al fútbol en cuanto potrerito había en los barrios del Alto. Mientras caminaba por esas calles de tierra, levantaba todos los fierros que encontraba, para hacer algún chulengo o parrilla. “Era muy buen soldador”, explica Fernando Fernández Herrero, referente del San José Obrero, una fundación que trabaja en la integración de los chicos de la zona.

En 2011 Rafael se acercó a la experiencia popular denominada Alto Construcciones -que luego derivó en el San José Obrero-, un espacio para el aprendizaje de oficio, la contención y la búsqueda de una salida laboral para los jóvenes de los barrios más vulnerados de Bariloche. Con sólo 15 años, Rafael participaba de un grupo de la capilla del Nahuelo Hue, y desde allí llegó al proyecto Alto Construcciones. “Rápidamente aprendió el oficio de herrero, le ponía muchas ganas al taller”. Tantas que, sin llegar a ser un capacitador, se convirtió en un líder del grupo.

Fernández Herrero le dice Rafita. “Era muy flaquito Rafita”, dice. “Era el típico pibe de familia muy golpeada que anda por la calle solo y que se las arregla como puede. Muy buen pibe”, dice, y suma a Rafael a la larga lista de jóvenes, pobres y del Alto que murieron en los últimos años. En distintas circunstancias murieron, pero siempre son jóvenes, pobres y del Alto.

Rafa siempre andaba con Facundo, otro pibe de su edad, otra familia vulnerada, otra historia de pobreza en el Alto de Bariloche.

Facundo murió hace aproximadamente un año, luego de sufrir problema de adicciones y verse implicado en un hecho delictivo. Fue condenado siendo menor y devuelto a su familia. Allí murió.

Un año después a Rafael lo mató la Prefectura. Los pobres siguen poniendo los muertos de la grieta social.

Fuentes: Anred, La Retaguardia, www.enestosdias.com.ar

Claudia Ferrero, abogada del SITRAIC, analizó el avance de la causa que los tiene como particulares damnificados ante las amenazas de integrantes de la UOCRA, investigación que confluye con la iniciada de oficio por la Fiscalía cuando la gobernadora denunció el “accionar mafioso” del gremio sobre los empresarios.

Respecto a las denuncias, la abogada mencionó que se tramitan en la misma Fiscalía pero de forma separada, sin embargo, no impide que “los elementos probatorios que puedan haber en un expediente puedan ser utilizados en el otro”.

Sobre la denuncia realizada por integrantes de SITRAIC, aseguró que fue como “particular damnificado por una serie de amenazas y coacciones de personal identificado con el chaleco de la UOCRA cuando [SITRAIC] desempeña su actividad gremial: verificar que en las obras no  haya personal en negro, que estén las condiciones de trabajo fijadas por la ley”. Esto originó que “personas con el chaleco de la UOCRA los abordaran de forma bastante violenta” y los amenazaran.

La investigación sigue en proceso, se tomaron declaraciones pero la abogada espera que no terminen archivadas (como suele suceder) hasta que ocurra un hecho lamentable. “En Lomas de Zamora tenemos el caso de que SITRAIC había hecho veinte denuncias de este tipo, la justicia no había tomado ninguna medida hasta que terminó con un homicidio; ahora hay condenados pero, en 2014, por una acción en defensa de las ‘quintitas’ (‘esta quintita es mía’, una de las amenazas recibidas) mataron a un obrero, Darío Ávalos”.

Aunque las investigaciones se realicen por separado, Ferrero le manifestó al fiscal “que estas amenazas están plenamente ligadas a la otra investigación que él tiene, porque es el método de algunas personas vinculadas a la UOCRA, establecen un modus operandi en el cual la coacción es un método para asegurarse que las empresas estén adheridas a la UOCRA y no entre nadie más”.

En relación al empresariado manifestó que una parte “es totalmente copartícipe de este funcionamiento”, y que SITRAIC los ha convocado a “reuniones para animarlos a cortar con este círculo vicioso”, sin éxito. Por otro lado, “hay empresas que quieren terminar con esto y son –creo– las que se han animado a dar un paso y denunciar”. También lamentó que la Cámara de la Construcción no se haya acercado a denunciar este tipo de situaciones.

“La Cámara de la Construcción no ha aceptado ni hablar del tema”, dijo y opinó que “la intervención de un sindicato no es el camino, el camino es la organización de un sindicato de forma democrática, respetando la democracia sindical, la libertad de los afiliados como está tratando de construir el SITRAIC”.

En referencia a los casos en diferentes seccionales (Bahía Blanca, La Plata) de la UOCRA, se le consultó cómo ve la situación del secretario general del gremio, Gerardo Martínez: “Esta metodología, que estuvo instalada por años, es imposible que no tuviera un aval de arriba hacia abajo. En Lomas de Zamora por el crimen de Ávalos, está prófugo hace casi dos años Walter Leguizamón. Nadie lo busca, no hay una persecución desde el Estado, está garantizada su impunidad. Igualmente consideró que “el gobierno hace su propio juego” para “conseguir la adhesión de toda la CGT para la ley de reforma laboral”.

Caso Santiago Maldonado: Audiencia del día 24 de noviembre de 2017

En el día de la fecha se nos ha informado los resultados de los peritajes pendientes de la autopsia de Santiago.

De ellos, se infiere que la causa de su muerte fue asfixia por sumersión, a la que coadyuvó un cuadro de hipotermia.

Asimismo, se estimó el tiempo de sumersión del cuerpo en las aguas por tres métodos diferentes: el primero estimó que el cuerpo estuvo más de 53 días en el agua; el segundo más de 60, y el tercero más de 73 días.

Sin embargo la verdad de cómo, cuándo y dónde falleció Santiago aún se desconoce y por eso continuaremos exigiendo una investigación imparcial, independiente, efectiva y exhaustiva.

Superada la relevante etapa médico-legal, el Juez Federal Dr. Gustavo Lleral dispuso a nuestro pedido, nuevas medidas de prueba a llevarse a cabo las próximas semanas.

Al mismo tiempo que exigimos Justicia y saber la verdad, prestamos permanente colaboración en la causa para averiguar cuáles fueron las circunstancias que derivaron en la desaparición y muerte de Santiago.

Ratificamos que continúan vigentes las siguientes certezas:

a) que el 1 de agosto hubo una salvaje represión por parte de una fuerza de seguridad estatal conducida y apoyada por las autoridades políticas;

b) que se produjeron desvíos y entorpecimientos en la causa de parte de la Justicia Federal de Chubut y el Poder Ejecutivo Nacional;

c) que es necesario contar con el apoyo de investigadores especializados e independientes para lograr conocer la VERDAD, obtener JUSTICIA y evitar la IMPUNIDAD en el caso de la muerte de Santiago.

Velorio e inhumación de Santiago:

Agotada la labor pericial sobre el cuerpo de Santiago, sus restos serán velados en la calle 6, esq. 29 de la ciudad de 25 de Mayo, mañana sábado 25 de noviembre, entre las 16 y las 22 hs. El domingo 26, el velorio continuará entre las 08.00 y las 11.00 hs, momento en que será trasladado al Cementerio Parque Paraíso para el responso e inhumación.

El velorio estará abierto a la comunidad y el entierro será reservado para los familiares y amigos. En ambos casos, se ruega asistir sin teléfonos celulares o cámaras fotográficas o de video a los efectos de preservar la intimidad de la familia.

Finalmente, expresamos nuestro profundo agradecimiento por las muestras de solidaridad y apoyo recibidas sin las que esta lucha hubiera sido imposible.

Familiares de Santiago Maldonado

El 5 de mayo, un accidente de tránsito en la Ruta 3 entre un utilitario que se cruzó de carril y una moto dejó a Kevin en silla de ruedas. Su padre y su hermano de dos años fallecieron. El martes por la tarde, Florencia Quintana, mamá del nene de 11, realizó una marcha junto a familiares y amigxs frente a la Municipalidad para pedir justicia.

“Mi nene jugaba a la pelota, iba a boxeo y hoy usa pañales, sondas que le cambio cada cuatro horas, […] está en silla de ruedas; tiene un golpe en el cerebro que le perjudicó el habla. Quedó en muy malas condiciones y nadie se hizo responsable”, aseguró la madre.

Quintana pide justicia “y que este hombre pague porque está como si nada. Tengo gente conocida en White y lo vieron al hombre [manejando], no le retuvieron el carnet, le devolvieron la camioneta; él arrebató dos vidas, a una persona de 33 años, a un nene de dos años y dejó a un nenito de 11 años en silla de ruedas”.

La causa judicial la iniciaron hace tres meses pero aseguró que hay alguna “mano negra” detrás. Comentó que la pericia vehicular la hizo una oficial de Villa Rosas conocida del conductor a quien “se le rompió el foco en las manos” mientras la realizaba  porque “el impacto fue muy fuerte”.

“El hombre dijo que los chocó porque iban sin luces. Era la palabra de él contra mi nene y su padre, no había testigos pero ahora encontramos uno. Esa oficial se agarra de decir que iban sin luces, cuando ellos salieron en perfectas condiciones. Mi nene se puso el casco y me dijo ‘mañana vengo’ y terminó en terapia intensiva”, aseguró Quintana.

También se refirió a las cámaras de la zona que podrían haber grabado el momento del hecho: “Está lleno de cámaras, la del Parque Industrial, la de Pedro Pico, la rotonda de White (Vialidad), pero da la casualidad que ninguna de esas cámaras tomó nada”.

Además denunció que “cuando pasó [el accidente], al papá del nene le hicieron test de alcoholemia… todo lo que te puedan buscar, le hicieron. Y al hombre no, el hombre estuvo detenido una hora y lo liberaron porque tuvo una crisis”.

Al ser consultada sobre si recibió ayuda estatal aseguró que fue “a hablar a la Municipalidad y nadie me escucha”.

Explicó los cuidados que su hijo requiere: “Vivo en el hospital, entro a las ocho de la mañana porque él tiene todo el tiempo controles; imagináte el trabajo que me lleva mi hijo hoy en día, le cambio los pañales a cada rato, tengo que ponerle una sonda porque los riñones no le funcionan.

“Estoy luchando por una silla de ruedas, me habían prestado una pero la tuve que devolver y mi nene quedó dos días sin silla de ruedas hasta que Mara Recondo (DISER) me consiguió otra. No tengo ayuda de nadie. Quiero que haga la rehabilitación. […] El nene necesita kinesiología todos los días”.

Quintana aseguró que “se vivió un caos” durante el mes que Kevin estuvo en terapia. Si bien tuvo acompañamiento “de amigas, familiares y vecinos que iban todo el tiempo”, era “día a día esperar un parte médico”. “Apenas pasó el accidente me dejaron entrar y pasar toda la noche con él, me dijeron que ‘mi hijo no iba a vivir’ porque estaba en un estado muy grave”.

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Ella reclama que mientras su hijo “estuvo 15 días mal, no abría los ojos, estaba inconsciente”, el conductor no se acercó ni “tampoco mando a nadie a preguntar” si Kevin estaba bien. “Ya sé que puede tener miedo porque mató a su papá y su hermanito, yo entiendo que es difícil, pero aunque sea un poquito de corazón, de decir ‘le arruiné la vida a un nene de 11 años’”, pidió Florencia.

El martes, mientras reclamaban frente al municipio, la Guardia Urbana dejó de cortar el tránsito y los autos llegaron hasta donde Kevin, Florencia, familiares y amigxs cortaban la calle. Recibieron bocinazos e insultos.

Florencia le dijo a los automovilistas: “Todos somos madres, abuelos, tíos. Hoy me tocó a mí y mañana no saben si les puede tocar. […] No deseo que a nadie le toque vivir lo que yo vivo de cambiar pañales, una sonda, a una persona que estaba bien. Ojalá nunca les toque estar en mi lugar. Ellos se piensan que fui a cortar una calle porque quise”.

Fueron las palabras de Leandro Aparicio, abogado de la familia Almada, en comunicación con FM De la Calle, luego de la pericia realizada por Gendarmería el viernes pasado, confirmando el cambio de carátula en la causa, y a raíz de los tres allanamientos efectuados el lunes.

Respecto a cómo se realizó este tipo de pericia, utilizando un muñeco con las características físicas de Ángel, y cómo el cambio de caratula encamina la causa, el abogado refirió que se logró gracias a “un cúmulo de pruebas que fueron solicitadas hace tiempo, algunas se han efectivizado, otras todavía resta concretar”. De alguna manera, “esto sería el broche final para cerrar de una vez por todas la hipótesis planteada por la policía, y por algunos interesados, en desviar el tema”.

Aparicio aseguró que “ya había numerosos indicios de que no era así [un suicidio]”. Entre otras cosas, menciona las declaraciones de “testigos a los cuales les habían hecho tomar declaración y estaban sin dormir, firmaron un testimonio del cual no le permitieron corregir nada; testimonios calcados, repetidos o con palabras y frases hechas; eso ya estaba en conocimiento de la fiscalía”.

También “testimonios contradictorios de muchas personas que han declarado falsamente en la causa; el informe unánime de las psicólogas de ALBA; y finalmente la pericia que se realizó el viernes que al fiscal y a la opinión pública les dejó en claro que esto fue un homicidio”, aseguró.

Al consultársele sobre si la causa se desdoblaría en dos, homicidio y encubrimiento (o falso testimonio), el abogado de la familia Almada negó que haya ocurrido: hay una sola causa, más allá de que esté solicitado hace tiempo por la querella, la imputación, el falso testimonio y encubrimiento agravado respecto de determinadas personas”. Agregó que no tiene inconveniente en que sigan dentro de la causa principal y que cuando estén acreditadas para procesar o detener se efectivice.

Asimismo aseguró que tienen identificados a quienes habrían cometido el crimen, y para avanzar “tenemos que reforzarlo con algunos testimonios que venimos pidiendo de personas que no estaban en White, que las identificamos y sabemos en qué lugar estaban”.

Respecto a esa noche, si bien varias cosas no se pueden precisar en este momento, Aparicio explicó qué habría ocurrido. “Sí sabemos que Ángel fue interceptado por dos personas, por ese video que apareció un año y medio después que estaba en poder de policía de la provincia. Sabemos que a algunas personas se les ha escapado en alguna ronda de droga, de alcohol, lo que pasó esa noche. Y muchas personas lo han testimoniado judicialmente”.

diariovillarinoY aseguró que tienen sospechas sobre “otra persona que está omnipresente durante toda la noche, y que entendemos que también tiene que ver. Hemos pedido su incorporación a la causa ya no como testimonio, como imputación. Esas son las pistas más firmes que tenemos hasta el momento”.

En relación a los allanamientos reveló que “se buscaban teléfonos del ex delegado de White, Marcelo Acosta; Pagotto, amigo de Acosta, y una tercera persona (que no se puede nombrar)”, para recabar información, conversaciones, “todo lo que se puede buscar de personas que están sospechadas”. Esto no sería sólo en relación a quienes habrían intervenido esa noche, sino de lo que pasó después del crimen.

Sobre las fuerzas policiales que intervinieron esa noche, y las responsabilidades que les corresponde aseguró:tiene que ser girado a Asuntos Internos de la policía de Buenos Aires, y que se hagan los sumarios administrativos más allá de la responsabilidad penal que les corresponde”.

AngelAfirmó que “la policía actuó mal tomando declaraciones y después apretando a distintos testigos. Sé que el ex delegado jugó un rol importante manejando, de facto, la investigación. Después […] sospecho, intuyo, que el grado de complicidad no solamente estaba ahí en la comisaria de White, sino también en la DDI”. Y remató: También puedo pensar que está relacionado con la droga, ¿por qué no voy a pensarlo cuando se encontró el cargamento más grande de cocaína en White?

Sobre la labor del fiscal anterior a Romero Jardín,  Mauricio Del Cero, fue tajante: “No quiero hablar más de eso porque me parece patético, vergonzoso, que una persona agarre una causa un día y esté dando dos días una conferencia de prensa, dando a conocer (después de hablar con La Brújula) los nombres de los posibles sospechosos. […] Es lamentable”, concluyó.

 

En el cierre de los festejos por los 40 años de la Asociación, las Abuelas de Plaza de Mayo compartieron “la inmensa alegría de comunicar la restitución de la hija de Lucía Rosalinda Victoria Tartaglia”.

“Gracias a la perseverancia de nuestra búsqueda y de todo el movimiento de los Derechos Humanos, hoy la nieta 125 puede conocer la verdad sobre su origen”, afirmaron.

Lucía Tartaglia nació el 6 de junio de 1953 en Santa Rosa, La Pampa. Su familia la llamaba “La Flaca”. Se mudó a la ciudad de La Plata, donde estudiaba Derecho y militaba en la Juventud Universitaria Peronista. Allí fue secuestrada el 27 de noviembre de 1977, a los 24 años.

Durante un año fueron en vano los esfuerzos por localizar a Lucía por parte de la familia, no tuvieron ninguna noticia de ella hasta que en noviembre de 1978, un año después de la desaparición, su hermano Aldo recibió una primera carta de Lucía donde relataba que se encontraba detenida. Posteriormente, Lucía escribió otra carta relatando que estaba embarazada y que esperaba dar a luz para principios del año 1979.

En democracia, su familia pudo reconstruir que Lucía estuvo secuestrada en el Centro Clandestino de Detención conocido como “Atlético-Banco-Olimpo”, gracias a testimonios de sobrevivientes que pudieron verla. La conocían con el apodo de “Anteojito”. Los sobrevivientes relataron además que Lucía estaba embarazada y que fue llevada a dar a luz mientras aún se encontraba en cautiverio.

La desaparición de Lucía fue juzgada en el juicio realizado por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 2 por los crímenes del circuito represivo ABO, por el cual fueron condenados catorce represores el 22 de marzo del 2011, entre ellos, Samuel Miara.

La búsqueda

Desde que la familia de Lucía supo de su embarazo, emprendieron la búsqueda del niño o niña nacida durante su cautiverio, para lo cual brindaron las muestras genéticas ante el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) que permitieron que hoy podamos conocer su verdadera identidad.

María Rosario López de Tartaglia Falleció sin poder abrazar a su nieta/o que debió nacer en diciembre de 1978 - enero de 1979  durante el cautiverio de su hija.

María Rosario López de Tartaglia falleció sin poder abrazar a su nieta.

Según informaron las Abuelas, la joven fue convocada en el marco de una investigación judicial donde existían dudas sobre su identidad y fue informada sobre la posibilidad de que sea hija de desaparecidos. Tras un tiempo prudencial, accedió a dar voluntariamente una muestra biológica para cotejar su ADN el Banco Nacional de Datos Genéticos. El resultado del análisis fue comunicado al Juzgado, que a su vez la notificó a ella personalmente ayer a la mañana.

La causa judicial tramita actualmente en el Juzgado Nacional en lo Criminal Federal Nº 1 de Capital Federal, a cargo de la dra. María Romilda Servini de Cubría. También interviene la Fiscalía Federal N°5, a cargo del dr. Franco Picardi.

“Una vez más celebramos por la libertad de una nueva nieta que se atreve a conocer su verdad y alentamos a todos aquellos que puedan aportar información sobre posibles hombres y mujeres que estén en la misma situación a que así lo hagan”.

“Noticias como la presente nos reconfortan el alma y nos fortalecen para continuar en nuestra búsqueda que comenzó hace 40 años, para que se pueda concretar el abrazo con su ser querido de las cientos de familias que aún lo anhelan y esperan. Bienvenida nieta 125 a la verdad”, manifestaron las Abuelas.

Cristian Puebla, condenado por el femicidio de su pareja Leonela Costa ocurrido en 2012, ahora amenaza desde la cárcel a la madre de la víctima.

“Hace dos años, para mi cumpleaños, llamaron por teléfono y atiende mi nene de 7 años y dice ‘Leito está en el cielo’. Cuando escucho eso agarro el teléfono yo. Ahí me dice: ‘¿Cómo vas a pasar el cumpleaños sin tu hija?´”, relató Silvia Martínez.

La madrugada del 10 de octubre de 2012, Cristian Puebla hirió de una puñalada a Leonela, quien murió dos semanas después.

Cuando la policía llegó al lugar, encontró a la víctima agonizante en el patio de la vivienda. Además de la gravedad de la herida presentaba un cuadro de hipotermia. Puebla intentó simular un robo pero luego se contradijo y fue demorado. Finalmente admitió que la había atacado.

“El 29 de mayo le encuentran al señor, en la requisa, un celular con un bisturí. Llama cuando yo la recuerdo, llamó para el Día de la Madre diciéndome ‘¿Cómo la pasas sin tu nena? Ahora sigo por tus hermanas’. No encuentro nombre para ponerle, persona no es”, dijo Martínez.

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La causa estuvo a cargo del fiscal Cristian Long hasta que pidió licencia y pasó a manos de Mauricio Del Cero. “Lo único que me dijo es que él no podía atenderme porque no había visto la causa y ya estaba archivada”, detalló la mamá de Leonela.

Por un arreglo entre partes, del cual Martínez no fue partícipe, se realizó un juicio abreviado y Puebla fue condenado a 10 años de prisión. “Al abogado que me representaba me lo encontré en la puerta de un banco, me tocó el hombro y me dijo: ‘Ya está la sentencia’. Se hizo juicio abreviado, nunca me llamaron, soy la mamá, tenía que estar comunicada”.

“Leonela solo tenía 24 años, tenía una vida por vivir, y no que un basura se limpie las manos como lo hizo”, finalizó.

Fotos: Canal 7.

Las activistas feministas e integrantas de la agrupación Desbandadas, Verónica Bajo y Silvia Palumbo, quienes acompañaron a Mónica Cid y a los familiares de Micaela Ortega durante el juicio contra Jonathan Luna, comentaron en FM De la Calle el proceso que concluyó en la primera sentencia por grooming seguido de femicidio.

Luna fue condenado a prisión perpetua por homicidio triplemente calificado, por haberse cometido sobre una mujer mediando violencia de género, por alevosía y para ocultar otros delitos en concurso real con robo y grooming.

“El tema de la prisión perpetua no nos alegra en sí misma, porque creemos que el camino del punitivismo no es el camino, justamente. Que ni la prisión perpetua, ni la pena de muerte como reclama tantísima gente, es la solución a una problemática como la violencia hacia mujeres y niñas y a otras problemáticas”, dijo Bajo.

Explicó que “en este caso, además de pedir perpetua, como un hecho simbólico, lo que pedíamos era una condena ejemplar que incluyera en su argumentación una perspectiva de género sólida. Llamar a las cosas por su nombre, visibilizar la violencia hacia las mujeres, los mecanismos y, a mi entender y es la opinión de muchxs, esta sentencia tiene muchísimos de esos detalles que hablan de la violencia hacia las mujeres”.

Silvia Palumbo sostuvo que el juicio fue “histórico” y comentó: “En mi camino de activista feminista, desde el arte callejero en este caso, le dije que a Mónica que me había preparado toda mi vida para eso”.

“Exactamente, hacía un año y medio que había pasado lo de Micaela cuando fue la sentencia. Nosotras lo que hicimos fue acompañarla a Mónica como ella deseaba ser acompañada. (…) Lo que trasciende más allá de la pena que se tenga que tragar este femicida es la huella cultural que se puede hacer una marcación dentro de esta estructura tan misógina que es el Poder Judicial”.

Palumbo comentó cómo fue el proceso de acompañamiento a la mamá de Micaela por parte de las Desbandadas: “Mónica Cid en febrero de este año se incorporó a Desbandadas que es la banda feminista de acá de Bahía Blanca que llevamos adelante varias y que forma parte de este proyecto de empoderamiento expresivo para mujeres y niñas a través del feminismo que se llama La Banda Lavanda. En definitiva, es muy impresionante para mí como maestra, registrar esta maravilla en el cuerpo y el accionar de esta mujer”.

Las activistas subrayaron el rol en el cual se deben poner las familias de las víctimas, más allá del dolor, para asegurar la obtención de justicia: “El caso de Wanda Banegas, que es la prima de Katherine Moscoso, un caso vergonzante que tenemos acá, donde están involucrados el poder político, fuerzas represivas. Un caso con similitudes al de María Soledad Morales y sobre el cual en Monte Hermoso la sociedad sin duda hace oídos sordos, en Bahía Blanca también”, explicó Verónica Bajo.

Pero ese no es el único caso, Bajo afirmó que “ahora también estamos viendo el acompañamiento a la mamá de Leonela Costa. Está en un situación muy compleja, al femicida de su hija en su momento le hicieron un juicio abreviado, está por salir de la cárcel, le está haciendo llamados intimidatorios desde la cárcel. El rol es ese, dentro de las posibilidades. Somos un grupo de mujeres autogestivas, independientes, pero sí un acompañamiento mínimo a la visibilización de estos temas”.

Finalmente, Bajo destacó la canción “Después”, escrita por Silvia Palumbo e inspirada en Mónica Cid: “Ha sido reparadora para todas y básicamente para Mónica, tener el latido de Mica en nuestros pechos. O sea, latir conjuntamente no solamente las Desbandadas y Mónica, sino toda la gente que estaba rodeando estos momentos de tanta conmoción y de tanta emoción. Nos ha acompañado y nos seguirá acompañando por Mica, por Mónica, por todos los Después que vienen quedando”.

Luego de la confirmación por parte de la familia Maldonado de que el cuerpo hallado en el río Chubut era Santiago, FM De la Calle habló con José Schulman, secretario de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, quién se refirió a la causa por el encubrimiento de la desaparición forzada.

Si bien “la autopsia confirmó que es Santiago, que es lo principal, dijimos desde el primer día que Santiago Maldonado estaba allí”. “La autopsia no avanzó mucho más que eso, las cuestiones fundamentales se tienen que dilucidar […] Santiago fue asesinado, ocurrió en el marco de una operación del Estado y el Estado dominó la escena durante 80 días. Siempre dijimos que había manipulaciones”.

Respecto al intento de desvirtuar la figura de desaparición forzada Schulman comentó que “hay una ofensiva tan descarada que uno, que está preparado para todo, no deja de sorprenderse. El único que está contrariado en su discurso es el gobierno, no nosotros. El gobierno dijo que Santiago no estaba, que se había fugado… Y ahora, si uno no presta demasiada atención, pareciera que Santiago se ahogó bañándose en un balneario por descuidado”.

El secretario de la LADH comparó este caso, que involucra a las fuerzas armadas, con el de Luciano Arruga. “Santiago apareció muerto en el río, no tiene señales visibles de golpes externos. Luciano Arruga fue asesinado sin que lo tocaran. Lo pusieron al costado de la [Avenida] General Paz, le pusieron una pistola en la cabeza, le sacaron las zapatillas y lo obligaron a cruzar corriendo, con lo cual lo atropelló un auto y lo mató. Cuál es la causa de muerte, ¿el auto? No, la policía”.

“Supongamos que él va corriendo, no conoce la zona, los compañeros pasan por un lado y él entra a un lugar que tiene pozos, se hunde y se ahoga”. “Una de las cuestiones que ni siquiera mencionan es que está todo menos el celular que activaron [el 2 de agosto]. En todos los casos, la hipótesis que se te ocurra, voy a demostrar que estando la Gendarmería en control, efectuando una operación represiva… Si se ahogó en esa carrera, en el marco de una operación, son responsables de haber encubierto durante tantos días”.

También hizo mención al ‘testigo E’ y cómo “se está derrumbando la teoría porque nunca declaró en la causa, sino en la CIDH” y la comisión “no le transmitió a nadie la información de esa declaración. Es mentira que el juez se enteró por este testimonio, sino que se enteró –como él dijo– porque le avisó un prefecto y porque hubo un llamado anónimo”.

“De todo lo que hemos afirmado, ¿qué es lo que podría decir que no es así de convincente? Ahora no estoy tan seguro de que el cuerpo fue plantado, existe la posibilidad de que efectivamente haya estado ahí durante mucho tiempo”, aseguró el secretario. “Yo desafío a Bullrich que comparemos los dichos, a ver si ella puede sostener que Maldonado estaba en Chile, que es un guerrillero, que murió en enfrentamiento armado”.

Respecto a la causa por encubrimiento que presentó la Liga, Schulman aclaró que “la tienen en el aire porque el juez Canicoba Corral inventó una discusión de jurisdicción […] y nosotros opinamos que la investigación debe seguir en Buenos Aires. […] Es una clara jugada de chicana jurídica. […] Lo que logró Canicoba es que en el momento más difícil del gobierno se abstuviera de responder las preguntas del fiscal Delgado”, concluyó.

A tres meses de la desaparición de Santiago Maldonado, José Schulman estará mañana en Bahía Blanca participando en la charla debate: “Santiago Maldonado, la demolición del Estado de Derecho”. Será este jueves a las 19.30 en el Salón de Actos de la UNS (Avda. Alem 1253). Invitan ADUNS, La Liga Argentina por los Derechos del Hombre y Watu.

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A pocos días de cumplirse seis años de la desaparición de Daniel Solano, trabajador golondrina desaparecido en Choele Choel por defender sus derechos y los de sus compañeros, su familia escribió una carta a la familia de Santiago Maldonado.

“Sabemos y sentimos el dolor que siente la familia de Santiago Maldonado y de tantos desaparecidos de nuestro País, no hay palabras para calmar el duelo, y lo que más duele es que cada vez que inventan, e investigan solo a la víctima y no a los verdaderos responsables que causaron la muerte; vuelven y vuelven a matar a nuestros seres queridos, desaparecidos. Y nos damos cuenta que solo importan lo que ejercen Poder y no quienes mueren injustamente. La Impunidad Judicial, Empresarial debe acabar”, manifestaron.

Recién el miércoles 18 de octubre pasado la familia de Solano logró que su perito exponga en una audiencia judicial sus argumentos para buscar el cuerpo de Daniel en un jagüel, tras la cual se fijó como fecha el 15 de noviembre para concretar la medida.

CARTA A LA FAMILIA DE SANTIAGO MALDONADO

Estos días que han pasado, escuchamos tantas hipótesis e hipótesis de lo que paso con Santiago Maldonado, el caso es que el ya no está, ya no vive, ya no respira, ya no mirara el rostro de sus familias, de su hermano, ya no abrazara a quienes el más quiso, ya no colgara su mochila en sus espaldas y viajara, encontrándose en un lugar donde todo le parece injusto.

Santiago,no está, lo encontraron sin vida, una vida más que apagaron, los que no saben del amor al prójimo. Y otra vez nos duele el pecho, nos duele el corazón; un hijo se ha arrebatado de las manos de un Padre, de una Madre, de un hermano, de un amigo. Y vuelve el dolor a nuestro ser, como aquel 05 de Noviembre de 2011,fecha que nunca olvidaremos, porque a nosotros también se nos ha quitado a un ser muy querido, nos quitaron a Daniel Solano, un joven lleno de vida, que simplemente por querer luchar por lo justo, por un sueldo digno, por una mejora laboral y por no continuar viviendo como esclavos junto a sus compañeros,hacinados. A Daniel Solano lo callaron de la manera más cruel, le indigno el maltrato Empresarial, iba en contra de sus principios, el no levantar la voz por él y sus compañeros. Pero el querer levantar la voz, el luchar por sus Derechos lo llevo a la muerte, a su desaparición forzada.

Hoy a casi días de cumplirse 6 años de su muerte y desaparición forzada, sabemos y sentimos el dolor que siente la familia de Santiago Maldonado, y de tantos desaparecidos de nuestro Pais, no hay palabras para calmar el duelo, y lo que más duele es que cada vez que inventan, e investigan solo a la víctima y no a los verdaderos responsales que causaron la muerte; vuelven y vuelven a matar a nuestros seres queridos, desaparecidos. Y nos damos cuenta que solo importan lo que ejercen Poder y no quienes mueren injustamente. La Impunidad Judicial, Empresarial debe acabar. La Justicia debe actuar como tal, no encubrir, no ocultar, ni, borrar pruebas de un delito tan grave como de lesa humanidad, porque terminan siendo complices, encubridores de tal delito.

Porque debemos estar pidiendo, la aparición de un cuerpo??O que nos entreguen el cuerpo de tantos que han desaparecido injustamente??A caso no estamos en DEMOCRACIA?? Si podemos levantar la voz por algo que no nos parece justo, si podemos luchar por nuestros DERECHOS, esto no debe llevar a la muerte, a una Desaparición Forzada.

Hoy lloramos y pedimos JUSTICIA por DANIEL SOLANO, POR SANTIAGO MALDONADO, POR ANDRÉS CUYEBAY, HÉCTOR VILLAGRÁN, PEDRO CABAÑA CUBAS Y TANTOS DESAPARECIDOS EN ESTA DEMOCRACIA.

NOSOTROS MIENTRAS ESPERAMOS ENCONTRAR EL CUERPO DE DANIEL SOLANO, ESPERANZADOS EN LA BÚSQUEDA EN EL JAGUEL. ACOMPAÑAMOS TU DOLOR SERGIO MALDONADO, FAMILA MALDONADO!!! FUERZAS Y ABRAZOS FRATERNO!!!

FAMILIA SOLANO.

DANIEL SOLANO, PRESENTE
CHERENTA, 23 DE OCTUBRE DE 2017

Foto: Alexander Morales

Es por el delito de asociación ilícita y, en un caso, por el homicidio en un pasillo de la Universidad Nacional del Sur (UNS) del estudiante David Hover “Watu” Cilleruelo. La actividad de la patota paraestatal dejó como saldo la proscripción de los centros de estudiantes, el cierre del comedor universitario, la expulsión de alumnos y cesantías masivas de docentes por razones políticas, entre otros aspectos.

La Cámara Federal de Apelaciones de Bahía Blanca confirmó el viernes los procesamientos de cinco personas por el delito de asociación ilícita, al considerar acreditado que formaron parte de la organización Triple A. Se trata de Raúl Roberto Aceituno, Héctor Oscar Chisú, Juan Carlos Curzio, Héctor Ángel Forcelli y Osvaldo Omar Pallero.

La resolución alcanza a uno de ellos, también, por el homicidio del dirigente estudiantil David Hover “Watu” Cilleruelo en un pasillo de la Universidad Nacional del Sur (UNS), en abril de 1975. En la causa interviene la Unidad Fiscal de Derechos Humanos de esa ciudad, que encabezan Miguel Palazzani y José Nebbia.

La investigación involucra además al ex camarista Néstor Montezanti quien fuera declarado en rebeldía con prohibición de salir del país por el juez Alejo Ramos Padilla durante su paso por el juzgado local.

El fallo del Tribunal revisor fue liderado por el voto de César Álvarez, al que adhirió su colega José Mario Tripputi. Al tercer juez -Pablo Candisano Mera- se le aceptó la excusación. De esa forma, se confirmó lo resuelto en abril de 2015 por el juez subrogante de Bahía Blanca, Alejo Ramos Padilla, y fue rechazada la apelación de la defensa de los imputados.

Los camaristas destacaron la “enorme cantidad de testimonios que dan cuenta que el grupo contratado como personal del ‘Departamento de Seguridad’”, creado por el rector Remus Tetu, “se paseaba por los pasillos de los edificios de la universidad en actitud amenazante e intimidante, haciendo ostentación de armas largas y cortas, generando un clima de miedo que provocó que muchos estudiantes abandonaran los estudios”.

Dentro de ese marco es que ahora están procesados Raúl Roberto Aceituno, Héctor Oscar Chisú, Juan Carlos Curzio, Héctor Ángel Forcelli y Osvaldo Omar Pallero como coautores del delito de asociación ilícita, “calificado como de lesa humanidad”.

Curzio, de acuerdo a la pesquisa, fue identificado entre “los matones de la patota de la UOCRA” local, dominada por el diputado Raúl Ponce. Chisú, por su parte, se incorporó, tras el golpe de Estado, como agente civil del Destacamento 181 del Ejército.

La intrusión de la agrupación paraestatal en el ámbito universitario dejó como saldo la proscripción de los centros de estudiantes y la confiscación de sus bienes, el cierre del comedor universitario, la proscripción de 497 títulos pertenecientes a la biblioteca, la expulsión de alumnos y cesantías masivas de docentes por razones políticas, entre otras cuestiones.

Para la Cámara Federal, los elementos de prueba reunidos permiten tener demostrado que los imputados participaron de las actividades desplegadas por la organización delictiva, “brindando su aporte material” para “cumplir con los objetivos criminales propuestos”. Además, mantuvo su prisión preventiva.

Los camaristas señalaron que Ponce y Tetu fueron los jefes y organizadores, en tanto que Aceituno, Chisú, Curzio, Forcelli y Pallero la integraron junto a Jorge “Moncho” Argibay y su hijo Pablo Francisco -ambos fallecidos-, Roberto Néstor Sañudo, Héctor Alfredo Mansilla y Basilio Omar “Chacho” Pérez, entre otros.

Homicidio en la Universidad

Los jueces Álvarez y Tripputi confirmaron también el procesamiento del acusado Aceituno por su participación en el “homicidio agravado del que resultó víctima David Hover Cilleruelo”. El agravamiento del delito radica en “haber sido cometido con alevosía y con el concurso premeditado de dos o más personas”: varios testigos coincidieron en que “Moncho” Argibay fue quien le disparó a la víctima, y que junto a él estaban su hijo Pablo y el propio Aceituno.

Cilleruelo era secretario de la Federación Universitaria del Sur y militante de la Federación Juvenil Comunista. Fue asesinado de un disparo en la cabeza el 3 de abril de 1975 en un pasillo del ala de Ingeniería de la UNS. Para aquél día estaba pautada la inscripción de los estudiantes en las distintas materias y Cilleruelo se encontraba junto a sus compañeros convocando a los alumnos a la participación en la Asamblea de delegados de Centros de Estudiantes para la ratificación de las autoridades de la Federación Universitaria que lideraba.

De acuerdo a la investigación, Cilleruelo fue abordado por un grupo de integrantes de la patota y baleado en presencia de gran cantidad de alumnos, “para luego retirarse del lugar en un vehículo Ford Falcon color verde claro, con techo vinílico color blanco, con patente de bronce que brindaba constancia de su pertenencia al Rectorado de esa institución”.

Fuente: fiscales.gob.ar

(Notas.org) Este martes fue hallado un cuerpo sin vida luego del cuarto rastrillaje realizado en el Río Chubut en el marco de la investigación por la desaparición de Santiago Maldonado. Este viernes Sergio, su hermano, confirmó que se trata del joven buscado durante más de dos meses.

Agentes de la Prefectura hallaron a Santiago 300 metros río arriba donde el 1ro de agosto se llevó a cabo la represión en la que se lo vio por última vez con vida. Finalmente, tras el traslado a la Ciudad de Buenos Aires y en el marco del comienzo de la autopsia la familia lo reconoció por sus tatuajes.

En esta cuarta búsqueda en la zona se utilizaron por primera vez perros de la División Cinotecnia, entrenados para buscar en cursos de agua. Los rastrillajes anteriores, ordenadas por Guido Otranto, el juez apartado de la causa, habían sido infructuosas.

Vale aclarar que en el primero de estos procedimientos, días después de la desaparición forzada del joven, especialistas de la Prefectura Naval habían descartado que hubiese muerto ahogado en el río, por su escasa profundidad. Eso, junto con testimonios de la comunidad mapuche que indicaban que nunca había cruzado el curso fluvial, había descartado la hipótesis del ahogamiento.

Esto fue ratificado por la abogada de los Maldonado, Verónica Heredia, quién el miércoles recordó que al momento de la represión esa zona del río tenía apenas 30 centímetros de profundidad.

A pesar de ello el juez Otranto que intervenía en la causa había declarado, un mes y medio después de la desaparición de Maldonado, que este se había ahogado en el río. Para confirmar su versión, ordenó un megaoperativo (300 efectivos del Grupo Especial de Operaciones Federales -GEOF-, del Grupo Albatros de la Prefectura Naval y personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, con helicópteros, perros y drones) en la madrugada del 18 de septiembre. Dos días después, el resultado del nuevo rastrillaje fue nulo.

Ahora resta investigar en qué circunstancias murió y si fue ese el lugar del deceso, algo puesto en duda por los familiares y diversos especialistas que aseguran que el cuerpo fue plantado intencionalmente.

“Micaela, volá alto. Mamá te desató”, dijo Mónica Cid luego de escuchar la condena a prisión perpetua para Jonathan Luna. El imputado fue encontrado autor penalmente responsable “por homicidio triplemente calificado por haberse cometido sobre una mujer mediando violencia de género, por alevosía y para ocultar otros delitos y por no haber logrado el fin e intención que guiaba su conducta de cometer un delito contra la integridad sexual en concurso real con los delitos de acoso sexual tecnológico y robo”.

Se probó que “Luna comenzó a hablar con Micaela a través de Facebook, usando una cuenta falsa, la Rochi de River, con la clara intención de abusar la integridad sexual de la menor”.

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Este modus operandi era utilizado por Luna con cientos de chicas menores de edad y haciendo uso de múltiples cuentas de facebook -tanto de hombre como de mujer-. En el crimen de Micaela “aprovechó la vulnerabilidad de su situación luego de haber discutido con su familia, para ofrecerle –haciéndose pasar por la Rochi de River- alojarla en su domicilio, [supuestamente] ubicado en Villa Rosas”, continuó la lectura.

Estamos frente a un masculino aprovechándose de la situación de indefensión en la que había colocado a la menor, así como su superioridad física. Luna intentó completar su objetivo, pero “ante el rechazo de la menor, ante la imposibilidad de concretar su deseo sexual, […] y para evitar que Micaela lo denuncie e identifique, agredió físicamente a la víctima, teniendo en cuenta su condición de género y edad”.

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También quedó establecido que Luna había utilizado el mismo modus operandi, contactar a chicas menores de edad mediante el chat de Facebook, en más de una ocasión, según varias menores que dieron su testimonio la semana pasada; más un caso que salió a la luz este martes (pero que no formó parte del juicio).

La jueza María Elena Baquedano dijo en la sentencia: “Sin duda estamos ante un homicidio triplemente calificado por haberse cometido sobre una mujer, mediando violencia de género con alevosía y para ocultar otros delitos; y por no haber logrado el fin e intención que guiaba su conducta de cometer un delito contra la integridad sexual, en conjunto con el delito de acoso sexual tecnológico (grooming) y robo”.

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Para el tribunal “Luna se ha aprovechado de una situación de indefensión de la víctima, caminando hasta una zona descampada. […] Generó así las circunstancias necesarias para asegurarse la ejecución del hecho, disminuyendo las posibilidades de defensa de la menor, colocándola en una situación de inferioridad y descartando riesgos para sí”.

“Además, se valió de la sorpresa de su acción a traición por aprovechamiento de la confianza que en él se había depositado. […] La edad, las características físicas de la víctima, la confianza que se había depositado a partir de la información falsa que él había dado, fueron el conjunto de elementos que establecieron esa situación de inferioridad de Micaela Ortega”.

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“Está probado que Luna mató para tratar de ocultar otros delitos: acoso sexual tecnológico y robo.

“Estamos ante un femicidio, como señaló el fiscal en los casos Mangieri y Recalde: no se requiere un vínculo preexistente, relación laboral o vínculo de algún otro tipo para que pueda existir violencia de género”, afirmó el tribunal en contraposición al alegato de la defensa.

Respecto a la violencia de género, una de las juezas dijo que “lo esencial es que la violencia sea motivada en el género, en ese rol que el autor le asigna a su víctima: mujer dominada e inferior; cosa; que se debe hacer lo que el pretenda; no puede decidir libremente sobre su libertad sexual; no importa su consentimiento o no para la práctica de un acto sexual; debe estar a su servicio”.

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“El imputado usó todo un marco de mentiras para posicionarse en una situación de superioridad estratégica al generar que la víctima se alejara de su círculo familiar”. Luna quiso demostrar su “condición de hombre dominante, un claro acto de discriminación hacia la mujer, como no lo logró, ejecutó su acción letal”.

Se estableció que a Micaela la mataron “por no haberse sometido”, “se ha mostrado rebelde ante él”. Sobre Luna al momento de dejar la escena del crimen, las juezas y el juez dijeron que “previo a retirarse parece que quiso dejar un macabro mensaje, el atar sus pies y sus manos como reafirmando que la mujer no puede hacer ni andar si él no lo permite”.

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“Está claro el rol que se le asignaba a Luna dentro de la sociedad y el rol que le asignaba a las mujeres”. Esto quedó evidenciado la semana pasada cuando varixs vecinxs del barrio y amigas de Eliana Espinoza –ex pareja de Luna–, aseguraron que el imputado no trabajaba y se la pasaba acostado con el teléfono en la mano.

Mónica Cid, luego de abrazarse con Claudio –padre de Micaela– y su abogada Fernanda Petersen, tomó el micrófono y dijo: “Micaela, volá alto, mamá te desató”. El público dentro y fuera de la sala cantaba: “Mica querida, Mica querida, tu madre la leona encerró a tu femicida”.

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